Tiempos actuales con los indigenas norteamericanos

Casi todo el mundo coincide en que los habitantes de los continente americano provienen de de Asia. Hace al menos 20.000 años, los primeros humanos cruzaron lo que hoy en día llamamos estrecho de Bearing, entre Alaska y Siberia. En diferentes olas migratorias, fueron pasando hacia América, que poco a poco poblaron.

He dicho casi todo el mundo porque, entre otros, los lakota dicen tener su origen en este mundo al salir de una cueva a las He Sapa (Black Hills, en el estado de Dakota del Sur).
Sin entrar en discusiones, en lo que si que coincide todo el mundo es que los lakota se convirtieron a finales del siglo XVIII y mediados del XIX en el grupo tribal más poderoso de la gran pradera en el centro del continente americano, entre los ríos Missouri y las Rocosas. Eran un grupo cazador recolector, que gracias al caballo, seguía los grandes rebaños de bisontes, una fuente casi inagotable de alimento…

La llegada de los blancos (o europeos, como preferís llamar a nuestros antepasados que fueron a hacer fortuna a aquellas tierras) fue bastante tranquila en un principio, ya que se trataba de comerciantes. Pero pronto fueron llegando otros muchos, y con ellos, aquello que se demostró ser peor que todos los ejércitos: las enfermedades. Se calcula que un 90% de las bajas entre las tribus se produjeron debido a simples resfriados, gripes, viruelas…. en un solo invierno, la gran tribu de los Hidatsa quedó diezmada; los Pies Negros, que impedían el paso de los blancos durante más de veinte años, no tuvieron mes remedio que detener sus ataques: no quedaban apenas guerreros vivos al cabo de tres años de enfermedades!

Con pocas tribus fue necesaria la intervención de la caballería. Y de hecho, al contrario de lo que nos ha explicado Hollywood, sólo actuó a gran escala cuando los últimos en resistir estaban ya pensando como adaptarse al nuevo mundo que los caía encima. Desde un punto de vista militar, la estrategia más eficaz del gobierno de los Estados Unidos fue matar bisontes. La tribu que no enfermaba se moría de hambre!

La mayor parte de las batallas las ganaron los lakota, los cheyenne…. las diferentes tribus eran militarmente superiores a una caballería plagada de reclutas que en muchos casos, no hablaban ni inglés. Eran sociedades guerreras, defendían su tierra, y no les faltaban armas de fuego. Pero enfermos y sin bisontes, su mundo se hundió. El 1876 vencieron a Custer y su séptimo de caballería. Un año más tarde, todos se habían rendido o huido a Canadá… para volver unos años más tarde. Las películas tienden a explicar la historia en función de las batallas. Los indios pueden ser buenos o malos, pero siempre nos dicen que en pocos años, su mundo desapareció… con ellos incluidos. El último acontecimiento de las guerras indias, y que se considera el final de la conquista del continente americano, fue la masacre de Wounded Knee. Ya no quedaban indios.

Y no fue así. No muchos sobrevivieron, quedaron anímicamente destrozados…. pero seguían vivos. El siglo XX, las leyes y todos los esfuerzos siguieron, para hacer de ellos unos buenos americanos. Los han seguido robando tierras de las reservas que tenían que ser de ellos para siempre. Sus reservas fueron redefinidas (en algunos casos hasta desaparecer), muchas tierras vendidas a los blancos que a partir de 1910 empezaron a colonizar grandes partes de Dakota. Los han enviado a escuelas lejanas, internados, donde los avergonzaban por ser salvajes, y los ponían jabón en la boca por hablar lakota. Los han hecho emigrar a las ciudades (el 80% de la población india de los Estados Unidos vivo en gran ciudades, fuera de las reservas). Pese a todo, siguen siendo lakota, cheyenne, crow (absarooka)…. las tradiciones, no sólo no se han perdido, sino que muy lentamente, se recuperan. El alcoholismo hace estragos, pero algunos luchan contra ello y hay en estos momentos un gran movimiento de retorno a la religión tradicional. Los bisontes ya han dejado de ser una especie en peligro de extinción… Estan vivos, y la lucha para seguir siendo lakota no cesa. Y además, ya tienen a sus primeros maestros, abogados…

tradición y modernidad

Van con tejanos, conducen coches, juegan a baloncesto, hablan por móvil, les gusta el heavy metal y el blues, y siguen los seriales de la tele… ¿qué queda de aquellos guerreros de las películas, de los grandes líderes espirituales que los hacían vivir en una harmonía perfecta con la naturaleza?!? Bien, ni las películas debían de ser tan fieles a la realidad, ni el hecho de no vivir en tipis los ha hecho perder ni la identidad ni su espiritualidad.

Y afirmo que el cine no ha sido demasiado bueno con ellos (excepto contadas ocasiones) porque si hay un primer detalle que los define (y que nunca aparece) es un sentido del humor a veces corrosivo!!! Este sentido del humor los ha ayudado a superar los momentos más duros del siglo pasado, cuando no avistaban futuro alguno. En resumen, son seres muy humanos, y poco que ver tienen ni con las películas ni con los mitos que nuestra sociedad construye con ellos.

Por otra parte, es preciso señalar que entre los lakota, como entre la mayor parte de las sociedades del mundo, el conocimiento es hermético. Sólo se pasa a quien el merece.. si hay alguien que lo merece. Nuestros viajes no les introducirán a estos conocimientos, no seamos pretenciosos. Les ofrecemos descubrir a unas personas con un sistema de valores y creencias que van mucho más allá del mito, de lo que han leído, oido, visto e imaginado sobre ellos. No asistiremos a ninguna ceremonia secreta, ni conoceremos a supuestos chamanes… de hecho, entre los lakota no han habido chamanes!

Incluso, cansados de “new age” y buscadores de la espiritualidad india, en algunas reservas ya han aplicado leyes con las que se protegen de lo que llaman de espolio de su espiritualidad, y castigan el abuso que se hace a través de ceremonias lucrativas, generalmente lejos de las reservas, por parte de supuestos líderes espirituales.

la pradera

Hay un elemento esencial en todo viaje a esta amplia parte de los Estados Unidos. Nos resulta muy complicado de describirlo. Tan solo podemos decir que se asemeja al infinito: la pradera. Un mar de hierba, un horizonte bajo, un cielo inmenso, espacio, mucho espacio… Estos itinerarios que les ofrecemos no tendrían nada que ver, sin este territorio vasto, sin barreras. Para entender a los lakota, para entender este mundo, es preciso ver la pradera, estar allí en medio.

Desde un punto de vista geográfico, la pradera es un espacio llano, con un suelo generalmente poco fértil, donde reina la hierba, y con un clima continental extremo. En verano se alcanzan con cierta facilidad los 40 grados, y en invierno también, ¡aunque bajo cero! Se forman grandes tormentas, que en verano son con gran aparato eléctrico. Y en algunas ocasiones, un tornado aparece. En invierno, nieva relativamente poco (el clima es seco), y de vez en cuando se producen tormentas de nieve y vientos del norte de grande fuerza: simplemente espeluznante.

política, el movimiento indio americano

Tenemos la tendencia a interpretar los acontecimientos bajo el punto de vista propio. Así pues, esperamos encontrar un movimiento político de resistencia. Y dado que las noticias de los años 60 y 70 nos lo presentaron, a él nos agarramos: nos refirimos al A.I.M., el Movimiento Indio Americano. Debemos destacar que fue éste un movimiento urbano, nacido en las grandes ciudades, fundado por los hijos de los que fueron más o menos obligados a emigrar a las ciudades en los años 50. Tiene poco que ver con los tradicionalistas, aunque en un determinado momento, se alían con ellos. Ello dio lugar al principal acontecimiento de la historia contemporanea india: el levantamiento de Wounded Knee de 1973. Desde un punto de vista inmediato, fue un fracaso. Sus líderes fueron encarcelados, la mayor parte de los lakota y otras tribus los menospreciaron… pero la prensa se hizo eco del aconteciemiento, y habló de una revuelta india, como en las películas. Por una vez, esta tergiversación fue positiva, y hoy en día, se considera Wounded Knee del 73 como un cierto inicio del despertar de los indios, y de los lakota más en concreto.

Del A.I.M. queda poco. Su lider más importante, Russell Means, participó como actor en varías películas, entre ellas “El Último de los Mohicanos”. Otro de ellos, Robidoux, vive en Sitges. En las reservas, el A.I.M. no tiene ningún tipo de peso político.