Nueva era “light” vs Nueva era revolucionaria-4390

[Agradecer]
Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) hace 8 días

Lo mas ironico del siguiente articulo no es el contenido, sino que el autor se dedique al new age ligth que menciona y que venda temazcales iniciaticos en sudamerica:

Nueva era “light” vs Nueva era revolucionaria

“No queremos ser como los Blancos Bárbaros, que pueden estar felices y llenos de alegría cuando sus hermanos están infelices, tristes. No nos queda, por lo tanto, otra alternativa que la de recoger la Flecha Dorada, luchar y morir. ”

Cacique Tatunca Nara, en “Crónicas de Akakor”

Llueve sobre la ciudad latinoamericana. Acorde al melancólico clima, flotan en el aire las últimas notas del más porteño de los tangos, el “Adiós, Nonino” de Piazzola. Y con la vista fija en el empañado vidrio de la ventana de este bar dejo que el café se enfríe sobre la única mesa posible con una vista tan privilegiada como mirar por sobre el hombro de la vida para recapitular lo hecho y lo pendiente, lo ganado y lo perdido.

Llueve sobre la ciudad latinoamericana. Y con la fatiga de algo más de cuatro décadas de existencia pero cargando sobre las espaldas dos milenios de lucha contra el oscurantismo, uno se gana el derecho de hacer un alto en el camino. Allá, lejos en el tiempo y fresco en el recuerdo, la batalla que, como tardíos diletantes del mayo del ‘68, hacíamos en noches setentistas de barricadas, encendidos discursos estudiantiles y ágiles zapatillas para escapar de la omnipresente gaseada policial, o bien amanecer resolviendo los problemas del mundo en un café al que llegábamos con un libro de Freud bajo una axila y uno de Marx bajo la otra. Sí, tardío revolucionario setentista que perdió el último expreso a Las Pléyades, la lucha mudó del cerebro al corazón. O quizás, a un inasible y más profundo lugar, aun.

Llueve sobre la ciudad latinoamericana. Y estimula, ciertamente, descubrir que se han conquistado tantos amigos, defendido tantas ideas, aprendido tantas cosas nuevas, descubierto tantos espíritus evolucionados. Pero enoja (ni cansa, ni decepciona, ni detiene, ni aburre siquiera) descubrir también tanto mercachifle de la desesperación ajena, tanto vendedor de ilusiones, tanto delirante maníaco disfrazado de Maestro Ascendido. Seguro es tiempo de llamar a las cosas por su nombre.

Y en esta Nueva Era, esta Era de Acuario, Era de la psicodiversidad, la comprensión holística, la liberalidad intelectual, la flexibilidad espiritual, en esta Era donde dejas que el Sol entre, los Barones de las Tinieblas han inficionado con su micelio venenoso. Porque (cuando menos para un servidor) la lectura es clara: era necesario destruir la Nueva Era.

La primera oleada de saboteadores, disfrazados con los oropeles de un deslucido academicismo de hojalata, desembarcó en espacios universitarios y periodísticos (por aquello que da pátina de culto e informado sentar un doctor en el panel aunque el conductor del programa no sepa distinguir a Mario Bunge de Bunge & Born ): eran los refutadotes y escépticos “profesionalizados” , con discurso científico y mentalidad fanática. Pobres idiotas útiles a los fines de Aquellos que, al comprobar lo inútil de esta estrategia (miles de horas de refutaciones no hicieron mella en el cuerpo monolítico de los defensores de la Nueva Era) obligó a los enemigos de ésta a adoptar su propio “Plan B”.

El porqué y el cómo de la destrucción desde dentro

En primer lugar, ¿Por qué debería haber intereses creados en la destrucción ideológica de la Nueva Era? Las respuestas son sencillas:

Pérdida de concentración económica: las multinacionales y monopolios de la salud, por ejemplo, necesitan que el masivo público ignore y relativice las Terapias Alternativas; cuando la vecina de al lado sepa que cierta imposición de manos, o una tintura madre o una pirámide tienen por lo menos igual efecto analgésico y muchas veces tan terapéutico como ese medicamento donde el noventa y ocho por ciento del precio de venta en el mercado se reparte entre especialistas en packaging, merchandising y marketing, entre folletería color, “retornos” a los médicos que lo recetan, ágapes pantagruélicos en lujosos hoteles y bonitas promotoras, el gran negocio de los emporios farmacéuticos se va al diablo.

Y para qué hablar de las grandes corporaciones que explotan recursos no renovables, los que encuentran en la idiosincrasia ecológica tan propia de Acuario un enemigo notable. Y las transnacionales religiosas, para las cuales el criterio atomizado y espiritualmente transversal de la multifacética Nueva Era es el principal escollo, que acumulan poder encolumnando ovejas. Y los políticos y militares, y los usureros, personeros de un materialismo decadente. Y los sicarios del sistema financiero, para quienes la solidaridad y la mano tendida sin esperar nada a cambio, por mera responsabilidad moral y espiritual es casi una invocación demoníaca. En síntesis, el “status quo”, corporativo o no, que se ve en peligro ante el sano individualismo de estas corrientes.

Siendo entonces un hecho que existen demasiados ámbitos de poder que se ven inevitablemente perturbados por la Nueva Era, y ante la evidente inutilidad del conflicto frontal, surge la inevitable alternativa: tratar de destruirla desde dentro. Y esto es lo que está pasando.

¿Cómo? Ustedes, terapeutas; ustedes, ovnílogos; ustedes, parapsicólogos; metafísicos, facilitadores de Mercaba e Ishas, Rebirthing o EMF Balancing, observen a su alrededor. Con la mercantilizació n elitista de estas disciplinas, con su sujeción a las reglas del Sistema por antonomasia: la oferta y la demanda.

No otra cosa hay detrás de cursos sólo accesibles a bolsillos desahogados, una Nueva Era para señoras adineradas y muy producidas, una Nueva Era fuera del horizonte de obreros y empleadas domésticas, y no hablemos de desocupados y quienes habitan por debajo del nivel de pobreza. Una Nueva Era con talleres a cuatrocientos dólares y seminarios en hoteles cinco estrellas. Donde tantos se creen el perverso discurso del premio kármico ( “si yo puedo pagarlo, es porque espiritualmente me lo habré ganado. Si tú no puedes, es que por alguna razón no lo has ganado o no ha llegado tu momento; ergo, yo estoy por delante y por arriba de ti en evolución espiritual” ).

Mentiras de feria turca. “Maestros Ascendidos” trajeados y con corbata que dan turnos arancelados y “Maestras Iluminadas” que visten siempre de negro (o de blanco, o de violeta) porque de lo contrario se “desfasan vibratoriamente” (el problema no es que se diga semejante idiotez; ¡El problema es que haya quienes lo crean!). Cursos de fin de semana de lectura de Registros Akhásicos ( ¡Qué pena de tiempo perdido el de los antiguos lamas, no tan sabios como los creíamos ya que no fueron capaces —como sus contemporáneos receptores de conocimiento— de condensar en cuarenta y ocho horas lo que les llevaba décadas desarrollar!).

Esta es la Nueva Era “Light”. Hermandad de fenicios de lo cósmico, aliados al marketineo gráfico y televisivo (el único canal de cable temático reserva más espacio a quienes facturan o se ganan la amistad “off the record” de productores y animadores que una intención transparente de difundir protagonistas por mérito propio). Su aromaterapia se confunde con Kenzo y Christian Dior, sus viajes astrales prescinden sólo por un momento de sus último modelo, en fin, su discurso redentorista no siente la asfixia de tener que pagar la renta y no tener con qué.

¿No hay Nueva Era para los marginados, los excluidos y los desposeídos? ¿No hay talleres y cursos realmente accesibles para la masa? Sí, los hay, pero la propia perversidad del Sistema los excluye: entre otras cosas, aquellos no disfrutan de Internet. Pero a los sodomitas de la New Age ello poco o nada les importa: hacen ostentación de sus viajes por el mundo, se toman fotos junto a Sai Baba con Le Dernier Cri con cámaras digitales, preconizan un individualismo tendencioso que haría revolcar a Krishnamurti en sus cenizas y, en definitiva, siguen infectos del mismo cholulismo: creer que en este ámbito los más sapientes son los más “exitosos”.

Esta es la Era de Acuario frívola, consumista, pasatista, superficial. La misma mierda de siempre, claro que en envase distinto. Y, entonces, no es la Nueva Era. Porque la Nueva Era será revolucionaria, o no será. Porque si tomamos este camino es porque elegimos ser francotiradores del Conocimiento, cuestionadores de paradigmas, verdaderos revulsivos sociales. Pero, ¿Lo somos? Sólo lo seremos si sentimos el “fuego sagrado” de compartir lo que aprendimos, si hacemos de nuestro espacio aquella barricada revivida y contestataria, y profesión de fe de nuestro discurso. Reconociendo nuestra necesidad visceral de ser subversivos. El camino de los ’70 estuvo plagado de errores. Este, que elegimos ahora, quizás no. Pero ambos comparten el mismo idealismo esencial, el deseo íntimo de cambiar el mundo, la solidaridad por los hermanitos que espiritualmente la vida nos presenta, la repugnancia al dedo digitador que nos explica cómo deben ser las cosas.

En definitiva pero más que nunca, se trata de reconocer dónde se está parado: o atendiendo los puestos de venta en el patio del Templo, o caminando detrás del asno con una rama de olivo entre las manos.

Llueve sobre la ciudad latinoamericana…

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Lilia Perez
Nutricion uaq

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Escrito por Lilia Perez hace 6 días

Hola Fabricio y a todo el grupo, yo tambièn como queretana adoptiva, me permito hablar de mi experiencia en estos caminos “de la espiritualidad” :he conocido y pasado por, cursos muchos, chamanes, brujas, videntes, etc, ufff! A puños! Y llego a la misma conclusiòn: quièn tiene conocimiento verdadero o Dones, no lo vende , ni se hace publicidad, lo triste es que a veces estamos tan perdidos, tan huecos, que buscamos el “camino fàcil”, ojalà asì fuera de sencillo solucionar asuntos de salud, psicològicos, y de fe.
Aprendemos mucho de èsta gente despuès de todo: a no ser tan crèdulos, a que nunca debe ser condicionado el privilegio del bienestar, aunque se escuden en el hecho de que siempre debe haber un intercambio por cuestiones karmicas….. Mmmmm…… Yo no se mucho de karmas, pero creo que cuando aprendamos a compartir el conocimiento por el gusto de ayudar, mejorar, crecer, etc, esto finalmente nos ayudarà a nuestro propio bienestar “espiritual” , porque de lo contrario, el “conocimiento vs. Espiritualidad” està limitado sòlo para quien puede pagarlo, asì que sòlo tendremos chamanes, mìsticos, gurùs, etc, de altas esferas, ya que se debe invertir muuuchos pesos para ser iluminado, y ni se diga si eres “paciente”, te hacen empeñar hasta tu casa! Por un” beneficio”, del que no se hacen responsables.

Me encanta este espacio y las aportaciones de todos
saludos

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Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) [Administrador] usuario online
Experto: voluntariado de emergencias

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Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) a las 19:11

Sip, andan algo gruesos aca en la ciudad. =P
Lo bueno que no se logro que hicieran la asociacion mexicana de chamanes. Peo de parte d elos charlatanazos que conocemos varios.

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Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) hace 8 días

Lo mas ironico del siguiente articulo no es el contenido, sino que el autor se dedique al new age ligth que menciona y que venda temazcales iniciaticos en sudamerica:

Nueva era “light” vs Nueva era revolucionaria

“No queremos ser como los Blancos Bárbaros, que pueden estar felices y llenos de alegría cuando sus hermanos están infelices, tristes. No nos queda, por lo tanto, otra alternativa que la de recoger la Flecha Dorada, luchar y morir. ”

Cacique Tatunca Nara, en “Crónicas de Akakor”

Llueve sobre la ciudad latinoamericana. Acorde al melancólico clima, flotan en el aire las últimas notas del más porteño de los tangos, el “Adiós, Nonino” de Piazzola. Y con la vista fija en el empañado vidrio de la ventana de este bar dejo que el café se enfríe sobre la única mesa posible con una vista tan privilegiada como mirar por sobre el hombro de la vida para recapitular lo hecho y lo pendiente, lo ganado y lo perdido.

Llueve sobre la ciudad latinoamericana. Y con la fatiga de algo más de cuatro décadas de existencia pero cargando sobre las espaldas dos milenios de lucha contra el oscurantismo, uno se gana el derecho de hacer un alto en el camino. Allá, lejos en el tiempo y fresco en el recuerdo, la batalla que, como tardíos diletantes del mayo del ‘68, hacíamos en noches setentistas de barricadas, encendidos discursos estudiantiles y ágiles zapatillas para escapar de la omnipresente gaseada policial, o bien amanecer resolviendo los problemas del mundo en un café al que llegábamos con un libro de Freud bajo una axila y uno de Marx bajo la otra. Sí, tardío revolucionario setentista que perdió el último expreso a Las Pléyades, la lucha mudó del cerebro al corazón. O quizás, a un inasible y más profundo lugar, aun.

Llueve sobre la ciudad latinoamericana. Y estimula, ciertamente, descubrir que se han conquistado tantos amigos, defendido tantas ideas, aprendido tantas cosas nuevas, descubierto tantos espíritus evolucionados. Pero enoja (ni cansa, ni decepciona, ni detiene, ni aburre siquiera) descubrir también tanto mercachifle de la desesperación ajena, tanto vendedor de ilusiones, tanto delirante maníaco disfrazado de Maestro Ascendido. Seguro es tiempo de llamar a las cosas por su nombre.

Y en esta Nueva Era, esta Era de Acuario, Era de la psicodiversidad, la comprensión holística, la liberalidad intelectual, la flexibilidad espiritual, en esta Era donde dejas que el Sol entre, los Barones de las Tinieblas han inficionado con su micelio venenoso. Porque (cuando menos para un servidor) la lectura es clara: era necesario destruir la Nueva Era.

La primera oleada de saboteadores, disfrazados con los oropeles de un deslucido academicismo de hojalata, desembarcó en espacios universitarios y periodísticos (por aquello que da pátina de culto e informado sentar un doctor en el panel aunque el conductor del programa no sepa distinguir a Mario Bunge de Bunge & Born ): eran los refutadotes y escépticos “profesionalizados” , con discurso científico y mentalidad fanática. Pobres idiotas útiles a los fines de Aquellos que, al comprobar lo inútil de esta estrategia (miles de horas de refutaciones no hicieron mella en el cuerpo monolítico de los defensores de la Nueva Era) obligó a los enemigos de ésta a adoptar su propio “Plan B”.

El porqué y el cómo de la destrucción desde dentro

En primer lugar, ¿Por qué debería haber intereses creados en la destrucción ideológica de la Nueva Era? Las respuestas son sencillas:

Pérdida de concentración económica: las multinacionales y monopolios de la salud, por ejemplo, necesitan que el masivo público ignore y relativice las Terapias Alternativas; cuando la vecina de al lado sepa que cierta imposición de manos, o una tintura madre o una pirámide tienen por lo menos igual efecto analgésico y muchas veces tan terapéutico como ese medicamento donde el noventa y ocho por ciento del precio de venta en el mercado se reparte entre especialistas en packaging, merchandising y marketing, entre folletería color, “retornos” a los médicos que lo recetan, ágapes pantagruélicos en lujosos hoteles y bonitas promotoras, el gran negocio de los emporios farmacéuticos se va al diablo.

Y para qué hablar de las grandes corporaciones que explotan recursos no renovables, los que encuentran en la idiosincrasia ecológica tan propia de Acuario un enemigo notable. Y las transnacionales religiosas, para las cuales el criterio atomizado y espiritualmente transversal de la multifacética Nueva Era es el principal escollo, que acumulan poder encolumnando ovejas. Y los políticos y militares, y los usureros, personeros de un materialismo decadente. Y los sicarios del sistema financiero, para quienes la solidaridad y la mano tendida sin esperar nada a cambio, por mera responsabilidad moral y espiritual es casi una invocación demoníaca. En síntesis, el “status quo”, corporativo o no, que se ve en peligro ante el sano individualismo de estas corrientes.

Siendo entonces un hecho que existen demasiados ámbitos de poder que se ven inevitablemente perturbados por la Nueva Era, y ante la evidente inutilidad del conflicto frontal, surge la inevitable alternativa: tratar de destruirla desde dentro. Y esto es lo que está pasando.

¿Cómo? Ustedes, terapeutas; ustedes, ovnílogos; ustedes, parapsicólogos; metafísicos, facilitadores de Mercaba e Ishas, Rebirthing o EMF Balancing, observen a su alrededor. Con la mercantilizació n elitista de estas disciplinas, con su sujeción a las reglas del Sistema por antonomasia: la oferta y la demanda.

No otra cosa hay detrás de cursos sólo accesibles a bolsillos desahogados, una Nueva Era para señoras adineradas y muy producidas, una Nueva Era fuera del horizonte de obreros y empleadas domésticas, y no hablemos de desocupados y quienes habitan por debajo del nivel de pobreza. Una Nueva Era con talleres a cuatrocientos dólares y seminarios en hoteles cinco estrellas. Donde tantos se creen el perverso discurso del premio kármico ( “si yo puedo pagarlo, es porque espiritualmente me lo habré ganado. Si tú no puedes, es que por alguna razón no lo has ganado o no ha llegado tu momento; ergo, yo estoy por delante y por arriba de ti en evolución espiritual” ).

Mentiras de feria turca. “Maestros Ascendidos” trajeados y con corbata que dan turnos arancelados y “Maestras Iluminadas” que visten siempre de negro (o de blanco, o de violeta) porque de lo contrario se “desfasan vibratoriamente” (el problema no es que se diga semejante idiotez; ¡El problema es que haya quienes lo crean!). Cursos de fin de semana de lectura de Registros Akhásicos ( ¡Qué pena de tiempo perdido el de los antiguos lamas, no tan sabios como los creíamos ya que no fueron capaces —como sus contemporáneos receptores de conocimiento— de condensar en cuarenta y ocho horas lo que les llevaba décadas desarrollar!).

Esta es la Nueva Era “Light”. Hermandad de fenicios de lo cósmico, aliados al marketineo gráfico y televisivo (el único canal de cable temático reserva más espacio a quienes facturan o se ganan la amistad “off the record” de productores y animadores que una intención transparente de difundir protagonistas por mérito propio). Su aromaterapia se confunde con Kenzo y Christian Dior, sus viajes astrales prescinden sólo por un momento de sus último modelo, en fin, su discurso redentorista no siente la asfixia de tener que pagar la renta y no tener con qué.

¿No hay Nueva Era para los marginados, los excluidos y los desposeídos? ¿No hay talleres y cursos realmente accesibles para la masa? Sí, los hay, pero la propia perversidad del Sistema los excluye: entre otras cosas, aquellos no disfrutan de Internet. Pero a los sodomitas de la New Age ello poco o nada les importa: hacen ostentación de sus viajes por el mundo, se toman fotos junto a Sai Baba con Le Dernier Cri con cámaras digitales, preconizan un individualismo tendencioso que haría revolcar a Krishnamurti en sus cenizas y, en definitiva, siguen infectos del mismo cholulismo: creer que en este ámbito los más sapientes son los más “exitosos”.

Esta es la Era de Acuario frívola, consumista, pasatista, superficial. La misma mierda de siempre, claro que en envase distinto. Y, entonces, no es la Nueva Era. Porque la Nueva Era será revolucionaria, o no será. Porque si tomamos este camino es porque elegimos ser francotiradores del Conocimiento, cuestionadores de paradigmas, verdaderos revulsivos sociales. Pero, ¿Lo somos? Sólo lo seremos si sentimos el “fuego sagrado” de compartir lo que aprendimos, si hacemos de nuestro espacio aquella barricada revivida y contestataria, y profesión de fe de nuestro discurso. Reconociendo nuestra necesidad visceral de ser subversivos. El camino de los ’70 estuvo plagado de errores. Este, que elegimos ahora, quizás no. Pero ambos comparten el mismo idealismo esencial, el deseo íntimo de cambiar el mundo, la solidaridad por los hermanitos que espiritualmente la vida nos presenta, la repugnancia al dedo digitador que nos explica cómo deben ser las cosas.

En definitiva pero más que nunca, se trata de reconocer dónde se está parado: o atendiendo los puestos de venta en el patio del Templo, o caminando detrás del asno con una rama de olivo entre las manos.

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Escrito por Lilia Perez hace 6 días

Hola Fabricio y a todo el grupo, yo tambièn como queretana adoptiva, me permito hablar de mi experiencia en estos caminos “de la espiritualidad” :he conocido y pasado por, cursos muchos, chamanes, brujas, videntes, etc, ufff! A puños! Y llego a la misma conclusiòn: quièn tiene conocimiento verdadero o Dones, no lo vende , ni se hace publicidad, lo triste es que a veces estamos tan perdidos, tan huecos, que buscamos el “camino fàcil”, ojalà asì fuera de sencillo solucionar asuntos de salud, psicològicos, y de fe.
Aprendemos mucho de èsta gente despuès de todo: a no ser tan crèdulos, a que nunca debe ser condicionado el privilegio del bienestar, aunque se escuden en el hecho de que siempre debe haber un intercambio por cuestiones karmicas….. Mmmmm…… Yo no se mucho de karmas, pero creo que cuando aprendamos a compartir el conocimiento por el gusto de ayudar, mejorar, crecer, etc, esto finalmente nos ayudarà a nuestro propio bienestar “espiritual” , porque de lo contrario, el “conocimiento vs. Espiritualidad” està limitado sòlo para quien puede pagarlo, asì que sòlo tendremos chamanes, mìsticos, gurùs, etc, de altas esferas, ya que se debe invertir muuuchos pesos para ser iluminado, y ni se diga si eres “paciente”, te hacen empeñar hasta tu casa! Por un” beneficio”, del que no se hacen responsables.

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Sip, andan algo gruesos aca en la ciudad. =P
Lo bueno que no se logro que hicieran la asociacion mexicana de chamanes. Peo de parte d elos charlatanazos que conocemos varios.