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El Chamanismo se refiere a una clase de creencias y prácticas tradicionales similares al animismo que aseguran la capacidad de diagnosticar y de curar el sufrimiento del ser humano y, en algunas sociedades, la capacidad de causarlo. Los chamanes creen lograrlo atravesando la línea con el mundo de los espíritus y formando una relación especial con ellos. Aseguran tener la capacidad de controlar el tiempo, profetizar, interpretar los sueños, usar la proyección astral y viajar a los mundos superior e inferior. Las tradiciones de chamanismo han existido en todo el mundo desde épocas prehistóricas.

Algunos antropólogos definen un chamán como un intermediario entre el mundo natural y espiritual, que viaja entre los mundos en un estado de trance. Una vez en el mundo de los espiritus, se comunica con ellos para conseguir ayuda en la curación, la caza o el control del tiempo. Ripinsky-Naxon describe a los chamanes como “gente que tiene fuerte ascendencia en su ambiente circundante y en la sociedad de la que forma parte.”

Un segundo grupo de antropólogos discuten el término chamanismo, arguyendo que es una palabra para una institución cultural específica que, al incluir a cualquier sanador de cualquier sociedad tradicional, produce una uniformidad falsa entre estas culturas y crea la idea equívoca de la existencia de una religión anterior a todas los demás. Otros les acusan de ser incapaces de reconocer las concordancias entre las diversas sociedades tradicionales.

El chamanismo se basa en la premisa de que el mundo visible está impregnado por las fuerzas y los espíritus invisibles, que afectan todas a las manifestaciones de la vida. En contraste con el animismo, en el que todos y cada uno de los miembros de la sociedad implicada lo practica, el chamanismo requiere conocimientos o capacidades especializados. Se podría decir que los chamanes son los expertos empleados por los animistas o las comunidades animistas. Sin embargo, los chamanes no se organizan en asociaciones rituales o espirituales, como hacen los sacerdotes.

Etimología
La palabra chamán se refería originalmente a los sanadores tradicionales de las áreas turcas y mongolas del norte de Asia (Siberia) y Mongolia; chamán es la palabra turco-tungus para médico, y significa literalmentr “él (o la) que sabe.” En turco fueron llamados Kam y a veces Baks?.

La palabra tungusa šamán proviene de la china sha men tomada del Pali, ?amana, y en última instancia del sánscrito ?ramana: “asceta”, del ?ramati “que fatiga”. La palabra pasó a través de ruso y alemán antes de que fuera adoptada por el inglés, shaman, y llegara al español.

Otra explicación analiza el hecho de que esta palabra tungusa contiene la raíz “sa -“, que significa “saber”. “Chamán” sería así “el/la que sabe”, una persona que es un experto en guardar los múltiples códigos con los cuales estas creencias se muestran, y tiene una visión de ellos mezclada con ciertos conocimientos.

En su uso común, es equivalente al de brujo: un término que une las dos funciones del chamán: conocimiento del saber mágico y capacidad de curar a las personas y de reparar una situación problemática. Sin embargo, este último término se considera generalmente peyorativo y antropologicamente inexacto. La objeciones al uso de la palabra “chamán” vienen dadas por ser una palabra que viene de un lugar, de una gente, y de un sistema de prácticas específicas.

Críticas al término «Chamán»
Ciertos antropólogos, como Alicia Kehoe, [1], rechazan el término moderno por lo que implica de apropiación cultural. Se refieren a las formas occidentales modernas de chamanismo, que no sólo falsifican y diluyen las prácticas indígenas genuinas, sino que lo hacen de tal forma que refuerzan ideas racistas, tales como la del buen salvaje.

Kehoe es muy crítica con el trabajo de Mircea Eliade. Eliade, siendo historiador más bien que antropólogo, nunca había hecho ningún trabajo de campo ni había tenido contacto directo con los chamanes o las culturas que practican chamanismo. Según Kehoe, el chamanismo de Eliade es una invención sintetizada de varias fuentes sin apoyo de ninguna investigación directa. Opina que lo que éste y otros estudiosos definen como propio del chamanismo, los trances, cánticos, comunicación con los espíritus, curaciones, son prácticas que existen en culturas no chamánicas como en algunos rituales judeo-cristianos. En su opinión, son propios de varias culturas que los utilizan, y no se pueden englobar en una religión general llamada chamanismo. Por lo mismo, rechaza que el chamanismo sea una antigua religión superviviente del Paleolítico.

Hoppál también discute si el término chamanismo es apropiado. Recomienda el usar Chamanidad para marcar la diversidad y las características específicas de las culturas discutidas. Este es un término usado en viejos informes etnográficos, tanto rusos como alemanes, de principios del siglo XX. Cree que este término es menos general y permite marcar diferencias locales.

Función

Chamán con su tambor. siglo XVIII.El chamán puede satisfacer necesidades múltiples de su comunidad, tales como:

la curación, que realiza con un sacrificio,
la predición del futuro,
la guía de almas. Como tal, el chamán puede acompañar el alma que se encarna en un bebé recién nacido, o viceversa, el alma que sale del que acaba de morir.
Pueden también servir a la comunidad manteniendo la tradición, por la vía de memorizar canciones y largas historias.
Estas varias funciones pueden parecer tareas distintas, pero algunos conceptos subyacentes importantes las ensamblan.

Concepto del alma
La curación se basa en los conceptos sobre el alma y las creencias de las gentes servidas por el chamán, que recupera de manos de los espíritus el alma perdida del enfermo. Los relatos de historias o los cánticos también se relacionan. Una persona que puede memorizar los textos largos o las canciones (y tocar un instrumento) es vista como favorecida por los espíritus, es un mediador entre todos ellos (incluídas las almas de los muertos) y la comunidad. En algunas culturas, esta función de mediador se puede ilustrar bien por algunos de los objetos y de los símbolos de los chamanes: entre los selkups, un informe menciona una especie de ave acuática como espíritu-animal: los patos son capaces de volar y bucear, por lo que son vistos como pertenecientes al mundo superior e inferior. El árbol de los chamanes es otra imagen encontrada en varias culturas (yakuts, dolgans, evenks) como símbolo de mediación. El árbol tiene raíces que pertenecen al mundo subterráneo, su tronco pertenece al centro, el mundo habitado por los humanos, y su copa se relaciona con el mundo superior.

En algunas culturas puede haber tipos adicionales de chamanes, que realizan funciones especializadas. Por ejemplo, entre la gente de Nanai, es un tipo diferente el que actúa como guía de almas. Otros chamanes especializados pueden ser distinguidos según el tipo de espíritus, o de reinos del mundo del espíritu, con que se relacionen comunmente. Estos papeles varían en los chamanes nenets, enets, y selkup.

En las selvas tropicales, los recursos para el consumo humano pueden agotarse. En algunas culturas, como entre los tukanos, existe un sistema para el control de recursos y para evitar el agotamiento de éstos por sobreexplotación. Este sistema se sitúa en un contexto mitológico, implicando símbolos y, en algunos casos, la creencia de que la relajación en las restricciones de la caza puede causar enfermedades. Como primer maestro del simbolismo tribal, el chamán tiene un papel principal en esta gerencia ecológica, marcando las restricciones de caza y pesca. No solamente los tukanos, también muchos grupos esquimales piensan que el chamán puede sacar a los animales (o a sus almas) de sus ocultas madrigueras.

Conocimiento
Como la etimología indica, “chamán” es “el/la que sabe”: una persona que es capaz de recordar todos los códigos externos de sus creencias, y que además las comprende y tiene unos conocimientos básicos. Los chamanes usan, y su pueblo entiende, múltiples códigos. Se expresan de distintas maneras: de forma musical, verbal, coreográfica, y algunos objetos también tienen su significado, como los amuletos. Es alguien que conoce bien la cultura de su comunidad, y actúa en consecuencia. Su audiencia reconoce los símbolos usados y sus significados, lo que explica el por qué de su eficiencia: su gente cree en ellos y en quien tiene la certeza de que los conoce.

Algunos estudios utilizan conceptos de la teoría de los sistemas y consideraciones ecológicas para entender el saber de los chamanes. Los indios desana y tukanos han desarrollado un simbolismo sofisticado y conceptos de “poder” fluyendo entre la gente y los animales en trayectorias cíclicas. Gerardo Reichel-Dolmatoff relaciona estos conceptos con las teorías de la ciencia moderna sobre la causalidad, y sugiere una cooperación entre la ciencia moderna y el saber indígena.[2]

Historia

Chamán norteamericano, 1897.El chamanismo es considerado por algunos como el antecedente de todas las religiones organizadas, ya que nació antes del Neolítico. Alguna de sus aspectos se mantienen en el fondo de estas religiones, generalmente en sus prácticas místicas y simbólicas. El paganismo griego estaba influenciado por el chamanismo, como se refleja en las historias de Tántalo, Prometeo, Medea y Calipso entre otros, así como en los misterios, como los de Eleusis. Algunas de las prácticas chamánicas de la religión griega fueron copiadas más adelante por la religión romana.

Las prácticas chamánicas de muchas culturas fueron marginadas con la propagación del monoteismo en Europa y el Oriente Medio. En Europa, comenzó alrededor del año 400, cuando la Iglesia Católica consiguió la primacía sobre las religiones griega y romana. Los templos fueron destruidos sistemáticamente y las ceremonias proscritas o apropiadas. La caza de brujas pudo haber sido la última persecución para acabar con el remanente del chamanismo europeo.

La represión continuó con la influencia católica en la colonización española. En el Caribe, y América Central y del Sur, los sacerdotes católicos seguían los pasos de los conquistadores y eran el instrumento de destrucción de las tradiciones locales, denunciando a sus practicantes como “representantes del diablo” y ejecutandolos. En Norteamérica, los puritanos ingleses realizaron campañas periódicas contra individuos percibidos como brujos. Más recientemente, ataques contra participantes en prácticas chamánicas han sido llevados a cabo por misioneros cristianos en países del Tercer Mundo. En la década de 1970, algunos misioneros desfiguraron petroglifos históricos en el Amazonas. Una historia semejante de destrucción se puede contar entre budistas y los chamanes, por ejemplo, en Mongolia [3]

Hoy, el chamanismo sobrevive sobre todo en pueblos indígenas. Su práctica continúa en las tundras, las selvas, los desiertos y otras áreas rurales, y también en ciudades, pueblos, suburbios, y aldeas de todo el mundo. Está especialmente extendido en África, y también en Suramérica, donde existe el llamado “chamanismo mestizo”.

Variaciones geográficas

Europa
Aunque el chamanismo tenía una gran tradición en Europa antes de la llegada del monoteismo, permaneció como una religión organizada y tradicional solamente en Mari-El y Udmurtia, dos provincias semiautónomas de Rusia cuya población era mayoritariamente finesa y húngara.

Asia
Todavía se practica en algunas zonas, aunque en muchos otros casos el chamanismo ya estaba en decadencia a comienzos del siglo XX.

Siberia
Es un centro de chamanismo, habitado por pueblos muy diversos. Muchos de las gentes que pueblan los Urales y Altai, han mantenido estas prácticas vivas hasta épocas modernas. Muchas de las fuentes etnográficas han sido recogidas entre sus gentes.

Muchos grupos de cazadores y criadores de renos practicaron el chamanismo como tradición viva también en época moderna, especialmente los que han vivido aislados hasta tiempos recientes como los naganasan.

Cuando la República Popular China se creó en 1949 y la frontera con la Siberia rusa fue sellada formalmente, quedaron confinados grupos nómadas de tungus que practicaban el chamanismo en Manchuria y Mongolia. El último Chamán conocido del Oroqen, Chuonnasuan (Meng Jin Fu), murió en octubre del 2000.

Corea
El chamanismo todavía se practica en Corea del Sur, en donde el papel de chamán lo representan mujeres llamadas mudang, mientras que los escasos varones son conocidos como baksoo mudang. Ambos suelen ser miembros de clases bajas.

El título puede ser hereditario o deberse a una capacidad natural. En la sociedad contemporánea se les consulta para tomar decisiones tales como Finanzas|financieras y maritales.

El uso que las mudang y los baksoo mudang hacen de la amanita Muscaria era una práctica tradicional que se creía suprimida desde la dinastía Choseon. Otra seta (extremadamente venenosa) fue retitulada como la seta del chamán, “????”. Los chamanes coreanos son conocidos también por utilizar arañas. Mantienen los trajes de colores, las danzas, los tambores y las armas rituales características.

Otras áreas asiáticas

Parte de una rueda de la vida Bön.Hay una gran influencia chamánica en la religión de Bön de Asia central, y en el budismo tibetano; el budismo llegó a ser popular entre los chamanes tibetanos, mongoles, y manchúes a principios de siglo VIII. Las formas rituales chamánicas impregnaron el budismo tibetano, y se institucionalizaron como religión de estado bajo las dinastías chinas Yuan y Qing. Un elemento común entre ambas religiones es el logro de la realización espiritual, conseguido ocasionalmente por sustancias sicodélicas. De todas formas, la cultura chamánica todavía se practicó por varios grupos étnicos en áreas de Nepal y norte de India, donde no se considera extinguida actualmente, e incluso hay gentes que temen las maldiciones de los chamanes.

En Tíbet, la escuela de Nyingma en particular, mantenía la tradición tántrica de casar a sus sacerdotes, conocidos como Ngakpas (masc.) o Ngakmas/mos (fem.). El Ngakpas se ocupaba de librar a las aldeas de demonios o enfermedades, creando amuletos protectores, realizando los ritos oportunos, etc. Eran despreciados por la jerarquía de los monasterios, que, como en muchas instituciones religiosas convencionales, deseaban preservar sus propias tradiciones, a veces a expensas de otras: dependían de la liberalidad de mecenas que los ayudasen. Esta situación condujo a menudo a un choque entre los pueblos de carácter chamánicos con cultura Ngakpa y el sistema monástico más conservador.

También se practica en las islas de Ryukyu (Okinawa), donde se conocen a los chamanes como nuru, y en algunas otras áreas rurales de Japón. Muchos coreanos todavía creen que el sintoísmo es el resultado de la transformación del chamanismo en religión del estado.

América
El “brujo” americano tiene creencias religiosas diversas. Nunca hubo una religión o sistema espiritual común. Aunque muchas de las culturas tienen curadores, ritualistas, cantores, místicos y oradores ningunos de ellos se ajusta exactamente a la definición de chamán.

Muchas de estas religiones indígenas han sido falsificadas burdamente por los observadores y los antropólogos, tomando aspectos superficiales e incluso totalmente erróneos que eran tomados como “más auténticos” que los relatos de los miembros de esas culturas. Se contribuye al error al pensar que las religiones americanas son algo que existó solamente en el pasado, y que se pueden obviar las opiniones de las comunidades nativas.

No todas las comunidades indígenas tienen individuos con un papel específico de mediador con el mundo de los espíritus en nombre de su comunidad. Entre las que tienen esta estructura religiosa, métodos espirituales y creencias pueden tener algunas similitudes, aunque muchas de estas concordancias son debido a las relaciones entre naciones de la misma región o a que las que las políticas gubernamentales post-coloniales mezclaron naciones independientes en las mismas reservas. Esto puede dar la impresión de que hay más uniformidad entre creencias de las que realmente existieron en la antigüedad.

Entre la gente mapuche de Suramérica, sirve a la comunidad como chamán una mujer, llamada Machi, que realiza ceremonias y prepara hierbas para curar enfermedades, expulsar demonios e influenciar sobre el tiempo y la cosecha.

En la Amazonía peruana y en las regiones costeras del norte del país, los chamanes se conocen como curanderos. Además del uso de los cactus de San Pedro (Trichocereus pachanoi) para la adivinación y la diagnosis, los curanderos de la costa norte son conocidos en toda la región por sus altares curativos, llamados mesas. Sharon (1993) defiende que las mesas simbolizan la ideología dual entre la práctica y la experiencia del chamanismo. [4]

Los hombres medicina navajos, conocidos como “Hatalii”, utilizan varios métodos para diagnosticar las dolencias del paciente. Usan herramientas especiales tales como rocas cristalinas, y habilidades tales como trances, acompañados a veces de cánticos. El Hatalii selecciona un canto específico para cada tipo de dolencia. Los curadores navajos tienen que ser capaces de realizar correctamente la ceremonia de comienzo a fin, ya que en caso contrario no surtirá efecto. El entrenamiento de un Hatalii es largo y difícil, casi como un sacerdocio. El aprendiz aprende observando a su maestro, memorizando las palabras de todos los cánticos. En ocasiones, un hombre medicina no puede aprender todas las ceremonias tradicionales, así que puede optar por especializarse en unas pocas.

En las leyendas de la Tierra del Fuego, el xon tiene habilidades sobrenaturales, por ejemplo puede controlar el tiempo.

Práctica
En las culturas chamánicas, los brujos juegan un papel similar al de los sacerdotes, aunque con una diferencia esencial:

El sacerdote es el miembro social iniciado, instalado ceremonialmente en una organización religiosa reconocida, donde lleva a cabo ciertas funciones como el encargado de una oficina que fue manejada por otros antes que él, mientras que el chamán reconocido como consecuencia de una crisis psicológica personal, porque ha ganado cierto ascendiente entre ls suyos. Joseph Campbell.

Chamán urarina.Un chamán se puede iniciar a causa de una enfermedad grave, porque ha soñado con un rayo o un trueno, o por una experiencia cercana a la muerte, o bien porque se siente llamado a serlo. Hay todo un bagaje de imágenes culturales para experimentar en la iniciación, sin importar el método de inducción. Según Mircea Eliade, tales imágenes incluyen a menudo el viaje al mundo de los espíritus y el conocimiento de los seres que lo habitan, encontrando una guía espiritual, para emerger transformado, a veces con amuletos implantados, como cristales mágicos. Las imágenes de la iniciación hablan generalmente de la transformación y de los poderes concedidos para superar la muerte y renacer.

En algunas sociedades se considera que los poderes chamánicos son hereditarios, mientras que en otras deben ser “llamados” y necesitan un largo entrenamiento. Entre los Chukchis siberianos uno puede comportarse de forma tal que un médico “occidental” quizás caracterizaría como sicópata, pero que los siberianos interpretan como la prueba de la posesión por un espíritu, que le exije al poseso que asuma su vocación de chamán. Entre los Tapirapes suramericanos los chamanes son llamados en sus sueños. En otras sociedades eligen libremente su carrera. En Norteamérica, buscan la comunión con los espíritus a través de una visión, mientras que el shuar suramericano, busca el poder de defender a su familia contra enemigos aprendiendo de otros chamanes. El urarina de la Amazonía peruana tiene un elaborado sistema, afirmado en la consumición ritual de ayahuasca. Junto con impulsos milenarios, el chamanismo del ayahuasca de los urarinas es una característica dominante de esta mal documentada sociedad.

Estas supuestas tradiciones chamánicas también se pueden observar entre los indígenas kuna de Panamá, que confían en poderes y talismanes sagrados para sanar. Los chamanes gozan de una posición privilegiada entre la gente local.

Mal chamánico
La enfermedad del Chamán, también llamada crisis iniciática chamánica, es una crisis sico-espiritual, o un rito del paso, observado entre los chamanes novicios. Marca a menudo el principio de un corto episodio de confusión o disturbios del comportamiento en que el iniciado puede cantar o bailar en una manera poco convencional, o tiene una experiencia de “ser molestado por espíritus”. Los síntomas no son considerados como muestras de enfermedad mental por los intérpretes de la cultura chamánica; más bien se interpretan como indicaciones al individuo para que tome el oficio de chamán.[5]. El papel significativo de las enfermedades iniciáticas, se puede encontrar en la historia detallada de Chuonnasuan, el último chamán de los tungus en el noreste de China.[6]

Práctica y método

Consiguen el conocimiento y el poder atravesando la frontera entre los mundos, y trayendo el saber de los cielos. Incluso en la sociedad occidental, esta práctica antigua de sanación se recuerda por el uso del caduceo como símbolo de la medicina. El chamán tiene a menudo, o adquiere, las ayudas familiares de entes del mundo de los espíritus; éstos tienen a menudo forma animal, de plantas curativas, o (a veces) de chamanes fallecidos. En muchas sociedades chamánicas, la magia y el conocimiento son mentados con una única palabra, como el término en quechua yachay.

Como las causas de la enfermedad se consideran provenientes del reino espiritual, siendo efecto de espíritus malévolos o brujerías, se utilizan métodos espirituales y físicos para curar. Comúnmente, la voluntad del chamán deberá entrar en el cuerpo del paciente para enfrentarse al espíritu que le enferma, sanándole al expulsar al espíritu infecioso. Muchos chamanes tienen experiencia en el uso de plantas de su zona, y prescriben un régimen herbario como tratamiento. En muchos lugares, aseguran aprender directamente de las plantas, y ser capaces de comprender sus efectos y características curativas solamente después de obtener el permiso de su espíritu- patrón. En Suramérica, se convoca a los espíritus individuales al cantar los llamados icaros; antes de que cada espíritu pueda ser convocado, debe enseñar al chamán su canción. Es corriente el uso de objetos totémicos, como ciertas rocas; estos objetos son necesarios para obtener poderes especiales y un espíritu guía. Tales prácticas son probablemente muy antiguas; circa 368 a dC., Platón escribió en el Fedro que las “primeras profecías fueron las palabras de un roble”, y que cada uno que vivió en aquella epoca encontraba suficiente ayuda “para escuchar a un roble o una piedra, siempre y cuando dijera la verdad”.

La creencia en la brujería es frecuente en muchas sociedades chamánicas. Algunos pueblos distinguen entre chamanes que curan y hechiceros que dañan; otros creen que todos los chamanes tienen el poder tanto de la curación como de la muerte; es decir, en algunas sociedades los consideran capaces de dañar. El chamán goza generalmente de gran prestigio en la comunidad, y es reputado por su poder y conocimiento; pero pueden también ser sospechosos de dañar a otros, por lo que son también temidos.

Mientras realiza su trabajo, el chamán se expone a un gran riesgo personal, ya sea del mundo de los espíritus, ya de cualquier chamán enemigo, ya de los medios empleados para alterar su estado de consciencia. Sabe que las plantas usadas puede ser fatales, y el no volver de un viaje astral puede conducir a la muerte física. Por ello repite conjuros para protegerse contra esos peligros, y el uso de las plantas más peligrosas está generalmente ritualizado.

Práctica
Generalmente, los viajes al mundo espiritual se realizan entrando en un trance auto hipnóptico o bien por el uso de alucinógenos. Los métodos usados son diversos, y se utilizan a menudo mezclados. Algunos son:

Cánticos,
Ayuno,
Icaros,
Vigilias,
Visiones,
Danzas,
Conjuros,
Uso de las plantas para inducir alteración del estado de consciencia,
Compuestos aromáticos como el incienso,
Datura, cannabis, peyote, setas sicodélicas (llamadas eufemísticamente niños santos),
Los chamanes observan a menudo restricciones dietéticas particulares según su costumbre. Estas abstinencias suelen ser culturales, por ejemplo, la dieta seguida por los chamanes y los aprendices de ayahuasca antes de participar en una ceremonia, incluye alimentos ricos en el tryptophan (un precursor biosintético de la serotonina) así como evitar los alimentos ricos en tiramina, que podrían provocar crisis de hipertensión.

Parafernalia

Según lo mencionado arriba, las culturas consideradas chamánicas pueden ser muy diferentes. Así, los chamanes pueden usar varias clases de parafernalia.

tambor: Se usa en muchos pueblos ( Siberia, grupos de esquimales).
Bailes.
Género:
Mientras que algunas culturas han tenido mayor cantidad de chamanes varones, otros han tenido preferencia por las mujeres. La evidencia arqueológica recientemente hallada (en lo que ahora es la República Checa) sugiere que los chamanes del Paleolítico superior eran mujeres.
En algunas sociedades, los chamanes consiguen la identidad de dos espíritus si asumen el vestido y las cualidades del sexo opuesto a una edad temprana, por ejemplo, el hombre que toma el papel de esposa. Esta práctica es común, y se ha encontrado entre los chukchies, dyak del mar, patagonios, araucanos, arapahoes, cheyennes, navajos, pawnees, lakotas y utes, así como muchas otras tribus americanas. De hecho, este doble espíritu chamán está tan extendido que sugiere una práctica muy antigua.[7][8]
En Corea, casi todos los chamanes son mujeres.
La dualidad y la bisexualidad también se encuentran en los chamanes de Dogon, en Malí (África). Se pueden encontrar referencias sobre este dato en varios trabajos de Malidoma Somé, escritor que nació y fue iniciado allí.
Tuva es la única región en el mundo que tiene el chamanismo como religión oficial. El índice mucho mayor que la media de infección por sífilis de los tuvanos (según los datos de Moscú, 2.5% de la población) se achacan a una tradición de chamánica de la república que asegura que la mujer es más fértil si ha tenido una gran cantidad de socios sexuales antes de la boda.

Posición social

Chamán de Kyzyl, Tuva.En algunas culturas, la frontera entre el chamán y el laico es pequeña:

Entre los barasana, no hay diferencia absoluta entre los reconocidos como chamanes y los que no lo son. La mayoría de los adultos tienen, a nivel menor, algunas de las habilidades de los chamanes, y realizarán alguna de sus funciones. La diferencia es que el chamán conoce más mitos y entiende mejor su significado, pero la mayoría de los adultos también conocen muchos.

También en muchos grupos esquimales, los laicos tienen experiencias que se atribuyen generalmente a los chamanes: el soñar despierto, ensueños, trances. Es el control sobre los espíritus benéficos lo que caracteriza a los chamanes, los laicos se limitan al uso de amuletos.

Las formas en que el chamán consigue su sustento y participa en la vida diaria pueden variar entre los distintos pueblos. En muchos grupos esquimales, hace servicios para la comunidad y consigue un “precio debido”, pero eso es solamente un añadido agradable y no lo suficiente para permitir una actividad a tiempo completo: En su vida diaria, tienen las ocupaciones de cualquier otro miembro del grupo según su sexo, v. gr. como cazador o ama de casa.

Neochamanismo
El movimiento New Age se ha apropiado de algunas ideas del chamanismo, así como de creencias y prácticas de las religiones de oriente y de distintas culturas indígenas. Como con otras apropiaciones, los seguidores originales de estas tradiciones condenan su uso, considerándolo mal aprendido, superficialmente entendido y mal aplicado.

Hay un esfuerzo en algunos círculos ocultistas y esotéricos para reinventar el chamanismo en una forma moderna, partiendo de la base de un sistema de creencias y de prácticas sintetizadas por Michael Harner a partir de varias religiones indígenas. Harner ha hecho frente a muchas críticas por creer que partes de diversas religiones se pueden sacar de contexto para formar una cierta forma de tradición chamánica universal. Algunos de estos neochamanes también se centran en el uso ritual de alucinógenos, así como en la magia del caos. Alegan que se basan en tradiciones investigadas (o imaginadas) de la Europa antigua, en donde creen que muchas prácticas y sistemas místicos fueron suprimidos por la iglesia cristiana.

Algunos de estos practicantes expresan su deseo de utilizar un sistema que se base sobre sus propias tradiciones ancestrales. Algunos antropólogos han discutido el impacto de tal neochamanismo [9] en las tradiciones americanas indígenas, ya que estos practicantes chamánicos no se llaman a sí mismos chamanes, sino que usan nombres específicos derivados de las viejas tradiciones europeas; el völva (varón) o el seidkona (mujer) de las sagas son un ejemplo. [10]

Notas
? “Chamanes y religión: Una exploración antropológica en el pensamiento crítico”
? Juha Pentikäinen en su introducción a «Chamanismo y ecología del norte» considera al chamanismo como una gramática de la mente y asegura que los chamanes necesitan ser expertos en el folclore de sus pueblos.
? Caroline Humphrey con Urgunge Onon, 1996.
? Sharon, “Los mesas son encarnación física de la oposición sobrenatural entre las energías benévolas y malévolas”.
? (Lukoff y otros, 1992)
? (Noo y Shi, 2004).
? José Campbell, en el Atlas histórico de la mitología del mundo: Vol. I: El camino a los poderes de los animales: Parte 2: tales chamanes del doble espíritu son especialmente poderosos, y el chamanismo ser tan importante para las poblaciones ancestrales que pudo haber contribuido al mantenimiento de genes de individuos transexuales.
? E.O. Wilson, Sociobiología: se respetan y se buscan en sus tribus, pues traerán gran bienestar a sus compañeros.
? (Harvey, 1997)
? (véase Blain 2002, Wallis 2003).