FALLAS DE LA BIBLIA 31

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 31
Julio de 1985

COMENTARIO

ISAÍAS 42:1-20

Además de Isaías 52-53 (en el Comentario del mes pasado), también se suelen admirar otras secciones del Antiguo Testamento como ejemplos supremos de profecía mesiánica. A menudo se citan, por ejemplo, el capítulo 42 de Isaías y los versos 10-12 de Génesis 49, a pesar de su total falta de aplicabilidad a Jesús de Nazaret. Isaías 42 no puede ser una referencia a Jesús por varias razones:

1) “He aquí mi siervo, yo lo sostendré; mi escogido en quien mi alma toma contentamiento: he puesto sobre él mi espíritu…” (Isaías 42:1)
a) El verbo en tiempo presente perfecto muestra que la persona descrita es alguien que ya ha vivido.
b) ¿Dios llamaría a Jesús siervo suyo?
c) ¿Cómo puede sostenerse a Jesús? ¿Él necesita que lo sostengan?
d) ¿Cómo puede Dios poner su espíritu sobre su igual, Jesús (Juan 10:30 “Yo y el Padre una cosa somos”).
e) Igualmente desconcertante es cómo puede Dios tener un alma.

2) “… dará juicio a los gentiles.” (Isaías 42:1)
a) En Mateo 15:24 Jesús dijo que no había sido enviado a la tierra sino para buscar a las ovejas perdidas de Israel, lo cual excluye a los gentiles.
b) En Mateo 10:5 Jesús les dijo específicamente a sus seguidores que no fueran con los gentiles.
c) Jesús no tuvo ninguna autoridad sobre los gentiles.

3) “No clamará, ni alzará, ni hará oír su voz en las plazas.” (Isaías 42:2)
a) Pero Jesús lloró (Juan 11:35).
b) Clamó y alzó su voz en público y en espacios abiertos. Reprender a los mercaderes y tirar sus mesas no es señal de serenidad. Mateo 27:46, 50, Marcos 15:34, 37, 39, Lucas 19:41, 23:46 y Juan 7:28, 37, 11:43, 12:44 muestran que este verso no tiene nada que ver con Jesús.

4) “No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare…” (Isaías 42:3) Esto contradice al Salmo 2:9 (“Quebrantarlos has con vara de hierro: como vaso de alfarero los desmenuzarás”), que también es aplicado a Jesús.

5) “No se cansará, ni desfallecerá, hasta que ponga en la tierra juicio; y las islas esperarán su ley.” (Isaías 42:4)
a) Jesús sí falló y desfalleció, como muestran Mateo 27:46 (“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”) y Juan 11:35 (“Y lloró Jesús”).
b) Él nunca ha puesto juicio en la tierra.
c) Es más bien difícil extraer algún grado de racionalidad de este verso, pues prácticamente está diciendo que Jesús no fallará hasta que haya tenido éxito. Fallará en el momento en que logre establecer justicia.

6) “¿Quién ciego, sino mi siervo? ¿Quién sordo, como mi mensajero que envié? ¿Quién ciego como el perfecto, y ciego como el siervo de Jehová… ” (Isaías 42:19)
a) ¿Dios diría que Jesús es ciego y sordo, o más ciego y sordo que otras personas? ¿Dios desacreditaría a Jesús en términos tan desfavorables?
b) ¿Cómo puede ser ciego o sordo un ser perfecto?
c) ¿Dios llamaría a Jesús siervo suyo?

7) “… que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye?” (Isaías 42:20) ¿Dios describiría a Jesús de esta manera?

GÉNESIS 49:10-12

También Génesis 49 contiene versos supuestamente mesiánicos, que son igualmente inválidos.

1) Génesis 49:10 (“No será quitado el cetro de Judá y el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siló; y a él se congregarán los pueblos.”)
a) Los apologetas ven a Jesús como Siló, aunque el cetro fue quitado de Judá 600 años antes de que Jesús naciera. Si Siló es Cristo, entonces la profecía es falsa, porque el rey de Judá (Sedequías) fue capturado por Nabucodonosor (2 Reyes 25:7) y todos los líderes judíos fueron capturados y llevados a Babilonia. Todo eso sucedió 588 años antes del nacimiento de Cristo.
b) Si el cetro persistió durante el período precristiano, de todos modos fue quitado casi 50 años después de la muerte de Jesús, con la destrucción del templo. El cetro no se quitó de Judá cuando vino el llamado Siló (Jesús); fue 50 años más tarde, cuando Jerusalén cayó ante los romanos.
c) Durante el período del segundo templo, no hay indicación de que ningún descendiente de Judá hubiera gobernado Israel o Judá.
d) Los expertos están en desacuerdo sobre la traducción exacta de este verso. Para algunos, debería decir: “hasta que venga a Siló”. Afirman que Siló no es un hombre ni un mesías, sino un lugar. Cada vez que se menciona “Siló” en el Antiguo Testamento después de Génesis 49:10, se refiere claramente a un sitio. Fue el asiento del santuario nacional antes de ser movido a Jerusalén. Siló era donde se llevaban a cabo las reuniones nacionales antes de que David tomara Jerusalén.
e) ¿Cuándo se congregaron los pueblos ante Jesús?
f) Génesis 49:10 se suele atribuir a Jacob, lo cual es cuestionable a la luz del hecho de que Judá no recibió el cetro hasta que David ascendió al trono cientos de años después del tiempo de Jacob.

2) Génesis 49:11-12 (“Atando a la vid su pollino, y a la cepa el hijo de su asna, lavó en el vino su vestido, y en la sangre de uvas su manto: sus ojos bermejos del vino…”) Estos dos versos se aplican a la misma persona que Génesis 49:10. Uno no puede evitar preguntarse cuándo Jesús lavó sus ropas en vino o en la sangre de las uvas.

JESÚS DESCALIFICADO

Uno de los aspectos más interesantes de la profecías mesiánicas es el grado hasta donde los cristianos han empleado selectivamente cada verso susceptible de ser torcido en manera tal que pruebe la identidad mesiánica de Jesús, ignorando sistemáticamente los versos que demuestran lo contrario. Usan cualquier verso del Antiguo Testamento que pueda relacionarse con Jesús de manera positiva pero evitan todos los que igualmente podrían utilizarse para refutar sus credenciales. Muchos versos contradicen su carácter mesiánico mejor de lo que los otros versos lo comprueban. Varios de los que desacreditan su misión son más claros y fuertes que aquellos que hablan a su favor:

1) “No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salud” (Salmo 146:3). En numerosas ocasiones se llamó a Jesús hijo del hombre.

2) “¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, y el hijo de hombre, también gusano?” (Job 25:6). Jesús solía llamarse a sí mismo hijo del hombre.

3) ¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, y que se justifique el nacido de mujer?” (Job 15:14); “¿Quién hará limpio de inmundo? Nadie” (Job 14:4); “… Y cómo será limpio el que nace de mujer?” (Job 25:4). El supuestamente puro Jesús nació de la impura y pecadora María. Virgen o no, María seguía estando bajo la sombra del pecado original.

4) Los cristianos no dudan en aplicar el Salmo 22 a Jesús, pero ignoran convenientemente el verso 6, que dice: “Mas yo soy gusano, y no hombre..”

5) El siervo doliente descrito en Isaías es supuestamente Jesús, pero el verso 42:19 dice: “¿Quién ciego, sino mi siervo? ¿Quién sordo, como mi mensajero que envié? ¿Quién ciego como el perfecto, y ciego como el siervo de Jehová?”. ¿No se suponía que Jesús era un mensajero perfecto enviado por Dios?

6) Jesús fue un hombre en quien muchos confiaron y siguen confiando, pero el Antiguo Testamento recomienda:
a) “… Maldito el varón que confía en el hombre…” (Jeremías 17:5) y “Mejor es esperar en Jehová que esperar en hombre” (Salmo 118:8).

7) “… y no he visto justo desamparado, ni su simiente que mendigue pan” (Salmo 37:25). Entonces Jesús no pudo ser justo, pues fue desamparado por Dios y muchos de sus seguidores mendigan pan.

8) “… los dioses, cuya morada no es con la carne” (Daniel 2:11). Pero Jesús era supuestamente el dios hombre hecho carne.

9) A Jesús se le llamó hijo del hombre, pero los Salmos 8:4 (“… ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, que lo visites?”) y 144:3 (“Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que de él conozcas? ¿O el hijo del hombre, para que lo estimes?”) denigran al hijo del hombre.

10) Y para terminar, Nahúm 1:11: “De ti salió el que pensó mal contra Jehová, un consejero impío”. En Isaías 9:6 se llama consejero a Jesús.

QUÉ HACE FALTA

Con frecuencia sabemos de lectores que luchan con la pregunta de cómo lidiar de manera más efectiva con la religión en general y la Biblia en particular. Sin duda, éste es un problema grande y, a juzgar por la enorme influencia que ambas tienen, no se ha tratado adecuadamente. De hecho, los defensores de la Biblia dominan la escena en casi todos los frentes. Tienen tremendas riquezas y millones de partidarios, mientras que aquellos al otro extremo del espectro están faltos de casi todo, excepto la verdad. Hasta ahora ha sido decididamente un enfrentamiento sesgado, aunque sería más exacto llamarlo guerra. Mientras los Falwell, Swaggart, Graham y Robertson despliegan sus tropas como generales en batalla, gran parte de la oposición es apática o inofensiva. Los creyentes no sólo utilizan decenas de estaciones de radio y televisión, con cientos de programas de emisión regular, sino que tienen un canal nacional que rivaliza con CBS y NBC. Diariamente se emiten sin contestación miles de comentarios religiosos erróneos, mientras los oponentes casi no tienen programas antibíblicos en ninguna parte del país, ni siquiera una modesta estación radial. [Esto fue escrito en 1985. En 2006, Dennis McKinsey obtuvo un espacio en la radio de internet, en The Infidel Guy Show.] Igualmente importante es el hecho de que los fundamentalistas y evangélicos tengan tantos simpatizantes en los medios. Nosotros hemos tenido grandes dificultades en obtener acceso a las ondas radiales, especialmente en los programas que reciben llamadas telefónicas. Aunque los propietarios, administradores, patrocinadores, productores y locutores no asistan a la iglesia con regularidad, ideológicamente están más cercanos que nosotros al fundamentalismo. Es difícil llegar a estar en el aire; lograr una segunda vez es un logro de aún mayor magnitud. Desde luego, existen excepciones, pero son minoría. Varios amigos de esta revista lo han descubierto por sí mismos. O se les ha negado llanamente la oportunidad de ser oídos o se les ha dado un espacio breve y tardío. Incluso cuando he tenido acceso al público, se me ha tratado como a un oso bailarín o un tragador de espadas, una novedad para mero entretenimiento. No obstante, no suele transcurrir mucho tiempo antes de que los locutores se den cuenta de que tienen un problema serio en las manos y que las fuertes críticas a la Biblia no van a ser destruidas con un chasquido de la lengua. Por lo general, los directivos dejan de discutir y en cambio me niegan espacio luego de que el programa termina. Se engañan quienes creen que la censura no se aplica ampliamente contra los críticos de la Biblia. Sólo hace falta que ellos mismos se opongan a la Biblia para que vean lo que pasará. Hace diez años yo tampoco lo habría creído. Pero la experiencia personal da fuertes enseñanzas. Si mi desempeño fuera pobre, mis argumentos débiles, mi habla torpe, o mi público apático, podría entender con facilidad por qué no me invitan segundas veces. Pero siempre ha pasado exactamente lo contrario. La consola de mandos se pone como árbol de Navidad. También he recibido reportes de que carteles de Fallas de la Biblia han sido quitados.

En respuesta a la pregunta original de cómo oponerse a la influencia de la Biblia, aquí propondríamos una red nacional organizada de manera similar a la de varias organizaciones cristianas. Su propósito sería enfrentar, debatir y discutir con la oposición, en especial delante de oyentes cuya posición aún no esté sentada. Hay millones de indecisos con dudas y preguntas. Los miembros tendrían que conocer el contenido de la Biblia tan bien como sus defensores y estar plenamente conscientes de sus debilidades y de los datos extrabíblicos relevantes. Podrían usarse programas de entrenamiento, institutos, conferencias, etcétera, para enseñar los errores de la Biblia y las técnicas más efectivas para contrarrestar los avances de la oposición. Harían falta como prerrequisitos grandes cantidades de estudio e investigación. Pero eso sería más fácil que cumplir la segunda condición, que es obtener un espacio ante las masas, sobre todo de manera frecuente. Ése es el verdadero desafío. Mientras nos quedemos con nuestra opinión y leamos lo que confirme nuestras creencias, el problema estará quieto. Pero cuando buscamos convertir, enfrentar o influir en los demás, saltan las chispas y emerge la oposición. Necesariamente, los miembros tendrían que compensar con su voz lo que les falta en número. Quienes no se sientan cómodos debatiendo o enseñando podrían llamar a las emisoras, escribir cartas, protestar contra el contenido de los programas, sugerir entrevistados y hacer saber su presencia por muchos más medios. Los miembros podrían, por lo menos, contribuir con fondos para conferencias, viajes, impresiones, llamadas telefónicas, envíos de correo y otros gastos. Como saben muchos, Fallas de la Biblia no es una publicación oscura y teórica, sino un boletín que se expresa a la ofensiva y se dirige a las masas. Un problema que tienen algunas publicaciones antirreligiosas es que las escriben académicos para que las lean académicos y se saltan el público. Suelen repetir los mismos argumentos para quienes ya están convencidos y rara vez organizan a la gente de manera que enfrente eficazmente los programas de acción del fundamentalismo. Los lectores conocen numerosos ejemplos de la amenaza de la religión fundamentalista, incluyendo a un presidente que suena como predicador bautista [aquí el editor se refiere a Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos en 1985, aunque los lectores familiarizados con George W. Bush sabrán que las cosas no han cambiado mucho], mientras se ignora la verdadera cuestión, que es qué se debe hacer ante una situación deplorable que parece estar empeorando. Está bien recopilar información, pero, ¿no debería emplearse de manera significativa? ¿Se formará una organización así? Lo dudo. ¿Por qué? Porque la membresía, recursos, determinación y persistencia que se necesitan excede la que tenemos actualmente. Además, muchos enemigos de la Biblia simplemente no se interesan en el libro. Francamente, les aburre. No se sienten motivados a leer lo que con claridad es el libro más importante e influyente del país. Su actitud es que, si los demás quieren creer en esos absurdos, hay que dejarles hacerlo. Vive y deja vivir. Por desgracia, millones creen en el libro y obran en consecuencia. Votan, influyen en los políticos, afectan la economía, afectan a las escuelas, nos afectan a todos. Si uno cree en el Armagedón, ¿por qué va a oponerse a la guerra nuclear o apoyar el desarme? Si uno cree en las enseñanzas de Pablo sobre las mujeres, ¿por qué va a defender los derechos femeninos? Si uno cree en la salvación por fe y no por obras, ¿por qué va a dedicar sus esfuerzos al mejoramiento de la condición humana? Después de todo, lo que importa es lo que uno cree, no lo que hace. El problema con el enfoque de “vive y deja vivir” es que las actividades de los cristianos tienen consecuencias, con frecuencia desfavorables, para todos. ¡Si los críticos de la religión en general y de la Biblia en particular no estuvieran tan condicionados a dejarse dominar! Imaginen lo que ocurriría si los papeles se invirtieran y los críticos tuviéramos todos los recursos, incluyendo a los medios, de que gozan los fundamentalistas. La respuesta de los creyentes sería todo menos moderada.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De I. F. en Vacaville, California (Parte 1)

Su respuesta a mi carta, aparecida en el número de junio, no tiene en realidad ningún sentido. ¿Científicos e historiadores “del otro bando”? ¿Quiere decir que hay científicos e historiadores que pueden probar la veracidad de los evangelios? ¿Existen tales personas? ¿Cómo podrían haber dejado de escribir los historiadores romanos, griegos y judíos acerca de un hombre que llevó a cabo milagros que sólo un ser sobrenatural podría lograr? ¿Por qué ignorarían a semejante persona? ¿No sería meritorio para sus carreras informar sobre maravillas nunca antes acontecidas? Los historiadores nunca escribieron sobre su abuela, señor McKinsey, porque ella nunca hizo milagros ni hizo nada sobresaliente. Pero para estar en el mundo ha de haber tenido abuela, un antecedente. Podemos citar a George Washington porque la gente no era tan primitiva como hace 2.000 años, cuando el analfabetismo era del 98 ó 99%. Cuando los evangelios dependían de la transmisión oral, las versiones empezaron a variar tremendamente a lo largo de las décadas. En los días de Washington había reporteros taquígrafos certificados. Además, usted sabe que los evangelios se contradicen…

Respuesta del Editor (Parte 1)

Está claro que los dos tenemos a la Biblia en baja estima. En ese punto coincidimos. El problema está en determinar el mejor método por el cual se deba minimizar su influencia. No tengo ningún problema con sus argumentos. Parecen razonables, pero no son concretos, no tanto como las contradicciones y dilemas internos. Pregunta usted cómo habrían dejado de escribir los historiadores romanos, griegos y judíos acerca de un hacedor de milagros. El hecho es que podría haber sucedido. Admito que no es probable, pero es posible. En la historia han tenido lugar muchos eventos extraordinarios sin la presencia de historiadores que los registraran. No creo que vaya usted a sostener que todos los sucesos importantes de la historia han sido anotados por historiadores. Mi objeción principal a su enfoque es que les da a los creyentes una ruta de escape. También las contradicciones, pero aquí el callejón es mucho más estrecho. El problema con los argumentos históricos es que los apologetas siempre pueden decir, como alguien me dijo al aire, que “Eso demuestra cuándo saben sus historiadores. Lea a los míos. Ellos saben lo que de verdad pasó”. Y como ninguno de los dos estuvo vivo entonces, suele volverse cuestión de a quién queremos creer. Se presenta el mismo problema con la situación de George Washington. Usted admitió que el analfabetismo en tiempos bíblicos era del 98 ó 99%, lo que significa que algunas personas sí sabían escribir. Los creyentes se limitarán a decir que fueron ésas quienes registraron los hechos. Recuerde que los apologetas inteligentes no van a regalarle ningún argumento. Usted tiene que luchar por cada punto. Después sostener muchos debates con estas personas, puedo elogiar su determinación. Los encuentros tienen todas las señales de un litigio entre abogados. Se responde a casi todos los argumentos significativos. Si uno no puede probarlo, deseará no haberlo mencionado. Es obligatorio hacer bien la tarea. Por cierto, ¿cuándo dije que había científicos e historiadores que podían probar la veracidad de los evangelios? Dije que los cristianos tenían sus propios historiadores y científicos, pero no dije que pudieran probar nada.

(Parte 2)

En el libro “Engaños y Mitos de la Biblia”, Lloyd Graham dice que antes de Jesús hubo 16 salvadores nacidos de vírgenes. Esta idea no aparecerá en la Biblia, lo que muestra que este concepto fue popular entre los hacedores de religiones por siglos antes de que apareciera el supuesto Cristo. Un ateo necesita fuentes adicionales a la Biblia para refutar al clero.

Respuesta del Editor (Parte 2)

Como mencioné en un número anterior, I. F., no me opongo a mencionar ese tipo de información. Yo mismo la uso algunas veces. Para algunos es muy importante. Pero deben tenerse en perspectiva el peso, probabilidad y significatividad de los datos. ¿Qué cree que van a decir los apologetas ante esta información? Siempre pregúntese qué va a decir la oposición y cuán fácil será contestarle. Póngase en la cabeza de su oponente y mire las cosas como él lo haría. La respuesta obvia en este caso es que los 16 anteriores eran impostores. A esto quizás siga una letanía de las obras milagrosas y profecías mesiánicas que cumplió Jesús. Usted, del otro lado, estaría obligado a probar que Jesús no se distinguía del resto, lo que requerirá datos bíblicos. Puedo estar equivocado y no es mi intención demeritar su conocimiento, I. F., pero creo que usted no ha cruzado espadas con muchos apologetas, en especial con los mejor informados.

De R. B. en Sugar Grove, Pennsylvania

A manera de amable crítica a un camarada, oigo de los fundamentalistas, no fundamentalistas y no teístas la queja común de que usted es muy quisquilloso con los argumentos pequeños, es decir, que se enfoca demasiado en escrituras incoherentes pero de concebible solución (la contradicciones fuertes e irresolubles parecen perderse entre las incoherencias más triviales, aunque sean importantes) (…) Lo que quiero decir en realidad es que esta actitud, que para algunos es abiertamente crítica y dogmática, me parece psicológicamente contraproducente como estrategia educativa. Un desliz sobre un punto menor y su credibilidad se verá dañada; entonces perderá seguidores. Mi arsenal favorito de argumentos contra la infalibilidad bíblica es compacto y consiste en contradicciones que han resistido los más poderosos intentos de racionalización del abogado del diablo y los mejores esfuerzos de mis amigos fundamentalistas. friends. La lista va creciendo y veo que con un puñado de clásicos (como las genealogías de Jesús en Mateo y Lucas, la hora de la crucifixión en Marcos y Juan, o la mañana de pascua en los cuatro evangelios), y muchos más en bodega, se puede plantar una semilla de razón que con el tiempo suele convertir a un seguidor del culto bibliólatra en un pensador honesto (por supuesto, el formato de su publicación exige extenso material. Pero para algunos la inmensidad de su esfuerzo crítico afecta sus mentes tal como el exceso de luz afecta las pupilas: cerrándolas). No sólo debemos dirigirnos a un público pensante, sino tratar de enseñarle a un público que no piensa los primeros pasitos torpes.

Respuesta del Editor

Sus ideas son bien razonadas y merecen análisis. Permítame hacer algunos comentarios. Primero, aunque otro lector sostuvo ese mismo argumento hace varios números, merece una nueva respuesta. Admito que Fallas de la Biblia es una publicación técnica, y las grandes críticas tienden a perderse entre las menores, pero el problema siempre ha sido determinar cuál es cuál. La piedra de tropiezo de un hombre es trivialidad para otro. Por esa razón he decidido presentarlo todo y dejar que los lectores juzguen y extraigan lo que prefieran. Esta publicación desea ser un recurso del que puedan tomarse herramientas a gusto. Es imprudente omitir algún detalle, porque podría ser precisamente el argumento que atraiga la atención de alguien. Segundo, hasta cierto punto puedo ver por qué a algunos les preocupa lo “abiertamente crítico”, pero lo “dogmático” es otro asunto. Es difícil ver por cuál razonamiento podría llegarse a esa conclusión, pues la controversia es parte fundamental de Fallas de la Biblia y ofrecemos un espacio para que los creyentes se expresen. ¿Cuánta oportunidad tengo yo de escribir algo en Christianity Today, Our Sunday Visitor, Christian Century o cualquiera del centenar de publicaciones religiosas? Tercero, he cometido errores antes y es posible que vuelva a hacerlo. Quien busque la publicación perfecta o el escritor perfecto haría bien en dejar de leer del todo. O seguir esperando. Cuarto, su estrategia de enfocarse en un conjunto específico de problemas clave es buena; de hecho, en la mayoría de los casos surte buen efecto. Pero para otros encuentros yo prefiero estar bien preparado. Necesitaré esta revista. Finalmente, quienes ven demasiada luz en Fallas de la Biblia pueden llegar a ver a los fundamentalistas como el fuego encarnado.

De C. F. en Easton, Pennsylvania

¿Cómo puede cobrar vida la materia, o gases en el espacio abiótico? Si usted rechaza a Dios como creador de la vida como la conocemos, y espera recibir respuestas razonables y lógicas, tenga la bondad de considerar esta pregunta: ¿Puede citar algún estudio científico que pueda producir vida a partir de la materia inanimada?

Respuesta del Editor

Recibimos decenas de preguntas extrabíblicas como ésta. Me recuerda las discusiones que tuve hace años mientras estudiaba mi especialización en filosofía. No recuerdo haber mencionado aquí a Dios y la creación de la vida, pero responderé de todos modos. No puedo citar un estudio como el que usted exige, pero, ¿va a decir que los científicos nunca podrán producir vida a partir de lo inerte? ¿Está diciendo que es imposible porque en este momento no poseemos esa capacidad? ¿Tiene usted tal sagacidad que puede ver siglos en el futuro? Está saltando a hacer conclusiones. Como ya estamos en éstas, déjeme hacerle una pregunta a usted. Esta revista se ocupa más de la validez de la Biblia que de la existencia de Dios, pero siempre me he preguntado por qué Dios no tiene que tener un creador, pero la materia sí. ¿Por qué no podría ser la materia lo único que existe, cambia y evoluciona eternamente? Si la materia debe tener un creador, ¿por qué Dios no? Temas como éste pertenecen en realidad más al campo de la teología y la filosofía que a la crítica bíblica.

CARTAS AL EDITOR

De R. W. en Riverside, California

Me gustaría agregar este comentario a su número de junio de 1985 sobre Isaías 52-53: El etíope convertido por Felipe leyó de este pasaje: “… y como CORDERO mudo delante del que le trasquila…” Y a partir de aquí Felipe le predicó acerca de Jesús, etcétera (Hechos 8:32). Pero cuando buscamos Isaías 53:7, leemos: “… y como OVEJA delante de sus trasquiladores, enmudeció… ” Por supuesto, no es una gran contradicción, pero en un caso la palabra es claramente masculina y en el otro es femenina.

De Mark Potts, 8510-A East 66th Pl. So., Tulsa, Ok. 74133

[Extractos de varias cartas]

Como la Biblia dice que Dios está en todas partes (Jeremías 23:24: “… ¿No hincho yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?”), y el Espíritu Santo es Dios, ¿por qué tiene que entrar en la gente el Espíritu Santo? En Marcos 9:23, Jesús dice: “… Si puedes creer, al que cree todo es posible”. Y en Marcos 11:24 dice: “… que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. Pero en el huerto de Getsemaní Jesús oró: “… Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso…” (Mateo 26:39). ¡Y de todos modos lo crucificaron! ¿Vamos a concluir, entonces, que Jesús no tuvo suficiente fe para librarse de la muerte?

De John Sikos, P.O. box 443, Romeo, Michigan 48065-0443 (Parte 1)

Gracias otra vez por los números atrasados de Fallas de la Biblia. He leído cada palabra de los números 1 al 28 por lo menos dos veces. Debo decir que su número de muestra no alcanza a mostrar todo lo que es Fallas de la Biblia. No esperaba un tesoro tan completo de sabiduría iluminadora. Excelente. En al menos cinco cartas que he escrito a la fecha (uno de mis pasatiempos es la correspondencia con los religiosos) he usado su obra como una de mis fuentes (…) Me encantan sus diálogos con los creyentes tercos. […] Por favor, no se canse de imprimir esos debates en ediciones futuras. No importa cuán repetitivos se pongan, ni cuán inútiles parezcan sus esfuerzos; la repetición es uno de los métodos que me parecen finalmente capaces de traer a los tercos en sus primeros torpes pasos hacia el pensamiento racional. También me gustaron los breves vistazos al Corán y el Libro de Mormón en los números 22 y 23. Aunque son temas extrabíblicos, creo que tienen algún efecto sobre los fundamentalistas (…) He visto a muchos creyentes sorprendidos ante el hecho de que otros libros también alegan ser la palabra de God. Yo les pregunto: “¿Por qué su libro es más válido que el de ellos?”. No contestan. Una vez un bautista me dijo: “Su historia habla de un mesías que murió. La nuestra habla de un mesías que se levantó de la muerte.”

[Esta carta continuará en el próximo número.]

Respuesta del Editor (Parte 1)

Sus comentarios son muy amables, aunque creo que la repetición es mínima. Su amigo bautista no conoce su propio libro, que numerosas veces dice que Jesús no se levantó a sí mismo, sino que fue levantado por Dios (Hechos 2:32, 3:26, 5:30, 13:30, Gálatas 1:1, Romanos 8:11).