Osteopatia

OSTEOPATIA

Osteópatas, Quiroprácticos, Esteleros, Chamanes… y varios nombres más son los que se han dado a los Médicos que tratan las enfermedades corporales a base de la manipulación ósea  y de la columna vertebral. En México suelen ponerlo en práctica los Chamanes, en las Islas Canarias se llaman Esteleros, lo transmiten por lo general de padres a hijos. Ahora en esta sociedad donde todo se está sistematizando, en parte es bueno para no perder las tradiciones pero ya se sabe… todo lo que se masifica, hay bueno, malo y regular. Los Americanos dicen haber inventado algo y a la Osteopatía y Quiropráxia la llaman Rolfing…

La Osteopatía busca el restablecimiento de la salud mediante la manipulación de ciertos órganos, especialmente de la columna vertebral. Este método terapéutico presenta ventajas y limitaciones.

La quiropraxia o quiropráctica es un sistema terapeutico basado en la teoría de que las enfermedades son consecuencia de un trastorno en la inervación de los tejidos, que por esto enferman; su curación puede obtenerse mediante manipulación de las estructuras óseas del cuerpo, sobre todo de la columna vertebral.

La quiropraxia retoma una convicción característica de numerosas corrientes médicas heterodoxas: la mayoría de las veces, la enfermedad es una respuesta natural del organismo a una situación anormal, de modo que lo que debe hacerse desde un punto de vista terapéutico es tratar de mejorar los recursos espontáneos del cuerpo. Ahora bien, ha de tenerse en cuenta que no existe parte alguna del organismo a la que no llegue una densa red de fibras nerviosas que parten del cerebro y de la médula espinal y que, constituyendo los nervios craneales y los espinales, salen del cráneo y de la columna vertebral para distribuirse por todos los compartimentos Orgánicos.

Y precisamente a través de esta red se distribuye la fuerza vital”. Así, en los traumatismos que lesionan completamente la médula espinal, toda la región hacia la cual se dirigen las fibras nerviosas que nacen en la región medular afectada no sólo experimenta un proceso de parálisis, sino incluso de irremediable atrofia.

Existen también numerosas demostraciones de que afecciones menos graves de los nervios pueden dar lugar a disfunciones de órganos y tejidos inervados por ellos. Pequeños traumatismos, defectos posturales, movimientos incoordinados, etc., pueden ser el origen de subluxaciones vertebrales, causa a su vez de microlesiones de los nervios a la altura de los orificios a través de los cuales salen los nervios de la columna vertebral; estas microlesiones serían responsables de disfunciones y trastornos de los órganos inervados por esos nervios.

El aspecto más característico del ejercicio de la quiropraxia es la corrección de las subluxaciones de los segmentos vertebrales y pélvicos mediante actuaciones especificas y predeterminadas. El objetivo de tal corrección consiste en normalizar la posición de los segmentos por cuanto respecta a sus superficies articulares y en aliviar los consiguientes trastornos de naturaleza neurológica. muscular y vascular.

La subluxación vertebral consiste en una alteración de las relaciones entre dos vértebras de la columna, donde uno de estos segmentos ha perdido su movilidad normal con respecto a la vértebra superior o inferior. Un bloqueo vertebral o un exceso de movilidad puede dar lugar a una irritación de los nervios espinales que salen entre dos vértebras a esa altura de la columna. El sistema nervioso puede dividirse en dos partes principales (no hay que olvidar que estas partes trabajan juntas en una acción integrada y con una finalidad concreta, que son:

el sistema nervioso central, del que forman parte el cerebro y la medula espinal, encerrada en el canal vertebral;

el sistema nervioso autónomo o vegetativo, constituido por ganglios y nervios que salen de la médula espinal. Este sistema se conoce también como “sistema involuntario”.

Cuando se debe levantar un objeto muy pesado, es conveniente trabajar sobre todo la musculatura más fuerte de las piernas, con objeto de reducir el esfuerzo y prevenir distorsiones y desgarros.

En la medida en que rige las funciones sobre las que no ejercemos un control directo y consciente, como las del corazón, el estómago y el intestino. El sistema nervioso autónomo se divide a su vez en simpático y parasimpático. Ambas partes se diferencian morfológicamente entre sí y son en gran parte fisiológicamente antagonistas. El sistema nervioso simpático está conectado con el sistema nervioso central a través de los segmentos dorsales y lumbares superiores de la columna vertebral. El sistema nervioso parasimpático está conectado con el sistema nervioso central a través de una serie de nervios craneales y a través de los segmentos sacros de la médula espinal.

Ambos sistemas, simpático y parasimpático, inervan numerosos órganos; en esta doble inervación, generalmente los dos sistemas son fisiológicamente antagonistas. Así, por ejemplo, cuando los nervios que salen entre la quinta y la sexta vértebra dorsal están irritados y envían un exceso de señales nerviosas en dirección al estómago, se produce una disminución en la producción de jugos gástricos. En consecuencia, es necesario mantener un cuidadoso equilibrio entre los impulsos del sistema simpático y parasimpático, con objeto de mantener el equilibrio fisiológico general. Queda así aclarada la razón por la que de la luxación de una vértebra se puede deducir la existencia de una disfunción orgánica, y viceversa.

En general, la terapia consiste, ante todo, en la manipulación tendente a desbloquear un determinado segmento vertebral. A continuación, se intenta reforzar los distintos músculos mediante una serie de maniobras que actúan básicamente reforzando el tono y la acción de determinados músculos y corrigiendo las actitudes incorrectas.