Salvador López: ¿Uno de los informantes originales de Castaneda?

Salvador López: ¿Uno de los informantes originales de Castaneda?
Por Corey Donovan
traducción por José González Riquelme

Dos de las personas que conocieron a Castaneda en los años sesenta y setenta, los profesores de la Universidad de California en Los Ángeles Douglass Price-Williams y Gloria Garvin Sun, han especulado que Salvador López, el último y famoso chamán de la reserva india de Cahuilla (y el último ejecutante del rito de tragar fuego), fue uno de los auténticos chamanes nativos que pudieron haber dado a Castaneda información etnográfica sobre el uso de la datura y otras plantas halucinógenas que usó en sus dos primeros libros.

Las reservas indias de los Cahuilla están cerca de Palm Springs y, por lo tanto, no muy lejos de Los Ángeles. Además están muy próximas al lugar donde Joanie Barker se crió, y se sabe que normalmente asistía al festival anual de los Cahuilla. Se ha especulado que Joanie, que se encontró con Castaneda por primera vez en el verano de 1960 y que pronto se convirtió en su novia, pudo haberlo llevado a la reserva india que le era tan familiar al enterarse de que él estaba asistiendo a una clase sobre chamanismo (dada por Clement Meighan).

Chris Rodgers, miembro de la lista de Sustained Action, visitó el Museo Malki en la reserva de Cahuilla y conoció a la nieta de Salvador López, que tiene ahora cuarenta y tantos años. Informó a Chris que López murió en 1973 (el año que el grupo de don Juan supuestamente “se fue”) y que era un “chamán oso” con conocimientos sobre el uso de la datura, la cual es conocida como un elemento tradicional de las prácticas chamánicas de los Cahuilla.

En cuanto al uso tradicional de la datura por los Cahuilla, he aquí lo que Lowell Bean ha dicho en su libro California Indian Shamanism (Ballena Press, 1992):

“Otra planta con propiedades narcóticas aún más dramáticas, la datura metaloides, conocida comúnmente como jimsonweed o toloache (de la palabra nahuatl toloatzin, a través del español), es nativa de muchos sitios de las Americas. En California, así como en partes de México, America Central y Sudamérica, el toloache se usaba en rituales halucinógenos y en las prácticas curativas.

Fisiológicamente, cualquier parte de la datura es tóxica, así como productora de visiones. Se usaba con las debidas precauciones, pues su uso podía causar el coma o la muerte. Incluso cuando se toma en dosis seguras, el estado psicodélico que produce puede ser aterrador, y los que la tomaban necesitaban ser vigilados y guiados cuidadosamente durante la experiencia. El descubrimiento de los usos de esta planta con propósitos medicinales y psicodélicos fue un significativo avance científico (Gayton 1930; Bean 1972; Kroeber 1925).

Es difícil hacer una descripción exacta de su uso en California, ya que las sociedades que la utilizaron prácticamente ya no existían cuando los etnógrafos las estudiaron. Las descripciones más completas de la religión basada en el uso de la datura, llamada culto del toloache en la literatura antropológica, son las de los Yokuts (Gayton 1930), Luiseño, y Cahuilla (Strong 1929; C.G. Bu Bois 1908a).

Ésta es, aparentemente, una religión muy antigua, común a algunos pueblos del sur de California y a los de la parte baja de su zona central, mientras que la planta de la datura era conocida y usada (aunque no en relación con el culto del toloache) por pueblos tan al norte como los de la región de la Bahía de San Francisco y desde allí por el Este hasta la Sierra Nevada…

El uso de la datura estaba relacionado con frecuencia con los puestos de autoridad y casi siempre con la orientación profesional y con el rango social. Por ejemplo, el Cahuilla páxa… era un dirigente cuyo papel principal consistía en la organización de la ceremonia de iniciación de los muchachos. Él y los chamanes (cuya asunción de poderes chamánicos tenía lugar gracias a la mediación de la datura) eran miembros importantes del consejo de los hombres que controlaban los asuntos de la tribu. La ceremonia de iniciación de un joven tenía lugar cuando un número de jóvenes no iniciados, las reservas acumuladas de comida, o el desarrollo de las tensiones sociales internas, estimulaban a este grupo gobernante a emprender los preparativos necesarios (Strong 1929; Gayton 1930; Kroeber 1925).

Antes de la iniciación los jóvenes eran separados de sus familias y llevados a un lugar aislado. Después de los pertinentes ritos de purificación, se les daba una infusión de raíz de datura, y a continuación se les animaba a que bailaran hasta que cayeran en un estado de inconsciencia. Cuando despertaban, se encontraban en un estado de trance en el cual veían visiones en vivos colores, simbólicas y emocionalmente significativas, todo ello bajo las condiciones controladas por el páxa y sus ayudantes. Durante las semanas siguientes a los chicos se les enseñaban canciones y bailes del clan, y al final de la semana se hacía, y se explicaba, una pintura en el suelo mostrando conceptos cosmológicos. La bebida de datura era la parte esotérica de los ritos más largos, que tenía detalles de ejecución distintos en cada grupo. Tales ceremonias eran los rasgos centrales de la religión toloache de los Luiseño-Juaneño, Cahuilla, Kumeyaay, Cupeño, y Gabrielino. Entre estos grupos las ceremonias se hacían con todos los muchachos, mientras que entre sus vecinos de la región del noroeste, los Serrano, sólo los jóvenes de las familias más selectas eran iniciados (Strong 1929).

Los chamanes bebían el toloache como parte de la mayoría de las ceremonias religiosas de las tribus del sur de California; les daba acceso a fuentes de poder necesarias para curar, adivinar, diagnosticar, bailar, y cantar durante largos periodos; para las grandes cacerías; para tener una visión más aguda; y para la brujería. Los chamanes de varios grupos ponían a prueba sus poderes durante el Baile del Águila, participando en una prueba para ver quién podía matar al águila sagrada ‘disparándole’ con toloache. En estos casos particulares el toloache parece ser una fuerza personificada (Strong 1929; Harrington 1942).”

Otro miembro de la lista de Sustained Action, Daniel Lawton, es el hijo de Harry Lawton, antropólogo y escritor que había pasado mucho tiempo en la reserva Cahuilla. Daniel preguntó a su padre sobre Salvador López. Lo recordaba haciendo las ceremonias de comer fuego. También dijo que creía que su esposa se llamaba Alice, y que sólo hacía unos años que había muerto. Dan preguntó a su padre si López podía ser una base viable para el personaje de don Juan, y posteriormente nos comunicó: “Me dijo que el individuo era bastante estoico. Sólo respondía a preguntas, no era la clase de persona que diera muchas explicaciones al estilo de como don Juan hace en los libros”. Sin embargo, Salvador López, como experto en el uso de la datura, tan cómodamente cerca de Los Ángeles, en una reserva en donde la novia que Castaneda tenía entonces, Joanie Barker, era, al parecer, conocida y de confianza, parece un buen candidato para haber sido uno de los informantes de Castaneda en los usos tradicionales de esta planta, lo cual haría que los dos primeros libros de Castaneda sonaran con un cierto grado de autenticidad etnológica.