Arbol de los deseos

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 13/06/2006 20:01

Arbol de los deseos

Un viajero muy cansado se sienta bajo la sombra de un árbol
  sin imaginarse que iba a encontrar un árbol mágico,

“El Árbol  que convierte en realidad los deseos”.

  Sentado sobre la tierra dura, el pensaba que sería muy
  agradable encontrarse una cama mullida.
  Al momento, esta cama apareció al lado suyo.

  Asombrado el hombre se instaló y dijo que el colmo de
  la dicha sería alcanzado, si una joven viniera y masajeara
  sus piernas tullidas.
  La joven apareció y lo masajeó de una manera muy
  agradable

  – Tengo hambre, -dice el hombre,- y comer en este momento
  sería con seguridad, una delicia.

  Una mesa surgió, cargada con alimentos suculentos.

  El hombre se alegra. Come y bebe. Su cabeza se inclina
  un poco. Sus párpados, por la acción del vino y la fatiga,
  se cierran. Se dejó caer a lo largo de la cama y pensaba
  ahora en los maravillosos eventos de este extraordinario
  día.

  – Voy a dormir una hora o dos -se dice él-. Lo peor sería
  que un tigre pasara por aquí mientras duermo.

  Un tigre aparece enseguida y lo devora.

  Usted tiene en si mismo un Árbol de deseos que espera  sus órdenes.

  Pero cuidado, el también puede realizar sus pensamientos  negativos y sus temores.

Puede contaminarse de ellos y  bloquearse. Este es el mecanismo de las preocupaciones.

¡¡¡    Yo le deseo, de todo corazón, una vida libre de preocupaciones,  de pensamientos negativos y temores,  a la sombra de su propio Árbol de los Deseos  !!!

Florecimiento en invierno

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 10/06/2006 22:37
Florecimiento en invierno

Don Rafael solo vivía un día más, de más tristeza y soledad, sin otra compañía que sus recuerdos y sentimientos de añoranza de todos los años en que fue útil y tuvo la sensación que alguien lo estaba necesitando.

Como hacia muchos días necesito hacer un gran esfuerzo para levantarse; pensando en ella, ROSARIO, su AMADA “Chayito”, tantos recuerdos, tantas vivencias, tan grande el vacío difícil de llenar y tan profundo el dolor… pero dando las gracias a la vida, así él también deseaba que la muerte lo encontrara dormido y en paz.

“No tengo nada de que arrepentirme, sé que hice todo para que ella fuera feliz y le di a nuestros hijos lo que sé los padres quieren dar para y por ellos, ¡me siento tan orgulloso!, Raúl un gran médico, Jorge un exitoso arquitecto y Chayito toda una triunfadora como administradora y excelente madre. Solo lamento no tengan un poco de tiempo para visitarme, por sus obligaciones claro”.

Como todos los días Don Rafael se bañó y preparó su desayuno, se arregló para ir a misa “para darle las gracias a dios por tantas gracias recibidas, a pesar de todo”. Después, por la tarde salió a dar unos pasos, “p´a no tullirse tan pronto”, compró el pan y la leche para la merienda y se encaminó al jardín cercano a su casa pensando, “de aburrirme en la casa, mejor en el parque, donde veo jugar a los niños y pasar a la gente, aunque no los conozca”, y sentarme en la banca que está por los columpios para escuchar las risas de los niños, que tanto me recuerdan a mis nietos.

Esta vez la banca no estaba sola, un joven leía atento un libro, al sentir cuando el anciano se sentó, levantó la mirada y le sonrió , el viejo se sintió muy bien con la sonrisa y se disculpó por interrumpir, el joven volvió a sonreírle, lo que a Don Rafael le invitó a platicarle lo mucho que disfrutaba del sol y el viento en sus visitas al parque y lo uno llevo a lo otro, le platico que era contador jubilado de una gran empresa metalúrgica, de cómo había empezado de mensajero y había estudiado y trabajado hasta recibirse de contador, de como se enamoró de la secretaria del gerente “una morenita tan linda y con sonrisa de ángel… no lo pude evitar”, le platico también cómo durante meses guardo en silencio sus sentimientos por ser tan humilde y sentir temor que ella lo fuera a despreciar, y luego como ella con una gran sencillez le hizo saber que también algo sentía.

Desde luego del noviazgo y las tardes de romance en el parque de la colonia donde vivía ella, del miedo que sentía de perder su gran amor, sin saber que era la felicidad de su vida y de los hijos que tuvieron, de como llenó de amor cada momento, hasta su muerte hacia apenas dos meses y como la extraña ahora.

El anciano se dio cuenta que ya era tarde y debía despedirse pues tenia aun que caminar mas de 10 cuadras a su pequeña casa y no le gustaba hacerlo después de las 8 de la noche.

Camino a su casa Don Rafael llevaba un agradable sentimiento de alegría y contento, solo con haber podido platicar con el joven desconocido,”mañana espero encontrarlo de nuevo” se dijo.

Al día siguiente por primera vez en mucho tiempo la mañana le parecía alegre, llena de luz y entusiasmo, hizo todas sus cosas lleno de optimismo, “casi” como cuando era joven.

Después de comer, se arregló y hasta ganas le dieron de ir al cine, al salir se dirigió a “su banca” en el parque. Ahí, como el día anterior, estaba el joven que al sentir que Don Rafael se sentaba levantó su rostro y dejó a un lado su lectura, el viejo le dijo cuanto le alegraba encontrarlo y empezó a platicar. Esta vez de sus hijos, de las satisfacciones que le dieron con su desempeño en la escuela, de su triunfos como profesionales y lo felicidad que le daban sus nietos.

Así transcurrió la tarde, casi sin sentir el hombre se fue a su casa feliz recordando como escuchaba con atención el joven… ¡y se sorprendió!, no sabia como se llamaba, “mañana se lo pregunto” se dijo y al día siguiente al llegar al jardín desde lo lejos vio que estaba su joven amigo y al llegar se disculpó y le pidió que le dijera su nombre; el joven con amistosa actitud sacó un cuaderno y le escribió:

ME LLAMO EDUARDO… soy sordomudo, PERO TU MERECÍAS SER ESCUCHADO Y LEI TUS LABIOS, una vez un maestro me enseñó que hay seres en este mundo que necesitan que alguien los valore, si tú puedes, no dejes de brindar a otros, por lo menos la oportunidad de ser escuchados.

La novia perfecta

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 05/06/2006 11:48
La novia perfecta

Un grupo de mujeres se habían reunido para celebrar la inminente boda de una amiga. Durante el curso de la velada la futura novia se dirigió a una vieja amiga que todavía seguía soltera y le preguntó: «¿Cómo es que nunca te has casado? ¿En alguna ocasión has encontrado al hombre adecuado?»

— «¡Oh sí!», le contestó ella. «Ya encontré al hombre apropiado.»
— «Entonces, ¿qué sucedió? ¿Por qué no te casaste con él?», inquirió la prometida.

— «Las cosas sucedieron así», dijo la amiga. «Sabía exactamente a quién estaba buscando. Tenía que ser el hombre perfecto. Había confeccionado una lista con todas las cualidades que yo deseaba que tuviera un hombre, y empecé a viajar alrededor del mundo para encontrarlo. Tenía que estar en algún sitio. Y efectivamente estaba.»

— «Explícame entonces», preguntó la curiosa novia. «¿Qué sucedió?»

— «Bien, empecé buscando en Nueva York», explicó la amiga. «Allí encontré un hombre muy rico. Era generoso con el dinero, pero era retraído, introvertido y poco sociable. Esto hizo que lo sacara de la lista.»

«Entonces viajé a Los Ángeles, buscando en cada rincón entre Nueva York y la Costa Oeste. En Los Ángeles encontré un hombre que no sólo era rico, sino que también era divertido, de talante feliz y sociable. Gozaba de prosperidad económica y tenía todas las cualidades sociales que siempre había deseado en un hombre. Lamentablemente, no era demasiado guapo. Pensé durante mucho tiempo, “si me caso me tendré que despertar cada mañana junto a esa fea cara”. No, tampoco era Don Perfecto.»

«En Sidney sentí que me estaba acercando mucho. Allí conocí a un hombre independiente. Era amigable y extrovertido, e increíblemente guapo. Era alto, rubio y musculoso. Era surfista, solía acudir al gimnasio regularmente, y tenía un cuerpo de modelo de portada. Pero como todos los hombres que había encontrado tenía una faceta inaceptable. Con éste era su arrogante actitud machista. Era un chauvinista.»

«Así pues, viajé a Europa. En Londres encontré un hombre rico, sociable, guapo y liberado de prejuicios respecto a las mujeres. Estaba realmente muy cerca de mi objetivo.

Al principio pensé que finalmente lo había encontrado, pero faltaba la sensualidad y el romance que yo ansiaba. Está bien encontrar a un hombre que cocine y que lave los platos, pero a mí también me gusta que me regalen rosas rojas y cenar a la luz de la luna.»

«Viajé cruzando el Canal hasta llegar a París y allí lo encontré. Ya sabes lo que dicen de los franceses. Bien, lo tenía todo. Era rico, extrovertido, guapo, liberal y extremadamente sensual. Tenía la máxima puntuación en todos los aspectos contemplados en mi lista. No había duda. Era mi hombre perfecto.»

— «¿Entonces?», preguntó con curiosidad la novia, «¿por qué no te casaste con él?»

— «¡Oh!», respondió la amiga. «La razón fue simple. El estaba buscando la mujer perfecta”

El valor de una ilusión

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 04/06/2006 14:21
El valor de una ilusión

Desde pequeño, Juan sabía que le gustaban los automóviles. Su papá tenía uno muy pequeño, en el que toda la familia tenía que agolparse, porque no cabían ni amontonados. Pero es que al papá de Juan no le llegaba el dinero para otra cosa y, con cinco hijos, la suegra en casa y dos perros, había que hacer maravillas para llegar a final de mes. Juan soñaba que cuando fuera mayor tendría el mejor automóvil de su barrio.

El pequeño Juan se sabía todas las marcas de automóviles, todos los modelos, todas las características, que si 2000 cc, que si turbo, que si tracción a las cuatro ruedas. Pronto dejó los estudios y se puso a trabajar. Primero como mozo de unos grandes almacenes, después como dependiente de una carnicería. El automóvil que Juan se quería comprar valía tanto como su sueldo de cinco años de trabajo, por lo que cuando se casó y tuvo su primer hijo, todo su sueño se esfumó: tantos gastos eran incompatibles con su adorado automóvil. Juan se volvió huraño y protestón. Todo le sentaba mal. A todas horas con el ceño fruncido. Miraba a su hijo y no podía evitar ver esfumarse su automóvil.

Tres hijos más tarde, Juan seguía creyendo que todavía podía aspirar a su sueño. “Cuando los niños sean mayores, pensó, nadie me impedirá comprarme el automóvil de mis amores”. El tiempo pasó, los niños crecieron y se independizaron. Y Juan comenzó a ahorrar con esmero, con sacrificio. Moneda a moneda, durante los últimos ocho años antes de jubilarse, Juan acumuló suficiente dinero como para comprar el automóvil y pagar los seguros.

Y el gran día llegó. Juan se vistió de domingo y, ya en el concesionario de automóviles, eligió el más bonito, el más grande, el técnicamente más perfecto. Sacó el dinero del bolsillo, pagó, se subió al automóvil, lo arrancó, salió a la calle, comenzó a recorrer calles, avenidas, salió a la carretera, hizo cuarenta kilómetros y regresó, llegó a su calle, aparcó, quitó la lleve del contacto y se quedó sentado mirando por el parabrisas. Y entonces, diez minutos más tarde, Juan miró dentro de sí mismo y pensó “¿Y ahora qué?”

El Carro del Deseo

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 03/06/2006 14:14

El carro del Deseo

Existió un viajero que tuvo que hacer una larga travesía, ató su animal a un carro e inició la  marcha hacia un largo destino, con un límite fijo de tiempo.
Al animal lo llamo Necesidad, al carro Deseo, a una rueda la llamó Placer y a la otra Sufrimiento. Así pues el viajero llevaba su carro a derecha e izquierda, pero siempre hacia su destino.
Cuanto más velozmente iba el carro, más rápidamente se movían las ruedas del Placer y el Sufrimiento, conectadas como estaban por el mismo eje y transportando como estaban el carro del Deseo.

Como el viaje era muy largo y nuestro viajero se aburría, decidió entonces decorarlo, ornamentarlo con muchas bellezas.

Pero cuanto más embelleció el carro del Deseo más pesado se hizo para la Necesidad, de tal manera que en las curvas y en las cuestas, el pobre animal desfallecía no pudiendo arrastrar el carro del Deseo. En los caminos arenosos las ruedas del Placer y el Sufrimiento se incrustaban en el piso. El viajero desesperado, porque el camino era muy largo y estaba muy lejos su destino, decidió meditar sobre el problema y, al hacerlo, escuchó el relincho de su viejo amigo.

Comprendiendo el mensaje, a la mañana siguiente desbarató los adornos del carro, lo alivió de sus pesos y muy temprano llevó al trote a su animal avanzando hacia su destino. No obstante , había perdido un tiempo que ya era irrecuperable. A la noche siguiente volvió a meditar y comprendió, por un nuevo aviso de su amigo, que tenía ahora que acometer una tarea doblemente difícil, porque significaba su desprendimiento.
Muy de madrugada sacrificó el carro del Deseo. Es cierto que al hacerlo perdió la rueda del Placer, pero con ella perdió también la rueda del Sufrimiento.
Montó al animal de la Necesidad, y sobre sus lomos, galopó por las verdes praderas hasta llegar a su destino.

La tristeza y la furia

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 02/06/2006 12:47

La tristeza y la furia

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta…

En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas…

Había una vez… un estanque maravilloso.

Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente…

Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.

Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.

La furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y mas rápidamente aun, salió del agua…

Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró…

Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza…

Y así vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.

En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad… está escondida la tristeza.

El idiota

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 01/06/2006 12:01

Se cuenta que en una ciudad del interior un grupo de personas se divertía con un idiota de la aldea.

Un pobre infeliz, de poca inteligencia,
que vivia de pequeñas changas y limosnas.
Diariamente ellos llamaban al idiota
al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas:una grande de 400 reales y otra menor, de 2000 reales. El siempre escogía la mayor y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.

Cierto dia, alguien que observaba al grupo le llamó aparte y lepreguntó si todavía no había percibido que la moneda mayor valía menos.  Lo sé, respondió, no soy tan bobo. Ella vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguecito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.

Conclusiones:

La primera: Quien parece idiota, no siempre lo es.

La segunda: ¿Quiénes  eran los verdaderos idiotas de la historia?

La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.

Pero la conclusión más interesante es: Podemos
estar bien, aún cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, pero ser lo que realmente somos.

“El mayor placer de un hombre inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente.”

El árbol de la mentira

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 31/05/2006 12:50
EL ARBOL DE LA MENTIRA

La Verdad y la Mentira se pusieron a vivir juntas una vez  y, pasado cierto tiempo, la Mentira, que es muy inquieta,  le propuso a la Verdad que plantaran un árbol, para que
les diese fruta y poder disfrutar de su sombra en los días  más calurosos. La Verdad, que no tiene doblez y se
conforma con poco, aceptó la propuesta.

Cuando el árbol estuvo plantado y empezó a crecer frondoso, la Mentira propuso a la Verdad que se lo repartieran entre  las dos, cosa que agradó a la Verdad. La Mentira, dándole a  entender con razonamientos muy bellos y bien construidos que la raíz mantiene al árbol, le da vida y, por ello, es la mejor parte y la de mayor provecho, aconsejó a la Verdad que se quedara con las raíces, que viven bajo tierra, En tanto, ella se contentaría con las ramitas que aún habían de salir y vivir por encima de la tierra, lo que sería un gran peligro, pues estarían a merced de los hombres, que podrían cortarlas o pisarlas, cosa que también podrían hacer los animales y las aves. Además, le dijo que los grandes calores podrían secarlas, y quemarlas los grandes fríos; por el contrario, las raíces no estarían expuestas a estos peligros.

Al oír la Verdad todas estas razones, como es bastante
crédula, muy confiada y no tiene malicia alguna, se dejó
convencer por su compañera la Mentira; creyò que era verdad lo que le decía.

La Verdad se metió bajo tierra para vivir, pues allí estaban  las raíces, que ella había elegido, y la Mentira permaneció  encima de la tierra, con los hombres y los demás seres vivos.

Y como la Mentira es muy lisonjera, en poco tiempo se ganó la admiración de la gente, porque su árbol comenzó a crecer y a echar grandes ramas y hojas que daban fresca sombra; también nacieron en el árbol flores muy hermosas, de muchos colores.

Al ver un árbol tan hermoso, muchas personas empezaron a  reunirse junto a él muy contentas; gozaban de su sombra y de  sus flores; la mayoría de la gente permanecía allí, e
incluso quienes vivían lejos se recomendaban el árbol de la
Mentira por su alegría, sosiego y sombra fresca.

Así, la Mentira se sentía muy honrada y era muy considerada por quienes buscaban siempre su compañía: al que menos se acercaba a ella y menos sabía de sus artes, todos lo  despreciaban, e incluso él mismo se descalificaba.

Mientras esto le ocurría a la Mentira, que se sentía muy feliz, la triste y despreciada Verdad estaba escondida bajo  la tierra, sin que nadie supiera de ella ni quisiera ir a
buscarla. Viendo la Verdad que no tenía con qué alimentarse, sino con las raíces de aquel árbol que la Mentira le aconsejó tomar como suyas, y a falta de otro alimento, se puso a roer y a cortar para su sustento las raíces del árbol de la Mentira. Aunque el árbol tenía ramas gruesas, hojas muy anchas que daban mucha sombra y flores de colores muy alegres, antes de que llegase a dar su fruto fueron cortadas todas sus
raíces, pues tuvo que comérselas la Verdad.

Cuando las raíces desaparecieron, la Mentira estaba a la sombra de su árbol con todas las personas que aprendían sus artimañas, se levantó viento y movió el árbol que, como no tenía raíces, muy facilmente cayó derribado sobre la Mentira, a la que hirió y quebró muchos huesos, así como a sus acompañantes, quienes resultaron malheridos.

Entonces, por el vacío que había dejado el tronco, salió la
Verdad, que estaba escondida, y cuando llegó a la superficie vio que la Mentira y todos los que la acompañaban estaban muy maltrechos. Habían recibido gran daño por haber seguido el camino de la Mentira.

La Mentira tiene ramas muy grandes y sus flores, que son sus palabras, pensamientos o halagos, son muy agradables y gustan mucho, pero son efímeros y nunca llegan a dar buenos frutos.

A quienes usen de los halagos y engaños de la mentira, evitalos cuanto puedas, porque cuando se encuentren más confiados, les sucederá como al árbol de la Mentira y a
quienes se cobijaron bajo él.

Aunque muchas veces en nuestros tiempos la verdad sea menospreciada, abrazate a ella.
La verdad siempre te hará libre

El poder de la herida

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 30/05/2006 11:00
Quirón fue hijo de Saturno en la mitología, su aspecto era el de un centauro, mitad superior hombre y mitad inferior caballo, a éste ser  le fue dada la facultad de sanar, con sus manos, su mirada, su palabra.

Un día, andando por un camino, se encontró con la Hidra, un monstruo mitológico de gran tamaño y fuerza, quien no medió tiempo para atacar al centauro con ferocidad; en la pelea Quirón quedó herido en su nalga derecha (en su parte instintiva, de animal), herida ésta que permanentemente supuraba y que no encontraba alivio ni sanación.

Cuentan que en su caminar, siendo reconocido como uno de los mejores y más sabios curadores, se encontró un día con su hermano Zeus, a quien le suplicó que ya que él era el rey del Olimpo, y todo lo sabía, le diera alguna clave de aquella herida, que además de dolorosa, la sentía injusta, ya que él había dedicado su vida al bienestar de los demás.

Su hermano le contestó: –

“Tu herida es una fuente de luz y así tienes que verla, te está enseñando tres cosas que te harán un mejor sanador:

1) Saber cuánto duele la herida que curas,
2) Mostrar tu herida para, desde ella, pedir también ayuda y
3) Saber que una herida es también, y sobre todo, una oportunidad.”

Cuando Quirón escuchó esto se rebeló ante lo que le pareció una tontería, para algún tiempo después morir víctima de su misma herida.

Todos estamos llenos de heridas que siguen doliendo cuando la tocamos, de dolores que nos han permitido crecer y ver las cosas de otra forma. Acá vivimos para esconder nuestras heridas y aparentar una invencibilidad o un falso poder que nos encierra en una armadura que, de sólo verla, cualquiera huiría despavorido.

Esta armadura se llama status, estabilidad, triunfo, éxito… y sólo esconde ese ser sensible y lleno de luz que albergamos en lo más profundo. Las heridas, de vez en cuando, nos llaman la atención, por eso vivimos encerrados en ciclos que se repiten inalterablemente para recordarnos cosas a las que, de seguro, no prestamos atención.

Pero lo que sí es inevitable es que nuestra alma nos grita que aprovechemos la luz y el poder de esas heridas. Un ser herido es alguien que recuerda su humanidad, y con ella el milagro de la vida, que cuando habla ya no necesita cubrirse, ni defenderse, ni aparentar, hay demasiado dolor para eso.

Es en estas circunstancias cuando los seres ofrecen lo mejor de ellos, de allí nacen las creaciones más sublimes, los amores más entrañables, las relaciones más sinceras, los pensamientos más sensibles. Con y por la herida nos llenamos de luz y ya no damos la mano desde un gigante a un enano, sino desde un hombre a otro.

El gran aprendizaje de los pueblos se ha realizado en el dolor, porque éste no nos deja voltear, nos mantiene ahí, en nuestra más sensible humanidad. Y sólo cuando encontramos la luz, la aliviamos y le damos a paso a la verdadera felicidad, que no es otra que la transformación del dolor en luz y el miedo en cercanía.
Si, te encontrarás en un momento de terror o preso en situaciones que constituyan una herida en tu vida, recuerda que detrás del miedo hay una fuente de luz, y todo esto puede constituirse en un gran regalo para tu vida. En la creación, todo es para ti, nada, absolutamente nada, es contra ti.

El conflicto del trigo

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 29/05/2006 11:56

Un día un viejo campesino fue a ver a Dios y le dijo:

“Mira, tú puedes ser muy Dios y puedes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el principio de la agricultura. Tienes algo que aprender”.

Dios dijo: ¿Cuál es tu consejo?.

El granjero le respondió: “Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más.

Dios aceptó y le concedió al campesion un año.  Naturalmente éste pidió lo mejor y sólo lo mejor… ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano.  Todo confortable y cómodo… y él era muy feliz.

El trigo crecía altísimo.  Cuando quería sol… había sol; cuando quería lluvia… había tanta lluvia como hiciera falta.  Ese año todo fue perfecto, matemáticamente perfecto!.

El trigo crecía tan alto que el granjero fue a ver a Dios y le dijo:

“¡Mira!, esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en
10 años, aun así tendremos comida suficiente”.

Pero hubo un problema… cuando se recogieron los granos todos estaban vacíos.  El granjero se sorprendió y le preguntó a Dios:

“¿Qué pasó?, ¿qué error hubo?.

Ante tal inquietud Dios le respondió:

“Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del  trigo”.

La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A esto se le llama lucha y esfuerzo.

Entendiendo este secreto descubrirás cuan grande es la belleza de la vida, cuánta riqueza llueve sobre ti en todo momento, dejando de sentirte miserable porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos.

Así es mis queridos amigos y amigas , aunque desconozco quien es el autor de este texto , no puedo por menos que reconocer la verdad que encierra , no cabe duda , que es  en las dificultades  donde se templan las almas y los espíritus , es después de una tormenta que podemos apreciar con mayor énfasis la belleza del sol , el brillo de las estrellas, la eclosión de las flores , en fin la belleza de la vida.

¡¡¡ Que Dios los bendiga, guarde con bien y nos dé tantas dificultades como sean necesarias para templar nuestras almas y nuestros espíritus  !!!

1 5 6 7 8 9 22