Martin Heidegger

Martin Heidegger

Estudió teología católica y luego filosofía en la Universidad de Friburgo de Brisgovia, donde fue discípulo de Husserl, el fundador de la fenomenología. Comenzó su actividad docente en Friburgo en 1915, para luego enseñar durante un período (1923–1928) en Marburgo. Retornó a Friburgo en ese último año, ya como profesor de filosofía.

Introdujo los textos de Friedrich Nietzsche en la filosofía académica. Es una de la figuras protagónicas de la filosofía contemporanea: influyó en toda la Filosofía del Existencialismo del siglo XX, fue uno de los primeros pensadores en apuntar hacia la Destrucción de la Metafísica (movimiento que sigue siendo repetido), en quebrar las estructuras del pensamiento eregidas por la Metafísica (que domina al hombre occidental), que se dio cuenta que el problema de la filosofía no es la verdad sino el lenguaje con lo que hizo un aporte inmenso al Giro Lingüístico, problema que ha revolucionado la filosofía. Mantuvo vigencia en muchos pensadores europeos —y con el paso del tiempo en los no europeos—, a partir de la publicación de Ser y tiempo (1927). El estilo, innovador, complicado y aùn oscuro que utliza Heidegger con el fin de Abrir-Mundos según el pensador (y que muchos consideran que es terriblemente oscuro y casi místico); influyó en Hans-Georg Gadamer, el estilo singular y difícil que utiliza Jean-Paul Sartre en El ser y la nada, el de Jacques Lacan cuando redacta sus Escritos, el de Jaques Derrida con su crítica a la Presencia, Gianni Vattimo y a una gran parte de pensadores envueltos en el debate sobre la muerte de Dios y el Ser, el nihilismo, la postmodernidad y la época post-capitalista.

Ahora bien, la obra de Heidegger aborda, al tratar problemas ontológicos, también problemas de tipo semiótico; es de este modo que influye directamente en los hermenéuticos: Paul Ricoeur, Rüdiger Bubner y Hans-Georg Gadamer.

Obras 
Artículo principal: Anexo:Bibliografía heideggeriana

Etapas 
La obra de Heidegger suele entenderse como separada en dos períodos distintos cuya ruptura se encontraría en el viraje (Kehre) experimentado por su enfoque filosófico, por lo que es habitual hablar de dos etapas o momentos en su pensamiento. Digamos que esta escisión señalada por estudiosos y críticos de su obra, el filósofo nunca la aceptó:

Momento en que se sirve de la analítica existencial como instrumento o «prolegómeno» para replantear la pregunta tradicional de la metafísica, la pregunta por el «ser», como pregunta por el «sentido del ser» (claramente desde los primeros párrafos de Ser y tiempo). En esta etapa se concluye que el sentido del ser es íntimamente dependiente del tiempo, por esto podemos considerar la primera etapa como marcada por una búsqueda del «ser del tiempo».
Un segundo periodo en el que, como el propio autor señala, concibe su pensamiento como el desarrollo de una «historia del ser». El objetivo fundamental de esta «historia del ser» radica en la comprensión de los vínculos entre el desarrollo de la cuestión del ser en la filosofía y la historia de Occidente (aunque no señalado por muchos encarar este momento según este enfoque, nos lleva a reminiscencias hegelianas). Esta segunda etapa ya no pretende abordar el «ser del tiempo» sino que se encara frente a los «tiempos del ser», en este sentido puede ser comprendido en viraje que se produce en su filosofía.
Sin embargo, en ambos períodos hay un mismo objetivo unificador: la elaboración y consiguiente respuesta a la pregunta por el sentido del ser (Sein).

El primer periodo viene marcado por su principal obra, Ser y tiempo (1927), obra que pretende abordar la pregunta por el sentido del ser pero que, quedando inconclusa, se centra en el estudio de la existencia humana. En esta obra confluyen, principalmente, tres tradiciones filosóficas: Historicismo y Hermenéutica a través de la lectura de Dilthey, Irracionalismo (Kierkegaard) y Fenomenología (Husserl).

En la segunda etapa de su pensamiento, cuyos primeros síntomas se perciben en su texto sobre La esencia de la verdad, el filósofo estudia la historia de la metafísica como proceso de olvido del ser, desde Platón, y como caída inevitable en el nihilismo (cuando se piensa el ente tan sólo, éste termina por aparecer vacío). En este sentido será fundamental su obra Nietzsche, obra donde se define su concepto de nihilismo.

De esta época son especialmente interesantes las obras en que revisa la historia de la filosofía, a través de las que irá aflorando una «nueva metafísica» cuyo germen ya estaba presente en su obra Ser y tiempo, sólo que allí permaneció oculta entre los diversos y penetrantes análisis sobre el hombre entendido como Dasein —ser-ahí—, que llevó a cabo.

Ser y tiempo 
Artículo principal: Ser y tiempo

Diagrama de Ser y tiempo (en alemán)La obra Sein und Zeit (Ser y tiempo) ha sido traducida al castellano por el filósofo español —discípulo de José Ortega y Gasset— José Gaos (Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1951), y por el filósofo chileno —discípulo de Xavier Zubiri y de Hans-Georg Gadamer—, Jorge Eduardo Rivera Cruchaga (Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1997 (cuarta edición: 2005). Esta versión chilena fue reeditada por la Editorial Trotta de Madrid (cuarta edición: 2009)). En Ser y Tiempo, pese a ser una obra que quedó incompleta, Heidegger plantea ideas centrales de todo su pensamiento. En ella, el autor parte del supuesto de que la tarea de la filosofía consiste en determinar plena y completamente el sentido del ser, no de los entes, entendiendo por «ser», en general, aquello que instala y mantiene a los entes concretos en su entidad.

En la comprensión heideggeriana, el hombre es el ente abierto al ser, pues sólo a él «le va» su propio ser, es decir, mantiene una explícita relación de co-pertenencia con él. La forma específica de ser que corresponde al hombre es el «ser-ahí» (Dasein), en cuanto se halla en cada caso abocado al mundo, lo cual define al «ser-ahí» como «ser-en-el-mundo» (Gaos) o «estar-en-el-mundo» (Rivera). De esa estructura parte la analítica existencial del Dasein, que en Ser y Tiempo juega el papel de ontología fundamental.

La distinción de la filosofía moderna, desde Descartes, entre un sujeto encerrado en sí mismo que se enfrenta a un mundo totalmente ajeno es inconsistente para Heidegger: el ser del hombre se define por su relación con el mundo, relación cuya forma de ser no consiste en un «comercio» entre sujeto y objeto, o en una teoría del conocimiento que también los implique, sino que es propia de la existencia (Dasein) como «ser-en-el-mundo», y encuentra su fundamento ontológico en el «Cuidado» (Rivera) o «Cura» (Gaos) (Sorge). Estas categorías (en rigor, existenciales o existenciarios [Existenzialien]) le sirven para comprender por dónde pasa la diferencia entre una vida auténtica, que reconozca el carácter de «caída» que tiene la existencia (propiedad), es decir, la imposibilidad de dominar su fundamento (el ser), y una vida inauténtica o enajenada, que olvida el ser en nombre de los entes concretos (impropiedad).

La dimensión temporal del ser y la dimensión temporal del hombre —en cuanto proyecto del «ser-ahí» y enfrentamiento a la muerte (el ser-ahí es también «estar vuelto hacia la muerte» [Sein zum Tode])—, sería el otro gran olvido de la filosofía clásica. El esfuerzo de Heidegger por pensar el ser como relación de los entes en el tiempo está en la base del posterior movimiento hermenéutico.

Polémica en torno al nacionalsocialismo 
Su eminencia dentro de la filosofía —llamada filosofía continental por algunos autores angloamericanos—, se ha visto marcada por la polémica, sobre todo la de su adhesión al Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP: Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei) al cual estuvo afiliado. En la polémica obra de Victor Farias “Heidegger y el nazismo” se profundiza en este tema y se aportan diversas pruebas. Entre los especialistas la relación de Heidegger con el nazismo es un tema de discusión en el cual no hay consenso. Según algunos, el discurso que pronunció en la toma de posesión del rectorado de la Universidad de Friburgo (1933) es una clara muestra de su apoyo intelectual inicial al nazismo. La renuncia al rectorado, muy poco después de ocuparlo, no evitó que en 1945 fuera destituido como docente en Friburgo, tras la ocupación de Alemania por los aliados al final de la Segunda Guerra Mundial. El mismo Heidegger se refiere a su rectorado en escritos como los siguientes: El rectorado, 1933–1934. Hechos y reflexiones; «Entrevista del Spiegel: Conversación de Spiegel con M. Heidegger: “Ya sólo un Dios puede salvarnos”». Estos textos han sido recogidos en esta obra: Martin Heidegger: Escritos sobre la universidad alemana, Editorial Tecnos, Madrid, 2ª edición, 1996. Estudio preliminar, traducción y notas de Ramón Rodríguez García.

Sólo en el año 1951 se reincorporó, si bien su actividad académica fue ya mucho menos constante. Su primer curso en la Universidad tras su reincorporación —para cuya concreción tuvo que ser nombrado profesor emérito, tal como lo indica Heinrich Wiegand Petzet en Encuentros y diálogos con Martin Heidegger, 1929–1976 (Katz Editores, Buenos Aires, 2007)—, ha sido recogido en el libro ¿Qué significa pensar? —Was heißt denken?—, publicado por la Editorial Trotta de Madrid, en 2006; traducción de Raúl Gabás Pallás (hay una versión previa, publicada por la Editorial Nova de Buenos Aires; segunda edición, 1964; traducción de Haraldo Kahnemann). Aunque recibió de algunos de sus discípulos, como Herbert Marcuse, la sugerencia insistente de que se retractara públicamente de su discurso de 1933, el filósofo desestimó el consejo y nunca quiso dar explicaciones en los términos pedidos por Marcuse.

Si bien para algunos no es posible abordar su obra sin reservas de carácter político, la mayoría de los filósofos, estudiosos e investigadores actuales prefieren tomar el trabajo de Heidegger en su sentido estrictamente filosófico, que también es controvertido, aunque de otra manera. Desde la filosofía analítica, su obra ha sido criticada con dureza, sobre todo por Rudolf Carnap. Otros representantes de la filosofía analítica, como Richard Rorty y Hubert L. Dreyfus han dado, posteriormente, una buena acogida a su pensamiento, sobre todo este último. Pero el pensamiento heideggeriano también ha suscitado adhesiones entusiastas: así, una serie de representantes de la filosofía francesa— Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau-Ponty, Emmanuel Lévinas, Michel Foucault, Jacques Derrida, Paul Ricoeur, Jean Beaufret, François Fédier e innumerables otros— admiraron la capacidad de precisión de su lenguaje, así como su aportación al discurso humanístico.

Jorge Elías Adoum (Mago Jefa)

Jorge Elías Adoum (Mago Jefa): ESCRITOR y MÉDICO NATURISTA. Nació el 10 de marzo de 1897 en la propiedad agrícola de su padre, Francisco Adum, en Kafr-Shbeil muy cerca de Biblos, Líbano, y perteneció a una familia católico-maronita.

(En su libro “Nociones Fundamentales de Endocrinología y Criminología” el V.M.Samael Aun Weor se refiere a él como “insigne escritor Gnóstico” y “gran maestro de Misterios Mayores de la Logia Blanca.)

Aunque fue un prolífico escritor, no se conoce ningún currículum-vitae suyo, ni siquiera para la contratapa de alguno de sus numerosos libros. Toda la información de la que se dispone proviene de las referencias de sus hijos, ya que habiendo fallecido en 1958 a la edad de 61 años, en 1988 (30 años después) la mayoría de sus contemporáneos que pudieran informar sobre sus primeros años han dejado también de existir. Se sabe que tuvo un hermano menor, el último, Salim, y tres hermanas: Celinda, fallecida en Guayaquil, Nazza y Rebicimia, fallecidas en Brasil, país adonde emigraron casadas durante la Primera Guerra Mundial.

Fue una persona hermética en lo que concernía a su vida. En dos de las novelas que escribió: “Adonay” y “El Bautismo del Dolor” (la primera publicada en español y portugués y la segunda sólo en portugués), lo que aconteció a “Adonay” aparentemente son relatos autobiográficos de su vida en Líbano, Cercano Oriente y Francia; no obstante, cada vez que se le preguntó si realmente podrían considerarse como acontecimientos de su vida, eludía sistemáticamente una respuesta objetiva, diciendo que la pregunta carecía de importancia, actitud que mantenía, según explicó a uno de sus hijos, por temor a que se cultivara una reverencia a su persona, a causa de la admiración que le tenían y aun tienen sus discípulos.

ADOUM o ADUM

La ortografía con que escribía su apellido (incluyendo una “o” entre la “d” y la “u”) proviene de su pasaporte emitido por autoridades francesas, en cuyo idioma es indispensable escribir “Adoum” para que suene igual que “Adum” en español.

SU INFANCIA

Su infancia debe haber sido difícil, al igual que la de todos los cristianos en Europa Oriental y Cercano Oriente, la ocupación turca revistió extrema crueldad como lo testimonian hechos muy conocidos, provocados por el fanatismo otomano en los países árabes y en Europa.

Las restricciones impuestas por los turcos fueron draconianas, al extremo que les estaba prohibido acercarse al mar y el que lo hiciera recibía disparos de alguno de los gendarmes que vigilaban las playas. Durante la guerra no podían siquiera salar los alimentos ya que la sal escaseaba particularmente entre los cristianos. Sin embargo, los turcos no tenían óbice para que sus súbditos emigraran, razón por la cual concedían pasaportes o salvoconductos para salir del Imperio.

Así, cuando las cosas se pusieron difíciles entre 1900 y 1918, se produjo la avalancha de cristianos libaneses, sirios y palestinos a América y esa es la razón por la que se les dio equivocadamente el gentilicio de “turcos” a todos los inmigrantes que se identificaban con tales documentos.

Nada se sabe de los estudios que hizo, pero en su novela “Adonay” hay evidencias de que inició su investigación sobre las religiones antes de salir del Líbano, país al que jamás regresó, porque se refiere con gran conocimiento a la de los drusos, secta y etnia circunscripta al Cercano Oriente, de la cual hay escasísima información en Occidente.

Alguna vez contó a sus hijos que durante la guerra del 14 se unió al emir Faisal de Siria como su secretario, luchando por la independencia de su país, y cuando le preguntaron por qué continuó a su lado él explicó que una frase inoportuna suya había cambiado su vida y tal vez la de su país, agregando: “El emir me invitó a volver con él cuando me ubicó aquí, pero ya era demasiado tarde”.

Hacia 1916 llegó a su casa la noticia de que había muerto en el frente, su padre y su hermano decidieron hipotecar a un usurero las tierras de la familia y venir a América; sin embargo, no había muerto y al fin de la guerra regresó a su casa en busca de refugio, perseguido, sin la protección del emir Faisal y con la cabeza puesta a precio por ser nacionalista, encontró que la heredad ya no les pertenecía y que los suyos habían venido a Ecuador.

LLEGA A AMÉRICA

Enseguida abandonó Líbano y ningún conocido volvió a saber de él hasta 1924, cuando llegó a nuestro país (Ecuador). Proveniente de Francia, estudiando, porque cuando llegó a Ecuador hablaba y escribía correctamente francés, lengua que no se enseñaba en colegios ni universidades de Líbano sino a partir de 1918.

Sabía Medicina Naturista, Hipnotismo y Sugestión, que no eran materias de las escuelas de Medicina de la Europa de esa época, lo cual pone una interrogante adicional en la investigación de lo que pudo haber hecho en ese lapso. Lo más probable es que tempranamente se decepcionó de la Medicina Clásica y orientó sus estudios hacia la especialidad que después cultivó.

Llegó con la salud quebrantada, en busca de los suyos, pero tuvo la sorpresa de no encontrarlos porque padre y hermano, uno después de otro, habían viajado a Brasil, donde residieron hasta su muerte.

CONOCE A QUIEN SERÁ SU ESPOSA

Los médicos le recomendaron que se radicara en la Sierra porque el clima de Guayaquil sería fatal para él. El Dr.Abel Gilbert le diagnosticó tuberculosis y pronosticó tres meses de vida. Fue así como decidió viajar a Ambato, donde, superados sus males, que estaban lejos de ser la terrible enfermedad de esos tiempos, conoció por un amigo, que en Machala acababa de enviudar un señor Villamar, a quien sería su esposa: Juana Aguad Barciona, libanesa, hija única, que vino con sus padres cuando tenía 5 años de edad y casaron por poder.

Con ella procreó cinco vástagos: Violeta, Jorge Enrique, Handel, Wagner (fallecido en 1977) y Nancy.

DESINTERÉS POR EL DINERO

Ambato en 1924 era una ciudad poco apta para poner de manifiesto su talento. Sin poder ejercer la Medicina que él conocía (“¡Quién querría o podría tomarme exámenes! explicaba años más tarde a sus hijos) trató de sobrevivir con el comercio pero descubrió que no tenía aptitud para esa rama. Y de hecho el resto de su vida mostró un total desinterés por el dinero, lo que justificaba su fracaso como comerciante. Cuando algún amigo acudía a él en busca de salud, era incapaz de cobrar por el tratamiento. Aun, posteriormente, cuando tuvo autorización para ejercer, consideraba indigno recibir honorarios por curar enfermos, causando la natural irritación de su esposa, quien tenía que enfrentar las estrecheces económicas de un hogar de cinco hijos; por eso y mientras ejerció la Medicina, siempre se atuvo a la generosidad de sus pacientes sin pedirles jamás un centavo.

EL ARTISTA

En el aislamiento cultural que mantuvo en Ambato se dedicó a la pintura con razonables resultados en lo formal y artístico y deplorables en lo económico, pero en el campo intelectual se ahogaba. Para combatir el tedio aprendió a tocar música clásica en violín, tradujo y publicó “Las Alas Rotas” de Khalil Gibrán, dando a conocer probablemente por primera vez en Ecuador a este renombrado poeta y “La Moderna Eva” de Nicolás Hadad, otro notable escritor libanés.

EL MÉDICO

Con respecto a su ejercicio de la Medicina se deben señalar algunos hechos sorprendentes, de los cuales informan sus hijos con suficiente conocimiento porque fueron testigos presenciales.

Para el cuerpo médico de Ecuador en la década de 1930, cerrado a innovaciones o investigación de nuevas técnicas, Adoum no pasaba de ser un brujo irresponsable, a pesar de que quienes acudían a él lo hacían sólo cuando los médicos académicos los habían desahuciado.

En 1935 buscó horizontes más amplios en Quito y se mudó con su familia a la capital. Allí, con mejores elementos culturales, pudo desarrollar su capacidad aunque siempre dentro de extremadas limitaciones. Publicó una revista teosófica “Yo Soy”, cuya circulación se producía en el exterior, siendo muy limitada su venta en el país. Ese año atendió al Jefe Supremo Ing.Federico Páez de la grave dolencia que éste sufría y fue recompensado con una autorización para poder ejercer libremente la Medicina en el Ecuador.

Entre las curaciones importantes que realizó está la de una señora llamada María de León, quien sufrió terribles ataques de asma durante muchos años, habiendo visitado a cuantos médicos conocía, sin resultado alguno. Adoum le dio un tratamiento de hipnosis y prescribió que a las cinco de la mañana caminara sin zapatos sobre el césped del parque El Ejido de Quito. María de León, al cabo de pocos meses, dejó de tener ataques de asma.

Hacia 1978 (43 años después) una revista médica de la Unión Soviética publicó que los médicos rusos estaban experimentando el tratamiento del asma, mediante marchas sobre el césped, en la madrugada, pues durante la noche, los rayos cósmicos, beneficiosos para los asmáticos, se acumulan en las hojas y pueden ser aprovechados por los pacientes antes de que el sol y el tránsito reduzcan su potencia.

Adoum jamás reveló cuál era la fuente donde aprendió ese tratamiento y tampoco vivió lo suficiente para poder leer el artículo mencionado.

A su hijo Wagner le curó la tiña, temido mal porque aun no se habían descubierto los antibióticos. A su hijo Handel, cuando tuvo terribles dolores de cabeza que desconcertaron a los médicos, desde Buenos Aires, por carta, sólo en base a los síntomas, le diagnosticó acertadamente envenenamiento tabacal.

Adoum jamás ejerció la medicina en otro país que no fuera Ecuador; sin embargo, cuando algún amigo le pedía consejo, se lo daba, aparentemente con éxito, porque siempre acudía algún amigo de su amigo, también en busca de consejo. De esta manera propagando su renombre como médico acertado.

Sus curaciones debieron ser notables y bastante conocidas no sólo en Ecuador sino en Sudamérica, si se juzga con el siguiente incidente que le contrarió en Buenos Aires.(ver más adelante donde dice: “En 1955 viajó a Buenos Aires…”)

EL ESCRITOR

Hacia 1940 publicó en Quito su primer libro, “Poderes”, empleando el seudónimo de “Mago JEFA” que identificó su producción literaria posterior y que consiste en las iniciales de su nombre, más la del nombre de pila de su padre según la usanza de los árabes (JEFA es igual a Jorge Elías Francisco Adoum). Este libro despertó gran interés en toda Latinoamérica y escasa atención en el país. A éste le siguieron “Las llaves del Reino Interno” (1941), “Adonay” (1942), “La Zarza de Oreb” (1943), y “Revivir lo Vivido”, editada ésta en 1945 como la última cuya impresión se hizo en Ecuador. En 1943 se independizó Líbano y fue fundador y primer presidente del “Centro Cultural Arabe” de Quito, cuyo órgano de publicidad fue la revista “Oasis” de la cual llegaron a salir 16 números en tres años. En ella se publicaron artículos de notables escritores de Quito y del país, al convertirse en uno de los poquísimos medios de comunicación que existían en la capital.

Las ceremonias de inauguración tuvieron lugar en la casa de Saadin Dassum que fue electo Vicepresidente y Antonio Chediack administrador.

SATISFACCIONES EN EL CAMPO ESPIRITUAL

Para 1946 era una figura conocida en el continente sudamericano, en el campo esotérico. Recibió una invitación de Chile para que dictara algunas conferencias y allí aprovechó para publicar su nuevo libro “El Pueblo de las Mil y Una Noches” (1946) en un lugar donde su demanda era mucho mayor que en Ecuador. Su intención fue permanecer en Santiago por tres meses, pero sus compromisos jamás le dejaron regresar en otra condición que de visita a su familia. Volvió algunas veces hasta 1953, año en que murió su esposa.

Desde 1946 su existencia cambió totalmente y fue llena de satisfacciones personales en el campo espiritual y la admiración que sus discípulos tenían por él rebasa toda ponderación. La generosidad de éstos hizo que las estrecheces económicas que sufrió en Ecuador se superaran sin esfuerzo.

Vivía indistintamente entre Chile, Argentina y Brasil haciendo giras. Finalmente, en 1950, decidió establecerse en Río de Janeiro, desde donde visitaba otros países. La venta de sus libros se multiplicó y continúan siendo éxitos de librerías en América Latina.

En los años cincuenta, en vida suya, se constituyó en Brasil la “Comissáo Divulgadora das Obras do Dr. Adoum”, cuya sede está aun en Santos Dumont, estado de Minas Gerais y se ocupa principalmente de la difusión de las enseñanzas y escritos de quien ha sido considerado un maestro en ese tipo de investigaciones.

En 1955 viajó a Buenos Aires y alguien cometió la indiscreción de dejar saber en qué hotel se alojaría. Se hospedó tranquilamente la noche de su llegada y a la mañana siguiente la policía acudió a su habitación a pedirle que dejara la ciudad a la brevedad posible. Le resultó totalmente incomprensible esa descortés actitud porque aun no se había enterado que el hall de hotel estaba lleno de gente en silla de ruedas, con muletas y caras demacradas, que querían visitar al Dr. Adoum por razones médicas; hecho que obligó a la administración a llamar a la policía.

FALLECE EN BRASIL

El 4 de mayo de 1958 falleció en Río de Janeiro a causa de un derrame cerebral y cumpliendo su voluntad está enterrado en la ciudad de Petrópolis, Brasil, donde le recuerdan como “JEFA EL VENERABLE”.

De sus discípulos ecuatorianos más conocidos cabe destacar la enorme admiración que por él tuvo el poeta César Dávila Andrade, para quien las enseñanzas de Jorge Adoum tuvieron mucho significado.

SUS CARACTERÍSTICAS PERSONALES

En cuanto a sus características personales, era alto, grueso, muy esbelto, de caminar imponente y cuidadoso en el vestir. Su mirada, jamás inexpresiva, era penetrante e inspiraba temor o ternura, según quien fuera el interlocutor. Hablaba muy claramente, en voz nunca alta pero siempre claramente audible, de tono firme y seguro.Tanto el español como el francés lo hablaba casi sin acento, con mucha propiedad.

En sus conferencias, como siempre sucede, se hacían presente sus detractores; pero Adoum sabía emplear el humorismo con mucha agilidad para desviar la controversia hacia la carcajada. Nadie recuerda haber presenciado un altercado suyo con otra persona, lo que conduce a creer que tenía un gran poder de convicción o habilidad para encontrar soluciones de armonía. Gustaba polemizar con quienes no pensaban como él, más no intentaba imponer sus creencias. Al discutir con Adoum se tenía la impresión de que sólo trataba de conocer cómo eran los puntos de vista ajenos, por mera curiosidad.

Su pasatiempo en los últimos años de su vida fue el cine, al que acudía con un estricto sentido de distracción, sin mayor análisis artístico de la película que iría a espectar. En Quito, los domingos, solía reunir en casa a almorzar a sus pocos amigos, casi todos compatriotas, tocaban laúd y cantaban música árabe, eran reuniones alegres y fraternales.

Como padre fue severo y exigente, predominando ante sus ojos el cumplimiento del deber como principio fundamental de vida. De hecho, él fue exigente por igual consigo mismo y se auto concedía muy poco margen para distracciones, en un perenne estudiar desde la hora de levantarse hasta la de acostarse.

Solía madrugar y comenzaba el día con sus ejercicios respiratorios, de los cuales formaban parte ciertos sonidos de las cuerdas vocales, muchos de ellos con la boca cerrada, tenuemente emitidos, muy prolongados, que variaban de tonalidad.

Sus libros tratan de las fuerzas interiores que, sin conocer de poseerlas, tiene el hombre. Varias de sus obras descubren significados ocultos en las escrituras sagradas de todas las religiones, particularmente del Cristianismo. Según sus propias palabras el objetivo de las religiones es acelerar la evolución del hombre, pero es inútil revelar a todos las mismas enseñanzas, porque lo que puede ser ayuda para unos es incomprensible y perjudicial para otros; no obstante, mientras no consiga transformarse cada uno en su propia religión, el hombre continuará sintiendo la necesidad de un culto institucionalizado. Las religiones, dice, fueron dadas a los pueblos y deberían satisfacer las necesidades de cada uno de ellos porque, en caso contrario, no satisfarán a su evolución. Dice que todas las religiones tienen un origen común y que las divergencias entre ellas se deben a la diferencia de nivel del desenvolvimiento mental de sus adeptos.

En “Esta es la Masonería” analiza el contenido esotérico de la masonería y los pasos que deben darse para lograr la superación y la maestría. Intentó escribir sobre los 33 grados pero la muerte lo sorprendió al concluir el noveno. “Del Sexo a la Divinidad” estudia la historia de los misterios de las religiones, el poder creador, la llave de los misterios y el principio puro de las religiones. “Yo Soy” es una colección de afirmaciones para lograr la auto superación. “Poderes”, dentro de la misma línea, habla de las llaves del saber, del querer y del nuevo nacimiento. “Cosmogénesis” analiza la relación del espíritu con la naturaleza. “La Magia del Verbo” se ocupa del poder espiritual y científico de las palabras. “La Zarza de Oreb” es una introducción a los grandes misterios del cuerpo humano. “El Génesis Reconstruido” trata de la relación del hombre con las fuerzas cósmicas. “El Pueblo de las Mil y Una Noches” trata de las religiones de Oriente, con un profundo conocimiento de la historia de esos pueblos. Fue un hombre culto y conocía la situación del Medio Oriente.

SUS LIBROS

Los libros que publicó son los que siguen. Junto al título se indica el número de ediciones que se han hecho hasta 1988, en español (E) y en portugués (P); así (3P) significa tres ediciones en portugués:

Poderes (5E) (3P)
Las Llaves del Reino Interno (8E) (2P)
Adonay (4E) (2P)
Yo Soy (11E) (3P)
El Pueblo de las Mil y Una Noches (2E)
Revivir lo Vivido (3E)
El Reino (4E)
Rasgando Velos (4E)
Cosmogénesis (4E)
La Magia del Verbo (6E)
El Génesis Reconstruido (2E)
La Zarza de Oreb (4E)

Esta es la Masonería: 9 libros, 7 tomos:
1.Grado de Aprendiz y sus Misterios (8P)
2.Del Compañero y sus Misterios (6P)
3.Del Maestro Masón y sus Misterios (5P)
4.Del Maestro Secreto y sus Misterios (7P)
5.Del Maestro Perfecto y sus Misterios (4P)
6.Secretario Intimo, Maestro Inglés (6° tomo) (3P)
7.Preboste y Juez o Maestro Irlandés (6° tomo) (3P)
8.Intendente de los edificios o Maestro en Israel (6° tomo)
9.Grado del Maestro Elegido de los Nueve (4P)

Del Sexo a la Divinidad (2P)
Veinte días en el Mundo de los Muertos (2P)
El Bautismo del Dolor (1P)
El Libro sin título de un Autor sin Nombre (1E) (1P)
Cómo Sentir y Disfrutar la Felicidad (1P)

Quedaron inéditos algunos libros del Mago JEFA tales como “El Evangelio de la Paz”, “Los Ejércitos de la Miel”, “Rumbo a los Misterios” y “El Germen de la Vida”, y el paradero de los originales de otros es ignorado. Algunas de sus obras se agotaron en la primera edición y es difícil encontrar un ejemplar para hacer una nueva. De ello se ocupa actualmente la “Comissáo Divulgadora das Obras de Jorge Adoum”.

En “Adonay”, publicado en 1942 (aun no nacía siquiera el Estado de Israel y la Segunda Guerra Mundial estaba en todo su furor) presagia los terribles tiempos que iban a venir para Líbano, Siria y Palestina, por la forma con que se conducía la política de esos países liberados de los turcos.

Como dato curioso cabe también mencionar que Adoum practicaba como pasatiempo la lectura de la suerte a través de la ceniza de los cigarros y los conchos de las tazas de café, técnicas muy antiguas en el Oriente para esta clase de hobbies.

(FUENTE: David Suárez para jorgeadoum_barcelona@yahoogroups.com)

Rajneesh Chandra Mohan Jain (OSHO)

Rajneesh Chandra Mohan Jain 11 de diciembre de 1931 – 19 de enero de 1990) fue un maestro espiritual hindú.

En los años sesenta se hacía llamar Acharya Rajneesh, en los años setenta y ochenta Bhagwan Shree Rajneesh y en los noventa Osho. Vivió en la India, y durante otras temporadas, en Estados Unidos, inspirando el movimiento Osho, un controvertido grupo filosófico que aún cuenta con muchos seguidores[1] y detractores.[2]

Contenido
1 Enseñanzas
2 Profecías
3 Decadencia y muerte
4 Notas
5 Enlaces externos

Enseñanzas
La enseñanza de Osho se centra en abordar desde distintos ángulos la cuestión del desarrollo de la conciencia humana hasta alcanzar el grado conocido en tradiciones varias como el de la iluminación. En su discurso, Osho utiliza las enseñanzas de numerosos maestros de distintas épocas, tales como Krishná, Buda, Jesucristo, Lao Tse, Sócrates, Heráclito, George Gurdjieff, etc., para acercarse desde distintos puntos de vista a la cuestión de la iluminación.

Sin embargo, según Osho, su mayor fuente para hablar de la conciencia humana, era la experiencia propia: su conciencia se había expandido hasta alcanzar la iluminación a los 21 años.[3]

Acorde a su enseñanza, la fuente de la desdicha del ser humano reside en el desconocimiento de su propia naturaleza. Los individuos identifican su “yo” con lo percibido por sus sentidos a todos los niveles. La identificación se produce tanto a nivel físico, con el cuerpo, como a nivel mental, con los pensamientos, y a nivel emocional, con los sentimientos. En cambio, según Osho, la naturaleza verdadera del individuo reside en su conciencia, o la capacidad de atestiguar lo percibido por los sentidos.

La conciencia, o la capacidad de atestiguar, emerge como consecuencia de la practica de la meditación. La meditación, que puede practicarse por medio de técnicas de lo más variadas, permite al individuo trascender la identificación con el ego, desechando las proyecciones de identidades falsas creadas por la mente.

A lo largo de varias décadas, Osho pronunció numerosos discursos, contestando a las preguntas de sus numerosos discípulos. Estos discursos fueron recogidos en numerosas cintas de audio y video. Se publicaron cientos de libros en decenas de idiomas.[4]

Profecías
En octubre de 1982, un artículo en la revista Rajneesh Foundation International Newsletter anunció que Rajneesh había profetizado el fin del mundo para 1999:

Todas las causas para una tercera guerra mundial ya han sucedido. Por lo tanto hay sólo una remota posibilidad de que el conflicto no tenga lugar. Pero sólo algo completamente impredecible (como —por ejemplo— el contacto con una forma de vida inteligente proveniente de otra galaxia) podría cambiar la direción en la cual se dirige la humanidad. […] La tercera guerra mundial [..] empezará en algún momento entre 1993 y 1999.[5]
En 1983, Sheela, la secretaria personal de Osho, anunció que su maestro predijo que dos tercios de la humanidad moriría de sida.[6] [7] Como precaución, se les exigió a los sannyasis que cuando tuvieran relaciones sexuales utilizaran guantes de goma y condones, y que evitaran por completo los besos.[8] [9]

Sin embargo, cabe destacar que desde 1981 a 1984, Osho mantuvo silencio, sin pronunciar nada en publico, por lo que todas las supuestas profecias, en el nombre de su maestro, fueron anuncidas por su secretaria personal y administradora de la comuna Sheela.

Decadencia y muerte

Osho manejando uno de sus noventa Rolls Royce en su centro de Rajneeshpuram, durante el Primer Festival del Rancho (1982)A fines de octubre de 1985, Osho y un grupo de sus sannyasis fueron arrestados en un aeropuerto de Carolina del Norte; el grupo iba en ruta a las Bahamas con 58.522 dólares en efectivo y un millón de dólares en joyas.[10] El encarcelamiento de Osho y su transferencia durante doce días a través de cárceles de todo el país fue un espectáculo internacional. Finalmente tuvo que pagar 400.000 dólares de fianza y fue deportado de EE. UU.

El 6 de noviembre de 1987 Osho expresó que su salud se estaba deteriorando, y que ello se debía a alguna forma de veneno que las autoridades estadounidenses le habrían administraron durante los doce días que fue mantenido en varias prisiones de EE.UU.[11] Sus doctores presentaron la hipótesis de que —como sus síntomas se concentraban en el lado derecho del cuerpo— debía de haber dormido sobre su lado derecho sobre colchones (en cárceles de Carolina del Norte, Oklahoma y finalmente en Portland) deliberadamente irradiados con talio.[12]

Sin embargo, esta opinión, que fue difundida por el abogado de Osho, Philip J. Toelkes (Swami Prem Niren), fue despreciada por el fiscal estadounidense Charles H. Hunter: “Es una ficción completa, y hay que considerar la fuente: este señor no tiene ninguna credibilidad». Finalmente Toelkes concedió que no había evidencia alguna para apoyar esa acusación.[13]

A fines de diciembre de 1988, declaró que no quería ser nombrado Bhagwan Shree Rajneesh, y pocos días después adoptó el nombre de Osho.

Otra explicación menos siniestra es que Osho —a quien se le había diagnosticado diabetes muchos años atrás— habría sufrido una serie de problemas sistémicos en las etapas finales de su enfermedad crónica, quizá exacerbadas por el estrés que experimentó en la cárcel[14] y por el uso de óxido nitroso y diazepam en los años ochenta.[15]

Notas
? Satyam.com.ar (sitio favorable, en Argentina).
? Sectas.org.ar (sitio contra las sectas, en Argentina).
? KuartaDimension.com.ar (biografía, donde comenta que la conciencia de Osho se expandió hasta los 21 años de edad).
? PlanetaDeAgostini.es (libros de Ragñísh).
? Rajneesh Foundation International Newsletter, 1, 14, 1 de octubre de 1982: iv.
? Judith M. Fox: Osho Rajneesh (pág. 26), 2002. ISBN 1-56085-156-2.
? S. J. Palmer, y A. Sharma (eds.): The Rajneesh Papers: Studies in a New Religious Movement (págs. 155 a 158). Nueva Delhi: Motilal Banarsidass Publishers, 1993. ISBN 81-208-1080-5.
? Palmer S. J.: “Charisma and Abdication: A Study of the Leadership of Bhagwan Shree Rajneesh”, en la revista Sociological Analysis, vol. 49, n.º 2, verano de 1988.
? Rajneesh Times, 16 (pág. 6), 1 de octubre de 1984.
? Lewis F. Carter: Charisma and Control in Rajneeshpuram (pág. 232, 233 y 238). 1990. ISBN 0-521-38554-7.
? Judith M. Fox: Osho Rajneesh (pág. 35 y 36). 2002. ISBN 1-56085-156-2.
? Judith M. Fox: Osho Rajneesh (pág. 35 y 36). 2002. ISBN 1-56085-156-2.
? B. S. Akre: Rajneesh Conspiracy (APwa 12/15, 1455). Portland: Associated Press Writer.
? Judith M. Fox: Osho Rajneesh (pág. 35 y 36). 2002. ISBN 1-56085-156-2.
? H. Milne: Bhagwan: The God That Failed (Bhagaván, el dios que cayó). Sphere Books, 1986.

Jiddu Krishnamurti

Jiddu Krishnamurti (Telugu:?????? ???????????) o J. Krishnamurti (11 de mayo, 1895–17 de febrero, 1986), fue un conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual. Sus principales temas incluían: el propósito de la meditación, relaciones humanas, la naturaleza de la mente, y como llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global.

Krishnamurti nació en la ciudad de Madanapalle, Andhra Pradesh, en la India colonial, y fue descubierto en 1909, cuando aún era un adolescente, por C.W. Leadbeater en las playas privadas del centro de la Sociedad Teosófica de Adyar en Madrás, India. Posteriormente fue adoptado y criado bajo la tutela de Annie Besant y C.W. Leadbeater dentro de la Sociedad Teosófica Mundial, quienes vieron en él a un posible Líder Espiritual. Subsecuentemente se rehusó a ser el mesías de un nuevo credo, hasta que en 1929 disolvió la orden creada para ese fin.[1] Alegaba no tener nacionalidad, ni pertenecer a ninguna religión, clase social, o pensamiento filosófico. Pasó el resto de su vida como conferencista y profesor viajando por el mundo y enseñando sobre la mente humana, tanto a grandes como a pequeños grupos. Fue autor de varios libros, entre ellos “Primera y Última Libertad”, “La Única Revolución” y “Las Notas de Krishnamurti”. A la edad de 90 años dio una conferencia en la ONU acerca de la paz y la consciencia, y recibió la Medalla de la Paz de la ONU en 1984. Su última conferencia fue dada en Madras, India, un mes antes de su muerte en 1986, en Ojai, California.

Sus partidarios, trabajando en caridad y amor, fundaron varias escuelas independientes en la India, Inglaterra y Estados Unidos; y tradujeron en varios idiomas muchos de sus discursos, publicándolos como libros filosóficos.

La biógrafa Mary Lutyens escribió un libro acerca de la juventud de Krishnamurti cuando vivía en la India, Inglaterra, y finalmente en Ojai, California titulada Krishnamurti: The Years of Awakening. Ella hacía parte de la Orden de la estrella organización fundada para Krishnamurti cuando este aún era muy joven, por ello lo conoció desde su adolescencia hasta su muerte. Este libro posee muchos detalles acerca de su vida durante ese periodo, algunos de ellos rara vez fueron tratados por él. Lutyens escribió tres volúmenes adicionales de la biografía: The Years of Fulfillment (1983), The Open Door (1988), y Krishnamurti and the Rajagopals (1996). Adicionalmente, ella publica y abrevia los tres primeros volúmenes en el libro The Life and Death of Krishnamurti (1991). Otras biografías de Krishnamurti son: Krishnamurti, A Biography (1986), por Pupul Jayakar y Star In the East: Krishnamurti, The Invention of a Messiah (2002), por Roland Vernon.

Nacimiento 
Jiddu Krishnamurti vino de una familia telugú de línea Brahmanica. Su padre, Jiddu Narianiah, graduado en la Universidad de Madrás y trabajador de la administración en el departamento de rédito Bretaña, consiguiendo al final de su carrera el puesto de colector de renta y magistrado del distrito. Sus padres eran primos segundos, llegaron a tener un total de 11 hijos, aunque solo seis sobrevivieron a la infancia. Eran totalmente vegetarianos, evitando inclusive alimentos como los huevos.

Nació en un pequeño pueblo situado a 250 kilómetros al norte de Madrás, India. Nació el 12 de mayo, a las 12.30 A.M. hora local. “Como octavo hijo, fue nombrado según la tradición ortodoxa hindú, en honor de Sri Krishna quien había sido un octavo hijo.”[2]

Juventud 

En 1903, su familia se muda a Cudappah y Krishna enferma de malaria, una enfermedad que le traería secuelas durante muchos años. En 1904, su hermana mayor muere, a la edad de 20 años. En sus memorias, el describe a su madre como “hasta cierto punto psíquica” y cómo ella veía y conversaba con su hija muerta. Krishna también manifiesta hablar con su hermana muerta en varias ocasiones. En diciembre de 1905, su madre, Jiddu Sanjeevamma, muere en Cudappah, cuando Krishnamurti tenía 10 años de edad. Krishna dice: “puedo decir que vi a mi madre después que ella muriera” (Lutyens, p 5)

“Narianiah, a pesar de ser un Brahamanico Ortodoxo, se hizo miembro de la Sociedad Teosófica desde 1881 (La teosofía abraza todas las religiones):” (Lutyens, p 7). Todo esto sucede mientras Helena Blavatsky fue la líder del movimiento en la India. Narianiah se retira a finales de 1907 y escribe a Annie Besant recomendándose como vigilante de 260 acres que la sociedad posee en el estado de Adyar. Él tenía cuatro hijos varones y Annie Besant pensó que podrían distraer sus labores. Continúa haciendo requerimientos hasta que fue aceptado como un asistente de la Secretaria de la Sección Esoterica. Su familia incluido el mismo, sus cuatro hijos y un sobrino se mudaron en enero 23, 1909.[3] meses después de esto último Krishnamurti fue descubierto por C.W. Leadbeater, quien creyó que era el vehículo esperado.-

Influencia de Leadbeater 
Este descubrimiento crea algunos problemas con Hubert van Hook (b 1896), hijo de Dr Weller van Hook, un cirujano de Chicago, y el Secretário General de la Sociedad Teosófica de los Estados Unidos. Hubert también fue elegido por Leadbeater y fue llevado a la India para entrenamiento especial. Cuando encontraron a Krishna, Hubert fue apartado. (Lutyens, p 12)

Leadbeater tenía reputación de estar demasiado a menudo, acompañado de adolescentes. Hecho que fue negado vehementemente por Annie Besant. El chisme terminó en escándalo en 1906 y Leadbeater debió dejar a la Sociedad Teosófica, posteriormente fue reincorporado por votación. (Lutyens, p 15)

Hubert y la Sra. Van Hook, su madre, también llegaron a Adyar y se instalaron ahí por algún tiempo.

Separación del Padre 
Krishna, o Krishnaji, como era conocido, y su hermano Nitya fueron educados por la Sociedad Teosófica. Posteriormente fueron llevados a Inglaterra para completar su educación. Su padre, impulsado por el afecto que sentía hacia él, disputó la custodia de su hijo. Como resultado de este pleito, fue separado del cargo en la sociedad. Krishna y su hermano siguieron viajando por el mundo.

El despertar filosófico
Lutyens indica que durante algún tiempo Krishnamurti creyó ser el maestro del mundo. La muerte de su hermano Nitya el 11 de Noviembre de 1925 a la edad de 27 años a causa de la tuberculosis, hace que deje de creer eso, puesto que había pedido que su hermano no muriera, desilusionándose por completo.

De The Song of Life (1931):

MI hermano ha muerto; fuimos como dos estrellas en un cielo desnudo… Él era como yo, quemado por un sol ardiente…

Referencias  [editar]? http://www.fkla.org/media/pdf/disolucion-orden-de-la-estrella-fkla.pdf
? Mary Lutyens, Krishnamurti: The Years of Awakening, p 1
? Lutyens, Awakening’ p 8

Bibliografía
Anexo:Bibliografía de Jiddu Krishnamurti
J.Krishnamurti (1993 [13ª edición 2004]). A los pies del maestro. traducción libre. Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-7640-667-3.
J.Krishnamurti (1992 [9ª edición 2003]). Sobre las relaciones. traducción Armando Clavier.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-7640-840-4.
J.Krishnamurti (2002 [5ª edición 2006]). Sobre la libertad. traducción Armando Clavier.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-7640-843-9.
J.Krishnamurti (1995). Sobre la ética y los medios de vida. traducción Armando Clavier.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-7640-899-4.
J.Krishnamurti (2002 [4ª edición 2006]). Sobre el conflicto. traducción Armando Clavier.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-7640-945-1.
J.Krishnamurti (2003 [8ª edición 2008]). Sobre el miedo. traducción Armando Clavier.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-7640-999-0.
J.Krishnamurti (2002 [4ª edición 2004]). Sobre la verdad. traducción Armando Clavier.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-414-0024-5.
J.Krishnamurti (2002 [5ª edición 2004]). Antologia básica. traducción Javier Gómez Rodríguez.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-414-0226-4.
J.Krishnamurti (2003 [3ª edición 2006]). Ser humano. traducción Mariano Vázquez revisada por la FKL.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-414-1258-8.
J.Krishnamurti. El libro de la vida. traducción Armando Clavier.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 8441401075.
J.Krishnamurti (2002 [4ª edición 2004]). Diálogos con Krishnamurti. traducción Javier Gómez Rodríguez.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-414-0304-X.
J.Krishnamurti (1998 [6ª edición 2006]). Reflexiones sobre el yo. traducción Javier Gómez Rodríguez.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-414-0399-6.
J.Krishnamurti (2000). Esa luz en uno mismo. traducción Javier Gómez Rodríguez.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 8441406971.
J.Krishnamurti (2004). Meditaciones. traducción Javier Gómez Rodríguez.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-414-1664-8.
J.Krishnamurti (2006). Usted es el mundo. traducción Armando Clavier.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 8441417786.
J.Krishnamurti (2006). La llama de la atención. traducción Armando Clavier.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-414-1770-9.
J.Krishnamurti (2006 [2ª edición 2008]). Vivir de instante en instante. traducción F.K.L..Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-414-1798-9.
J.Krishnamurti (2006). La madeja del pensamiento. traducción Armando Clavier.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 84-414-1799-7.
J.Krishnamurti (2007). La educación y el significado de la vida. traducción Elsa Gómez.Madrid: Editorial EDAF. ISBN 8441419391.
J.Krishnamurti (2007). Temor, placer y amor. traducción Ángel Herraiz.Madrid Editorial EDAF. ISBN 8441419407.
J.Krishnamurti (2007). La mente que no mide. traducción Armando Clavier.Madrid Editorial EDAF. ISBN 8441419414.

Entrevista por Joaquín Albaicín

Rama P. Coomaraswamy

Letra y Espíritu nº 17 (Barcelona, Mayo 2003)

  Sacerdote de misa en latín y cara al altar, su correspondencia con la Madre Teresa de Calcuta (disponible en su página web: www.coomaraswamy-catholic-writings-com) constituye elocuente testimonio de cómo dos creyentes hondamente comprometidos con su fe abordaron desde opciones opuestas un momento dramático de la historia de la Iglesia. De su verbo condenado por Roma brotó tan encendido y lapidario libro como The Problems of the New Mass.  Albacea y compilador de la obra inédita de su padre, traductor al inglés de El error espiritista de Guénon, cirujano, psiquiatra y exorcista, no teme ni rechaza apelativos como “integrista” o “sedevacantista”. Amablemente, Rama P. Coomaraswamy aceptó estas Navidades responder a nuestro cuestionario.

s      He leído aquí y allá sobre aquel viaje suyo a India con Marco Pallis, cuando ambos eran jóvenes. ¿Cuál era el principal propósito del viaje?

>      El de Marco Pallis, entrar una vez más en contacto con sus raíces budistas. En cuanto a mí, estaba a la espera del retiro de mi padre y de su vuelta a India para hacerse sanyassa.

s      En sus cartas, su padre le daba indicaciones para convertirse en miembro de pleno derecho de la tradición hindú. ¿Cómo fue que, perteneciendo a una familia brahmán, finalmente abrazó el camino cristiano en vez de el hindú?

>      Me crié en Haridwar, una de la ciudades sagradas de la India, y en mi juventud viví durante años como un hindú ortodoxo. Fui investido con el yajñopavita o cordón sagrado y puedo, por tanto, declarar que desde el punto de vista hindú soy un dwija o “dos veces nacido”. Pero tras la muerte de mi padre regresé a América, donde mi madre se encontraba prácticamente sola. Dado que era imposible para mí vivir como hindú en la América de aquella época y que vivir carente de una filiación tradicional era a mis ojos lo mismo que vivir en el plano animal, abracé el catolicismo, que hallé completamente compatible con mi visión hindú.

s      ¿Podemos hablar de algún autor que haya continuado en la India actual el trabajo de su padre como embajador de la Philosophia Perennis, término que él mismo, si no acuñó, si contribuyó decisivamente a recuperar?

>      Hay muchos autores que hablan de la Philosophia Perennis, como Seyyed Hossein Nasr, Frithjof Schuon, Martin Lings, A. K. Saran… La lista es muy larga. Puesto que me pregunta específicamente por India, diría que existen individuos que viven según el Sanatana Dharma, pero no necesariamente escriben. Me viene a la cabeza, por ejemplo, el Kanchi Guru.

s      Al revés que Jerusalén, Benares se mantiene en paz. ¿Conserva la tradición hindú suficiente energía para encarar con éxito la crisis global de los Últimos Tiempos?

>      No estoy tan seguro de que India se halle tan al margen del tipo de caos que en la actualidad padece Oriente Medio. Considérese el reciente resurgir de los enfrentamientos entre hindúes y musulmanes. Benares puede actualmente estar tranquila, pero el país no está de ningún modo libre de conflicto.

s      Por supuesto. Quería sólo destacar el Signo de los Tiempos que de modo tan intenso parece encarnar Jerusalén. La realidad india, vista tanto sobre el terreno como desde Occidente, no me transmite la misma sensación apocalíptica que Jerusalén.

>      Estoy de acuerdo en que la situación de Jerusalén es más apocalíptica que la de otros lugares. Sin embargo, en todo el mundo actúan las mismas fuerzas, y en India se detectan signos terribles. Viendo la televisión en Nueva Delhi, había constantes reportajes sobre niños raptados, sobre mujeres asesinadas por su dote y sobre la desacralización de la vida en general. Aparte de esto, la lucha entre fundamentalistas hindúes y musulmanes está estallando por todas partes. Lo que hace a Jerusalén más apocalíptico es el riesgo de que se desencadene una guerra con armas nucleares y la reacción del fundamentalismo islámico contra el Occidente no cristiano.

s      ¿Cómo recuerda a su padre?

>      Recuerdo a mi padre como un hombre sumamente santo, y aprendo de él cada día.

s      ¿Y a René Guénon?

>      No guardo recuerdos específicos de René Guénon en el ámbito privado. En la época de nuestra visita en El Cairo tenía dieciocho años, no estaba en realidad implicado en cuestiones tradicionales y sólo me encontré con él muy brevemente. Marco Pallis sí pasó el día hablando con él, yo hice poco más que esperar. Recuerdo… la radio resonando en su casa, lo que me sorprendió mucho.

s      Gracias por la aclaración, pues varias fuentes le consideran envuelto de modo más directo en el cambio de posición de Guénon ante el budismo. Por ejemplo, Chacornac, a decir del cual usted también contribuyó reuniendo documentación junto con Marco Pallis. Por cierto, ¿cómo es que le sorprendió el sonido de la radio?

>      El cambio de la actitud de Guénon hacia el budismo fue resultado de los esfuerzos de mi padre y de Marco Pallis. Yo no tuve nada que ver. La razón de que la música me impactara fue que la radio estaba emitiendo música egipcia moderna de poco gusto, y esto me pareció incompatible con Guénon y con lo que era. Era como el sonido de la radio en los bazares indios.

s      ¿Qué opina acerca del posible vínculo espiritual de Guénon con Al Khidr sugerido en la correspondencia que mantuvo con su padre?

>      No estoy cualificado para juzgar eso.

s      Su padre falleció antes del estallido de la controversia de Guénon y Schuon. A su entender, ¿cuál cree que, de haber vivido, habría sido su posición?

>      Creo que habría evitado verse envuelto en ella.

s      En el apéndice de la selección de cartas de su padre, escribió sobre Schuon como una figura del pensamiento tradicional situada “entre” Guénon y Coomaraswamy y “por encima” de ambos. En tiempos recientes, sin embargo, denunció con acidez la aparente descomposición de su círculo y enseñanzas.

>      Conservo el mayor respeto por los escritos de Schuon, y no creo que decir que “denuncié ácidamente” nada sea exacto. Hubo cosas con las que estuve en desacuerdo. Las cosas son complejas, y hay poco provecho en volver sobre ellas de nuevo. Estoy muy agradecido a Schuon por muchas cosas, por las verdades que he aprendido y sigo aprendiendo de él.

s      Bueno, usted fue el transcriptor, al menos nominal, de un informe… ácido, por decir poco. También estoy en desacuerdo con el modo sensacionalista en que algunos trataron el asunto. Y, en fin, no ha contestado a mi pregunta. ¿Considera a Schuon “entre” su padre y Guénon y “por encima” de ambos?

>      No considero a Schuon por encima de Guénon y de mi padre. Creo que Guénon, Schuon y mi padre expusieron, cada uno a su modo, la Philosophia Perennis. Ninguno de ellos está exento de pequeños errores, pero estos no son importantes. En vez de enfatizar las diferencias entre, por ejemplo, Guénon y mi padre, debería destacarse la similitud de pensamiento. Las diferencias eran mínimas. No estaban compitiendo entre sí, sino delineando diferentes aspectos de la materia. Tenían diferentes funciones, si puede decirse así.

s      No conozco ningún ensayo de su padre sobre Shambhala/Agarttha. ¿Habló con usted alguna vez acerca de este tema?

>      No.

s      Su trabajo y amistad con la Madre Teresa.

>      He trabajado con la Madre Teresa tanto en India como en Nueva York. De hecho, la operé cuando estaba en Nueva York, y alguna vez he atendido como médico a sus hermanas. Tengo el mayor de los respetos por ella.

s      ¿Cómo es que las autoridades católicas, ortodoxas, anglicanas y protestantes nunca hablan sobre el Santo Grial y sobre el Preste Juan, y apenas sobre los Reyes Magos?

>      No puedo hablar por las autoridades anglicanas y protestantes, pero puedo asegurarle que las católicas y ortodoxas hablan sobre estos asuntos, y ciertamente sobre los Reyes Magos.

s      Obviamente, la Enciclopedia Católica incluye artículos sobre el Grial, el Preste Juan y los Reyes Magos, pero se trata de textos puramente historicistas. Los sacerdotes españoles nunca mencionan el Grial o al Preste Juan en sus sermones, ni tampoco las autoridades eclesiásticas en las encíclicas, sus escritos o sus declaraciones públicas. La postura oficial sobre los Reyes Magos es algo así como: “Eran unas gentes de buen corazón que anticiparon la futura aceptación del Evangelio por sus hermanos paganos”… En cuanto a las iglesias ortodoxas, no he podido encontrar un solo artículo sobre estos temas. Quiero decir artículos profundos, doctrinales, no los clásicos comentarios navideños. ¿Puede, pues, citar alguna fuente concreta? Preciso que me refiero a sacerdotes, no a fieles laicos.

>      Creo que los santos han escrito bastantes sermones sobre los Reyes Magos y los dones que llevaron: oro, incienso y mirra. No sé de ningún escrito de los santos sobre el Preste Juan. Con respecto al Santo Grial y a todo el ciclo artúrico, es un ejemplo de la absorción de las creencias y prácticas célticas por la Cristiandad. Varios de los artículos de mi padre, como Sir Gawain y el Caballero Verde, tratan del carácter simbólico de los cuentos artúricos. Por descontado que nuestra misión es, por supuesto, salir en busca del Santo Grial, que, según se dice, es el Cáliz traído a Inglaterra por el apóstol Santiago e inicialmente guardado en Glastonbury. Lancelot no fue capaz de conseguir el Grial por la impureza de su vida, pero Perceval sí pudo cruzar el puente peligroso. No me sorprende que los sacerdotes raramente hablen de estas cosas, si es que alguna vez lo hacen, pues en gran medida desconocen su propia teología católica y la misma idea de una “búsqueda” es extraña a muchos de ellos.

s      ¿Qué circunstancias le condujeron a adherirse al movimiento de Monseñor Lefèbvre?

>      Durante los cinco años en que enseñé Historia de la Iglesia en un seminario de Lefèbvre, nunca fui miembro de su movimiento. Para ser más exacto, cuando quedó claro que Lefèbvre deseaba llegar a un compromiso con la Roma modernista,  rompí mi relación con él.

s      ¿Qué recuerdo personal conserva?

>      Le encontraba encantador en muchos aspectos, pero también un hombre que no deseaba discutir nada con sus sacerdotes sobre bases serias. Exigía obediencia sin dar ninguna oportunidad de discutir las cosas. Digo esto porque los sacerdotes con quienes me relacionaba cuando enseñaba en el seminario quisieron discutir con él su orden de usar la Misa y el Breviario de Juan XXIII y él, simplemente, rehusó hablar de ello, exigiendo que le obedecieran. Esto les llevó a abandonar la sociedad.

s      ¿Tiene alguna opinión personal o alguna teoría acerca de la mano oculta que pudo guiar tanto al padre Fernández Krohn como a Mehmet Ai Agca?

>      No.

s      ¿Cree en la posibilidad de una futura reconciliaciòn entre la Iglesia y la Masonería?

>      No entre la Masonería y la Iglesia tradicional. Esa posibilidad existe, más o menos, con la Iglesia post-conciliar.

s      ¿Cuáles son sus razones? ¿No considera a la Masonería una cadena iniciática tradicional, con independencia de las desviaciones detectables en muchas de sus ramas?

>      En lo que se refiere a la Masonería, creo que Guénon estuvo siempre buscando en la Cristiandad un modelo o patrón paralelo a la distinción shari´ya/haqiqah del Islam. Esto no existe en el cristianismo, donde hay más bien un un esoterismo “gradual”. Los artículos de Marco Pallis sobre el velo, que fueron publicados en Sophia, tratan el tema de un modo muy claro. Considero que todas las ramas de la Masonería son falsas y forman parte de la Contrainiciación.

s      Quisiera conocer su visión y la de la Iglesia Católica Tradicional- en relación con los linajes iniciáticos Rosacruces que en el siglo XVII, a decir de Guénon, abandonaron Occidente para buscar refugio en “Oriente”. Y, ¿considera posible la supervivencia hasta nuestros días de algún linaje de hermetistas cristianos? No pienso tanto en un Fulcanelli como en, por ejemplo, un Louis Cattiaux. Sé que considera problemática la existencia del esoterismo y el exoterismo como dominios separados en el seno de la tradición cristiana. Pero, entonces, ¿cómo explicar estos ejemplos?

>      No considero a los Rosacruces una organización válida desde el punto de vista tradicional. Como católicos, es importante no desvincularse nunca de la doctrina segura y la verdadera fe. Tales organizaciones han sido condenadas tanto por Guénon y los autores tradicionales como por la Iglesia.

s      Yo pensaba en los difusores de la Fama Fraternitatis, de Las Bodas Alquímicas de Christian Rosenkreutz… Es decir, en los Rosacruces, no en los rosacrucistas.

>      Una de las teorías de Guénon se refería a ciertos grupos iniciáticos que se habrían retirado a Oriente. Todas estas cosas me parecen especulaciones. Guénon también dijo que la salvación vendría del Oeste. Lo importante para los católicos es ser católicos. Esto es muy difícil, pues exige estudio y esfuerzo, pero no hay nada que en el mundo actual impida a nadie ser católico en el más pleno sentido de la palabra.

s      ¿Comparte la iglesia católica tradicional la misma visión que la romana en el sentido de la “obligación” de musulmanes, hindúes, budistas y demás de convertirse al cristianismo?

>      Esto requeriría una respuesta compleja que tomara en consideración el problema de la invencible ignorancia y el tema de la salvación fuera de la Iglesia, que es siempre posible, pero sólo a través de las gracias que vienen del Verbo Divino o Logos.

s      ¿Puede hablarse de una acción contrainiciática dirigida por la Iglesia de Roma?

>      Me parece claro que las actividades de la Iglesia post-conciliar se ajustan al perfil de lo que Guénon llamaría la Contrainiciación.

s      Yoga practicado por sacerdotes cristianos. ¿Ayuda? ¿Peligrosa desviación?

>      Hablo sobre ello largo y tendido en uno de los artículos colgados en mi web. Creo que los sacerdotes practicantes de yoga están haciendo el tonto.

s      Algunas autoridades religiosas (como el sacerdote ortodoxo Seraphim Rose) y autores adheridos a la Philosophia Perennis (como Charles Upton) sostienen la teoría de que los ovnis son demonios. ¿La comparte?

>      Me gustan los escritos de Seraphim Rose, pero es una pena que no haya comprendido realmente a Guénon o a mi padre. Acerca de los ovnis, me inclino a pensar más bien como Charles Upton.

s      Mundo occidental y mundo musulmán. ¿Es inevitable el choque?

>      Si por mundo occidental entendemos el actual mundo occidental no cristiano, está predestinado a chocar con el genuino mundo islámico. Me gustaría, sin embargo, enfatizar que los musulmanes que escogen la vía del terrorista suicida, por comprensible que esto pueda resultar a la vista de la situación en Oriente Medio, no están actuando como verdaderos creyentes, pues el Corán prohíbe el asesinato de gente inocente, especialmente de mujeres y niños, por no hablar de sus hermanos musulmanes. Estamos asistiendo a una pugna entre dos estructuras de poder que dicen actuar en nombre de la religión, de la democracia… Hay una discusión muy buena sobre el particular en un libro reciente, Paths to the Hearth, Sufism and the Christian East, publicado por World Wisdom Books en Bloomington, Indiana.

s      La pertenencia de George Bush, su padre y su abuelo a una supuesta sociedad secreta Skull and Bones – culpable de la profanación de las sepulturas de Jerónimo, Torrijos y Pancho Villa. ¿Puro rumor sensacionalista?

>      Creo bien establecido que Bush pertenece al club Skull and Bones de Yale. Él es sin duda parte del orden del mundo unipolar.

s      ¿Hay un vínculo real entre espiritismo y posesión diabólica?

>      Por supuesto. La relación del espiritismo New Age con la posesión diabólica es un asunto complejo que requeriría un ensayo para explicarlo y que analizo muy en profundidas en uno de los artículos disponibles en mi página web. En una frase o dos, diré que aquellos que sitúan la espiritualidad en su psiqueen sus sentimientos y opiniones- en oposición al intelecto y la revelación genuinos, se exponen a todas las influencias procedentes de abajo. Sólo una fe verdadera y ortodoxa y una doctrina rotunda pueden proteger contra esto.

s      Los Últimos Días, según la Iglesia católica tradicional.

>      En tanto siga aumentando la predominancia de la influencia de las fuerzas inferiores, está claro quetal como predicen todas las tradiciones religiosas genuinas- nos acercamos a los Últimos Días. Los diversos conflictos no son sino síntomas de esta retirada de la tradición allá donde nuestra “lujuria y codicia” se imponen a los principios, es decir, prácticamente en todas partes. Todo cuanto está sucediendo es sintomático de las causas raíz, y, por supuesto, nos negamos a admitirlo, porque si lo hiciéramos estaríamos obligados a cambiar nuestra vida y a vivir de acuerdo con principios, con los principios divinos enseñados por Dios. El Fin, por descontado, llegará pronto. Pero debemos vivir cada día como si fuera el último, pues cuando morimos es en algunos respectos el fin para nosotros.

s      La sentencia: “Las puertas del infierno no prevalecerán” es considerada alusiva al triunfo de la Iglesia no sólo por la Iglesia de Roma, sino también por la Ortodoxa Rusa, la Siria, la Etíope, la Asiria (Nestoriana)… No hace falta decir que también por la Católica Tradicional. ¿Por qué, pues, sobreentender acríticamente que se refiere a la de Roma y que el papel central en los Últimos Días corresponderá a esta? ¿Dónde queda la Tercera Roma, la “fuerza que la sujeta” encarnada por la Iglesia Ortodoxa? Dicho de otro modo: ¿por qué sobrentender sin más que la Iglesia Católica es, precisamente, la actualmente así denominada?

>      La Iglesia romana post-conciliar es una Iglesia muerta. Ello no significa que la Iglesia haya muerto, pues existe una Iglesia subterránea brotada de modo espontáneo. Esta nueva Iglesia, la autodenominada post-conciliar, tiene doctrinas falsas y ritos falsos, en tanto la verdadera Iglesia, la de las catacumbas, sigue la verdadera doctrina y celebra ritos válidos. Católico, por supuesto, significa universal. Nadie, ningún grupo puede monopolizar el título. Incluso muchos grupos protestantes rezan el Credo de Nicea. Pero, como Atanasio dijo en relación con los arrianos, ellos tienen las iglesias, pero nosotros tenemos la fe. En cuanto al papel central a jugar por Roma en los Últimos Días, recordaría que está predicho que Roma será el trono del Anticristo.

s      El acercamiento de Juan Pablo II a las varias iglesias cristianas. ¿Ningún resultado positivo?

>      Es evidente que el único acercamiento válido a las iglesias no católicas es invitarlas a ser católicas. En el actual clima, la doctrina es ignorada, por lo que todos podemos ser “uno” juntos. Estoy por la unión, pero no si esta requiere el sacrificio de la verdad.

s      La percepción de la Iglesia tradicional de la Iglesia romana como futuro mtrono del Anticristo, ¿extrae su inspiración en alguna medida de las profecías de San Malaquías sobre los Papas? ¿Considera los lemas De Gloria Olivae e In Persecutione Extrema… verdaderas profecías, merecedoras de atención e interpretación, opor el contrario- que emanan de instancias dudosas?

>      El problema con las profecías es que son maravillosas en retrospectiva, pero arriesgadas como fuente de confianza antes del cumplimiento de los hechos. He escuchado las profecías de San Malaquías explicadas en una diversidad de modos. El issues entre la Iglesia tradicional y la Iglesia post-conciliar están sin embargo muy claros y no necesitan en absoluto depender de profecías. Es comprensible, por supuesto, que en vista del presente caos de la Iglesia, la gente busque una guía en las apariciones y profecías. Sin embargo, si uno se adhiere a una doctrina segura, hallará en la enseñanza de la verdadera Iglesia y en sus acciones históricas toda la guía necesaria para permanecer verdaderamente católico.

s      ¿Las puertas del infierno no prevalecerán, como sostiene en su polémico artículo?

>      Las puertas del infierno no pueden prevalecer frente a la verdadera Iglesia, porque esta se cimenta sobre la Verdad. Como dijo Anna Katherina Emmerich, si la verdadera fe sigue viva aunque sea en una sola persona, en ella residirá la Iglesia Católica.

  Tiempo y espacio se agotan. Muchas preguntas quedan en el tintero. Quisiéramos profundizar más en el despliegue de argumentos de nuestro entrevistado. Que nos precisara, por ejemplo, qué sentido tendría la existencia de organizaciones específicamente contrainiciáticas en un ámbito tradicional como el cristiano, en el que, a su entender, no existen organizaciones propiamente iniciáticas, sino un esoterismo “gradual”. ¿No debiera hablarse, por tanto, de una contrainiciación también “gradual”? O qué lugar habría que asignar a una organización iniciática como la Fraternidad del Divino Paráclito de Louis Charbonneau-Lassay, que queda aparentemente fuera del esquema. Habrá, sin duda, más ocasiones de conversar acerca de estas y otras cuestiones con Rama P. Coomaraswamy.

LA CONCIENCIA SIN OBJETO

LA CONCIENCIA SIN OBJETO

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Hay que admitir en la práctica la posibilidad de una Conciencia sin objeto. Por lo general,  solo conocemos la conciencia en su relación con los objetos. En realidad, es la conciencia la que ilumina los objetos. En ella aparecen los pensamientos, las emociones, las sensaciones, como un despliegue de energía; y  es en ella  también, que desaparecen.

Cuando el objeto desaparece, no tenemos ya más conciencia de él,
pero la Conciencia Pura permanece.

Los intervalos entre los pensamientos y entre las percepciones son habitualmente considerados como  vacíos. El sueño también es contemplado como una relación sujeto-objeto y al no experimentarse en él conciencia alguna de un objeto, se concluye que constituye un estado sin conciencia. Sí, por el contrario, se admite la existencia de una conciencia autónoma, se advertirá que los objetos aparecen de una manera discontinua y que esta discontinuidad está originada por una continuidad: La Conciencia. 

Es entonces cuando es posible experimentar la conciencia sin la presencia del objeto.  En este sentido,debe aceptarse en la Meditación cualquier percepción que se presente, sea ésta cual fuere. Gracias a esta aceptación sin reservas la percepción se desvanecerá, antes o después, de forma natural en la conciencia.

Si por otra parte, se hace de la Meditación una disciplina cuyo objeto sea integrar, por medio de un esfuerzo de la Voluntad, un estado de  conciencia sin pensamiento, se podrá alcanzar ese estado, pero se habrá generado un nuevo dinamismo; el pensamiento rechazado violentamente permanecerá a la espera, dispuesto a resurgir ; incluso con mayor energía.

Hay momentos en que estamos efectivamente sin percepción. Pero no estamos habituados a gustar de ese estado. Creamos constantemente situaciones  y objetos, a fin de poder encontrarnos en algo. Cuando fortuitamente vivimos la experiencia de un estado de conciencia sin objeto, tenemos la tendencia a vivirlo como una privación, como si fuera una pantalla sin imágenes.

Si se acepta en la práctica la posibilidad de una conciencia autónoma, se produce un soltar con respecto a la tendencia a crear continuamente una relación sujeto-objeto; el sujeto queda completamente reabsorbido, pues su existencia está condicionada por la existencia de objeto. Se trata en realidad de una Vivencia donde no hay nadie que contemple ni nada contemplado.

Este no-estado se producirá esporádicamente; más adelante se presentará con mayor frecuencia, en particular en la Meditación; después lo viviréis también en presencia de los objetos. La ausencia de objeto es, quizás,menos frecuente que su presencia, pero eso no tiene importancia. 

“Lo importante es vivir lo que hay detrás de la presencia y la ausencia,es decir, la Conciencia.”

En consecuencia, no hay que hacer ningún esfuerzo para eliminar absolutamente nada en la Meditación. No hay nada que eliminar. Una actitud de escucha desprovista de intención basta para que el pensamiento se agote por sí mismo; se desvanece en cuanto cesa la voluntad de mantenerlo mediante asociaciones de ideas.

Todo esfuerzo generaría tensión.desde un punto de vista en cierta forma experimental, resulta, pues, fecundo aceptar la posibilidad de un estado donde no existe ni observador ni cosa observada.

La Meditación puede considerarse como un laboratorio, pero también como un arte, como redactar un poema o componer música. Son medios de expresar la alegría de ser; también la Meditación Celebra la alegría de ser. 

No es una disciplina, sino un medio de Autoconocimiento y, a la vez,un cántico silencioso. Más adelante la Meditación se prolongará en la vida cotidiana. Será el plano a fondo de donde fluye esta alegría, esta plenitud de ser,se revela presente en cada instante al alcance de nuestra lucidez, permanentemente disponible como un manantial inagotable.

Esta plenitud puede exrpesarse de múltiples formas,pero permanece idéntica a través de todas ellas.Dicho en otros términos:todos los objetos que aparecen son expresión de la conciencia.

En última instancia,no son otra cosa que conciencia.
En la Meditación se reconocerá primero el ir y venir de los pensamientos;después,y mediante la actitud interior que consiste en no alimentar más el pensamiento,llegará el día en que percibiréis la pulsión,la vibración que precede al pensamiento.

Esta pulsión es la que percute el cerebro en sus profundidades y desencadena los procesos de simbolización y formulación.En un momento dado,la complicidad con esta tendencia a dar continuidad a las pulsaciones mediante el pensamiento y el lenguaje,desaparecerá de vosotros.

La energía que se manifiesta en estas vibraciones debe absorberse, pero queda, al principio, como un condicionamiento con el cual no hay que identificarse. Desde el momento en que las vibraciones son observadas y no hay ya más identificación con ellas, éstas disminuyen y no originan ninguna expresión por medio del lenguaje.

Por supuesto, no se debe caer en la trampa de mantener estas vibraciones con baja frecuencia, pues entonces se identificarán con ellas. Todo esto debe quedar en el marco dentro de una relación entre el observador y la cosa observada. Luego se instalará la contemplación, toda volición relativa al dinamismo del pensamiento cesará  y el fenómeno de la energía se reabsorberá él mismo en vuestro Ser.

Heinrich Zimmer

Heinrich Zimmer

Shiva.Heinrich Zimmer (1890-1943) fue un Indólogo e historiador del arte surasiático. Nació en Greifswald, Alemania.

Biografía
Zimmer comenzó su carrera estudiando sánscrito y lingüística en la Universidad de Berlín donde se recibió en 1913. Entre 1920 y 1924 se docencia en la Universidad de Greifswald, trasladándose a Heidelberg para ocupar la presidencia en filología india.

En 1938 fue despedido por los nazis, emigrando a Inglaterra donde entre 1939 y 1940 sería profesor en el Balliol College (Oxford). En 1942 marcharía a Nueva York para aceptar una posición de profesor visitante de filosofía en la Universidad Columbia. Uno de sus estudiantes durante este período de tiempo fue Joseph Campbell. Zimmer fallecería allí, de neumonía, el año siguiente (1943).

Trabajo 
El método de Zimmer consistía en examinar imágenes religiosas usando su significado sagrado como una llave de transformación psíquica. Su empleo de filosofía (india) e historia religiosa para interpretar arte estaba en desacuerdo con la idea tradicional. Su vasto conocimiento en mitología hindú y filosofía (en particular sobre los Puranás y sobre tantra) le dieron ideas sobre el arte, que fueron apreciadas por Joseph Campbell entre otros. Campbell editó muchos de los escritos de Zimmer después de su muerte. El psiquiatra Carl Gustav Jung también desarrolló una larga relación de muchos años con Zimmer, y por casualidad corrigió un volumen de Zimmer titulado Der Weg zum Selbst (ámbos se conocieron en 1932, después de lo cual Zimmer, junto a Richard Wilhelm, se convertiría en uno de los pocos amigos masculinos de Jung). Zimmer es acreditado por muchos por su popularización del arte surasiático en Occidente.

En 1929 se casó con Christiane Hofmannsthal, hija de Hugo von Hofmannsthal.

Obra 
Kunstform und Yoga im Indischen Kultbild (Artistic Form and Yoga in the Sacred Images of India, 1926; traducido y editado por Gerald Chapple, James B. Lawson y J. Michael McKnight, 1984)
Maya: Der Indische Mythos (1936)
Myths and Symbols in Indian Art and Civilization. Editado por Joseph Campbell (1946)
Hindu Medicine. Editado por Ludwig Edelstein (1948)
The King and the Corpse: Tales of the Soul’s Conquest of Evil. Editado por Joseph Campbell (1948)
Philosophies of India. Editado por Joseph Campbell (1953)
The Art of Indian Asia, its Mythology and Transformations. Completado y editado por Joseph Campbell (1955)
Heinrich Zimmer: Coming Into His Own. Editado por Margaret H. Case (1994)

Bibliografía 
Zimmer, Heinrich (2001, 2008). Mitos y símbolos de la India. Prólogo de Joseph Campbell, traducido por Francisco Torres Oliver. Cuarta edición, colección El Árbol del Paraíso 1. 41 ilustraciones. Madrid: Editorial Siruela. ISBN 9788478442911.
— (1999). El rey y el cadáver: cuentos, mitos y leyendas sobre la recuperación de la integridad humana. Barcelona: Paidós Ibérica. ISBN 9788449306914.
— (1998). Yoga y budismo. Barcelona: Editorial Kairós. ISBN 9788472453814.

Análisis introductorio
Jung, Carl Gustav (2008). Obra completa: Volumen 11. Acerca de la psicología de la religión occidental y de la religión oriental. XV. Sobre el santón hindú. Introducción al libro de H. Zimmer Der Weg zum Selbst (1944). Madrid: Trotta. ISBN 978-84-8164-902-4/ ISBN 978-84-8164-907-9.

Ananda Kentish Coomaraswamy

Ananda Kentish Coomaraswamy nació el 22/08/1877 en Extranjero/a y falleció el 09/09/1947.

Biografía de Ananda Kentish CoomaraswamyAnanda Kentish Coomaraswamy nació el 22 de agosto de 1877, en Colombo, Ceilán, hoy conocida como República de Sri Lanka.
Fue hijo de un distinguido caballero ceilandés, Sir Mutu Coomaraswamy, el primer hindú que fue llamado a la judicatura londinense, y autor de la primera traducción al inglés de un texto budista pali. Sir Mutu murió antes de que su hijo tuviera dos años de edad, y el niño fue educado en Inglaterra por su madre británica (que sobrevivió hasta 1942).
Ananda Coomaraswamy no volvió a su tierra natal hasta casi un cuarto de siglo más tarde. Luego de una formación académica de tipo occidental, en primer lugar en el célebre colegio Eton y luego en la universidad de Londres donde obtiene un doctorado en ciencias (1904), dos años más tarde es el director de investigaciones mineralógicas de Ceylán. Entre tanto es el iniciador de un movimiento para la educación nacional en India y se orienta gradualmente hacia las cuestiones artísticas, las que lo llevan a cumplir ciertas responsabilidades en el marco de la Exposición de las Provincias Unidas en Allahabad (1910 a 1911).
Desde 1917, Coomaraswamy ha estado en el Boston Museum of Fine Arts, como miembro investigador en el arte oriental, elaborando su inmejorable departamento del arte indio; reuniendo, interpretando y exponiendo, a los conservadores del museo, la filosofía tradicional de la vida y la función del arte en la sociedad humana; demostrando que todas la expresiones significativas, ya sea en los oficios o en los juegos y otras “obras”, son los diferentes dialectos y las actividades simbólicas del único lenguaje del espíritu.
Coomaraswamy es sin duda uno de los mas importantes exponentes del esoterismo tradicional. Manteniendo una correspondencia con René Guénon desde la mitad de los años 1930, lleva a este a revisar sus posiciones en lo que concierne al budismo, ya no considerado como una rama desviada del hinduismo, sino como una tradición propiamente auténtica. Coomaraswamy consolida una obra a partir de entonces enteramente inspirada en el esoterismo tradicional.
Fue colaborador en Etudes Traditionnelles así como en un cierto número de revistas angloamericanas, entre las cuales destacan Bulletin of School of Oriental Studies y Journal of the American Oriental Studies.
La bibliografía de A K. Coomaraswamy es vastísima, cuenta de hecho con más de un millar de títulos entre libros y artículos.
Coomaraswamy no se enorgullece nunca de introducir frases de su propiedad y no hace nunca exposiciones para las que no puede citar el capítulo y el versículo. Su prosa, condensada y compacta, presenta a menudo un mosaico severo en la página impresa, que no ofrece nada a modo de incitación a los perezosos ojos contemporáneos, excepto el hecho de desafiar la atención debido a su rigurosa exactitud, semejante a la de una demostración matemática. No infrecuentemente, un material que bastaría para todo un artículo, se comprime en una nota de pie de página. En el despliegue de este intelecto “de una miríada de facetas” -desde la geología a la arqueología, y de allí a todas las artes y expresiones, desde las aspiraciones más humildes a las más altas de toda la humanidad- uno se siente tentado de encontrar un paralelo en los intereses universales de Leonardo.
Coomaraswamy la ha interpretado muchas veces y con una abundancia de referencias explícitas; y en contraste con ella, ha señalado los aspectos patológicos de nuestros estetas contemporáneos, que coleccionan lo exótico y lo primitivo con la codicia de la urraca que roba trozos de cinta coloreada con los que “decorar” su nido.
Poco antes de su deseado retorno a la India, muere en Boston el 9 de septiembre de 1947.
Su extraordinaria erudición en los campos del arte y de las doctrinas tradicionales hacen de él una de las máximas autoridades mundiales en estos temas.

René Guénon

René Guénon

Réne Guénon en 1925René Guénon (15 de noviembre, Blois, 1886 – 7 de enero, El Cairo, 1951), matemático, filósofo y metafísico francés.

De profesión matemático, es conocido por sus publicaciones de carácter filosófico espiritual y su esfuerzo en pro de la conservación y divulgación de la Tradición Espiritual. Se le relaciona con Ananda Coomaraswamy, otro gran metafísico del siglo XX.

René Guénon, gran estudioso de las doctrinas orientales y de las religiones, se esforzó por aportar a Occidente una visión no simplista del pensamiento oriental, especialmente de la India y por su defensa de las civilizaciones tradicionales frente a Occidente. Destaca su crítica a la civilización occidental desde presupuestos metafísicos y no ideológicos ni políticos. El estudio de sus libros sobre el hinduismo es indispensable para todos aquéllos que quieran profundizar en dicha tradición.

Biografía 
René Guénon, hijo único de Jean-Baptiste, arquitecto, y de Anna-Léontine Jolly, nace en Blois el 15 de noviembre de 1886. Transcurre en esta ciudad una infancia y una adolescencia totalmente normales, recibiendo la primera educación de su tía materna, institutriz, y continuándola luego en la escuela de Notre-Dame des Aydes, conducida por religiosos. En 1902 pasa al Colegio Augustin-Thierry y al año siguiente se recibe de bachiller «ès lettres-philosophie».

En 1904 se dirige a París, para seguir un curso académico de matemáticas superior en el colegio Rollin. Sin embargo, en 1906 aproximadamente interrumpe sus estudios universitarios, a causa, se dice, de su salud, que según parece ya era bastante delicada desde la infancia. En el ínterin, se había establecido en la calle Saint-Louis-en-l’Ile nº 51, domicilio que mantuvo por varios años.

Después de la interrupción de los estudios académicos comenzó para René Guénon un período rico en encuentros y fecundo en escritos; sin embargo, es en extremo difícil recoger testimonios seguros sobre sus relaciones, complejas, y generadas frecuentemente por motivos que tenían una relación directa con el desarrollo de su obra escrita, en particular en su aspecto de clarificación y condena de las pseudo-doctrinas ocultistas y «teosofistas». En el período que va de 1906 a 1909 René Guénon frecuenta la «Escuela Hermética», dirigida por Papus, y se hace admitir en la Orden Martinista y en otras organizaciones colaterales. En el congreso espiritualista y masónico de 1908 en el que participa en calidad de secretario de despacho, entra en relación con Fabre des Essarts, «patriarca» de la «Iglesia Gnóstica», en la cual lleva el nombre de Synesius. René Guénon ingresa en esta organización con el nombre de Palingenius. Aquí conoce a dos personajes de notable apertura mental: Léon Champrenaud (1870-1925) y Albert Puyou, conde de Pouvourville (1862-1939), el primero entraría más tarde en el Islam con el nombre de Abdul-Haqq, el segundo un ex-oficial del ejército francés que durante su destino en Extremo Oriente había sido admitido -caso más bien único que raro para un occidental- en ambientes taoístas. Siempre en este mismo período se produce la formación de una «Orden del Templo», dirigida por Guénon; esta organización tendrá una vida breve, pero costará a su fundador el ser excluido de los grupos dirigidos por Papus. También es de este período la admisión de René Guénon a la Logia masónica Thébah, dependiente de la Gran Logia de Francia, del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Es 1908 el año al que algunos hacen remontar el encuentro de Guénon con calificados representantes de la India tradicional.

En 1909 funda la revista La Gnose, donde aparecerán su primer escrito, intitulado El Demiurgo, artículos sobre Masonería y, lo que es más importante en cuanto que demuestra cómo las doctrinas orientales ya habían sido completamente asimiladas por él en esta época (contaba entonces 23-24 años), las primeras redacciones de El Simbolismo de la Cruz, El Hombre y su devenir según el Vêdânta y Los principios del cálculo infinitesimal. A fines de 1910 conoce a John Gustaf Agelii, pintor sueco devenido musulmán con el nombre de Abdul-Hadi cerca de 1897, y vinculado al Tasawwuf (esoterismo islámico) por el Sheikh Abder-Rahmân Elish el Kebir. La revista La Gnose deja de publicarse en febrero de 1912. El 11 de julio del mismo año René Guénon se casa en Blois con la Srta. Berthe Loury y, siempre en este mismo año, entra en el Islam.

A los años 1913-1914 se remonta su encuentro con un hindú, el Swami Narad Mani, quien le procura una documentación sobre la «Sociedad Teosófica» que le servirá probablemente, en parte, para la redacción del estudio sobre la organización en cuestión. Entre los años 1915 a 1919 es suplente en el colegio de Saint-Germain- en-Laye, reside en Blois (donde muere su madre en 1917) y es profesor de filosofía en Sétif (Argelia). Retorna a Blois y luego a París.

En 1924 (y hasta 1929) da lecciones de filosofía en el curso Saint-Louis; en este año tiene lugar una conferencia de prensa en la cual participa junto a Ferdinand Ossendowski (polaco, autor de una crónica de viaje a través de Mongolia y el Tibet que había despertado un cierto interés algunos años antes), Gonzague Truc, René Grousset, y Jacques Maritain. También en 1924 aparece la obra Oriente y Occidente.

El año 1925 ve su colaboración con la revista católica Regnabit, dirigida por el R. P. Anizan, que le había sido presentado por el arqueólogo Louis Charbonneau Lassay, de Loudun (la colaboración con esta revista cesará pronto, en 1927).

El 15 de enero de 1928 fallece su esposa. En este mismo año comienza su colaboración regular con la revista Le voile d’Isis, la que desde 1933 tomará el título de Études Traditionelles.

En 1930 parte para El Cairo, donde se establecerá definitivamente, desposando en 1934 a la hija del Sheikh Mohammed Ibrahim, con la que tuvo cuatro hijos (dos varones y dos niñas), uno de ellos póstumo. El resto de su obra de clarificación doctrinal fue compuesta en el período de su estadía en Egipto, período que va de 1930 a 1951, año en el que muere, el día 7 de enero.

(Extracto de ¿Vida simple de René Guénon?, de Pietro Nutrizio, Rivista di Studi Tradizionali Nº19, abril-junio 1966, del sitio web Revista de Estudios Tradicionales)

Análisis de su obra 
Su obra escrita se puede dividir en varios bloques temáticos:

exposición de doctrinas orientales y principios metafísicos: aquí se encuentran obras como Introducción General al estudio de las Doctrinas Hindúes (su primera obra, que escribió por encargo y que es una introducción a la Tradición en general), Los estados múltiples del Ser o Principios del cálculo infinitesimal;
estudios sobre simbolismo y su interpretación ortodoxa tradicional, en este apartado se encuadran los numerosos artículos escritos para la revista El velo de Isis que posteriormente pasaría a llamarse Revista de Estudios Tradicionales. Estos artículos fueron compilados por Michel Vâlsan en la obra póstuma Símbolos fundamentales de la Ciencia Sagrada y en La Gran Tríada;
ensayos relativos a la Tradición Primordial, la Iniciación y las sociedades iniciáticas tanto actuales (Masonería) como históricas: El Rey del Mundo;
reflexiones críticas sobre el mundo moderno y la sociedad occidental. Contra lo que podría parecer René Guénon estuvo muy preocupado por el mundo presente.
Partiendo de una fuerte crítica a la sociedad occidental pueden distinguirse tres etapas cronológicas en su toma de postura respecto a la cuestión, etapas que se corresponden a su vez con las tres obras con que aborda principalmente el problema de la modernidad:

Oriente y Occidente es la primera de ellas, aborda la falta de comprensión y entendimiento entre esos dos mundos que denominamos Oriente y Occidente, condenados a entenderse si no quieren aniquilarse recíprocamente y perecer. René Guénon defiende una salida inevitablemente dialogada a esta tradicional oposición como vía para lograr el entendimiento entre las diferentes culturas. Hay que señalar que pese a traslucir un optimismo ingenuo es precursor al señalar esta confrontación (o conflicto) que hoy día está en el punto de mira de todos los analistas del mundo actual.
La Crisis del Mundo Moderno, a la luz de los acontecimientos que se sucedían en el período de entreguerras René Guénon ve matizado su optimismo, pero no abandona la idea de que el entendimiento entre ambos y la rectificación en vista a una vuelta a la normalidad de Occidente, son posibles. Su análisis se sustenta en la confianza de preservación (en cierta medida) del Espíritu Tradicional en el extremo Oriente, en particular en las culturas china e india.
El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos. Sin duda su mayor, más completa, ambiciosa y acabada obra. Sus anteriores optimismo y confianza dan lugar a un análisis más duro y frío en el que domina el pesimismo y quizá cierto desapego por el destino de la civilización humana actual. En efecto, la Guerra Mundial no deja lugar para la esperanza ni el optimismo. En esta obra René Guénon analiza la civilización occidental partiendo de los principios generales del Vedânta y situándola dentro del marco de las Cuatro Edades (Yugas) que establece la Tradición. Las conclusiones son tan demoledoras como preocupantes por lo que suponen a futuro.
Esta clasificación temática de la obra de René Guénon no es rigurosa pues en cada obra se encuentran contenidos pertenecientes a los otros campos. Sería vano intentar sistematizar una obra tan interdisciplinar y que se quiere abierta, a diferencia de un sistema filosófico que pretende siempre ser completo y cerrarse sobre sí mismo. Su obra no intenta ser un sistema cerrado, definido y acabado sino una mirada abierta y múltiple sobre el mundo, llena de sugerencias y referencias a todos los campos.

Pensamiento
René Guénon define el mundo moderno como la degeneración e inversión del mundo Tradicional. Por una parte el carácter decisivo de la modernidad es su carácter anti-tradicional, su negación de toda herencia del pasado y su falta de reconocimiento de cualquier deuda con una sabiduría o cultura anterior. La oposición clásica entre Occidente y Oriente no es geográfica sino ideológica y doctrinal. Por eso se puede decir, un poco paradójicamente que mientras Europa fue tradicional (en la Edad Media) se la podía calificar de “oriental” desde nuestra perspectiva actual. Del mismo modo el Oriente actual, investido de pensamiento occidental, no es ya “oriental”, está occidentalizado (o en otras palabras des-orientado, si tomamos el sentido simbólico y profundo del término). En efecto, como advertía René Guénon la Edad Media estaba más cercana a la civilización india o extremo-oriental que a nuestra sociedad actual en cualquiera de sus aspectos. De hecho el carácter tradicional de la Edad Media aseguraba y garantizaba un permanente contacto y diálogo con el Oriente tanto geográfico como doctrinal.

La conclusión última de su obra (contenida principalmente en El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos) es que la condición del mundo moderno testimonia el fin del ciclo actual de la humanidad, algo que señalan simbólicamente los mismos términos Oriente y Occidente (en particular éste último, tomado por nuestra misma civilización para auto-denominarse, lo que no deja de ser llamativo). René Guénon encuentra la prueba de esto en la desaparición progresiva de la Tradición dentro de las sociedades occidentales. Al respecto, una de sus grandes aportaciones son los términos de “seudo-iniciación” y “contra-iniciación”. René Guénon se esfuerza por desmontar tanto en la forma como en el fondo aquellas organizaciones que siendo presuntamente tradicionales tienden en realidad a subvertir la verdadera organización tradicional, en la mayoría de las ocasiones por ignorancia de la verdadera doctrina tradicional que les lleva a construir y abrazar una seudo-doctrina.

René Guénon nunca negó su vinculación a la Franc-Masonería, en la que fue iniciado, aunque no cesó de denunciar el carácter superficial y seudo-esotérico que se había instalado en la misma institución por ignorancia de su verdadera función y objetivo.

Guénon afirma que su enseñanza no se debe a un pensamiento de corte individual o personal, influenciado por alguna filosofía particular. Por el contrario él se escapa del cuadro moderno de ciencias y filosofía y se encuadra más bien en el nivel de la pura metafísica y los principios universales. Y aborda estos objetivos con lógica y rigor con la intención de rendir sus obras a todos aquellos que buscan todavía la verdad en el mundo.

Críticas a su obra 
A lo largo del siglo XX la obra de René Guénon ha generado un importante debate, con apologistas y opositores de las más diversas formaciones.

Entre quienes han reconocido “activamente” el valor de su obra se encuentran los colaboradores de la Rivista di Studi Tradizionali de Torino, Italia, publicación que ha favorecido la difusión de los escritos de René Guénon en lengua italiana, teniendo a su cargo inclusive la traducción de muchos de los mismos.

Entre los opositores, pueden señalarse:

– aquellos que, especialmente en el ámbito académico, como por ej. Umberto Eco, rechazan completamente sus premisas, métodos y conclusiones, por no considerarlas de carácter científico;

– aquellos que, como Giuliano Di Bernardo, lo definen como un pensador francés “convertido” al Islam, un tradicionalista “reaccionario” o las dos cosas;

– aquellos que, como Jean Daniélou por ej., critican a René Guénon por no considerar la aparición de Cristo como la “irrupción de lo sagrado que ha cambiado el curso de la historia”, y que rechazan las soluciones propuestas respecto de la iniciación (Sufismo y Masonería) en tanto que afirman el valor iniciático de los sacramentos cristianos y niegan la posibilidad de la realización metafísica, es decir de la superación de la distinción “Creador-criatura”;

– aquellos que, como Julius Evola, considerando solamente el aspecto de “crítica de la modernidad” de René Guénon (reduciéndola sin embargo a una cuestión principalmente de orden socio-político), rechazan las soluciones propuestas tanto para la iniciación así como para diversas cuestiones de orden doctrinal, como por ejemplo la subordinación de la acción a la contemplación.

– aquellos que fueron contemporáneos de René Guénon y que provienen del ámbito ocultista, seudo-esotérico o teosófico, tales como Paul LeCour o Gustave Bord. La respuesta de René Guénon a estos autores figura en obras como El Teosofismo: historia de una seudoreligión o Estudios sobre la Masonería y el Compañerazgo.

Otros autores aceptan parcialmente la obra de Guénon, con diferentes matices. Entre ellos se distinguen, muy sintéticamente:

– quienes aceptan el planteo general pero rechazan la solución de la Masonería en favor de la del Sufismo (por ej. Michel Vâlsan y Titus Burckhardt);

– quienes aceptan el planteamiento general de R. Guénon pero sustituyen la idea de “metafísica” por la de “unidad trascendente de las religiones”, reconociéndose en una “escuela” autodenominada perenialismo, cuyo origen reconduce al mismo Guénon (por ej. Frithjof Schuon y Martin Lings);

– quienes, como Jean Reyor, aceptan algunas premisas pero, rechazando las soluciones propuestas para la iniciación (Sufismo y Masonería), formulan las propias (Catolicismo) en artículos “que complementan la obra de René Guénon”, en documentos “confidenciales” y en biografías firmadas por otros (como es el caso de “La Vida simple de René Guénon”); a menudo el tono y los métodos adoptados parecen configurar estos trabajos más como un intento por desviar al lector de las ideas expresadas en la obra de René Guénon, que como una serena confrontación en el plano intelectual.

Obras 
Obras de René Guénon, según el año de la primera edición:

1921 – Introducción General al estudio de las doctrinas hindúes.
1921 – El Teosofismo, historia de una seudoreligión.
1923 – El Error Espiritista.
1924 – Oriente y Occidente.
1925 – El Esoterismo de Dante.
1925 – El Hombre y su devenir según el Vedânta.
1927 – El Rey del Mundo.
1927 – La Crisis del Mundo Moderno.
1929 – Autoridad espiritual y poder temporal.
1929 – San Bernardo.
1931 – El Simbolismo de la Cruz.
1932 – Los estados múltiples del ser.
1939 – La Metafísica Oriental.
1945 – El Reino de la Cantidad y los signos de los tiempos.
1946 – Consideraciones acerca de la Iniciación.
1946 – La Gran Tríada.
1946 – Los Principios del Cálculo Infinitesimal.
Publicaciones póstumas:

1952 – Iniciación y Realización Espiritual.
1954 – Consideraciones sobre el esoterismo cristiano.
1962 – Símbolos fundamentales de la Ciencia Sagrada.
1968 – Estudios sobre hinduismo.
1970 – Formas tradicionales y Ciclos Cósmicos.
1973 – Apreciaciones sobre el esoterismo islámico y el Taoísmo.
1973 – Reseñas
1973 – Estudios sobre la Francmasonería y el Compañerazgo.

Bibliografía 
Chacornac, P., La vida simple de Rene Guenon, Ediciones Obelisco, Barcelona, 1987
Mahmud, Abdul Halim, “al-‘arif bi-llah al-shayj Abdul Wahid Yahya”, Qadiyya al-tasawwuf, Dar al-Marifa s/f 4ª edición. Capítulo dedicado a René Guénon por el Shaij al-Azhar Abdul Halim Mahmud, en este estudio sobre los maestros de la tariqa Shadhiliyya.

Ramana Maharshi

Ramana Maharshi

Ramana MaharshiRamana Maharshi (30 de diciembre de 1879 – 14 de abril de 1950) fue un místico hindú de la corriente Advaita Vedanta, considerado por muchos como uno de los más grandes santos del hinduismo en el siglo XX. Vivió en la colina sagrada de Tiruvannamalai, cerca de Madrás. El núcleo de sus enseñanzas fue la práctica de atma-vichara (la indagación del ser).

Biografía 
Ramana Maharshi nació en una aldea llamada Tirucculi, cerca de Madurai, en el sur de la India. Cuando nació se le llamó Venkataraman. Su padre murió cuando tenía doce años y se fue a vivir con su tío a Madurai, donde asistió brevemente al instituto American Mission (Misión estadounidense). Sin embargo pronto empezó a pensar en la religión y la mística hindú.

A los dieciséis años, oyó a alguien mencionar Arunachala. Aunque él no sabía el significado de la palabra (es el nombre de una colina sagrada asociada a la divinidad hindú Shivá) significaba algo para él. Por aquel entonces se hizo con una copia del Periyapuranam de Sekkilar, un libro que describe las vidas de los santos shaivitas (adoradores del dios Shivá) y quedó fascinado. A mediados de 1896 (a los 17 años), fue súbitamente abordado por el sentimiento de que iba a morir. Se tumbó en el suelo, convencido de su muerte, retuvo la respiración y se dijo: «Mi cuerpo está muerto, pero yo aún vivo». En este intenso sentimiento espiritual, se dio cuenta de que él no era el cuerpo.

Sus enseñanzas 
Ramana Maharshi enseñó un método llamado autoindagación, en el que el buscador focaliza su atención continuamente en el “pensamiento yo”, con el fin de encontrar su origen. Al principio esto requiere esfuerzo, pero finalmente algo más profundo que el ego surge y la mente se disuelve en el Ser Supremo.

Sri Ramana Maharshi es reconocido como un maestro hindú de la corriente de pensamiento védico advaita vedanta, y tuvo muchos seguidores en India y en el exterior. Su sistema de creencias se basa en la visión del «ser verdadero», en el que cada ser humano es la realidad última y suprema, el propio Brahman. Lo que impediría al ser humano darse cuenta de esto es el ahankara (‘el sonido «yo»’), o la convicción de que realmente es el cuerpo y la mente, y por extensión, sus actividades en este mundo. Por tanto, este ego debe ser destruido para darse cuenta de la verdad; esto sirve para iniciar la búsqueda, pero de hecho no hay que darse cuenta de la verdad, pues la verdad ya forma parte del ser. Sólo hay que apartar el velo que la oculta.

De manera sencilla, nos pide retroceder a la fuente de donde surge todo pensamiento para preguntarnos a nosotros mismos “¿A quién sobreviene este pensamiento?”. La respuesta debería ser obvia: “A mí”; tras esto la pregunta es “¿Y quién soy yo?”. Esto sólo puede ser contestado con negaciones como no soy el cuerpo, no soy la comida que como, no soy el cerebro… De esta manera uno devuelve el “pensamiento yo” a su origen. La fuente es lo que podría llamarse Dios, o el Sí Mismo Supremo; según Ramana Maharshi, “permanecer en silencio”.

Muchos autores occidentales, incluido el filósofo estadounidense Ken Wilber, han sido influenciados por el pensamiento no dual de Ramana Maharshi. Paul Brunton fue otro autor occidental impresionado por Ramana Maharshi. Escribió sus experiencias estando en Arunachala en un libro llamado A Search in Secret India (Una búsqueda en la India oculta). Este fue uno de los primeros libros que llevó a Ramana Maharshi a ser conocido en el mundo occidental. Brunton escribió: «Nunca fracaso al enterarme de la misteriosa atmósfera del lugar. Disfruto de una tranquilidad inefable sólo por sentarme un rato en las cercanías de Maharshi».

Obra 
Sri Ramana Maharshi decía que no sentía la inclinación a escribir nada. Escribió cuatro libros, pero decía que sólo lo hacía para satisfacer la solicitud de algún devoto:

Los cuarenta versos sobre la existencia
Sri Ramana Guita
La esencia del autoconocimiento
Platicas con Ramana Maharshi

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