El masaje terapeutico

El masaje terapéutico
El masaje es una de las modalidades más antiguas de la medicina como medio para recuperar la salud. La salud o bienestar significa mantener el equilibrio de nuestra energía vital, cultivar las fuerzas autocurativas y confiar en ellas.

Estamos acostumbrados a poner atención a todos los estímulos externos, ¿pero cuánto tiempo nos tomamos para reflexionar sobre nosotros, nuestro cuerpo, nuestros sentimientos, nuestras necesidades y nuestros deseos? El masaje terapéutico constituye una de las artes más antiguas e importantes para reanudar el contacto con nosotros mismos. Influye en todos los niveles de nuestro ser y lo respeta como una entidad sagrada y delicada. El contacto directo con nuestro cuerpo nos comunica con los niveles físico-orgánico-esquelético-muscular, psicológico, emocional, energético, espiritual y social.

Por su parte, el cuerpo constituye un campo electromagnético, de tal forma que nuestras manos son polos eléctricos. A través del poder del contacto humano podemos experimentar un nuevo y “energético” equilibrio, que invade todos nuestros niveles.

Al dar y recibir masaje nos hacemos más conscientes de estos niveles y de la energía vital en ellos. Esta energía vital es el producto de la respiración y la alimentación, es la raíz de la vida, del nacimiento, del crecimiento y del cambio. También es llamada ki o chi. El ki activa todos los procesos del cuerpo, como por ejemplo la circulación de la sangre y otros fluidos, por lo que ayuda a distribuirlos en la piel, las articulaciones, los músculos y las vísceras.

En el momento en que dos personas se tocan, se juntan sus auras o campos electromagnéticos, lo cual quiere decir que existe un intercambio de energía sin que uno se de cuenta necesariamente. El tipo de energía que se transmite depende en gran parte de la actitud, salud mental, emocional y física de las personas. Esto explica la relación estrecha entre terapeuta y paciente. Los terapeutas envían y perciben energía a través de sus manos al tocar, y muchas veces sin tocar, a la persona que recibe el tratamiento.

Con el masaje terapéutico se logra el relajamiento total y la curación de muchos males (desde enfermedades orgánicas hasta problemas mentales y emocionales), e incluso el rejuvenecimiento.

La respiración celular, la oxigenación y circulación de los líquidos, el metabolismo, la digestión y el tono muscular experimentan una gran estimulación. Esto a su vez promueve la eliminación de toxinas, deshechos, gases, tensiones, insomnio, migraña y neuralgias, entre otras.

Si los cuatro sistemas de eliminación (piel, riñones, intestinos y pulmones) no funcionan perfectamente, entonces otros órganos se sobrecargan con toxinas y aparecen celulitis, cálculos, arteriosclerosis y obesidad. Con la ayuda de un tratamiento de masaje terapéutico uno reencuentra su equilibrio y bienestar general.

Por todas estas razones, el masaje ayuda a la gente que lo experimenta en su proceso individual de crecimiento a vivir en armonía consigo mismo y con la naturaleza.

  El automasaje
El automasaje es ideal para ponernos en contacto con nuestro organismo, y relajar nuestro cuerpo y mente. Se puede realizar en cualquier lugar y se puede hacer parcialmente en ciertas zonas o si se tiene el tiempo en todas las partes del cuerpo y lo ideal es hacerlo acostada.

                                                          Recomendaciones

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          o Se debe comenzar por el lado izquierdo, pués es el polo magnético receptor del cuerpo y el que mejor transmite los impulsos y los estímulos a los órganos a que van destinados.
          o Es importante tratar de relajarse.
          o Hacer los masajes lenta y suavemente.
          o Conectarse con un punto tres dedos debajo del ombligo, y trabajar desde allí sin hacer fuerza.
          o Las rotaciones se hacen siempre en sentido contrario a las manecillas del reloj y luego en sentido inverso.
          o Cuando se encuentran puntos dolorosos, respira profundamente y continúa el masaje mientras exhalas.
          o Es recomendable imaginar que las tensiones y los bloqueos se disuelven , visualizando una luz brillante recorriendo todo el cuerpo trayendo alivio, salud y bienestar.

     
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            Masaje para el Abdomen:

                + Realizar movimientos circulares en la parte inferior derecha del abdomen con movimientos circulares en sentido de las agujas del reloj, y yendo hacia la pare superior, cruzar el abdomen y bajar a la zona inferior izquierda. (ayuda a estimular los movimientos intestinales). Repetir unas seis veces y terminar haciendo el mismo recorrido solo haciendo presión cada 5 centímetros.
                + Masajear debajo de la caja torácica con movimientos circulares contrarios a la manecilla del reloj mientras exhalas, para eliminar las tensiones acumuladas en los órganos y músculos.
                + Usando los cuatro dedos, peinar los espacios intercostales, comenzando con el lado derecho y luego pasar al izquierdo. Repetir 3 veces. (trabaja en el sistema linfático, ayudando a eliminar toxinas, estimular nervios y músculos intercostales).
                + Con las puntas de los dedos masajear profundamente desde el hueco debajo de la clavícula hasta la axila. (ayuda a las personas con problemas de aprendizaje y a los que sufren fatiga cerebral).

            Masaje para las manos y brazos:

                + Frotar las manos y entrecruzar los dedos.
                + Con el dedo pulgar o índice, apretar el nacimiento de cada mano, contando hasta diez. (ayuda a estimular el flujo de energía).
                + Aplicar masaje a cada dedo desde la punta hasta la palma de la mano, limpiando el dedo. (ayuda a movilizar la sangre estancada en el corazón)
                + Con el pulgar sobre la palma de la mano, hacer masajes circulares en el sentido de las agujas del reloj.
                + Con los cuatro dedos “peinar” el dorso de la mano hacia la muñeca, para relajar mano y muñeca, en tres movimientos ascendentes.
                + Masajear cada muñeca suavemente con movimientos circulares.
                + Masajear el brazo con la palma de la mano, en camino ascendente. Pellizcar la piel del codo separándola del hueso 3 veces. Presionar el bíceps, triceps y deltoides. Seguir el recorrido del hombro con el pulgar, barriendo el hueso.
                + Repetir los masajes anteriores con el otro brazo.

            Masaje para la cabeza:

                + Dar masajes circulares con la punta de los dedos en el cuero cabelludo. (relaja y activa el crecimiento del cabello).
                + Frotar parte interna y externa de las orejas.
                + Masajear la cara suavemente.

            Masaje para la espalda:

                + Con el puños cerrados, recorrer la columna, entre las vértebras. Repetir en ambos lados