Fragmento de Gilgamesh

COLUMNA III

Gilgamesh contestó:
“He venido a causa de Ut-Napishtim, mi antepasado, que supo llegar hasta el consejo de los dioses y obtener la Vida.
Sobre la muerte y sobre la vida quiero interrogarlo.”
El hombre-escorpión tomó la palabra y dijo a Gilgamesh:
“Jamás ningún mortal, oh Gilgamesh, lo ha logrado.
Nadie ha viajado nunca por el sendero
que se adentra doce leguas en la montaña.
La oscuridad reina allí, no brilla ninguna luz, ni al salir el sol ni al ocultarse.”

(Texto mutilado)

COLUMNA VI

“¿Acaso construimos casas para siempre
y para siempre sellamos lo que nos pertenece?
¿Acaso los hermanos comparten para siempre?
¿Acaso para siempre divide el odio?
¿Acaso la crecida del río es para siempre?
¿Acaso el pájaro kulilu y el pájaro kirippu
suben para siempre mirando al sol?
Los que duermen y los que están muertos se asemejan.
El noble y el vasallo no son diferentes
cuando han cumplido su destino.
Desde siempre los anunnaki, los grandes dioses, se han reunido,
y la diosa Mammitu, creadora del destino, con ellos fija los destinos.
Los dioses deciden sobre nuestra muerte y nuestra vida,
Pero no revelan el día de nuestra muerte.”

COLUMNA IV

– Dime, amigo mío, dime, amigo mío, dime la ley del mundo subterráneo que conoces.
– No, no te la diré, amigo mío, no te la diré; si te dijera la ley del mundo subterráneo que conozco, te vería sentarte para llorar.
– Está bien. Quiero sentarme para llorar.
– Lo que has amado, lo que has acariciado y que placía a tu corazón, como un viejo vestido, está ahora roído por los gusanos. Lo que has amado, lo que has acariado y que placía a tu corazón, está hoy cubierto de polvo.

(Falta el final de la columna IV y la columna V.)

– Aquel a quien la muerte de… ¿Lo has visto?
– Lo he visto; su padre y su madre le sostienen levantada la cabeza y su mujer lo estrecha entre sus brazos.
– Aquel cuyo cadáver está abandonado en la llanura, ¿lo has visto?
– Lo he visto; su espíritu no halla reposo en el mundo de las sombras.
– Aquel ante cuyo espíritu nadie rinde culto, ¿lo has visto?
– Lo he visto; como los restos de las ollas y las sobras de los platos que se echan a la calle…