Las pulgas

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 11/07/2006 12:59

Las pulgas

Dos pulgas estaban conversando y una le comentó a la otra:
-¿Sabes cuál es nuestro problema? Nosotras no volamos, sólo sabemos saltar.
Nuestra chance de supervivencia es nula cuando somos descubiertas por el perro.
Es por eso que existen muchas más moscas que pulgas.
Entonces contrataron a una mosca como consultora, entraron en un programa de aprendizaje de vuelo y salieron volando.

Pasado algún tiempo, la primera pulga le dijo a la otra:
-Mirá, volar no es suficiente, porque nos pegamos al cuerpo del perro y nuestro tiempo de reacción es mucho menor que la velocidad de la pata de él.
Tenemos que aprender a hacer como las abejas, que chupan el néctar y levantan el vuelo rápidamente.
Y ellas, por lo tanto, contrataron el servicio de consultoría de una abeja, que les enseñó la técnica del llega-chupa-vuela. Funcionó, pero no resolvió el problema.

La primera pulga explicó el porqué:
-Nuestra trompa para almacenar sangre es pequeña, por eso tenemos que quedarnos mucho tiempo chupando.
Escapar, hasta logramos escapar; pero no nos estamos alimentando bien.
Tenemos que aprender de los mosquitos, que se alimentan con suma rapidez.
Y un mosquito les dio un curso de cómo agrandar el tamaño del abdomen.
Resolvieron el tema, pero por unos pocos minutos. Como habían crecido y engordado a causa de tantos cursos y experimentos, la aproximación al perro era fácilmente percibida por él, así que las espantaba antes mismo de que se posaran.

Fue ahí que se encontraron con una saltarina pulguita que les dijo:
-Epa!!! ¡Ustedes están enormes! ¿Se hicieron cirugía plástica?

-¡No! Hicimos consultorías. Ahora somos pulgas adaptadas a los desafíos del siglo XXI.
Volamos, picamos y podemos almacenar más alimento.
-¿Y por qué entonces están con esa cara de hambrientas?
-Eso es temporario. Ya estamos consultando con un murciélago, que nos va a enseñar la técnica del radar.
¿Y tu, cómo estás?
-Ah, yo estoy bien, fuerte y gordita.

Era verdad. La pulguita se veía bien alimentada.
Pero las pulgonas no querían dar la pata a torcer:

-¿Tu no estás preocupada con el futuro? ¿No pensaste en hacer consultorías?

-¿Quién dice que no? Contraté a una babosa como consultora.
-¿Ehh?!! ¿Y qué tienen que ver las babosas con las pulgas?

-Todo.

Yo tenía el mismo problema que ustedes dos. Pero llamé a la babosa para que examinase la situación y me sugiriese la mejor solución. Y ella se pasó tres días allí, quietita, sólo observando al perro, y entonces me dio el diagnóstico.

-¿Y qué te sugirió la babosa?

-Que no cambiara nada. Sólo debía posarme en el medio del lomo del perro. Es el único lugar que la pata de él no llega.

“Usted no necesita un cambio radical para ser más eficiente… Muchas veces, el gran cambio es una simple cuestión de reposicionamiento ante la vida y ante las luchas”.

Brahma