FALLAS DE LA BIBLIA 11

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 11
Noviembre de 1983

COMENTARIO

EL DILUVIO (parte 1 de 2)

Un tema que siempre ha sido de gran interés para los estudiantes de la Biblia es el Diluvio, un supuesto evento que habría sido más catastrófico que cualquier otro desastre natural de la historia. Fallas de la Biblia no discutirá los datos científicos que usan sus defensores para apoyar sus creencias. En lugar de eso usará dos tipos de información para demostrar que el relato del Diluvio carece de credibilidad. El Comentario del próximo número discutirá el gran número de contradicciones entre versos con respecto a lo que ocurrió, mientras que por ahora nos concentraremos en el gran número de dificultades, imposibilidades y preguntas sin respuesta que acompañan la narración bíblica. Quien crea en el Diluvio debe dar respuestas racionales a las siguientes preguntas:

a) Génesis 6:16 dice: “Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba…”. ¿Cómo pudieron respirar tantas criaturas con sólo una pequeña abertura que estuvo cerrada por al menos 190 días (150 días más 40 adicionales, según Génesis 8:3-6)?
b) Génesis 6:15 dice: “Y de esta manera la harás: de trescientos codos [135 metros] la longitud del arca, de cincuenta codos [22,5 metros] su anchura, y de treinta codos [13,5 metros] su altura”. ¿Cómo pudieron sobrevivir dos de cada especie animal por aproximadamente 10 meses en un barco que medía 41.000 metros cúbicos? La comida sola absorbería un tremendo espacio.
c) Génesis 6:17 dice: “Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá”. Génesis 7:4 lo refuerza: “… y raeré toda sustancia que hice de sobre la faz de la tierra”. Pero, ¿cómo podría una inundación destruir a los animales marinos como las ballenas, marsopas, serpientes acuáticas, delfines, anfibios y todos los animales que son totalmente submarinos?
d) Génesis 7:8-9 dice: “De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que anda arrastrando sobre la tierra, de dos en dos entraron a Noé en el arca: macho y hembra, como mandó Dios a Noé”. Los problemas relacionados con este relato de las criaturas entrando al arca son particularmente interesantes. ¿Cómo llegaron al arca los animales que están restringidos a ciertas partes de la Tierra? Los pingüinos, canguros, osos polares, koalas y muchos otros habrían tenido que cruzar vastos océanos. Uno apenas puede tratar de adivinar cómo los animales de otros continentes lograron cruzar los mares. ¿Cómo pudieron varios de estos animales soportar los cambios climáticos? Muchas de las criaturas polares no habrían podido resistir el calor del Medio Oriente. ¿Cómo se impidió que los animales mataran a sus presas naturales? ¡Los animales lentos de otros continentes -caracoles, babosas, tortugas, etcétera- debieron de haber comenzado su viaje antes de la creación de la Tierra! ¿Cómo pudieron sólo 8 personas dar alimento y agua al zoológico más grande del mundo durante varios meses? ¿Cómo se mantenía limpia el arca, con una sola ventana y una sola puerta? ¿Cómo sabían los animales adónde ir cuando llegó el momento de entrar en el arca? Luego de ser liberados, ¿cómo regresaron a sus regiones respectivas? La vegetación que alimenta a muchos animales crece sólo en ciertas partes del mundo. ¿Cómo fue transportada al arca para su almacenamiento? ¿Debemos creer que entraron en el arca dos de cada especie (dos perros, dos gatos, dos elefantes, etcétera)? Si es así, ¿debemos creer también, por ejemplo, que la tremenda variedad actual de perros en el mundo, desde el gran danés hasta el chihuahua, desciende de dos ejemplares? Esto indicaría un tremendo cambio evolutivo en sólo unos pocos milenios. Sin embargo, los creyentes son quienes se oponen a la teoría de la evolución. ¿Y cómo sabían los animales cuándo buscar el arca? El texto da a entender que simplemente entraron por su propia voluntad.
e) Génesis 7:15 dice: “Y vinieron a Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida”. ¿Cómo entraron en el arca las criaturas acuáticas, como ballenas, marsopas, serpientes acuáticas, delfines, etcétera? Más aún: dados los millones de especies de animales que existen en el mundo, ¿cómo pudo obtenerse una pareja de cada una? Contando apenas los insectos hay más de 500.000 especies distintas.
f) Génesis 8:4 dice: “Y reposó el arca en el mes séptimo, a dicisiete días del mes, sobre los montes de Ararat”. ¿Cómo pudo haber descansado el arca sobre varias montañas a la vez?
g) Génesis 8:8 dice: “Envió también de sí a la paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra”. ¿Por qué Noé envió a un pájaro para averiguar lo que era claramente evidente?
h) Génesis 8:11 dice: “Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde: y he aquí que traía una hoja de olivo tomada en su pico…”. Es difícil creer que una paloma hubiera encontrado una hoja de olivo que recoger en un mundo que había estado sumergido por casi un año.
i) Génesis 8:20 dice: “Y edificó Noé un altar a Jehová y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar”. Matar animales de los que sólo quedan dos después del Diluvio parece absurdo.
j) Génesis 7:13 dice: “En este mismo día entró Noé, y Sem, y Cam y Jafet, hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos con él en el arca”. Si la raza humana volvió a empezar a partir de Noé y sus hijos, ¿se supone que creamos que las amplias variaciones entre los habitantes de la Tierra se desarrollaron en el breve tiempo que ha pasado desde el Diluvio? ¿Debemos suponer que los rubios suecos, los pardos hindúes y los negros aborígenes provienen de los mismos ancestros?
k) Génesis 7:4 dice: “Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré toda sustancia que hice de sobre la faz de la tierra”. Pero, ¿qué habían hecho las bestias y los bichos para provocar la ira de Dios? Ellas no habían pecado, no habían comido el fruto prohibido ni habían tratado de alcanzar el árbol de la vida.
l) Génesis 8:5 y 8:13 dicen que el agua cubrió la Tierra hasta las montañas. Si es así, ¿adónde se fue toda el agua?
m) Por último, deben contestarse las preguntas que nos presenta Génesis 8:19. El verso dice: “Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca”. ¿Cómo se preservó a los animales después de salir del arca? No había más vegetación que la que había estado sumergida por un año. ¿Cómo se atendió a los herbívoros hasta que la tierra volvió a estar cubierta de plantas? No había animales para que los carnívoros devoraran, excepto los que habían estado en el arca. ¿De dónde salió su comida?
En el próximo número se les pedirá a los apologetas que expliquen un número similar de contradicciones entre los versos mismos.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De S. B. J. en Albany, New York (Parte 8)

Usted afirma que la frase de Pablo en 1 Corintios 15:5 sólo puede interpretarse en el sentido de que había 13 apóstoles o que Pedro no era un apóstol. En realidad, la explicación de este verso es ridículamente simple: primero el Señor se apareció a Pedro solo (ver Lucas 24:34) y luego al grupo entero de apóstoles, incluyendo a Pedro.

Respuesta del Editor (Parte 8)

En 1 Corintios 15:5 Pablo dijo: “Y que apareció á Cefas, y después a los doce”.  Según usted, Pedro estaba entre los doce y para probarlo cita Lucas 24:34. Debería leerlo otra vez: “Y levantándose en la misma hora, tornáronse a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón.” Este verso implica que Pedro no se encontraba en la habitación, pues era el tema de conversación. Mäs importante aún: la inexactitud de los “doce” que menciona Pablo en 1 Corintios 15:5 se ve en que Lucas 24:33 dice que había once y no doce apóstoles presentes para cuando Jesús se les apareció en el verso 36. Si hubieran estado doce apóstoles en esa ocasión, como dijo Pablo, Judas habría tenido que volver a la vida. Él murió antes de que Jesús se les apareciera a los apóstoles, y su reemplazo, Matías, no fue elegido apóstol sino después de la ascensión.

(Parte 9)

Para terminar, usted dice que en 1 Corintios 10:8 Pablo contradice a Números 25:9. En realidad no es así. Pablo dice que en un día murieron 23.000; Números 25:9 dice que “… murieron de aquella mortandad veinticuatro mil”. No afirma que los 24.000 hayan muerto todos en un día, como en la cita de Pablo. Por tanto, técnicamente no hay contradicción. Pero más allá de esto, incluso si Pablo hubiera usado el número 23.000 para referirse a un evento del Antiguo Testamento que especificaba 24.000, en realidad no habría error. Pablo simplemente estaba probando un argumento; el que recordara o no con perfecta exactitud el número de gente que murió no es realmente importante.

Respuesta del Editor (Parte 9)

A este problema usted le ha dado la respuesta común, pero no ha visto que Números 25:5-9 se refiere a los eventos de un mismo día. La narración es rápida, breve y consecutiva. Moisés dio la orden de matar a los ofensores. Inmediatamente después, un israelita llevó a una madianita a su tienda y Finees lo mató por ello. Inmediatamente después la plaga terminó, pero habiendo matado a 24.000. Los versos muestran que la plaga se limitó a un día: “Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los suyos que se han allegado a Baal-peor. Y he aquí un varón (…) trajo una Madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación (…) Y lo vio Finees (…) y tomó una lanza en su mano, (…) y alanceólos a ambos, (…) y cesó la mortandad de los hijos de Israel. Y murieron de aquella mortandad veinte y cuatro mil.”
Su argumento final es poco menos que sorprendente por estar diametralmente opuesto a la premisa misma en que se basa la infalibilidad de la Biblia. En efecto, dice usted que si la cifra de Pablo es incorrecta, qué importa. Uno podría decir, entonces: si Jesús no es Dios, qué importa; si no existe salvación, qué importa; si Jesús no es el Mesías, qué importa; si Adán y Eva no pecaron, qué importa. Todos estos conceptos, incluyendo el número de muertos por la plaga, vienen del mismo libro. Y si puede equivocarse con respecto a una creencia, puede ser falso en todas ellas. ¿Cómo sabe qué es cierto si admite que ciertas partes son falsas? Tiene que darse cuenta de que si es el libro de Dios no puede tener una pizca de imperfección. Un ser perfecto no puede producir un libro con el menor error siquiera. John Wesley, fundador del metodismo, lo dijo bien: “Si hay error alguno en la Biblia, podría haber mil. Si hay falsedad alguna en ese libro, no provino del Dios de la verdad”. (Diario personal, julio 24 de 1776). Se convierte en otro libro más del estante.

(Parte 10)

Así, señor McKinsey, en la sección de su publicación que de verdad discute específicamente las “fallas” de la Biblia su puntaje es de 0 a 8. Tal vez no concuerde con mi posición sobre estos temas. Realmente no lo esperaría. Pero espero que al menos en parte reconozca que sé de qué estoy hablando aquí, que he investigado estos temas con más profundidad que usted, y que sus argumentos me parecen para nada convincentes. Ahora llego al propósito de mi argumento. La sección de su publicación que precede a “Pablo, el Discípulo Engañoso” es “Al Tratar con los Apologetas”. Cierra con la notable frase: “¿Qué hace uno con la gente que no quiere entrar en ninguna discusión crítica de la Biblia, que tiene la mente cerrada? Cuando Jesús toma el control, muchos parecen entrar en otra realidad, que no es tanto la dimensión desconocida como una de ignorancia absoluta.” Sólo he sido cristiano por unos cinco años, pero he leído la Biblia entera al menos tres veces y he pasado horas incontables estudiándola y leyendo otros libros acerca de ella. Asistí al seminario por un año después de haber salido de la universidad doce años atrás (…). Cuanto más profundamente me involucraba en el cristianismo, más claro se me hacía que, tal como dice usted, los cristianos sí vivimos en un mundo que en muchas maneras es radicalmente diferente del de los no cristianos. El problema con su percepción es que los no cristianos son quienes viven en la ignorancia y la oscuridad. [Luego de citar Juan 3:19-21…] Gente como usted, señor McKinsey, me confunde. ¿Sabe que los supuestos “errores” que ha señalado no son errores en absoluto (como he demostrado)? (En otras palabras, ¿lo que está haciendo es simplemente tratar de alejar a la gente de la Biblia por los medios que sean necesarios?) ¿O realmente cree que lo que ha narrado son errores?…

Respuesta del Editor (Parte 10)

Ha presentado varios argumentos, S. B. J. Tratemos uno a la vez. En primer lugar, esta publicación trabaja con las fallas de la Biblia, no con su infalibilidad. Que ésta siquiera exista está por debatirse. Segundo, usted me da un puntaje de 0 a 8, lo que me recuerda al funcionario electoral que le dijo a su principal opositor político: “No se trata de quén tiene los votos, amigo mío, se trata de quién los cuenta”. Tercero, usted dice saber de qué está hablando y haber investigado estos asuntos con más profundidad que yo. Sugiero que los lectores decidan eso. Cuarto, sería difícil convencer a alguien de algo si insiste en saltar a conclusiones prematuras y presumir de su erudición. Ha ignorado el consejo del libro que con tanta convicción defiende. Proverbios 27:2 dice: “Alábete el extraño, y no tu boca”. Sugiero que escuche a sus oponentes antes de sacar conclusiones. Quinto, no logro ver qué relación hay entre sus títulos académicos y la “validez” de la Biblia. Las instituciones de educación superir tienen cientos de creyentes con títulos innumerables. Muchos han dedicado no cinco sino cincuenta años a las escrituras, pero dudo que ellos basen la veracidad de sus afirmaciones en los años que han dedicado. Sexto, tengo una objeción al comentario de que uso “los medios que sean necesarios”. Está dudando de la integridad de alguien a quien apenas conoce. Yo no lo he cuestionado a usted y le pido igual trato. Limitémonos al asunto que nos ocupa y que los lectores den el veredicto. Séptimo, yo no necesito “alejar a la gente de la Biblia”. Muchos toman esa decisión por sí mismos una vez que tienen la información y han oído los argumentos. En este punto de su carta, S. B. J., procede a describir errores en mi método y exige mi arrepentimiento. Ha dejado de demostrar para ponerse a predicar. Yo sólo quisiera que usted tuviera otros temas para debatir con Fallas de la Biblia en vez de escribir cuatro páginas finales llenas de juicios apresurados y una actitud condescendiente a partir un solo número de esta publicación. Aceptamos las críticas, pero es poco sabio dictar sentencia antes de haber visto las pruebas. Recuerde su frase: “ridículamente simple”.

CARTAS AL EDITOR

De J. L. C. en Madison, Wisconsin

Dear Dennis,
Recibí con mucho aprecio el ejemplar de Fallas de la Biblia. Me pregunto si dentro del ámbito que abarca usted se encuentra un tema como el poder antibalas de la Biblia. He leído mucha información sobre la Primera Guerra Mundial y he encontrado repetidas menciones de que la Biblia en el bolsillo de un soldado le salvó la vida al detener una bala o fragmento de granada. No he consultado sobre la Segunda Guerra Mundial, así que no sé si este útil efecto ha sido el mismo que en la Primera, o siquiera si en la Segunda llevaban Biblias. Pero seguramente es un tema de gran interés (…)

Respuesta del Editor

Las Biblias a prueba de balas no hacen parte del ámbito normal de esta publicación, pero ocasionalmente he atinado algunos tiros que penetran el libro y le dan en el centro. Ya en serio, yo no creería mucho en esas historias. Son similares a los cuentos de brujas, visiones de Dios y duelos con el Diablo. Una Biblia pudo haber detenido una bala, pero, ¿por qué tendría eso significado alguno? ¿Se oye hablar sobre los otros libros que han hecho lo mismo? ¿Se oye hablar sobre el caso en que una bala atravesó una Biblia y mató a alguien? ¿Sobre el caso en que la bala pasó al lado de la Biblia en el bolsillo y el hombre murió? ¿Sobre el hombre que muró en una trinchera por estar leyendo la Biblia en vez de estar alerta? ¿Y sobre los heridos que murieron por estar buscando alivio en versos bíblicos y no en atención médica adecuada? Durante la Segunda Guerra Mundial se llevaban biblias en el bolsillo, y sin duda ocurrieron casos parecidos. (…)

De J. R. S. en Ambler, Pennsylvania

He llegado a la conclusión de que muchos predicadores cristianos, cuando no la mayoría, estructuran sus sermones alrededor de opiniones específicas a las que llegan en una semana particular. Entonces buscan en sus biblias algo que apoye esas opiniones y dé material convincente para sus sermones. Sé que usted podría producir “sermones” espléndidos a partir de cualquier biblia. ¿Le parece incluir en su publicación una columna dedicada a algún tema de controversia actual (como los padres que se oponen a que sus hijos reciban tratamiento médico) e incluir referencias bíblicas que defiendan o se opongan a quienes usan las escrituras como base de sus acciones? Sé que usted ya está bastante ocupado, así que no podemos esperar muchos detalles, pero serían valiosas algunas frases siquiera. Un neutralizador eficaz para quienes citan la Biblia es uno capaz de mostrar una contra-cita, en especial si está igualmente fuera de contexto. No se me ocurre nadie tan calificado como usted para ofrecer ese tipo de educación en el nombre de la objetividad. Pongo a su consideración temas para varios meses: aborto, eutanasia, sistemas de apoyo vital (o su desconexión), fecundación in vitro, ingeniería genética, sermones políticos, oraciones en las escuelas públicas, unión libre, hallazgos de la “ciencia” creacionista. Tal vez, si le parece poco profesional o inapropiado para su publicación, decida no explorar esa posibilidad. Entenderé si ése es el caso. Por cierto, aplasté a una testigo de Jehová en la puerta de mi casa con varios de los argumentos que usted expone. Estaba tan ansiosa de irse que no quiso esperar la contribución para sus revistas y se fue.

Respuesta del Editor

Su sugerencia merece ser tenida en cuenta. Yo he evitado ese enfoque por los riesgos que usted menciona. Sacar versos de contexto y buscar palabras en las escrituras que apoyen una opinión o filosofía en particular ha sido la especialidad de la mayoría de los apologetas de la historia. Es un destino que he buscado evadir. Sin embargo, algunos versos parecen tener una relación tal con los sucesos actuales que no estaría fuera de lugar ofrecer una opinión ocasional. En números futuros podría aparecer una sección titulada “La Influencia de la Biblia” o algo así, que discutiría temas como el siguiente:
Actualmente [noviembre de 1983] los medios nacionales informan de un ministro fundamentalista que no quiere permitir que su hija reciba tratamiento médico para su cáncer debido a su interpretación de la Biblia. Sería difícil imaginar un ejemplo más claro de los efectos dañinos que pueden producirse al seguir las enseñanzas bíblicas. La vida de una niña está bajo amenaza por las creencias de su padre. Muchos cristianos con un enfoque más liberal y flexible sobre la interpretación bíblica verían a este padre como terco, dogmático, infantil y errado. Desde su perspectiva, él está leyendo y aplicando la Biblia incorrectamente. Pero sólo hace falta leer Santiago 5:13-15 para encontrar apoyo a sus actos. [En el número de septiembre de 1983 mencionamos este peligro (“Y la oración de fe sanará al enfermo”).]  Es interesante ver cómo CNN informó de que éste era precisamente el verso usado por este hombre para justificar su posición. Su creencia está en total armonía con la enseñanza bíblica, y en total oposición a que su hija siga con vida. Dependiendo de las capacidades del personal médico, muy bien podría morir una niña porque alguien se ha aferrado a la Biblia. ¡Imaginen! A nosotros nos podría haber tocado un padre así. Mi corazón está con la niña, aunque temo lo peor.