Narsil o Andúril

Narsil o Andúril

Significado de los Nombres:
nar “fuego”; sil “brillar con luz blanca o plateada”
Narsil “fuego brillante”.

andúnë “occidente, donde se pone el sol”; ril “brillo, luminosidad”
Andúril “brillo de occidente”, traducido en El Señor de los Anillos como “Llama del Oeste”.

Historia:
Espada forjada por el eneno Telchar de Nogrod durante la Primera Edad, llamada en un principio Narsil. Pasó a Númenor y sobrevivió al Hundimiento al ser llevada de nuevo a la Tierra Media por Elendil el Alto.

    Elendil usó esa espada durante toda la guerra de la Ultima Alianza de Elfos y Hombres contra Sauron y con ella misma abatió a Sauron, aunque él mismo y el rey Elfo Gil-Galad cayeran muertos también. La espada se quebró cerca de la empuñadura e Isildur -el hijo de Elendil- la tomó y con ella cortó el dedo de Sauron en que llevaba el Anillo Unico y se lo guardó. Sauron se desvaneció por muchos años gracias a esto.

    La espada fue lo único que se salvó cuando Isildur fue asaltado en los Campos Gladios (Gladden Fields) por una banda muy numerosa de Orcos. Narsil fue llevada por el escudero de Isildur, Ohtar a Valandil, el único hijo sobreviviente de Isildur y pasó a ser una herencia del reino de Arnor.

    Elrond Medioelfo predijo que la espada no sería forjada de nuevo hasta que el Anillo Único no apareciera de nuevo y Sauron despertara. Eso no sucedió hasta los tiempos de Aragorn, el heredero de Isildur. La espada fue forjada nuevamente en Rivendel y Aragorn le cambió el nombre, le puso Andúril. Con ella luchó durante toda la Guerra del Anillo.

Los Silmarils

Los Silmarils

Origen del nombre.
De Silma, nombre que le dio Fëanor a la substancia con que hizo las joyas y esta de sil “brillar con luz blanca o plateada”; y ril “brillo”.

Historia.
Los Silmarils son las tres joyas hechas por Fëanor antes de que Morgoth destruyera los Dos Arboles de Valinor. Tenían la apariencia de estar hechos de diamante, pero eran más resistentes todavía. En su interior estaba atrapada la luz mezclada de los Arboles Telperion y Laurelin. Resplandecían con luz propia si se encontraban en la obscuridad, pero si se los iluminaba, recibían la luz y la devolvían en matices maravillosos. Se dijo en Valinor que Fëanor tuvo la idea de hacerlos cuando comentaron que en las trenzas de Galadriel resplandecía la luz de los Arboles.

   

Varda consagró los Silmarils y así ningún mal podría tocarlos sin quemarse y Mandos predijo que en ellos estaba guardado el destino de Arda: la Tierra, el Cielo y el Mar.

    Al ser expulsado Fëanor de la Ciudad de los Elfos, se llevó los Silmarils a Formenos, su fortaleza del norte y ahí los guardó. De este lugar los robó Morgoth después de haber destruido los Arboles. Ungoliant estuvo a punto de devorarlos, pero los salvaron los sirvientes de Morgoth. Él los engarzó en su corona de hierro y los custodió celosamente en Angband.

    Fëanor y sus hijos juraron que recuperarían las joyas con un Juramento maldito, que los llevó a cometer muchos actos infames.

    Muchas guerras se libraron para recuperar los Silmarils, pero los Elfos no lograron nada hasta que Beren y Lúthien entraron solos en Angband, por encargo del Rey Thingol de Doriath y arrancaron una de las gemas de la corona de Morgoth. Al huir de Angband fueron acorralados por el lobo Carcharoth y el animal devoró el Silmaril junto con la mano de Beren que lo sostenía.

    Las entrañas del lobo se quemaron al contacto de la joya sagrada y desesperado huyó hacia el sur, causando grandes destrozos a su paso. Beren y Lúthien huyeron por los aires llevados por las Aguilas y así llegaron a Doriath, a dónde Carcharoth llegó después de un largo camino. Entonces se prepararon en Doriath para ir a cazar al lobo y el perro Huan de Valinor mató a Carcharoth y así recuperaron el Silmaril, que le fue dado al Rey Thingol.

    El Rey mandó a engarzar el Silmaril en el Nauglamír, el hermoso collar que habían hecho los Enanos tiempo atrás. Pero los Enanos sintieron deseos de poseer el Silmaril y mataron a Thingol e intentaron huir de Doriath con el collar, pero fueron perseguidos por los Elfos y solo dos de ellos escaparon con vida. Estos dos llegaron a Nogrod, su ciudad y grande fue la ira de los Enanos.

    De Nogrod salió un ejército que cruzó Beleriand y llegó a Doriath, pero esa tierra ya no estaba protegida por el poder de Melian, que había partido hacia Valinor. Nadie comandaba a los Elfos y por lo mismo no pudieron resistir el avance del ejército enano, que penetró en el palacio y saqueó el tesoro, llevandose el Silmaril.

    Beren les salió al encuentro y recuperó el collar con el Silmaril, que le llevó a Lúthien como consuelo. Se dice que Lúthien llevó el collar en el pecho mientras vivió y al morir se le envió a su hijo Dior, que había tomado la corona del reino de Doriath.

    Los hijos de Fëanor exigieron les fuera devuelta la joya, pero Dior se negó. Entonces los hijos de Fëanor atacaron Doriath y mataron a Dior y a muchos Elfos de de esa tierra, pero también murieron Celegorm, Caranthir y Curufin, y no pudieron recuperar el Silmaril, pues se lo llevó Elwing, la hija de Dior, hacia las Desembocaduras del Sirion.

    Maedhros se sintió culpable de sus malas acciones en Doriath, y dejó un tiempo a Elwing y el Silmaril en paz, pero no podía olvidar el juramento hecho y volvieron a exigir la gema sagrada.  Elwing y el pueblo de las Desembocaduras del Sirion se negaron nuevamente y más porque Eärendil, el esposo de Elwing se encontraba en alta mar.

    Los hijos de Fëanor se unieron de nuevo y atacaron al pueblo de Eärendil y Elwing y casi los aniquilaron, pero Maedhros y Maglor (pues solo ellos dos de los hijos de Fëanor sobrevivieron al asalto, Amrod y Amras murieron) no obtuvieron lo que buscaban, pues Elwing se arrojó al mar con el Silmaril.

    Ulmo, el Señor de las Aguas, sacó a Elwing del mar y la transformó en un ave, que voló al encuentro de Eärendil. Elwing le contó a su esposo lo sucedido y no encontrando esperanza alguna en la Tierra Media, descidieron navegar hacia las tierras de Aman, a pedir perdón y ayuda a los Valar.

    Eärendil se puso el collar en la frente y con la luz de la joya guió su barco hasta las costas de las Tierras Benditas. Ahí fueron perdonados y los Valar comenzaron a preparar el ejército que enviarían contra Morgoth.

    El barco de Eärendil fue elevado hasta los mares del cielo y le fue trazado un camino en ellos. Eärendil, con el Silmaril en la frente, fue visto desde la Tierra Media y se creyó que era un buen augurio y se lo llamó Gil-Estel, la Estrella de la Esperanza.

    Las huestes de los Valar llegaron a la Tierra Media comandadas por Eönwë, el heraldo de Manwë y atacaron a Morgoth, que al final fue vencido y los dos Silmarils restantes fueron arrancados de su corona de hierro.

    Maedhros y Maglor pidieron los Silmarils que habían sido recuperados, pero Eönwë les replicó que por su malas acciones ellos ya no tenían derecho de poseerlos, a menos que regresaran a Valinor, pidieran perdón a los Valar y los poderes les concedieran de nuevo la pertenencia de las joyas.

    Los hermanos no estuvieron dispuestos a hacer esto y entraron de noche al campamento de las huestes de Valinor y robaron los Silmarils. Eönwë no permitió que mataran a los hijos de Fëanor y pudieron huir con las gemas.

    Como solo quedaban dos Silmarils y dos de los que habían hecho en un principio el juramento maldito, decidieron que cada uno se quedaría con una de las joyas, pero era verdad lo que había dicho Eönwë: los Silmarils ya no les pertenecían, por toda la sangre inocente que manchaba sus manos, les quemaban las manos con gran dolor. Maedhros, desesperado, se tiró junto con la joya a una grieta abierta en la tierra, murió y quedó enterrado para siempre. Maglor tampoco soportó el dolor y arrojó el Silmaril a las aguas del mar y se perdió.

    Se dice que ya no podrán estar reunidos los tres Silmarils, a menos que se rompa la Tierra y el Mar y Arda sea rehecha. El único que todavía puede ser visto es el Silmaril que Eärendil porta en la frente, en el cielo y más brillante que nunca cuando está cerca del horizonte, poco antes de que el sol salga o cuando acaba de ponerse.

Las Palantír

Las Palantír

Eran piedras esféricas hechas de algún tipo de cristal de color obscuro. Tenían el poder de que, quién observara a través de ellas, podía ver cosas o sucesos acaecidos en lugares distantes o en el pasado. Si dos personas observaban en dos piedras distintas, podían transmitir su pensamiento, que era entendido como el habla en la mente del receptor, aunque no se pudieran emitir sonidos a través de ellas.

    Se dice que fueron hechas por Fëanor de los Noldor en Valinor, cuando todavía florecían los Arboles. Muchos años después fueron regaladas algunas de estas piedras a los hombres de Númenor. De estas piedras sólo sobrevivieron siete al Hundimiento de Númenor. Fueron llevadas por Elendil y su hijos Isildur y Anárion a la Tierra Media y fueron conservadas como tesoros a los que solo los reyes y gobernantes tenían acceso.

    Tres de las piedras fueron depositadas en Arnor, el Reino del Norte: una en Annúminas, la capital del reino, otra en Emyn Beraid, que siempre miraba hacia la Númenor sumergida y más allá, hasta las Tierras Benditas. La piedra principal del norte fue guardada en Amon Sûl, la Torre de la Cima de los Vientos y era con la que se comunicaban los reyes de Arnor con los de Gondor.

    Las otras cuatro fueron guardadas en Gondor, el Reino de Sur: una en la torre de Orthanc, otra en Minas Ithil, otra en Minas Anor y la mayor de todas las piedras traídas de Númenor, con la que podía comunicarse con todas las otras palantíri al mismo tiempo, fue puesta en Osgiliath.

    Las Palantíri se fueron perdiendo al pasar de los años. La primera en perderse fue la piedra de Osgilath, cuando fue incendiada esa ciudad por Castamir el Usurpador. La Palantír cayó al río Anduin y nunca fue recuperada.

    Las siguientes en perderse fueron las piedras de Anúminnas y Amon Sûl, que se hundieron junto con Arvedui, el último rey de Arnor, en el naufragio de su barco en la bahía de Forochel, muy al norte de la Tierra Media.

    En el año 2002 de la Tercera Edad es capturada Minas Ithil y su Palantír por los Nazgûl. En Minas Anor (llamada después Minas Tirith) al igual que en Orthanc, dejan de usar las piedras, hasta que Denethor en Minas Tirith y Saruman en Orthanc comienzan a usarlas poco antes de la Guerra del Anillo.

    La piedra de Minas Tirith queda inservible cuando Denethor se avienta con ella al fuego. Se pensó en Gondor que la piedra de Minas Ithil fue destruída en la caída de la Torre Obscura y la única que queda en función es la de Orthanc, que fue recuperada cuando Grima Wormtonge la arroja desde una ventana de la torre.

    La Palantír de Emyn Beraid tenía poca utilidad en la Tierra Media y se dice que cuando Elrond partió hacia las Tierras Benditas se la llevó con sigo.

Los Anillos del Poder

Los Anillos del Poder

Los anillos fueron forjados por Sauron el Maia, el más grande de los servidores de Morgoth, El Enemigo Oscuro. El plan de Sauron era subyugar la voluntad de los portadores de los anillos. Todos tenían en común otorgar la inmortalidad a quien lo llevara.

Los Tres Anillos de los Elfos

De los veinte anillos de poder, sólo los Tres Anillos élficos, forjados por Celebrimbor a solas, no han sido tocados por la maligna mano del Señor Oscuro. Como todos los artefactos verdaderos, el poder de los tres anillos es en función de quien lo lleva.

Nenya. Al igual que los otros dos Anillos élficos, Nenya es un poderoso objeto capaz de ser un arma terrible. Su propósito, sin embargo, no era ése. Los Anillos élficos se hicieron para ayudar a que su portador aprendiese, curase y entendiese, no sólo en provecho propio sino también para aquellos que le rodeaban. Tienen el poder de mantener a raya la Sombra y de hecho también pueden evitar los efectos de deterioro del paso del tiempo. Cada anillo es el centro de un refugio élfico en el que no se nota el paso de los días y el tiempo fluye de maneras extrañas. Ello es especialmente cierto en Lórien donde gobierna Galadriel.

Vilya. El más poderoso de los Tres Anillos Élficos de Poder, fue dado a Elrond por Gil-galad justo antes de su partida como co-general de la Última Alianza de Hombres y Elfos contra Sauron. Durante tanto tiempo como Sauron no poseyó el Único, los portadores de los Anillos Élficos estaban libres de utilizarlos completamente. Ciertamente parece que, a pesar de que la localización de Rivendell en un estrecho valle con una entrada oculta, es asombroso que el lugar permaneciera oculto durante tanto tiempo. Los sirvientes de Sauron exploraron el campo y fueron incapaces de penetrar el velo sobre Imladris. En vez de ello, Rivendell y Lórien retuvieron un especial estatus elusivo en la mente de Sauron. Seguramente él debe haber estado en conocimiento de ellos – y quizás incluso sospechaba que un Anillo Élfico estaba obrando, pero los Tres eran de tan poderosos que el Señor Oscuro fue incapaz de actuar sobre sus sospechas. Quizás más que los otros dos anillos, Vilya es de curación y fortalecimiento. Neya escudó una tierra del envejecimiento – casi invirtiéndolo; Narya encendía los corazones a la acción. Fue en Rivendell donde Vilya permitió que las decisiones fueran tomadas, y las acciones planeadas. En Apariencia Vilya es un anillo de oro puro con un gran zafiro azul claro engarzado.

Narya. Es de oro con un rubí engarzado. Primero Celebrimbor se lo dió a Gil-galad junto con Vilya, quién lo pasó a Círdan para custodiarlo y finalmente fue dado a Gandalf, el cual aunque no fuera un Elfo, era uno de los Istari, el guardían del Fuego Secreto, la última Llama de Luz.

Los Siete Anillos de los Enanos

Después de ser entregados a los reyes enanos, uno para cada una de las Siete Tribus o Casas de Enanos, y al ver que no les afectaba como Sauron pretendía (ganar la inmortalidad para poder controlarlos) los maldijo. Después de muchos años, y de batallas con grandes bestias (como son los Dragones de Fuego), uno por uno, los Enanos de las Siete Casas, una vez robados y destruidos, erraron de lugar en lugar. Finalmente los siete Anillos de Poder se perdieron de alguna forma: consumidos o tragados por Dragones de Fuego, otros simplemente desaparecieron, presumiblemente volvieron a Sauron. Probablemente, esto no se puede aplicar al caso del Anillo de Durin, aunque si que al final volvió a las manos de Sauron.

Los Nueve Anillos de los Hombres

Todos tienen más o menos los mismos poderes. Invisibles además para todos excepto para otros poseedores de anillos, fueron destruidos cuando lo hizo el Anillo Único, excepto el de el Rey Brujo que perdió sus poderes pero no fue destruido, cayó en los Campos del Pelennor en la misma batalla en que murió el Rey Brujo. Creándose así los espectros del anillo , los Nazgul los sirvientes mas poderosos y temidos de Sauron.

El Anillo Único

Como cualquier artefacto; sus dones primarios son determinados por la naturaleza y fuerza del poseedor; su práctica normal aumenta en extremo las capacidades de su uso corriente; confiere muchos otros poderes que no aparecen de inmediato, y que van ocurriendo gradualmente con la terrible maldición; el Anillo es más conocido por su mayor poder de mando y control. Está hecho con un banda de oro puro que no se desgasta ni se mella con el uso. Al calentarlo en fuego, una fina inscripción aparece durante un minuto y recorre tanto el interior como el exterior del anillo, en Tengwar, pero en lengua negra. Se puede leer:

“Ash nazg durbabatulûk, ash nazg gimbatul, Ash nazg thrakatulûk agh burzum ishi krimpatul”

“Un Anillo para gobernarlos a todos, Un Anillo para encontrarlos, Un Anillo para traerlos a todos y en la oscuridad encadenarlos”

El Anillo no puede ser destruido, excepto por los Fuegos en los que fue forjado, en el volcán del Monte del Destino; si es destruido todos los demás Anillos perderán su poder y Sauron y sus Nazgûl se convertirán para siempre en espectros impotentes.

PODERES: Como cualquier artefacto; sus dones primarios son determinados por la naturaleza y fuerza del poseedor; su práctica normal aumenta en extremo las capacidades de su uso corriente; Sam el mayor de todos los Jardines; Boromir el irresistible líder de los hombres; etc.; confiere muchos otros poderes que no aparecen de inmediato, y que van ocurriendo gradualmente con la terrible maldición; el Anillo es más conocido por su mayor poder de mando y control; también por los siguientes poderes menores que deben ser ejercitados: · Invisibilidad: no se rompe en el combate; porque el usuario entre profundamente en el mundo de los espectros; invisible a todos los ojos terrenales, pero brillantemente visible a los espectros, como los Nazgûl; da la habilidad de ver todas las cosas invisibles. · Aumento de los Sentidos; el olfato y el oído se vuelven extremadamente agudos, y la vista se extiende dentro del dominio visible (permite ver las formas de los Nazgûl, pero la visión de los objetos en el mundo material se empaña); el usuario puede ver poderes mágicos y fuerzas espirituales a grandes distancias. · Gradualmente disminuye los efectos del envejecimiento, incrementando la vida del poseedor indefinidamente y es transformado gradualmente en una criatura de la oscuridad (Gollum) y finalmente se convierte en un espectro, quedándose entre la vida y la no vida; este poder toma efecto por la simple posesión del Anillo; la rapidez del proceso de transformación es variable, dependiendo de la frecuencia con que ha sido usado el objeto, su propio carácter y su resistencia mágica innata; este poder, de cualquier modo, está también unido a la maldición; para depender de la frecuencia del uso y la resistencia mágica innata, el poseedor eventualmente se debilitará bajo el control del Señor Oscuro; la completa debilitación puede ser pospuesta durante siglos. · Permite al usuario controlar o resistir cualquier objeto hecho con la ayuda del anillo, como las trampas de Barad-dûr. · El Anillo no puede ser destruido, excepto por los Fuegos en los que fue forjado, en el volcán del Monte del Destino; si es destruido todos los demás Anillos perderán su poder y Sauron y sus Nazgûl se convertirán para siempre en espectros impotentes. Adicionalmente, los poderes siguientes están disponibles para alguien que tenga dominio sobre él. Estos poderes pueden sólo ser invocados en sus efectos completos por una fuerza entrenada ya sobre el control de dominar a otros: · Puede controlar todos los usuarios de los Grandes Anillos de Poder, como los Nazgûl (con la excepción de los élficos), sin importar el alcance u otras circunstancias; el Anillo puede esclavizar a los otros usuarios o revelar y retorcer todas las cosas hechas con el poder de los otros Anillos. · Puede lanzar sortilegios a 3 veces el alcance normal, o a cualquier blanco que el poseedor pueda ver, incluso mediante artefactos (Palantir). · Puede ejercer un impresionante poder de mando y control, especialmente sobre criaturas malignas que instintivamente temen al Anillo, incluso sin conocerlo.

Creacíon de los Anillos del Poder

Creacíon de los Anillos del Poder

Durante los años dorados de la Segunda Edad, prevaleció un equilibrio inestable; la paz reinaba.Entonces, Annatar, el desconcertante “Señor de los Dones”, apareció en Eregion. Annatar parecía bueno y sabio, y predicaba que, con su ayuda, los Noldor podrían construir una tierra tan bella como cualquiera en cualquier lugar.Sus palabras sedujeron a los elfos profundos, porque amaban su reino y la Tierra Media, pero anhelaban la belleza de las Tierras Imperecederas del Extremo Oeste.Annatar estaba versado en grandes conocimientos y dio asombrosos presentes a los herreros de Eregion. Las habilidades de los elfos profundos alcanzaron cotas inapreciables y su líder, Celebrimbor, creyó todas y cada una de las palabras del Señor de los Dones. Los seguidores de Galadriel y Celeborn abogaron por la moderación, pero no tranquilizaron los deseos de sus hermanos.La situación acabó en un cisma, y el pueblo de Galadriel decidió dejar Eregion y viajar hasta Lórinand (más tarde llamado Lórien), al este de las Montañas Nubladas. Galadriel solicitó pasar a salvo a través de Khazad-dûm, y a la Dama de la Luz se le permitió conducir a su gente a través de la carretera de los enanos.Mientras tanto los herreros de Celebrimbor continuaron trabajando atentamente junto a su nuevo maestro, y la prosperidad floreció en Eregion. Los disidentes se habían ido y todo iba bien, salvo por el hecho de que Annatar era realmente Sauron, el Señor Oscuro y sirviente más sublime del Mal que representaba Morgoth.Finalmente, Sauron persuadió a los noldor de Eregion para que creasen los Anillos del Poder, y los herreros trabajaron durante muchos años bajo su guía. Forjaron Nueve Anillos y luego Siete más. Diez años más tarde, Celebrimbor completó los Tres Anillos Élficos, realizados con sus propias manos, y que poseían un poder aún mayor.Los enanos observaron estos nuevos sucesos cuidadosamente y consideraron los temores de Galadriel. No flaqueaban nunca, les desagradaban y temían las cosas que no conocían y experimentaban escaso consuelo con la presencia de Annatar. El rey Durin III, preocupado por los poderosos anillos, mandó enviados a Celebrimbor. El señor de los elfos comprendió las necesidades de su vecino, y deseaba mantener la amistad con los enanos. Por eso, dio a Durin III el primero y más importante de los Siete Anillos.El regalo agradó a Sauron, porque el Oscuro planeaba controlar a todos aquellos que tuvieron los Anillos del Poder y, de esta forma, dominar a todos los Pueblos Libres de la Tierra Media.Durin III era el Rey de Khazad-dûm, el más poderoso de los enanos vivientes, y Sauron estaba sediento de la riqueza del reino del señor de los enanos.El Señor Oscuro se retiró a Mordor para completar la tarea de crear el mayor de los Anillos. Cerca de una década después de su regreso a la tierra negra, Sauron forjó en secreto el Anillo Único en los fuegos del Orodruin (el Monte del Destino). Era el Anillo Gobernante, nacido del mismo conocimiento que creó a los otros, y, con él, el Oscuro de convirtió en el Señor de los Anillos. Pero cuando se lo colocó en el dedo, Celebrimbor descubrió la situación del mundo y ordenó que los Tres Anillos fuera retirados de la circulación. Sauron se enfureció, pues sus instrumentos no podían mantener su dominio sobre aquellos que no los llevaran puestos, y exigió que se los entregaran; sin embargo, sus demandas cayeron en saco roto. Celebrimbor buscó a Galadriel en Lórien y le entregó a Nenya, uno de los Tres Anillos.Debido a la negativa de los Elfos, Sauron decidió destruir a sus enemigos usando abiertamente su devastador ejército. Pero tras su derrota a manos de la Alianza entre los elfos y los hombres de Númenor , Sauron se retiró para maquinar un nuevo plan. Durante el largo periodo de relativa tranquilidad que siguió, Sauron pensó en los Enanos y los Hombres del este como posibles aliados. Poseyendo los dieciséis Anillos de Poder restantes se los dio a los Reyes de los siete Linajes de Enanos y a nueve señores Humanos. Su plan para esclavizar a las dos razas funcionó solo en parte, pues los Enanos se mostraron más difíciles de controlar que las otras razas. Como creaciones de Aüle, los enanos reaccionaron de forma diferente a lo que esperaba el Señor Oscuro. Los siete Anillos incrementaron el ya considerable orgullo y codicia de los enanos; sin embargo, no lograron otorgar la inmoralidad a los Enanos, ni tampoco permitieron a Sauron controlar a los portadores de los anillos. Mientras los Señores Enanos usaban los Siete Anillos para encontrar más fuentes de riquezas, el Maligno tuvo que admitir su error y condenar su raza.Los Nueve Anillos funcionaron mejor, y alrededor del 2251 de la S.E. los nueve Espectros del Anillo ( los Nazgul) aparecieron por primera vez. Esclavizados por sus anillos y controlados por el Anillo Único, se mostraron como unos leales y poderosos servidores al Señor de Mordor. Tres de ellos eran Númenóreanos Negros, y los demás eran Reyes de otras regiones de Endor.

Lugares de la Tierra Media

Lugares de la Tierra Media

Abismo de Helm

Un refugio defendido en un desfiladero cortado por la Corriente del Bajo. Recibió el nombre por Helm Mano-martillo, anterior señor de Rohan. La fortaleza, Cuernavilla, fue posteriormente el lugar de la batalla del Abismo de Helm en la que Aragorn, Legolas, Gimli y el hijo del rey Théoden, Éomer, rechazaron a las hordas de los orcos

Anduin

El Río Grande donde el Anillo (cortado de la mano de Sauron) se deslizó fuera del dedo del antepasado de Aragorn, Isildur y se perdió. Tiempo después lo encontró un hobbit, llamado Deagol, pero fue asesinada por Smeagol quien se llevó el anillo. Posteriormente Smeagol vivió bajo “Las Montañas Nubladas” y llegó a ser conocido como Gollum. Cuando la Comunidad del Anillo fue por este rió aguas abajo en barcas, desde Lorien hacia el Sur, fue perseguida (sobre un tronco de árbol) por Gollum

Angmar

El reino de las brujas del Norte, en otra época gobernado por el señor de los Nazgûl, principal sirviente de Sauron, el Señor Oscuro

Barad-Dur

La Torre Oscura, la fortaleza de Sauron en la tierra de Mordor

Boca del Isen

En Mordor, donde Frodo y Sam consiguieron escapar del ejercito orco que los estaba llevando a Udun

Bosque de los Trolls

Donde Bilbo y los enanos encontraron a los trolls quienes, con la llegada del amanecer, se convirtieron en piedra. Los trolls de piedra fueron posteriormente descubiertos por Frodo y sus amigos

Bosque Negro

Un tenebroso bosque de árboles ahogados en hiedra. Las arañas atacaron y ataron a los enanos. Fueron rescatados por Bilbo quien utilizo el Anillo para hacerse invisible. En el confín del sudoeste se erguía Dol Guldur

Bosque Viejo

Donde Frodo y sus amigos cayeron victimas del Viejo Hombre Sauce y fueron rescatados por Tom Bombadil. Es un resto de un bosque más antiguo que cubría gran parte de la Tierra Media

Bree

Donde Frodo y sus compañeros se detuvieron en la posada de “El Poney Pisador”; Frodo uso accidentalmente el Anillo y desapareció. El posadero; Cebadilla Mantecona, dio a Frodo un mensaje tardío de Gandalf y los cuatro hobbits conocieron a “Trancos” o Aragorn hijo de Arathon

Campo de Celebrant

Emplazamiento de la antigua batalla entre los Hombres del Oeste y los Hombres del Este leales a Sauron

Ciénagas de los muertos

Tierra de pantanos al Oeste del antiguo lugar de la Batalla de Dagorlad. Gollum condujo a Frodo y a Sam a través de esas marismas traicioneras donde yacían enterrados los muertos en la batalla y donde los cadáveres daban una luz tétrica

Cima de los Vientos

El sitio en el que en otros tiempos se alzaba una antigua torre de observación donde “Trancos” (Aragorn) y sus compañeros hobbits encontraron un mensaje marcado en una piedra por Gandalf y donde fueron atacados por los Jinetes Negros

Dol Amroth

La ciudadela costera desde donde el príncipe Imrahil partió cabalgando en ayuda de Gondor

Dol Guldur

La anterior fortaleza de Sauron en el confín Suroeste del Bosque Negro. El Señor Oscuro fue sacado de su torre por el Concilio Blanco y escapó a Mordor. Sin embargo, la fortaleza siguió siendo una plaza fuerte para las tropas de Sauron durante la Guerra del Anillo hasta que fue finalmente destruida por los elfos de Lorien conducidos por la Dama Galadriel

Edoras

Ciudad de Rohan donde en Meduseld, el Castillo de Oro, Gandalf buscó primero la ayuda de Théoden, Rey de la Marca. Más tarde, volvió para avisar al rey del alzamiento de Sauron y la traición de Saruman y del mismo consejero de Théoden, Grima, conocido como Lengua de Serpiente. En las colinas al sudoeste de Edoras estaba el Baluarte de El Sagrario, refugio para las mujeres y los niños de la Marca bajo la protección de la hija de Théoden, Éowyn, y desde donde Aragorn tomó los Senderos de los Muertos bajo el Monte Dwimor, el Monte de los Espectros

Emyn Muil

La región rocosa que rodeaba Nen Hithoel, el lago que estaba más arriba de los Saltos de Rauros. Después de que la Comunidad se disolviera, Frodo y Sam atravesaron al lado de las Ciénagas de los Muertos y emprendieron viaje hacia Mordor

Erebor

La Montaña Solitaria, la anterior fortaleza del Señor enano Thráin, Rey bajo la Montaña. Fue aquí donde Bilbo hablo con Smaug el dragón. En La Puerta se libró la Batalla de los Cinco Ejércitos, en la que elfos, hombres y enanos (ayudados por Beorn, las Grandes Águilas del Norte y un hobbit) lucharon contra trasgos y lobos salvajes

Erech

La colina donde Aragorn se reunió con los Renegados, el ejércitos de los muertos, antes de atacar la flota enemiga en Pelargir

Esgaroth

Ciudad del Lago, levantada sobre el Lago Largo. Bilbo y los enanos visitaron la ciudad después de haberse escapado del palacio del rey elfo. Más tarde, Smaug el dragón atacó y destruyó Esgaroth, pero fue muerto por Bardo el Arquero

Fangorn

La antigua floresta donde Pippin y Merry (habiéndose escapado de los Orcos) se encontraron con Bárbol y sus amigos Ents, pastores de árboles a los que Yavanna había encomendado el cuidado de los bosques. Bárbol, habiendo convocado una cámara de los Ents, condujo un ejército de Ents y Ucornos contra la fortaleza de Saruman en Isengard. Fue aquí también en la colina de Bárbol, donde Aragorn, Gimli y Legolas lograron reunirse con Gandalf el Blanco

Gondor

El Reino Sur de la Tierra Media, fundado en la Segunda Edad por los Dúnedain, los Hombres de Oesternesse

Hobbiton-Al-Otro-Lado-De-El Agua

Una aldea hobbit en La Comarca. En la Colina estaba Bolsón Cerrado, el agujero-hobbit de Bilbo y Frodo Bolsón, con sus ventanas y puertas redondas, desde donde ambos partieron a sus aventuras. Al pie de la Colina corría un río llamado El Agua, y muy cerca estaba la aldea de Delagua, lugar de la ultima batalla de la Guerra del Anillo

Isengard

Un gran grupo de rocas circundantes de la torre de piedra negra de Orthanc, la ciudadela de Saruman el Blanco, más tarde Saruman de Muchos Colores. Cuando Saruman se convirtió en un aliado de Sauron, fue aquí donde hizo prisionero a su hermano mago, Gandalf. Mas tarde, la gran águila Gwaihir, el Señor de los Vientos, rescató a Gandalf de la cima de Orthanc y lo llevó a Edoras

Ithilien

El país entre el Anduin y las Montañas de Mordor. Fue aquí donde Frodo y Sam conocieron a Faramir, hermano de Boromir, quien los llevo a un refugio detrás del salto en Henneth Annun, la “Ventana del Sol Poniente”

RECETAS DE LA TIERRA MEDIA

Sencillos platos de la cocina de Khazad-dûm

POLLO A LA CERVEZA, SETAS CON TOMATE CARACOLES FRITOS, CHORIZO AL VINO BLANCO,
PATATAS CON CORDERO.
 
POLLO A LA CERVEZA

Ingredientes:
– Muslos (o en su defecto, Alas) de Pollo de Harad.

– Cerveza, del Poney Pisador o El Dragón Verde (cuestión de gustos)

– Cebolla y Ajos de la huerta del Tío Gamyi.

– Aceite de los Olivos de Ithilien.

– Sal marina de los Puertos Grises.

Elaboración:

La cuestión es sencilla. Primero se pone una sartén con abundante aceite, cuando esté rosiente, se echa el pollo, que previamente hemos sazonado. Hay que freir el pollo hasta que esté completamente dorado, igual que si fuese a comerse frito. Cuando tengamos el pollo dorado, lo sacamos a una fuente.

Picamos la cebolla y los ajos (el ajo muy fino y la cebolla en tiras), y los echamos en una cazuela con el mismo aceite en el que hemos frito el pollo, quizás quitando un poco si es que hay mucho (y no lo tires, que está muy caro, Faramir la vende a precio de mithril) Cuando la cebolla y los ajos comiencen a dorarse, se pone el pollo en la cazuela junto a la cebolla y los ajos. Y se deja un par de minutos dándole vueltas (con cuchara de palo, no con la espada)

Tras esto, cubrimos el pollo casi por entero con cerveza. Se tapa, y se deja cocer. Para ver si está en su punto o no, hay que ir mirando que la salsa espese. Y a comer.

Nota: No es necesario, pero personalmente acabo bebiéndome la cerveza que ha sobrado para hacer el pollo mientras este se hace 😉

 

SETAS CON TOMATE

Ingredientes:
– Setas de la granja de Maggot (cuidado con sus perros)

– Tomate (habrá que pedirlo por correo porque en la Tierra Media no hay)

– Ajos de Tío Gamyi.

– Aceite de Oliva de Ithilien.

– Sal marina de los Puertos Grises.

Elaboración:

Primero partimos las setas, y tras pelar los ajos, los cortamos por la mitad (no los cortes en trocitos, es mejor a la mitad) y si no tenemos tomate casero de bote (yo lo hago con ese), cortamos uno fresco en trozos muy pequeños, para que al echarlo luego en la sartén, este se deshaga por entero.

Ponemos una sartén con aceite, y cuando esté caliente, echamos las setas y la sal (poca, ya echaremos más luego si es necesario). Durante dos minutos, les damos vueltas mientras se hacen. Luego ponemos los medios ajos, y seguimos dándole vueltas, hasta que comiencen a agarrar color. Por último echamos el tomate, y ya lo dejamos hasta que este se deshaga por completo entre las setas y los ajos. Antes de quitarlo, prueba como está de sal. Veras que el plato ya está acabado cuando las setas obtengan un ligero color del tomate.

¿Fácil no?

 
CARACOLES FRITOS

Ingredientes:
– Caracoles del Valle de Rivendel.

– Aceite de Oliva de Ithilien.

– Sal marina de los Puertos Grises.

Elaboración:

Antes de nada hay que “engañar” a los caracoles, o lo que es lo mismo, hacer que salgan de su cascara. Para esto, ponemos en un caldero con agua fría, los caracoles. Después de un rato, comenzarán a sacar sus cuernos de paseo. Cuando esto ocurra, ponemos una satén con abundante aceite al fuego, y cuando esté rosiente, sacamos los caracoles del agua y los echamos a la sartén. Así a los caracoles no les da tiempo a meterse en la cascara, y luego pueden comerse mejor (los amantes de los animales absténganse de cocinar este plato)

La satén con los caracoles comenzará a soltar espuma. Es normal, no se asusten. Se echa la sal, abundante, y se les da vueltas. Si tienes un poco de picante, mas que mejor. La espuma comenzará a bajar, y los caracoles a oscurecer. Hay que vigilar que no se queden sin aceite, y pruebalos a menudo para que no se queden duros (o parecerán chicle)

La gracia de este plato es el sabor que se queda en la cascara de los caracoles, que hay que chupar antes de comerse el caracol en sí.

Nota: Si nunca has comido caracoles, recuerda que después de agarrarlos en el campo, deben estar unas dos semanas o tres metidos en una caja o bolsa de agujeros, para que suelten la porquería que tienen.

 
CHORIZO AL VINO BLANCO

Ingredientes:

– Chorizo fresco embutido de cerdo de las granjas de Gondor.

– Vino Blanco de Erebor.

Elaboración:

Sencillo. Pon una cazuela llena de vino al fuego. Cuando comience a hervir, echar en ella el chorizo. Dejalo hervir unos cuatro o cinco minutos, y sacalo antes de que se quede demasiado duro, es mejor algo jugoso. Partirlo y servir acompañado de… vino blanco, claro.

Nota: En las tierras del Norte, en vez de vino lo hacen con sidra 😉

 
PATATAS CON CORDERO (Rancho de Moria)

Ingredientes:
– Patatas del Tío Gamyi.

– Cordero de los prados de Rohan.

– Pimiento, Puerro, Cebolla y Ajos de la huerta de La Comarca.

– Tomate de contrabando.

– Vino Blanco de Erebor.

– Aceite de los Olivos de Ithilien.

– Un par de hojas de Laurel del bosque de Lórien.

– Sal marina de los Puertos Grises.

Elaboración:

Antes de nada hay que pelar y partir las patatas. Para este plato, las patatas deben cortarse arrancándolas, es decir, agarrar la patata, cortar con el cuchillo sin llegar al final y tirar de ella, para que se arranque y no quede cortada del todo. Esto es fundamental, ya que así las patatas se cocerán mejor. Una vez cortadas, se ponen en agua hasta que las echemos a la cazuela para que no se queden negras. Para pelarlas te recomiendo que busques a alguien (un hobbit, un elfo…) que lo haga, es más cómodo.

Colocamos una cazuela con aceite al fuego. Ahí freimos el cordero partido hasta que esté completamente dorado. No olvides de echar sal, pero no mucha, ya habrá tiempo luego de echar más. Cuando esté frito lo sacamos a una fuente. Picamos el pimiento, puerro, cebolla y ajos muy finos y los echamos en el mismo aceite que hemos frito el cordero. ¡Que no se queme! Hay que darle vueltas con una cuchara de palo hasta que veamos que la verdura está dorada. Agarramos el tomate y lo partimos en pedazos pequeños, y lo añadimos al resto. Echa el tomate el último, ya que suelta más agua y así no se nos cocerá (de momento) la verdura. Con el tomate en la cazuela, tras dos minutos de cocción, añadimos de nuevo el cordero que teníamos frito. Se revuelve todo con la cuchara de palo y se deja cocer todo junto otros dos minutos. Entonces añadimos el vino blanco, más o menos lo que entre en media pinta de cerveza. Y lo dejamos cocer cinco minutos, cuidando que no se peguen los ingredientes al fondo.

Ahora echamos las patatas y les damos unas vueltas con el cordero y la verdura. Entonces hay que echar agua hasta que se cubran las patatas. Sube el fuego al máximo y espera a que comienze a hervir. Cuando esté hirviendo añade el laurel y prueba como está de sal. Si hace falta, echa más. Las patatas admiten mucha sal. Y ya se pueden ir a tomar una cerveza porque hay que dejarlo así cociendo una media hora. Pero no se queden en la taberna hasta la madrugada, ¿eh?.

Después de esa media hora y dos… tres cervezas, agarra una patata con el tenedor y aplastarla para ver como está. Tienen que estar blandas, si no es así, deja que se cueza más. Yo suelo aplastar dos o tres patatas, para que la salsa espese. Procura que las patatas se hagan bien, pero que no se pasen, ya que si no parecerán puré. Eso sí, no dejes que se enfrien para comerlas. ¡Y ya está!

Nota: Es opcional, pero para acabar el plato se suelen añadir encima de las patatas, Caracoles cocidos de Rivendel y Cangrejos del Río Anduin. Y al que le guste, un poco de picante, por supuesto.

Poesia de la Tierra Media

Poesia de la Tierra Media

A continuacion encontraras algunos versos y poesias de la Tierra Media:

Lamento a Gandalf

“Caminamos en la sombra, en la más profunda tiniebla donde reinan el miedo y la batalla. Tras días infinitos de oscuridad intensa, vemos al fondo una débil luz; un pequeño resquicio de esperanza. Nos acercamos a ella, al punto de alcanzarla, se desvanece a mis ojos sólo a ti te miran; todo pierde sentido, salvo tú. Un abismo de terror se abre ante nosotros y la muerte corre persiguiéndonos.

Entonces tú, mi maestro, luchas; y no eres más que una frágil figura que brama contra un monstruo en las tinieblas. Y entonces la luz cobra vida, y te muestras vencedor mi salvador.

Pero toda la ilusión y esperanza es en vano, y la luz se apaga… Un golpe final te hunde y tú, tan sublime, caes en la sombra y mi corazón quiere seguirte, se niega a abandonarte.

Y yo quiero seguirte, no quiero dejarte, no ahora, mi héroe. Y me arrastran y ya no quiero continuar. Ahora sólo quedan lamentos, resignación, desesperanza…desesperación. Oh, bendita figura insustituible! ¿ por qué no caí yo en tu lugar? ¿ no te das cuenta de que realmente me haces falta amigo mío?. El camino es tan largo, es tan oscuro. Ya no me importa la luz del día ni de las estrellas; yo sólo quiero tu luz, mi guía. Y lo doy todo por perdido; la carga es tan dura y yo soy tan frágil. Si tu haz caído ¿Cuánto podré aguantar yo? ¿Cuánto habré de aguantar sin tus palabras, sin tu sabiduría, sin tu fuerza… sin tu luz? ¿ Cuánto tendré que aguantar sin ti?
Eras la claridad en la sombra, una gota de esperanza en el miedo y en el dolor y ahora, y ahora te hundes en un baño de tinieblas. Ya sólo queda oscuridad y no puedo seguir solo; no sin ti.

¿ Por qué? ¿ Por qué este maldito destino incierto me traiciona, me abandona? ¿Por qué me abandonas ahora? ¿ Y por qué no puedo reprochártelo? ¿Por qué…? Me abandonas.

Lamento a Galadriel

Ai! Laurië lassi súrinen
Ah! Como el oro caen las hojas en el viento!
yéni únótimë ve rámar aldaron!
e innumerable como las alas de los árboles son los años!
yéni ve lintë yuldar avánier
los años han pasado como sorbos rápidos
mi oromardi lissë-miruvóreva
de dulce hidromiel en las altas salas
Andúnë pella, Vardo tellumar
de más allá del Oeste, bajo las bóvedas azules de Varda
nu luini yassen tintilar i eleni
donde las estrellas tiemblan
ómaryo airetári-lírinen.
en la voz de su canción sagrada y real.
Sí man i yulma nin enquantuva?
¿ Quién me llenará de nuevo la copa?
An sí Tintallë Varda Oiolosesëo
Pues ahora la iluminadora, Varda, La Reina de las Estrellas,
ve fanyar máryat Elentári ortanë
desde el monte siempre blanco se ha elevado sus manos como nubes
ar ilyë tier undulávë lumbulë
y todos los caminos se han ahogado en sombras
ar sindanóriello caita mornië
y la oscuridad que ha venido de un país gris se extiende
i falmalinnar imbë met,
sobre las olas espumosas entre nosotros,
ar hísië untúpa Calaciryo míri oialë.
y la niebla cubre para siempre las joyas de Calacirya.
Sí vanwa ná. Rómello vanwa, Valimar!
Ahora se ha perdido, perdido para aquellos del Este, Valimar!
Namarië! Nai hiruvalyë Valimar!
Adios! Quizá encuentres a Valimar!
Nai elyë hiruva! Namarië!
Quizá tu la encuentres! Adios!

Cancion de Bilbo

El camino sigue y sigue
desde la puerta.
El Camino ha ido muy lejos,
y si es posible he de seguirlo
recorriéndolo con pie decidido
hasta llegar a un camino más ancho
donde se encuentran senderos y cursos.
¿ Y de ahí adónde iré? No podría decirlo.

khazad-dum

El mundo era joven y a las montañas verdes,
y aún no se veían manchas en la luna,
y los ríos y piedras no tenían nombre,
cuando Durin despertó y echó a caminar.
Nombró las colinas y los valles sin nombre;
bebió de fuentes ignoradas;
se inclinó y se miró en el Lago Espejo,
y sobre la sombra de la cabeza de Durin
apareció una corona de estrellas
como joyas engarzadas en un hilo de plata.

El mundo era hermoso en los días de Durin,
en los Días Antiguos antes de la caída
de reyes poderosos en Nargothrond y Gondolin
que desaparecieron más allá de los mares.
El mundo era hermoso y las montañas altas.

Fue rey en un trono tallado
y en salas de piedra de muchos pilares,
y runas poderosas en la puerta,
de bóvedas de oro y de suelo de plata.
La luz del sol, la luna y las estrellas
en centelleantes lámparas de vidrio
que las nubes y la noche jamás oscurecían
para siempre brillaban.

Allí el martillo golpeaba el yunque,
el cincel esculpía y el buril escribía,
se forjaba la hoja de la espada,
y se fijaban las empuñaduras;
cavaba el cavador, el albañil edificaba.
Allí se acumulaban el berilo, la perla
y el pálido ópalo y el metal en escamas,
y la espada y la lanza brillantes,
el escudo, la malla, y el hacha.
Incansable era entonces la gente de Durin;
bajo las montañas despertaba la música;
los arpistas tocaban, cantaban los cantantes,
y en la puerta las trompetas sonaban.

El mundo es gris ahora y vieja la montaña;
el fuego de la forja es sólo unas cenizas;
el arpa ya no suena, el martillo no cae;
la sombra habita en las salas de Durin,
y la oscuridad ha cubierto la tumba
en Moria, en Khazad-dûm.

Pero todavía aparecen las estrellas ahogadas
en la oscuridad y el silencio del Lago Espejo,
y hasta que Durin despierte de nuevo
en el agua profunda la corona descansa

Fauna (Kelvar)

Fauna (Kelvar)

Abejorros: Feroz raza de insectos alados.

Äguilas: Creadas por Manwë y Yavanna, las mas nobles de todas las criaturas aldas

Arañas: Las grandes arañas, seres malvados y llenos de envidia, descendientes de Ungoliant.

Balrogs: Los espiritus maiar mas terribles de aquellos que siguieron a Melkor, los valaraukar,los demonios de poder.

Bestias Aladas: Mas veloces que el viento, con pico y garras de ave, cuerpo de serpiente y alas de murciélago, se combirtierón en monturas de los Nazgul.

Buey salvaje de Araw: El lejendario buey blanco de Oromë.

Caballos: El primero fue Nahar, el caballo de Oromë, y todos los demas tomarón su forma, pero de su origen nadas se sabe.

Centinelas: Espiritus alertas y malvados que quebraban con su malicia todas las voluntades, excepto la de un tenaz hobbit.

Cisnes: Procedentes del vala Ulmo, fuerón en ayuda de los Teleri para ayudarles en el gran viaje.

Crébain: Grandes grajos negros que habitaban en las tierras Brunas y el Bosque de Fangorn.

Cuernos Zumbantes: Insectos de un tamaño gigantesco, segun las leyendas hobbits.

Cuervos: Aves fuertes y longevas, intervinieron activamente en la derrota de Smaug.

Dragones: Melkor, a partir de fuego y hechiceria creo estas criaturas en los Pozaos de Angband, tambien llamados grandes gusanos.

Espectros: Nueve antiguos reyes humanos, atados a las tinieblas por el Anillo de Poder.

Fantasmas: Atrapados entre dos mundos, se arrastraban en las cienagas de los muertos los grandes guerreros y sus enemigos, muertos en la batalla de la Última Alianza.

Fastitocalon: Un gigantesco pez tortuga, segun las leyendas hobbits.

Gaurhoth: Espíritus malignos con forma de lobo.

Gigantes: Muchos son los tipos de gigantes, los formaban tanto Ents, como Trolls.

Gorgajos: Un Ave carroñera.

Grajos: Ave carroñera y con fama de estar aliada con los poderes oscuros.

Gusanos: Dragones, tanto alados como no.

Hombres gusano: Dicen las leyendas hobbits que habitaban en el Último desierto.

Huargos: Raza malvada de lobos que habitaban en Rhovanion.

Jabalíes: Gorrino muy apreciado en caza.

Kirinkiri: Ave de muy bello canto que habitaba en Númenor.

Kraken: Ser de repugnante aspecto y multitud de tentaculos, tambien llamado Guardián del Agua

Labios Maulladores: Una raza sumamente maligna de espíritus canibales.

Licántropos: Raza de espíritus malignos y atormentados siervos de Melkor.

Lobos: Principal aliado de los orcos, llegó en la edad de las estrellas.

Mearas: Antiguos cabellos descendientes de Nahar.

Medio Orcos: Algunos dundelinos fueros mezclados por Saruman para crear estos seres.

Moscas de Mordor: Unico animal que habitaba mordor, se alimentaba de la sangre de lo orcos.

Muertos del Sagrario: Vigilantes espíritus que vigilaban los laberintos de la antigua ciudadela de mordor

Mûmakil: Antepasados de los elefantes.

Murciélagos: Una de las criaturas creadas por Melkor en la oscuridad, el murciélago chupasangre.

Nazgûl: Espectros del Anillo.

Nique Brique: En los Pantanos de Moscagua habitaba este insecto parecido al grillo.

Olifantes: Mûmakil.Segun las leyendas hobbits.

Olog-hai: Terribles trolls inmunes a la luz y mucho mas astutos.

Orcos: La gran blasfemia de Melkor, creados en los pozos de Utumno a partir de los primeros nacidos.

Perros lobos: Criados por los elfos para contrarestar a los lobos y licantropos de Melkor.

Pez tortuga: Fastitocalon.

Ponies: Bestias de carga y excelentes monturas para hobbits y enanos.

Snaga: Orcos.

Trasgos: Orcos.

Trolls: Caníbales gigantes, feroces y fuertes creados en Angband como burla de los Ents.

Tumularios: Espiritus torturados de Angmar, encontraron en las quebradas de los Tumulos cobijo, en los cuerpos de los antiguos reyes que alli descansaban.

Ucornos: Ents arboreos, o arboles enticos.

Úlairi: Nazgûl.

Uruk-hai: Orcos, que se creian, cruzados con hombres, inmunes a la luz y mas astutos.

Uruks: Orcos gigantes.

Urulóki: Dragones de fuego.

Valaraukar: “Azotes de fuego”, los Balrogs.

Vampiro: Chupadores de sangre al servicio de melkor, malignos espíritus.

Zorzales: Antigua raza de aves de erebor, entablaron una alianza con enanos y hombres de esta region

Flora de la tierra media

Olvar (Plantas)

Flor Alfarin

Una de las muchas canciones tristes que cantaban los elfos grises de la Tierra Media hablaba de una planta llamada alfirin. Sus flores eran como campanas doradas y crecía en la verde llanura de Lebennin, cerca del delta del Anduin, el Gran Río. Verlas en los campos, mientras soplaba la brisa marina, estremecía los corazones de los eldar y despertaba el anhelo por el mar que empujaba a estos Hijos de las Estrellas hacia el oeste, pasando el Belegaer, el Gran Mar, hasta llegar a donde habitaban sus hermanos inmortales. En las mentes de los elfos, las alfirin eran como las grandes campanas de oro de Valinor, que siempre repicaban en las Tierras Imperecederas, pero en miniatura.

Flor Elanor

En la Tercera Edad del Sol, en el país de Lothlórien, crecía una hermosa flor invernal. Se llamaba elanor, que significa «sol estelar», y su flor tenía forma de estrella y era dorada. Las historias de la Tierra Media relacionan la elanor con la «Historia de Aragorn y Arwen». Tanto elanor, la Estrella Dorada, como niphredil, la Estrella Blanca, crecían en mayor abundancia en Cerin Amroth, la colina en la que Aragorn, el señor mortal de los dúnedain, y Arwen Undómiel, la hija de Elrond Medio elfo, se prometieron amor eterno. Arwen aceptó seguir el destino de la raza de los hombres mortales y, tras la Guerra del Anillo, Aragorn y Arwen se casaron. Aunque su vida fue feliz, poco después de que Aragorn murió, Arwen también falleció, y escogió la colina de Cerin Amroth como lugar de su último descanso.

Flor Lissuin

Muchas de las flores más hermosas de la Tierra Media fueron llevadas como regalo a los mortales por los elfos desde las Tierras Imperecederas. Tal era el caso de la flor de dulce fragancia llamada lissuin, ya que las historias de Númenor cuentan que los elfos de Tol Eressëa llevaron la flor lissuin y la flor dorada en forma de estrella, elanor, a las tierras de los mortales. Las dos flores -una debido a su fragancia, la otra por su color- se tejían en guirnaldas y se llevaban como coronas durante las fiestas de boda.

Flor Mallos

En los campos de Lebennin, cerca del delta del río Anduin, crecían las flores que los elfos grises llamaban mallos, la «nieve de oro». Sus capullos eran hermosos y nunca se agostaban, y en las canciones de los elfos se los comparaba con las campanas doradas que llamaban a los elfos para partir por el Mar Occidental.

Flor Niphredil

A finales de la Segunda Edad de las Estrellas, nació la niña más hermosa que jamás vio el mundo, hija de Melian la Maia y Thingol, rey de los sindar. Nació en los bosques de Neldoreth, en Beleriand, y se le dio el nombre de Lúthien. Entonces llegó a los bosques la flor blanca niphredil para saludar la llegada de la hermosa Lúthien. Se decía de esta flor que era una estrella de la Tierra, al igual que lo era aquella hija única nacida de la unión de un eldar y una Maia. En la Tercera Edad del Sol, la flor blanca seguía creciendo en el Bosque Dorado de Lothlórien, donde prosperó, mezclada con la flor dorada elanor. Y allí llegó la doncella élfica más bella de esa edad. Era Arwen Undómiel, y ella, como Lúthien, compartió el mismo destino de un trágico amor por un mortal, y en aquel bosque Arwen juró su amor a Aragorn, el dúnadan. Años más tarde, eligió ese mismo bosque para morir sobre un lecho de aquellas flores blancas y doradas.

Flor Simbelmynë

Cerca de Edoras y del Castillo de Oro de los reyes de la Marca, se alzaban los grandes túmulos funerarios de los reyes que gobernaron Rohan. A finales de la Tercera Edad, las tumbas estaban dispuestas en dos hileras: una de nueve tumbas para los reyes del primer linaje, la otra de ocho para los del segundo. En estas tumbas crecían las flores blancas llamadas simbelmynë, que en la lengua común de los hombres es «nomeolvides», y que los elfos llaman uilos. Florecen en todas las estaciones y, como los brillantes ojos de los elfos, siempre centellean con luz estelar.

Planta Athelas

Desde el país de los númenóreanos llegó a la Tierra Media una hierba que tenía mágicos poderes curativos. Esta hierba recibía el nombre de asëa aranion en la lengua de los Altos elfos, la «hoja de los reyes», debido a sus poderes especiales. Los libros élficos se refieren a ella más comúnmente con su nombre sindarin: athelas; en la lengua común de los hombres, el oestron, se la llamaba «hojas de reyes».

Planta Galenas

En el país de Númenor crecía la hierba de hoja ancha llamada galenas, que era apreciada por la fragancia de sus flores. Antes de que ese país fuera engullido por el Mar Occidental, los marineros de Númenor la llevaron a la Tierra Media, y allí creció en abundancia en las cercanías de los asentamientos de los descendientes de los númenóreanos. Los hobbits cogían las anchas hojas de las galenas, las secaban y las cortaban. Luego las encendían en pipas de larga caña. Ésta era la hierba nicotiana, más tarde conocida en la Tierra Media como hierba para pipa. La fumaban corrientemente los hobbits, los hombres y los enanos, y todos encontraban una gran satisfacción en ello.

Planta del Cadalso

En las regiones pantanosas de la Tierra Media crecía la hierba del cadalso. En las leyendas de los hobbits se nombra a esta hierba trepadora que se aferraba a los árboles, pero no se habla de sus propiedades, porque pocos fueron los que consiguieron regresar tras penetrar en las encantadas tierras cenagosas.

Planta Seregon

En la antigua Beleriand había una colina rocosa llamada Amon Rûdh, la «colina pelada», en la que se encontraban excavadas las últimas cavernas de los Enanos Mezquinos. Sobre aquella colina no crecía nada, excepto la resistente planta seregon. En élfico, su nombre significa «piedra sangrienta» porque, cuando la planta florece, sus pétalos de un rojo oscuro hacen que parezca que la cima de piedras esté cubierta de sangre. Esta visión resultó ser profética, porque los renegados de Túrin hallaron la muerte en la cima de esta colina, y el último de los Enanos Mezquinos también murió en las cavernas del interior de la colina.

Planta de Mordor

En la Tierra Negra de Mordor estaba Gorgoroth, donde se albergaban el crisol y la forja del Señor de los Anillos, Sauron. Se decía que nada crecía en aquel suelo envenenado, pero en ningún otro lugar de la Tierra Media crecían las zarzas tan grandes y feroces. Las zarzas de Mordor eran horribles, con espinas de hasta treinta centímetros de longitud afiladas como dagas de orcos, y se extendían por la región como si fueran rollos de alambre de acero

Olvar (Arboles)

Arboles de los Valar

Cuando Melkor destruyó las Lámparas de los Valar, que habían iluminado el mundo, los Valar abandonaron la Tierra Media y fueron a las Tierras Imperecederas. Allí establecieron un segundo reino, al que llamaron Valinor, y Yavanna, la Dadora de Frutos, se sentó en el verde montículo de Ezellohar, próximo a la dorada puerta occidental de Valimar, y cantó, mientras que los Valar permanecían sentados en sus tronos del Anillo del Juicio, y Nienna la Plañidera bañaba en silencio la tierra con sus lágrimas. Se cuenta que primero surgió un árbol de plata y luego un árbol de oro: resplandecientes de brillante luz, crecieron hasta ser tan altos como montañas. Telperion era el mayor de estos árboles y tenía hojas de verde oscuro y brillante plata. En sus ramas había multitud de flores plateadas de las que caía un rocío argentífero. En alabanza, se llamaba también a Telperion Ninquelótë y Silpion. Laurelin, el más joven de los Árboles de los Valar, era la «canción dorada». Sus hojas estaban perfiladas de oro, pero eran de un verde claro; sus flores eran como trompetas y llamas doradas, y de sus ramas caía una lluvia de luz dorada. En alabanza, Laurelin era llamado también Culúrien y Malinalda, el «árbol dorado». Así fue que estos dos árboles crecieron en las Tierras Imperecederas e iluminaron la región con oro y plata. A partir del ritmo de los Árboles de los Valar comenzó la Cuenta del Tiempo, porque antes no se había medido el Tiempo, y así comenzaron los días y años de los Árboles, que duraron muchas largas edades -mucho más tiempo que los años de las Estrellas y del Sol. La Luz de los Árboles gemelos en las Tierras Imperecederas era eterna, y quienes vivían bajo ella se veían ennoblecidos y llenos de gran sabiduría. Pero, transcurrido un tiempo, Varda, quien excavó pozos a los pies de los Árboles para recoger los rocíos de Luz, cogió la luz plateada de Telperion y subió a la bóveda celeste y volvió a alumbrar a las débiles estrellas. Las hizo más brillantes y los siervos malignos de Melkor en la Tierra Media se amedrentaron. Bajo esta Luz de las Estrellas aparecieron los elfos. Aunque la vida de los Árboles de los Valar fue larga, Melkor hizo un pacto con Ungoliant, la Gran Araña, y los Árboles fueron quemados con llamas de hechicería, y se les extrajo la savia de su vida. Su Luz fue extinguida y no quedaron más que los tocones y raíces, ennegrecidos y emponzoñados. Apenados, los Valar se acercaron a los Árboles y de sus restos carbonizados surgió un único fruto dorado y una única flor de plata. Se los llamó Anar, el Fuego Dorado, e Isil, la Refulgente. Aulë el Herrero fabricó unas grandes linternas alrededor de estas radiantes luces para que no se apagaran, Manwë las santificó y Varda las elevó a los cielos y las colocó en una trayectoria sobre las tierras de Arda. Así, estos pequeños fragmentos de la Luz viva de los Árboles de los Valar llegaron al mundo y se los llamó el Sol y la Luna. Pero los Árboles no sólo permanecieron en ellos en el mundo, sino que Yavanna hizo la especie de árboles Garathilion a imagen y semejanza de Telperion, aunque de ellos no emanaba luz. Entregó este tipo de árbol a los elfos de Tirion, quienes lo llamaron el Árbol Blanco de los eldar. Uno de dichos árboles fue Celeborn, que floreció en Tol Eressëa y que produjo la plántula que los elfos dieron a los hombres de Númenor. La plántula se convirtió en el árbol llamado Nimloth el Hermoso, el Árbol Blanco de Númenor, que creció en el palacio real hasta que el rey Ar-Pharazôn lo destruyó. Pero un príncipe llamado Elendil el Alto cogió un esqueje de Nimloth y lo llevó a la Tierra Media. Su hijo plantó primero el fruto de Nimloth en Minas Ithil, en Gondor, y hasta la Cuarta Edad del Sol florecieron los Árboles Blancos de Gondor. Aunque en tres ocasiones pereció un Árbol Blanco, debido a la guerra o la plaga, siempre se encontró un esqueje y el linaje nunca se extinguió. Estos Árboles Blancos eran un nexo viviente con el pasado más remoto de las Tierras Imperecederas, y eran signo de la nobleza, la sabiduría y la bondad de los Valar llegadas a los hombres mortales.

Arboles Brethil

En la desaparecida región de Beleriand hubo una vez grandes bosques de abedules. En la lengua sindarin de los elfos grises, los árboles de estos bosques recibían el nombre de «brethil».

Arboles Culumalda

En el reino de Gondor se encontraba la isla de Cair Andros que, como una nave anclada, descansaba en el río Anduin. En esta isla crecían los más hermosos árboles de Ithilien. Se los llamaba culumalda, que significa «rojo dorado», porque ése era el tono de su follaje.

Arboles Lairelosse

En el reino perdido de Númenor, en las regiones occidentales y boscosas de Andustar, existía una zona tan llena de una multitud de árboles perfumados de hoja perenne que recibía el nombre de Nísimaldar, o tierra de «los árboles de la fragancia». Entre los muchos árboles que allí crecían, se encontraba uno de hoja perenne y flores perfumadas llamado lairelossë, que significa «blanco de nieve estival», que fue llevado a Númenor por los elfos de Tol Eressëa.

Arboles Laurinque

En Hyarrostar, la región suroccidental de Númenor, floreció en otros tiempos el árbol de flores doradas llamado laurinquë. Sus flores colgaban en largos racimos y eran altamente apreciadas por su gran belleza. También su madera era muy valorada por los númenóreanos, puesto que era un excelente material de construcción para sus barcos.

Arboles Mallorn

En las orillas del Cauce de Plata, que discurría al este de las Montañas Nubladas, se encontraba una región boscosa en la que crecían los árboles más altos y hermosos de la Tierra Media. Eran los árboles mallorn, que tenían una corteza plateada y flores doradas, y que de otoño a primavera tenían las hojas también de un tono dorado. En la Tercera Edad del Sol esta región recibió el nombre de Bosque Dorado y Lothlórien, «la tierra de las flores de ensueño». Este bosque de árboles mallorn se convirtió en un refugio seguro contra las criaturas malignas gracias a los poderes de los elfos, por lo que los árboles prosperaron y crecieron como no lo hacían en ningún otro lugar de la Tierra Media. Allí vivían los galadhrim, los elfos del reino del rey Celeborn y la reina Galadriel. Y al abrigo de las ramas de los mallorn, donde los troncos se abrían cerca de la copa, los galadhrim construyeron sus moradas que se llamaban telain o flets. En verdad era un reino arbóreo, y allí resplandecía un dorado brillo de poder élfico como en ningún otro lugar en dicha edad.

Arboles Nessamelda

Uno de los muchos y variados árboles aromáticos de hoja perenne llevados desde Tol Eressëa a la tierra de Númenor por los elfos del mar durante la Segunda Edad del Sol fue el nessamelda. Era éste el «árbol de Nessa», la diosa Vala danzante de los bosques, hermana de Oromë el Cazador, que era más abundante en la región de Númenor llamada Nísimaldar, la tierra de los «árboles fragantes».

Arboles Neldoreth

Entre los árboles más queridos de la Tierra Media se encontraba el que los elfos llamaban neldoreth, pero que los hombres conocían como haya. Según las historias de la desaparecida Beleriand, las grandes estancias de Menegroth, las Mil Cavernas poseían columnas talladas a imagen y semejanza de las hayas que crecían en el bosque de Neldoreth. Y los elfos apreciaban aún más al neldoreth porque se asemejaba a Laurelin, el Árbol Dorado de los Valar. El haya de triple tronco de Doriath, llamada Hírilorn, fue el neldoreth de mayor tamaño que creció en la Tierra Media, y en ella se construyó la casa protegida de Lúthien.

Arboles Oiolaire

Entre los reyes marinos númenóreanos existía la costumbre de bendecir a un barco para que tuviera un viaje y un regreso seguros. Esto se hacía cortando una rama del árbol aromático sagrado llamado oiolairë, que se colocaba en la proa del barco. Esta «verde rama del regreso» era una ofrenda a Ossë, el Señor de las Olas, y a Uinen, la Señora de las Calmas. El nombre del oiolairë, un regalo hecho a los númenóreanos por los elfos de Tol Eressëa, significa «verano eterno».

Arboles Region

Entre los árboles de la Tierra Media, había uno al que los elfos llamaban region y que los hombres conocían como acebo. Una parte del reino de los sindar recibió su nombre de este árbol. Era la zona de densos bosques de Beleriand Oriental que se encontraba dentro del reino de Doriath. El region estaba muy extendido en la Tierra Media, pero en pocos sitios se daba de manera realmente lujuriante. Una de las zonas en las que era más conocido era en Eregion, que significa «país del acebo». Los Herreros elfos vivieron allí en la Segunda Edad del Sol, y fue allí donde se forjaron los imponentes Anillos de Poder.

Arboles Taniquelasse

Entre los muchos y hermosos árboles aromáticos de hoja perenne que los elfos de Tol Eressëa llevaron como regalo y bendición a Númenor, había uno de nombre taniquelassë. La flor, hoja y corteza de este árbol eran muy apreciadas por los númenóreanos debido a su dulce fragancia. Su nombre sugiere que el árbol tuvo su origen en las laderas del Taniquetil, la Montaña Sagrada de Manwë, que era la cima más alta de las Tierras Imperecederas.

Arboles Tasarion

Entre los árboles más antiguos se contaba el que los primeros elfos llamaron tasarion. Los tasarion eran árboles fuertes y de larga vida, y en las Edades de las Estrellas el principal bosque de estos árboles en la Tierra Media se encontraba en el Nan-tasarion, el «valle de los tasarion», en Beleriand. Desde entonces, los tasarion han sobrevivido a todos los cambios del mundo, y ahora los hombres los llaman sauces.

Arboles Vardarianna

El país de Númenor fue bendecido en sus principios con los regalos de los Valar y los eldar. Entre los regalos de los elfos estaban los muchos árboles de hoja perenne y aromáticos llevados a Númenor por los elfos del mar, o teleri, desde la isla solitaria de Tol Eressëa. Eran muy apreciados por el celestial perfume de sus flores, hojas, cortezas y madera. Entre estos árboles se encontraba el vardarianna, que, como su nombre implica, era un árbol «amado por Varda», la Reina de los Cielos.

Arboles Yavannamire

Recién creado Númenor, los elfos de Tol Eressëa llegaron en sus barcos cargados de regalos. Entre los más hermosos de dichos presentes se encontraban los muchos árboles aromáticos de hoja perenne que daban flores y frutos en las Tierras Imperecederas. En Númenor crecieron bosques de estos maravillosos árboles perfumados. Entre los más hermosos se contaba el yavannamirë, bautizado en honor de Yavanna, la Reina valariana de la Tierra. El nombre significa «joya de Yavanna» y, además de su aromática madera, corteza y hoja perenne, el árbol producía un fruto escarlata, redondo y suculento.

En la tierra media hay una gran diversidad de Flora, dividida en cuatro grandes grupos:

Ucornos, Entre los olvar más antiguos que habitaban en Arda se encontraban los árboles de los grandes bosques. Durante muchas edades crecieron tranquilamente, pero en la Tierra Media, al iniciarse las Edades de las Estrellas, aparecieron entre los árboles grandes espíritus, llamados ents, los Pastores de Árboles. Estos protectores aparecieron porque en aquel momento llegaron al mundo muchas otras razas y Yavanna temía que los bosques fueran destruidos. Con el tiempo, algunos ents se convirtieron en algo parecido a árboles, y algunos de los antiguos árboles se hicieron un poco más parecidos a los ents, capaces de ciertos movimientos. Al igual que los ents, aprendieron a hablar. Ya fueran ents o árboles en un principio, al llegar la Tercera Edad existía una raza distinta de estas dos, la de los ucornos. En su mayoría, los ucornos se alzaban como árboles oscuros en lo más profundo de los bosques, retorcidos e inmóviles, pero siempre atentos y vigilantes. Cuando se desataba su ira, se movían rápidamente, como envueltos en sombras, y caían sobre sus enemigos con una fuerza sin compasión. La historia de la Guerra del Anillo cuenta que los ucornos, junto a los ents, marcharon sobre Isengard como un gran bosque y, bajo la dirección de los ents de Fangorn, exterminaron a toda la legión orca en la Batalla de Cuernavilla. Los ucornos eran muy antiguos y muy melancólicos, y algunos tenían el corazón corrupto y estaban podridos. Uno de estos espíritus arbóreos con sentidos habitó en el Bosque Viejo, a orillas del Tornasauce. Era el Hombre-Sauce, a quien algunos llamaban Viejo Hombre-Sauce. El Bosque Viejo no era más que un resto del bosque más antiguo de la Tierra Media, y el Viejo Hombre-Sauce estaba decidido a impedir que se abrieran más caminos en sus dominios. Mantenía todo el Bosque Viejo sometido a un encantamiento mediante el poder de su canto y atraía a todos los viajeros hacia sí, para acabar con ellos gracias a sus raíces y ramas, móviles y ágiles.
Flores:

Alfirin,Una de las muchas canciones tristes que cantaban los elfos grises de la Tierra Media hablaba de una planta llamada alfirin. Sus flores eran como campanas doradas y crecía en la verde llanura de Lebennin, cerca del delta del Anduin, el Gran Río. Verlas en los campos, mientras soplaba la brisa marina, estremecía los corazones de los eldar y despertaba el anhelo por el mar que empujaba a estos Hijos de las Estrellas hacia el oeste, pasando el Belegaer, el Gran Mar, hasta llegar a donde habitaban sus hermanos inmortales. En las mentes de los elfos, las alfirin eran como las grandes campanas de oro de Valinor, que siempre repicaban en las Tierras Imperecederas, pero en miniatura.

Elanor, En la Tercera Edad del Sol, en el país de Lothlórien, crecía una hermosa flor invernal. Se llamaba elanor, que significa «sol estelar», y su flor tenía forma de estrella y era dorada. Las historias de la Tierra Media relacionan la elanor con la «Historia de Aragorn y Arwen». Tanto elanor, la Estrella Dorada, como niphredil, la Estrella Blanca, crecían en mayor abundancia en Cerin Amroth, la colina en la que Aragorn, el señor mortal de los dúnedain, y Arwen Undómiel, la hija de Elrond Medio elfo, se prometieron amor eterno. Arwen aceptó seguir el destino de la raza de los hombres mortales y, tras la Guerra del Anillo, Aragorn y Arwen se casaron. Aunque su vida fue feliz, poco después de que Aragorn murió, Arwen también falleció, y escogió la colina de Cerin Amroth como lugar de su último descanso.

Lissuin, Muchas de las flores más hermosas de la Tierra Media fueron llevadas como regalo a los mortales por los elfos desde las Tierras Imperecederas. Tal era el caso de la flor de dulce fragancia llamada lissuin, ya que las historias de Númenor cuentan que los elfos de Tol Eressëa llevaron la flor lissuin y la flor dorada en forma de estrella, elanor, a las tierras de los mortales. Las dos flores -una debido a su fragancia, la otra por su color- se tejían en guirnaldas y se llevaban como coronas durante las fiestas de boda.

Mallos, En los campos de Lebennin, cerca del delta del río Anduin, crecían las flores que los elfos grises llamaban mallos, la «nieve de oro». Sus capullos eran hermosos y nunca se agostaban, y en las canciones de los elfos se los comparaba con las campanas doradas que llamaban a los elfos para partir por el Mar Occidental.

Niphredil, A finales de la Segunda Edad de las Estrellas, nació la niña más hermosa que jamás vio el mundo, hija de Melian la Maia y Thingol, rey de los sindar. Nació en los bosques de Neldoreth, en Beleriand, y se le dio el nombre de Lúthien. Entonces llegó a los bosques la flor blanca niphredil para saludar la llegada de la hermosa Lúthien. Se decía de esta flor que era una estrella de la Tierra, al igual que lo era aquella hija única nacida de la unión de un eldar y una Maia. En la Tercera Edad del Sol, la flor blanca seguía creciendo en el Bosque Dorado de Lothlórien, donde prosperó, mezclada con la flor dorada elanor. Y allí llegó la doncella élfica más bella de esa edad. Era Arwen Undómiel, y ella, como Lúthien, compartió el mismo destino de un trágico amor por un mortal, y en aquel bosque Arwen juró su amor a Aragorn, el dúnadan. Años más tarde, eligió ese mismo bosque para morir sobre un lecho de aquellas flores blancas y doradas.

Simbelmynë, Cerca de Edoras y del Castillo de Oro de los reyes de la Marca, se alzaban los grandes túmulos funerarios de los reyes que gobernaron Rohan. A finales de la Tercera Edad, las tumbas estaban dispuestas en dos hileras: una de nueve tumbas para los reyes del primer linaje, la otra de ocho para los del segundo. En estas tumbas crecían las flores blancas llamadas simbelmynë, que en la lengua común de los hombres es «nomeolvides», y que los elfos llaman uilos. Florecen en todas las estaciones y, como los brillantes ojos de los elfos, siempre centellean con luz estelar.
Plantas:

Athelas, Asëa aranion hoja de reyes, Desde el país de los númenóreanos llegó a la Tierra Media una hierba que tenía mágicos poderes curativos. Esta hierba recibía el nombre de asëa aranion en la lengua de los Altos elfos, la «hoja de los reyes», debido a sus poderes especiales. Los libros élficos se refieren a ella más comúnmente con su nombre sindarin: athelas; en la lengua común de los hombres, el oestron, se la llamaba «hojas de reyes».

Galenas o hierva para pipa, En el país de Númenor crecía la hierba de hoja ancha llamada galenas, que era apreciada por la fragancia de sus flores. Antes de que ese país fuera engullido por el Mar Occidental, los marineros de Númenor la llevaron a la Tierra Media, y allí creció en abundancia en las cercanías de los asentamientos de los descendientes de los númenóreanos. Los hobbits cogían las anchas hojas de las galenas, las secaban y las cortaban. Luego las encendían en pipas de larga caña. Ésta era la hierba nicotiana, más tarde conocida en la Tierra Media como hierba para pipa. La fumaban corrientemente los hobbits, los hombres y los enanos, y todos encontraban una gran satisfacción en ello.

Hierba del cadalso, En las regiones pantanosas de la Tierra Media crecía la hierba del cadalso. En las leyendas de los hobbits se nombra a esta hierba trepadora que se aferraba a los árboles, pero no se habla de sus propiedades, porque pocos fueron los que consiguieron regresar tras penetrar en las encantadas tierras cenagosas.

Seregon, En la antigua Beleriand había una colina rocosa llamada Amon Rûdh, la «colina pelada», en la que se encontraban excavadas las últimas cavernas de los Enanos Mezquinos. Sobre aquella colina no crecía nada, excepto la resistente planta seregon. En élfico, su nombre significa «piedra sangrienta» porque, cuando la planta florece, sus pétalos de un rojo oscuro hacen que parezca que la cima de piedras esté cubierta de sangre. Esta visión resultó ser profética, porque los renegados de Túrin hallaron la muerte en la cima de esta colina, y el último de los Enanos Mezquinos también murió en las cavernas del interior de la colina.

Zarzas de Mordor, En la Tierra Negra de Mordor estaba Gorgoroth, donde se albergaban el crisol y la forja del Señor de los Anillos, Sauron. Se decía que nada crecía en aquel suelo envenenado, pero en ningún otro lugar de la Tierra Media crecían las zarzas tan grandes y feroces. Las zarzas de Mordor eran horribles, con espinas de hasta treinta centímetros de longitud afiladas como dagas de orcos, y se extendían por la región como si fueran rollos de alambre de acero.
Arboles:

Árboles de los Valar, Cuando Melkor destruyó las Lámparas de los Valar, que habían iluminado el mundo, los Valar abandonaron la Tierra Media y fueron a las Tierras Imperecederas. Allí establecieron un segundo reino, al que llamaron Valinor, y Yavanna, la Dadora de Frutos, se sentó en el verde montículo de Ezellohar, próximo a la dorada puerta occidental de Valimar, y cantó, mientras que los Valar permanecían sentados en sus tronos del Anillo del Juicio, y Nienna la Plañidera bañaba en silencio la tierra con sus lágrimas. Se cuenta que primero surgió un árbol de plata y luego un árbol de oro: resplandecientes de brillante luz, crecieron hasta ser tan altos como montañas. Telperion era el mayor de estos árboles y tenía hojas de verde oscuro y brillante plata. En sus ramas había multitud de flores plateadas de las que caía un rocío argentífero. En alabanza, se llamaba también a Telperion Ninquelótë y Silpion. Laurelin, el más joven de los Árboles de los Valar, era la «canción dorada». Sus hojas estaban perfiladas de oro, pero eran de un verde claro; sus flores eran como trompetas y llamas doradas, y de sus ramas caía una lluvia de luz dorada. En alabanza, Laurelin era llamado también Culúrien y Malinalda, el «árbol dorado». Así fue que estos dos árboles crecieron en las Tierras Imperecederas e iluminaron la región con oro y plata. A partir del ritmo de los Árboles de los Valar comenzó la Cuenta del Tiempo, porque antes no se había medido el Tiempo, y así comenzaron los días y años de los Árboles, que duraron muchas largas edades -mucho más tiempo que los años de las Estrellas y del Sol. La Luz de los Árboles gemelos en las Tierras Imperecederas era eterna, y quienes vivían bajo ella se veían ennoblecidos y llenos de gran sabiduría. Pero, transcurrido un tiempo, Varda, quien excavó pozos a los pies de los Árboles para recoger los rocíos de Luz, cogió la luz plateada de Telperion y subió a la bóveda celeste y volvió a alumbrar a las débiles estrellas. Las hizo más brillantes y los siervos malignos de Melkor en la Tierra Media se amedrentaron. Bajo esta Luz de las Estrellas aparecieron los elfos. Aunque la vida de los Árboles de los Valar fue larga, Melkor hizo un pacto con Ungoliant, la Gran Araña, y los Árboles fueron quemados con llamas de hechicería, y se les extrajo la savia de su vida. Su Luz fue extinguida y no quedaron más que los tocones y raíces, ennegrecidos y emponzoñados. Apenados, los Valar se acercaron a los Árboles y de sus restos carbonizados surgió un único fruto dorado y una única flor de plata. Se los llamó Anar, el Fuego Dorado, e Isil, la Refulgente. Aulë el Herrero fabricó unas grandes linternas alrededor de estas radiantes luces para que no se apagaran, Manwë las santificó y Varda las elevó a los cielos y las colocó en una trayectoria sobre las tierras de Arda. Así, estos pequeños fragmentos de la Luz viva de los Árboles de los Valar llegaron al mundo y se los llamó el Sol y la Luna. Pero los Árboles no sólo permanecieron en ellos en el mundo, sino que Yavanna hizo la especie de árboles Garathilion a imagen y semejanza de Telperion, aunque de ellos no emanaba luz. Entregó este tipo de árbol a los elfos de Tirion, quienes lo llamaron el Árbol Blanco de los eldar. Uno de dichos árboles fue Celeborn, que floreció en Tol Eressëa y que produjo la plántula que los elfos dieron a los hombres de Númenor. La plántula se convirtió en el árbol llamado Nimloth el Hermoso, el Árbol Blanco de Númenor, que creció en el palacio real hasta que el rey Ar-Pharazôn lo destruyó. Pero un príncipe llamado Elendil el Alto cogió un esqueje de Nimloth y lo llevó a la Tierra Media. Su hijo plantó primero el fruto de Nimloth en Minas Ithil, en Gondor, y hasta la Cuarta Edad del Sol florecieron los Árboles Blancos de Gondor. Aunque en tres ocasiones pereció un Árbol Blanco, debido a la guerra o la plaga, siempre se encontró un esqueje y el linaje nunca se extinguió. Estos Árboles Blancos eran un nexo viviente con el pasado más remoto de las Tierras Imperecederas, y eran signo de la nobleza, la sabiduría y la bondad de los Valar llegadas a los hombres mortales.

Brethil, En la desaparecida región de Beleriand hubo una vez grandes bosques de abedules. En la lengua sindarin de los elfos grises, los árboles de estos bosques recibían el nombre de «brethil».

Culumalda, En el reino de Gondor se encontraba la isla de Cair Andros que, como una nave anclada, descansaba en el río Anduin. En esta isla crecían los más hermosos árboles de Ithilien. Se los llamaba culumalda, que significa «rojo dorado», porque ése era el tono de su follaje.

Lairelossë, En el reino perdido de Númenor, en las regiones occidentales y boscosas de Andustar, existía una zona tan llena de una multitud de árboles perfumados de hoja perenne que recibía el nombre de Nísimaldar, o tierra de «los árboles de la fragancia». Entre los muchos árboles que allí crecían, se encontraba uno de hoja perenne y flores perfumadas llamado lairelossë, que significa «blanco de nieve estival», que fue llevado a Númenor por los elfos de Tol Eressëa.

Laurinquë, En Hyarrostar, la región suroccidental de Númenor, floreció en otros tiempos el árbol de flores doradas llamado laurinquë. Sus flores colgaban en largos racimos y eran altamente apreciadas por su gran belleza. También su madera era muy valorada por los númenóreanos, puesto que era un excelente material de construcción para sus barcos.

Mallorn, En las orillas del Cauce de Plata, que discurría al este de las Montañas Nubladas, se encontraba una región boscosa en la que crecían los árboles más altos y hermosos de la Tierra Media. Eran los árboles mallorn, que tenían una corteza plateada y flores doradas, y que de otoño a primavera tenían las hojas también de un tono dorado. En la Tercera Edad del Sol esta región recibió el nombre de Bosque Dorado y Lothlórien, «la tierra de las flores de ensueño». Este bosque de árboles mallorn se convirtió en un refugio seguro contra las criaturas malignas gracias a los poderes de los elfos, por lo que los árboles prosperaron y crecieron como no lo hacían en ningún otro lugar de la Tierra Media. Allí vivían los galadhrim, los elfos del reino del rey Celeborn y la reina Galadriel. Y al abrigo de las ramas de los mallorn, donde los troncos se abrían cerca de la copa, los galadhrim construyeron sus moradas que se llamaban telain o flets. En verdad era un reino arbóreo, y allí resplandecía un dorado brillo de poder élfico como en ningún otro lugar en dicha edad.

Nessamelda, Uno de los muchos y variados árboles aromáticos de hoja perenne llevados desde Tol Eressëa a la tierra de Númenor por los elfos del mar durante la Segunda Edad del Sol fue el nessamelda. Era éste el «árbol de Nessa», la diosa Vala danzante de los bosques, hermana de Oromë el Cazador, que era más abundante en la región de Númenor llamada Nísimaldar, la tierra de los «árboles fragantes».

Neldoreth, Entre los árboles más queridos de la Tierra Media se encontraba el que los elfos llamaban neldoreth, pero que los hombres conocían como haya. Según las historias de la desaparecida Beleriand, las grandes estancias de Menegroth, las Mil Cavernas poseían columnas talladas a imagen y semejanza de las hayas que crecían en el bosque de Neldoreth. Y los elfos apreciaban aún más al neldoreth porque se asemejaba a Laurelin, el Árbol Dorado de los Valar. El haya de triple tronco de Doriath, llamada Hírilorn, fue el neldoreth de mayor tamaño que creció en la Tierra Media, y en ella se construyó la casa protegida de Lúthien.

Oiolairë, Entre los reyes marinos númenóreanos existía la costumbre de bendecir a un barco para que tuviera un viaje y un regreso seguros. Esto se hacía cortando una rama del árbol aromático sagrado llamado oiolairë, que se colocaba en la proa del barco. Esta «verde rama del regreso» era una ofrenda a Ossë, el Señor de las Olas, y a Uinen, la Señora de las Calmas. El nombre del oiolairë, un regalo hecho a los númenóreanos por los elfos de Tol Eressëa, significa «verano eterno».

Region, Entre los árboles de la Tierra Media, había uno al que los elfos llamaban region y que los hombres conocían como acebo. Una parte del reino de los sindar recibió su nombre de este árbol. Era la zona de densos bosques de Beleriand Oriental que se encontraba dentro del reino de Doriath. El region estaba muy extendido en la Tierra Media, pero en pocos sitios se daba de manera realmente lujuriante. Una de las zonas en las que era más conocido era en Eregion, que significa «país del acebo». Los Herreros elfos vivieron allí en la Segunda Edad del Sol, y fue allí donde se forjaron los imponentes Anillos de Poder.

Taniquelassë, Entre los muchos y hermosos árboles aromáticos de hoja perenne que los elfos de Tol Eressëa llevaron como regalo y bendición a Númenor, había uno de nombre taniquelassë. La flor, hoja y corteza de este árbol eran muy apreciadas por los númenóreanos debido a su dulce fragancia. Su nombre sugiere que el árbol tuvo su origen en las laderas del Taniquetil, la Montaña Sagrada de Manwë, que era la cima más alta de las Tierras Imperecederas.

Tasarion o sauces, Entre los árboles más antiguos se contaba el que los primeros elfos llamaron tasarion. Los tasarion eran árboles fuertes y de larga vida, y en las Edades de las Estrellas el principal bosque de estos árboles en la Tierra Media se encontraba en el Nan-tasarion, el «valle de los tasarion», en Beleriand. Desde entonces, los tasarion han sobrevivido a todos los cambios del mundo, y ahora los hombres los llaman sauces.

Vardarianna, El país de Númenor fue bendecido en sus principios con los regalos de los Valar y los eldar. Entre los regalos de los elfos estaban los muchos árboles de hoja perenne y aromáticos llevados a Númenor por los elfos del mar, o teleri, desde la isla solitaria de Tol Eressëa. Eran muy apreciados por el celestial perfume de sus flores, hojas, cortezas y madera. Entre estos árboles se encontraba el vardarianna, que, como su nombre implica, era un árbol «amado por Varda», la Reina de los Cielos.

Yavannamirë, Recién creado Númenor, los elfos de Tol Eressëa llegaron en sus barcos cargados de regalos. Entre los más hermosos de dichos presentes se encontraban los muchos árboles aromáticos de hoja perenne que daban flores y frutos en las Tierras Imperecederas. En Númenor crecieron bosques de estos maravillosos árboles perfumados. Entre los más hermosos se contaba el yavannamirë, bautizado en honor de Yavanna, la Reina valariana de la Tierra. El nombre significa «joya de Yavanna» y, además de su aromática madera, corteza y hoja perenne, el árbol producía un fruto escarlata, redondo y suculento.

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