Gandhi

Gandhi, Mohandas Karamchand (o Mahatma)

(1869-1948), líder nacionalista indio que llevó a su país a lograr la independencia mediante una revolución pacífica. Gandhi permaneció en Suráfrica 20 años y estuvo en prisión en numerosas ocasiones. En 1896, tras ser atacado y apaleado por surafricanos blancos, comenzó a propagar la política de resistencia pasiva y de no cooperación con las autoridades surafricanas. Parte de la inspiración de esta política se encuentra en Liev Tolstoi (cuya influencia en Gandhi fue profunda). También reconoció la deuda que tenía con el escritor Henry David Thoreau, especialmente por su ensayo Desobediencia civil. Gandhi, no obstante, consideró los términos ‘resistencia pasiva’ y ‘desobediencia civil’ inadecuados para sus objetivos y acuñó otro término, satyagraha (‘abrazo de la verdad’, en sánscrito). Durante la Guerra Bóer, Gandhi organizó un cuerpo de ambulancias para el ejército británico y dirigió una sección de la Cruz Roja. Acabada la guerra, retomó su campaña en favor de los derechos de los indios residentes en Suráfrica. En 1910 fundó la Granja Tolstoi, cerca de Durban, una colonia cooperativa para la población india. En 1914 el gobierno surafricano hizo importantes concesiones a las demandas de Gandhi, incluido el reconocimiento de los matrimonios y la exención de impuestos municipales. Dando por finalizada su misión en Suráfrica, regresó a la India.

Campaña para la independencia

Gandhi se convirtió pronto en el máximo exponente de la lucha por el autogobierno de la India. Tras la I Guerra Mundial, en la que desempeñó un destacado papel humanitario, inició su movimiento de resistencia pasiva, invocando la satyagraha contra Gran Bretaña. Cuando el Parlamento aprobó en 1919 las leyes Rowlatt, que daban a las autoridades coloniales británicas poderes de emergencia para hacer frente a las denominadas actividades subversivas, el movimiento satyagraha se extendió por toda la India, ganando millones de adeptos. Una manifestación en Amritsar contra la aplicación de esta legislación acabó en una matanza cometida por los soldados británicos. En 1920, al no lograr del gobierno británico reforma alguna, Gandhi proclamó una campaña organizada de no cooperación. Los indios que ocupaban cargos públicos dimitieron, los organismos gubernamentales y los tribunales de justicia fueron boicoteados y los niños abandonaron las escuelas públicas. Por toda la India, las calles de las ciudades fueron bloqueadas mediante sentadas de ciudadanos que se negaban a levantarse incluso a pesar de ser golpeados por la policía. Gandhi fue arrestado pero las autoridades británicas se vieron forzadas a dejarle pronto en libertad.

La independencia económica de la India fue el punto culminante del movimiento swaraj (‘autogobierno’, en sánscrito) de Gandhi, que implicaba un boicoteo completo a los productos británicos. Los aspectos económicos del movimiento eran significativos, puesto que la explotación de los campesinos indios por los industriales británicos había originado una extrema pobreza y la virtual destrucción de la industria de la India. Gandhi propuso como solución a esta situación potenciar el renacimiento de las industrias artesanales. Comenzó a usar una rueca como símbolo de la vuelta a la sencilla vida campesina que predicaba y del renacimiento de las industrias autóctonas, tales como el hilado manual.

Gandhi se convirtió en símbolo internacional de una India libre. Llevaba la vida espiritual y ascética de un predicador, con ayuno y meditación. La unión con su esposa llegó a ser, como él mismo señaló, la de un hermano y una hermana. Rehusó cualquier posesión terrenal, vestía como las clases más bajas: un mantón y un taparrabos y comía vegetales, zumos de fruta y leche de cabra. Los indios le veneraban como a un santo y le comenzaron a llamar Mahatma (‘alma grande’, en sánscrito), título reservado para los más grandes sabios. La defensa que hizo Gandhi de la no violenciao ahimsa (‘sin daño’, en sánscrito) era, como sostuvo, la expresión de una forma de vida implícita en el hinduismo. Gandhi consideraba que mediante la práctica de la no violencia, Gran Bretaña llegaría a considerar la inutilidad de la opresión y abandonaría su país.

La influencia política y espiritual del Mahatma era tan grande en la India que las autoridades británicas no se arriesgaron a atacarle. En 1921 el Congreso Nacional Indio (o Partido del Congreso), grupo que encabezó el movimiento independentista, otorgó a Gandhi autoridad ejecutiva plena, incluido el derecho a designar su propio sucesor. La población india, no obstante, no entendió plenamente la doctrina de la ahimsa. Estallaron una serie de revueltas armadas contra Gran Bretaña, y culminaron en tal violencia que Gandhi confesó el fracaso de su campaña de desobediencia civil, a la que puso fin. El gobierno británico le detuvo de nuevo y le encarceló en 1922.

Tras su puesta en libertad en 1924, se retiró de la vida política activa y se dedicó a propagar la unidad comunal. Sin embargo, pronto se vio envuelto de nuevo en la lucha por la independencia. En 1930 Gandhi proclamó una nueva campaña de desobediencia civil, convocando a la población a negar el pago de impuestos, en particular el que gravaba la sal, sobre la que el gobierno británico ejercía un severo monopolio. Se llevó a cabo una marcha hasta el mar, en la que miles de indios siguieron a Gandhi desde Ahmadabad hasta el mar de Omán, donde obtuvieron sal evaporando agua del mar. Una vez más, Gandhi fue arrestado y puesto en libertad en 1931. Detuvo la campaña después de que los británicos hiciesen alguna concesión a sus peticiones. Ese mismo año representó al Partido del Congreso en una reunión celebrada en Londres.

Ataque al sistema de castas

En 1932 Gandhi inició una nueva campaña de desobediencia civil contra las autoridades británicas. Arrestado dos veces, el Mahatma ayunó durante largos periodos en diversas ocasiones. En septiembre de 1932, mientras estaba en la cárcel, llevó a cabo un “ayuno hasta la muerte” para mejorar la situación de la casta de los intocables. Los británicos, al permitir que los intocables fueran excluidos del electorado indio, estaban, según Gandhi, cometiendo una injusticia. Aunque él mismo era miembro de la casta Vaisya (mercaderes), Gandhi se consideraba el gran líder del movimiento indio que tenía como finalidad la erradicación de la injusticia social y económica del sistema de castas.

En 1934 abandonó formalmente la política y fue sustituido como dirigente máximo del Partido del Congreso por Jawaharlal Nehru. Gandhi viajó por toda la India predicando la ahimsa y demandando la abolición de la casta de los intocables. La estima en que se le tenía era la medida de su poder político. Tan grande era su autoridad moral y espiritual que el limitado autogobierno concedido por Gran Bretaña a la India a través de la promulgación de la Government of India Act (1935) no pudo ser puesto en práctica hasta que Gandhi lo aprobó. Pocos años después, en 1939, regresó de nuevo a la vida política debido a que aún estaba pendiente la federación de los principados indios con el resto de la India. Su primer acto fue una huelga de hambre con objeto de forzar al dirigente del estado de Rajkot a modificar su régimen autocrático. La conmoción pública que originó este ayuno fue tan grande que tuvo que intervenir el gobierno colonial británico; se concedieron las demandas. El Mahatma se convirtió de nuevo en la más importante figura política de la India.

Independencia

Cuando estalló la II Guerra Mundial, el Partido del Congreso y Gandhi exigieron una declaración de intenciones respecto de la guerra y su aplicación a la India. Como reacción a la insatisfactoria respuesta británica, el partido decidió no apoyar a Gran Bretaña a menos que se concediera a la India una completa y total independencia. Las autoridades británicas se negaron a ello y ofrecieron una serie de compromisos que a su vez fueron rechazados. Cuando Japón entró en guerra, Gandhi todavía rechazaba la participación de la India en el conflicto. Fue recluido en 1942 y liberado dos años más tarde por motivos de salud.

En 1944 la lucha por la independencia de la India estaba en su última fase. El gobierno británico había aceptado conceder la independencia con la condición de que los dos grupos nacionalistas rivales, la Liga Musulmana y el Partido del Congreso resolvieran sus diferencias. Gandhi se opuso firmemente a la división de la India, aunque al final la aprobó con la esperanza de que se alcanzaría la paz interna una vez que se hubieran concedido las demandas para la cración de un estado musulmán. India y Pakistán se convirtieron en dos estados independientes una vez que Gran Bretaña concedió su independencia a la India en 1947. Durante las revueltas que siguieron a la división del país, Gandhi suplicó a hindúes y musulmanes que convivieran pacíficamente. Los disturbios afectaron a Calcuta, una de las más grandes ciudades de la India, y el Mahatma ayunó hasta que cesaron. El 13 de enero de 1948 inició otra huelga de hambre en Nueva Delhi para tratar de instaurar la paz. El 30 de enero, doce días después de acabado aquel ayuno, fue asesinado por Nathura Godse, un miembro de un grupo extremista hindú, mientras se dirigía a su habitual rezo de la tarde.

La muerte de Gandhi fue considerada como una catástrofe internacional. La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró un periodo de luto y todos los países expresaron sus condolencias. Pronto la violencia religiosa cesó en la India y Pakistán y las enseñanzas de Gandhi inspirarían los movimientos pacifistas en otras partes del mundo.

Frases del Mahatma Gandhi

Nunca es bueno el amor a los otros, cuando es
exclusivo y con excepciones. Yo no puedo amar a los
hindúes o a los musulmanes y odiar a los ingleses. El
verdadero amor es sincero y desinteresado.

No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro
otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los
demás el mismo respeto que se tiene por la propia.

Está muy bien hablar de Dios cuando se ha desayunado
bien y se espera hacer un almuerzo todavía mejor; pero
es imposible calentarse al sol de la presencia divina
cuando millones de hambrientos llaman a tu puerta.

El mundo está herido de muerte por su política
sanguinaria.

El secreto, especialmente en materia política, es
pecado.

Todo derecho que no lleve consigo un deber, no merece
que se luche por defenderlo.

La pureza de los medios debe ser igual a la pureza del
fin.

Cuando leo el Evangelio me siento cristiano; pero
cuando veo a los cristianos hacer la guerra, oprimir a
los pueblos colonizados, enriquecerse, beber alcohol y
fumar opio, me doy cuenta de que ellos no viven según
el Evangelio.

Todo lo que se come sin necesidad, se roba al estómago
de los pobres.

La tarea que enfrentan los devotos de la no violencia
es muy difícil, pero ninguna dificultad puede abatir a
los hombres que tienen fe en su misión.

Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia
y la bondad de los demás, también he de tolerar los
defectos del mundo hasta que pueda encontrar el
secreto que me permita ponerles remedio.

La violencia es el miedo a los ideales de los demás.

Un error no se convierte en verdad por el hecho de que
todo el mundo crea en él.

En cuanto alguien comprende que obedecer leyes
injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna
tiranía puede dominarle.

La humanidad no puede liberarse de la violencia más
que por medio de la no violencia.

Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede
mantener con violencia.

Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego.

Más que los actos de los malos, me horroriza la
indiferencia de los buenos.

No puedo tolerar la menor concesión a la mentira en
mis escritos. Estoy dispuesto a rechazar todo lo que
se consiga con mengua de la verdad y, por otra parte,
estoy convencido de que no hay mas religión que la
verdad

Frases de Gandhi II

¿Qué importa que tomemos distintos caminos siempre que lleguemos a la misma meta?

Me esfuerzo por ver a Dios a través del servicio prestado a la humanidad pues sé que Dios no está en el cielo, ni aquí abajo, sino en cada uno.

Objeto la violencia cuando parece obrar bien; este bien es sólo temporario; el mal que infiere es permanente.

El principio fundamental de la no violencia se basa en abstenerse de la explotación en cualquiera de sus formas.

Es equivocado e inmoral intentar escapar a las consecuencias de nuestros propios actos. Está bien que una persona sobrealimentada padezca dolores…

La idea de la guerra de clases no me atrae. En la India una guerra de clases no sólo no es inevitable sino que inclusive puede evitarse si hemos comprendido el mensaje de la no violencia. Quienes hablan de la guerra de clases como de algo inevitable no han comprendido las implicaciones de la no violencia o las han comprendido sólo a flor de piel.

La bondad debe unirse a la sabiduría. La mera bondad no basta. Se debe conservar el sutil discernimiento que acompaña al valor espiritual y al carácter.

Es una mala costumbre afirmar que los pensamientos ajenos son malos, que sólo los nuestros son buenos y que quienes sostienen puntos de vista distintos de los nuestros son enemigos de la patria.

No puede terminarse con la explotación del pobre por medio de la destrucción de unos cuantos millonarios, sino eliminando la ignorancia del pobre y enseñándole a no cooperar con sus explotadores. Esto también convertirá a los mismos explotadores. Inclusive he sugerido que en última instancia eso colocaría a ambos en una situación de camaradas iguales. El capital en sí mismo no es un mal; lo que está mal es su uso injusto.

La primera condición de la no violencia es la justicia en absolutamente todos los aspectos de la vida. Acaso eso sea mucho esperar de la naturaleza humana. Sin embargo, no lo creo así. Nadie debiera dogmatizar acerca de la capacidad de la naturaleza humana para degradarse o elevarse.

Las diferencias de opinión nunca deben significar hostilidad. Si así fuera, mi mujer y yo hubiéramos sido enemigos irreconciliables. No conozco, en el mundo, dos personas que no sostengan opiniones distintas, y como yo soy adepto del Gita siempre me he
propuesto tratar a todos aquellos que difieren de mí con el mismo afecto que siento por los más próximos y queridos.

Creo que la democracia auténtica sólo puede originarse en la no violencia. La estructura de una federación mundial sólo puede erigirse basándose en la no
violencia, y la violencia debe ser totalmente desechada de los asuntos mundiales.