Las renuncias

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 04/05/2006 15:12
LAS RENUNCIAS
Una vez que logras la primera de las renuncias, has hallado la paz interior, porque es la renuncia a la voluntad propia. Puedes trabajar en esto, absteniéndote de hacer algo que no sea bueno, hacia lo cual te sientes motivado, ¡pero nunca lo suprimas!

Si estás impulsado a hacer o decir una cosa poco amable, siempre puedes pensar en algo bueno. Deliberadamente da un vuelco y usa esa misma energía para decir o hacer una cosa buena. ¡Esto funciona!

La segunda es la renuncia al sentimiento de separación. Comenzamos sintiéndonos muy separados y juzgando todo en relación a nosotros como si fuéramos el centro del universo.

Aún después de lograr un mejor conocimiento intelectual, seguimos juzgando las cosas de esa manera. En realidad, por supuesto, todos somos células en el cuerpo de la humanidad.

No estamos separados de nuestros congéneres humanos; todo forma una totalidad, es sólo desde ese punto de vista más elevado que puedes comprender lo que es amar a tu prójimo como a ti mismo.

Desde ese punto de vista más elevado emerge sólo una manera realista de trabajar, y ésa es por el bien de la totalidad. Mientras sigas trabajando por tu pequeño yo egoísta, eres sólo una célula en contra de todas las otras células, y estás bastante lejos de la armonía.

Mas tan pronto como comienzas a trabajar en pro del bien de la totalidad, te encuentras en armonía con todos tus congéneres humanos. Ves, es la manera fácil, armoniosa, de vivir.

Luego está la tercera renuncia, y ésta es la renuncia a todos los apegos. Las cosas materiales han de ser puestas en su debido lugar.

Están ahí para ser usadas, está bien usarlas; para eso están ahí. Pero cuando han rebasado su utilidad, debes estar presto a renunciar a ellas, y quizás pasarlas a alguien que las necesite.

Cualquier cosa a la cual no puedas renunciar cuando ha rebasado su utilidad, te posee; y en esta era materialista muchísimos de nosotros estamos poseídos por nuestras posesiones. No somos libres.

Existe otro tipo de posesividad. Tú no posees a ningún otro ser humano, no importa cuán íntima sea tu relación con ese otro.

Ningún esposo posee a su esposa; ninguna esposa posee a su esposo; ningún padre posee a sus hijos. Cuando creemos que poseemos a las personas, tenemos la tendencia a dirigir sus vidas y de ahí surge una situación en extremo inarmoniosa.

Sólo cuando nos damos cuenta de que no los poseemos, que ellos tienen que vivir de acuerdo a sus propias motivaciones internas, es que dejamos de tratar de dirigir sus vidas, y entonces descubrimos que somos capaces de vivir en armonía con ellos.

Ahora, la última: la renuncia a todo sentimiento negativo. Quiero mencionar sólo un sentimiento negativo que aún las personas más buenas albergan, y ese sentimiento negativo es la preocupación.

Preocuparse no es ocuparse, lo cual te motivaría a hacer lo posible para resolver una situación. Preocuparse es un inútil afanarse sobre cosas que no podemos cambiar.

Voy a mencionar sólo una técnica. Muy rara vez te preocupas acerca del momento presente; frecuentemente todo está bien. Si te preocupas sufres por el pasado, el cual debías haber olvidado hace mucho tiempo, o sientes aprensión por el futuro, el cual ni siquiera ha llegado todavía.

Tendemos a pasar por alto el momento presente. Puesto que éste es el único momento que puede ser vivido, si no lo vives ahora, jamás llegarás a vivir realmente de ningún modo.

Si en verdad vives este momento presente, tenderás a no preocuparte. Para mí, cada momento es una nueva oportunidad de prestar servicio.

Un último comentario acerca de los sentimientos negativos, algo que me ayudó muchísimo en una ocasión y que ha ayudado a otros. Ninguna cosa externa, nada ni nadie de afuera, puede herirme en lo interno, psicológicamente.

Me di cuenta de que sólo podía ser dañada psicológicamente por mis propias acciones erróneas, sobre las cuales tengo control; o por mis propias reacciones equivocadas, las cuales son sutiles y engañosas, pero también las puedo controlar; o por mi propia inacción en algunas situaciones, por ejemplo la actual situación mundial, la cual necesita de mi acción.

Cuando tomé conciencia de todo esto, ¡qué libre me sentí! y simplemente dejé de hacerme daño. Ahora alguien podría hacerme la acción más baja y yo sólo sentiría compasión profunda por esa persona fuera de armonía, por esa persona psicológicamente enferma, que es capaz de hacer cosas poco amables.

Ciertamente no me haría un daño a mí misma con una reacción equivocada de ira o amargura. Tú tienes control completo en cuanto a ser o no ser herido psicológicamente, y en el momento que lo quieras puedes dejar de hacerte daño.

Estos son los pasos hacia la paz interior que yo quería compartir contigo. No hay nada nuevo acerca de esto, pues es verdad universal. Simplemente he expresado estas cosas en mis palabras corrientes y en base a mi propia experiencia con ellas.

Las leyes que gobiernan este universo obran por el bien tan pronto como las obedecemos, y cualquier cosa contraria a estas leyes no durará mucho, pues contiene dentro de sí el germen de su propia destrucción.

La bondad en toda vida humana hace siempre posible que obedezcamos esas leyes. Tenemos libre albedrío acerca de todo esto, por lo que depende de nosotros cuán pronto obedezcamos y por lo tanto encontremos armonía, tanto dentro de nosotros como en nuestro mundo.

¡¡¡    Te deseo un hermoso día    !!!