Correo sobre la sombra jungiana

Sobre la “sombra” junguiana

Gracias Abelardo por tu interés en el tema. A propósito de tu
referencia acerca de la figura del “brujo” como arquetipo de la
sombra según Jung también existe otra figura que el propio Jung
remarcó como tal.
Se trata de la figura del “indio”,del “hombre salvaje”, el “piel
roja” en suma. Como sabes esa tipificación de ese personaje como un
proceso de integración del inconsciente (el puente-nagual dirian
algunos brujos)tiene un error claro: el etnocentrismo.
Es decir, estamos hablando de la psicología de un alemán
protestante del siglo XX, académico con apuros por mostrarse
heterodoxo y que en su destino se encuentra con el Misterio.
Es decir, el indio existe, no es una “figura inconsciente”, lo que
nos lleva a realidad a la lucha entre las mentalidades (civilizado-
nativo) que es campo de batalla de hace muchos siglos.
Ni el brujo ni el indio son la “sombra”, pues cada hombre genera su
propia sombra y la representa según sus circunstancias personales.
Eso es así.
Pero sí es cierto que aún hoy, para la sociedad moderna, estas
figuras representan mucho de la “sombra” en el sentido de lo
rechazado e ignorado. Espero que se comprenda la importancia de
olvidar los tabús y habitos morales-cognitivos del pasado.
Respecto a la importancia de revalidar la palabra “brujo” he de
recordar que la cuna de la tradición esotérica en Europa es España
(la conexión con Oriente mediante los arabes) y que sólo cuando los
sabios españoles pasaron a Italia realmente se produjo ese
extraordinario fenómeno de resurgir que fue el Renacimiento (el
origen de todo nuestro moderno arte y conocimiento).
Esta tierra, que tiene en su debe el hecho de la colonización
católica, tiene como tarea el volver a reparar el error histórico.
Que sea la “otra España”, la de la mezcla y el conocimiento, la que
afirme la riqueza y sabiduría de esos pueblos que fueron
llamados “herejes” e “hijos del Diablo”…en suma, seguidores de la
brujería.
Sólo así, desde la revisión histórica y aceptación de que hay otra
versión de la historia, podemos volver a comenzar de nuevo con la
satisfacción de saber que no todo ha sido “curas y militares” en este
pueblo. Y permitir que las culturas nativas americanas puedan volver
a expresarse sin temor ni necesidad de “camuflarse” bajo sincretismos
religiosos que expresan el temor a la inquisición católica.
La nueva brujería será por tanto la reafirmación de ese saber
ancestral, de ese pensamiento chamánico que recorre todos los pueblos
del mundo. Conectar de nuevo con el hilo histórico de la sabiduría y
seguir trabajando en el desarrollo del arte y el conocimiento humano
(sin el verdugo clerical ni el verdugo ateo).
Mientras tanto tendré que seguir soportando la ignorancia y temores
de los herederos de una cultura caduca, mientras tanto quizás siga
siendo la “sombra” para otros (con su mezcla de rechazo, burla y
temor).