Feliz lo que sea

Feliz Lo Que Sea

Título original: Merry Whatever
por el Reverendo Yin Yao Shakya, OHY
Traducido desde el inglés, en un esfuerzo conjunto, por la Rev. Yin Zhi Shakya
y el Upasaka Zhèng Chún

La Navidad es una época del año que los Budistas del Continente Americano podríamos considerar diferente. No importa cuanto tiempo hayamos estado recorriendo el ‘Camino Medio’, la Navidad todavía se siente como ‘la Navidad’. Y todos nos comportamos como si fuera Navidad. Incluso una parte de nosotros quiere que sea Navidad, con preceptos o sin ellos. Jesús fue reconocido por el mundo entero como un gran Bodhisattva, pero qué decir de Santa Claus, ¿acaso es un occidental al estilo Jo Ti*, gordito, feliz, y vestido ridículamente? Así que, ¿qué hay de malo en celebrar un poquito? Especialmente cuando están repartiendo los pastelillos.

Por supuesto que nosotros los Budistas tenemos nuestros propios días festivos. Está el cumpleaños de Buda, su Gran Renuncia, su Iluminación, y su Parinirvana (el equivalente a la muerte para los seres comunes). Igualmente hay celebración para Avalokiteshvara, también conocida como Guan Yin. Maitreya tiene un día especial (Año Nuevo), como también Samantabhadra, Manjushri, Amitaba, y el Buda de la Medicina. Y por favor, ni se les ocurra preguntarme por el Buda de la medicina, pues no tengo ni la más remota…

Que yo sepa, ningún Occidental ha celebrado ninguno de estos días festivos, principalmente porque ocurren en el Calendario Lunar Chino Tradicional y no en el Calendario de chicas ‘Harlistas’ que regalan en el taller de la esquina. El último americano que de hecho se dio cuenta de la Fecha de un día festivo Chino fue el famoso astrónomo Carl Sagan, pero era ateo y está muerto, así que no será de gran ayuda. He tratado de ubicar a Walter Mercado, el astrólogo de la televisión, pero tampoco ha sido posible.

Los días festivos Budistas son todos muy parecidos. Para el cumpleaños de Buda entonamos los mantras y meditamos. Para Maitreya meditamos y entonamos los mantras. Para el Buda de la Medicina entonamos los mantras, meditamos y tenemos días libres para matricularnos en el seguro de salud. No hay mucha celebración involucrada. Ni realmente mucho espíritu de animación para Samantabhadra. Y definitivamente no hay bebidas especiales, con o sin Ron Cubano. Pienso que el Bodhisattva Avalokiteshvara lo dijo muy bien:

– Por lo tanto, Sariputra, en el Vacío, no hay forma, ni sentimiento, ni percepción, ni formación, ni conciencia; ni ojo, ni oído, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni mente; ni pavo, ni relleno, ni salsita, ni pudín de calabaza, ni esa extraña sustancia verde gelatinosa que no puede ser identificada; ni árbol decorado, ni oropel, ni los ornamentos del episodio de Viaje a las Estrellas con marca registrada, ni venados con luz artificial al frente de la casa, ni medias colgantes en la chimenea; ni discos de Navidad; y sobre todo tampoco regalitos. Si lo piensas bien, ¡es bastante aburrido!

Así que mi teoría es que tenemos que hacer lo mejor posible en estos días festivos Budeo-Cristianos, si es que somos capaces. El pavo y el relleno no están en nuestra dieta vegetariana; está bien. Pero, hay cantidad de bizcochos de frutas que nos han traído de regalo. Todas las personas se han aparecido con uno de ellos envuelto en papel celofán, a pesar de nuestras protestas, votos de pobreza y desapego. Bien, mantengámonos repitiendo: No existen, no son reales, no existen, no son reales, a medida que desenvolvemos la caja de herramienta que nos acaban de regalar. ¿Y qué pasa si se toman todo nuestro ponche de huevo, nos ponen un sombrerito con astas de venado lleno de lucecitas en nuestras cabezas, se paran arriba de nuestro nuevo sofá otomano, y nos hacen gritar cosas sin sentido hasta bien entrada la noche, cosas como: “fa-la-la-la-la,” “rum-pum-pum-pum,” “rata-plata-plan,” “fum-fum-fum,” “rom pampero, papero, soy-un-papero”, “oye-nonny-nonny,” “homana-homana-homana,” o “wop-bop-a-loo-bop-a-lop-bam-boom”? Bien, pensemos en los tiempos en que nos vestíamos con pijamas y bata de casa y pegando nuestra nariz al suelo recitábamos con toda seriedad “namo tasso baghavato arahato samasambhuddhassa”, incluso sin tener la menor idea de lo que estábamos balbuceando.

Tratemos de recordar todos los caminos que nos guían a la Iluminación. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar las formas o costumbres de los Bárbaros Occidentales?

Ahora para estar seguros de que hemos incorporado ‘el espíritu festivo’, invitemos algunos amigos a ir al templo más cercano y una vez allí, parémonos frente a él, sobre el césped, y cantemos lo siguiente, preferiblemente en Sánscrito:

Cascabel, cascabel, mantra cascabel,
Los cristianos celebran la Navidad pero los Budistas no podemos,
El incienso y los sutras son divertidísimos,
Ahora que el mantra cascabel ha comenzado.

Cascabel, cascabel, mantra cascabel,
Directamente desde Asia, y no del Levante,
Si tus medias están vacías, vacías como el Vacío puede ser,
No vengas a quejarte con este ser.

El mantra cascabel,
Es una recitación chévere
Cántala en el día de Pascuas,
El mantra cascabel,
Suena como una recitación tortura,
¡Qué te hará borrar todo tu karma!

Así que atúrdete monje,
Has sonar tus campanillas,
Hasta que te quedes sin aire,
Arrodíllate en muestra de tu respeto,
Hasta que sangre brote de tu frente,
Cascabel, Cascabel,
Eso es el Cascabel,
¡El mantra Cascabel!

¡Om, Om, Om! ¡Feliz lo que sea!