Mexico surrealista: Amor de cumbia

Amor de cumbia

“¡Amor, quiero amor romántico, quiero amor sublime, quiero amor de cumbia!..”

Con ésta frase comienza una de las canciones más conocidas de Celso Piña, cantautor colombiano radicado en México. La cumbia como ritmo musical ha sido muy despreciada: algunos dicen que es música de nacos y otros más dicen que bailarla no tiene chiste alguno. Lo único cierto es que no hay fiesta en la que no pongan una cumbia tropicalona y es el ritmo que mueve más gente en México (y aparte de todo, bailar cumbia es de lo mejor para conseguir pareja, pero eso ya lo comentaré después).

La cumbia es un ritmo que nació en Colombia. Bueno, en realidad su origen primitivo está en África y llegó a Colombia por medio de los esclavos que traían al Caribe, con los ritmos del Cumbé o Bullarengue. Para tocarlo originalmente se usaban tres tambores, unas maracas y una flauta larga y luego se incorporó un acordeón o algún otro instrumento que la hacía más rica en sonido. De Colombia se extendió a toda América y en México se arraigó mucho, aunque nosotros le echamos de nuestra cosecha para hacerla un híbrido extraño.

Si uno ve bailar a la gente de Colombia y a un mexicano la misma cumbia, va a notar muchas diferencias: los mexicanos bailan cumbia como se baila el rock & roll, las mismas vueltas y pasos, aunque con el ritmo alentado. Es precisamente esa lentitud lo que hace que los pasos puedan ser más elaborados, ya que no es necesario andar jaloneándose como en el Rock.

La evolución de rock a cumbia dió como resultado el que la gente inventara sus propias vueltas “adornándolas” (eso dicen los maestros de baile). A veces las vueltas se cortan a medio giro para hacer un paso de reversa y algunos bailarines expertos pueden bailar con dos mujeres a la vez sin que se les tuerzan los brazos ni se les disloque el hombro -como seguramente me pasaría a mí-. Casi todas las canciones de cumbia llevan la misma base musical (el clásico “tuu tss tss tss tssss”) al ritmo de la cual se deben mover nuestras patas sin enredarse ni perder el ritmo.

La canción de cumbia en nuestro país tiene todas las variaciones posibles: unos usan instrumentos de origen andino y otros solamente un sintetizador. Trompetas, acordeones, guitarras, tuba y hasta guitara flamenca, todo depende de la creatividad y posibilidades del cumbianchero que en sí, es todo un personaje. Todos los cantantes de cumbia parecen cortados de la misma tijera: trajes brillantes y bigotito, acompañados de coristas que llevan vestido negro de falda cortísima. Un himno a la naquez.

Lo cierto es que la cumbia es el baile ideal para ligar: requiere mucho contacto físico y ahí uno se da cuenta si la chava con la que bailas tiene lonjas o si el tipo que te tocó de pareja tiene los hombros caídos o hace ejercicio. Además, siempre es útil saber si nuestro acompañante es diestro para moverse (¡!) o es tan torpe que se la pasa pisándole los callos a los demás. Por si fuera poco entre vuelta y vuelta puedes platicar un poco con tu acompañante a diferencia del ritmo dance, donde ambos están tan separados que no hay oportunidad de nada ¡que viva la cumbia por siempre por siempre!