Cuando el zapato es comodo te olvidas del pie

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 29/08/2004 13:13

CUANDO EL ZAPATO ES COMODO

——————————————————————————–

Capítulo 1
Cuando el zapato es cómodo

Chu’i el delineante trazaba circunferencias
Más perfectas a pulso que con la ayuda de un compás.
Sus dedos creaban formas espontáneas salidas de la nada.
Mientras tanto, su mente permanecía libre y
Despreocupada por lo que hacía.
No necesitaba aplicarse,
Su mente era perfectamente simple y no conocía obstáculos.
Por ello, cuando el calzado es cómodo, se olvida uno del pie;
Cuando el cinturón es cómodo, se olvida uno de la cintura;
Y cuando el corazón está apaciguado, se olvida uno
De “a favor” y “en contra”.

Si no hay impulsos, compulsiones, necesidades ni atracciones,
Entonces tus asuntos están bajo control.
Entonces eres un hombre libre.
Lo sencillo es lo adecuado.
Empieza bien será fácil.
Continúa con sencillez y lo estarás haciendo bien.
El camino adecuado para ir de una manera sencilla
Es olvidar que el camino es adecuado
Y olvidar que se hace con facilidad.

Chuang Tzu es una de las flores más raras, incluso más que el Buda y Jesús, porque estos insistieron en el esfuerzo y Chuang Tzu lo hizo en la ausencia de esfuerzo. Mediante el esfuerzo se puede hacer mucho, pero todavía es más lo que puede hacerse a través de la ausencia de esfuerzo. Mediante la voluntad se puede conseguir mucho, pero todavía es más lo que puede lograrse a través de la ausencia de voluntad.
Y sea lo que fuere lo que se logra mediante la voluntad, siempre será una carga, siempre será un conflicto, una tensión interna, y podrás llegar a perderlo en cualquier momento. Hay que mantenerlo y ocuparse de ello continuamente, y para eso hace falta energía, y por ello, el mantenerlo te disipa.
Solo aquello que se obtiene a través de la ausencia de esfuerzo no representará nunca una carga, y solo aquello que no es una carga puede ser eterno. Solo aquello que no es antinatural puede permanecer contigo para siempre.
Chuang Tzu dice que lo real, lo divino, lo existencial, hay que alcanzarlo perdiéndose completamente en ello. Incluso el esfuerzo de alcanzarlo se convierte en una barrera, por lo tanto no puedes abandonarte a ello. El esfuerzo por abandonarte también se convierte en una barrera.
¿Cómo es posible hacer un esfuerzo para abandonarse? Todo esfuerzo nace del ego, y el ego se refuerza a través del esfuerzo. El ego es la enfermedad. Así que hay que abandonar todo esfuerzo por completo, no hay nada que haya que hacer; hay que abandonarse por completo a lo existencial. Uno tiene que convertirse de nuevo de un niño pequeño, en un recién nacido, sin saber lo que es correcto ni equivocado, sin saber de distinciones. Una vez que aparecen las distinciones, una vez que se sabe que esto es correcto y eso es erróneo, ya estás enfermo, y cada vez te alejas más de la realidad.
Un niño vive de manera natural: es total. No hace ningún esfuerzo, porque realizar un esfuerzo significa luchar contra uno mismo. Una parte de ti está a favor y otra parte en contra: de ahí proviene el esfuerzo.
En este mundo se puede conseguir mucho a través del esfuerzo porque el esfuerzo es agresión, el esfuerzo es violencia, el esfuerzo es competición. Pero en el otro mundo no se puede lograr nada a través del esfuerzo, y quienes empiezan mediante el esfuerzo acaban también por dejarlo.
El Buda se esforzó durante seis años, meditando continuamente, y concentrándose se convirtió en un asceta. Hizo todo lo que un ser humano podía hacer, no dejó una piedra sin remover, ni un palmo de su ser sin examinar. Pero se trataba de un esfuerzo, el ego estaba presente; fracasó.
Nada fracasa tanto como el ego en lo esencial; nada triunfa tanto como el ego en este mundo. En el mundo de la materia nada triunfa tanto como el ego; en el mundo de la conciencia nada fracasa tanto como el ego. Es justo lo opuesto, y tiene que ser así porque la dimensión es justo la opuesta.
El Buda fracasó de manera absoluta. Al cabo de seis años estaba totalmente frustrado, y cuando digo totalmente, quiero decir completamente. No le quedaba ni un pequeño fragmento de esperanza; se desesperanzó. Y en esa desesperanza abandonó todo esfuerzo. Ya había abandonado el mundo, ya había abandonado su reino; todo eso pertenece al mundo visible que había abandonado, al que había renunciado.
Y ahora, al cabo de seis años de un esfuerzo agotador, también abandonaba todo lo que pertenece al otro mundo. Se hallaba en un vacío completo: vacío. Esa noche se sueño fue de una naturaleza diferente porque no había ego; surgió un silencio de una naturaleza diferente porque no había esfuerzo; esa noche tuvo lugar en él una naturaleza de ser diferente porque no había ensoñación….