La Cultura de los Indígenas Amazónicos Por: Wigberto Rivero Pinto (BOLIVIA)-4347

Escrito por Beatriz Bassino el 23 de Junio

Hola Alejandra te dejo algo de los amazónicos bolivianos, que tal vez tienen un enfoque diferente de su cultura

La Cultura de los Indígenas Amazónicos

Por: Wigberto Rivero Pinto

La amazonía boliviana está ubicada en los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y parte de Cochabamba y La Paz. De acuerdo a estimaciones oficiales del Tratado de Cooperación Amazónica tiene una extensión de 824. 000 KM2 de cuenca, que significa un 11. 20% de la Amazonía a nivel continental y más de la mitad del territorio del país.

La región reporta un volumen demográfico bajo comparado con la región andina (altiplano y valles), que sin embargo en los últimos años tiende a acrecentarse debido a la expasión de la frontera económica y a los permanentes y amplios flujos migratorios provenientes de las tierras altas de Bolivia. Sus características están marcadas por el bosque húmedo tropical (tierra firme) y la llanura aluvial (varzea), ambas con un clima cálido y de mucha humedad relativa, teniendo una elevación promedio de 120 a 200 metros sobre el nivel del mar.
Para Bolivia su región amazónica siempre ha sido considerada un espacio vacío, con la excepción del circuito económico y productivo que tradicionalmente se basó en la extracción de recursos naturales, tales como los forestales, hidorcarburíficos e incluso mineralógicos.

Esta situación ha llamado poderosamente la atención, no solo del Estado sino también de la sociedad civil boliviana, ante el alarmante deterioro ambiental y sociocultural que se está dando en la Amazonía, que pone en riesgo la perdurabilidad de los recursos naturales y la sobrevivencia de numerosas culturas originarias, que durante siglos fueron la garantía en la conservación de los bosques tropicales.

La población indígena

En la Amazonía boliviana viven muchos grupos indígenas, “que pese a su tamaño reducido, siguen siendo los testigos vivos de otras formas de comprender la vida y de relacionarse con la naturaleza. Estos pueblos debido al grado de contacto histórico que reportan con la sociedad nacional, mantienen hoy características culturales diferenciadas, puesto que mientras algunos detentan los aspectos centrales de su organización sociocultural, otros prácticamente lo han perdido casi todo.

Existen tres grandes grupos en los que podemos aglutinar a los pueblos amazónicos:

a. Culturas misionadas: Son la mayoría de la población indígena de la Amazonía y su contacto con la sociedad occidental se remonta a la época de las reducciones jesuíticas (siglo XVI). Se ven fuertemente influidas por la religión católica y prácticamente se los puede considerar “campesinos” porque la mayor parte de su legajo cultural lo han perdido, aunque mantengan aspectos relevantes de su idioma nativo.

Las formas de organización y representación que sostienen en la actualidad, son expresiones de procesos sincréticos entre la cultura indígena y la cultura occidental (española). Aquí encontramos la vigencia de los cabildos indigenales y la influencia del calendario litúrgico católico en la vida de las comunidades (ritos, celebraciones, matrimonio, funebría).

En este grupo podemos contar a los pueblos moxeños (trinitario, ignaciano, loretano, javeriano), movima, cayubaba, canichana, tacana, reyesano, tacana. Joaquiniano, itonama, baure, chiquitano, guarayo y pauserna-warasugwe.

b. Culturas en transición: Son pueblos cuya relación intensa con la sociedad nacional se remonta desde hace unas décadas y que mantienen gran parte de sus estructuras culturales y prácticas linguísticas. Estos grupos han sido contactados y han iniciado una relación más estable con la sociedad “occidental” a partir de la llegada de los misioneros protestantes en los años 50 (Instituto Lingüístico de Verano, Misión Nuevas Tribus y otras).

Aquí podemos incluir a los chácobos, cavineños, ese ejja, sironó, yaminahua, machineri, yuracaré, moré, ayoreos y parte de los chimanes.

c. Culturas aisladas: Las constituyen grupos indígenas cuyo contacto es reciente. Mantienen fuertemente sus prácticas tradicionales y viven en escaso contacto con la sociedad “occidentalizada”, aunque su población apenas la componen unas pocas familias monolingues, en muchas de los casos bajo patrones de itinerancia en la selva.

En la Amazonía boliviana todavía viven en estas condiciones los araonas, pacahuaras, yuqui, un número considerable de chimanes y quizás dos grupos itinerantes que recorren las selvas de Pando.

Características culturales

Identidad y Personalidad

Dentro de la escala de valores de las culturas amazónicas predomina el coraje y la solidaridad. Referente al corajea, es importante anotar que las culturas amazónicas sobrestiman que el hombre tenga valentía, entendiendo esto como capacidad potencial de saber afrontar y vencer las dificultades que se presenten. Un hombre que se preocupa por proteger a la comunidad y a la familia de eventuales daños es considerado como valeroso y líder.

La solidaridad es algo que está muy dentro del ser de los indígenas amazónicos. No se puede entender un complejo sistema de reciprocidad y colaboración mútua entre familias y comunidades, si antes nos entendemos que solidaridad en la cultura originaria es un valor que adquiere significación absoluta. Una persona que no es solidaria, al menos con su familia extensa, es mal vista por toda la comunidad, que crea mecanismos incluso de obligatoriedad y marginamiento.

El ser de los pueblos amazónicos guarda mucha relación con el preincipio elemental de la vida. La totalidad de las pautas características de la región, están enfocadas hacia una encomiable ética y respeto por la persona, tanto a nivel moral como físico. Se censura drásticamente el aborto y la muerte es llorada por toda la familia.

Participación en la cultura

Es poco perceptible la diferencia en la participación e integración de la cultura total. Todos los miembros de la sociedad tienen la posibilidad y hasta la obligación de integrarse en el sistema cultural, a partir de pautas concretas de comportamiento e integración social, tales como la consolidación de un espíritu solidario y trabajo tradicional comunitario.

En el aspecto productivo encontramos que en la pesca –por ejemplo- hasta los niños participan activamente. Las mujeres en las culturas amazónicas tienen una forma de inserción en la sociedad que se distingue de otras por la amplitud de criterios y oportunidades que ello implica. Vemos que la diferencia de sexo, no es ninguna dificultad para que a partir de un rol, se aporte a la consolidación y transmisión de la cultura. Algunas mujeres han llegado incluso a dirigir comunidades y aldeas de manera eficiente, siendo respetadas por todos los miembros.

Economía

La agricultura es una de las actividade principales en lo económico y productivo de los pueblos amazónicos. Siembran la yuca, el maíz, caña de azúcar, plátanos y diversas especies de frutas; el sistema utilizado para la producción agrícola es a través de la “roza y quema”, que consiste en desmontar el terreno elegido, dejando que los árboles sequen por un tiempo para luego prenderle fuego. De esta manera la tierra se fertiliza mediante abonización natural.

En el trabajo de la siembra se nota la participación de todos los miembros de la familia; porque mientras el hombre prepara la tierra, las mujeres y los niños se encargan de colocar las semillas. La yuca sin lugar a dudas es la especie que siembran en mayor abundancia y la que utilizan en variedades de comidas y bebidas.

En su generalidad las tierras y suelos amazónicos son de muy pobre capacidad para el cultivo de algunas especies, por lo que ciertos frutos constituyen elemento preciado y escaso. La producción agrícola no se destina exclusivamente para el consumo familiar o comunitario, sino también para conseguir mercancías diversas que son usadas para otras necesidades.

Otra actividad que complementa la economía, es la recolección de frutas silvestres y la recolección de miel de abeja. Por las características del hábitat donde se asientan, los indígenas amazónicos aprovechan en gran medida los recursos forestales secundarios del bosque, como gastaña, caucho y palmito.

La caza y la pesca son prácticas tradicionales, que aseguran el aprovisionamiento de carne a las culturas amazónicas. Hasta hace poco los pueblos amazónicos cazaban con arcos y flechas; ahora muchos han conseguido escopetas y rifles automáticos. En muchas oportunidades la caza se la realiza en grupos de más de seis hombres, puesto que esta solidaria forma de organizarse garantiza mejor y abundante caza. El producto de este trabajo en común es distribuido entre todos; las aves y animales exóticos cuya carne no es consumida, sirven para adornos y usos rituales.

En las culturas indígenas de la Amazonía es poco conocido la ganadería, la tradición de itinerante cíclica de un importante grupo de culturas originarias, ha hecho que la ganadería no pueda servir como elemento adjunto a su vida. Sin embargo, crían aves de corral y algunos animales domésticos menores.

La pesca no es sólo actividad de los hombres adultos, sino también de los niños; pescan ordinariamente y con mayor facilidad utilizando arcos y flechas, además de las trampas, el verbasco y el anzuelo. Los numerosos ríos que surcan la Amazonía boliviana ofrecen una abundante requeza hidrobiológica.

Tipos de Poblamiento

Las aldeas amazónicas están ubicadas en medio de la selva tropical, generalmente sobre la orilla de un río. Los nucleamientos indígenas se componen de cinco hasta más casas situadas en un claro y no obedecen a regla alguna de ordenamiento espacial.

La mayoría de la población indígena vive en antiguos reductos misionales que han sido erigidos siguiendo reglas y patrones traídos por los misioneros católicos españoles. La distribución del espacio que sigue el modelo eruropeo de la plaza de armas con un centralismo del poder político y religioso, es apreciado en los poblados indígenas con el complemento de la presencia indígena a través de sus cabildos indigenales.

División del Tabajo por género

Todas las actividades de la preparación de comida y bebidas son hechas por las mujeres -traer alimentos del chaco, cocinarlos, cortar y traer leña, acarrear agua-. También el hilado fino es arte de las mujeres, pues ellas hacen hamacas y prendas de vestir, bandas para coletas de los hombres y adornos para los brazos, hacen la tinta para pintar sus cuerpos y para teñir el hilo. Las mujeres además son encargadas –junto a sus hijos- de la recolección de frutas silvestres.

El cuidado de la casa y de los niños, es otro trabajo de responsabilidad para las mujeres, ayudan también a sus esposos en la siembra y cosecha de los chacos. El trabajo de los hombres consiste en la construcción de las casas, desmonte y sembrado de los chacos, la pesca y la caza. Además es actividad masculina, hacer las baetas, canoas, sogas, recolectar frutas, telas de corteza, etc. Antiguamente los hombres tenían la responsabilidad de la guerra, como elemento político de sobrevivencia.

Estructura de la Comunidad

Los indígenas amazónicos están organizados en grupos comunitarios que se determinan por la residencia o la agrupación itinerante. Antiguamente hacían una vida de constante traslación para huir de los blancos que le acosaban intermitentemente; en la actualidad sólo encontramos pocos grupos que andan por la selva sin una residencia fija, el resto de la población está nucleada en aldeas semi estable o en antiguas reducciones de la época jesuítica.

La movilidad espacial de los grupos no les impide, que al interior de su estructura social se encuentren fuertes vínculos entre miembros y familias que se concretizan en la comunidad y los grupos itinerantes. Cada una de las agrupaciones tiene su jefe con relativos poderes, pues más cumplen la función de líderes. Paralelamente a estos jefes, encontramos la figura del chamán (hechicero-médico) que es bien aceptado y a la vez temido en la comunidad.

Familia Nuclear

La estructura básica de organización de las culturas amazónicas es la familia nuclear, la misma que es ampliada por los parientes del hombre y la mujer. La familia tiene como responsabilidad reproducirse biológicamente y transmitir la cultura; en lo económico la familia es la encargada de producir alimentos y almacenarlos para su posterior consumo.

La participación directa en la comunidad se hace a través de la familia nuclear; los mecanismos de inserción social tipifican a los jefes de familias, quienes son los encargados de definir asuntos relacionados al bien común. Cada familia acepta la guía ética y práctica de los ancianos, quienes en ciertas oportunidades pueden detentar mucho poder en la comunidad.

En los publos que mantienen un larga relación con la sociedad “occidentalizad”, las comunidades tienen estructuras con mucha influencia del Estado boliviano, como son los corregidores e incluso alcaldes municipales.

Parentesco

En los pueblos amazónicos el parentesco es dado mayormente por la línea del padre, sin emabrgo el tipo de residencia es generalmente matrilocal, pues en muchos de los pueblos indígenas el novio se a vivir a la casa de la mujer. La unidad fundamental de parentesco se la encuentra en la familia, a la que se le suma la pertenencia a la línea de ascendencia paralela del hombre.

Las relaciones de parentesco pueden tener doble intencionalidad; una es la que implica relación entre los miembros de ua misma familia nuclear y otra que está en espacios grandes, como puede ser el grupo territorial donde las interacciones adquieren un carácter más cultural y económico. De esta manera encontraremos una cierta intensidad de parentesco, cuya permanencia recurrirá a reglas como la del matrimonio.

Ciclo Vital

Embarazo y Parto

En la mayoría de los indígenas amazónicos se desconoce la relación que tiene la menstruación con el embarazo, se dan cuenta que la mujer espera un niño tocándose el estómago o cuando empiezan los primeros movimientos del pequeño. A partir de este momento existen alimentos prohibidos tanto para la mujer como para el esposo.

El alumbramiento tiene lugar en la casa o en algún claro del bosque, generalmente son las mujeres ancianas que ayudan en el parto, pero el marido u otro familiar también pueden hacerlo. Es costumbre en las comunidades amazónicas que todas las personas, incluidos los niños puedan presenciar el parto; después del nacimiento toda la población se reune para festejar la venida de un nuevo ser.

Pasado el nacimiento, la madre y el padre se prohiben comer animales y aves macho, hasta bastante tiempo después que el niño camine y pueda hablar. Esta práctica de cutipa (cuvada) es cumplidad rigurosamente por todos los miembros de la cultura, pues conciben que su infracción implica castigo sobrenatural.

Originalmente en los pueblos amazónicos cuando una mujer muere durante el parto, aunque el niño esté vivo lo entierran junto con ella. Es también costumbre muy generalizada en muchos grupos, que si nacen mellizos no se permita vivir a uno de los dos. Los hombre prefieren que el primer hijo sea varón, pues se convierte en un compañero y ayuda.

Es probable que el aborto sea considerado delito grave en muchas culturas amazónicas; si un bebé muere dentro del vientre se culpa a la madre, los de la aldea la miran mal y de manera acusadora y el esposo puede incluso separarse de ella. Seguido al nacimiento se le da el nombre a la criatura; normalmente escogen nombres provenientes de sus antepasados o de familias adultos, pero también es común en la Amazonía el poner nombres relacionados con animales o fenómenos naturales.

Ritos de Iniciación

En las culturas amazónicas se pueden observar ritos de iniciación a la entrada de la pubertad. Cuando el indígena tiene alrededor de doce años es iniciado a través de ritos de carácter social y religioso. Estas celebraciones son seguidas de perforaciones del septo nasal, el rapado de la cabeza, de la circunscripción, del uso de armas y herramientas y de otros hechos que tienen relación con la sobrevivencia física y cultural del grupo. Pasado los ritos, los jóvenes adquieren su mayoría de edad y pueden buscar pareja para el matrimonio, así como ejercer derechos de adultos.

Los ritos destinado a las mujeres no se diferencia en mucho a los del varón, pero es una constante que estén relacionados con el inicio del primer periodo menstrua. Cuando sucede ello es normal que la niña sea aislada de las demás personas, incluso de sus familiares, permaneciendo ya sea en un lugar especial o en una hamaca muy común en las culturas amazónicas. Se le quita los adornos comunes y el cabello se le corta al ras; ella está prohibida de comer alimentos con sangre, como carnes de animales y de ciertas aves. El alimento que pueden consumir las niñas es preparado especialmente por sus madres y los cuidados se prolongan por varios días. Estos hechos otorgan la madurez sexual.

Matrimonio

Por la diversidad cultural existernte en la Amazonía boliviana, las formas de matrimonio son muchas y cada una con caracterísiticas muy diferentes. Es una constante sin embargo, que el matrimonio esté íntimamente relacionado con expresiones de alianza entre familias extensas, que garantizan la reproducción de la vida y la cultura. Es muy común la práctica del matrimonio poligínico, donde la familia la constituye un hombre con dos o más mujeres, que a la vez atienden a sus respectivos hijos. Se conocen casos también en algunos grupos indígenas donde se presenta al matrimonio políginico sororal, de un hombre con dos o tres hermanas destinado a equilibrar las relaciones entre las co-esposas y sus hijos que además de ser hermanos son primos.

Las prácticas originarias de matrimonio debido al proceso de cristianización que se remonta a la época de las reducciones jesuíticas, han sido progresivamente sustituidas y alteradas por los ritos cristianos y occidentales. Por ejemplo, el matrimonio entre moxeños y chiquitanos es realizado de acuerdo al canon de la iglesia católica por un sacerdote, diácono o incluso doctrinero del Cabildo Indigenal.

Existen muchas prácticas curiosas en la Amazonía, una de ellas es cuando un hombre quiere a una mujer independiente, viuda o solterona para su esposa, lo único que hace es ofrecerle carne fresca para que se la cocine, si ella acepta prepararle los alimentos, automáticamente lo acepta también como esposo. Otras prácticas de unión matrimonial están relacionadas con el rapto de la mujer o formas de exogamia interclánica, que regulan el flujo de mujeres en función a sistemas de alianzas políticas y económicas.

En la institución del matrimonio también existen preferencias entre primos cruzados o primos paralelos; en los primero un hombre puede casarse con la hija de la hermana de su padre, o con la hija del hermano de su madre. En lo segundo puede hacerlo con la hija de la hermana de su madre o con la hija del hermano de su padre. En la tradición amazónica la poliginia está permitida y es hasta hoy practicada. Sin embargo, lo más común es que el hombre tenga mas afecto a la primera esposa que es la encargada de la distribución de los alimentos y administrar la casa. El indígena y sus esposas viven en una misma casa; las mujeres con sus respectivos hijos se ubican en rincones opuestos, el marido tiene su cama o hamaca al centro.

No es frecuente las relaciones extra-matrimoniales, las personas que incurren en este hecho son mal vistas por la comunidad, por considerarse alteración al orden natural de la cultura, que incluso permite la poligamia a los hombres. El divorcio (separación de hecho) es practicado solamente por razones extremas; si el hombre tiene problemas con alguna esposa –por que no le da hijos o es floja- éste la abandona; los niños menores de seis años quedan con la madre, la abuela materna o paterna.

Muerte y Sepelio

La muerte es considerada como una parte del ciclo de existencia, que no es solo terrenal; ellos nunca suelen hablar de ella y solo hacen referencia cuando guarda relación con hechos heroicos. En muchas culturas (que mantienen la tradición) cuando muere una persona, todos los familiares comienzan a llorar y a gritar fuertemente, esto sirve como aviso a los demás miembros de la comunidad, que muy pronto rodean al difunto y convierten el dolor en un llanto general.

Las prácticas de entierro son diversas, unas culturas entierran a sus muertos liados en corteza de árbol, otras queman el cadáver y las cenizas en el aire y se han conocido también formas de endocanibalismo (comer carne humana con fines rituales y religiosos). Es muy generalizado que las pertenencias principales del difunto, como armas, hamaca, adornos y incluso mascotas sean destruidas o enterradas con él.

Mitología

La mitología amazónica tiene superabundancia de relatos elaborados para explicar y justificar la existencia de todos los entes naturales y supranaturales. El sentido simbólico del mito adquiere importancia profunda en la organización y religión de los indígenas, puesto que cada hecho y cada situación particular son desarrolladas a partir de la abstracción de una realidad.

Los mitos indígenas expresan simbólicamente situaciones críticas para el pueblo o recordatorios destinados a garantizar su existencia cultural. Por ello los mitos pueden ser educativos, que ayudan a que los miembros de un grupo se preparen para afrontar adversidades, o regulatorio si enseñan a que se cumplan las normas tradicionales. En la Amazonía la representación simbólica articula el conjunto de las actividades sociales, culturales y económicas.

Creencias sobre la muerte

Todos los pueblos amazónicos creen en la inmortalidad de alma, conciben que al morir una persona su alma deambula por la selva durante mucho tiempo, después se va a vivir a un lugar imaginario donde dicen se encuentra la tierra sin mal. En este lugar no hay jefes, todos son iguales y hacen lo que les place, aseguran también que en el lugar destinado a los muertos no viven los blancos.

La escatología amazónica pese a la presión e influencia católica ha logrado sobrevivir, refugiándose en simbologías cristianas, como se dio en el Beni con el movimiento mesiánico de búsqueda de la “tierra sin mal”, que durante siglos y hasta hoy sigue movilizando a los indígenas moxeños, movimas y yuracaré que esperan encontrarla representada en una “loma santa”.

La concepción originaria establece que existe dos tipos de almas o espíritus, las buenas y las malas; los espíritus malos permanecen por mayor tiempo peregrinando en la selva, y en oportunidades se encarnan en animales y plantas. Los espiritus buenos van directamente a un lugar de placer y abundancia (tierra sin mal).

Dada las pautas sobre las creencias después de la muerte, es reconocible en las culturas amazónicas la práctica de una ética encomiable; respetan la vida, practican la justicia y valoran la solidaridad.

Concepciones religiosas

En la religiosidad indígena se tiene la idea de que existen seres o divinidades benignas, que ayudan y protegen y malignas que atacan y engañan a los hombres de distintas maneras. Estos últimos seres sobrenaturales están para castigar a las personas que violan las reglas de la comunidad, como las leyes culturales y los tabúes de reproducción.

En la actualidad son pocos los grupos indígenas que practican la religión tradicional de carácter telúrica y natural, pues la mayoría han sido influidas por el catolicismo o el evangelismo protestante, que han cambiado sistemáticamente la faceta espiritual de las culturas amazónicas, dejándoles inmersos en un complejo sistema de valores desconocidos y contradictorios a su ética comunitaria.