la tristeza del maya
LA TRISTEZA DEL MAYA
Ilustración por Jorge Garibay
Desde comienzos de su civilización (hace aproximadamente 3 000 años), los mayas han elaborado cuentos, leyendas y fábulas referidos a personajes míticos, al orden y a las leyes de la naturaleza. Resultado de la experiencia individual y colectiva de un pueblo, así como producto de la imaginación, estos relatos nos ayudan a entender una forma de vida y nos permiten la entrada a una de las más misteriosas culturas de la historia. El relato que aquí presentamos es hasta donde se sabe de autor anónimo y corresponde a una fecha indeterminada. En cambio, son muy precisas su localizacíon la península de Yucatán, México y su procedencia maya. Esta fábula se titula La tristeza del maya.
Un día los animales se acercaron a un maya y le dijeron:
No queremos verte triste, pídenos lo que quieras y lo tendrás.
El maya dijo:
Quiero ser feliz.
La lechuza respondió:
¿Quién sabe lo que es la felicidad? Pídenos cosas más humanas.
Bueno añadió el hombre, quiero tener buena vista.
El zopilote le dijo:
Tendrás la mía.
Quiero ser fuerte.
El jaguar le dijo:
Serás fuerte como yo.
Quiero caminar sin cansarme.
El venado le dijo:
Te daré mis piernas.
Quiero adivinar la llegada de las lluvias.
El ruiseñor le dijo:
Te avisaré con mi canto.
Quiero ser astuto.
El zorro le dijo:
Te enseñaré a serlo.
Quiero trepar a los árboles.
La ardilla le dijo:
Te daré mis uñas.
Quiero conocer las plantas medicinales.
La serpiente le dijo:
¡Ah, esa es cosa mía porque yo conozco todas las plantas! Te las marcaré en el campo.
Y al oír esto último, el maya se alejó.
Entonces la lechuza dijo a los animales:
El hombre ahora sabe más cosas y puede hacer más cosas, pero siempre estará triste.
Y la chachalaca se puso a gritar: ¡Pobres animales! ¡Pobres animales!
Texto extraído del libro Leyendas y Consejas del Antiguo Yucatán de Ermilo Abreu Gómez. Editado por el Fondo de Cultura Económica, México.