El libro del patio amarillo

EL LIBRO DEL PATIO AMARILLO

Cl?sico tao?sta de los siglos IV-V
( trad. del chino : Patrick Carré versi?n al castellano de Montse Bofill )

LIBRO EXTERNO

1

Tranquilamente sentado, el Viejo Maestro
compuso estos hept?metros
En los que explica el cuerpo
y los dioses.
En lo alto est? el patio amarillo
abajo, el principio de los pasos ;
Detr?s se levantan las sombr?as torres ;
delante, las puertas del destino.
Respirad la vacuidad :
entraréis en el campo de cinabrio.
Que el agua pura del estanque de jade
riegue la ra?z m?gica.
El muchachito en quien los reales se juntan
traga la saliva del embri?n.
Si os ejercit?is en ello verdaderamente,
podréis existir durante largo tiempo.

2

El ser verdadero del Patio Amarillo
est? vestido de vermell?n.
Al principio de los pasos, la varilla macho
del cerrojo conjunta los dos batientes.
Entre las sombr?as torres trepando
a alturas vertiginosas,
Esencia y aliento son sutiles
en el campo de cinabrio.
La tierra fertiliza con agua pura
del estanque de jade.
Ra?z m?gica firme y dura :
vejez sin decrepitud.

3

El estanque central alberga un gentilhombre
vestido de rojo y vermell?n.
Tres pulgadas por debajo del campo
son lugares habitados por dioses.
Cerrad herméticamente el espacio
que separa el dentro del fuera :
En la choza de los dioses,
trabajad para reformaros.
El misterioso pecho y el canal del aliento
acojen el talism?n de la esencia.
Apresuraos a refozar vuestra simiente
si queréis preservaros.

4

En el coraz?n del palacio est? un gentilhombre
siempre vestido de carmes?.
Si consegu?s verlo,
venceréis la enfermedad.
De través, Largo-de Un-Pie
ci?e el est?mago.
Si consegu?s guardarlo,
dejaréis atr?s el sufrimiento.
Respirad en la choza :
saldaréis cuentas con vosotros mismos.
Protegedla en su integridad y su firmeza :
recibiréis sus bendiciones.
En el coraz?n de vuestra pulgada cuadrada
escondedlo con cuidado y veneraci?n.
Con la vuelta de la esencia y del esp?ritu,
rejuveneceréis al envejecer.
La obra de las sombr?as torres
es derrame y fin.
Alimentad vuestro ?rbol de jade
y tallad de él un bast?n para la vejez.

5

La v?a suprema no es dif?cil
pero ignora las aproximaciones.
La terraza m?gica se hunde en el cielo
y se inclina sobre el erial central.
En el centro de la pulgada cuadrada,
se llega bajo las torres gemelas.
En la habitaci?n de jade
se abre la puerta de los dioses.
Todas estas cosas me han sido ense?adas
por el Pr?ncipe de los Dioses.

6

La sala de las luces llega a los cuatro horizontes
a la manera de la fuente de los mares.
El hombre real Cinabrio Hijo
est? delante de m?.
En el coraz?n de los tres pasos,
esencia y aliento son profundos.
Vosotros, los que aspir?is a la Inmortalidad,
cultivad el Monte-Caos.

7

Al templo carmes?
por los doce niveles del pabell?n doble.
En la habitaci?n de rub?,
los cinco colores se re?nen.
El hijo del dios rojo
se levanta en el estanque central.
Bajo él : la larga muralla,
el valle misterioso y la ciudad.
Los secretos de la longevidad se reducen
a los ardores de la alcoba.

8

Renunciad al deseo l?brico
concentrando vuestra esencia.
En el campo de una pulgada, el palacio de un pie,
es posible regular la propia vida.
Atad vuestros largos chorreos,
el coraz?n apacible y sereno.
Contemplad vuestro pensamiento, y vuestro esp?ritu
jugar? con las tres maravillas m?gicas.
Paz supema del coraz?n
en el colmo de la ociosidad.

9

Continuad en la habitaci?n de jade :
la divina claridad la invadir?.
A cada instante, evocad el granero supremo
y no tendréis m?s hambre ni sed.
Llamad a las Seis Ding,
que se acerquen las j?venes diosas !
Cerrad las puertas de vuestra esencia
y viviréis mucho tiempo.

10

En la c?mara derecha
los dioses tienen su estancia.
Purificad vuestro coraz?n, controlaos
y no os manchéis en absoluto.
Tened una clara visi?n de vuestra cinco v?sceras :
conoceréis sus menstruaciones.
Restaurados, vuestros seis recept?culos
inmaculados parecen seda blanca.

Vacuidad y espontaneidad
son las causas de la V?a.

11

Entre las cosas, hay una espont?nea :
el Tao no es dif?cil.
Ofrenda de no-actuar sobre las palmas abiertas :
para la paz del cuerpo.
Un cuerpo vac?o donde no hay nada :
ocio natural del esp?ritu.
Estallido de calma y silencio
cuando la boca se calla.
Solo y uno mismo para reparar la armon?a :
palacio del hombre real.
Desapegado, sin deseos :
paseo por el jard?n de la virtud.
Puras, suaves, inmaculadas,
persisten las chicas de jade.
Cultivad la virtud : la claridad invadir?
las puertas de la V?a.

12

Para obrar en la V?a, disfrutad de la vida
en la soledad.
Sustentad lo natural y lo vital
preservando la vacuidad.
Desapegados, en pleno no-actuar,
cu?les ser?an vuestras preocupaciones ?
Cuando vuestras alas sean perfectas
ser?n espesas y vastas.
Viviréis mucho tiempo una eterna juventud,
después, levantaréis el vuelo.

13

Entremezcl?ndose, los cinco elementos
comparten ra?z y nudos.
Los tres cinco juntan su aliento :
lo esencial al uno fundamental.
Quién los acompa?a ? La Osa,
el Sol y la Luna.
Besad la perla, el jade perfecto :
la armon?a reina en vuestra habitaci?n.
Cuando pod?is guardar el uno,
todo asunto llegar? a su fin.
Vosotros est?is provistos de él de forma natural :
guardadlo sin perderlo.
Si queréis no morir,
escondedlo en la c?mara de oro.

14

Sale el Sol, entra la Luna :
he aqu? mi V?a.
El cielo, siete, la tierra, tres,
que guarde la inversi?n.
Sube, baja, avanza y retrocede :
el uno se une al nueve.
Dispersos guijarros de jade :
he aqu? mi tesoro.
Vosotros también sois ricos de ello :
por qué no lo protegéis ?
Habiendo comprendido la ra?z y la base,
el coraz?n nutre la espléndida floraci?n.
Obedeced al cielo y a la tierra
escondiéndolo en el océano de los alientos.
En siete d?as,
regreso cumplido : uni?n.
Sobre la esencia del Monte-Caos
no os confundiréis m?s.

15

La monta?a de las Nueve Fuentes
se alza tan alto !
All? vive un ser real
dispuesto a ejecutar vuestras ?rdenes.
Al abrigo del templo p?rpura,
en el piso de los muros cinabrinos ;
Entre el Sol y la Luna
parecen perlas fugaces.
Diez mil a?os de resplandeciente claridad :
aquellos tiempos ignoran los c?lculos.
Sobre la base exterior de los tres yang,
la cosa viene por s? misma.
Alimentad en vosotros los tres divinos
y viviréis mucho tiempo.
Las almas espirituales quieren subir al cielo
y las sensitivas sumergirse en el abismo.
Que estas almas inviertan sus alientos
siguiendo la via de la espontaneidad !
M?s de uno, entonces, concretando la perla,
consolidar? su ra?z m?gica.

16

Esfera armilar y perlas suspendidas
giran sin fin.
Cerradura de jade y llave de oro :
cuerpo intacto y fuerte.
Apoyados en la tierra, dad vueltas al cielo
cumpliendo una revoluci?n
A imagen de las cuatro estaciones,
y enrojeced como cinabrio.

Delante : elevado ; detr?s : bajo.
Cada uno su puerta.
Volved a acompa?ar al cinabrio volcado
y confiadlo a la fuente de los misterios.
Imitad a la tortuga al conducir vuestros alientos
hasta la ra?z m?gica.

17

En el centro est? un ser real
peinado con un turbante de oro.
Cubierto con una armadura, apretando un talism?n,
él abre las siete puertas.
He aqu? lo que no es en absoluto hoja o rama
sino, realmente, ra?z.
Pensad en ello noche y d?a,
y perduraréis.

18

Los Inmortales humanos y los adeptos del Tao
niegan la existencia de los dioses.
Acumulad vuestra esencia, amontonad vuestro aliento :
os convertiréis en reales.
Todos los hombres comen cereales
cediendo a los cinco sabores.
S?lo yo me alimento de los alientos
yin y yang de la armon?a suprema.
No podré morir jam?s,
como el cielo interminable.

19

Intentemos expicar las leyes
propias de cada v?scera.
El coraz?n es el due?o del reino,
el rey de las cinco v?sceras.
El pensamiento que se mueve y se para en él,
el aliento que le acompa?a.
La V?a : preservar naturalmente,
los rayos de mi divina claridad.
Yo he perforado mi esencia florida,
armonizo yin y yang.
Durante el d?a, cuantas luces !
En la noche, se conserva por s? solo.
Sedientos, tendréis bebida ;
hambrientos, seréis hartados.
Recorred los seis recept?culos
y escondeos en mao y you.
Desviad el yin del yang
y ocultadlo en el nueve.
Expertos en este arte,
ignoraréis el envejecer.

20

El aliento del h?gado resplandece,
largo y afilado.
Debidamente ordenadas, las cinco v?sceras
producen tres rayos de luz.
En lo alto, se unen al triple calentador ;
abajo, a la escarcha de jade.
Mi divino y mis almas
se encuentran en medio.
Fuente que brota, la saliva
disipa los perfumes y los miasmas.
Se levanta contra el tap?n invertido,
y la sala de las luces la contiene.
El fagor del trueno
reverbera en ecos.
A la izquierda mao y a la derecha you :
he aqu? mi tesoro.
Posternado a las puertas del misterio,
esperad la via del cielo.
Est? muy cercana. Solo queda
guardarla de forma natural.
A lo divino le gusta fijarse
en lo puro y en el no-actuar.
Esencia y dios suben y bajan :
claras son sus razones.
Libremente circulad sobre la via del cielo
– hierba de larga vida.
Recorred los siete orificios :
ignoraréis la vejez.
Volved a sentaros a las puertas del cielo
y esperad yin y yang.
Volved a bajar por la garganta
para entrar en la divina claridad.
Pasad bajo los doseles floridos,
donde se est? puro y fresco.
Arrojaos al abismo claro y fr?o :
veréis mi forma.
Si consegu?s volver al cinabrio
podréis vivir mucho tiempo.
Abajo est? el estanque florido
donde la esencia de los ri?ones se emite.
Se alza hasta la sala de las luces
y llega al campo de cinabrio.
Obrad de modo que los dioses
abran las puertas del destino.
Progresad en la v?a del cielo
hasta la ra?z m?gica.
Yin y yang desfilar?n
como estrellas fugaces.

21

El aliento de los pulmones
se eleva en el triple calentador.
Posternaos a las puertas del cielo
y esperad la antigua v?a.
Los licores puros de la fuente exquisita
impregnan los seis recept?culos.
Sube y baja por las narices.
las orejas lo saben.
Observad el cielo y la tierra :
preservad al muchachito.
El armonioso equilibrio de las esencias tornasoladas
inhibe los cabellos y la dentadura.
Tenéis un aspecto radiante
sin recorrer a ninguna droga.
Esto vuelve a descender por la garganta
en forma de gotitas de lluvia
Que los dioses reunidos
recogen juntos.
M?s abajo, en el templo carmes?,
un resplandor purp?reo se extiende.
Sumergios en el dosel florido
hasta la divina choza.
No guardéis m?s que el coraz?n o su dios :
se interpelar?n.
Contemplando mi divina claridad,
aparto a los demonios.
Encontrad al dios de vuestro bazo,
os habréis reunido con la gran familia.
Id después hasta el tubo del est?mago :
entrad en la vacuidad.
Escoded la ra?z m?gica y cultivadla
para que nunca se marchite.
Cerrad las puertas del destino
como las de la Capital de Jade.
Vuestra longevidad, durante decenas de miles
de a?os, no tendr? fin.

22

El principio divino del bazo
domina el centro.
Por la ma?ana, departe con los cinco dioses ;
armoniza las tres luminarias.
En lo alto, toca las puertas del cielo
y se recoge en la sala de las luces.
Impregna los seis recept?culos y los cuida
equilibrando los cinco elementos.
Metal, madera, agua y fuego
tienen por monarca la tierra.
Sol, luna y constelaciones :
manifiestan el yin y el yang.
Invadiendo las venas,
el sudor se hace elixir.
Defended las siete cavidades :
separad de ellas los malos augurios.
Dos dioses se abrazan :
ca?da de cimas antiguas.
Desde lo alto recibid el aliento primordial :
vuestros a?os siempre se alargar?n.

23

Se?or de las cinco v?sceras,
el ri??n es el venerable mayor.
Posternado ante el yin supremo,
esconde su realidad.
Entra por los dos orificios ; vuelve a salir de ellos :
uni?n en el Patio Amarillo.
Respiraci?n de vacuidad
manifiesta mi forma.
Consolida mis tendones y mis huesos ;
mis venas desbordan de sangre.
Mi coraz?n se ilumina y yo desaparezco
visitando lo puro y lo m?gico.
Sentado en la choza,
contemplo al muchachito.
Mantengo mi pensamiento en la respiraci?n interior :
resplandece la divina claridad.
Surgiendo de las puertas del cielo,
accedo a lo ininterrumpido.
Sin deseo y desligados de todo,
cultivad la ra?z florida.
Alimentaos del aliento oscuro
y viviréis largo tiempo.
De vuelta a las siete puertas,
bebed en el abismo supremo.
Atravesad el pecho misterioso :
recorreréis las magias de la pureza.
Sentados en la choza,
percibiréis al muchachito.
Os interroga sobre el Tao de la Inmortalidad,
os pregunta vuestras técnicas especiales.
He absorbido hierbas m?gicas,
el p?rpura de las cimas floridas.
Peinado con la m?s simple blancura,
tengo los talones en el campo de cinabrio.
Me ba?o en el estanque florido
para regar la ra?z m?gica.
El acuerdo de las cinco v?sceras
abre las puertas del destino.
Los cinco sabores alcanzan su perfecci?n :
es el regreso del aliento de bondad.
Practicad con el pelo suelto
y viviréis largo tiempo.

24

La gran V?a, es la inmensidad
que ning?n pensamiento puede complicar.
He aqu?, he dicho. No habléis de ello
vanamente.
Di?logos para el Tao Supremo para el mundo.