la limpieza y recarga energetica

LA LIMPIEZA Y LA RECARGA ENERGETICA

Ahora ya poseemos un cristal y debemos ocuparnos de él. Desde el principio, y con independencia de la forma en que haya ido a parar a nuestras manos, debemos pensar en su limpieza energética.
No es conveniente tocarlo demasiado antes de limpiarlo, puesto que no hay forma de saber quien lo ha manipulado antes, ni conocer los traumas que haya podido padecer, puesto que él emite en cualquier caso su energía.

Pondremos el cristal en un recipiente, que no sea de plástico, con sal gruesa (o marina) y lo dejaremos reposar entre 1 y 12 hrs, (según el tipo de cristal y las necesidades), tras lo cual pondremos el cuenco directamente bajo el agua corriente durante, por lo menos, otra hora y, en cualquier caso, hasta que toda la sal se haya disuelto, con la precaución de pedir al deva o elemental del Agua que transforme las energías negativas en neutras. No hay que olvidar dar gracias al deva del agua: sabrá apreciarlo.
En el caso de cristales que contengan cobre o derivados, no podemos utilizar sal, puesto que podrían oxidarse; por el contrario, utilizaremos arcilla (siguiendo el método aplicado con la sal) o los dejaremos al menos 12 hrs bajo un chorrito de agua corriente: bastará con la de la llave, ya que no siempre tendremos un arroyo natural, como sería preferible.
También en este caso debemos pedir la ayuda del deva del agua para transformar las energías negativas en neutras y darle las gracias.

Otro método de limpieza consiste en enterrar los cristales bajo la nieve y dejarlos así durante 1 o 2 días. Los cristales oscuros y en general, todos aquellos que no sean transparentes, necesitan un tiempo mayor de permanencia en el agua, en la sal o bajo la nieve. Deben tratarse del mismo modo los anillos, cadenas, pasadores y brazaletes que contengan piedras engastadas.

Llega ahora el momento importante de la acogida o de los mimos. Si, de los mimos, puesto que tras un tratamiento energético de limpieza como el que les hemos aplicado, también ellos necesitan ciertas deferencias y un poco de dulzura: en una palabra, sentirse como en casa.
Tomaremos un cristal en la mano junto con un poco de jabón líquido o de baño espumoso y mientras, lo acariciamos dándole la bienvenida y transmitiéndole todo nuestro afecto y toda la alegría que sentimos al haber encontrado un nuevo amigo.

Ahora poseemos un cristal energéticamente limpio, pero también energéticamente virginal, o casi; la siguiente operación será la de infundirle energía, la de recargarlo. Conferir energía a un cristal es fácil y hay numerosos modos e instrumentos para realizarlo: describiremos solo algunos.

CARGA Y RECARGA DE ENERGIA

Con el REIKI: quien ha tenido la activación del reiki de primer o segundo nivel, puede utilizarlo para dar energía a todo tipo de cristales. Con el primer nivel, por lo menos se necesitan 15 o 30 minutos en varias sesiones, mientras que con el segundo nivel bastarán entre 5 y 15 mins.

Con la ENERGIA SOLAR: se coge el cristal y se expone a la luz solar durante un tiempo variable, entre una hora y un día entero, en función de su tamaño y de la energía que necesite. Un único consejo: ciertos cristales (especialmente los transparentes de colores) pueden perder o mudar su color, en cuyo caso habrá que evitar su exposición a la luz solar.

Con la ENERGIA DE LA LUNA: hay que exponer el cristal a la luz lunar durante toda una noche y, a ser posible, en un lugar abierto.

Con la ENERGIA DE LA NIEVE Y DE LA LUNA O DEL SOL: hay que exponer el cristal a la luz lunar o solar, colocándolo sobre una superficie nevada; los cristales en nieve potencian la absorción de energía.

Con la ENERGIA DE LA TIERRA Y DE LA NATURALEZA: se debe enterrar el cristal, a ser posible cerca de las raices de una planta, y dejarlo así al menos durante 2 o 3 días. Si vivimos en la ciudad, también podemos utilizar una maceta de interior. En este caso, el tiempo deberá ser necesariamente más largo.

Con la ENERGIA DE LA PIRAMIDE: debe ponerse el cristal bajo una pirámide, de las proporciones de la pirámide de Keops, y dejarlo así durante 24 horas, por lo menos.

Cada una de estas energías, además de cargar el cristal, le confiere sus propias cualidades: el Sol le infunde una energía Yang, la Luna una energía Yin, el Reiki la Energía Universal, etcétera. Dejaremso ahora el cristal en un lugar donde pueda ser visto (sobre un mueble o una repisa) y donde pueda entrar en contacto con la energía del lugar en el que vivimos. Si tenemos ya otros cristales, lo pondremos junto a ellos, lo que nos agradecerá enormemente: en cualquier caso, no lo pondremos en un cajón oscuro, pues sufriría mucho y, sobre todo, porque no nos ha buscado y encontrado para que lo dejemos a oscuras.