Práctica – Grounding / Enraizamiento

Ponte en una posición cómoda, mueve y sacude tus caderas, tus hombros, tus rodillas y tu cuello de modo que te sientas suelto y relajado.  Permite que tu atención se dirija a un punto brillante de conciencia situado entre tus ojos dentro de tu cráneo.  Permite que este punto baje a través de tu cuerpo, a través de la gargante.. de tu plexo solar.. de tu vientre o de tu cavidad pélvica si eres un  hombre… entre tus piernas y bajando por ellas hasta fluir hacia el suelo y la tierra que hay bajo tus pies.  Cómo si fueran raíces buscando el suelo fértil, bajando fácilmente hacia abajo, hacia abajo….a través de los cimientos de este edificio, a través del humus vegetal hacia el interior de la tierra…  a través de las capas de roca, más abajo, más profundamente.  Siente la presión y el calor del cuerpo vivo de la Madre Tierra…

Descansa aquí un momento.. Ahora empieza a respirar para absorber la energia de la tierra y dirigirla a tu cuerpo… siente como va subiendo por tus piernas gracias la respiración, hacia la pelvis, cálido, surgiendo por tu ombligo, respirando, llenando tu pecho, bajando por tus brazos y subiendo y saliendo por encima de tu cabeza, elevándose como ramas, que se elevan hacia el cielo alcanzando el Sol, la Luna y a las estrellas que brillan en la oscuridad y más allá de las oscuridad, conectándote con los poderes luminosos del cielo.  Permite que la energia del cielo llueva sobre tu cuerpo, siente la energia del cielo y la tierra fluyendo a través de tí, hacia arriba y hacia abajo. Cuando tengas suficiente, ponte de rodillas y toca el suelo con las dos manos, dejando que la energia extra fluya de vuelta a la tierra, quedándote tan solo la que necesites para tií.. Cuando estés listo, levántate, siéntate totalmente enraizado y lleno de energia, listo para la magia…..

Razon de edición; Se trata de un ejercicio muy común dentro de la Wicca, se ha cambiado el título del mensaje original para facilitar la identificación.

Un comentario

  • ArjunaV

    Centrado y Conexión

    Aunque los ejercicios de Centrado y Conexión no tienen como fin último la defensa psíquica ayudan a crear un escudo automático válido en la mayoría de casos. Se trata de ejercicios simples, que suelen efectuarse antes de cualquier práctica mágica, y también como hábito regular entre los practicantes no ocasionales. Según la escuela, o tradición a seguir, reciben varios nombres; y aquí se expondrán un par de ejemplos simples.

    La “Torre de Luz”.

    La postura correcta es de pie, encontrando un punto de equilibrio; la espalda recta, y los brazos relajados, tocando el cuerpo y la mirada al frente. Precede un ejercicio de relajación mental/física cualquiera.
    A continuación nos visualizamos (imaginamos intensamente) dentro de una mandorla o “aura” de color azul. Una vez asentada esa imagen, sin dejarla ir, visualizamos una esfera de luz blanca o dorada muy brillante situada encima de la cabeza, pero sin tocarla y una vez asentado esto, pasamos a visualizar que este resplando entra por nuestra cabeza y va llenando nuestro interior -podemos hacer que pase y conecte por nuestros centros de poder- y saliendo del cuerpo, el espacio de la mandorla, sin llegar a desdibujar el bordes, que sigue azul brillante.

    El Enraizamiento ( o Grounding).

    Hay muchos modelos de enraizamiento, y aquí vamos a tomar el del árbol, que seguramente es el más conocido. Según el gusto de cada cual se acelera obviando detalles, o se ralentiza para profundizar en ellos. De pie, con las piernas un poco abiertas, nos tomamos el tiempo necesario para encontrar el punto de equilibrio que nos resulte cómodo. Brazos relajados, tocando el cuerpo. Espalda recta y mirando al frente. Precede un ejercicio de relajación mental/física cualquiera.

    Tomamos aire, y lo soltamos lentamente.

    1- Empezamos a imaginar que desde la base de la espina dorsal extendemos unas raíces bajarán por las piernas y los pies, y más allá se dirigirán hacia el centro de la tierra. A medida que estas raíces profundizan, sentimos las diferentes capas terrestres; la turba, la tierra “dura”, el lecho rocoso… atravesamos también las corrientes de agua subterránea, y así hasta llegar al centro incandescente. Allí nuestras raíces se sumergen en el magma, como en el núcleo energético terrestre, sintiendo la conexión con la antigua Tierra que ha sostenido todas las generaciones de vivientes de las que nosotros mismos venimos.

    2- Tras tomar conciencia de esta conexión, absorvemos parte de esa fuerza hacia arriba a través de nuestras raíces, atravesando las capas terrestres antes mencionadas, hasta subir por los pies y las piernas, espiralándose en el vientre y siendo bombeada por el corazón, extendiéndose por todo el cuerpo, subiendo por la garganta, palpitando el la frente, llegando a las palmas de las manos…

    3- En ese momento, extendemos lentamente los brazos hacia los lados como si fueran ramas, surgiendo del tronco. Y visualizamos como de las ramas crecen hojas, y esas hojas empiezan a captar, a respirar la energía y la luz del sol y los astros, y tomamos conciencia de la inmensidad de los cielos, y absorbemos la energía irradiada desde las alturas lentamente, por los brazos, hacia el interior, hasta que recorra nuestro cuerpo por entero como hicimos con la del interior de la tierra.

    4- El resultado es estar atravesados de arriba abajo por un hilo de conexión que empieza en lo más alto, y va hacia lo más profundo, y envueltos por nuestra propia irradiación, y la irradiación de este eje que, más allá de nuestro cuerpo, envuelve el conjunto de los vivientes.

    5- Todo esto puede llevar su tiempo, o hacerse muy rápido. Pero en cualquier caso, uno puede recibir más de lo que precisa, así que después de colmarse, es aconsejable volver a relajarse, moverse un poco, y extender las palmas de las manos sobre el suelo, para devolver lo que nos sobra.