Tribus amazónicas – WAKAN

Viven en la Amazonia, zona presente en varios países (Bolivia, Colombia, Brasil, Venezuela, Perú y Ecuador). Existen diferentes lenguas, más o menos semejantes. Antes existían también algunas diferencias según vivieran en tierra firme o en la zona de inundación del Amazonas, pero en ésta última fueron desapareciendo como unidades culturales propias por el mayor contacto con los blancos.

Su subsistencia varía según sean sedentarias o seminómadas. Según eso unas serán más o menos agricultoras, cazadoras, o recolectoras, o una mezcla de todas ellas. Eliminando las influencias del hombre blanco quedan las culturas tal y cómo eran antes del contacto, y por tanto tal y como serán las tribus que permanecen aún en zonas inexploradas.

En general son pequeñas tribus con organización socio política simple e igualitaria. El jefe suele ser el guerrero o cazador de mayor prestigio y elegido por sus méritos y es quine decide el momento de la guerra, o de nuevos asentamientos. Pero el resto del tiempo no son obedecidos y su único privilegio es la mayor consideración y respeto por sus méritos, y en algunas ciertos regalos. Predominan los consejos de ancianos y/o la reunión de todos los miembros de la tribu para tomar decisiones. Los que incumplen las reglas de convivencia son o bien condenados a muerte, o expulsados de la tribu. Su actitud respecto a los alimentos y la tierra suele ser comunitaria.

Unas son patrilineales y otras matrilineales. Viven en casas comunales de todas o varias parejas con sus hijos, aunque en algunas existen casas masculinas y femeninas. Los embarazos y los partos suelen acompañar su importancia con normas especiales que varían según la tribu, pero suelen ser periodos de abstinencia sexual. Suelen conocer remedios anticonceptivos y abortivos, aunque unas los aplican más que otras. En algunas tribus se practica el infanticidio de niños deformes, pero no en todas.

Los niños viven infancias libres y amorosas hasta los 6 ó 7 años, cuando empiezan a ayudar en las labores de caza y guerra (niños) y agricultura, hilado de algodón y cerámica y objetos de adorno (niñas). A partir de la pubertad empieza un periodo de aprendizaje riguroso y disciplinado y a las niñas las mujeres ancianas les enseñan los remedios anticonceptivos y abortivos.

En algunas los matrimonios son concertados por los padres, no en todas. También varía la actitud ante el adulterio. En algunas tribus es motivo de divorcio, en otras se permite golpear al ofensor. Y en otras la mujer cuyo matrimonio haya fracasado puede ser amante de los otros guerreros. El asesinato suele ser vengado, o bien siendo expulsado de la tribu el asesino. En las tribus poligámicas (también hay algunas poliárquicas) no existe rivalidad ni celos entre las mujeres. Y en ciertas tribus además de por su contribución material al sostenimiento de la tribu, las mujeres son muy importantes por su influencia sobre determinados espíritus vegetales.

La caza suele ser por medio de arcos (algunos muy grandes, como de 2 ó 3 metros), garrotes, o cerbatanas (tubos largos donde se coloca una flechita envenenada con curare, que es soplada hasta a 40 mts. De distancia).

Algunas tribus viven aisladas de sus vecinos y otras tienen relaciones con tribus vecinas para comerciar con ellas por medio del trueque, o para invitarlas a las danzas y fiestas sagradas. También existen grados diversos en cuanto a su hostilidad, pero aún así las guerras suelen ser esporádicas (incursiones para vengar la muerte de alguien, o para raptar mujeres). Los cautivos son adoptados como miembros de la tribu.

Suelen ir desnudos, aunque algunos llevan una tela de algodón (los menos) hasta las rodillas. Y sus adornos suelen ser su auténtica “ropa”: collares, tatuajes, pinturas rituales, máscaras de paja, piedras o palos atravesando nariz, o labio inferior. Y todos tiene una rica simbología.

Son animistas, consideran que todo en la naturaleza y en algunos objetos sagrados es residencia de espíritus, visibles sólo para los chamanes.

Esos espíritus son temidos por su gran poder, pero sólo en algunas son considerados peligrosos y en otras benéficos. En cualquier caso los chamanes (en algunas tribus hombres, en otras los dos sexos) son los únicos que pueden llegar a ser amigos de los espíritus y los que curan.

Para la sanación se suele entrar en trance por medio del tabaco, o plantas alucinógenas sagradas para viajar por medio de ellas a la región de los espíritus y buscar así a las almas perdidas o enfermas. En casi todas las tribus se considera la enfermedad producto de espíritus que pueden extraviar o dominar el alma, y/o objetos extraños que invaden el cuerpo del enfermo. En este último caso esos “objetos” son extraídos mediante succión por el chamán. El chamán suele ser iniciado tras alguna enfermedad.

Las principales danzas sagradas acompañan los ciclos agrícolas (comienzo de la estación seca y de las lluvias), para el crecimiento de las plantas, para honrar a ciertos espíritus arbóreos, para la iniciación de los jóvenes (en torno a los 14 ó 15 años), antes de la guerra, y como una repetición simbólica del origen mítico de la tribu. Y suelen ser esenciales para la perpetuación de la tribu.

La película “ LA SELVA ESMERALDA” de John Boorman es una historia casi fascinante y ha sido subvalorada en general. En ella se cuenta la historia, basada en hechos reales, de un niño blanco, de unos 5 ó 6 años, raptado por una tribu (“los hombres invisibles”) que pasa a formar parte de ella. Su padre, un ingeniero brasileño, le buscará durante mucho tiempo y no le encontrará hasta pasados 10 años.

El ya adolescente, completamente integrado en su nueva familia, elegirá quedarse con la tribu. Y en la historia también aparece el nombre dado a los hombres blancos muy sabiamente: “los hombres termitas” por su destrucción de la selva.

Actualmente, además de los buscadores de minerales y madereros, los enemigos de las tribus y su medio selvático son los misioneros cristianos fundamentalistas americanos, llamados a sí mismos. Uno de estos grupos está haciendo peligrar la tribu de los yanomani en Venezuela, despreciando su cultura y culpabilizándoles por sus costumbres y creencias.

La fundación nacional de indígenas del Brasil (FUNAI) ha hecho algunas expediciones para hacer mapas del posible terreno de las tribus aún perdidas del Amazonas, sin entrar en contacto con ellas, sólo para demarcar su territorio y saber si existe para ellas peligro de invasores. Se calcula que aún existen cincuenta y tantas tribus, como mínimo, sin contacto con el hombre blanco, en una zona de unos 4000 Kms.


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Escrito por Carlos Davila el 16 de Junio

Hola Ale!

Y a todos por supuesto…

Aquí estoy, y bueno déjame empaparme en el tema y comienzo…
Este último post tuyo me hizo pensar en el acto en la película AVATAR…
Dejando de lado lo comercial del film, se basa en nuestras propias creencias… , antiguas.
El planeta como una entidad e interconectado, (quizás no al nivel que se describe en la película), con cada ser vivo… Y ahí ya es terreno escabroso, puesto que la humanidad con toda su “sabiduría” moderna aún no ha podido definir que es la vida.
El concepto de Gaia, no es para nada nuevo, parte desde la cultura Primordial, esa que tantos buscan… , solo que tal vez no sepan dónde mirar.
A modo de ejemplo basta con ir a cualquier museo antropológico… , y seguro que al rato encontraremos algún objeto con una docta y erudita etiqueta que dice: “Objeto de culto”…

Traducido quiere decir: “No sabemos para que cuernos servía”!

Me ha sucedido en alguna ocasión de tener en mis manos reliquias antiguas, y en esos momentos, (no se preocupen tengo la camisa de fuerza bien amarrada), es como “sentir” la historia a través de esos objetos; sintiendo más que pensando en que alguien la imagino, alguien le dio forma por sus propios motivos, y “sentir” también los años transcurridos desde entonces… , es como “viajar” a ese preciso momento, de esa, historia personal…

Una especie de conexión, y créanme que se siente… , increíble.

Hay teorías serias y de las otras, que mencionan la memoria de la materia, de los objetos; y sería maravilloso poder conectarse a ella…
Cuantos problemas resolveríamos, (intención acompañada de consciencia), si “leyéramos” esos mensajes tan reales para esos ancestros…

Las tribus mal llamadas “primitivas”, tenían esa conexión con su entorno y lo valoraban, más allá de su propia e individual supervivencia… , respetaban su “hogar”, quizás sin saber que la tierra era muy grande y redonda, sin saber que a tres mil kilómetros de ellos había otras tribus…

Respetaban la tierra, el planeta.

Hoy, con todo nuestro “conocimiento”, no somos capaces de respetar ni tan siquiera ese hormiguero que está en nuestro propio jardín… , y con cara de vencedores tomamos el tarrito de hormiguicida, (que otro “sabio” humano creó experimentando con oooootras hormigas que ni sabían el motivo de sus torturas), y espolvoreamos las molestias para que no se coman nuestros rosales, que a su vez valoramos por la imagen que da a nuestros hogares…

Recuperar esa “primitiva”, sabiduría es difícil, puesto que para ello debemos quitarnos la delgada capa de “civilización” que nos recubre…

¿Cuántos están o estamos dispuestos a ello?

Saludos y que pasen muy bien!

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Alejandra Almirón Cartier [Usuario Destacado]
Experto: secado de cerámica

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Escrito por Alejandra Almirón Cartier el 17 de Junio

HOLA CARLOS!

Gracias por tu participación en este debate y muy valiosos tus aportes, como siempre lo has demostrado.
Coincido totalmente en tus exposiciones y con respecto a la película: “ LA SELVA ESMERALDA” quisiera agregar algunos datos significativos de la misma.

El alma humana está en la naturaleza

La historia es maravillosa y la fotografía sublime, retratando cada paisaje de la selva tropical (amazónica) como si estuviese allí, pero no simplemente al estilo de un documental, sino que la retrata viva, respirando en cada esquina, en cada hoja, en cada animal y sonido.

Sientes el calor y la humedad del bosque húmedo y te sientes conectado a ese lugar de naturaleza primigenia y salvaje pero también por ello humanamente animal y acabas por anhelar ese medio donde se inserta con naturalidad todos tus recuerdos de especie, todo el imaginario atávico… Es la llamada de la selva.

Esta película habla de nosotros, los humanos, de cómo nos relacionamos entre nosotros y con los demás seres que habitan este planeta, habla de sentimientos, de la memoria de la tierra, de la esencia de lo humano, del alma y de todo lo que nos vincula a la tierra, a la naturaleza y al mundo.

Es una película que trasciende sin pretender trascender, que habla de espiritualidad sin hablar de religiones ni de ideas metafísicas.

Te conecta el alma con el mundo real, con la naturaleza viviente alrededor.

Habla también de los pueblos indígenas, de como viven el mundo y de su visión de las cosas. Habla del cambio, de la mutación de las cosas y la adaptación a los nuevos tiempos y del precio a pagar por ello, finalmente se pregunta y nos pregunta si el precio merece la pena, nos interroga acerca del valor real de las cosas y nos regala una nueva mirada, ingenua, romántica, simple pero poderosa.

Es una película que te hace crecer.

También aborda la problemática actual (de 1985 pero que continúa exactamente igual o peor) de los pueblos indígenas.

La banda sonora acompaña la película en cada momento, enriqueciendo cada secuencia y dotando de la sensibilidad precisa las bellísimas imágenes que nos regala el director.

Los colores esmeralda y verde de la selva, los destellos cromáticos de la espesura, los pausados reflejos del agua tranquila… Todo aumenta su expresividad con la música de esta estupenda banda sonora que recoge la impenetrable majestuosidad del bosque húmedo, el rain forest.

En resumen, esta es una película que debemos verla una y otra vez, nunca te cansarás de ella. Una obra maestra.

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Carlos Davila [Administrador]
Experto: climatización-calefacción

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Escrito por Carlos Davila el 17 de Junio

Si, Ale, nuestra alma sí se encuentra en la naturaleza y tal vez por ello cada vez somos en cierto sentido “peores”…
Vamos destruyendo nuestro planeta y con ello nuestra alma…

Resultado:

Una progresión geométrica, más destrucción causamos > peores nos volvemos > peor destrucción seguimos causando > más y más “malos” nos tornamos > y así hasta…, ¿Cuándo?

Todo tiene un límite, una frontera… , pero recuerden que cuando descendemos de una montaña muy empinada y alcanzamos cierto punto, ya no podemos parar y mucho menos volver… , atrás.

Desde este link se puede descargar la película:

http://www.gratispeliculas.org/descargar/la-selva-esmeralda-the-emerald-forestaudio-latino-original/

Espero les guste también…