Una introduccion a la ley del kamma

Una introduccion a la ley del kamma

Ven. U Silananda

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Ésta es la traducción del opúsculo An Introduction to The Law of Kamma publicado por el Dhammachakka Meditation Center en 1990. El autor es el Venerable U Silananda. Traducción al español por Bhikkhu Nandisena.

PRIMERA PARTE

El tema de esta clase es la ley de kamma. Muchas personas que no han nacido como budistas se sienten atraídos al budismo por la doctrina del kamma porque ésta explica cosas como las diferencias individuales entre los seres humanos y, también, porque las buenas personas sufren en esta vida.

Conocí un señor italiano. Él ponderó mucho sobre las desigualdades y las diferencias entre los seres humanos. Preguntó a muchas personas sobre el tema, pero no obtuvo una respuesta satisfactoria. Un día, tuvo acceso a un libro sobre budismo y leyó sobre la ley de kamma. Se sintió muy satisfecho con las explicaciones que se dan de acuerdo a esta ley. Decidió estudiar más sobre budismo y posteriormente viajó a Oriente para ordenarse. Se ordenó como monje budista y murió como tal a la edad de ochenta años. Él fue atraído inicialmente al budismo por la doctrina del kamma.

El kamma no es justicia moral. Si uno considera la ley de kamma como justicia moral, entonces está sugiriendo que alguien está sentado juzgando a los seres. No hay nadie que juzga las acciones de los seres; la ley moral de kamma simplemente existe. Así como kamma no es justicia moral tampoco es premio y castigo. De acuerdo a la ley de kamma, si uno realiza buenas acciones, uno obtiene buenos resultados; y si uno realiza malas acciones, uno obtiene malos resultados. Sin embargo, los buenos y malos resultados no están dados por alguien y no están dados como premio o castigo. El kamma es una ley moral que no requiere un legislador; es una ley que opera naturalmente.

Las desigualdades entre los seres humanos (las diferencias individuales entre la gente) han preocupado a muchos pensadores en el pasado y también en el presente. Durante el tiempo de Buddha, había un brahmán llamado Todeyya. Él era un hombre muy rico, un millonario. Pero no creía en la generosidad, en dar. Él decía: “Si uno da, se empobrece; por lo tanto no hay que dar nada.” Fue tan mezquino que se enriqueció y murió millonario. Pero el apego a sus riquezas fue tal que, después de morir, renació como un perro en su propia casa. Un día, Buddha visitó la casa y cuando el perro lo vio, le ladró. Buddha dijo: “¡Oh!, Todeyya, usted se mostró irrespetuoso cuando fue ser humano y ahora usted muestra falta de respeto al ladrarme. Usted renacerá en el infierno.” Cuando Buddha dijo esto, el perro pensó: “¡Oh!, el monje Gotama me conoce.” Y se sintió tan deprimido que se fue a acostar sobre una pila de cenizas.

El brahmán tenía un hijo llamado Subha, y el perro, su padre, era su favorito. Él tenía preparado un lugar especial para el perro, y vio que el perro había ido a acostarse sobre la pila de cenizas. Subha se sintió alarmado. Alguien le informó que Gotama le había dicho algo al perro que deprimió al animal. Entonces, Subha fue a Buddha y le preguntó sobre esto. Buddha le dijo lo que había ocurrido. Subha se dijo a sí mismo: “De acuerdo a las enseñanzas de los brahmanes, mi padre debería haber renacido como un Brahma (dios). Pero Gotama me ha dicho que él ha renacido como un perro. Gotama habla imprudentemente.” Y Subha decidió argüir con Buddha. Buddha preguntó por riquezas no reveladas por su padre y Subha respondió que, realmente, una gran cantidad de dinero estaba faltando y que su padre no había revelado donde estaba. Buddha le dio instrucciones de alimentar al perro por la noche, cerca de la hora de dormir y luego preguntarle donde estaban las riquezas. Subha pensó que si lo que Buddha decía era verdad, él recobraría las riquezas; si era falso, lo acusaría de mentir.

Subha alimentó al perro a la hora de dormir y le preguntó sobre las riquezas no reveladas. El perro se levantó y lo llevó al lugar donde las riquezas estaban escondidas. Subha cavó y recobró el tesoro.

Después Subha fue a ver a Buddha y le preguntó porque las personas son diferentes, porque algunos tienen larga vida y otros vida corta. También interrogó porque algunos son enfermos, propensos a la enfermedad, y otros sanos; porque algunos son feos y otros bellos; porque algunos tienen muchos amigos y otros pocos; porque algunos son ricos y otros pobres; porque algunos nacen en circunstancias favorables y otros no; porque algunos nacen muy inteligentes y otros no. Buddha respondió a sus preguntas: “¡Oh!, joven, los seres son propietarios de sus acciones, herederos de sus acciones, tienen las acciones como sus padres, sus familiares, su refugio. Las acciones dividen a los seres en inferiores y superiores.” Buddha dio esta corta respuesta, pero Subha no comprendió. Entonces, Buddha elaboró sobre la ley de kamma.

A algunos seres les gusta matar y tienen el hábito de matar a otros seres. Después de la muerte, ellos renacen en los cuatro planos del sufrimiento (mundo animal, espíritus, demonios e infierno). Pero si ellos renacen como humanos, sus vidas son cortas. Aquellos que no matan seres, que tienen compasión hacia ellos, podrían renacer en el mundo de las devas (divinidades). Si renacen como humanos, sus vidas son largas.

Buddha luego explicó sobre la enfermedad y la salud. Algunos causan daño a otros seres, les gusta causar daño. Debido a esto, renacen en los cuatro planos de sufrimiento. Pero si renacen como humanos, son enfermizos, propensos a la enfermedad. Aquellos que no causan daño a los demás, renacen como devas; y si renacen como humanos, están dotados de buena salud.

¿Por qué algunos son feos mientras que otros son bellos? Buddha explicó que algunas personas se enojan muy fácilmente, y debido a este enojo, renacen en los cuatro planos de sufrimiento. Pero si ellos renacen como seres humanos, son feos. (El enojo lo hace feo a uno; cuando esté enojado, mírese en el espejo y vea cuán bello o feo usted es.) Algunas personas no tienen enojo, no se enojan fácilmente, y tienen pensamientos de amor o metta hacia la gente. Estas personas renacen como devas; y si renacen como humanos, ellos son bellos. Entonces, si desea ser bello, al menos en la próxima existencia, controle su enojo-¡no se enoje!

¿Por qué hay personas que no tienen amigos y otros que tienen muchos? Algunos son celosos, y debido a los celos, renacen en los cuatro planos de sufrimiento. Pero si renacen como seres humanos, ellos tienen pocos o ningún amigo. Aquellos que no son celosos renacen como devas; y si renacen como seres humanos, tienen muchos buenos amigos. Nosotros podemos decir, de acuerdo a la ley de kamma, que aquellos que no pueden tener amigos fueron celosos en las existencias pasadas.

¿Por qué hay personas ricas y otras pobres? Algunos son mezquinos, no quieren dar nada. Siendo mezquinos, no siendo generosos, ellos renacen en los cuatro planos de sufrimiento. Pero si renacen como humanos, ellos son pobres. Aquellos que dan y son generosos serán ricos. Entonces, si desea ser rico, ¡de!

Buddha también explicó porqué algunas personas nacen en buenas circunstancias mientras que otros nacen en circunstancias desafortunadas. Algunos son muy orgullosos, desprecian a otras personas, tienen poco respeto hacia los demás. Debido a este falso orgullo, tales personas renacen en los cuatro planos de sufrimiento; pero, si renacen como humanos, ellos renacen en circunstancias desfavorables. Aquellos que no tienen falso orgullo, que tienen humildad, renacen como devas. Si renacen como humanos, en este caso, lo hacen en circunstancias favorables.

¿Por qué hay personas que son estúpidas y otras inteligentes? Buddha explicó que algunos no tienen deseo por el conocimiento, no tienen deseo de hacer preguntas, no tienen deseo de conocer sobre la naturaleza de las cosas. Sin conocimiento de la conducta correcta, estas personas ignorantes realizan malas acciones y de esta forma podrían renacer en los cuatro planos de sufrimiento. Si ellos renacen como humanos, son estúpidos. Aquellos que desean conocimiento, que hacen preguntas sobre la naturaleza de las cosas, renacen en el mundo de los devas. Pero si ellos renacen como humanos, son inteligentes. Entonces, si desea ser inteligente en la próxima existencia, no vacile en hacer preguntas. Yo no necesito pedirles que hagan preguntas, especialmente a ustedes los norteamericanos. Ustedes hacen muchas preguntas y es una buena cosa.

Buddha dio estas respuestas a las preguntas de Subha. De acuerdo a la ley de kamma podemos inferir sobre las vidas pasadas de las personas. Buddha dijo que los seres son los propietarios de sus acciones, propietarios de su kamma. Sólo el kamma es su propiedad, nada más. El kamma es una tema muy importante en el budismo.

Por qué hay personas que son estúpidas y otras inteligentes? Buddha explicó que algunos no tienen deseo por el conocimiento, no tienen deseo de hacer preguntas, no tienen deseo de conocer sobre la naturaleza de las cosas. Sin conocimiento de la conducta correcta, estas personas ignorantes realizan malas acciones y de esta forma podrían renacer en los cuatro planos de sufrimiento. Si ellos renacen como humanos, son estúpidos. Aquellos que desean conocimiento, que hacen preguntas sobre la naturaleza de las cosas, renacen en el mundo de los devas. Pero si ellos renacen como humanos, son inteligentes. Entonces, si desea ser inteligente en la próxima existencia, no vacile en hacer preguntas. Yo no necesito pedirles que hagan preguntas, especialmente a ustedes los norteamericanos. Ustedes hacen muchas preguntas y es una buena cosa.

Buddha dio estas respuestas a las preguntas de Subha. De acuerdo a la ley de kamma podemos inferir sobre las vidas pasadas de las personas. Buddha dijo que los seres son los propietarios de sus acciones, propietarios de su kamma. Sólo el kamma es su propiedad, nada más. El kamma es una tema muy importante en el budismo.

¿Qué es el kamma? Buddha dijo: “¡Oh!, monjes, es la volición lo que llamo kamma.” El sentido popular de kamma es acción o hacer, pero como término técnico, kamma significa volición o voluntad. Cuando uno hace algo, existe la volición detrás de la acción, y esa volición, el esfuerzo mental, se denomina kamma. Buddha explicó que, habiendo deseado, uno después actúa con el cuerpo, las palabras y la mente. En cualquier cosa que uno hace, hay algún tipo de kamma, esfuerzo mental, voluntad, volición. La volición es uno de los cincuenta y dos factores mentales que surgen junto con la conciencia.

Cuando uno hace algo, como una ofrenda a Buddha, hay volición que lo induce a uno a dar, y esta volición se denomina kamma. En consecuencia, el kamma es la causa y no el efecto. Algunos dicen que kamma significa la causa, las acciones, y también los efectos. Pero en el Budismo Theravada, kamma nunca significa el efecto o el resultado. Kamma significa únicamente la causa.

El kamma corresponde a los agregados mentales. Hay cinco agregados: materialidad, sensación, percepción, formaciones mentales y conciencia. La volición corresponde al agregado de las formaciones mentales. Este agregado es mental y a semejanza de los otros agregados mentales dura sólo por un momento muy corto. Surge, permanece por un momento corto de tiempo y luego desaparece. Pero la volición es diferente de los otros estados mentales en el sentido de que tiene la habilidad de dejar una potencialidad. Cuando desaparece, no desaparece completamente. Deja algo, algún poder o potencialidad de dar resultados; cuando las circunstancias son favorables, estos resultados aparecen. Uno realiza kamma aquí y ahora, pero los resultados podrían ser experimentados en esta existencia, en la próxima o en alguna existencia después de la próxima.

El kamma o la volición tiene la potencialidad de dar resultados, y esta potencialidad es de una fuerza tremenda. El kamma no se extingue con la vida presente, continúa después y después. Pero nosotros no podemos decir que el kamma se almacena en alguna parte de nuestro cuerpo o conciencia porque todo es impermanente y está continuamente cambiando. El kamma es también impermanente y por lo tanto desaparece, pero deja su potencialidad en la continuidad de los seres de tal forma que, cuando las circunstancias son favorables para que aparezcan los resultados, éstos aparecen.

El kamma no se almacena en ninguna parte, pero cuando desaparece, deja la potencialidad de dar resultados. De la misma manera, podemos decir que un árbol tiene la potencialidad de dar frutos. Al comienzo no hay frutos en el árbol, pero oportunamente dará frutos.

Otra ilustración que podemos usar es la del viejo símil budista del sol, el estiércol (o paja) y la gema (lupa). Cuando hay sol y uno enfoca una lupa en el estiércol, se produce fuego. No puede decir que el nuevo fuego está almacenado en el estiércol o en el sol o en la lupa. Pero cuando estas cosas entran en conjunción, se produce fuego. La circunstancias son favorables para que exista el fuego. De la misma manera ocurre con los resultados del kamma.

El kamma y sus resultados no son la misma cosa. No es el caso de que el kamma gradualmente madura en sus resultados. Un sistema de la filosofía hindú enseña que el resultado existe ya en el kamma en forma no manifiesta y que el kamma madura en el resultado. Entonces, causa y efecto son esencialmente lo mismo en esta filosofía. Pero el budismo no acepta esto. El budismo enseña que el kamma y el resultado están vacíos uno del otro, aunque no existe resultado sin kamma. Los resultados dependen totalmente del kamma, pero los resultados no existen en el kamma ni el kamma persiste en los resultados. El kamma y los resultados pertenecen a distintos tiempos. Los resultados tienen su origen (dependiendo) enteramente en el kamma realizado en el pasado; y cuando las circunstancias son favorables para que aparezcan los resultados (como el sol, el estiércol y la gema), éstos aparecerán.

El nombre técnico para los resultados del kamma es vipaka, que llamamos fruto del kamma. El kamma o la volición del pasado deja la potencialidad de dar frutos o vipaka en el presente. Pero el kamma pasado no influencia la volición presente. Nuestras reacciones a los resultados pasados producirán buenos o malos resultados en el futuro, dependiendo de la naturaleza de la volición. Si reaccionamos con lo que denominamos correcta atención (yoniso manasikara), el resultado o fruto futuro será bueno. Pero si nuestra reacción es con incorrecta atención, el resultado o fruto de tal volición en el futuro será malo. Entonces, uno no puede hacer mucho con respecto a los frutos del kamma pasado, pero uno puede reaccionar con respecto a estos frutos con correcta atención y por lo tanto tener buenos resultados en el futuro. La correcta atención nos permitirá realizar buen kamma mientras que la incorrecta atención producirá mal kamma. Los resultados o frutos futuros dependen de nuestra volición o kamma en el presente.

No todo es debido al kamma. Solemos decir que todo es debido al kamma: “Éste es su kamma y usted debe experimentar esto debido al mismo.” Si bien el kamma es una ley que gobierna todo el universo, es sólo una de las leyes. Hay otras leyes naturales y psíquicas que gobiernan las vidas de los seres. Además, debemos distinguir entre los resultados del kamma pasado y el kamma presente. El kamma presente no es el resultado del kamma pasado. El resultado del kamma pasado es una conciencia resultante denominada vipaka. La conciencia resultante es el resultado del kamma pasado, pero la conciencia resultado no influencia la realización de acciones kusala (sanas) o akusala (insanas). Las acciones kusala o akusala no son el resultado del kamma pasado; más bien, uno está acumulando nuevo kamma en la existencia actual y éste dará resultados en el futuro.

El kamma se clasifica en diferentes grupos y clases. Una de las clasificaciones del kamma es en buen kamma y mal kamma. Hay diez tipos de buen kamma, diez buenas voliciones o acciones. Son buenas porque están asociadas con buenos estados mentales, buenos componentes mentales y dan buenos resultados.

El primer buen kamma es generosidad o dar. Practicamos generosidad porque dando lo que tenemos a los demás adquirimos kusala o mérito. Este kamma kusala dará resultados en las vidas futuras. La generosidad también nos ayuda a practicar desapego. Por ejemplo, yo podría estar apegado a esta grabadora. Si se la doy a otra persona, no sólo doy la grabadora sino que abandono el apego que tengo hacia ella. Me libero del apego, conocido como lobha; y cuando la mente está libre de lobha, es pura, limpia, tranquila. De esta forma, se estimula a las personas a practicar generosidad, dana, lo más posible.

El segundo buen kamma es moralidad. Moralidad significa tomar preceptos y observarlos. Para los budistas laicos, los cinco preceptos son el requerimiento mínimo: no matar, no robar, no tener conducta sexual inapropiada, no mentir y no tomar alcohol e intoxicantes. Durante los retiros agregamos tres preceptos lo que hace un total de ocho. Los tres preceptos adicionales son abstenerse de comer después del mediodía, abstenerse de escuchar música y usar adornos y abstenerse de usar camas o sillas altas y lujosas. La moralidad, conocida como sila, es la fundación del Samadhi o meditación.

El tercer buen kamma es meditación, cultura mental. Este es el mejor kamma que uno puede realizar en esta vida: practicar meditación vipassanà.

El cuarto buen kamma es reverencia, dar respecto a los demás, especialmente a los mayores. En Oriente es la costumbre que las personas jóvenes den respeto a los mayores. De esta forma, la relación entre los padres y los hijos, la relación entre los maestros y los estudiantes, se gobierna por las leyes de la reverencia.

El quinto buen kamma es servicio, hacer algo bueno por los demás como ayudar a una señora a cruzar la calle o ayudarla con la cosas pesadas. Otro tipo de servicio es aquel que damos al Buddha, a la Doctrina y a la Comunidad. Cuando uno limpia o trabaja en el monasterio, éste es un muy buen servicio.

El sexto buen kamma es compartir méritos. Cuando uno ha adquirido méritos, uno debe compartir estos méritos con otros seres. Compartir méritos es un mérito en sí mismo y nosotros compartimos méritos con todos los seres. Compartir méritos no significa que damos una porción de nuestros méritos a otros seres. Significa que les damos la oportunidad de adquirir méritos por ellos mismos. Una vez un hombre le preguntó a un Pacceka Buddha si el mérito compartido con otros disminuye. El Pacceka Buddha respondió: “Si usted tiene una vela y con ésta enciende otra vela, la luz de la primera vela no disminuye cuando enciende la otra. De hecho brilla más con la ayuda de la nueva vela encendida. De la misma forma, cuando comparte méritos, sus méritos no disminuyen sino que aumentan porque uno adquiere nuevos méritos.”

El séptimo buen kamma es regocijarse de los méritos de los demás. Esto significa decir: “sadhu, sadhu, sadhu,” lo que quiere decir “muy bien,” cuando los demás realizan acciones meritorias. Cuando otras personas comparten méritos con usted, dice: ” sadhu, sadhu, sadhu.” Esto significa que se regocija de los méritos de ellos y regocijándose de sus méritos, usted obtiene méritos.

El octavo buen kamma es escuchar el Dhamma (Doctrina). Es un buen mérito, una buena acción. Escuchando el Dhamma, uno comprenderá la Doctrina y cuando esto ocurre usted puede evitar acciones insanas y en su lugar realizar acciones sanas. Y relacionado con el octavo buen kamma es el noveno, enseñar el Dhamma, dar charlas sobre la Doctrina. Entonces, tanto ustedes como yo ahora estamos realizando un buen kamma.

El décimo y último buen kamma se denomina rectificar nuestras concepciones. Esto significa tener el conocimiento de que el kamma es enteramente nuestra propiedad, que nosotros únicamente somos los propietarios de nuestras acciones y que nadie más es responsable de nuestras acciones, nuestro kamma.

Así tenemos estos diez buenos kammas. En realidad pueden ser agrupados en tres: generosidad, moralidad y meditación. Dar respeto y servicio se incluyen en la moralidad; compartir méritos y regocijarse de los méritos de los demás se incluyen en la generosidad o dana; escuchar el Dhamma, enseñar el Dhamma y rectificar nuestras concepciones se pueden clasificar como meditación o cultura mental.

Veamos ahora los malos kammas. Los malos kammas son aquellas acciones que dan malos resultados, acciones que están asociadas con estados mentales insanos.

El primero de estos malos kammas es matar, matar seres. El segundo es robar, tomar aquello que no nos ha sido dado. El tercero es conducta sexual inapropiada. El cuarto es mentir. El quinto es calumniar, difamar (hablar mal del ausente). El sexto es lenguaje áspero, palabras abusivas-todo es mal kamma. El séptimo es lenguaje frívolo, lenguaje infructífero que no tiene valor o sentido. El octavo es desear poseer aquello que es propiedad de los demás. En pali, nosotros llamamos esto visama lobha, lo que significa apego distorsionado. Este no es el apego que uno tiene por la propiedad de uno mismo, es desear poseer la propiedad de otra persona y es una muy mala forma de apego. El noveno es mala voluntad o dosa; es desear herir a las personas, causar daño a los demás. Finalmente, el décimo mal kamma es concepción errónea. La concepción errónea es tener la creencia de que las cosas son permanentes, satisfactorias y que poseen un alma o substancia.

Éstos son los diez malos kammas que dan malos resultados y que debemos evitar si nosotros no deseamos estos resultados. Abstenerse de estos kammas es un buen kamma; abstenerse de matar, robar y de los otros malos kammas es en realidad un buen kamma. Debemos tener conocimiento de la ley de kamma, el conocimiento de que el kamma es enteramente nuestra responsabilidad. Esto es muy importante en el budismo y es uno de los buenos kammas denominado rectificar nuestras concepciones.

Tener conocimiento de la ley de kamma es conducente a la tranquilidad, uno de los siete factores de la iluminación. Para experimentar tranquilidad, uno debe hacer muchas cosas. Reflexionar sobre el kamma como nuestra propiedad es una de ellas. A veces usted está agitado e intranquilo porque no tiene lo que desea o porque tiene lo que no desea. En esta situación, reflexionar sobre el kamma lo ayudará a eliminar la agitación y por medio de esto ganar tranquilidad porque uno no puede hacer nada para cambiar el kamma del pasado. Uno debe soportar aquello que merece como resultado de la voliciones pasadas, el kamma pasado.

Reflexionar sobre el kamma es una buena forma de eliminar el resentimiento. A veces cuando practica metta (desear por el bienestar y la felicidad) uno irónicamente comienza a sentir resentimiento porque debemos enviar pensamientos de amor hacia alguien que, tal vez, nos es desagradable. Una forma de eliminar el resentimiento es reflexionar sobre el kamma como nuestra propiedad. Usted reflexiona: “Yo he renacido aquí como resultado de mi propio kamma y la otra persona ha renacido aquí por la misma razón y no hay nada que pueda hacer sobre esto. Pero si siento resentimiento hacia la otra persona, estoy realizando un nuevo kamma akusala (insano), que me dará malos resultados en los cuatro estados de sufrimiento.” Reflexionando de esta forma, puede eliminar el resentimiento.

El conocimiento del kamma también promueve que uno dependa de uno mismo. Debido a que el kamma es nuestra propiedad, uno es el arquitecto de su vida. Uno debe depender de uno mismo, no de los demás, para obtener buenos resultados; es uno mismo el que debe realizar buen kamma. Y debido a que los seres obtienen los resultados de acuerdo a su propio kamma, no hay nadie que los pueda ayudar para obtener estos resultados. Y además de depender de uno mismo, el conocimiento del kamma, enseña responsabilidad individual. Nosotros somos responsables de nosotros mismos, y cualquier cosa que tenemos o hemos hecho en esta vida, sólo nosotros somos responsables de esto. Cuando nos encontramos con buenas circunstancias, esto es el resultado de lo que hemos hecho en el pasado. De la misma forma, cuando nos encontramos en circunstancias desfavorables, nosotros somos responsables.

Entonces, si uno desea obtener buenos resultados, uno sólo necesita realizar buen kamma en esta vida. De esta manera, el conocimiento del kamma da consuelo y esperanza porque nosotros podemos confiar en nosotros mismos para dar forma a nuestra vidas futuras realizando buen kamma aquí. Así el kamma no es destino, porque podemos evitar los resultados del mal kamma realizando buen kamma en esta vida. No tenemos que temer de alguien que nos juzgue o que nos pueda enviar al infierno. De acuerdo al budismo, nadie nos puede enviar al infierno, únicamente nosotros mismos; pero también nos podemos enviar al mundo de las divinidades.

El conocimiento del kamma también promueve que uno dependa de uno mismo. Debido a que el kamma es nuestra propiedad, uno es el arquitecto de su vida. Uno debe depender de uno mismo, no de los demás, para obtener buenos resultados; es uno mismo el que debe realizar buen kamma. Y debido a que los seres obtienen los resultados de acuerdo a su propio kamma, no hay nadie que los pueda ayudar para obtener estos resultados. Y además de depender de uno mismo, el conocimiento del kamma, enseña responsabilidad individual. Nosotros somos responsables de nosotros mismos, y cualquier cosa que tenemos o hemos hecho en esta vida, sólo nosotros somos responsables de esto. Cuando nos encontramos con buenas circunstancias, esto es el resultado de lo que hemos hecho en el pasado. De la misma forma, cuando nos encontramos en circunstancias desfavorables, nosotros somos responsables.

Entonces, si uno desea obtener buenos resultados, uno sólo necesita realizar buen kamma en esta vida. De esta manera, el conocimiento del kamma da consuelo y esperanza porque nosotros podemos confiar en nosotros mismos para dar forma a nuestra vidas futuras realizando buen kamma aquí. Así el kamma no es destino, porque podemos evitar los resultados del mal kamma realizando buen kamma en esta vida. No tenemos que temer de alguien que nos juzgue o que nos pueda enviar al infierno. De acuerdo al budismo, nadie nos puede enviar al infierno, únicamente nosotros mismos; pero también nos podemos enviar al mundo de las divinidades.

Conocer y creer en la ley de kamma es un requerimiento básico para ser budista. Taungpulu Sayadaw hizo hincapié en este punto. Con esta creencia y conocimiento, uno realiza acciones meritorias; y estas acciones meritorias son las mejores acciones meritorias si se realizan teniendo en mente el conocimiento del kamma y sus resultados. Si uno trae a la mente el conocimiento del kamma cuando realiza acciones meritorias, se dice que éstas tienen tres raíces sanas, no apego, no enojo y no ignorancia. Cuando las acciones meritorias están acompañadas por tres raíces sanas, darán resultados en las vidas futuras y uno renacerá como un ser dotado con estas raíces. Aquellos que renacen con tres raíces sanas tienen la capacidad de alcanzar jhana o el Nibbana en la existencia presente. Así es muy importante tener conocimiento del kamma en el momento de realizar acciones meritorias.

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Pregunta: ¿Es la intención de compartir méritos inspirar a los demás para obtener méritos por ellos mismos?

Respuesta: Sí. Cuando uno se regocija de las acciones meritorias de otras personas, este regocijo es en sí mismo una acción meritoria. Compartir méritos es más efectivo para las personas difuntas. Por ejemplo, una persona muere y renace como un espíritu carenciado o peta. Si otras personas, familiares, realizan acciones meritorias y las comparten con el espíritu (diciendo: “¡Qué el espíritu venga aquí y se regocije de nuestras acciones meritorias”), el espíritu, escuchando esto y regocijándose de las acciones, puede obtener buenos resultados inmediatamente. El peta obtiene resultados inmediatos, pero nosotros en esta vida (como humanos) no obtenemos los resultados tan pronto.

Está la historia del rey Bimbisara de India quien fue discípulo de Buddha y que alcanzó el primer estado de santidad. En una vida pasada, algunos de sus familiares realizaron una mala acción. Un grupo de personas estaba preparando comida para ofrendarla a la comunidad encabezada por Buddha y algunos de los familiares de Bimbisara tomaron deshonestamente parte de la comida. Debido a esto, ellos renacieron como espíritus carenciados, con dificultad para obtener suficiente alojamiento y comida. Bimbisara ofreció comida a Buddha y los espíritus esperaban que Bimbisara compartiera méritos con ellos. Pero Bimbisara no sabía sobre compartir méritos y los espíritus no obtuvieron nada. Se sintieron enojados y mostraron visiones terroríficas al rey durante la noche. A la mañana siguiente Bimbisara le informó a Buddha quien le aconsejo de compartir méritos con sus familiares después de realizar buenas acciones. Bimbisara siguió el consejo y específicamente dedico sus méritos a ellos. Los espíritus dijeron: “sadhu, sadhu, sadhu,” y obtuvieron resultados inmediatamente.

Pregunta: ¿Podemos nosotros escapar de los efectos del mal kamma?

Respuesta: Hay diferentes tipos de kamma. Algunos dan resultados en la próxima existencia, otros en las existencias subsiguientes. Aquellos que dan resultados en las existencias futuras es un depósito de kamma que todos poseen. Nosotros hemos estado atravesando este samsara (ciclo de nacimiento y muerte) por muchos eones y hemos realizado muchas cosas buenas y muchas cosas malas. Algunos de estos kammas ya podrían haber dado resultados, pero algunos podrían no haber dado resultados. Tanto los buenos kammas como los malos kammas están, en cierta forma, esperando la oportunidad para dar resultados. Los malos kammas dan resultados cuando hay circunstancias favorables para que estos ocurran. Si uno realiza un mal kamma aquí (en esta existencia), el mal kamma del pasado tiene más posibilidad de dar resultados cuando uno realiza un nuevo mal kamma. Pero si uno realiza buen kamma aquí y ahora, uno puede bloquear, pero no erradicar totalmente, el mal kamma del pasado. Ésta es la razón por la cual uno debe realizar acciones meritorias. Buddha, una vez, explicó esto en forma de símil. Si uno pone una cucharada de sal en una taza de agua, el agua sabrá salada. Pero si uno pone la misma cantidad de sal en un lago, el agua no sabrá muy salada. De esta forma, cuando uno tiene una gran cantidad de buen kamma, uno puede contrarrestar o diluir los efectos del mal kamma. Sólo cuando uno alcanza el estado de Arahant, puede erradicar completamente los efectos del kamma. Pero nosotros podemos bloquear los efectos del mal kamma aquí realizando buenas acciones. Realizando buenas acciones, hacemos que las circunstancias sean desfavorables para que el mal kamma del pasado de resultados.

Pregunta: ¿Son los resultados y las acciones distintos estados de conciencia?

Respuesta: De acuerdo al Abhidhamma son estados mentales separados. Hay cuatro realidades: conciencia, estados mentales, propiedades materiales y el Nibbana. Los estados mentales aparecen simultáneamente con la conciencia y el kamma es uno de esos estados mentales. La conciencia acompaña el estado mental que representa el kamma. Ambos desaparecen, pero el kamma es un estado mental que deja una potencialidad para dar resultados en el futuro.

Pregunta: ¿Los estados mentales negativos como el enojo o la mala voluntad dan siempre malos resultados?

Respuesta: Sí. Pero los resultados varían de acuerdo a la intensidad del enojo o el odio. A veces el enojo o la mala voluntad es débil, pasajero, en este caso los resultados no son muy pronunciados. Pero a veces la intensidad es tal que uno mata a alguien y como motivo de esta acción experimenta muy malos resultados. En los libros se menciona que matar una vaca es peor que matar un perro o un gato porque para matar una vaca se requiere mucho esfuerzo porque es más grande. Cuando el ser muerto es de poca moralidad, los malos resultados son menores. Si una persona mata a alguien que es muy malvado, el kamma akusala no será tan malo como el que resultaría si esa persona mata a una persona virtuosa. Entonces de acuerdo a la moralidad (sila) de la persona que se mata y de acuerdo al esfuerzo requerido para cometer el acto, los resultados varían. Hay diferentes grados de kamma kusala y kamma akusala que dan distintos tipos de efectos.

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SEGUNDA PARTE

Quisiera proveer al lector de las definiciones de algunos de los términos que usaré en esta parte. Las definiciones se pueden encontrar en el Buddhist Dictionary de Nyanatiloka (Buddhist Publication Society, Kandy, Sri Lanka, 1980). El término citta significa conciencia. Hay 89 tipos de conciencia (121 de acuerdo a otro cálculo). Cetasika significa los factores mentales o concomitantes mentales que están asociados con la conciencia (citta) que surge simultáneamente con ellos; estos factores mentales están condicionados por la presencia de la conciencia. Otro término, rupa, significa forma, materia, corporeidad. El Abhidhamma describe todos los fenómenos en tres grupos: citta, cetasika y rupa. De estos tres, los factores mentales comprenden la sensación, la percepción y las 50 formaciones mentales; en total 52 concomitantes mentales.

Otro término que usaré es cetana. Cetana, volición o voluntad, es uno de las siete cetasikas universales que están asociadas con todos los tipos de conciencia. Estas siete cetasikas son el contacto sensorial o mental (phassa), la sensación (vedana), la percepción (sañña), la volición (cetana), la unificación (ekaggata), la facultad vital (jivita) y la atención (manasikara). Por último, explicaré otro término. Si bien estoy usando la forma pali de la palabra, kamma, ustedes probablemente ya saben que la forma sánscrita es karma. En pali, las dobles consonantes se asimilan o simplifican; la “r” y la “m” combinadas se convierten en “mm”. Pero ambas palabras significan exactamente lo mismo.

¿Qué es kamma? Kamma se explica como acción o acto. Básicamente, kamma significa trabajo o tarea o acción o acto, pero en el budismo, kamma se define como aquello por medio del cual se realizan las acciones o a través del cual se realizan las acciones. La acciones en sí mismas no se llaman kamma. Cuando hacemos algo, surge en nuestra mente un tipo de conciencia y ésta está acompañada por lo que llamamos volición, cetana, y es esto lo que se denomina kamma. Buddha dijo claramente: “Es la volición (cetana) lo que yo llamo kamma. Por medio de la volición, uno realiza una acción corporal, verbal o mental.” Cualquier acción que uno realiza, surge en la mente un tipo de conciencia, ya sea sana o insana, y este tipo de conciencia está acompañada por la volición, cetana, y esa cetana es lo que llamamos kamma. Entonces kamma es la volición en nuestras mentes, la volición asociada con las cittas sanas e insanas. La volición (cetana) acompaña cada uno de los tipos de conciencia; es una de las siete cetasikas que acompañan los 89 o 121 tipos de conciencia. Pero por kamma, nos referimos a cetana que acompaña los tipos de conciencia sanas e insanas únicamente. Entonces, cetana acompañando las cittas sanas o insanas es lo que se denomina kamma.

Ustedes podrían conocer sobre los doce factores de la doctrina del Origen Condicionado. Allí encontrarán el término sankhara que significa formaciones mentales. Formaciones mentales en realidad significa kamma y es este kamma el que produce resultados en esta existencia o en las existencias futuras. Así tenemos los factores: de la ignorancia dependen las formaciones mentales; de las formaciones mentales depende la conciencia; de la conciencia depende la mente y la materia; de la mente y la materia dependen las seis bases de los sentidos; de las seis bases de los sentidos depende el contacto; del contacto depende la sensación; de la sensación depende el deseo; del deseo depende la adherencia; de la adherencia depende la existencia; de la existencia depende el nacimiento; y del nacimiento dependen la vejez y la muerte.

Antes de continuar, quisiera mencionar que el kamma no es el resultado de la acción sino la causa, aunque en lenguaje común usamos la palabra en el sentido de los resultados. Tampoco el kamma es destino o predestinación aunque en algunos sentidos parece serlo. El kamma no es destino en el sentido de que hay algo que nos es impuesto por un agente externo, pero es un determinante significativo de nuestra vida presente y futura. Otra cosa que no se debe atribuir a la doctrina de kamma es la idea del kamma grupal o colectivo. No hay la operación de un kamma colectivo que afecta a un grupo de personas. Podría existir, sin embargo, un grupo de personas que hacen algo juntos y que obtienen colectivamente los resultados de sus kammas individuales. En este caso, los resultados de cada kamma individual está operando.

La ley de kamma es una ley de causa y efecto que dice que cuando hay una causa, hay un efecto; no hay efecto que tenga lugar sin una causa. También podríamos describir kamma como una ley de acción y reacción: cuando hay una acción, hay una reacción. La ley de kamma es una ley natural, como la ley de la gravedad. Nadie puede interferir con esta ley, ni aun Buddha. Existe una vieja historia de que Buddha no pudo salvar a sus familiares de ser asesinados; él no pudo prevenir que ellos estuvieran sujetos a los efectos de su kamma (leer Buddhist Legends (traducción del Comentario del Dhammapada por Eugene Burlingame), part 2, pág. 30-46).

El primer componente del Óctuple Noble Sendero es Recto Entendimiento. Uno de los requerimientos básicos del Recto Entendimiento es comprender la ley de kamma.

¿Es todo debido al kamma? En el Buddhist Dictionary, el Venerable Nyanatiloka escribe: “Totalmente errónea es la creencia de que, de acuerdo al budismo, todo es el resultado de una acción previa.” Cualquier volición sana o insana no es el resultado de una acción anterior porque ella es la acción; es decir, la volición no está influida por los resultados del kamma pasado.

Hay diversas categorías de cittas, conciencias. Uno de los tipos de conciencia se denomina resultante. Las conciencias resultantes son el efecto del kamma, pero hay otros tipos de conciencia que no son el resultado del kamma. Entonces, no todo es debido al kamma. Por ejemplo, cuando vemos algo deseable, esa conciencia visual es producto del kamma. Pero nuestra reacción ante esa conciencia visual o ante el objeto no es causada por el kamma. Nuestra reacción es un nuevo kamma que nosotros realizamos. Ver un objeto deseable es el resultado de un buen kamma; ver un objeto indeseable es el resultado de un mal kamma. Si vemos un hermosa rosa, esto es el resultado de un buen kamma. La rosa no es el resultado del kamma, es simplemente un objeto natural. Pero la conciencia que ve la rosa es el resultado del buen kamma. Luego viene la reacción. Si uno tiene apego a la rosa, la reacción es insana (akusala); si la reacción es ver la verdadera naturaleza de la rosa, su impermanencia, insubstancialidad, sujeta a las leyes del surgir y cesar, entonces su reacción no es de apego, lo que es sano (kusala). La reacción es tanto kusala o akusala y dará resultados en el futuro. Cada cosa que uno encuentra en esta vida es el resultado del kamma en el pasado, pero la reacción a esto no es resultado. La reacción es nuevo kamma.

¿Quién es el hacedor del kamma? ¿Quién disfruta o experimenta los resultados del kamma? Esto es muy difícil de explicar porque el budismo no acepta una persona o ser o Atman (alma) dentro de la persona. No obstante esto, decimos que si uno realiza buenas acciones, uno obtiene buenos resultados en el futuro y viceversa. La forma de explicar esta aparente paradoja es decir que el budismo acepta tanto la identidad y la diversidad. Hay una continuidad pero la mente y la materia a lo largo del tiempo no es idéntica. En cada momento, una nueva mente y materia surge y cesa. Entonces, hay algo como continuidad pero aquello que continúa no es idéntico a lo que existió antes; nada de este momento pasa al próximo momento. Así, en un sentido final, no hay hacedor del kamma ni experimentador de los resultados; no hay hacedor por encima y más allá del hacer ni experimentador por encima o más allá de la ocurrencia del resultado. Aparte de la acción, no hay nadie que podamos llamar el agente de la acción. En lenguaje convencional, por supuesto, tenemos que decir que los seres obtienen los resultados del buen kamma o del mal kamma, pero el término “ser” es simplemente un modo del lenguaje usado por conveniencia.

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CLASIFICACIÓN DEL KAMMA

El kamma puede ser clasificado de acuerdo a la función, orden de los efectos, tiempo de los efectos y lugar de los efectos. La primera división es de acuerdo a la función: kamma productivo, kamma de apoyo, kamma obstructivo y kamma destructivo. Kamma productivo significa el kamma que produce efectos. El kamma de apoyo no produce resultados pero apoya los resultados de otro kamma. El kamma obstructivo es como el kamma de apoyo pero en el sentido contrario; puede interferir con el resultado de otro kamma. El kamma destructivo es aquel que destruye el resultado de otro kamma. Todos estos kammas pueden ser buenos o malos, kusala o akusala.

Con respecto al orden de los efectos, tenemos kamma pesado, próximo, habitual y de reserva. El pesado es un kamma muy serio. Kamma pesado akusala podría ser acciones como matar al padre o a la madre; del lado kusala, jhana (altos estados meditativos de conciencia). Si uno mata a sus padres, seguramente renacerá en el más bajo de los infiernos; si uno muere con el estado de jhana intacto, uno renacerá en el mundo de los Brahmas. El kamma próximo es aquel que se realiza en el momento de la muerte. El kamma habitual es el kamma que uno realiza habitualmente en la vida, como practicar meditación todos los días o realizar diariamente acciones kusala. El kamma de reserva es aquel que dará resultados cuando los otros tres no están presentes. Ahora, cuando hay kamma pesado y kamma próximo, el kamma pesado dará resultados en la próxima existencia. Cuando hay kamma próximo y kamma habitual, el kamma próximo dará resultados. Si hay kamma habitual y kamma de reserva, el kamma habitual dará resultados. El kamma próximo es muy importante porque es el kamma que se realiza en los últimos momentos antes de la muerte y el que determina el inmediato renacimiento. Hay una historia de un hombre malvado que cazó animales toda su vida. Debido a que mató tantos seres vivientes, él estaba a punto de morir y renacer en un plano de sufrimiento. Pero su hijo que era un Arahant lo ayudó en los últimos momentos antes de la muerte y logró renacer en un buen destino.

Con respecto al tiempo de los efectos, tenemos kamma que da resultados en esta existencia, en la próxima existencia y en las existencias subsiguientes a la próxima. En esta categoría tenemos otro tipo de kamma que se denomina kamma extinto, un kamma cuyo tiempo para dar resultados ha pasado. Pero el kamma que da resultados en las existencias subsiguientes a la próxima nunca puede convertirse en extinto siempre y cuando haya continuidad de renacimientos y muertes. Los kammas que dan resultados en la existencia actual y en la próxima existencia pueden convertirse en extintos si ellos no dan resultados durante sus períodos respectivos debido a circunstancias desfavorables. Pero el kamma que da resultados en las existencias después de la próxima nunca se convierte en extinto siempre y cuando uno no escape del samsara, el ciclo de renacimientos. Este depósito de kamma siempre existe en los seres. Ésta es la razón por la cual los animales tienen la oportunidad de renacer como seres humanos, aun cuando la mayoría de sus acciones como animales son akusala. Algún kamma kusala que el animal realizó en el pasado tiene la posibilidad de dar resultados y de esta manera el animal puede escapar de la existencia animal o de un plano aun de más sufrimiento.

La última clasificación del kamma es de acuerdo al lugar donde los efectos ocurren. El kamma da resultados en los diversos planos de existencia: el plano de los sentidos, el plano de la materia sutil y el plano inmaterial. Por ejemplo, el kamma insano da resultados en los cuatro estados de sufrimiento y en los seres humanos y aun en algunos seres divinos. El kamma sano que pertenece al plano de los sentidos da resultados en todos los tipos de existencia.

¿Cuáles son los resultados del kamma? Sólo dos cosas son los resultados del kamma. Una es citta y cetasikas; la otra es rupa, propiedades materiales.

Los tipos de conciencias resultantes y las cetasikas asociadas con ellas son resultados del kamma. Algunas, pero no todas de las propiedades materiales de nuestros cuerpos son producto del kamma. Así, cuando decimos que son los resultados del kamma, nos estamos refiriendo a esto: las propiedades materiales producto del kamma y las cittas y cetasikas resultantes producto del kamma. Una rosa no es el resultado del kamma; está simplemente allí, dependiendo de causas naturales. Pero la conciencia de la misma o la experiencia de ella, la conciencia visual por medio de la cual uno ve la rosa, es producto del kamma. Y el ojo o mejor dicho la sensibilidad visual con la que uno ve, también es producto del kamma. Su reacción a la rosa no es el resultado del kamma. De esta forma, hay resultado del kamma y nuevo kamma y luego habrá resultado de este nuevo kamma otra vez en el futuro. Entonces, causa y efecto que continúa y continúa.

La ley de kamma dice que los seres obtienen aquello que ellos merecen, pero esto no significa que nosotros no debemos ayudar a las personas o que no debemos ayudar a aliviar su sufrimiento. Tanto como podamos, debemos hacer lo posible para aliviar el sufrimiento. Pero si no podemos aliviar el sufrimiento, debemos comprender que la causa del sufrimiento es el kamma y cultivar compasión. La compasión o karuna es una buena cualidad para cultivar, pero mientras cultivamos karuna podríamos sentir enojo. Por ejemplo, algunas personas quieren ayudar a los animales que se usan en los laboratorios para experimentos. Pero mientras ayudan a esos animales, algunos también están cultivando enojo y odio hacia las personas que realizan los experimentos. Cuando practicamos karuna, debemos tener cuidado de no cultivar estados insanos. Si tenemos enojo, ya no estamos practicando karuna.

Quisiera completar esta parte de la clase con un ilustración de un proceso cognitivo y el lugar del kamma en el. Es el símil del mango y pondré números en cada una de las etapas del proceso. Un cierto hombre con su cabeza cubierta fue a dormir al pie de un árbol de mangos (0). Luego un mango se desprendió de la rama, cayó al suelo, rozando su oído (1,2,3). Despierto por el sonido (4), abrió sus ojos y miró (5). Extendiendo su mano, tomó el fruto (6), lo apretó (7), lo olió (8), lo masticó con placer (9-15) y lo deglutió (16-17). Luego se durmió nuevamente (0).

Hay diecisiete momentos mentales o cittas cuando un objeto se presenta a la mente a través de las puertas de los cinco sentidos, como en el símil del mango. Tenemos la conciencia de continuidad vital (bhavanga)(0,1,2,3), un tipo de conciencia inactiva y luego tenemos una serie de los siguientes tipos de conciencia: advertencia en la puerta de los sentidos (4); conciencia visual (5); recepción (6); investigación (7); determinación (8); javana (impulsión) (9-15); registro (16-17); y luego bhavanga nuevamente (0). Los momentos mentales durante los cuales el kamma se realiza son los siete momentos de impulsión conocidos en pali como javana. En estos momentos, uno experimenta el objeto completamente y son los momentos en que uno crea kamma. En el primer momento uno adquiere kamma que, habiendo circunstancias favorables, dará resultado en esta existencia. En el séptimo y último momento de javana, uno adquiere kamma que dará resultados en la próxima existencia. En los cinco momentos intermedios, uno adquiere kamma que dará resultados en las existencias después de la próxima; esto es, a partir de la tercera existencia considerando la existencia presente como la primera. Si la primera javana no da resultados en esta existencia, se convierte en extinta; si la séptima javana no da resultados en la próxima existencia, se convierte en extinta. Pero las cinco javanas entre la primera y la séptima pueden dar resultados en cada existencia subsiguiente hasta que uno alcance el estado de Arahant. Por lo tanto, los siete momentos de javana, cuando uno realiza kusala o akusala kamma, son los momentos más importantes del proceso cognitivo del Abhidhamma. En estos momentos, la forma en que reaccionamos ante el objeto (de una manera sana o insana) produce resultados de los que nosotros deberemos ser responsables en el futuro.

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El Venerable U Silananda es un maestro de meditación y scholar originario de Birmania (Myanmar). Su conocimiento del Abhidhamma es bien conocido, especialmente entre los monjes Theravadas, y él ahora está compartiendo este conocimiento con los estudiantes de Norte América. El Venerable U Silananda, monje por más de cuarenta y cinco años, ocupó una posición prominente en el Sexto Concilio Budista como compilador del Diccionario Pali-Birmano y como editor del Canon Pali y Comentarios. Él fue uno de los cuatro monjes que vino a América con el Venerable Mahasi Sayadaw en 1979 por invitación de la Insight Meditation Society (Barre, Mass.) para enseñar meditación. Mahasi Sayadaw eligió U Silananda y a otro monje para que permanezcan en América para servir las necesidades de la comunidad Birmana y para propagar el Dhamma en este país. Él tiene la habilidad de comunicar su conocimiento de meditación y las enseñanzas Budistas en un inglés claro y preciso y también es un maestro capaz, paciente y amistoso. Además de sus actividades en el Área de la Bahía, U Silananda ha dado clases, retiros y conferencias en Florida, Tennessee, Oregón, Washington, D.C., y en California. U Silananda reside en Half Moon Bay,, California, en el monasterio Dhammananda Vihara, 17450 South Cabrillo Hwy. Sesiones de meditación tienen lugar en el monasterio todas las noches de 7 a 8. Por favor llame antes de asistir al (415) 726-7604. U Silananda es el consejero espiritual de la Theravada Buddhist Society of America y del Dhammachakkha Meditation Center.

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* Venerable U Silananda. Traducción al español por Bhikkhu Nandisena. Este material puede ser reproducido para uso personal, puede ser distribuido sólo en forma gratuita. ©CMBT 1999. Última revisión lunes, 13 de marzo de 2000. Fondo Dhamma Dana.