Lo sagrado y su venta

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 03/09/2004 23:27

Cuando algo es sagrado, no tiene precio.
No me importa si se trata de un hombre blanco hablando del cielo, o
un indio hablando de las ceremonias.
Si puedes comprarlo, entonces no es sagrado.
Y una vez que empiezas a venderlo no importa si tus razones son
buenas o no.
Estás tomando lo que es sagrado y volviéndolo ordinario.

— “Dan” (Neither Wolf nor Dog)

Consejos para cuando te sientas mal

De: Alias de MSNSacerdotizadelaluna1  (Mensaje original) Enviado: 15/06/2004 16:54

MUÉVETE
Mueve tu casa, tu cama, tu cuerpo. Camina, sal por las mañanas, sal de
la rutina del trabajo, las relaciones y  los patrones de vida. Cambia tu
perspectiva. Acércate a aquellas personas con las que puedas ser
auténtico y nutran tus sueños más locos.
No necesitas mover montañas: trasladar una pequeña piedra puede hacer
maravillas.

TOCA
Dá abrazos a todo aquel que quieras. Besa a la gente en la mejilla.
Acaricia tu gato, tu perro. Saborea la sensación de un pañuelo de seda,
de una pieza de madera, de las diferentes texturas. El musgo, las
cortezas, las rocas y el agua. Mientras más lo hagas te sentirás más a
gusto con el placer de tocar.
ESCUCHA
Siéntate en silencio y observa cuanto hay allí para ser escuchado.
Escucha a la gente, lo que realmente están diciendo. Escucha hasta la
última nota de cada canción. Escucha tu voz interna, ésa que sólo
escuchas cuando la confusión de cada día disminuye. Oye el susurro de
las hojas, el llamado de las ranas, el crujido de la madera ardiendo en
tu chimenea. Escucha con tu corazón y siempre escucha aquello que nunca
es hablado.

SIENTE

El dolor, experimenta el gozo, hasta que sientas que vas a evaporarte.
Permítete reír hasta que te duela, siente el amor desde lo más profundo
de tu corazón. Enójate y expresa tu furia, si es el caso, pero házlo a
solas. Si no sientes de verdad, no estás vivo.

CONFÍA
Tú sabes lo que necesitas saber. Detén tus dudas. Aquella cosquilla
interna es tu más alta verdad y ella te servirá del mejor modo. Te
arrepientes cuando desconoces o niegas tu intuición. Ten esto en cuenta:

finalmente, tú y sólo tú sabes lo que es mejor para tí. Si consumes, sin
darte cuenta, todo tu día pintando, eso es lo que debes hacer. Si te
encanta caminar al lado del océano, encuentra la forma de llegar allí.
Si no confías completamente en tí, te conviertes en nada.

REÚNETE
Con los hombres y mujeres que amas. Toma el café acompañado, camina en
compañía por el bosque, conversa y habla, lee en voz alta para otros.
Haz  absolutamente todo acompañado. Celebra que tu cabello, tu piel, tu
cuerpo y tus historias, son diferentes a las de otros y a su vez son completamente parecidas.  Cocina y come en compañía. Llora, laméntate,ríe, abraza a alguien.

RECIBE
Por una vez, para de dar y dar y dar a todos menos a tí mismo. Acepta
los cumplidos con gracia. La voz que necesitas oír, el abrazo, ese
momento para conversar, la comida en tu mesa, el dinero que necesitas,
siempre serán suministrados. Ábrete a recibir, abre tus manos para que
sean llenadas con abundancia. Recibe todas las cosas buenas que mereces
y recuerda mostrar gratitud por tu VIDA

La filosofia de los magos

De: Alias de MSNSacerdotizadelaluna1  (Mensaje original) Enviado: 12/06/2004 11:40

FILOSOFIA DE LOS MAGOS

El MAGO simboliza todo aquello que el hombre quiere SER, todo aquello que el hombre  ES.

Es un PERSONAJE con sus propios valores  claros.

Tiene sus METAS trazadas y trabaja con la lógica del que quiere llegar.

La belleza del mismo invita a estar atento a las señales del mundo, a las coincidencias causales de la vida, a crearse una y otra vez, aparece bello porque así se VE el mismo.

Los PORTALES que aparecen en la obra son las posibilidades que tenemos de trasladarnos a otras situaciones que la vida nos presenta, son rutas y opciones siempre de luz, de verdad. Y aunque el toque de los magos es mágico, los portales son realidades de la vida cotidiana.

El MAGO soy yo, eres tú, es cualquiera que decida VIVIR la vida de esta manera, con las posibilidades y con el proceso del mundo en SI.

Es para el que decide deslizarse en los acontecimientos cotidianos, sin perder el contacto con la materia y con el alma de su universo de esferas y caracoles.

Ve lo pequeño, lo grande, ve los puntos intermedios y DECIDE entre lo banal y lo profundo.

Esta en TIEMPO presente y comparte su esencia.

Vive enseñanzas nuevas, tiene el AURA protectora del que conoce que puede aprender más.

Sus PREFERENCIAS son siempre equilibradas por el conocimiento del que sabe que todo esta formado por diversidades, los colores son la afirmación de los otros, así como su aceptación del algo más como fuente de la creación de la vida.

El MAGO se siente afortunado por las posibilidades de estar aquí y ahora, de tenerse así mismo, del poder INVENTARSE una y otra vez en su historia personal.

El MAGO invita a su entorno.

El MAGO crea música que narra sus vivencias, sus sueños, sus despertares.

El MAGO es un estado del SER, es un INSIGHT.

EL MAGO medita, ama,  es útil porque ejerce su propia VOCACIÓN.

El mago ES.

La magia esta en ti

De: Alias de MSNSacerdotizadelaluna1  (Mensaje original) Enviado: 12/06/2004 11:33

Si Dios está en ti.

Si hay en ti un Mago Creador a tu disposición.

Y si tú has creado tu realidad, acepta esta nueva verdad: TÚ ERES EL DIOS DE TU MUNDO PERSONAL.

Ya sea que lo aceptes hoy, mañana o en otra vida, siempre lo has sido y siempre lo serás.

Mientras más pronto lo aceptes, más rápido podrás realizar tus proyectos más “inalcanzables”.

No recuerdas tu Divinidad Interior, pero para activar en ti ese recuerdo estoy aquí.

Lo que deseas realizar depende de ti. Tú juzgas, apruebas, rechazas, condenas, decretas como posible o imposible, realizas o impides la realización de tus deseos.

Porque Dios actúa a través de ti.

Mientras no comprendas en forma clara y terminante que TÚ ERES EL DIOS DE TU MUNDO PERSONAL, no podrás actuar como un Mago, que es lo que en realidad eres.

Quien no ha pasado por esta Escuela, implora a Dios.

Quien se ha graduado en esta Escuela, DECRETA, ORDENA.

La vida es Magia, Arte, Creación de instante en instante.

LAS REALIDADES LO SON SOLO EN LA MEDIDA QUE TÚ LAS ACEPTAS COMO TALES.

¿No sabías que los átomos de un elemento pueden convertirse en átomos de otro elemento?

¿No te dice eso que no hay rigidez en el universo?

¿No te indica que Dios pone la Magia a disposición del hombre?

La materia obedece a la voluntad de quien sabe ser uno con su Mago Interior.

El alquimista transforma el plomo en oro. Y también puede alcanzar la INMORTALIDAD.

¿No se puede?  ¡Sea!… para ti.

Tus creencias son verdaderos DECRETOS en tu mundo personal.

Todo lo que un ser humano haya alcanzado, también tú lo puedes lograr.

Tú, expresión viviente del Creador -aunque estés inconsciente de tu Divinidad- estás en todo momento creando, de instante en instante, pero no lo sabes.

Podrías elegir vivir otra historia, pero tu mente es lenta para aceptar verdades nuevas, sobre todo, tu mente subconsciente.

Y la clase de CERTEZA del Mago abarca la mente consciente y la subconsciente; desde su Conciencia ordena a su subconsciente.

Puede que “en teoría” aceptes ser un Mago, en el consciente, pero, ¿y en tu subconsciente?

Es allí donde debemos trabajar. Debemos hacer que nuestro subconsciente “escuche”, conozca nuestros verdaderos deseos.

Por eso, conoce primero lo que quieres. Segundo, acepta que “sí se puede”.

Intenta aceptar que las cosas no son como tú creías, porque con esas limitaciones en tu mente…

La idea que tú tienes de Dios es la que rige tu realidad.

Creas tu realidad de acuerdo a como crees que es Dios.

Si tu Dios es cruel, tu realidad no será muy agradable, pero no es culpa de Dios, sino tuya.

Él te deja actuar como prefieras.

Con tu Poder creador, en base a tus creencias o condicionamientos mentales vas creando tu realidad.

Es por eso que la búsqueda de “culpables” es un sueño muy profundo.

Pero se utiliza a menudo para no descubrir al real causante:Tu.

Todo está en tu mente. Tu situación actual es una elección tuya, una opción elegida por tu mente.

Cambia tu mente y cambiará tu mundo, tu destino, todo.

Tú te llevas por donde crees que es lo mejor, pero piensas que alguna autoridad por sobre ti decide tu destino.

Si eso fuera así, tú serías un títere, en lugar de lo que eres: LIBRE.

Todo está regido por el Amor, de allí deriva la Ley de Causa y Efecto.

Mientras generes malas causas en contra del Amor, recibirás negativos efectos. Así irás aprendiendo a respetar al Dios Amor.

No es venganza, sino una dura forma que tú has elegido para hacerte más sensible y más consciente.

Los efectos negativos (mal Karma) sólo durarán hasta que ames más.

Jamás podrás escapar al Karma, porque el Señor del Karma eres tú mismo.

Jamás podrás esquivar la Ley del Amor, porque, aunque no te des cuenta, en el rincón más profundo de tu corazón reina el Amor.

En el fondo, “mal Karma” significa “ELIJO EL SUFRIMIENTO”.

Tu dolor durará sólo hasta que tú te perdones, perdones a otros o dejes de hacer daño.

Tu castigo, entonces, será tan duro como tu corazón.  Y tu dicha, tan grande como el Amor que reine en ti.

Cuando decidas que ya basta de sufrimiento para ti, entonces comenzarás a crearte la felicidad; entonces “bajarás de la cruz”.

El sabbath de las mujeres

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 02/12/2005 15:08

EL SABBATH DE LAS MUJERES:
RECLAMANDO EL PODER DE LA MENSTRUACION

por Lara Owen, M.P.W.

Parte de este material está incluido en el libro de Lara Owen ‘Her Blood Is
Gold: Celebrating the Power of Menstruation’ (SU SANGRE ES ORO: CELEBRANDO
EL PODER DE LA MENSTRUACION), Harper San Francisco, 1993.

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Solía pensar que mis períodos eran una molestia, una sucia intrusión que
incrementaba la lavandería y causaba un montón de síntomas desagradables
incluyendo cansancio y dolor debilitante. La menstruación interfería con mi
vida sexual, mis actividades atléticas y mi nivel de energía. Causaba
cambios erráticos de temperamento, irritabilidad y un mal humor destructivo
e imparable. Además costaba dinero – en toallas y tampones para absorber la
sangre, en ropas arruinadas, en tiempo perdido en el trabajo. Era un
saboteador ruin y solapado que siempre llegaba en el momento más inoportuno.

A pesar de este prédica de aflicción, no estaba totalmente en su contra.
Cuando mi período llegaba, había siempre una parte de mí que se sentía
complacida. Significaba que estaba saludable y fértil y que todo estaba
funcionando apropiadamente. Sangrar me producía cierto orgullo que sentí
intensamente durante mi primer período, pero ante la ausencia de cualquier
aprobación externa, aquel sentimiento placentero desapareció gradualmente.

Una amiga judía me contó que cuando tuvo su primer período su madre la
abofeteó. Con asombro ella reclamó: “¿Por qué hiciste eso?” Su madre
respondió: “No lo sé, mi madre hizo lo mismo, es la tradición.” Recibir una
bofetada cuando una se vuelve mujer <ése es un punto interesante acerca de cómo es vista la naturaleza femenina. Tal vez se trate de un intento por eliminar el sentimiento de orgullo que llega con la primera sangre. Algo más acabó por quitarme el sentimiento de orgullo y creo que fue la ausencia de ceremonia. Sentía internamente que algo verdaderamente asombroso y mágico estaba ocurriendo, y sin embargo todos a mi alrededor lo trataban como algo trivial. Tenía una sensación de logro, con tintes de excitación, curiosidad y pena. También recuerdo una vaga conciencia de un futuro vasto y desconocido. Intuitivamente sabía que era un acontecimiento muy importante en mi vida

Amarse con los ojos abiertos

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 02/06/2005 23:49

Reflexiones extraidas del libro “Amarse con los ojos Abiertos” Jorge Bucay y Silvia Salinas:

Me gustaría reflexionar sobre cómo la gente se inventa cuentos, cómo crea historias y se las cree.

Cada uno tiene una serie de condicionamientos neuróticos que intentan encajar en su relación con los demás.

Los cuentos que se inventa cada uno no serían tan graves de no ser porque terminan por convertirse en profecías que se acaban haciendo realidad.

En esta situaciones es importante tomar conciencia. Darnos cuenta de qué hacemos para repetir la historia es el primer paso para dejar de hacerlo.

En las parejas, los guiones de cada integrante se apoderan cada vez más de la relación e influyen en la percepción que cada uno tiene del otro.

Las personas establecen sus relaciones con una idea de lo que va a ocurrir, se comportan como si eso ocurriera realmente, hasta que consiguen que eso suceda.

Deberíamos insistir acerca de lo maravillosos que es sentirse aceptado tal como uno es, porque la aceptación nos da sensación de libertad.

Es importante trabajar para aceptar a nuestro compañero tal como es, viéndolo en su totalidad, descubriendo su sistema de funcionamiento y respetando su manera de ser.

“Aceptarse” empieza por “aceptarme”.

Entramos en la pareja llenos de ideas sobre cómo debe ser el vínculo, cómo se comporta una mujer, cómo se comporta un hombre, cómo debería comportarse alguien que nos quiere, que es y que no es compartir, cuánto y cómo se debe hacer el amor, si debemos hacerlo todo juntos o no, etc.

Y ni en la pareja ni en los individuos existe una ley que determine lo que es mejor. Lo mejor es siempre ser quien uno es.

Si seguimos torturándonos a nosotros mismos, exigiéndonos ser lo que no somos, seguiremos atribuyéndole a alguien la causa de nuestro descontento.

La primera afirmación de la propuesta es que los problemas de pareja, son problemas personales que se expresan en la relación. Y estos problemas sólo emergen en el vínculo amoroso, dado que estando con otro salen a la luz aspectos de uno que estaban en la sombra.

“Si te molesta esta situación. ¿Que cuestión personal se refleja en el conflicto?”. El tema básico está plasmado en la frase de Hugh Prater :”una piedra nunca te importa a menos que esté en tu camino”.

“Proyecto en el otro las partes de mi que más rechazo”.

“Cuando me doy cuenta de cómo me molesta esto en el otro, investigo como me molesta en mi mismo.”

“Si, pienso que yo no tengo nada de eso que me molesta en del otro, el trabajo es darme cuenta de qué pongo yo de lo que tengo, porque si no pusiera de lo mío no me molestaría”.

Proyecto mi sombra en mi compañero y, al verla en él, la descubro.

A partir de ahí tengo dos posibilidades: intentar destruir la temida amenaza destruyéndolo a él o aceptar la oportunidad de integrarme con mi sombra y terminar para siempre con su amenza.

Debería de dejar de culpar al otro por lo que hace y empezar a ver que estoy poniendo yo en este particular conflicto. En vez de utilizar mi energía para cambiar al otro, la utilizo para observarme, y a partir de ahí, hablar de mí, de lo que yo necesito, de lo que a mí me pasa con las actitudes que él tiene.

Puedo usar el conflicto para encontrarle una salida creativa, para ver que puedo desarrollar de mi misma y en que puntos ciegos me estoy bloqueando.

El niño herido que llevamos en nuestro interior es como un agujero negro que lo absorbe todo, es como un dolor de muelas: cuando aparece no podemos pensar en otra cosa, el dolor domina nuestra vida.

En muchos casos de separación el problema no se encuentra en la relación de uno con el otro, sino en asuntos no resueltos de uno de ellos (o de los dos) con su propio pasado.

Mi reacción genera tu propia reacción, y así nos vamos potenciando negativamente.

Siempre estamos reaccionando por cosas que no pasaron hace muchos años. Esto imposiblita la realción con el otro.

Hasta que no me ocupe de este niño herido, el seguirá reaccionando y empeorando mis relaciones íntimas. Y el único que puede escucharlo soy yo mismo, cuando me ocupo de su tristeza y de su enfado.

Es necesario aclarar que no es posible descubrir muchas de estas heridas en soledad. Necesitamos un vínculo que las dispare con una persona que las autorice, que nos permita sentir lo que sentimos sin descalificarnos.

El dolor es un proceso que ocurre a través del shock, la tristeza, la soledad, la herida, el enojo, la rabia, el remordimiento. Y dura mucho tiempo.

Nuestros niños heridos necesitan un espacio para expresar su enfado y su dolor. Cuando se lo damos empiezan a crecer y no interfieren en nuestras realciones íntimas.

Welwood: “Aprender a aprovechar cada dificultad que encontramos en el camino para ahondar más, para conectarnos en más profundidad, no sólo con nuestra pareja, si no también en nuestra condición de seres vivos.”

“Personas brillantes que en la intimidad no son más que niños infinitamente necesitados que reacciona ante la falta de cariño, atención y de reconocimiento.”

“Y el único que puede cuidarlo soy yo mismo.”

“Cuando me ocupo de su tristeza, de su miedo y de su enfado, el niño no reacciona, porque está contenido.”

Afrodita

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 07/02/2005 19:46

AFRODITA

MITO LA NACIDA DE LA ESPUMA Cuando Cronos inducido, por su madre castró con una hoz a su padre Urano, tiró al mar los genitales. al flotar sobre las aguas, estos formaron una espuma blanca desde donde surgió Afrodita, como la concepción oceánica. Montada sobre una ostra, fue empujada por Céfiro, el viento del oeste hasta la orilla de Citera, las diosas de las estaciones la adornaron con suntuosos atuendos y piedras preciosas.

DIOSA DEL AMOR DIOSA DE LA CREATIVIDAD DIOSA DE LA BELLEZA MUJER AMANTE
Ella simboliza la inspiración de la poesía, del arte, de la transformación a través del amor. Todo aquello que sea impregnado de la energía de belleza y amor, por el arquetipo de Afrodita, se siente irresistible. Una atracción de tono magnético, como lo es el amor, produce una química especial entre dos individuos. Se siente una atracción por llegar a conocer al otro, de llegar al coito, como una analogía de fundirse juntos, de conocer-se. Es el deseo de conocer y ser conocido, lo que se produce cuando una mujer se relaciona y se encuentra en su interior con el arquetipo de Afrodita. Esto produce un crecimiento en los espacios psicológico y emocional. Cuando la unión está dada también en los aspectos de la mente y del corazón, es un encuentro espiritual con la energía del amor en su totalidad.
La energía de Afrodita, es el éxtasis que se siente ante una melodía, la emoción al escuchar un poema, los sentimientos de deleite al observar una pintura bella, la inspiración que se siente al ver una obra teatral, lo cual puede ser transmitido excelsamente por los actores en escena, los cuales tienen además una gran manifestación de la energía arquetípica de Afrodita, al expresarse a través del arte.
El arquetipo de Afrodita, puede verse en el éxtasis que se siente en situaciones que para otro, pueden ser triviales y desprovistas de emoción. Para quien vibre con el arquetipo de Afrodita, el hecho de estar en un jardín en un día de lluvia dejando que el agua recorra su cuerpo, sintiéndola deslizarse puede producirle un deleite extasiante. Puede también deleitarse en observar una flor, captar la belleza espiritual que encierra un pimpollo de rosa, sentir que mañana se abrirá en todo su esplendor, y despedirá así mismo, un aroma embriagador. Todo eso vive una persona que tiene el arquetipo de Afrodita como uno de los patrones mas intensos en su ser.
Puede verse también en la interacción que tiene un artista y su obra, o el lienzo en el que ha de plasmar la idea y fluír junto al pincel en su deslizarse por el paño. Puede verse en aquel bailarín que transmite “ese algo” que sus otros compañeros no transmiten desde el escenario.
Arquetipo interno de Afrodita
Es la alquimia del amor, del éxtasis, es el disfrute. La sexualidad y la sensualidad todo junto a pleno. Afrodita es el arquetipo interno que impulsa a las mujeres a la realización de la creatividad y la procreación. Es la mujer amante, que se siente atractiva y sensual. Es también el atractivo, el magnetismo personal, el erotismo. En las culturas en las cuales el erotismo está mal visto, la mujer que porta esta energía, es considerada una mujer liviana, o una prostituta. Esto puede llegar a enfrentar a las personas que así la consideran, con sus propias apariencias de carencia de erotismo, razón por la cual, al verlo, sentirlo de tal manera en “el otro”, le  produce una sensación de rechazo.
El arquetipo de Afrodita, es también el enamorarse, la luz que uno encuentra en el otro, la magia, el encantamiento, una sensibilidad especial, los olores tienen más olor, los colores tienen más color, los sabores tienen más sabor. Todo lo sensorial, es estimulado. El amor, la belleza y la creatividad se presentan como un nuevo patrón interno, que lleva a la persona hacia una nueva dimensión de su expresión. 

La maestria del amor, Dr. Miguel Ruiz

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 07/02/2005 19:40

Al principio tenemos miedo de que nos castiguen, pero más tarde también tenemos miedo de no recibir la recompensa, de no ser lo bastante buenos para mamá o papá o un hermano o un profesor. De este modo es como nace la necesidad de ser aceptado. Antes de eso no nos importa si lo estamos o no. Las opiniones de la gente no son importantes y no lo son porque sólo que­remos jugar y vivir en el presente.

El miedo a no conseguir la recompensa se convierte en el miedo a ser rechazado. Y el miedo a no ser lo bastante buenos para otra persona es lo que hace que intentemos cambiar, lo que nos hace crear una imagen. Imagen que intentamos proyectar según lo que quieren que seamos, sólo para ser aceptados, sólo para recibir el premio. De este modo aprendemos a fingir que somos lo que no somos y perseveramos en ser otra persona con la única finalidad de ser lo suficientemente buenos para mamá, papá, el profesor, nuestra religión o quienquiera que sea. Y con este fin practicamos incansablemente hasta que nos convertimos en maestros de ser lo que no somos.

Pronto olvidamos quienes somos realmente y empezamos a vivir nuestras imágenes, porque no creamos una sola, sino muchas diferentes, según los distintos grupos de gente con los que nos relacionemos. Una imagen para casa, una para el colegio, y cuando crecemos, unas cuantas más.

Y esto funciona de la misma manera cuando se trata de una simple relación entre un hombre y una mujer. La mujer tiene una imagen exterior que intenta proyectar a los demás, y cuando está sola, otra de sí misma. Lo mismo pasa con el hombre, que también tiene una imagen exterior y otra interior. Ahora bien, cuando llegan a la edad adulta, la imagen interior y la exterior son tan distintas que ya casi no se corresponden. Y como en la relación entre un hombre y una mujer existen al menos cuatro imágenes, ¿cómo es posible que se lleguen a conocer de verdad? No se conocen. La única posibilidad es intentar comprender la imagen. Pero es preciso considerar más imágenes.

Cuando un hombre conoce a una mujer, se hace una imagen propia de ella, y a su vez la mujer se hace una imagen del hombre desde su punto de vista. Entonces él intenta que ella se ajuste a la imagen que él mismo ha creado y ella intenta que él se ajuste a la imagen que se ha hecho de él. Ahora, entre ellos existen seis imágenes. Evidentemente, aunque no lo sepan, se están mintiendo el uno al otro. Su relación se basa en el miedo, en las mentiras, y no en la verdad porque resulta imposible ver a través de toda esa bruma.

De pequeños no experimentamos ningún conflicto porque no fingimos ser lo que no somos. Nuestras imágenes no cambian realmente hasta que empezamos a relacionarnos con el mundo exterior y dejamos de tener la protección de nuestros padres. Esta es la razón por la que la adolescencia resulta particularmente difícil. Aun en el caso de que estemos preparados para sostener y defender nuestras imágenes, tan pronto intentamos proyectarlas al mundo exterior, éste las rechaza. El mundo exterior empieza a demostrarnos, no sólo particular, sino también públicamente, que no somos lo que fingimos ser.

Este sería el caso, por ejemplo, de un chico adolescente que aparenta ser muy listo. Acude a un debate en el colegio, y, en ese debate, alguien que es más inteligente, y que está más preparado, le supera y le deja en ridículo delante de todo el mundo. A continuación él intenta explicar, excusar y justificar su imagen delante de sus compañeros. Se muestra muy amable con todos e intenta salvar esa imagen delante de ellos, aunque sabe que está mintiendo. Por supuesto, hace todo lo posible para no perder el control delante de ellos, pero tan pronto se encuentra solo y se ve reflejado en un espejo, lo hace añicos. Se odia a sí mismo; se siente verdaderamente estúpido y cree que es el peor. Existe una gran discrepancia entre la imagen interior y la imagen que intenta proyectar hacia el mundo exterior. Pues bien, cuanto más grande es la discrepancia, más difícil resulta la adaptación al sueño de la sociedad y menos amor se tiene hacia uno mismo.

Entre la imagen que finge ser y la imagen interior que tiene de sí mismo cuando está solo, existen mentiras y más mentiras. Ambas imágenes están completamente alejadas de la realidad; son falsas, pero él no es consciente de ello. Quizás otra persona lo advierta, pero él está totalmente ciego. Su sistema de negación intenta proteger las heridas, pero éstas son reales y siente dolor porque intenta defender esa imagen por todos los medios.

De pequeños aprendemos que las opiniones de todas las personas son importantes y dirigimos nuestra vida conforme a esas opiniones. Una simple opinión de alguien, aunque no sea cierta, es capaz de hacernos caer en el más profundo de los infiernos: «Qué feo estás. Estás equivocado. Eres un estúpido». Las opiniones tienen un gran poder sobre el comportamiento absurdo de las personas que viven en el infierno. Por ese motivo necesitamos oír que somos buenos, que lo estamos haciendo bien, que somos bellos. «¿Qué aspecto tengo? ¿Ha estado bien lo que he dicho? ¿Cómo lo estoy haciendo?”

Necesitamos escuchar las opiniones de los demás porque estamos domesticados y esas opiniones tienen el poder de manipularnos. Por eso buscamos el reconocimiento en los otros; necesitamos el apoyo emocional de ellos; ser aceptados por el Sueño externo a través de los demás. Esta es la razón por la que los adolescentes ingieren alcohol, se drogan o empiezan a fumar. Sólo para ser aceptados por otras personas que opinan que eso es lo que hay que hacer; sólo para que esa gente considere que están «en la onda”.

Pero todas esas falsas imágenes que intentamos proyectar provocan un gran sufrimiento en muchos seres humanos. Las personas fingimos ser muy importantes, pero, a la vez, creemos que no somos nada. Ponemos mucho empeño en ser alguien en el sueño de esa sociedad, en ganar reconocimiento y en recibir la aprobación de los demás. Hacemos un gran esfuerzo para ser importantes, para triunfar, para ser poderosos, ricos, famosos, para expresar nuestro sueño personal e imponer nuestro sueño a las personas que nos rodean. ¿Por qué? Pues porque creemos que el sueño es real y nos lo tomamos muy en serio.

II

La pérdida de la inocencia

Los humanos somos, por naturaleza, seres muy sensibles. Pero si tenemos una sensibilidad tan elevada es porque percibimos todas las cosas a través del cuerpo emocional. Este cuerpo emocional es como un aparato de radio que se puede sintonizar para percibir determinadas frecuencias o bien para reaccionar frente a otras. La frecuencia normal de los seres humanos antes de la domesticación se ajusta en la exploración y el disfrute de la vida; estamos sintonizados para amar. De pequeños no definimos el amor como un concepto abstracto, sólo lo vivimos. Es tal como somos.

Tanto el cuerpo emocional como el cuerpo físico cuentan con un componente parecido a un sistema de alarma que nos permite saber cuándo algo no va bien. En el caso del cuerpo físico este sistema de aviso es lo que denominamos dolor.

Cuando sentimos dolor es porque hay algún problema en nuestro cuerpo, algo que es necesario examinar y sanar. En el caso del cuerpo emocional, el sistema de alarma es el miedo. Siempre que sentimos miedo es porque alguna cosa no va bien. Quizá corra peligro nuestra vida.

El cuerpo emocional percibe las emociones, pero no a través de los ojos. Las emociones se perciben a través del cuerpo emocional. Los niños sencillamente «sienten» emociones, pero su mente racional no las interpreta ni las cuestiona. Esta es la razón por la que aceptan a determinadas personas y rechazan a otras. Cuando no se sienten seguros cerca de una persona, la rechazan porque son capaces de sentir las emociones que esa persona proyecta. Los niños perciben fácilmente cuando alguien está enfadado, ya que su sistema de alarma les provoca un pequeño miedo que les dice: «No te acerques», y siguiendo su instinto, no lo hacen.

Aprendemos a tener un determinado estado emocional según la energía emocional que impregne nuestro hogar y de cómo reaccionemos personalmente a esa energía. A eso se debe que cada componente de la familia, aunque sean hermanos, reaccione de un modo diferente dependiendo de la manera en que haya aprendido a defenderse a sí mismo y a adaptarse a las circunstancias. Cuando los padres se pelean constantemente, falta la armonía y el respeto entre ellos, y se mienten, los niños siguen su ejemplo emocional y aprenden a ser como ellos. Y aunque les digan que no sean así y que no mientan, la energía emocional de sus padres y de toda su familia les hará percibir el mundo de una manera similar.

La energía emocional que impregne nuestro hogar sintonizará nuestro cuerpo emocional con esa frecuencia. El cuerpo emocional empieza a cambiar su sintonización y llega un momento que deja de ser la sintonización normal del ser humano. Jugamos al juego de los adultos, jugamos al juego del Sueño externo y perdemos. Perdemos nuestra inocencia, perdemos nuestra libertad, perdemos nuestra felicidad y nuestra tendencia a amar. Nos vemos forzados a cambiar y empezamos a percibir otro mundo, otra realidad: la realidad de la injusticia, la realidad del dolor emocional, la realidad del veneno emocional. Bienvenidos al infierno: el infierno que los seres humanos crean, el Sueño del Planeta. Somos bienvenidos a este infierno, pero no lo hemos inventado nosotros. Ya estaba aquí antes de que naciésemos.

Si observas a los niños podrás ver cómo se destruye el amor verdadero y la libertad. Imagínate a un niño de dos o tres años que corre y se divierte en el parque. Mamá está mirando al pequeño y tiene miedo de que se caiga y se lastime. Entonces se levanta para detenerlo, pero el niño, creyendo que está jugando con él, intenta correr todavía más deprisa. Los coches pasan cerca, por una calle próxima, y eso intensifica todavía más el miedo de mamá hasta que, finalmente, lo atrapa. El niño espera que ella se ponga a jugar con él, y sin embargo lo único que recibe es una azotaina. ¡Boom! Esto le causa un sobresalto. La felicidad del niño no era otra cosa que la expresión del amor que emanaba de él, pero después de eso es incapaz de comprender por qué su madre actúa de ese modo. Con el tiempo, este tipo de sobresalto acabará por bloquear el amor. El niño no comprende las palabras, pero aun así, se pregunta: «¿Por qué?”.

Y de este modo, correr y jugar, una expresión del amor, ha dejado de ser algo seguro porque, cuando expresas tu amor, tus padres te castigan. Te envían a tu habitación y no puedes hacer lo que quieres. Te dicen que estás siendo un niño o una niña mala y eso te hace sentir humillado, significa castigo.

En ese sistema de premios y castigos existe un sentido de la justicia y de la injusticia, de lo que es legítimo y de lo que no lo es. El sentido de la injusticia es como un cuchillo que abre una herida emocional en la mente. Después, según cómo reaccionemos ante la injusticia, la herida puede infectarse con veneno emocional. Pero ¿por qué se infectan algunas heridas? Veamos otro ejemplo.

Imagínate que tienes dos o tres años. Te sientes feliz, estás jugando, explorando. Aún no tienes conciencia de lo que es bueno o de lo que es malo, de lo que es correcto o incorrecto, de lo que deberías hacer y de lo que no deberías hacer, porque todavía no estás domesticado. Estás jugando en la habitación con un objeto que se encuentra cerca de ti. No tienes intención de hacer nada malo, ni de intentar causarle daño a nadie, pero estás jugando con la guitarra de tu papá. Para ti es sólo un juguete; no quieres hacerle el menor daño a tu padre. Pero él tiene uno de esos días en los que no se siente bien. Tiene problemas en su trabajo. Entra en la habitación y te encuentra jugando con sus cosas. Se enfada de inmediato, te coge y te da una zurra.

Desde tu punto de vista, es una injusticia. Tu padre no hace más que entrar, y con su enfado, te hace daño. Confiabas plenamente en él porque es tu papá, alguien que, por lo general, te protege y te permite jugar y ser tú mismo. Sin embargo, ahora hay algo que no acaba de encajar. Ese sentido de la injusticia es como un dolor en el corazón. Te sientes vulnerable; te hace daño y te hace llorar. Pero no lloras únicamente porque te ha dado una azotaina. No es la agresión física lo que te duele; lo que te parece injusto es la agresión emocional. No habías hecho nada malo.

Ese sentido de la injusticia abre una herida emocional en tu mente. Tu cuerpo emocional está herido, y en ese momento, pierdes una pequeña parte de tu inocencia. Aprendes que no puedes confiar siempre en tu padre, y aun en el caso de que tu mente todavía no lo sepa, porque no lo analiza, sí lo comprende: «No puedo confiar». Tu cuerpo emocional te dice que existe algo en lo que no puedes confiar y que ese algo puede repetirse.

Quizá reacciones con miedo; quizá con enfado o con timidez o sencillamente te pongas a llorar. Pero esa reacción ya es producto del veneno emocional porque, la reacción normal antes de la domesticación es que, cuando tu papá te da una bofetada, tú quieras devolvérsela. Le pegas o sólo intentas levantar la mano, pero lo único que consigues con eso es que él se enfade todavía más contigo. Solamente has levantado la mano, pero has conseguido que reaccione con mayor enfado y recibes un castigo todavía peor. Ahora sabes que te destruirá. Ahora le tienes miedo y dejas de defenderte porque eres consciente de que, si lo hicieses, únicamente conseguirías empeorar las cosas.

Sigues sin comprender el porqué, pero sabes que tu padre puede incluso matarte. Esto abre una herida atroz en tu mente. Antes de que ocurriese todo, tu mente estaba completamente sana; eras del todo inocente. Sin embargo, ahora, después de estos acontecimientos, la mente racional intenta hacer algo con esa experiencia. Aprendes a reaccionar de un modo determinado, de una manera particular, tuya. Guardas la emoción en ti y eso cambia tu forma de vivir. Y a partir de entonces, esta experiencia se repite cada vez con mayor frecuencia. La injusticia proviene de mamá y de papá, de los hermanos y de las hermanas, de los tíos y las tías, del colegio, de la sociedad, de todos. Con cada miedo aprendes a defenderte, pero no lo haces de la misma manera que antes de la domesticación, cuando te defendías y seguías jugando.

Ahora hay algo dentro de la herida que, en un principio, no parece representar un gran problema: el veneno emocional. No obstante, el veneno emocional se acumula y la mente empieza a jugar con él. A continuación, el futuro empieza a preocuparnos un poco porque tenemos el recuerdo del veneno y no queremos que vuelva a ocurrir. También tenemos recuerdos de cuando hemos sido aceptados; recordamos a mamá y a papá siendo buenos con nosotros y viviendo en armonía. Queremos esa armonía pero no sabemos de qué modo crearla. Y, como estamos en el interior de la burbuja de nuestra propia percepción, nos parece que cualquier cosa que sucede a nuestro alrededor ha sido provocada por nosotros. Creemos que mamá y papá se pelean por nuestra culpa incluso cuando no tiene nada que ver con nosotros.

Tradición y Ocultismo

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 28/06/2005 2:05

Tradición y Ocultismo

Existe una cierta tendencia a pensar que la tradición antigua fue
completamente “cercenada” por dos modelos. Uno era religioso,el otro
laico. Respecto al asunto religioso ya no voy a entrar debido a la
libertad de “culto” que existe en nuestros tiempos.
Respecto al otro modelo, denominado “ciencia” tan sólo enfatizar un
hecho:¿cuales son sus origenes y cuales sus protagonistas?. Cualquier
investigador que interrogue un poco comprenderá que el
modelo “mecánico” es algo muy contemporaneo y que no obedece en
estricto sentido al concepto de “ciencia”…es simplemente una
metafísica más…eso sí, fuertemente apoyada (como lo fue en sus
tiempos una religión determinada).
Por tanto pensar que los exponentes de esa tradición son abuelitos
en un pueblo perdido puede quedar muy romántico para una persona
urbana pero no obedece a la realidad. De hecho esa figura de “anciano
sabio” (Don Juan de Castaneda como gran ejemplo literario)forma parte
de una riquísima tradición que podemos ver expuesta tanto en la
literatura, arte (arquitectura,pintura, escultura)y por supuesto
filosofía.
Que una metafísica concreta haya determinado las ciencias humanas
(la mecanicista como una nueva manera de alienación )no explica tanta
y tanta abundancia de conocimiento.
Así en España tenemos que afirmar que fue la puerta de entrada de
todo el “conocimiento hermético” procedente de Oriente y que recogido
en Italia desarrolló eso que ahora llamamos “Renacimiento”. Los
cultos autoctonos ibéricos siguen siendo conservados en las
expresiones festivas (folkloricas), y el único serio problema que
tenemos es mientras sigamos aceptando esa “censura científica”
seguiremos cayendo en sumisiones a una mentalidad que pretende
afirmarse como “dominante”.
Que entren pues en las salas de nuestro pensamiento todos los
exponentes de esa “primera filosofía”, en toda cultura y lugar…y
sepamos hallar el hilo conductor que los une…el homo sapiens.

P.D.: Para aquellos que ya creen saber de lo que se habla la pregunta
sigue siendo la misma: ¿qué es aquello que está oculto y que se
afanan por conocer? ¿Qué es aquello que está en potencia y necesita
ser expresado en acto?

Espectro de la conciencia Ken Wilber

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 19/08/2006 23:25
EL ESPECTRO DE LA CONCIENCIA: UN MODELO QUE INCLUYE LA ESPIRITUALIDAD
Por Ken Wilber
Ken Wilber
Enviado por nuestro amigo y compañero Alberto B. Tenaglia desde Argentina.

Hasta la aparición de su primera obra (El Espectro de la Conciencia) no existía un modelo psicológico que, no solo se apoyara en los conocimientos aportados por la comunidad científica occidental, así como, en los obtenidos a partir de las grandes tradiciones espirituales, sino que, además, encarara de una forma convincente y prometedora las difíciles contradicciones que parecían surgir en el intento.
La espiritualidad, aunque no es una disciplina exclusivamente oriental, ha sido siempre el motivo central de los estudios orientales acerca de la conciencia, constituyendo también su propia fuente inspiradora. De hecho, Ken Wilber, en este libro, usa como referente básico de la espiritualidad los enfoques orientales del estudio de la conciencia, pero sin limitarse, por ello, únicamente a los mismos. Sin embargo, salvo muchas e importantes excepciones, el consenso general de la comunidad científica occidental ha calificado a la mente oriental, y al misticismo en general y sus manifestaciones – de regresiva, primitiva, o en el mejor de los casos, débil. Según psicoanalistas como Franz Alexander:
Similitudes entre las regresiones esquizofrénicas y la práctica del Yoga y el Zen, indican la tendencia general de las culturas orientales a retraerse hacia el interior de uno mismo, ante una realidad social y física abrumadoramente difícil.
La dificultad se agrava todavía más cuando, a su vez, el filósofo oriental acusa al materialismo científico occidental de ser la forma más basta de ilusión, ignorancia y carencia espiritual, llegando incluso a ridiculizar el intento de establecer un ego sano por parte de la psicología occidental, teniendo en cuenta que cualquier forma de ego es causa de sufrimiento desde el punto de vista oriental. Pero como señala Wilber:
Aunque desde su nivel de conciencia tengan razón, incluso desde el punto de vista hindú, la vida es un ciclo de involución y evolución del yo absoluto, y se reconoce que, la mayoría de nosotros viviremos como un jivatman, o ego aislado (aunque ilusorio), enfrentado a un universo desconocido. Es precisamente en dichos casos en los que las psicoterapias occidentales pueden ofrecer una liberación por lo menos parcial del sufrimiento que supone el hecho de vivir como jivatman y no hay razón para no utilizarlas en dichos casos.
Posteriormente, agrega que:
La inmensa mayoría de la gente, especialmente en la sociedad occidental, no está preparada, dispuesta o capacitada para seguir una experiencia mística, ni es conveniente empujarla a dicha aventura.
La Tesis que Wilber expone en su primer trabajo consiste en considerar a la conciencia, en un sentido estrictamente metafórico, como un espectro formado por distintos niveles, al igual que la radiación electromagnética constituye una gama de ondas de distinta longitud, frecuencia y energía, tal como puede comprobarse, por ejemplo, al observar el arco iris. Así, en el caso de que distintos abordajes de la conciencia utilicen diferentes hipótesis de trabajo, instrumentos, y medios, es muy probable que acaben conectando con distintos niveles del espectro, como ocurriría, sí diversos investigadores de la radiación usaran distintos técnicas experimentales en sus estudios respectivos, llegando a resultados diferentes. Actualmente, esto último no representaría ningún problema para los científicos, ya que serían conscientes de estar tratando con el mismo fenómeno físico, pero desde ángulos diferentes.
Concretamente, en lo que concierne a la espiritualidad, este modelo permite aprovechar su profundo valor psicológico en armonía con los conocimientos aportados por los enfoques considerados como ortodoxos.
De forma genérica, Ken Wilber concluye que, si bien los enfoques orientales intentan trascender el sueño del yo, los occidentales tratan de repararlo para evitar que el sueño se convierta en una pesadilla. Añade que, éstos últimos pueden ser utilizados como preparación preliminar y ayuda complementaria, ya que todo método encaminado a producir relajación y reducción de tensión favorece la experiencia mística, citando ejemplos como el de Suzuki en el San Francisco Zen Center, donde se patrocinaban seminarios de conciencia sensorial.
El conocimiento espiritual
En principio, parece natural advertir que en todo proceso de conocimiento es imprescindible la presencia de un sujeto conocedor frente a un objeto que represente lo conocido. Esto, a su vez, implica que el sujeto permanece ajeno a lo conocido, ya que, en tanto que observador, no puede formar parte de lo que va a ser observado. Además, en el caso de que quisiéramos conocer al observador, no habría más remedio que convertirlo, dentro de lo posible, en un objeto de conocimiento, para lo cual, se requiere, entre otras cosas, un segundo sujeto capaz de poder observarlo. (Para ver como sucede esto último, ir a la parte dedicada a la forma del desarrollo de la sección de psicología).
Por lo que se ve, estamos atrapados en un círculo vicioso sin solución, ya que, esencialmente, nos encontramos otra vez en la misma situación y ante el mismo problema; a saber, un nuevo observador separado de aquello que observa. Esto, es lo que se conoce como el dualismo sujeto-objeto, o en términos más técnicos, el dualismo epistemológico, del que básicamente se desprenden el resto de dualismos, algunos de los cuales, son analizados por Wilber en el capítulo titulado Dos modos de saber, en donde dice:
No obstante, es curioso que este tipo de conocimiento dualista según el cual el universo se divide en sujeto y objeto (así como verdad y mentira, bueno y malo, etcétera) constituya la base fundamental de la filosofía, la teología y la ciencia en occidente.
Sin embargo, Ken Wilber, también nos recuerda que ha existido un consenso filosófico de alcance universal denominado Filosofía Perenne afirmando que es posible experimentar una forma de conocimiento que está libre de dualismos, un modo de saber no dual, el cual constituye el auténtico conocimiento espiritual.

El ejercicio capital del Testigo
He hablado de la conciencia testigo que persiste a través de la vigilia, el sueño y el sueño profundo. Pero el Testigo está completamente presente en cualquier estado de conciencia, incluyendo el estado de conciencia en el que ustedes se hallan en este mismo instante. De modo que trataré -eso es, al menos, lo que pretendo- de inducirles ese estado recurriendo a lo que se conoce con el nombre de instrucciones para señalar. Pero no aspiro a que entren en un estado diferente de conciencia, en un estado alterado de conciencia, en un estado no ordinario, sino que, por el contrario, voy a señalar algo que ya está sucediendo, de manera ordinaria y natural, en el estado en el que se encuentran ahora mismo.
Comenzaremos cobrando simplemente conciencia del mundo que nos rodea. Contemplen el cielo, relajen su mente y permitan que se funda con el cielo. Observen las nubes que flotan el cielo y dense cuenta que eso no les exige el menor esfuerzo. Su conciencia presente, la conciencia en que esas nubes están flotando, es muy simple, muy sencilla, muy fácil y muy espontánea. Adviertan simplemente que existe una conciencia sin esfuerzo de las nubes. Y lo mismo podríamos decir con respecto a esos árboles, esos pájaros y aquellas piedras. Ustedes pueden observarlo sencillamente sin realizar esfuerzo alguno.
Contemplen ahora las sensaciones que aparecen en su propio cuerpo. Ustedes pueden ser conscientes de cualquier sensación corporal que se presente, tal vez la sensación de presión en la zona en que están sentados, quizás un leve calor en la zona del estómago o una tensión en la nuca. Pero aún cuando la sensación sea de tensión, ustedes pueden ser fácilmente conscientes de ella. Estas sensaciones aparecen en su conciencia presente y esa conciencia es muy sencilla, muy fácil, muy espontánea, y no requiere esfuerzo alguno. Ustedes simplemente observan sin realizar esfuerzo.
Observen ahora los pensamientos que aparecen en su mente. Tal vez puedan darse cuenta de la aparición espontánea en su conciencia de imágenes, símbolos, conceptos, deseos, esperanzas, y miedos. Son pensamientos que emergen, permanecen durante un rato y terminan desapareciendo. Los pensamientos y sentimientos aparecen en su conciencia presente de un modo muy simple, muy fácil y muy espontáneo. Y ustedes se dedican simplemente a observarlos sin realizar esfuerzo alguno.
Dense ahora cuenta de que, si pueden ver el discurrir de las nubes, es porque ustedes no son esas nubes sino el testigo que las contempla. Dense cuenta de que, si pueden experimentar las sensaciones corporales, es porque ustedes no son esas sensaciones sino el testigo que las contempla. Dense también cuenta de que si pueden ver el discurrir de los pensamientos, es porque ustedes no son esos pensamientos sino el testigo que los contempla. De manera espontánea y natural, todas esas cosas emergen en su conciencia presente sin que tengan que hacer el menor esfuerzo.
¿Quiénes son, pues, ustedes? Ustedes no son ninguno de los objetos que se hallan fuera, ninguna de las sensaciones, ninguno del os pensamientos; ustedes no son ninguna de esas cosas, sino la consciencia sin esfuerzo que las contempla. ¿Quiénes o qué son ustedes?
Ahora pregúntense a sí mismos: Yo tengo sentimientos, pero no soy esos sentimientos. ¿Quién soy yo? Yo tengo pensamientos, pero no soy esos pensamientos. ¿Quién soy yo? Yo tengo deseos, pero no soy esos deseos. ¿Quién soy yo?
Ahora den un paso atrás hacia la fuente de su conciencia, den un paso hacia el Testigo y descansen en Él. Y repítanse: Yo no soy objetos, ni sensaciones, ni deseos, ni pensamientos.
Y aquí es donde la gente suele cometer un gran error, porque creen que, cuando descansen en el Testigo, van a ver o sentir algo muy especial. Pero el asunto es que, en tal caso, uno no ve nada raro porque, si viera algo, eso no sería más que otro objeto, otra sensación, otro sentimiento, otro pensamiento u otra imagen. Pero todos ésos son objetos, todos ellos son lo que usted no es.
No, cuando uno descansa en el Testigo y comprende que no es los objetos, los sentimientos ni los pensamientos- lo único que percibe es una sensación de Libertad, una sensación de Liberación de la identificación con los pequeños objetos finitos, con su pequeño cuerpo, con su pequeña mente y su pequeño ego, todos los cuales son objetos que pueden verse y, en consecuencia, no pueden ser el verdadero Vidente, el verdadero Yo, el verdadero Testigo, que es lo que ustedes realmente son.
De modo que, en tal caso, ustedes no verán nada en particular. Todo lo que aparezca estará bien. Las nubes flotan en el cielo, las sensaciones se mueven en el cuerpo, los pensamientos discurren por la mente y uno puede contemplar todo eso sin necesidad de hacer el menor de los esfuerzos.
Todo eso aparece espontáneamente en su consciencia presente sin realizar esfuerzo alguno. Y esa consciencia testigo no es nada concreto que pueda ver sino una inmensa sensación de Libertad la Vacuidad pura- en la que emerge el mundo manifiesto. Usted es esa Libertad, esa Apertura, esa Vacuidad y no cualquier cosa que emerja en ella.
Descansando en ese Testigo vacío y libre, adviertan ahora que las nubes están apareciendo en el inmenso espacio de su consciencia. Las nubes emergen dentro de ustedes, ustedes pueden degustar las nubes, ustedes son uno con las nubes, que se hallan tan próximas que es como si estuvieran desde este lado de su piel. El cielo y su conciencia son uno y todas las cosas que hay en el cielo están flotando en el interior de su conciencia. Y todo eso se halla tan próximo que pueden besar el sol y tragarse las montañas. Según el Zen, cuando dentro y fuera dejan de ser dos, cuando sujeto y objeto son no dos, cuando el observador y lo observado se tornan Un Solo Sabor, uno puede beberse el océano Pacífico de un solo trago; y ésa es la cosa más fácil del mundo. ¿Se dan cuenta de ello?
Recomendaciones
En el camino de conduce a Un Solo Sabor, las personas suelen incurrir en dos tipos de errores. El primero de ellos se refiere a lo que ocurre cuando uno establece contacto con el Testigo, mientras que el segundo afecta al paso que conduce desde el Testigo a Un Solo Sabor.
Veamos. Existe la creencia de que en el momento en que uno establece contacto con el Testigo (con el Yo-Yo) verá algo muy especial. Pero lo cierto es que, en ese momento, uno no ve nada sino que simplemente contempla todo lo que aparece, porque uno no es algo que pueda verse sino el Vidente puro y vacío. Las luces, la beatitud y las visiones súbitas no son más que objetos y, en consecuencia, no tienen nada que ver con el Testigo, y aunque, finalmente, en Un Solo Sabor uno se convierta en todo lo que ve, no se puede empezar tratando de hacer eso tratando de ver la Verdad- por que ese mismo intento obstaculizaría su emergencia. Es por ello que tenemos que partir de ( yo no soy esto, yo no soy eso).
De modo que el primer error impide la presencia del Testigo tratando de convertirlo en un objeto que pueda ser apresado, cuando lo cierto es que es el Vidente de todo cuanto aparece y sólo puede ser experimentado en tanto que sustrato de Libertad y Liberación de todos los objetos.
Descansando en esa Libertad y Vacuidad en la contemplación ecuánime de todo lo que emerge se dará cuenta de que el yo separado (o ego) aparece en su conciencia como cualquier otra cosa. Y eso es algo que usted puede sentir del mismo que puede sentir sus piernas, una mesa, una piedra o sus propios pies.
La contracción sobre uno mismo se experimenta como una tensión interior que, a menudo, se halla localizada detrás de los ojos y se ancla en forma de una leve tensión muscular en todo el cuerpo mente. Es una sensación de contracción frente al mundo, una ligera tensión que afecta a la totalidad del cuerpo-mente. Es una sensación de contracción frente al mundo, una ligera tensión que afecta a la totalidad del cuerpo. Advierta, simplemente, esa tensión.
Cuando uno descansa en el Testigo vació y se percata de esa contracción sobre uno mismo supone erróneamente que, para pasar finalmente desde el Testigo hasta Un Solo Sabor, tiene que desembarazarse de ella (liberarse del ego). Y ése es el segundo error, un error que no hace más que fortalecer la tensión.
Nosotros creemos que la contracción sobre uno mismo oculta o eclipsa el Espíritu cuando, de hecho como ocurre con cualquier Forma del universo- no es más que otra de sus resplandecientes manifestaciones. Todas las Formas incluida la forma del ego- no son más que Vacuidad. Es más, el único que quiere desembarazarse del ego es el propio ego. El Espíritu ama todo lo que emerge tal cual es. El testigo ama el ego, porque el Testigo es la mente espejo ecuánime que refleja y abraza con la misma aceptación todo cuanto aparece.
Pero el ego decide jugar al juego de desembarazarse de sí mismo porque, mientras tanto, seguirá existiendo (¿quién, sino, está jugando?). Como dijera Chung Tzu hace ya mucho tiempo: ¿No es acaso el deseo de librarse del ego una manifestación del ego?.
El ego no es más que una tensión sutil y usted no puede recurrir a la tensión para librarse de la tensión porque, en tal caso, terminaría con dos tensiones en lugar de una. El ego es una manifestación perfecta de lo Divino y funciona mejor descansando en Libertad que tratando de desembarazarse de él, lo cual, dicho sea de paso, no hace sino aumentar su contracción.
¿Cuál es, entonces, la práctica adecuada? Cuando usted descanse en el Testigo, cuando usted descanse en el Yo-Yo, cuando usted descanse en la Vacuidad, preste atención simplemente la contracción sobre sí mismo. Descanse en el Testigo y advierta esa contracción porque, para sentir esa contracción, para contemplarla, deberá haberse desidentificado y, en consecuencia, liberado de ella. Entonces, usted estará mirando desde la posición del Testigo que siempre se halla libre de todos los objetos.
De modo que descanse en el Testigo y percátese de la contracción sobre sí mismo, exactamente del mismo modo en que puede sentir la silla en la que se sienta, la tierra o las nubes que flotan en el cielo. Los pensamientos flotan en la mente, las sensaciones flotan en el cuerpo, la contracción sobre sí mismo sobrevuela en su consciencia y usted contempla todo eso de un modo espontáneo y ecuánime.
En ese estado simple, cómodo y sin esfuerzo, no está tratando de desembarazarse de la contracción sino sencillamente sintiéndola, y mientras esté descansando en el Testigo o Vacuidad que es, Un Solo Sabor podrá resplandecer con más facilidad. No hay nada que uno pueda hacer para provocar (o causar) Un Solo Sabor, por que, Un Solo Sabor no es el resultado de acciones temporales, siempre está completando presente y uno nunca se ha alejado de él.
Lo máximo que uno puede hacer por vía del esfuerzo temporal, es evitar estos dos grandes errores. No trate, pues, de ver al Testigo como un objeto, sino que descanse simplemente en Él en tanto que Vidente, ni trate tampoco de desembarazarse del ego sino que dedíquese, simplemente, a percibirlo. De ese modo, se colocará al borde del abismo de su Rostro Original.
Descanse en el Testigo y dése cuenta de la contracción sobre usted mismo: ése es precisamente el ámbito en que Un Solo Sabor puede resplandecer con más intensidad. Pero no lo haga para conseguir esto o aquello, sino de un modo espontáneo durante todo el día y toda la noche, permaneciendo de pie al borde de su más sorprendente reconocimiento.
Estos serían los pasos a dar:
Descanse en el Testigo y experimente la contracción en sí mismo, y cuando lo haga, dése cuenta de que el Testigo no es la contracción, sino que es consciente de ella. El Testigo está libre de la contracción… y usted es el Testigo.
En tanto que Testigo, usted se halla libre de la contracción en sí mismo. Descanse en esa Libertad, Apertura, Vacuidad y Liberación. Experimente esa contracción y déjela ser, del mismo modo que permite la existencia de cualquier otro tipo de sensación. No trate de librarse de las nubes, los árboles o el ego sino permítales ser mientras permanece relajado en el espacio abierto de Libertad que usted es.
En ese espacio de Libertad y de un modo espontáneo – uno puede advertir que la sensación de Libertad carece de interior y de exterior, de centro y periferia. Los pensamientos flotan en esta Libertad, el cielo flota en esta Libertad, el mundo emana de esta Libertad y usted es Eso. El cielo es su cabeza, el aire su respiración, la tierra su piel, y todo ello de un modo inmediato e íntimo. Cuando uno descansa en esta Libertad, que es Plenitud infinita, se convierte en la totalidad del Mundo.
Éste es el mundo de Un Solo Sabor, un mundo que no tiene ni dentro ni fuera, sujeto y objeto, aquí ni fuera de aquí; un mundo que carece de origen y de final, de objetivos y de medios, de camino y de meta. Ésta, como dijo Ramana Maharshi, es la verdad última.

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