Este es un resumen de una investigación hecha por otra persona ansiosa por desmentir las falsedades de la historia oficial de nuestro amado México
El mito del canibalismo.
Según el padre Las Casas quién debió conocer parte del diario del capitán de la misión Cristóbal Colon (Cristóbal Colon no existió como personaje, pero ese es tema de otro articulo), en las islas caribes los marinos encontraron un poblado en donde sus moradores cargaban grandes vasijas de barro que contenían cuerpos humanos dentro.
Para los europeos de aquellos tiempos una olla o una vasija solo eran implementos de cocina, pero para los nativos de la isla una vasija de barro es el recipiente que simboliza a la matriz de la madre tierra, de donde todo proviene y al cual todo regresa.
De esta visión de los marineros invasores derivó todo el mito de la antropofagia de Anáhuac. Los habitantes de las islas Caribes, los caribales, fueron llamados caníbales por la pésima pronunciación de los invasores.
Pedro Mártir de Anglería en sus Décadas del Nuevo Mundo resaltaba al canibalismo de los nativos en sus relatos llenos de fantasías. Decía que la primera vez esos salvajes vieron a los españoles, se les hizo agua la boca. Dichas Décadas fueron escritas tomando lo relatado por los verdaderos viajeros, pues Pedro Mártir los realizó desde la comodidad de la corte española.
Al establecer la encomienda y someter a los caribes, estos se sublevaron barias veces y los invasores con barbarie inaudita exterminaron a toda la población de la isla, entre 1494 y 1508, en menos de 15 años, mas de tres millones de caribes murieron.
La justificación de los invasores fue que los nativos eran casi animales que se comían unos a otros y los colonizadores también corrían peligro pues los sublevados eran caníbales.
El gran mito de los sacrificios humanos
Después de la caída de Tenochtitlan, en la época de la colonia, varios religiosos tratan de hurgar en el pasado de los mexicanos para conocer sus antiguallas y salvarlos de sus creencias demoníacas.
Las cartas de Cortés no tienen ninguna aseveración de haber presenciado un sacrificio ritual en el que la victima fuera humana, y mucho menos una aseguración visual de algún acto de canibalismo.
Al revisar las crónicas escritas por religiosos se nota a primera instancia, que las antigüedades de los mexicanos están realizadas en base a recuerdos de sus informantes y nunca a testimonios visuales, dichos recuerdos no los presenciaron sino que son lo que según por tradición iban guardando.
En el caso de los sacrificios rituales, toda la información que da entre dicho a tomar en cuenta que según el historiador Ixtlilxochitl, las leyes que normaban la conducta de los habitantes del Anáhuac eran muy rígidas (esto se debía a que su sociedad era perfecta y bien balanceada, no existían carencias de ningún tipo, por lo tanto los delitos eran injustificados), lo mismo asiste Andrés de Olmos y Cristóbal del Castillo. Si alguien trasgredía alguna ley y alteraba el equilibrio de su sociedad era ejecutado según su jerarquía. Esas ceremonias referentes a los sacrificios rituales que con lujo de detalle nos describen Sahagun y Durán aunque sus informantes nunca las vieron y que están relacionadas estrechamente con el calendario, son ejecuciones de los que alteraban la paz de los pueblos o los intereses comunes entre ellos.
Los cientos de prisioneros que se obtenían en las llamadas guerras floridas para ser sacrificados nunca los vieron los relatores.
El único testimonio de sacrificio que relatan las crónicas de la conquista es de 50 españoles y ocho caballos de los cuales vieron las cabezas clavadas en unas estacas, pero esto no quiere decir que hayan sido sacrificados a ningún Dios, sino lo mas lógico es que hayan sido ejecutados como prisioneros de guerra que en vida avían ocasionado ya demasiados males a los mexicanos.
Pedro de Alvarado también fue ejecutado por el generan Tenamachtli en el campo de batalla. Fue sentenciado por los cargos que magnicida. La ejecución consistió en quebrarle todos y cada unos de los huesos del cuerpo a golpes y dejarlo morir de dolor.
La primera impresión de los españoles sobre los aztecas fue de gente altamente civilizadas solo que con el tiempo la transformación de civilizados a bárbaros fue obra de los ágiles manejos intelectuales de los frailes. Manifestaban compasión por el sufrimiento de los sobrevivientes a la par que odiaban casi todos los aspectos de su cultura pues veían en ellos manifestaciones demoníacas hasta en lo más trivial. El mismo Cortés ya en plena decadencia recuerda el respeto y la piedad de los sabios aztecas en contraste con la brutalidad política y venal de las órdenes religiosas.
Y son estos mismos religiosos los que se dedicaron a reordenar toda la información recogida de las antiguas costumbres con el fin de conocer de raíz la fuente de los males y presentarla posteriormente con una perspectiva cristiana.
Curiosamente esos mismos cronistas religiosos son utilizados hoy como fuentes dignas de confianza para estudiar a los aztecas y a los mayas y en general a los pueblos prehispánicos aun cuando ningunos otros cronistas han tenido jamás mejores razones o mayores deseos de malinterpretar intencionalmente las informaciones.
Es precisamente de ellos la poca documentación existente donde se mencionan con más extenuidad los sacrificios rituales y el canibalismo.
El absurdo de los sacrificios humanos.
La historia oficial esta llena de incongruencias, cuando intentan exponer la hipótesis de que nuestros antiguos mexicanos hacían sacrificios humanos, estas incongruencias brillan de lo lindo.
Es bien sabido que el calendario maya tiene una preescisión matemática increíble y cualquiera que compare el calendario maya con el azteca puede apreciar que básicamente es lo mismo. Mediante este sistema calendarico nuestros antiguos mexicanos podían determinar la llegada exacta de los equinoccios, solsticios, eclipses, fases lunares y cualquier fenómeno astronómico. Un claro ejemplo de esto lo podemos apreciar en el fenómeno del descenso de Kukulcan en la pirámide de Chichen Itza en Yucatán.
Si podían determinar con increíble preescisión los fenómenos astronómicos ¿no les parece acaso una total incongruencia que digan que sacrificaban gente por temor una absurda superstición de que si el Sol no era alimentado con sangre humana podía no salir al día siguiente?
Dicen que el sacrificio era ejecutado por un sacerdote el cual tomaba entre sus manos un cuchillo de pedernal y de un solo tajo abría el pecho de la victima para inmediatamente después extraer el corazón aun palpitante y alzarlo al cielo.
Si usamos nuestra lógica y razonamiento podemos observar los absurdos de esta aseveración.
Un cuchillo de pedernal, un instrumento sumamente rudimentario ¿Por que utilizar algo tan rustico como un cuchillo de piedra? cuando se sabe que nuestros antiguos mexicanos sabían utilizar los metales, simplemente basta con observar los bellos adornos encontrados en Montealban Oaxaca para darnos cuenta de su excelente manejo en metales. También es bien sabido que tenían minas para la extracción de estos.
Un pecho humano, el cual se compone de piel, músculos y huesos es casi imposible de partir con un cuchillo de piedra de un solo tajo, para ello se requeriría de una violencia increíble pues se necesita desgarrar la piel, músculos y romper los huesos, si esto es difícil de hacer con un cuchillo de acero bien afilado reflexionemos en la dificultad de hacerlo con un cuchillo de piedra con un mal filo disparejo, aun si esto se lograse el pecho de la victima quedaría hecha un batido de viseras en el cual el corazón sería imposible de reconocer o probablemente sería aplastado por la violencia del impacto.
Los cirujanos en la actualidad para realizar una operación de corazón utilizan instrumentos muy sofisticados y precisos para abrir el pecho ¿No es por acaso un absurdo pretender que un cuchillo de pedernal pueda realizar en un instante la labor que a estos instrumentos les lleva un determinado tiempo?
Suponiendo que fuera cierto el absurdo de que el cuchillo de pedernal abriera el pecho de la victima dejando el corazón expuesto, el corazón se encuentra conectado a válvulas y venas, no está suelto allí en el interior del pecho así nada más. ¿Que tan creíble sería decir que el sacerdote de un jalón lo arrancaba de todas estas conexiones? ¿O acaso se tomaba la molestia de cortarlas todas con su rudimentario cuchillo de pedernal? si fuese así ¿cuanto tiempo le llevaría? ¿Podría hacerlo antes de que el corazón cesase de latir? ¿Por qué no lo especificaron así los cronistas?
Para rematar, el nombramiento de sacerdote más correctamente dicho guerrero sacerdote no se daba tan a la ligera como hoy en día se les da títulos y reconocimientos a los antropólogos y arqueólogos. Para transformarse en guerrero sacerdote se necesitaba pasar por pruebas que ponían en juego el equilibrio físico y mental del aspirante. Pocos eran los que lograban coronarse como guerreros sacerdotes.
Según las crónicas de los invasores para la inauguración del Templo Mayor (cosa que no presenciaron los invasores, pues dicho evento ocurrió antes de su llegada) se sacrificaron entre 20,000 y 80,000 victimas (diversos autores no se ponen de acuerdo en el numero de las victimas) lo que quiere decir que cada guerrero sacerdote tuvo que realizar muchas veces seguidas el increíble esfuerzo de partir un pecho humano con un cuchillo mal afilado de piedra y arrancar el corazón. Por lo menos de 20 a 80 veces tuvieron que realizar esta operación eso si suponemos que 1,000 aspirantes hubiesen logrado ostentar el titulo de guerrero sacerdote (aunque estoy exagerando tanto como decir que se puede abrir un pecho humano de un solo tajo con un cuchillo de piedra sin aplastar las viseras internas y arrancar el corazón de un jalón y repetir esta operación 80 veces seguidas sin agotarse).
Estos cuentos pudimos habérnoslos creído cuando éramos niños, pero ya es tiempo de madurar, ya es tiempo de dejar de creer en Santaclos y los cuentos que los invasores nos dejaron y despertar a la verdadera grandeza de nuestros antiguos mexicanos.
Saludos Mimich:
Antes que todo una disculpa por retomar tan tarde este tema de los sacrificios humanos.
Bien, por principio de cuentas, la evidencia arqueológica y documental respecto a los sacrificios humanos es abrumadora, y se pueden apreciar estas escenas en la propia arquitectura y pintura prehispánicas. Una visita al Museo del Templo Mayor, Cacaxtla, Palenque, Monte Albán, Uxmal, por citar sólo algunos, no dejará lugar a dudas sobre la realidad de esta práctica entre los antiguos mexicanos. Además, cabe aclarar que la mayoría de las escenas de sacrificio humano representadas y los restos humanos inmolados descubiertos pertenecen al Posclásico, lo cual es comprensible pues la predominancia de los Estados Guerreros en Mesoamérica favorecía la extensión de estos cultos que cumplían con una función de control social a partir del terror, lo cual es típico de los Estados regidos por dictaduras militares, lo mismo en Alemania que en la URSS o la China Imperial y el Estado Colhua o Mexica. Someter a la población a través del terror institucionalizado siempre ha garantizado a los gobiernos la obediencia de los subordinados.
No es casual que el empleo del sacrificio humano se masificó a partir de la sequía vivida en el Anáhuac en los años 1450 a 1454, cuando el hambre sufrida por la clase macehual puso en entredicho el pacto fundacional entre nobles y pueblo raso que había dado unidad al pueblo mexica desde los tiempos de la lucha contra el señorío de Azcapotzalco.
Estos desastres naturales ocurrieron durante el reinado de Moctezuma, Tlacaelel, el Maquiavelo mexica, aconsejó que se dijera al pueblo que los dioses estaban disgustados con ellos y para desagraviarlos, les ofrecieron numerosas víctimas, emprendieron contra los Chalca, Tlaxcaltecas y Cholultecas en las llamadas guerras floridas o Xochiyaoyotl, tomándose en cuenta que estas contiendas no significaban conquistas territoriales ni comprometían la soberanía de los vencidos y que el único fin de tales guerras era el de hacer prisioneros para sacrificarlos a los dioses como lo aconsejaban los sacerdotes.
Sin embargo, en el periodo clásico tardío hallamos pruebas gráficas del sacrificio humano vinculado a la celebración del Juego de Pelota, como los que llevaban a cabo los toltecas itzaes en las ciudades de Tulum y Chichén Itzá y que están magníficamente plasmados en la arquitectura, estatuaria y cerámica del lugar.
Un alto nivel tecnológico o científico, en toda la historia de la humanidad, nunca han inhibido la agresión del ser humano hacia sus semejantes. Los sumerios conocían los nueve planetas del sistema solar y sin embargo no tenían empacho en sacrificar seres humanos en sus fiestas sagradas. Lo mismo podemos decir de la Grecia clásica, donde los niños espartanos que nacían débiles o deformes eran asesinados ipso facto, Alemania que fue capaz de inventar la cámara de gas o la ejecuciones “tecnológicas” practicadas en USA a través de la silla eléctrica o la inyección letal.
Tu argumento contra el poder cortante y de penetración de las hojas rupestres debe también ser examinado y matizado. Ojalá puedas observar una hoja de obsidiana, que por su densidad y constitución físico química puede ser tan efectiva o más que una hoja de hierro.
Los mismo españoles tuvieron que atestiguar esto, si no, ¿de qué servía un arma como el macahuitl? varios cronistas españoles atestiguan que con tal arma se podía separar una cabeza humana del cuerpo con un solo tajo y hasta cercenar extremidades… y esto sólo con una serie de hojas de obsidiana
Te transcribo un pasaje del libro “La Guerra Chichimeca” del Fondo de Cultura Económica donde se dan más muestras del poder cortante y de penetración de la obsidiana:
La fuerza y el poder de penetración del arco chichimeca siempre fue motivo de asombro para los españoles, particularmente por la extrema delgadez de la caña de la flecha. A contecido Peleando vnos soldados con yndios Chichimecas por defenderles vna rrequa cargada de mercadería de dar un flechazo á vn soldado en el frasco que tiene la polbora y se le pasaron de parte á parte y una quera de onze queros de gamuza y vna cota y vn jabón y le yrieron del dho flechazo. A acontecido tirar a un cauallo en que andauan un soldado Peleando y darle en la testera que hera de vn esquiaipil muy fuerte y pasar la flecha de la dha arma y la cabeca y salir por el pequeso y entrarle por el pecho cossa que ciertamente si no tuuiera por muy cierta Parece cossa yncreible. A un soldado de don Alonso de Castilla le diero[n] un flechazo, e[n] la cábeça del caballo sobre vna testera doblada de cuero de vaca y vna hoja de lata y le pasaron la cabeça y pecho, hasta q[ue] dio redondo con el caballo muerto e[ne]l suelo, esto viero[n] muchos q[ue] son viuos.
La flecha, de unos dos tercios de largo del arco, era sumamente fina, habitualmente de caña y con punta de obsidiana, sujeta a la caña por fibras humanas o tendones de animales. Lo corto del arco, lo frágil de la flecha y el filo conchoidal de la obsidiana se combinaban para lograr una penetración que para los españoles resultaba casi inverosímil. El hecho de que la flecha chichimeca atravesara cualquier malla, excepto las de trama muy apretada, propició que en la frontera los españoles utilizaran cada vez más la armadura de gamuza.
Así pues, la obsidiana podia entrar fácilmente en un tórax humano para extraer el corazón. Un ejemplo más, en los mamuts encontrados en el municipio de Jojutla, Morelos enpecíficamente en la localidad de Chimalacatlan, así como en Quilamula y Nexpa y en los Municipios de Tlalquiltenango y Miacatlán, existen puntas de obsidiana incrustadas en los huesos de dichos animales, cuyo pelaje y piel debieron ser ostensiblemente más difíciles de penetrar que un pecho de homo sapiens.
En cuanto a la cantidad de víctimas de la inauguración del Templo Mayor, concuerdo en que la cifra parece exagerada, sobre todo por las dificultades técnicas que imponía el cautiverio de esa cantidad de individuos, su manutención pre mortis, la descomposición de los cuerpos en el ambiente lacustre de Tenochtitlan, etc.
Lo que si es cierto es la práctica de la Xochiyaoyotl entre los pueblos nahuas de mesoamérica para capturar víctimas para el sacrificio y que una de las partes más sagradas del templo nahuatl era el Tzompantli o “Sagrado Altar de Cráneos” donde se colocaban los cráneos de las víctimas decapitadas.
Esto también es indiscutible, pues el municipio de Zumpango debe su nombre precisamente al Tzompantli, ya que Zumpango es una descomposición hispana del vocablo del idioma náhuatl Tzompanco, que se compone de la expresión Tzompantli, que su acepción es: Altar de Cráneos, y Co que determina un lugar, sitio o espacio ocupado lo que significa: Lugar del tzompantli.
Frente al Juego de Pelota de Chichén Itzá se levanta el Tzompantli y en el Museo del Templo Mayor se pueden apreciar los cráneos con la perforación lateral que se les practicaba para engarzarlos en el Tzompantli.
En San Juan del Río, en lo que ahora se conoce como el Barrio de la Cruz, se erigía un Tzompantli utilizado por los otomíes “nahuatlizados” de la zona.
Con lo anterior me parece que queda claro que la práctica del sacrificio humano no se trata de cuentos infantiles sino de un hecho cultural que tuvo un contexto social determinado y no algo de loq ue tengamos que avergonzarnos, pues es parte de nuestra herencia cultural como pueblo.
Gracias y espero tu respuesta.
Saludos nuevamente Wonderwaffe!!!!
Hablas de evidencia arqueológica y documental. Es verdad, hay muchísimos libros y muchísimos tipos que hablan del sacrificio humano como si este hubiera sido una realidad. Yo se que por cada autor que cite que se oponga a los sacrificio humanos tu puedes multiplicarme la cifra. Sin embargo, el hecho de que mucha gente incapaz de ver lo lógico y lo obvio hable de lo mismo no lo transforma en una realidad. El que tengan un titulo o reconocimiento nada significa, pues cualquiera puede obtenerlos y más cuando se apoyan las versiones oficiales.
Las versiones oficiales no son oficiales porque sean verdaderas, sino por el hecho de que apoyan intereses ajenos, es decir, a alguien le conviene que todos crean eso. No creo que sea necesario citar ejemplos.
Las escenas como la de el juego de pelota de Chichen Itza o los altares de cráneos y de ese tipo, escenas que los arqueotontologos (perdón por llamarles así, pero para mi no merecen respeto alguno, pues lo único que han hecho es ponerse de parte de los intereses ajenos) insisten en llamar escenas de sacrificios humanos, se debe a su limitada capacidad que tiene de ver las cosas. Te aseguro que si nuestra civilización desapareciera repentina mente y estos sujetos se dieran a la tarea de buscar como vivíamos, culparían a los catolicos de practicar sacrificios humanos después de ver las imágenes de Jesucristo crucificado o las de un sagrado corazón de Jesús, pues este tiene un corazón humano sosteniéndolo en sus manos. Para ellos esto seria una prueba rotunda de que los católicos practicaban el sacrificio humano y al leer la consagración de la ostia seguramente sería una prueba irrefutable del horrible canibalismo que estos practicaban.
Para interpretar correctamente las estelas tienes que saber primero como pensaban nuestros Antiguos Mexicanos. Ya que si las interpretas desde la concepción europea entonces lo único que vas a sacar de allí son puros disparates, pues dicha concepción es una concepción disparatada.
Es más que obvio que lo la pobre ciencia inferior de la arqueología actual hace es limitarse a buscar evidencias que respalden los mitos que dejaron los frailes en sus escritos.
Me hablas de historia antes de la llegada oficial de los invasores. Cómo dijo Olyis, es la historia que escribieron los vencedores. La historia que interpretaron de los códices según su pobre concepción del mundo. Recuerdo un ejemplo: Se dice que los aztecas comían serpientes, según la historia oficial esto es algo literal, tal cual como se lee. Los pobrecitos no se dan cuenta que esto es un lenguaje poético, al decir que los aztecas comían serpientes se refiere a que ellos se alimentaban con el CONOCIMIENTO.
Como lo dije antes, si había ejecuciones, pero una ejecución es muy diferente a un sacrificio humano. La ejecución se le da a un criminal, es una forma de castigo y no se hace con la finalidad de alabar a los dioses, sino para protección de la misma sociedad.
Como mencioné antes, supongamos que de un tajo abrieran un pecho humano, ¿Y lo demás que? el corazón no está suelto allí nada más. Son argumentos que ya dije, que están más arriba y que no repetiré nuevamente.
En conclusión, lo que supuestamente se da a conocer como pruebas del sacrificio humano, son solo mal interpretaciones que los ignorantes con títulos han hecho de las culturas del México Antiguo debido a su incapacidad y pereza mental.
Después de todo, la supuesta piedra altar de los sacrificios humanos nunca ha sido encontrada. Pero este es un hecho que los arqueotontologos parecen pasar por alto. Lo que nos lleva a la pregunta ¿Realmente esos sujetos son de fiar?
Respuesta: Rotundo NO