FALLAS DE LA BIBLIA 5

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 5
Mayo de 1983

COMENTARIO

PEDRO

La Biblia tiene muchos héroes que representan un papel crucial en la formulación de sus conceptos e ideología. Jesús, Pablo, Abraham, David y Pedro están entre las figuras más notables. Por desgracia, cada uno de ellos tiene serios defectos de carácter y no se deberían exhibir como modelos para que nuestros hijos los imiten. Pedro es un buen ejemplo de alguien carente de valentía e integridad. Todos los actos, frases y eventos que siguen muestran cuán inadecuado es darles el nombre de Pedro a iglesias, catedrales y basílicas, y cuán absurdo es declararlo santo:

Negó a Jesús tres veces, con lo que mintió bajo juramento  (Mateo 26:70-75);
Jesús lo negará en el cielo por haber negado a Jesús ante los hombres (Mateo 10:33);
Prometió falsamente que nunca abandonaría a Jesús aunque todos los demás lo hicieran (Mateo 26:33);
Mintió al decir que permanecería junto a Jesús hasta el final (Lucas 22:33);
Jesús lo llamó Satanás (Mateo 16:23);
Admitió ser pecador (Lucas 5:8);
Sacó una espada y le cortó la oreja a un hombre (Juan 18:10);
Jesús lo reprendió por su poca fe (Mateo 14:31) y por entrometerse en sus asuntos (Juan 21:21-22);
Reprendió a Jesús y lo acusó de mentir (Mateo 16:22);
Varias veces se quedó dormido en el huerto de Getsemaní cuando Jesús le pidió que se quedara despierto (Matt. 26:40-45);
Quiso saber qué beneficios tendría si seguía a Cristo (Mateo 19:27);
Fue un miedoso y un cobarde por negarse a comer con extranjeros convertidos porque se acercaban jefes judíos que podrían objetar (Gálatas 2:11-12);
Él, junto con los otros apóstoles, creyó que la historia de la resurrección que narraban las mujeres era invento (Lucas 24:10-12);
Entró en aldeas de Samaria (Hechos 8:25) desobedeciendo el mandato de Jesús (Mateo 10:5);
Dijo que Lot había sido un hombre recto (2 Pedro 2:7-8) a pesar de que Lot había ofrecido a sus hijas vírgenes a una turba (Génesis 19:8), fue tan malvado como todos los demás y no merecía ser salvado de la destrucción de Sodoma y Gomorra;
Luego de acusar a Ananías públicamente y darle un susto de muerte, repitió el acto con la esposa (Hechos 5:1-10), desobedeciendo el mandato de Jesús de respetar los sentimientos de los demás (Mateo 5:7, 39);
Le preguntó a Jesús, tendenciosamente, quién lo traicionaría (Juan 21:20), pero estuvo presente cuando Jesús expuso al traidor durante la Última Cena (Mateo 26:25) y cuando Judas llevó a los soldados para arrestar a Jesús (Juan 18:3-5, 10);
Pidió señales para su generación (Hechos 4:29-30) en contra de lo que Jesús había anunciado (Marcos 8:12);
Achacó injustamente a Poncio Pilato la responsabilidad por la suerte de Jesús (Hechos 4:26-27) cuando Pilato había dejado clara su inocencia y no quiso asociarse con su muerte (Mateo 27:24);
Dijo que Jesús fue muerto y luego colgado de un madero (Hechos 5:30), cuando en realidad había sido crucificado antes de morir (Mateo 27:40-50);
Dijo que Dios había hecho a Jesús Señor y Cristo (Hechos 2:36), lo que significaría que en un momento no lo fue.

Más números de Fallas de la Biblia discutirán la exactitud de otras afirmaciones de Pedro.
A pesar de este deplorable historial, muchos consideran a Pedro un “santo” y una rama del cristianismo ha llegado al punto de usar Mateo 16:18-19 para designarlo como primer papa. Pedro era el más importante de todos los apóstoles, pero a menudo demostró una vergonzosa falta de honor, veracidad e integridad. Uno sólo puede sentir pena por cualquier institución que se diga fundada por él.

CONTRADICCIONES

Si hay algún lado por el que las imperfecciones y errores de la Biblia sean más notables, es en el de sus incoherencias y contradicciones. El libro es un pantano de afirmaciones contradictorias y desacuerdos obvios, lo que sería de esperar en cualquier escrito elaborado a lo largo de aproximadamente 1.500 años por 40 ó 50 distintos autores, pocos de los cuales parecían estar interesados precisamente en lo que los otros habían escrito. Es más: la naturaleza altamente repetitiva de la Biblia explica muchos de estos conflictos. Habría sido mucho mejor para los que intentan defender el libro si, por ejemplo, Deuteronomio no repitiera tanto del Éxodo, Crónicas no repitiera tanto de Samuel y los Reyes y los evangelios no fueran tan repetitivos. Pero repiten, y así aparecen los problemas. Y a pesar de todas las dificultades históricas, matemáticas, éticas, filosóficas, geográficas y cronológicas que contienen, algunos fundamentalistas férreos mantienen hasta el final una resistencia destinada al fracaso. Por increíble que parezca, hay quien todavía dice: “La Biblia es perfecta e infalible. No tiene inexactitudes”. Así que, para bien de estos rebeldes, voy a dar una lista con algunos problemas sencillos y directos que admiten incluso los voceros reconocidos de la posición fundamentalista:
(a) ¿David tomó setecientos (2 Samuel 8:4) o siete mil (1 Crónicas 18:4) jinetes de Hadadezer?
(b) ¿Ocozías tenía 22 (2 Reyes 8:26) ó 42 años (2 Crónicas 22:2) cuando empezó a reinar?
(c) ¿Joaquín tenía 18 (2 Reyes 24:8) u 8 (2 Crónicas 36:9) años cuando empezó a reinar? ¿Reinó tres meses (2 Reyes 24:8) o tres meses y diez días (2 Crónicas 36:9)?
(d) ¿En Israel había 8.000.000 (2 Samuel 24:9) ó 1.100.000 espadachines (1 Crónicas 21:5)? ¿En Judá había 500.000 (2 Samuel 24:9) ó 470.000 (1 Crónicas 21:5) espadachines?
(e) ¿Salomón tenía 550 (1 Reyes 9:23) ó 250 (2 Crónicas 8:10) jefes sobre el pueblo?
(f) ¿Mical, la hija de Saúl, no tuvo hijos nunca (2 Samuel 6:23) o tuvo cinco hijos (2 Samuel 21:8)?
(g) ¿Lot era sobrino (Génesis 14:12) o hermano de Abraham (Génesis 14:14)?
(h) ¿José fue vendido a Potifar por midianitas (Génesis 37:36) o por ismaelitas (Génesis 39:1)?
(i) ¿Saúl fue muerto por su propia mano (1 Samuel 31:4), por un joven amalecita (2 Samuel 1:10) o por los filsteos (2 Samuel 21:12)?
(j) ¿Salomón hizo un mar fundido con 2.000 (1 Reyes 7:26) ó 3.000 (2 Crónicas 4:5) baños?
(k) ¿Los trabajadores del templo tenían 3.300 (1 Reyes 5:16) ó 3.600 (2 Crónicas 2:18) capataces?
(l) ¿La tierra dura (Eclesiastés 1:4) o no dura para siempre (2 Pedro 3:10)?
(m) Si Jesús habla de sí mismo, ¿su testimonio vale (Juan 8:14) o no vale (Juan 5:31)?
(n) ¿Josías murió en Meguido (2 Reyes 23:29-30) o en Jerusalén (2 Crónicas 35:24)?
(o) ¿Jesús llevó a Pedro, Santiago y Juan a subir una montaña luego de seis (Mateo 17:1, Marcos 9:2) u ocho (Lucas 9:28) días?
(p) Nabuzaradán llegó a Jerusalén en el décimo mes del año. ¿Fue en el séptimo (2 Reyes 25:8) o décimo (Jeremías 52:12) día?
Además de cientos de contradicciones singulares, en varias partes la Biblia muestra afirmaciones contradictorias en bloques o grupos de entre 10 y 25. Los mútiples problemas relacionados con la resurrección de Jesús lo muestran muy bien (ver número 2 de Fallas de la Biblia). Probablemente, el ejemplo más claro es el de las listas en Esdras 2 y Nehemías 7 sobre las familias de los exiliados que regresaban. Hay alrededor de 33 familias en ambas listas, comenzando con los hijos de Paros. Hay desacuerdos sobre catorce de estas familias, como se ve simplemente leyendo las listas y comparando las cifras. Es más: a menudo los autores bíblicos tenían problemas para sumar, y este caso no es la excepción. Esdras 2:64 dice que la congregación entera comprendía 42.360 personas, pero uno sólo tiene que hacer la suma para ver que eran realmente 29.818. Nehemías 7:66 dice que el número total era de 42.360, pero el verdadero total de esa lista es 31.089.

RESEÑA

Por muchos años los apologetas han estado usando una amplia gama de racionalizaciones y justificaciones para explicar las obvias contradicciones e inexactitudes de las escrituras. Muchos se han vuelto maestros de la distorsión, la mentira y la ambigüedad, llegando a menudo hasta el punto de hacer lo claramente falso parecer lógico, cuando no bastante sabio. Han desarrollado la habilidad de hacer que lo absurdo parezca sensato y profundo. El renombrado académico bíblico J. T. Sunderland lo dijo bien:
“[Los teólogos], convenientemente, se permiten desechar algunas de las cosas más increíbles u objetables que contiene el libro; desarrollan una facilidad maravillosa para explicar contradicciones, inexactitudes y cosas que el aumento de conocimiento ha probado falsas, y para encontrar en los libros, en mil lugares, toda clase de nuevos significados y supuestas “interpretaciones profundas” que buscan armonizar sus enseñanzas con el aumento de conocimiento. Lo que está en la mente del lector se atribuye a la del escritor. El significado natural y sencillo de las palabras se hace a un lado. Se imponen interpretaciones forzadas a los pasajes con el fin de obligarlos a armonizar con lo que se supone que deberían significar. Se descubren en los libros afirmaciones, doctrinas y alusiones que no sólo no aparecen en sus páginas, sino que son absolutamente ajenos a la época en que se escribieron.” (The Origin and Character of the Bible, by J.T. Sunderland, p. 12.)

A la luz de este hecho, veamos algunas de las explicaciones que suelen ofrecer los apologetas para explicar problemas como los que hemos discutido. En su Enciclopedia de Dificultades Bíblicas, el profesor Gleason Archer de la Evangelical Divinity School trató de luchar con muchos de los aspectos contradictorios de la Biblia y produjo un texto que no logra ser definitivo. Aunque es un fuerte fundamentalista evangélico, admite las incoherencias mencionadas (a, b, c, d, e) como contradictorias. No lo discute, pero lo atribuye a errores de copia. Supuestamente, algún escritor bíblico transcribió algo mal. Los apologetas suelen emplear esta explicación cuando es obvio que cualquier otro enfoque resulta falso. Los hechos son tercos, y ante ellos una mente cerrada es fácil de detectar. Pero, ¿cómo sabe uno que un escriba se equivocó, si el mismo Archer admite que los textos originales ya no existen? “… debemos enfrentar el problema de la total desaparición de los [escritos originales] (…) técnicamente, es cierto que ya no poseemos ninguna copia perfecta de los manuscritos originales e infalibles de la Biblia.” (p. 28). Habiendo dicho esto, Archer procede a hacer una afirmación que raya en lo absurdo: “Así que debemos valorar los originales infalibles de las Santas Escrituras como libres de toda forma de error, aunque nunca los hayamos visto realmente.” (p. 29). ¡Imaginen cuánta insensatez! Se nos dice: Sí, hay contradicciones en la versión Reina-Valera. ¿Por qué? Porque alguien copió algo mal de los textos originales. Pero nadie ha visto jamás los originales, así que, ¿cómo sabe Archer que algo se copió incorrectamente? ¿Cómo sabe que los originales están sin tacha? Los originales mismos muy bien podrían contradecirse. De hecho, ¿cómo sabe Archer que había originales, para empezar? Los apologetas hablan constantemente sobre los originales, admitiendo que no existen y que nadie vivo los ha visto. Las versiones modernas de la Biblia [como, en español, la Reina-Valera, la Nácar-Colunga y la Biblia de Jerusalén] son meras recopilaciones, armadas por académicos que, después de ver una amplia variedad de manuscritos y códices bíblicos (Códice Sinaítico, Códice Vaticano), trataron de reconstruir los supuestos originales. El grave defecto de todo este proceso, incluso si hubiera habido originales, está en que cientos de manuscritos difieren en cientos de versos. En consecuencia, cualquier versión de la Biblia es poco más que el resultado de un concurso de popularidad en el que manuscritos conflictivos se tratan de armonizar con opiniones académicas en conflicto. La Biblia actual nos llegó por votación, no por inspiración.

Haciendo un lado el argumento de los errores de copia, examinemos otras respuestas comunes que suelen dar los apologetas a estos problemas. Con respecto a las contradicciones entre Esdras 2 y Nehemías 7, Archer dice: “Pero muy bien podría ser que Esdras usó la lista inicial de quienes originalmente anunciaron su intención de unirse a la caravana de colonos que volverían, mientras que la lista de Nehemías reproduce el total de los que llegaron a Judea al final de la travesía…” (Ibid. p. 230). Y descarta los totales inexactos diciendo: “En cualquier caso, la diferencia de totales que aparece en estos registros no debería sorprender a nadie. Se ha visto el mismo tipo de aumentos y disminuciones [durante el viaje] en toda gran migración de la historia humana.” (Ibid. p. 230).
Esta explicación no tiene ningún peso, pues Esdras 2:1 y Nehemías 7:6 muestran claramente que ambas listas se refieren a los que regresaron físicamente a Jerusalén y Judá. Lo que haya pasado durante el viaje es irrelevante. Así que hay contradicciones con respecto a los números de cada tribu y el total de exiliados. Archer cerró su comentario atribuyendo algunas de las dificultades a errores de copia: “… es muy fácil ver cómo la incertidumbre sobre los totales podría sumarse a la distracción por parte del escriba para dar como resultado una reproducción inexacta de las cifras.” (p. 230).

Tratando el problema entre Esdras y Nehemías, W. Arndt, apologeta y profesor de exégesis y hermenéutica del Nuevo Testamento del Concordia Seminary en St. Louis, atribuyó el asunto a errores de copia: “Es muy posible que, donde había que copiar tantos nombres y números, se introdujeran errores de transcripción, y que éstos sean responsables de algunas de las variaciones.” (Does The Bible Contradict Itself?, W. Arndt, p.49.)
Hay contradicciones cronológicas a lo largo de toda la Biblia, y en ninguna parte es esto más evidente que en los evangelios. Por ejemplo, Lucas 4:5-9 dice que el diablo llevó a Jesús a una montaña y luego a lo alto del templo, mientras que Mateo 4:5-8 dice que lo llevó a lo alto del templo primero y a la montaña después. La forma como Archer intenta resolver este problema se basa sobre una sola palabra. Según él, Mateo dice “entonces” (Mateo 4:5), que muestra una secuencia lógica de eventos, mientras que Lucas usa “y” (Lucas 4:9) entre ambos eventos, lo que deja sin claridad la secuencia (p. 230). El problema de este enfoque es que varias versiones de la Biblia [en inglés, la New International Version, la Modern Language, la Living Bible] dicen que la palabra griega traducida como “y” en Lucas 4:9 debería traducirse como “entonces”. Es más: hay 44 versos en el capítulo cuarto de Lucas, y 34 de ellos comienzan con “y”. Si uno se adhiere a la lógica de Archer, 34 de estos versos pueden reorganizarse en cualquier forma que deseara el traductor, y nadie podría llegar a conocer la secuencia de eventos.

Otra contradicción cronológica que Archer trata de resolver se refiere a si Jesús echó a los mercaderes del templo (Mateo 21:12) y después maldijo la higuera (Mateo 21:19) o si maldijo la higuera (Marcos 11:14) y después echó a los mercaderes (Marcos 11:15). Archer resuelve este problema de manera patética. Admite que Marcos 11:14-15 está compuesto en secuencia, pero de Mateo dice: “Al estudiar en general la técnica narrativa de Mateo, hallamos que a veces organiza su material en orden de temas, más que en el estricto orden cronológico que es más característico de Marcos y Lucas”. (Ibid p. 334). Pero uno sólo necesita leer Mateo 21:12-19 para ver que la narrativa se ha hecho en orden cronológico, no según temas. El verso 18 deja claro que la higuera fue maldita el día después de que los mercaderes fueron echados, lo que se opone abiertamente al registro de Marcos.
Quien desee una enumeración más completa de los desacuerdos en la Biblia puede consultar obras como The Bible Handbook de G.W. Fooote, Is It God’s Word? de Joeseph Wheless, The Bible de John Remsberg, The Age of Reason de Thomas Paine, or The Christ de John Resburg. Cada uno bien vale la pena.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De M. H. en Dayton, Ohio (parte 4, continúa)

Usted dice [en el número 2 de Fallas de la Biblia] que Jesús mintió varias veces. Usando la Revised Standard Version, una basura pútrida como ninguna, usted dice que Jesús rompió su promesa en Juan 7:8-10. Primero que todo, la versión King James es la única Biblia en inglés sin un solo error demostrable. En la Revised Standard Version hallará toda clase de errores. Pero la King James es correcta siempre: no tiene un solo engaño. En ella se dice: “No voy todavía”. Jesús no mintió. Simplemente no iba a asistir cuando los demás fueron. ¿Quién mintió ahora: Dios y la Biblia, o usted?

Respuesta del Editor (parte 4)

M. H., no sea absurdo. Está fuera de toda discusión racional que la versión King James de la Biblia tiene contradicciones obvias y demostrables. Aferrarse a las creencias y defenderlas con una convicción firme es una cosa, pero el fanatismo es otra. Quien lea la Biblia puede ver que abundan las contradicciones. Ése no es el asunto. La pregunta es si son tan numerosas e importantes como para destruir la validez de la Biblia. Hágase un favor, M. H. No intente proteger una posición claramente insostenible. Usted dice que la versión King James “no tiene un solo engaño”. No se deje engañar por su confianza en ella.
Usted dice que la King James, a diferencia de la Revised Standard Version, defiende a Jesús haciéndole decir “todavía” en Juan 7:8. Pero le sugiero observar otras versiones de la Biblia, como la New American Standard Bible, que también omite el “todavía”. Antes de llamarla otra “basura pútrida”, sería mejor que consultara a evangélicos fundamentalistas como Josh McDowell and Don Stewart, cuyos escritos son bastante notables en las librerías cristianas. Dicen en su libro Reasons Skeptics Should Consider Christianity: “Aunque no es tan legible como otras traducciones, su exactitud no tiene par. Si uno desea estudiar las Escrituras, la New American Standard Bible es quizás la mejor Biblia disponible [en inglés]” (p. 71). No había un “todavía” en los manuscritos que estudiaron los académicos, y por eso la Revised Standard Version de 1952 y la and New American Standard Bible de 1971 lo omitieron. Los creyentes están bien enterados de este problema, M. H., y ciertamente habrían incluido el “todavía” si hubiera sido posible. No quieren enfrentar esta dificultad más que usted.

(Esta carta continuará en el próximo número.)

CARTAS AL EDITOR

De M. B. en Fond du Lac, Wisconsin

Apreciado señor: Es reconfortante oír una respuesta sensata contra los literalistas y “su” Biblia. Soy un desafortunado que trabaja casi todos los días con tres fundamentalistas (uno de los cuales es un reverendo autodidacta). Es más: estos fundamentalistas tienen amigos, así que constantemente se me bombardea con retórica bíblica.
El que se llama reverendo está revisando cuidadosamente los dos primeros números de Fallas de la Biblia. Estoy seguro de que sus comentarios serán sólo defensivos en el mejor de los casos, pues usted usa una lógica impecable. Tras haber disfrutado sus primeros dos números, me gustaría saber sobre usted y su recorrido. Ciertamente, el fervor de su ataque parece sugerir un pasado como fundamentalista. En cualquier caso, espero con ansias los números siguientes.

Respuesta del Editor

Apreciado M. B.: Siempre evito alejarme de la Biblia para hablar de mí mismo, pero, dada la amabilidad de su carta, supongo que no importará por esta vez. Tengo un título en filosofía y una maestría en ciencias sociales. He estado en el campo de la educación por más de 15 años y hace ya un tiempo cumplí los 40. [Escrito en 1983.] Mis pasatiempos favoritos son la lectura seria, el ajedrez y el tenis, lo que podría mostrar que no tengo ningún pasado fundamentalista. Crecí en la neutralidad religiosa y me he estado educando desde los 16 evitando la acostumbrada instrucción tendenciosa. Por cierto, pídale a su “llamado” reverendo que me escriba. Me gustaría oírlo.

De D. M. en Redmond, Washington

Apreciado señor McKinsey: Como siempre, su número 3 estuvo muy bien hecho. Con respecto a la carta de R. W. en el número 3, me gustaría ofrecer algunos comentarios. Cuando se escribió 2 Timoteo 3:16 (y probablemente NO lo escribió el llamado Pablo), LA BIBLIA NO EXISTÍA: este verso, por tanto, no podía referirse a la Biblia como la conocemos hoy. Si mucho, podía haber tenido que ver con el Antiguo Testamento solamente. Todas las cartas “paulinas” se terminaron ANTES de que se escribiera la primera palabra de cualquiera de los llamados evangelios, y mucho antes de que se resolviera la cuestión del canon bíblico (como usted debe de saber). Además, el verso podría traducirse correctamente así: “Toda escritura QUE ES INSPIRADA por Dios…” (lo cual pone el verso en una perspectiva totalmente diferente). Sólo los crédulos usan (y aceptan) 2 Timoteo 3:16 como “demostración” de la inspiración bíblica. Éste no sólo es un uso incorrecto del verso en cuanto a cronología bíblica y posible intención, sino que también constituye un proceso de razonamiento circular (como seguramente usted sabe). También debe observarse que, como admitió un ministro fundamentalista hablando conmigo, en este caso “toda escritura” puede significar simplemente “todo lo escrito”. Así, ¡2 Timoteo 3:16 se vuelve completamente inútil como apoyo de la idea de la inspiración bíblica!
En respuesta a la cuestión de por qué llegar a tantos extremos para probar la falsedad de la Biblia, yo respondo que considero mi DEBER exponer la verdadera naturaleza de la Biblia para contrarrestar a quienes llegan a extremos para probar que es la palabra de Dios. Hay que señalar que un ser perfecto SE PASMARÍA de tener cualquier asociación con un libro tan imperfecto.
Además (y puede decírselo a R. W.), yo fui una vez un cristiano fundamentalista, temeroso de Dios, creyente en la Biblia y nacido de nuevo. “Dios” me dio un cerebro razonablemente bueno. No pude evitar darme cuenta, a medida que hacía mis estudios bíblicos, que el texto tenía problemas más que aparentes. Empecé una investigación cuidadosa. Una cosa llevó a la otra. Lo que comenzó como una tímida búsqueda se convirtió en una ocupación completa a la que he dedicado mi tiempo durante casi seis años, y ahora he nacido de nuevo como agnóstico/ateo. Yo sostengo que CUALQUIER PERSONA que estudie la Biblia como yo se volverá agnóstico o ateo, o conservará su “fe” renunciando a su propia razón y negando la realidad.

Respuesta del Editor

¡Bien dicho, D. M.! Muchos académicos han hecho comentarios similares acerca de 2 Timoteo 3:16. El que deba traducirse como “Toda escritura es dada por inspiración de Dios…” (según la King James) o como “Toda escritura que es inspirada por Dios…” (según muchos académicos griegos) hace una tremenda diferencia. La segunda traducción implica que parte de las escrituras no es inspirada, lo que destruiría el mayor argumento que tienen los fundamentalistas para probar la infalibilidad de la Biblia. Por cierto, en realidad no es necesario llegar a extremos para refutar la Biblia. Sólo hace falta abrir el libro y leer con ojo crítico.