El vacio

1ª. Posición:

La misma que en las anteriores meditaciones.

2ª. Respiración:

Le dedicaremos unos minutos a cualquiera de las técnicas de respiración vistas en anteriores lecciones para relajarnos un poco.

3ª Prestando atención al vacío:

Prestar atención al vacío, observar al observador, sentir el vacío y observar el espacio entre pensamientos son  diferentes palabras que nos sirven para definir una misma cosa. Si prestamos atención a esta meditación podemos ver como dirigimos nuestra atención hacia el vació, hacia el espacio que existe entre pensamientos; y cuando dirigimos la atención hacia cualquier punto está el que dirige y lo dirigido, el observador y lo observado; por lo cual ya estamos dividiendo, y de la división jamás podrá surgir lo total. También podremos ver con esta meditación que al dirigir la atención hacia un solo punto, la atención se convierte en concentración, ya no es total sinó parcial. Una vez acomodados y relajados dejaremos que nuestra atención se dirija hacia nuestro interior,  observando el espacio que existe entre  pensamientos, y prestando total y completa atención a los mismos. Dejaremos pasar de largo cada uno de los pensamientos que surjan sin detenernos en ninguno de ellos llevando de nuevo nuestra atención hacia los espacios. Tenemos que sentirnos vacíos, como si nuestro cuerpo fuese un tubo  hueco