Angeles en el callejón
De: Alias de MSNLUNA200620 (Mensaje original) Enviado: 04/04/2006 13:15
ANGELES EN EL CALLEJON
Diana, una joven estudiante cristiana de la universidad, estaba en casa por el verano. Fue a visitar algunos amigos en la noche y por quedarse platicando se le hizo muy tarde, mas de lo que habia planeado y tuvo que caminar sola a su casa.
No tenia miedo porque vivia en una ciudad pequeña y vivia solo unas cuantas cuadras del lugar. Mientras caminaba a su casa, oró a Dios que la mantuviera a salvo de cualquier mal o peligro. Cuando llego al callejón que le servia como atajo para llegar mas pronto a su casa decidio tomarlo, sin embargo cuando iba a la mitad, noto a un hombre parado al final del callejón y se veia como que estaba esperando por ella.
Diana se puso nerviosa y empezo a pedir a Dios por protección. Al instante un sentimiento de tranquilidad y seguridad la envolvio, sintio como si alguien estuviera caminando con ella; llego al final del callejón y pasó justo enfrente del hombre y llego bien a su casa.
Al siguiente día, leyó en el periódico que una joven habia sido violada en áquel mismo callejón unos 20 minutos después de que ella pasara por alli. Sintiendose muy mal por esa tragedia y pensando que pudo haberle pasado a ella, comenzo a llorar dando Gracias a Dios por haberla cuidado y le rogo que ayudara a la otra joven.
Decidio ir a la estación de policia, penso que podria reconocer al hombre y les dijo su historia. El policia le pregunto si estaria dispuesta a identificar al hombre que vio la noche anterior en el callejón, ella accedio y sin dudar reconocio al hombre en cuestion. Cuando el hombre supo que habia sido identificado, se rindio y confeso.
El policia agradecio a Diana por su valentía y le pregunto si habia algo que pudieran hacer por ella, y ella le pidio que le preguntaran al hombre porque no la ataco a ella cuando paso por el mismo callejón; cuando el policia le pregunto al hombre el contesto: “Porque ella no estaba sola, habian dos hombres altos caminando uno a cada lado de ella”.
NO SUBESTIMES EL PODER DE LA ORACION.
Que Dios te siga bendiciendo.