FALLAS DE LA BIBLIA 10

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 10
Octubre de 1983

COMENTARIO

PROFECÍAS

Los creyentes confían mucho en la supuesta exactitud de las profecías bíblicas para justificar su posición, y por esta razón varios números de Fallas de la Biblia se dedicarán a este tema. Para continuar el debate comenzado en el número de marzo de 1983, señalemos más profecías como las siguientes:
En Jonás 3:4, Jonás anunció: “¡De aquí a cuarenta días Nínive será destruida!”. Pero Jonás 3:10 muestra que la profecía se materializó de manera totalmente opuesta a la predicha: “Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino: y arrepintióse del mal que había dicho les había de hacer, y no lo hizo”. No sirve decir que se arrepintieron de sus maldades y que por eso Dios tenía justificación para cambiar de opinión, es decir, que las condiciones bajo las cuales Jonás había hecho su profecía habían cambiado. Si hubiera sido un verdadero profeta, habría visto venir este cambio. Más importante aún: la profecía no era condicional. Decía llanamente que Nínive sería destruida en 40 días, lo cual no ocurrió.
Isaías 52:1 dice: “…vístete tu ropa de hermosura, oh Jerusalén, ciudad santa: porque nunca más acontecerá que venga a ti incircunciso ni inmundo”. Pero nunca han dejado de pasar incircuncisos por Jerusalén.
En Juan 14:12, Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre”. Pero, ¿qué creyente ha ejecutado un milagro mayor que los de Jesús?
En Juan 14:13-14, Jesús dijo: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”. En realidad, millones de personas han hecho millones de peticiones en nombre de Jesús y no han recibido satisfacción. Esta promesa o profecía ha fallado completamente.
En 2 Crónicas 1:12, Dios le dijo a Salomón: “Sabiduría y ciencia te es dada; y también te daré riquezas, hacienda, y gloria, cual nunca hubo en los reyes que han sido antes de ti, ni después de ti habrá tal”. Esta profecía también ha fallado. Hubo varios reyes en su época, y miles después, que habrían podido tirar a la basura las riquezas de Palestina sin sentirlo. Muchos han excedido la riqueza de Salomón, y ésta es pequeña para los estándares actuales.
En 1 Tesalonicenses 4:16-17 Pablo dijo: “Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero: Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”. Pablo compartía la ilusión, enseñada por Jesús, de que sería llevado físicamente al cielo junto con otros santos de su tiempo, quienes, así, nunca probarían la muerte. El uso del pronombre “nosotros” lo deja claro. Es difícil negar que Pablo estaba seguro de que el fin del mundo llegaría durante su generación.
1 Samuel 27:1 dice: “Y dijo David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl…”. En su corazón o no, esto que dijo David estaba totalmente errado. No murió a manos de Saúl, sino de vejez, de acuerdo con 1 Reyes 2:10: “Y David durmió con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David”. Saúl murió antes que David, así que no pudo haber sido el responsable.
Génesis 15:16 predijo: “Y en la cuarta generación volverán acá [los descendientes de Abraham]…”. Dios le dijo a Abraham que sus descendientes regresarían en la cuarta generación. Pero, excluyendo a Abraham, esto ocurrió realmente durante la sexta generación. Éstas fueron:
1) Abraham,
2) Issac,
3) Leví (Éxodo 1:2),
4) Coat (Éxodo 6:16),
5) Amram (Éxodo 6:18),
6) Moisés (Éxodo 6:20).
Jeremías 34:4-5 predijo que Sedequías tendría una muerte tranquila: “oye palabra de Jehová, Sedequías rey de Judá: Así ha dicho Jehová de ti: No morirás a cuchillo; en paz morirás…” Pero Jeremías 52:10-11 muestra que su muerte no tuvo nada de pacífica: “Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías delante de sus ojos, y también degolló a todos los príncipes de Judá en Ribla. A Sedequías empero sacó los ojos, y le aprisionó con grillos, e hízolo el rey de Babilonia llevar a Babilonia; y púsolo en la casa de la cárcel hasta el día en que murió”.
Juan 7:52 says: “Respondieron y dijéronle: ¿Eres tú también Galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se levantó profeta”. La inexactitud de esta profecía está en el hecho de que varios de los profetas judíos más distinguidos (Jonás, Nahúm, Oseas, Elías) fueron galileos.
La última profecía que se comentará en este número se halla en Génesis 49:13, que predijo: “Zabulón en puertos de mar habitará, y será para puerto de navíos; y su término hasta Sidón”. Dos aspectos de esta profecía fallaron claramente. Las fronteras de Zabulón nunca se extendieron hasta el mar, y nunca incluyeron a Sidón. En la Encyclopedia of Biblical Difficulties, Gleason Archer trató de remediar este problema en la página 104:
“Génesis 49:1 predice la ubicación de [la tribu de Zabulón] cerca de la costa, permitiendo el paso de las mercancías de los barcos que descargaban en los muelles del Mediterráneo para su transporte al Mar de Galilea y su relevo a Damasco y más allá. Aunque Zabulón no alcanzaba ninguna de las dos costas, el Valle de Jezreel permitía un excelente corredor para el envío de mercancías importadas hasta los mercados más importantes de tierra firme. Su frontera norte apuntaba en dirección a las grandes ciudades comerciales de Fenicia, de las cuales Sidón era entonces el emporio principal.”
En efecto, Archer admite que Zabulón no tenía costas y que nunca incluyó a Sidón. El vínculo que ofrece el Valle de Jezreel es irrelevante. El hecho sigue siendo que Zabulón nunca tocó el mar. El hecho de que la frontera norte de Zabulón “apuntaba” en dirección a Sidón tampoco importa. La profecía dice claramente que la frontera de Zabulón estaría en Sidón, en el mar.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De S. B. J. en Albany, New York (parte 1)

Apreciado señor McKinsey: (…) Permítame dejar sentada mi posición claramente desde el principio: soy cristiano. Obtuve su material porque siempre me interesa ver qué tienen que decir los críticos de la Biblia. Lo que he descubierto es que, invariablemente, los argumentos utilizados por los críticos confirman y fortalecen mi fe cristiana, porque con facilidad se prueba que esos argumentos son erróneos. Con su publicación no fue diferente. Mi propósito al escribirle no es ganar la ventaja en un debate intelectual. Explicaré mi propósito luego. Pero primero debo referirme a sus argumentos. Para empezar, me sorprendió bastante descubrir que gran parte de su literatura se dedicaba al tema de la esclavitud y las mujeres. Estos temas no tienen nada que ver con la validez de la Biblia en su sentido estricto. Uno puede no estar de acuerdo con la enseñanza bíblica sobre estos temas, pero esa discrepancia es simplemente una opinión y no tiene relación alguna con la validez de la Biblia.

Respuesta del Editor (parte 1)

Apreciado S. B. J.: Lo felicito por su extensa carta y la relevancia de su presentación. Sus comentarios no se apartaron del tema -la Biblia- y por esta razón serán discutidos también en números futuros de Fallas de la Biblia. Luego de leer las 12 páginas de su carta manuscrita, sobresale una conclusión bastante obvia. Usted tiene un fuerte impulso de saltar hacia conclusiones luego de un análisis más bien rutinario de los hechos, una tendencia, sin duda, originada de su ansia por hallar una causa. Sermoneó en abundancia, alternando entre demostraciones y prédicas a medida que avanzaba. Su propensión a las conclusiones inmediatas se hace notar rápidamente (…). Ha dicho que gran parte de mi literatura se refería al tema de la esclavitud y las mujeres. Muy al contrario, estos temas fueron tratados sólo en el número de agosto de 1983 y son sólo una fracción de lo que he publicado. Ha hecho una amplia generalización basada en el análisis de un solo número. Tal vez usted quiera leer más números para tener una idea mucho mejor de lo que Fallas de la Biblia es. En segundo lugar, usted afirmó que el tema de la esclavitud y las mujeres no tenía nada que ver con la validez de la Biblia. Parece que no logró ver el quid del asunto. 2 Corintios 3:17 dice: “Donde hay el Espíritu del Señor, allí hay libertad”. (Ver también Isaías 58:6, Éxodo 22:21, 1 Corintios 7:23, Gálatas 3:28, 5:11-13). Hay más versos que conectan el espíritu de Dios con la libertad. Pero la Biblia muestra que el espíritu de Dios es uno que engendra y promueve la esclavitud y la sumisión sexual en numerosos casos. De acuerdo con la Biblia, el espíritu de Dios es a menudo uno de eslavitud y opresión, diametralmente opuesto a la libertad. “Simplemente una opinión” es una descripción inexacta de la situación.

(Parte 2)

Su sección sobre “Pablo, el Discípulo Engañoso” es más de lo que esperaba encontrar en su publicación. En esta sección usted cita 8 “errores” o citas mal hechas por Pablo, en las que transcribe 12 referencias bíblicas específicas. En los 8 casos se equivoca. Permítame mostrarle: (1) Cita 1 Corintios 2:8 de esta manera: “La que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de gloria”. Y luego alega que esa afirmación es falsa, pues Jesús no fue crucificado por ningún príncipe, sino por una turba y unos soldados. La traducción que usó fue la versión King James. El problema que no reconoce usted es que la palabra griega que se traduce como “príncipe” en la King James proviene de [un término griego] que significa “gobernante, oficial, autoridad”, etcétera. Las traducciones bíblicas modernas y confiables, como la New American Standard y la Revised Standard, traducen esa misma palabra como “gobernantes”. Un hecho simplísimo de la crucifixión de Jesús es que resultó del juicio de autoridades judías y romanas. Por ejemplo, Mateo 27:1 dice: “Y venida la mañana, entraron en consejo todos los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos del pueblo, contra Jesús, para entregarle a muerte”. En Juan 19:16, hablando acerca de Pilatos, Juan escribe: “Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Y tomaron a Jesús, y le llevaron”. En otras palabras: la turba y los soldados ejecutaron la crucifixión, pero la autoridad para hacerlo provino de sus gobernantes.

Respuesta del Editor (Parte 2)

De acuerdo con la Concordancia de Strong, es correcto traducir tanto “príncipe” como “gobernante”. Significa la autoridad máxima. Sin importar que se use “gobernante” o “príncipe”, el problema permanece. Dígame el nombre del gobenante romano que inició la crucifixión. Los ancianos o los líderes locales del pueblo no eran los gobernantes. La región entera estaba bajo el dominio romano, y sólo los romanos gobernaban. ¿Qué verso bíblico justifica la igualación de los ancianos del pueblo con sus gobernantes? El gobernante era Pilatos, y no quiso involucrarse en el asunto. Sólo le entregó a Jesús a la multitud cuando su clamor se volvió estridente. Pilatos quería liberar a Jesús, como muestra Juan 19:12: “Desde entonces procuraba Pilato soltarle…” y hasta se lavó las manos: “Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo…” (Mateo 27:24). Pilatos entregó a Jesús en Juan 19:16, pero no aprobó sus actos posteriores, ni hay ningún verso donde él les haya concedido autoridad para actuar. Incluso si Pilatos hubiera promovido la crucifixión, la frase de Pablo sigue siendo inexacta, pues él habla de los “gobernantes”, no el “gobernante”, que mataron a Jesús. Así que vuelvo a preguntar: ¿qué gobernantes mataron a Jesús?

(Parte 3)

Usted cita Colosenses 1:23 de esta manera: “… la esperanza del evangelio que habéis oído; el cual es predicado a toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro”. Y luego dice, condescendientemente: “Por favor, Pablo. Nunca se ha anunciado…”, etcétera. Su traducción es igual a la de la Revised Standard Version. La New American Standard Bible traduce el verso griego de manera ligeramente distinta: “…que se ha proclamado en toda la creación bajo el cielo…” De nuevo: uno tiene que volver al idioma original (griego) para obtener allí el verdadero significado. El texto griego que dice: “proclamado en toda la creación” es una traducción exacta. Como tal, es un término difícil de entender con precisión, pero de ninguna manera es erróneo. Tal vez sea poético, tal vez literal.

Respuesta del Editor (Parte 3)

Las versiones King James, Revised Standard, New International y Modern Language concuerdan en decir: “predicado a toda criatura”. Su versión New American Standard parece ser muy conveniente para escapar del dilema. Pero, incluso si su versión es correcta, sólo ha saltado de un problema para meterse en otro. Si va a seguir consultando el texto griego, S. B. J., más le valdría primero asegurarse de qué va a obtener con ello. ¿Cuándo se ha proclamado el evangelio “en toda la creación”? Incluso hoy muchas partes del mundo no tienen predicadores del evangelio, mucho menos en tiempos de Pablo. El evangelio fue introducido de manera relativamente reciente al hemisferio occidental, y es prácticamente inexistente en China. Usted dice que “proclamado en toda la creación” es “difícil de entender con precisión, pero de ninguna manera es erróneo”. Si uno no lo entiende, ¿cómo sabe que no es erróneo? Por cierto, en la Parte 2 usted había dicho que la Revised Standard Version era una traducción bíblica moderna y confiable.

(Parte 4)

[Luego de decir que uno debe darse cuenta de que la Biblia suele usar poesía y metáforas que no deben tomarse literalmente, S. B. J. prosigue.] Luego usted cita Hechos 20:35 y afirma victoriosamente que “Jesús no dijo eso en ninguna parte del Nuevo Testamento”. ¿Dónde dice la Biblia que las únicas palabras que dijo Jesús son las registradas en el Nuevo Testamento? Decir que aquí Pablo se equivoca porque esas palabras de Jesús no están en el Nuevo Testamento es una grandísima ironía: usted se empeña en probar la falta de validez de la Biblia, ¡y luego alega que sólo las frases de Jesús halladas en esta fuente sin validez son las que Pablo puede usar! En su desesperado intento por probar los errores de la Biblia, ha abandonado realmente la lógica.

Respuesta del Editor (Parte 4)

No tengo objeción a ese comentario mientras usted esté de acuerdo en lo siguiente. Primero, a todos los que oyen este verso se les debe decir que Jesús no dijo eso en ninguna parte de la Biblia. Este verso suele ser engañoso. Segundo, Pablo no pudo haber oído esa frase por sí mismo, pues él escribía cuando Jesús ya no estaba presente. En el mejor de los casos, Pablo está citando de oídas. Tercero, no hay evidencia alguna de que Jesús haya dicho eso. Todo lo que tenemos es la palabra de Pablo. ¿Dónde dije que “sólo las frases de Jesús halladas en esta fuente sin validez son las que Pablo puede usar”? Pablo puede citar a Jesús cuando lo desee. Mientras ni él ni sus seguidores traten de darle a la gente la impresión de que las escrituras apoyan una supuesta cita como la de Hechos 20:35, no hay problema. “Desesperado intento” es un comentario valorativo. Dejemos que los observadores determinen quién tiene una posición cada vez más desesperada a medida que progresa el análisis.

(Parte 5)

Usted alega una contradicción entre Romanos 12:14 y Hechos 23:3, diciendo que la epístola revela que Pablo está ignorando su propio consejo. En Hechos, Pablo no está maldiciendo a Ananías; simplemente está presentando los hechos. Ananías está condenando injustamente a Pablo, y si no se corrige, Dios lo corregirá en algún momento.

Respuesta del Editor (Parte 5)

¿Qué dijo Pablo, S. B. J.? “Bendecid a los que os persiguen: bendecid y no maldigáis”. No dijo que era permisible cuando la denuncia estaba justificada. Dijo no maldigáis y punto. Pablo llamó a un hombre “pared blanqueada” y usted quisiera hacernos creer que esto no es maldecir, sino simplemente presentar los hechos. No estará queriendo decir que el hombre era realmente una pared blanqueada. Fue usted quien habló de abandonar la lógica.

(Parte 6)

Usted alega otra contradicción entre 1 Tesalonicenses 2:3 y 2 Corintios 12:16, pero no logra ver que en el segundo caso Pablo está hablando sarcásticamente. Aunque le parezca asombroso, ésta es también una suprema obra literaria y utliza poesía y muchos tonos literarios sutiles (sarcasmo, ira, humor, ironía).

Respuesta del Editor (Parte 6)

No hay razón alguna para suponer que Pablo habla sarcásticamente en 2 Corintios 12:16, aparte de sacarlo a uno del dilema. Usted aprecia mucho la versión New American Standard, S. B. J. Lea 2 Corintios 12:16, que dice: “… como soy astuto, os he tomado por engaño”. La frase es cierta o falsa. Si es cierta, Pablo se ha condenado a sí mismo y contradice lo dicho en 1 Tesalonicenses 2:3. Si es falsa, entonces mintió y sigue estando condenado. El poema no es la poesía y los tonos literarios sutiles. Es que una astuta figura religiosa cambia de conducta según le conviene.

(Parte 7)

En 1 Corintios 6:12 y 10:23 Pablo no se ve a sí mismo como su propia ley. Está tratando de explicar que nuestras decisiones sobre qué hacer en varias situaciones deben basarse siempre en lo que es mejor para las otras personas involucradas. Para alguien que no es cristiano (como usted), esto requeriría una extensa explicación, e incluso podría rechazarla o no entenderla. En consecuencia, no me molestaré en ofrecer esa explicación aquí.

Respuesta del Editor (Parte 7)

¿Cómo puede decir que “Pablo no se ve a sí mismo como su propia ley”? En 1 Corintios 6:12 dice dos veces: “Todas las cosas me son lícitas”. Si eso no significa que él es su propia ley, ¿entonces qué? No hay nada en ese verso o en la información que lo rodea que nos lleve a la conclusión de que Pablo quiere decir que las decisiones “deben basarse siempre en lo que es mejor para las otras personas involucradas”. Ni siquiera se menciona, explícita o implícitamente, el bienestar de los demás. Usted necesita leer más e interpretar menos. ¿No fue usted quien usó también la frase “desesperado intento por probar”? Tiene razón en decir que puedo rechazar su interpretación. No hay nada en este verso o su contexto que justifique su racionalización.

(Esta carta continuará en el próximo número.)

De K. E. H. en Sacramento, California (Parte 1)

Gracias por otro inspirador número de Fallas de la Biblia (…) Tuvo unos buenos argumentos en el Comentario de septiembre de 1983, pero varias de sus otras afirmaciones fueron más bien débiles. Me refiero al ítem a) del primer párrafo. En la traducción King James, creo que “ave” era un término más genérico que ahora; una expresión que se refería a casi cualquier variedad de criatura voladora. Y en los pasajes originales citados del Pentateuco sospecho que la palabra hebrea utilizada tenía la misma aplicación general.

Respuesta del Editor (Parte 1)

Apreciado K. E. H.: Siempre recibo bien la crítica constructiva, aunque a veces sea inexacta. El ítem a) del primer párrafo del número de septiembre de 1983 dijo correctamente que la Biblia considera el murciélago como un ave. La evidencia es clara. Levítico 11:13 dice: “Y de las aves, éstas tendréis en abominación”. El texto a continuación enumera diecinueve animales, todos los cuales son claramente aves, así que no hay duda de que aquí se refieren sólo a las aves. El problema surge del hecho de que el vigésimo, y sólo el vigésimo en la lista, no es un ave. El murciélago es un mamífero. Usted dijo “creo” y “sospecho”, pero nada en el texto lo justifica. ¿Hay evidencia confiable que justifique su sospecha, o sólo parece que ésta podría ser una explicación razonable? ¿Sabe de alguna traducción que tenga un texto significativamente diferente? Tenemos que guiarnos por lo que el texto dice, no por lo que nos parece razonable suponer que podría haber querido decir.

(Parte 2)

En cuando al ítem i), los apologetas fundamentalistas han insistido -y la Biblia dice muy claramente en Génesis 2:5-6- que el fenómeno de la lluvia no ocurrió antes del Diluvio. Por lo tanto, no había arco iris. Me sorprende que no supiera esto ya.

Respuesta del Editor (Parte 2)

En cuanto al ítem i), permítaseme repetir lo que dije: “El arco iris empezó a existir después de la lluvia y la luz del sol”. Génesis 9:13 lo corrobora: “Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal de convenio entre mí y la tierra”. Esta frase se pronunció después del Diluvio y la inundación. Está claro que la lluvia y la luz del sol existieron antes del primer arco iris. Génesis 2:5-6 no es relevante en realidad. Todo lo que dice es que todavía no había llovido. Nunca dije que había llovido antes del Diluvio. En el momento en que se escribió Génesis 2:5-6, pudo haber sido cierto. Pero eso no influye sobre lo que estamos debatiendo. La frase de Génesis 9:13 fue dicha después del Diluvio, después de que había llovido por 40 días, después de haber tenido lluvia y luz del sol.

(Parte 3)

Finalmente, en respuesta al primer ítem sobre Jesús en el párrafo 5 de su Comentario, puedo imaginar con facilidad a un apologeta que sugiera que un “espíritu mudo y sordo” es un espíritu que causa mudez y sordera, del mismo modo en que un virus de influenza causa la gripe.

Respuesta del Editor (Parte 3)

Con todo respeto, K. E. H., pienso que el texto mismo muestra que su interpretación es incorrecta. No creo que haya mucha duda de que Marcos 9:25-26 muestra que Jesús llama mudo y sordo al espíritu. No está causando mudez y sordera: está mudo y sordo.

(Parte 4)

A B. L. C. de Green Bay le beneficiaría leer algunos libros más acerca del Sudario de Turín. Existe, de hecho, abundante evidencia de que el sudario es una falsificación. El lino está en una condición demasiado buena para tener la edad que se le atribuye, está tejido en un complejo estilo de tres fibras cruzadas con agujeta que no se usaba en el siglo primero, la “sangre seca” tiene una sospechosa semejanza con pintura y es roja cuando debería ser parda, las partículas de polen impregnadas en la tela son ajenas a la Palestina del siglo primero a pesar de lo que se diga popularmente, y las pruebas químicas de las manchas no han revelado signos de hemoglobina sino una cantidad considerable de óxido de hierro, un ingrediente común de los pigmentos color tierra. Hay más datos, pero muchos han sido desacreditados o distorsionados por algunos de los científicos que han examinado el sudario. Le recomiendo a B. L. C. el excelente número de primavera de 1982 del Skeptical Inquirer, y el libro Inquest on the Shroud of Turin, por Joe Nichell, un excelente análisis de este pantanoso tema.