Clomro 20 años despues

La mayoría no entiende qué fue lo que pasó conmigo en la noche del 20 de abril de 1986. Cuando explico lo sucedido, sólo unos pocos lo comprenden. Probaré, entonces, explicando cómo habrían sido las cosas si hubieran sucedido de otra manera.
Supongamos que llego al cuerpo con tal o cual historia cósmica y humana de reencarnaciones aquí, y no tengo la mínima idea de quién fue que ocupó este cuerpo de 23 años que acabo de tomar. No sé por qué salió y lo dejó, y no sé ni adónde iré ahora que lo ocupo, pues ignoro en qué hogar y con quienes habitaba la persona cuya identidad acaba de desaparecer. Aunque me lleven a esa casa y al ingresar me saluden como de costumbre saludaban al anterior ocupante de este cuerpo, no tendré idea de quiénes serán esas personas. No sabré moverme por el interior de esa casa, y cuando llegue a mi habitación, no reconoceré objeto alguno de la pertenencia de quien usaba este vehículo físico. ¿Con qué fin he sido puesto en el cuerpo en estas condiciones? Más complicaciones que beneficios. Lo cual no habría sido evitado si yo hubiera traído las memorias de mi procedencia y vidas pasadas en la Tierra y otros mundos: aunque supiera quién fui en otros cuerpos, no sentiría como propio al actual; sería consciente de estar usando un producto físico de otro ser.
Se supone que quienes estuvieron a cargo de ponerme en este cuerpo debían ser capaces de evitar tales inconvenientes, y resolver el asunto de una manera mejor: transfiriéndome las memorias de quien ocupaba este cuerpo. Eso no consiste en tener la sensación de recordar lo que otro hizo como si me fuera ajeno, sino de recordarlo como si fuera propio; sentirme como que sigo siendo él.
A mí se me hizo despierto y de pie en una reunión. A otros, dormidos; a otros, en estado de inconsciencia tras un accidente. Cuando uno debe salir (por la razón que sea) y otro debe entrar, de no haber transferencia de memorias, habría amnesia en quien viene. Y, de hecho, suele haberla en tales casos.
Supongo que de los nacidos antes de 1986, nadie estaba destinado a encontrarse conmigo en esta vida; quizá con el anterior usuario de este cuerpo, pero como lo mío fue reprogramado desde que llegué, supongo que nacidos desde esa fecha tal vez sí puedan haber sido predestinados o programados para encontrarse conmigo, siendo yo parte de toda esta realidad de interconexiones de vidas. Antes de 1986, nada de prevista estaba mi existencia en este cuerpo, ni mi contacto con gente en cuyo camino yo no tenía por qué estar. Suelo no estar en el destino de mayores de 20 años. Así que ningún encuentro conmigo o con nada por mí dicho, escrito, hecho, podría haber estado en el programa personal de ningún mayor de esa edad. Cualquier contacto conmigo no sería de otro origen que de las circunstancias del libre albedrío (entre el poco que hay en este mundo).
No encontrándome en el programa de vida de nadie, mi llegada a cualquier lugar, ante cualquier persona que en 1996 tuviera más de 10 años, era completamente imposible de encajar en cualquier idea de “esto estaba escrito”, “siento que era el destino encontrarnos”, “era la profecía” o cosa por el estilo.
No dudo de que haya gente que, cuando se encuentran el uno con el otro, todas las señales están dadas en cuanto a que así debía ocurrir. No parecía ser ése mi caso.
Aprendiendo a convivir con la realidad de tener que moverme en este mundo sin estar en el destino de nadie, he tenido una sensación de libertad por un lado, y de ser medio fantasma por el otro. Pero cuando los efectos de mi presencia han sido fuertes en unas cuántas vidas, me doy cuenta de que cualquier programa puede ser afectado. Aunque yo no estaba previsto en este mundo, en este tiempo, en este cuerpo, en esta función, mi irrupción parece haber alterado unas cuántas cosas que no se suponía que debieran ocurrir.
La historia quizá llegue a decir que hice unas cuántas cosas en estos 20 años, pero voy por más…
Sólo yo sé cuántas todavía no he logrado y ofrecido. Unas cuántas posiblemente no se realicen, pero otras sí. Y todavía habré de realizar muchas que todavía ni siquiera he pensado.
Saludos a todos en mi aniversario.
Clomro
20 de abril de 2006