EL CHAMANISMO TIBETANO

EL CHAMANISMO TIBETANO
Sacerdotes y magos, los chamanes tibetanos mantienen los ritos funerarios y ceremonias de curación del alma descendientes de la antigua religión del Bon
El Bon y el Bardo-Thodol, cuyo nombre significa «liberación por entendimiento del plan que sigue a la muerte», es un tratado sobre la muerte y su después.
Contiene una extraña mezcla de elementos tomados de numerosas fuentes. Basta visitar los templos taoí­stas chinos o leer obras de taoí­smo para descubrir en ellas imágenes e ideas análogas a las presentadas en el Bardo-Thodol. Lo que se ha tomado del tantrismo nepalense, de las teorías idealistas de ciertas Escuelas filosóficas del Budismo mahayanista y hasta de otras fuentes, forman en el Bardo-Thodol una extraña mezcla heterogénea que destaca sobre todo en los tratados más voluminosos. Hay razones para creer que el más antiguo origen del Bardo-Thodol se remonta a los fieles de la antigua religión Bon, y que sobre ese fondo fueron gradualmente superpuestas nociones budistas.

Fue escrito en tiempos de Padmasambhava, en el siglo VIII. Luego se perdió y fue encontrado por Rigzin de Karna Ling-Pa, considerado como una emanación de Padmasambhava. Su uso generalizado en todo el Tí­bet como ritual funerario, y su aceptación por parte de todas las sectas, bajo versiones variadas, testifican que fue obra de varias generaciones.

Buena parte del ritual funerario proviene de la religión del Bon. Es costumbre ritual, tras una serie de ceremonias previas a la muerte, construir una efigie del difunto, una vez que el cuerpo es llevado a los funerales, y esta efigie se coloca en el mismo sitio que ocupó el cuerpo, y se sigue con las ofrendas de alimento hasta finalizar los cuarenta y nueve dí­as del Bardo. Los lamas cantan dí­a y noche para ayudar a que el espíritu alcance el paraí­so de Amithaba. Durante los cuarenta y nueve dí­as, se lee el Bardo-Thodol para acompañar al difunto en su viaje y visiones, al mismo tiempo que se realiza toda una serie de ceremonias encaminadas al buen viaje del difunto en el Más Allá.

El tema esencial del Bardo-Thodol es el concepto filosófico de los idealistas mahayanistas, según el cual la «liberación» es un acto mental que consiste en reconocer claramente que no hay otras ataduras que las que tejemos nosotros mismos a nuestro alrededor; que los cielos, los infiernos, los dioses y los demonios no son sino creaciones de nuestra imaginación.
EL BON Y EL CHAMANISMO
La voz «chamán» viene del sánscrito shaman, y según Blavatsky, «los shamanes o chamanes son una especie de sacerdotes magos o sacerdotes hechiceros, sectarios de la antigua religión Bon del Tí­bet. Se funda el shamanismo en la creencia de que después de la muerte persiste la individualidad del hombre, aunque se haya desprendido del cuerpo fí­sico, y que sigue viviendo en naturaleza espiritual.»

Los sacerdotes Bon-po no se diferencian en nada de los verdaderos chamanes, incluso estaban divididos en Bon-po «blancos» y Bon-po «negros»; aunque todos utilizaban el tambor para sus ritos. Algunos pretendí­an estar «poseí­dos por los dioses». La mayorí­a practicaban el exorcismo. Algunos de estos Bon-po se llamaban a sí­ mismos «los poseedores de la cuerda celeste».

Los «pawo» y los «nyen-jomo» son médiums, hombres y mujeres, y son considerados por los budistas como representantes tí­picos del Bon. No dependen de los monasterios bon de Sikkin ni de Bután, y parecen ser los vestigios del Bon en su forma más antigua, no organizada, como existí­a antes de que el «Bon blanco» se desarrollara según el ejemplo del Budismo. Parece que llegan a ser poseí­dos por los espí­ritus de los muertos y que, durante su trance, entran en comunicación con sus divinidades protectoras. En cuanto a los médiums bon, una de sus funciones principales era servir de mensajeros temporales de los espí­ritus de los muertos, que serí­an más tarde conducidos al otro mundo.

De los chamanes Bon se dice que utilizan sus tambores como vehí­culos que les permiten desplazarse por los aires. El vuelo de Naro-bon-chung durante su torneo mágico con Milarepa es un ejemplo clásico. La leyenda según la cual Gshen-rab-mi volaba sobre una gran rueda, ocupando la parte central, mientras sus cuatro discí­pulos iban sentados sobre los ocho rayos, bien puede representar un vestigio de una tradición semejante. Es probable que originalmente el vehí­culo fuera el tambor chamánico, más tarde reemplazado por la rueda, sí­mbolo budista.

En la cura del chamán bon se efectúa una exploración del alma del enfermo, técnica especí­ficamente chamánica. Una ceremonia análoga tiene lugar cuando el exorcista tibetano es llamado para curar a un enfermo y lleva a cabo una búsqueda del alma del paciente.

Para hacer volver el alma del enfermo es necesario un ritual extremadamente complicado que incluye objetos y efigies.

El Lamí­smo ha conservado i­ntegramente la tradición chamánica de los Bon. Incluso los más famosos Maestros del Budismo tibetano se supone que han efectuado curaciones dentro de la más pura tradición del chamanismo.

Se conoce el papel que desempeñan los cráneos humanos y las mujeres en las ceremonias lamaí­stas. El llamado baile del esqueleto goza de especialí­sima importancia en las representaciones dramáticas que se conocen con el nombre de tcham, y que tienen, entre otros fines, el de familiarizar a los espectadores con las terribles imágenes de las divinidades protectoras que surgen en estado de bardo, esto es, en un estado intermedio entre la muerte y una nueva encarnación.

Volvemos a encontrarnos de nuevo con el libro tibetano de la muerte o Bardo-Thodol, que según podemos apreciar tiene cierta estructura chamánica, y aunque no se trata exactamente de un guí­a psicopompo, puede compararse el papel del sacerdote que recita, en beneficio del difunto, unos textos rituales acerca de los itinerarios post-mortem, con la función del chamán que acompaña simbólicamente al muerto hasta el más allá.

Existe cierto parecido de estructura entre los ritos y los mitos Bon-po y el chamanismo, y podemos comprobar la supervivencia de los temas y de las técnicas chamánicas en el Budismo y el Lamaísmo.
LOS BONS
Los Bons o Dugpas, llamados también «Hermanos de la Sombra», conforman una secta del Tí­bet vulgarmente llamada «los bonetes rojos». Son tenidos como los más versados en hechicerí­a. Habitan el Tí­bet occidental, el pequeño Tí­bet y el Bhután. Todos ellos son Tatrikas, y se supone que practican la peor forma de magia negra. Algunos ritualistas que han visitado las fronteras del Tí­bet confunden los ritos y prácticas de los Dugpas con las creencias religiosas de los Lamas orientales, los «bonetes amarillos» y sus Narjols u hombres santos.

El Dorje, arma o instrumento al que se le atribuye la virtud oculta de repeler las influencias dañinas, purificando el aire, ha sido empleado por los Bons o Dugpas para ciertos fines de magia negra, y para ellos es como el doble triángulo invertido, el signo de la hechicerí­a. En cambio, para los «bonetes amarillos» o Gelugpas, es un sí­mbolo de poder.

Según La Voz del Silencio:

Los discí­pulos pueden compararse a las cuerdas de la vina, eco del alma; la humanidad a su caja armónica; la mano que la pulsa, al soplo melodioso del gran alma del mundo. La cuerda que no responde a la pulsación del Maestro, en dulce armoní­a con todas las demás, se rompe y se la arroja. Así­ deben ser las mentes colectivas de los Lanus-Sravakas. Tienen que estar acordes con la mente del Upadya, unificarse con la Super-Alma, o separarse de una vez.

Esto último es lo que hacen «Los Hermanos de la Sombra», los destructores de sus almas, la espantable legión de los Dag-Dugpa.

Nada tienen que ver estos Bons o Dag-Dugpas con aquellos practicantes del Bon, que sí­ veí­an la Unión en todas las cosas.

Bibliografía:
El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. Mircea Eliade. Ed. FCE.

Diccionario de las religiones. M. Eliade y Joan P. Couliano Ed. Paidos.

Historia de las creencias y de las ideas religiosas, M. Eliade. Ed. Cristianidad.

Textos tibetanos inauditos. Alexandra David-Neel.

El Bardo-Thodol (Libro tibetano de los muertos). Ed. J. Bergua.

El Bardo-Thodol (Iniciación al simbolismo y ritual tibetanos).Fernando Schwarz. Ed. N. A.

Glosario Teosófico. H. P. Blavatsky, Ed. Kier.

Isis sin velo. Tomo II y IV. H. P. Blavatsky. Ed. Kier.

La voz del silencio. H. P. Blavatsky. Ed. Kier.

El retorno del rey guion

EL RETORNO DEL REY

    DÉAGOL: ¡Sméagol! ¡Ha picado uno¡ ¡He pescado uno! ¡ Sméagol¡
    SMÉAGOL: ¡Venga tira! ¡Tira! ¡Tira! ¡Tira del sedal! ¡Déagol!
   
SMÉAGOL: ¡ Déagol! Danos eso, Déagol, querido
    DÉAGOL:¿Por qué?
    SMÉAGOL: Porque… es mi cumpleaños y lo queremos.
    ANILLO:(v.o.) Ash nazg gimbatul….
    SMÉAGOL: ¡Miii tesssorooo!
   
SMÉAGOL: (v.o.) Nos maldijeron. ¡Asesino! Asesino, así nos llamaron. Nos maldijeron, y nos desterraron.
    GOLLUM: (v.o.) ¡Gollum! ¡gollum! ¡gollum!.
    SMÉAGOL: (v.o.) Y nosotros lloramos, tesssoro, lloramos por vernos tan solos.
    GOLLUM: (v.o.)
    Vive en el agua, fresca y clara
    Nuestro manjaaar
    Los ricos peces, nuestro manjar.
    SMÉAGOL: (v.o.) Y olvidamos el sabor del pan, la melodía de los árboles, la caricia de la brisa. Olvidamos hasta… nuestro propio nombre. ¡Miii tesssorooo!
   
SMÉAGOL:¡Despertad! ¡Despertad! ¡Arriba dormilones! Debemos ir, siii, hay que seguir camino.
    SAM: ¿Ha conseguido dormir, Señor Frodo. Yo he dormido demasiado. Debe de ser tarde
    FRODO: No, no es eso. No es mediodía aún… los días se oscurecen.
    SMÉAGOL: ¡Vamos! ¡Irse ahora! ¡No hay tiempo!
    SAM: No antes de que el Señor Frodo coma algo.
    SMÉAGOL: ¡No tiempo que perder, lelo!
    SAM: Tenga.
    FRODO: ¿Y para ti?
    SAM:¡Oh! no tengo hambre. Y menos aún de pan de lembas.
    FRODO: Sam…
    SAM: Está bien. Ya nos va quedando poco. Hay que andarse con cuidado o lo gastaremos todo. Usted cómase eso, Señor Frodo. Lo he racionado. Con esto bastará.
    FRODO: ¿Para qué?
    SAM: La vuelta a casa
    SMÉAGOL: Vamos Hobbits. Muy cerca ya, muy cerca de Mordor. No lugares seguros aquí. ¡Prisa!
   
EL RETORNO DEL REY

    PIPPIN: Me siento como en el Dragón Verde después de una dura jornada de trabajo.
    MERRY: ¡Y eso que no sabes que es una dura jornada de trabajo! ¡Bienvenidas, caballeros, a Isengard!
    GIMLI: ¡Pícaros tunantes! Nos hacéis sufrir una búsqueda sin tregua, y os encontramos festejando y… y ¡fumando!
    PIPPIN: Disfrutando del campo conquistado y gozando de las mieles de la justa victoria. El cerdo curado está especialmente delicioso.
    GIMLI: ¿Cerdo curado?
    GANDALF: Hobbits.
    MERRY: Estamos a las órdenes de Bárbol, que se ha hecho cargo del gobierno de Isengard.
   
BÁRBOL: ¡Mmmmm! Joven maestro Gandalf ¡Que grata visita! Tronco y agua, provisiones y roca puedo controlar, pero hay un Mago malvado que domeñar encerrado en su torre
    GANDALF: En ella Saruman debe permanecer bajo tu guardia, Bárbol
    GIMLI: Decapitémosle, y una preocupación menos.
    GANDALF: ¡No! Su poder se acabó
    BÁRBOL: La herrumbre de Saruman la arrastró la corriente. Los árboles repoblarán ente lugar. Brotes jóvenes silvestres.
    ARAGORN: ¡Pippin!
    BÁRBOL: ¡Mal rayo me parta!
    GANDALF: ¡Peregrin Tuk! Yo llevaré eso ¡Dámelo, rápido!
   
THÉODEN: Esta noche recordamos a aquellos que dieron su sangre por defender esta tierra. ¡Salve a los victoriosos caídos!
    CORO: ¡Salve!
   
ÉOWYN: Westu Aragorn hál!
    THÉODEN: Me alegro por ti. Es un hombre de honor
    ÉOWYN: Ambos sois hombres de honor.
    THÉODEN: No fue Théoden de Rohan quién llevó a su pueblo a la victoria. ¡Ah! No me hagas caso. Eres joven, la noche te pertenece.
    MERRY Y PIPPIN:
    Podéis buscar sin cesar
    hasta dejar seca la ciudad
    La mejor cerveza la hallareis
    que me juego que la alabareis
    En el pueblo que nos vio nacer,
    en el pueblo que nos vio nacer
    Vuestra cerveza tendréis
    es la que os dio la suerte
    Y a los dos valientes les serviréis
    la del Dragón Verde.
    MERRY: ¡Gracias! ¡Gracias! ¡A todos! ¡Muchas gracias!
   
ARAGORN: ¿Hay noticias de Frodo?
    GANDALF: Ninguna, nada.
    ARAGORN: Hay tiempo. Cada día Frodo está más cerca de Mordor.
    GANDALF: ¿Cómo sabemos eso?
    ARAGORN: ¿Qué te dice el corazón?
    GANDALF: Que Frodo sigue vivo… si… si aún vive.
   
SMÉAGOL: Mucho riesgo, demasiado. Ladrones, ellos nos lo robaron ¡Mátalos! ¡mátalos! A los dos ¡mátalos! ¡Aahhh!
    GOLLUM: ¡Ssss! Silencio, no los despiertes. No lo eches todo a perder ahora.
    SMÉAGOL: Pero ellos saben. Lo saben ¡Sospechan de nosotros!
    GOLLUM: ¿Qué insinúas, mi tessoro, mi amor? ¿ Ssméagol pierde los nervioss?
    SMÉAGOL: ¡Noo! ¡No! ¡Nunca! Sméagol odia a sucios hobbits, si. Sméagol los quiere ver… muertos.
    GOLLUM: Y lo haremoss. Sméagol lo hizo una vez… puede volver a hacerlo. ¡Es nueeestro! ¡Nueeestro!
    SMÉAGOL: Precisamos el tesoro, debemos recuperarlo.
    GOLLUM: ¡Paciencia! Paciencia mi amor. Primeero debemos llevarlos hasta Ellaaa.
    SMÉAGOL: Los llevamos hasta la escalera sinuosa.
    GOLLUM: ¡Si! la escalera. ¿Y luego?
    SMÉAGOL: ¡Arriba!… Arriba, arriba, arriba, arriba, arriba del todo. Y lueego entrareemos en el túnel.
    GOLLUM: Y una vez entren, ya no podrán salir. Ella siempre está ansiosa. Siempre necesita… presas. Debe saciarse. Solo como fétidos Orcos.
    SMÉAGOL: Y estos no tiene buen sabor, ¿verdad tessoro?
    GOLLUM: No, no están muy ricos, desde luego, mi amor. Se muere por carne más dulce… carne hobbit. Y cuando escupa los huesos, y las ropas huecas, entonces, lo buscaremos…
    SMÉAGOL: ¡Y será para miiiii!
    GOLLUM: Para los dossss
    SMÉAGOL: Si eso, pensaba en los dos
    GOLLUM: ¡Gollum! ¡gollum! El tesoro…
    SMÉAGOL: … volverá a ser nuestro cuando los hobbits hallan ¡muerto!
    SAM: ¡Tu, traicionero!
    SMÉAGOL: ¡Ahhh! ¡No! ¡no! ¡Amooo!
    FRODO: ¡No Sam! ¡Déjale en paz!
    SAM: Lo he oído de su propia boca ¡pretende matarnos!
    SMÉAGOL: ¡Jamás! ¡Sméagol no mataría a una mosca! ¡Ahh! ¡Ese Hobbit seboso odia a Sméagol y se inventa sucias mentirass!
    SAM: ¡Miserable gusano embustero! ¡Te aplastaré la cabeza!
    FRODO: ¡Sam!
    SAM: ¡Me llamas mentiroso! ¡Tú eres el que miente!
    SMÉAGOL: ¡Argh!
    FRODO: Si le asustas estamos perdidos
    SAM: ¡Me da igual! No lo haré Señor Frodo. No puedo esperar a que nos mate.
    FRODO: No pienso dejarle marchar.
    SAM: ¿Es que no lo ve? Es un villano.
    FRODO: No podemos hacerlo solos, Sam, no sin un guía. Te necesito a mi lado
    SAM: Estoy con usted, Señor Frodo.
    FRODO: Lo se, Sam, lo se. Pero confía en mi. Ven Sméagol.
   
LEGOLAS: Las estrellas se nublan. Algo se inquieta en el este… una insomne malicia. El Ojo del Enemigo avanza.
   
MERRY: ¿Dónde vas? ¿Pippin? ¡Pippin! ¡Pippin! ¿Te has vuelto loco?
    PIPPIN: Solo quiero verlo. Solo una vez más
    MERRY: ¡Devuelve eso! ¡Pippin! ¡No! ¡Pippin!
   
LEGOLAS: ¡Está aquí!
   
SAURON: (v.o.) ¡Te veo!
    MERRY: ¡Pippin! ¡Gandalf!¡Qué alguien le ayude!
    GANDALF: ¡Tuk insensato! Mírame
    PIPPIN: Gandalf… perdóname
    GANDALF: ¡Mírame! ¿Qué has visto?
    PIPPIN: Un… árbol. Había un árbol blanco… en un gran patio de piedra… estaba seco… una ciudad en llamas
    GANDALF: Minas Tirith ¿es eso lo que viste?
    PIPPIN: He visto… le he visto a él. Oí su voz en mi cabeza.
    GANDALF: ¿Y qué le dijiste? ¡Habla!
    PIPPIN: Quiso saber mi nombre; no se lo dije. Me hizo daño.
    GANDALF: ¿Qué le dijiste de Frodo y el Anillo?
   
GANDALF: No había mentira en los ojos de Pippin. Insensato, pero honrado a pesar de ello. Nada le dijo a Sauron de Frodo o el Anillo. Hemos sido, no obstante, afortunados, Pippin vio en el palantir un esbozo del plan enemigo. Sauron avanza para atacar la ciudad de Minas Tirith, su derrota en el Abismo de Helm ha demostrado a nuestro enemigo una cosa: sabe que el heredero de Elendil se ha dado a conocer, que los hombres no son tan débiles, que su coraje sigue intacto; una fuerza tal vez suficiente para retarle. Sauron teme esto. No se arriesgará ante los pueblos de la Tierra Media unidos bajo una bandera. Reducirá Minas Tirith a escombros antes de ver a un rey recuperar el trono de los Hombres. Si las almenaras de Gondor se encienden, que Rohan se prepare para la guerra.
    THÉODEN: ¿Dime, por qué cabalgar en ayuda de aquellos que no nos la prestaron? ¿Qué debemos a Gondor?
    ARAGORN: Yo iré.
    GANDALF: ¡No!
    ARAGORN: ¡Deben ser avisados!
    GANDALF: ¡Se les avisará! Hay que alcanzar Minar Tirith por otra senda. Sigue el río. Localiza los barcos negros. Entended esto, la situación ha emprendido una marcha imparable. Yo cabalgaré a Minas Tirith… y no cabalgaré solo.
   
GANDALF: De entre todos los entrometidos Hobbits, Peregrin Tuk tu eres el peor. ¡Corre, corre!
    PIPPIN: ¿Ha donde vamos?
    MERRY: ¿Por qué miraste? ¿Por qué siempre tienes que fisgar?
    PIPPIN: No lo se, no puedo evitarlo.
    MERRY: Nunca aprenderás.
    PIPPIN: Esta bien, lo siento. No volveré a hacerlo.
    MERRY: ¿Es que no lo entiendes? El Enemigo cree que tu tienes el Anillo. Ahora irá en tu busca, Pip. Tienen que alejarte de aquí.
    PIPPIN: Y tu… no vienes conmigo… ¿Merry?
    MERRY: ¡Vamos!
   
PIPPIN: ¿Está lejos Minas Tirith?
    GANDALF: Tres días a caballo bajo el vuelo de los Nazgûl, y más nos valga que no sigan nuestra estela
    MERRY: Toma, algo para el camino.
    PIPPIN: ¿La última hierba de Valle Largo?
    MERRY:A ti se te ha acabado. Fumas demasiado, Pip.
    PIPPIN: Pero… te veré enseguida… ¿nos veremos?
    MERRY: No lo sé. No se lo que va a pasar.
    PIPPIN: ¿Merry?
    GANDALF: Corre Sombragris, muéstranos lo que es la premura.
    PIPPIN: ¡Merry!
   
ARAGORN: ¡Merry!
   
ELROND: (v.o.) Llevadla por el camino más seguro. Hay un barco anclado en los Puertos Grises, espera para llevarla a través del más. El último viaje de Arwen Undómiel. Nada queda aquí para ti, solo muerte.
   
FIGWIT: Dama Arwen, no hay que demorarse. ¡Señora!
   
ARWEN: ¿Dime que has visto?
    ELROND: Arwen.
    ARWEN: Tienes el don de la premonición. ¿Qué has visto?
    ELROND: He escudriñado tu futuro y en el hay muerte.
    ARWEN: Pero también hay vida. ¡Has visto que había un niño! ¡Has visto a mi hijo!
    ELROND: El futuro se está agotando.
    ARWEN: Pero aún es nuestro.
    ELROND: Nada es seguro.
    ARWEN: Hay varias cosas que lo son. Si le abandono ahora, me arrepentiré eternamente. Es la hora.
   
ARWEN:
    De las cenizas despertará el fuego.
    La luz brotará de la sombra.
    Forjada será de nuevo la espada de sus pedazos.
    El destronado retornará para ser rey.
   
ARWEN: Forja la espada de nuevo. Ada
    ELROND: Tienes las manos frías. La vida de los Eldar te abandona.
    ARWEN: Fue mi elección. Ada, con o sin tu consentimiento, no habrá barco capaz de alejarme de aquí.
   
GANDALF: Acabamos de entrar en la tierra de Gondor,
   
GANDALF: Minas Tirith. Ciudad de reyes.
   
GANDALF: ¡Abrid paso!
   
PIPPIN: Es el árbol. ¡Gandalf! ¡Gandalf!
    GANDALF: Si, el Árbol Blanco de Gondor. El Árbol del Rey. El Señor Denethor, no obstante, hace las veces de rey. Es solo su senescal, un administrador del trono. Ahora atiende. El Señor Denethor es padre de Boromir, darle la noticia de la muerte de su hijo amado sería más que imprudente. No menciones a Frodo, ni al Anillo. Y, ni una palabra de Aragorn… Digo más, mejor no abras esa boca, Peregin Tuk.
   
GANDALF: ¡Salve Denethor, hijo de Ecthelion, Señor y Senescal de Gondor!… ¡Traigo nuevas en esta hora sombrías, y también consejo!
    DENETHOR: Tal vez vengas a explicarme esto. Tal vez tu llegada me aclare por qué mi hijo ha muerto
    PIPPIN: Boromir murió por salvarnos, a mi gente y a mi. Cayó defendiéndonos de innumerables enemigos.
    GANDALF: ¡Pippin!
    PIPPIN: Os ofrezco mi servicio, por pobre que sea, en pago de esa deuda.
    GANDALF: ¡Levanta! Mi Señor, habrá tiempo para dolerse por Boromir, pero no ahora. La guerra es inminente. ¡El enemigo está a vuestras puertas1 ¡Como Senescal debéis defender esta ciudad! ¿Dónde están los ejércitos de Gondor? Aún contáis con amigos, no estáis solo en esta contienda. Avisad a Théoden de Rohan, encended las almenaras.
    DENETHOR: Te creer sabio, Mithrandir, y entre tanta sutileza no hay sabiduría. ¿Crees que los ojos de la Torre Blanca no ven nada? He visto más de lo que sabes. Con tu mano siniestra me usaría como escudo frente a Mordor mientras tu diestra intentaría suplantarme. Se quién cabalga con Théoden de Rohan. ¡Ah si! A llegado a mis oídos ese tal Aragorn hijo de Arathorn, y te digo desde ahora que no rendiré pleitesía a ese montaraz del norte, el último de un linaje hace tiempo privado de su señorío.
    GANDALF: No te ha sido otorgada la autoridad de negar el retorno del Rey, Senescal
    DENETHOR: ¡El gobierno de Gondor es mío, y de nadie más!
    GANDALF: Ven.
   
PIPPIN: Imagino que esta es una mera cuestión ceremonial. Quiero decir que, no creo que esperen que entre en batalla. ¿O sí?
    GANDALF: Estás al servicio del Senescal, ahora. Harás lo que se te diga, Peregrin Tuk, Guardián de la Ciudadela.
    PIPPIN: Cuanto silencio.
    GANDALF: Es la calma que precede a la tempestad.
    PIPPIN: No quiero luchar en una batalla, pero estar al borde de una de la cual no puedo escapar es aún peor. ¿Hay alguna esperanza, Gandalf, para Frodo y Sam?
    GANDALF: Nunca ha habido demasiada… tan solo la de un necio. Nuestro Enemigo está listo, con todo su poder reunido. No solo Orcos, si no hombres también, legiones de Haradrim del sur, mercenarios de la costa…
   
CORSARIO: ¡Vamos!
   
GANDALF: … Todos acudirán a la llamada de Mordor. Será el fin del Gondor que conocemos. Aquí el mazazo será más contundente. Si toman el río, si la guarnición de Osgiliath cae, la última defensa de esta ciudad habrá caído.
    PIPPIN: Pero tenemos al Mago Blanco; eso contará algo, verdad.¿Gandalf?
    GANDALF: Sauron está por revelar aún a su más letal siervo. El que acaudilla a los ejércitos de Mordor en la guerra. Aquél de quien se dice que ningún hombre vivo puede matar. El Rey Brujo de Angmar. Tu ya le conoces. Hirió a Frodo en la cima de los Vientos. El Señor de los Nazgûl, el más grande de los Nueve. Minas Morgul es su guarida.
   
SMÉAGOL: La Ciudad Muerta.. Repugnante paraje repleto de… enemigos. ¡Rápido! ¡prisa! ¡Nos van a ver! ¡nos verán! Venid, subid aquí. ¡Mirad!, la he encontrado, la entrada a Mordor, la escalera secreta. ¡Subid!
    FRODO: ¡Ahhh! ¡Aaah!
    SAM: ¡No! ¡Señor Frodo!
    SMÉAGOL: ¡Por ahí no! ¡Aah! ¿Pero qué hace?
    SAM: ¡No!
    FRODO: Me están llamando…
    SMÉAGOL: ¡No!¡Esconder! ¡Esconder!
    FRODO: Me quema su acero ¡Aaagh!
   
GANDALF: Y al fin, llegó la hora. La gran batalla de nuestro tiempo.
   
SMÉAGOL: Seguidme Hobbits, subir, hay que subir ya.
   
GANDALF: El tablero está listo. Las piezas se mueven.
   
GANDALF: Estimado Peregrin Tuk, hay una misión que cumplir. Otra oportunidad para un Mediano de demostrar su gran valor. No debes fallarme
   
GOTHMOG: ¡Silencio!
   
FARAMIR: ¡Al río! ¡Rápido, vamos!
    GONDORIANOS: ¡Vamos! ¡Vamos!
   
GOTHMOG: ¡Más rápido! ¡Desenvainad!
   
GANDALF: Amon Dîn…
    GONDORIANO: ¡La almenara! ¡La almenara de Amon Dîn arde!
    GANDALF: La llama de la esperanza.
   
ARAGORN: ¡Las almenaras de Minas Tirith! ¡Las almenaras arden! ¡Gondor pide auxilio!
    THÉODEN: ¡Y Rohan responderá! ¡Convoca a los Rohirrim! Acampa al ejercito en el Sagrario. Tantos hombres como encuentres. Tienes dos días. El tercero cabalgaremos a Gondor… a la guerra.
    ÉOMER: En marcha, reúne a los hombres
    THÉODEN: Gamelin, recorre a prisa la Marca, alista a todo hombre capaz en el Sagrario.
    GAMELIN: ¡Si Señor!
   
ARAGORN: ¿Nos acompañas?
    ÉOWYN: Solo hasta el campamento. Es tradición que las mujeres de la corte despidan a los soldados. Los hombres han encontrado a su capitán. Te seguirán a la batalla, incluso a la muerte. Nos has traído esperanza.
   
THÉODEN: (v.o.) Así pues, será ante los muros de Minas Tirith donde la maldición de nuestro tiempo se habrá de decidir.
   
ÉOMER: ¡Llegada es la hora! ¡Jinetes de Rohan! ¡Os ata un juramento, dadle ahora cumplimiento. ¡Por el rey, y la tierra!
   
MADRIL: ¡Faramir! ¡La ciudad está perdida! ¡Son incontenibles!
    FARAMIR: Salid a campo abierto. Cabalgamos a Minas Tirith.
   
GONDORIANO: ¡Nazgûl!
    GONDORIANO: ¡A cubierto!
   
FARAMIR: ¡Replegaos! ¡Retirada a Minas Tirith! ¡Retirada!
   
GOTHMOG: ¡La edad de los Hombres termina! ¡El tiempo del Orco ha llegado!
   
GONDORIANO: ¡Poneos a cubierto, mi Señor!
    GONDORIANO: ¡El Jinete Blanco!
    GONDORIANO: ¡Tirad!
    GONDORIANO: ¡Abrid paso!
    FARAMIR: ¡Mithrandir! Rompieron nuestras defensas, han timado el puente y la ribera oeste. Batallones de Orcos cruzan el río.
   
GONDORIANO: ¡Tal y como el Señor Denethor predijo! ¡Tiempo ha que previó la maldición!
    GANDALF: Y aún así nada se ha hecho. ¿Faramir? El no es el primer Mediano con quien te has topado.
    FARAMIR: No…
    PIPPIN: ¿Has visto a Frodo y a Sam?
    GANDALF: ¿Dónde? ¿Cuándo?
    FARAMIR: En Ithilien, no hace ni dos días. Gandalf, siguieron la ruta del Valle de Morgul.
    GANDALF: Que lleva al paso de Cirith Ungol.
    PIPPIN: ¿Qué significa eso? ¿Tan malo es?
    GANDALF: Faramir, cuéntamelo todo.
   
SMÉAGOL: ¡Cuidado Amo! ¡Cuidado! Muy largo caer. Muy peligrosa la escalera. ¡Suba Amo¡
    GOLLUM: Venga a Sméagol…
    SAM: ¡Señor Frodo! ¡Aparta, tu! ¡No le toques!
    SMÉAGOL: ¿Por qué odia al pobre Sméagol? ¿Qué le ha hecho Sméagol a él, a ver? ¿Amo? Amo lleva carga muy pesada Sméagol sabe. Pesada, muy pesada.
    GOLLUM: El seboso no entiende. Sméagol cuida del Amo. El lo quiere… lo necesita, Sméagol lo lee en sus ojos. Muy pronto, el vendrá a pedírselo, ya verá. El seboso se lo arrancará del cuello en cuanto pueda.
   
REY BRUJO: Enviad a todas las legiones. No detengáis el ataque hasta que la ciudad haya sido tomada. ¡Aniquiladlos!
    GOTHMOG: Pero ¿y el Mago?
    REY BRUJO: Yo le someteré
   
GONDORIANO: ¿Y los jinetes de Théoden? ¿Llegará la tropa de Rohan? ¿Mithrandir?
    GANDALF: El coraje es la mejor defensa que tienes ahora.
   
PIPPIN: Juro ser fiel y prestar mi servicios a Gondor tanto en la paz como en la guerra, en la vida y en la muerte, a… a… a… a partir de este momento y, hasta que mi Señor me libere, o la muerte de lleve.
    DENETHOR: Y no lo he de olvidar, y he de recompensar lo recibido a cambio: fidelidad con amor, valor con honor, perjurio con venganza.
    No convendría tan a la ligera abandonar las defensas exteriores. Defensas que tu hermano dejara antaño intactas.
    FARAMIR: ¿Qué consejo me dais?
    DENETHOR: Yo no cedería el río en el Pelennor y el Fuerte. Osgiliath debe retomarse.
    FARAMIR: Mi Señor, Osgiliath está invadida.
    DENETHOR: Mucho debe arriesgarse en la guerra. ¿Queda algún capitán con coraje para cumplir la voluntad de su señor?
    FARAMIR: Hubierais deseado que se cambiaran las tornas, que yo cayera y Boromir viviese.
    DENETHOR: Si, sin duda alguna.
    FARAMIR: Ya que perdisteis a Boromir, intentaré hacerlo en su lugar. Si regresara, consideradme mejor.
    DENETHOR: Eso dependerá del modo en que regreses.
   
SAM: ¿Qué estás tramando? ¿Intentabas huir?
    SMÉAGOL: ¿hu.. huir? ¿huiiir? Hobbit seboso siempre tan amable. Sméagol muestra caminos secretos que nadie encontraría, ¡y dice huir! ¿huiiir? Muy agradecido, ¡oh si mi tesoro!, muy agradecido, muy agradecido.
    SAM: ¡Está bien! es que me has sobresaltado ¿Qué estabas haciendo?
    SMÉAGOL: ¡Huiiir!
    SAM: ¡Vale!, no he dicho nada. Siento despertarle, Señor Frodo, tenemos que podernos en marcha.
    FRODO: Aún está oscuro.
    SAM: Aquí siempre está oscuro. ¡Oh no! ¡El pan élfico!
    FRODO: ¿Qué? ¡Es todo lo que tenemos!
    SAM: Ha sido él, lo comió él
    SMÉAGOL: ¿ Sméagol? No, no, no el pobre Sméagol. ¡Sméagol odia repugnante pan élfico!
    SAM: ¡Sucio embustero! ¿qué has hecho con él?
    FRODO: Él lo detesta. No puede haber sido él
    SMÉAGOL: ¡Mire! ¿qué es esto? ¡Ohhh! Hay migajas en su ropa. ¡Ha sido él! ¡Él lo cogió! Yo lo vi, siempre llena la boca cuando Amo ni mira.
    SAM: ¡Eso es mentira! ¡Apestoso, sucio, embustero!
    FRODO: ¡Sam! ¡Ya vasta! ¡Sam!
    SAM: ¡Yo le mato!
    FRODO: ¡Sam no!
    SAM: Lo siento, no pensé llegar tan lejos. Me puse tan… tan furioso. Venga, ahora a descansar un poco.
    FRODO: Yo estoy bien.
    SAM: No, no está bien, está agotado. Es ese Gollum, es por este lugar, es ese Anillo que lleva al cuello. Yo podría ayudarle, podría llevarlo un rato… (llevarlo un rato)… yo podría ayudarle… y compartir la carga.
    FRODO: ¡Déjame!
    SAM: ¡No quiero quedármelo!… Es solo por ayudar.
    GOLLUM: ¿Ve? ¿ve?, lo quiera para él.
    SAM: ¡Cierra la boca, tu! ¡Lárgate! ¡Largo de aquí!
    FRODO: No Sam, eres tu. Lo siento Sam.
    SAM: Pero miente. Le ha envenenado contra mi.
    FRODO: Ya no puedes ayudarme.
    SAM: No habla en serio.
    FRODO: Vete a casa.
   
GANDALF: ¡Faramir! ¡Faramir! La voluntad de tu padre se ha tornado en demencia. No malgastes tu vida sin reflexionar.
    FARAMIR: ¿A quién debo lealtad sino a él?
    GANDALF: Tu padre te quiere, Faramir, tarde o temprano lo recordará.
   
DENETHOR: ¿Sabes cantar, Maese Hobbit?
    PIPPIN: Pues… si, o eso es lo que dice mi gente. Pero no tenemos canciones para grandes palacios en tiempos oscuros.
    DENETHOR: ¿Porqué no iban a ser apropiadas para mi palacio? Venga, cántame algo.
    PIPPIN:
    Un mundo hay, desde aquí hasta mi hogar
    y hay tantas sendas por andar.
    La sombra la noche traerá
    y las estrellas la prenderán.
    Niebla y sombra, triste anochecer
    pasarán, yo seguro lo he de ver.
   
ORCOS: ¡Marchad! ¡Marchad! ¡Marchad! ¡Marchad!
   
ROHIRRIM: ¡Dejad paso al rey! ¡Abrid paso!
    ROHIRRIM: ¡Nuestro rey ha llegado!
    ROHIRRIM: ¡Mi Señor!
    ROHIRRIM: ¡Salve nuestro Señor!
    THÉODEN: Grimbold, ¿hay muchos?
    GRIMBOLD: Unos quinientos hombres del Folde Oeste, mi Señor.
    ROHIRRIM: Y trescientos más de la Frontera de los Pantanos, Rey Théoden
    THÉODEN: ¿Y los jinetes del Nevado?
    ROHIRRIM: Ninguno ha llegado, Mi Señor.
   
THÉODEN: Seis mil lanceros, ni la mitad de lo esperado.
    ARAGORN: Seis mil no bastarán para romper las líneas de Mordor.
    THÉODEN: Vendrán más.
    ARAGORN: Cada hora acerca la derrota de Gondor. Cuando amanezca habrá que partir.
   
LEGOLAS: Los caballos se inquietan, y los hombres callan.
    ÉOMER: Les trastorna la sombra de la montaña.
    GIMLI: Esa senda de ahí ¿ha donde conduce?
    LEGOLAS: ¿La ruta del Bosque Sombrío?, a la Puerta Bajo la Montaña.
    ÉOMER: Nadie que se haya aventurado ha vuelto. Esa montaña es el mal.
    GIMLI: ¡Aragorn!. Comamos algo.
   
ÉOWYN: ¡Así! Un auténtico Escudero de Rohan.
    MERRY: ¡Estoy listo! ¡Lo siento! Con esta no hay riesgo. Ni siquiera está afilada.
    ÉOWYN: Pues eso no está bien, no matarás muchos Orcos con una hoja mellada. ¡Vamos! ¡Venga, a la herrería, corre!
    ÉOMER: No deberías animarle.
    ÉOWYN: Ni tu dudar de él
    ÉOMER: No dudo de su corazón, solo de su largo brazo.
    ÉOMER: ¿Por qué Merry iba a apartarse? Tiene las mismas ganas que pelear que tú. ¿Por qué no ha de luchar por los que quiere?
   
ARWEN: (v.o.) Elijo una vida mortal. Ojalá le hubiera visto… una última vez.
   
ROHIRRIM: ¿Señor? El rey Théoden le espera, Mi Señor.
   
THÉODEN: Os dejo solos.
    ARAGORN: Mi Señor Elrond.
    ELROND: He venido en nombre de un ser muy querido. Arwen se muere. No logrará sobrevivir al mal que se propaga en Mordor. El brillo de la Estrella de la Tarde se apaga. Tanto como el poder de Sauron crece mengua su fuerza. La vida de Arwen está ligada ahora al destino del Anillo. La sombra se cierne sobre nosotros, Aragorn, el fin ha llegado.
    ARAGORN: Será su fin, no el nuestro.
    ELROND: Cabalgas a la guerra, pero no a la victoria. Sauron ha enviado sus tropas a Minas Tirith, ya lo sabes, pero en secreto tiene otro regimiento que cargará desde el río. Una flota de barcos corsarios navega desde el sur, llegarán a la ciudad dentro de dos días. Sois tan pocos, Aragorn, necesitáis más hombres.
    ARAGORN: Ya no quedan.
    ELROND: Quedan aquellos que moran en la montaña.
    ARAGORN: Malhechores, traidores, ¿los llamarías para luchar? ¡No respetan nada! ¡No responden ante nadie!
    ELROND: ¡Responderán ante el rey de Gondor! Andúril, la Llama del Oeste, forjada de los fragmentos de Narsil
    ARAGORN: Sauron no habrá olvidado la espada de Elendil. La que fue quebrada retornará a Minas Tirith.
    ELROND: El hombre que la empuñe con poder logrará mandar una tropa más letal que cualquiera que oye la tierra. Olvida al montaraz, ocupa el lugar que te corresponde, entra en el Bosque Sombrío.
    Onen i-Estel Edain…(Di esperanza a los dunedaim)
    ARAGORN: Ú-chebin estel anim. (Di la esperanza, pero no me quede con ninguna)

Guion LAS DOS TORRES VERSION EXTENDIDA

LAS DOS TORRES VERSION EXTENDIDA

    FRODO: ¡Gandalf!
    GANDALF: ¡No puedes pasar!
    FRODO: ¡Gandalf!
    GANDALF: Soy siervo del Fuego Secreto, administrador de la Llama de Anor. ¡Atrás!
    Regresa a la sombra.
    Tu fuego oscuro es en vano, ¡Llama de Udûn!
    GANDALF:¡No puedes pasar!
    BOROMIR: ¡No, No!
    FRODO: ¡Gandalf!
    GANDALF: Corred, insensatos.
    FRODO: ¡Noooo!
   
FRODO: ¡Gandalf!
    SAM: ¿Qué pasa, señor Frodo?
    FRODO: Nada. Sólo un sueño.
   
SAM: ¿Puede ver el fondo?
    FRODO: No. No mires hacia abajo. Sigue descendiendo.
    SAM: ¡Coja eso! ¡cójalo, señor Frodo!
    ¡Señor Frodo!
    FRODO: ¡Creo que he encontrado el fondo!
    SAM: Ciénagas, soga y a saber qué más. No es natural. Nada de esto.
    FRODO: ¿Qué hay dentro?
    SAM: Nada, un poco de aderezo, por si un día podemos asar un pollo o algo parecido.
    FRODO: ¿Asar un pollo?
    SAM: Nunca se sabe.
    FRODO: Sam. Mi querido Sam.
    SAM: Es muy especial. La mejor sal de la Comarca.
    FRODO: Es especial. Una pizca de hogar.
    Si dejamos esto aquí podrían seguirnos.
    SAM: ¿Quién va a seguirnos hasta aquí abajo, señor Frodo? Lástima claro, la Dama Galadriel me la regaló. Auténtica soga élfica. No hay nada que hacer, es uno de mis nudos, no se suelta ni queriendo.
    FRODO: Auténtica soga élfica.
   
SAM: Mordor, el único lugar de la Tierra Media que no queremos ni ver, el mismo al que intentamos ir, y al que no podemos llegar. Aceptémoslo señor Frodo, estamos perdidos. No creo que Gandalf quisiera pasar por aquí.
    FRODO: No quiso muchas cosas de las que han pasado Sam, pero ha sido así.

    SAM: ¿Señor Frodo? Es el Anillo, ¿no?
    FRODO: Cada vez pesa más.

    ¿Qué comida nos queda?
    SAM: Déjeme ver, oh sí, ¡qué rico! Tenemos lembas… y aquí, más pan del camino.
    No es que aprecie la comida forastera, pero este pan élfico no está mal.
    FRODO: Nada ensombrece tu ánimo, ¿cierto Sam?
    SAM: Quizá esas nubes negras.
   
SAM: Esto me resulta extrañamente familiar.
    FRODO: Porque ya hemos pasado por aquí. Estamos dando vueltas.
    SAM: Agg, qué peste insoportable, juraría que hay un cenagal por aquí, ¿no lo huele?
    FRODO: Sí, lo huelo. No estamos solos.
   
GOLLUM: Los ladrones, los ladrones, sucios medianos ladrones, ¿dónde está? ¿Dónde está? Nos lo robaron, mi tesssoro, malditos ellos, los odiamos, es nuestro, sí, y lo queremos.
   
FRODO: Ésta es Dardo, ya la has visto antes, ¿me equivoco, Gollum? Suéltale o te corto el cuello.
   
GOLLUM: ¡Quema! ¡Nos quema! ¡Nos da frío! ¡Me ahogo! Soga de inmundos elfos. ¡Quitádnosla!
    SAM: ¡Cállate! No hay manera. ¡Hasta el ultimo orco de Mordor oirá este escándalo! Lo dejaremos amarrado aquí.
    GOLLUM: ¡No! Ellos nos matarán. Nos darán muerte.
    SAM: No te mereces otra cosa.
    FRODO: Es posible que merezca morir, pero ahora que le veo me inspira lástima.
    GOLLUM: Seremos buenos con ellos si ellos buenos con nosotros. Soltadnos, dejadnos. Juramos cumplir su voluntad, juramos… sí.
    FRODO: No hay promesa tuya en la que pueda confiar.
    GOLLUM: Juramos servir al amo del tesoro. Juraremos sobre el tessoro. ¡Gollum! ¡Gollum!
    FRODO: El Anillo es traicionero, te tomaremos la palabra.
    GOLLUM: Sí, sobre el tessoro, sobre el tessoro.
    SAM: ¡Yo no te creo! ¡Abajo! ¡Al suelo!
    FRODO: ¡Sam! ¡Sam!
    SAM: ¡Intenta engañarnos! Suelto nos estrangulará mientras dormimos.
    FRODO: ¿Conoces el camino a Mordor?
    GOLLUM: Sí.
    FRODO: Has estado allí, ¿verdad?
    GOLLUM: Sí.
    FRODO: Nos llevarás hasta la Puerta Negra.
   
GOLLUM: Hasta la puerta, a la puerta ordena el Amo, sí.
    No, no volveremos, no allí, no a Él. No pueden obligarnos. ¡Gollum! ¡Gollum!
    Pero juramos servir al amo del tesoro…
    No, ceniza y polvo y sed. Sólo hay fosos, fosos, fosos. Y orcos, orcos a millares y siempre gran Ojo vigilante. Vigilante. ¡Baaaah!
    SAM: ¡Eh, vuelve ahora mismo! ¡Vuelve aquí! ¿Lo ve? ¿Qué le dije? Ha huido el muy villano. Adiós a sus promesas.
    GOLLUM: Por aquí hobbits, ¡seguidme!
   
PIPPIN: Merry. Merry.
    GRISHNAKH: Llegáis tarde. Nuestro señor se impacienta. Reclama las ratas de la Comarca.
    UGLÚK: No acepto órdenes de orcos, gusano. Saruman tendrá su presa. Los entregaremos a tiempo.
   
PIPPIN: Merry, ¡Merry despierta!
    ¡Necesita agua! ¡Mi amigo está enfermo! ¡Por favor!
    UGLÚK: ¿Enfermo dices? Dadle de nuestra medicina, muchachos.
    PIPPIN: ¡Basta!
    UGLÚK: ¡No sabe tragar!
    PIPPIN: ¡Dejadle en paz!
    UGLÚK: ¿Por qué?
    ¿Tú también quieres? ¿Eh? Entonces mantén la boca cerrada.
    PIPPIN: Merry.
    MERRY: Hola Pip.
    PIPPIN: ¿Estás herido?
    MERRY: Estoy bien, estaba fingiendo.
    PIPPIN: ¿Fingiendo?
    MERRY ¿Ves? Tú también has caído. No te preocupes por mí Pippin.
   
MAUHÚR: ¿Qué es? ¿Qué hueles?
    UGLÚK: Carne humana.
    MAUHÚR: Nos siguen el rastro,
    PIPPIN: Aragorn.
    MAUHÚR: ¡Paso ligero!
   
ARAGORN: Aprietan el paso. Habrán captado nuestro olor. ¡Aprisa!
    LEGOLAS: ¡Ánimo Gimli!
    GIMLI: Tres días persiguiéndolos, sin comida, sin descanso, y ni rastro de la presa salvo vagas huellas en roca viva.
   
ARAGORN: Las hojas de Lórien no caen sin razón.
    LEGOLAS: Podrían seguir con vida.
    ARAGORN: A menos de un día de nosotros, ¡vamos!
    LEGOLAS: Vamos Gimli, estamos ganando terreno.
    GIMLI: Soy un negado a campo traviesa, los enanos somos veloces en el llano, muy peligrosos en las distancias cortas.
   
ARAGORN: Rohan, hogar de los caballeros jinetes. Algo muy extraño hay en esto. Algo malvado espolea a estas criaturas y juega en nuestra contra.
    Legolas, ¿qué ven tus ojos de elfo?
    LEGOLAS: El rastro vira rumbo noreste. ¡Llevan a los hobbits a Isengard!
    ARAGORN: Saruman.
   
SARUMAN: El mundo cambia. ¿Quién tendrá ahora la fuerza de hacer frente a los ejércitos de Isengard y Mordor? ¿De rebelarse al poder de Sauron y Saruman y la unión entre las dos torres? Unidos, mi señor Sauron, seremos reyes de la Tierra Media.
   
El viejo mundo se consumirá en los fuegos de la industria. Los bosques morirán. Un nuevo orden surgirá, seremos adalides de una máquina de guerra a espada, lanza y puño de hierro de orco.
   
¡Los quiero armados y listos para marchar en dos semanas!
    ORCO: Pero mi señor, ¡son demasiados! No habrá tiempo, no disponemos de los medios.
    SARUMAN: Levanta un dique, detén el arroyo, trabajad los hornos día y noche.
    ORCO: No hay leña suficiente para los fuegos.
    SARUMAN: El bosque de Fangorn llega a nuestro umbral. Quemadlo.
    ORCO: Sí.
   
DUNLEDINO: Lucharemos por vos.
    SARUMAN: Júralo.
    DUNLEDINO: ¡Nuestras muertes serán por Saruman!
   
¡Los jinetes os arrebataron las tierras! Han confinado a vuestro pueblo a unas colinas, para malvivir de la roca desnuda.
    SALVAJES: ¡Ladrones!
    SARUMAN: Recuperad las tierras que os robaron. ¡Incendiad sus aldeas!
    SALVAJES: ¡A ellos!
    SARUMAN: Tan sólo hay que aniquilar a aquéllos que se nos oponen.
    Comenzad por Rohan. Demasiado tiempo se os han opuesto sus aldeanos, pero nunca más.
   
MUJER: ¡Éothain! ¡Éothain! Lleva a tu hermana. Iréis más rápidos los dos solos.
    FREDA: Padre dice que Éothain no debe montar a Garold: es muy grande para él.
    MUJER: Escúchame, debes llegar a Edoras y dar la alarma, ¿me has comprendido?
    ÉOTHAIN: Sí, madre.
    FREDA: Yo no quiero ir. No quiero, mamá.
    MUJER: Freda, después nos veremos allí.
    ¡Rápido! Corred, hijos.
   
SARUMAN: Rohan, mi señor, está lista para capitular.
   
ÉOMER: Théodred. ¡Buscad al hijo del Rey!
    ROHIR: Mordor pagará por esto.
    ÉOMER: No son orcos de Mordor.
    ROHIR2: ¡Mi señor Éomer, aquí!
    ÉOMER: Sigue con vida.
   
ÉOWYN: Théodred.
   
Vuestro hijo está malherido, mi señor.
    ÉOMER: Fue emboscado, por unos orcos. Si no defendemos nuestra tierra, Saruman la tomará por la fuerza.
    GRÍMA: Eso es mentira. Saruman el Blanco ha sido siempre nuestro amigo y aliado.
    THÉODEN: Grima… mi hijo… Gríma.
    ÉOMER: Los orcos campan a voluntad por nuestras tierras, impunes, sin oposición, matando a placer. Con el emblema de la mano blanca de Saruman.
    GRÍMA: ¿Por qué cargas tus tormentos a una mente ya atormentada? ¿No te das cuenta? Tu tío esta hastiado de tu malcontento, de tu belicismo.
    ÉOMER: ¿De mi belicismo? ¿Cuánto hace que Saruman te compró? ¿Cuál fue el precio convenido, Grima? Cuando no queden hombres, ¿tendrás tu parte del tesoro?
    Basta de observar a mi hermana. Ya basta de vigilar sus pasos.
    GRÍMA: Tú ves mucho Éomer, hijo de Éomund. Demasiado. Desde ahora quedas desterrado del reino de Rohan, bajo pena de muerte.
   
ÉOMER: ¡Careces de autoridad aquí! ¡Tus órdenes no valen nada!
    GRÍMA: Esta orden no procede de mí. Procede del rey. La firmó esta mañana.
   
GIMLI: Respirar. Ésa es la clave, respirar.
    LEGOLAS: Corren como si escaparan de los latigazos de su amo.
   
ORCO: No daremos un paso más si no tenemos un respiro.
    UGLÚK: ¡Enciende una hoguera!
    PIPPIN: ¡Merry! ¡Merry!
    MERRY: Creo que cometimos un error saliendo de La Comarca, Pippin.
    PIPPIN: ¿De dónde viene ese ruido?
    MERRY: Son los árboles.
    PIPPIN: ¿Qué?
    MERRY: ¿Te acuerdas del Bosque Viejo, donde acaban los Gamos? Cuenta la tradición que algo en el agua los empujaba a crecer altos, y a cobrar vida
    PIPPIN: ¿Vida?
    MERRY: Árboles que susurran, hablan entre ellos y pueden moverse.
    UGLÚK: Estoy hambriento, hace días que me alimento de pan lleno de asquerosos gusanos.
    ORCO: ¡Eso! ¿Por qué no comemos carne? Su carne es tan tierna…
    UGLÚK: ¡No están aquí para saciarte!
    GRISHNAKH: ¿Sus piernas, quizás? No las necesitan! Oh, parecen tan tiernas.
    UGLÚK: ¡Apártate, escoria!
    Los prisioneros llegaran a Saruman vivos y de una pieza.
    GRISHNAKH: ¿Vivos? ¿Por qué vivos? ¿Dan buena recompensa?
    UGLÚK: Portan un objeto, un arma élfica. El señor la quiere para la guerra.
   
PIPPIN: Creen q tenemos el anillo.
    MERRY: Sshh, en cuanto descubran que no, estamos muertos.
   
ORCO: Sólo un bocadito. ¡Un pedacito de costillar!
    UGLÚK: ¡Vuelve a haber carne en el menú, muchachos!
    MERRY: Pippin. ¡Huyamos!
   
GRISHNAKH: Adelante, pedid auxilio. Gritad, no hay nadie que os salve ahora.
   
MERRY: ¡Pippin!
   
LEGOLAS: El sol se alza rojo, se ha vertido sangre esta noche.
   
ARAGORN: ¡Jinetes de Rohan! ¡¿Que nuevas tenéis de la Marca?!
    ÉOMER: ¿Que asuntos traen a un elfo, un hombre y un enano a La Marca? ¡Explicaos!
    GIMLI: Dadme vuestro nombre, caballero, y os daré el mío.
    ÉOMER: Enano, te rebanaría la cabeza si se alzara un poco más del suelo.
    LEGOLAS: ¡Estarías muerto antes de tocarle!
    ARAGORN: Soy Aragorn, hijo de Arathorn; él es Gimli, hijo de Gloin y él Legolas, del reino de los bosques. Somos amigos de Rohan y de Théoden, tu rey.
    ÉOMER: Théoden no distingue ya amigo de enemigo, ni siquiera a los de su sangre. Saruman ha envenenado la mente del rey y reclama la soberanía de estas tierras. Mi compañía son los leales a Rohan y por eso sufrimos destierro. El mago blanco es ladino, vaga aquí y allá según cuentan, como un anciano encapuchado, y por doquier sus espías escapan a nuestras redes.
    ARAGORN: No somos espías. Seguimos a una partida de uruk-hai por el llano rumbo este.
    Tienen cautivos a dos amigos nuestros.
    ÉOMER: Los uruks ya no existen, los abatimos durante la noche.
    GIMLI: ¡Pero había dos hobbits! ¿No encontrásteis a dos hobbits con ellos?
    ARAGORN: Son muy pequeños, como niños a nuestros ojos.
    ÉOMER: No quedó alma con vida. Apilamos los cadáveres y los quemamos.
    GIMLI: Muertos.
    ÉOMER: Lo lamento. ¡Hasufel, Arod! Que estos caballos os traigan mejor fortuna que a sus antiguos amos. ¡Adiós! Buscad a vuestros amigos, pero renunciad a toda esperanza. Ésta ha abandonado esas tierras. ¡Rumbo al norte!
   
GIMLI: Es uno de sus pequeños cintos.
    LEGOLAS: Hiro hyn hîdh ab’wanath (Encuentra la paz después de la muerte)
    GIMLI: Les hemos fallado.
    ARAGORN: Un hobbit yació aquí y otro aquí. Gatearon. Estaban maniatados. Cortaron sus ataduras. Corrieron por aquí. Aquí los persiguieron.
   
MERRY: ¡El cinto! ¡Corre!
   
ARAGORN: Las huellas se alejan de la batalla. Hacia el bosque de Fangorn.
    GIMLI: Fangorn… ¿Qué locura los ha llevado a entrar ahí?
   
PIPPIN: ¿Le hemos despistado?
    MERRY: Creo que sí.
    GRISHNAKH: Voy a sacaros vuestras inmundas entrañas. ¡Venid aquí!
    MERRY: ¡Árboles, a los árboles!
    MERRY: Se ha ido.
    PIPPIN: ¡Merry!
    GRISHNAKH: ¡Voy a hacerte pasto de los gusanos, basura!
    PIPPIN: ¡Corre, Merry!
   
BÁRBOL: Orcos enanos, hurrarrum.
    PIPPIN: Esta hablando, Merry. ¡Este árbol habla!
    BÁRBOL: ¿Árbol? No soy árbol, soy un Ent.
    MERRY: Un pastor de árboles, un pastor del bosque.
    PIPPIN: No hables con él, Merry. No le animes.
    BÁRBOL: Bárbol me llaman algunos.
    PIPPIN: ¿Y de qué lado estás?
    BÁRBOL: ¿Lado? No estoy del lado de nadie, porque nadie esta de mi lado, pequeño orco. A nadie preocupan ya los bosques.
    MERRY: No somos orcos, somos hobbits.
    BÁRBOL: ¿Hobbits? No sabía de la existencia de hobbits. A malvado orco me suena más bien. Vienen con fuego, vienen con hachas, talan, queman, arrancan, cortan, calcinan… Destructores, usurpadores… Mal rayo les parta.
    MERRY: No lo entiendes, somos hobbits, medianos. De la Comarca.
    BÁRBOL: Tal vez sí y tal vez no. El mago blanco sabrá.
    PIPPIN: ¡El mago blanco!
    MERRY: ¡Saruman!
   
GOLLUM: ¿Ve? ¿ve? Los hemos sacado. Prisa, hobbits, prisa. Suerte que les encontramos. Buen hobbit.
   
SAM: ¡Oh! Es una ciénaga. ¡Nos ha metido en un cenagal!
    GOLLUM: Cenagal, sí, sí. Venga amo, os llevaremos por sendas seguras a través de la niebla. Vengan, hobbits, vengan. Iremos deprisa. Yo lo encontré, sí. El paso de la ciénaga. Orcos no conocen, orcos no conocen. Darán rodeos, millas y millas. Vamos, deprisa. Livianos y ligeros como la niebla debemos ser.
   
SAM: Odio este lugar. Demasiado tranquilo. Ni un sólo canto de pájaro en dos días.
    GOLLUM: No, no pájaros que comer, no crujientes pajarillos. Estamos hambrientos, sí. Hambrientos estamos, oh tesoro.
    FRODO: Toma.
    GOLLUM: ¿Qué come? ¿Está rico? ¡Puajjj! ¡Intenta ahogarnos, nos ahoga la comida hobbit, moriremos de inanición!
    SAM: Pues muérete, a ver si hay suerte.
    GOLLUM: ¡Oh, cruel hobbit! Trae sin cuidado que tengamos hambre. No importa que muramos, no como el Amo. El Amo se preocupa, el Amo sabe, sí, tesoro.
    Cuando se apodera de ti, ya nunca te suelta.
    FRODO: ¡No me toques!
   
SAM: ¡Hay muertos! ¡Caras de muertos en el agua!
    GOLLUM: Todos muertos. Todos putrefactos, elfos, hombres y orcos. Hace mucho, gran batalla en la Ciénaga de los Muertos. Sí, sí, ese es su nombre. Por aquí. No seguir luces. ¡Cuidado ahora! O los hobbits se hundirán para unirse a los muertos y se convertirán en diminutos cirios.
   
SAM: ¡Frodo!
   
FRODO: ¿Gollum?
    G0LLUM: No seguir las luces.
    FRODO: ¡Gollum!
    SAM: Señor Frodo, ¿está bien?
   
GOLLUM: Tan brillante… tan preciosso… Oh, tessoro…
    FRODO: ¿Qué has dicho?
    GOLLUM: Amo debería descansar. Amo necesita recuperar fuerzas.
    FRODO: ¿Quién eres tú?
    GOLLUM: No nos pregunten, no le importa. ¡Gollum! ¡Gollum!
    FRODO: Gandalf me dijo que eras un habitante del río.
    GOLLUM: Frías las manos y el corazón del viajero alejado de su región.
    FRODO: Dijo que tu vida es una triste historia.
    GOLLUM: No pueden seguir la vereda con el sol escondido y la luna muerta.
    FRODO: No fuiste muy distinto a un hobbit un día, ¿verdad, Sméagol?
    GOLLUM: ¿Cómo me ha llamado?
    FRODO: Una vez fue tu nombre, ¿no es cierto? Hace mucho tiempo.
    GOLLUM: Mi nombre, mi nombre. Sss… Sss… Sméagol.
    SAM: ¡Jinetes Negros!
    GOLLUM: ¡Esconder! ¡Esconder! ¡Esconder!
    SAM: ¡Vamos, Frodo! Vamos!
    GOLLUM: Rápido. ¡Les van a ver! ¡Los verán!
    SAM: ¿No estaban muertos?
    GOLLUM: ¿Muertos? No, matarlos no puedes, no.
    Espectros, espectros alados. Lo están buscando, el tessoro, lo están buscando.
    SAM: Señor Frodo, estoy a su lado, estoy aquí.
    GOLLUM: Rápido, hobbits. La Puerta Negra está muy cerca.
   
GIMLI: Sangre de orco.
    ARAGORN: Qué extrañas huellas.
    GIMLI: El aire esta tan cargado aquí.
    LEGOLAS: Este bosque es viejo, muy viejo, colmado de recuerdos… y de cólera. Los árboles hablan unos con otros.
    ARAGORN: Gimli, baja el hacha.
    LEGOLAS: Tienen sentimientos, amigo. Los elfos se los dieron. Despertaron a los árboles, les enseñaron a hablar.
    GIMLI: Árboles parlantes. ¿De qué hablaran los árboles? Excepto de la consistencia de los excrementos de ardilla.
   
LEGOLAS: Aragorn, nad no ednas (algo se mueve ahí)
    ARAGORN: Man cenich? (¿Qué ves?)
    LEGOLAS: El mago blanco no anda muy lejos.
    ARAGORN: No le dejéis hablar o nos embrujará.
    Debemos ser rápidos.
    GANDALF: Estáis siguiendo el rastro de dos pequeños hobbits.
    ARAGORN: ¿Donde están?
    GANDALF: Pasaron por aquí, antes de ayer. Se encontraron con alguien que no esperaban. ¿Eso te reconforta?
    ARAGORN: ¿Quién eres? ¡Muéstrate!
    No puede ser.
    LEGOLAS: Perdóname. Te confundí con Saruman.
    GANDALF: Soy Saruman. O como Saruman debía ser.
    ARAGORN: Tu caíste.
    GANDALF: Entre fuego y agua. Desde la abismal mazmorra hasta la más alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth.
    Hasta que al final abatí a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña. La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo. Las estrellas recorrían el firmamento y cada día era largo como una edad en la tierra. Pero no fue el fin. Sentí vida de nuevo en mí. Se me ha devuelto aquí para completar la tarea.
    ARAGORN: Gandalf.
    GANDALF: ¿Gandalf? Sí… así solían llamarme, Gandalf el Gris. Ese era mi nombre.
    GIMLI: Gandalf.
    GANDALF: Soy Gandalf el Blanco. Y en los albores de la tempestad vuelvo a vosotros.
    Una etapa de vuestro camino ha terminado, otra comienza. La guerra ha llegado a Rohan, debemos cabalgar a Edoras a galope tendido.
    GIMLI: ¿Edoras? No es distancia corta.
    ARAGORN: Rohan está en apuros. Su rey padece enfermedad.
    GANDALF: Sí, y no de fácil curación.
    GIMLI: Entonces, ¿hemos llegado tan lejos para nada? ¿Abandonaremos a esos pobres hobbits aquí? En este hórrido, oscuro, malsano, infestado…
    Quiero decir… adorable, ¿tan adorable bosque?
    GANDALF: No fue mera casualidad lo que trajo a Merry y a Pippin a Fangorn. Un gran poder ha dormitado aquí durante años incontables. La llegada de Merry y Pippin será la caída de los pequeños guijarros que dé paso al derrumbe de las montañas.
    ARAGORN: En algo no has cambiado, estimado amigo. Sigues hablando con enigmas
    GANDALF: Algo esta a punto de ocurrir; algo que no pasaba desde la Edad antigua. Los Ents despertarán y descubrirán su fortaleza.
    GIMLI: Fortaleza, eso está bien.
    GANDALF: Abandona tu desazón maestro Enano. Merry y Pippin están a salvo. De hecho, más seguros de lo que estaréis vosotros.
    GIMLI: Este nuevo Gandalf es más gruñón que el otro…
   
LEGOLAS: Es uno de los mearas, si mis ojos no me engañan por algún hechizo.
    GANDALF: Sombragrís, el señor de todos los caballos, que se ha enfrentado conmigo a múltiples peligros.
   
BÁRBOL: Oh fresno mío,
    te vi brillar,
    en un día estival,
    sobre tu cabeza,
    bermejo dorado,
    el de tu alta corona.
    Qué bellos versos…
    PIPPIN: ¿Aún falta mucho?
    BÁRBOL: Hurrarrum, no seas impaciente. Podría considerarse lejano, tal vez.
   
Mi hogar se esconde en lo profundo del bosque, junto a las raíces de la montaña. Le prometí a Gandalf que os mantendría a salvo y, a salvo estaréis donde os llevo.
    Creo que disfrutaréis este otro. Es una composición propia. Escuchad.
    Bajo la bóveda de dormidas hojas,
    los sueños de los árboles se desvelan,
    cuando las salas de la foresta
    son verdes y frescas,
    y el viento sopla del oeste.
    Regresa a mí, regresa a mí,
    y proclama que mi tierra es la mejor.
   
Dormid, pequeños habitantes de la Comarca. No reparéis en los ruidos de la noche. Dormid hasta la luz de la mañana, tengo quehacer en el bosque. Muchos han de ser llamados, tantos como deben acudir. La sombra se cierne sobre Fangorn. La desolación de todos los bosques.
   
GANDALF: La furtiva sombra que aviesa tiñe el este, adquiere forma. Sauron no sufrirá rival alguno. Desde la cúspide de Barad-dûr, su Ojo vigila sin tregua, pero no es tan poderoso, aún no es inmune al miedo. La duda le carcome, el rumor le ha llegado, el heredero de Númenor aún vive. Sauron te teme, Aragorn. Teme en lo que puedas convertirte. Por eso atacará sin reservas al mundo de los Hombres. Usará su marioneta Saruman para destruir Rohan. La guerra está próxima. Rohan debe defenderse solo, y ese es nuestro primer desafío; Rohan está débil y a punto de caer. El rey poseído, esclavizado, sirve ahora a Saruman. Su presa sobre Théoden es ahora muy poderosa. Sauron y Saruman tensan juntos el nudo. Pero contra todas sus argucias nos resta una ventaja. El anillo sigue oculto, y que no cejemos en destruirlo no ha sido concebido ni en sus más oscuros sueños. Es por eso que el arma del enemigo avanza hacia Mordor en manos de un hobbit, cada día mas cercano a los fuegos del Monte del Destino. Debemos confiar
    en Frodo. Todo depende de la presteza y el sigilo de su misión. No te pese haberle dejado a su suerte. Frodo debe cumplir su misión solo.
    ARAGORN: No está solo. Sam partió con él.
    GANDALF: ¿Si? ¿Es eso cierto? Bien. Sí, muy bien.
   
GOLLUM: La Puerta Negra de Mordor.
    SAM: Válgame el cielo. Mi viejo tío nos diría algunas cosillas si llegara a vernos.
    GOLLUM: Amo pide que le muestre el camino a Mordor y el buen Smeagol así hace, amo lo dijo.
    FRODO: Eso hice.
   
SAM: ¿Y ahora qué? No podemos cruzarla.
    ORIENTALES: ¡Za dashu snaku Zigur, Durbgu nazgshu, Durbgu dashshu! (¡Salve Sauron, Señor del Anillo, Señor de la Tierra!)
   
SAM: Atento. La puerta, se está abriendo. Veo un camino de bajada.
    FRODO: ¡Sam! ¡No!
    GOLLUM: ¡Amo!
   
FRODO: No tienes que venir conmigo Sam.
    SAM: Lo sé, señor Frodo. Dudo que estas capas élficas nos oculten ahí dentro.
    FRODO: ¡Ahora!
    GOLLUM: ¡No, amo! ¡No! Le cogerán, le cogerán. No se lo lleve a Él. Él busca mi tessoro, siempre lo esta buscando. El tessoro quiere volver a su sombra, pero hay que impedir que él lo posea.
    ¡No! Hay otro camino, más secreto, más oscuro.
    SAM: ¿Y por qué no nos lo habías dicho?
    GOLLUM: ¡Porque el amo no preguntó!
    SAM: Éste trama algo.
    FRODO: ¿Hay otra manera de entrar en Mordor?
    GOLLUM: Sí, hay un sendero y muchas escaleras y después un túnel.
    FRODO: Nos ha traído hasta aquí Sam
    SAM: Señor Frodo, no.
    FRODO: Ha cumplido su palabra.
    SAM: No.
    FRODO: Guíanos, Sméagol.
    GOLLUM: Buen Sméagol, ayuda siempre.
   
MERRY: ¿Hola? ¿Bárbol? ¿A dónde habrá ido?
    PIPPIN: Ayer tuve un sueño maravilloso. Soñé con un gran barril lleno de hierba para pipa. Y nos la fumábamos toda, y después tú enfermabas. ¡Ay! ¡Una calada de la del viejo Toby!
    MERRY: ¿Has oído eso? Ahí está otra vez. Algo pasa aquí, y no me gusta nada.
    ¡Acabas de hablar en lengua ent!
    PIPPIN: No, qué va. Me estaba estirando.
    MERRY: Eres más alto.
    PIPPIN: ¿Quién?
    MERRY: Tú.
    PIPPIN: ¿Que quién?
    MERRY: ¡Pues que yo!
    PIPPIN: Siempre he sido más alto que tú.
    MERRY: Pippin, todo el mundo sabe que yo soy el alto y tú el bajito.
    PIPPIN: Venga ya, Merry, ¿cuánto mides? ¿Un metro diez como mucho?
    Pues yo mido un metro trece.
    Uno dieciséis.
    MERRY: ¡Uno dieciséis! Algo has tramado.
    PIPPIN: ¡Merry no, no bebas! ¡Merry!
    MERRY: Quiero un poco.
    PIPPIN: No, Bárbol dijo… ¡Bárbol dijo que tú no debías beber!
    MERRY: Quiero un poco.
    PIPPIN: Dijo… ¡dijo que podría ser peligroso! ¡Devuélvemelo Merry! ¡Merry!
    ¿Qué está pasando? ¡La pierna!
    PIPPIN: ¡Merry! ¡Noo! ¡Socorro!
    BÁRBOL: ¡Detente! No deberías estar despierto. Come tierra. Cava hondo. Bebe agua. Ve a dormir. ¡Basta ya! Vamos, el bosque despierta. No es seguro.
   
Los árboles crecen salvajes y peligrosos, la ira campa en sus corazones, negros son sus pensamientos, fuerte su odio, os harán daño si pueden. Quedan pocos de los nuestros, demasiado pocos ents para someterlos.
    PIPPIN: ¿Por qué sois tan pocos cuando habéis vivido tanto? ¿Hay crías ent?
    BÁRBOL: Hurrarum. Ho ha habido vástagos de ent desde horribles tiempos inmemoriales.
    MERRY: ¿Y eso por qué?
    BÁRBOL: Perdimos a las Ent-Mujeres.
    PIPPIN: Oh, lo siento. ¿Cómo murieron?
    BÁRBOL: ¿Morir? No, las perdimos. Y ahora no podemos encontrarlas. Supongo que no habréis visto Ent-Mujeres en la Comarca…
    MERRY: Yo desde luego no. ¿Y tú Pip?
    PIPPIN: ¿Qué aspecto tienen?
    BÁRBOL: Ya no me acuerdo.
   
GANDALF: Edoras y el casillo dorado de Meduseld, hogar de Théoden rey de Rohan, cuya mente ahora se halla perturbada. El lazo con el que Saruman ata a Théoden es muy poderoso.
   
ÉOWYN: Mi señor. Vuestro hijo ha muerto, mi señor… Tío. ¿No iréis a verle? ¿No haréis nada?
   
GANDALF: Cuidad lo que decís, no esperéis ser bienvenidos.
   
GRÍMA: Oh, debe de haber muerto durante la noche. Qué tragedia para un rey perder a su único hijo y heredero. Entiendo que su marcha sea dura de aceptar, más aún ahora que tu hermano os ha abandonado.
    ÉOWYN: ¡Déjame sola, serpiente!
    GRÍMA: Pero si ya estás sola. ¿Quién sabe que habrás hablado con la oscuridad, en las amargas guardias nocturnas, cuando toda tu vida parece menguar, con los muros de tu aposento estrechando tu espacio, cercado animalillo en su madriguera? Tan bella, tan fría, como una pálida mañana de primavera cerrada al hielo invernal.
    ÉOWYN: Tu voz es un veneno.
   
GIMLI: Hay más alegría en un cementerio.
   
HÁMA: No puedo llevaros ante el rey Théoden armados, Gandalf el gris. Órdenes de Gríma, Lengua de Serpiente.
    GANDALF: Ya…
    HÁMA: La vara.
    GANDALF: No querrás privar de su apoyo a un anciano…
   
GRÍMA: Mi señor, Gandalf el Gris se presenta. Heraldo de infortunios.
    GANDALF: La cortesía de tu castillo ha disminuido últimamente, rey Théoden.
    GRÍMA: No es bienvenido.
    THÉODEN: ¿Por qué habría de darte la bienvenida, Gandalf, Cuervo de la Tempestad?
    GRÍMA: Una justa cuestión, mi rey.
    Tardía, es la hora, en que decide aparecer el conjurador, Lathspell te nombro, malas nuevas de un indeseado.
    GANDALF: ¡Silencio! Mantén tu lengua bífida tras tus colmillos. No he vencido al fuego y a la muerte para intercambiar falacias con un gusano sarnoso.
    GRÍMA: ¡La vara! ¡Os dije que le quitarais la vara!
    GANDALF: Théoden, hijo de Thengel, mucho has vivido en las sombras.
    GIMLI: Yo en tu lugar no me movería.
    GANDALF: ¡Escúchame! Del hechizo yo te libero.
    THÉODEN: ¡Ja, ja, ja! No tienes poder aquí Gandalf el Gris.
    Gandalf: Te sacaré, Saruman, como se saca al veneno de la mordedura.
    ARAGORN: Esperad.
    THÉODEN – SARUMAN: Si salgo, Théoden caerá.
    GANDALF: No me mataste, ni le matarás a él.
    SARUMAN: Rohan es mío.
    GANDALF: Sal de él.
   
THÉODEN: Reconozco tu rostro, Éowyn. Éowyn. ¿Gandalf?
    GANDALF: Vuelve a respirar aire libre, amigo.
    THÉODEN: Sombríos han sido mis últimos sueños.
    GANDALF: Vuestros dedos recordarían mejor su fuerza si empuñaran una espada.
   
GRÍMA: ¡Ah! Siempre he estado a vuestro servicio, mi señor.
    THÉODEN: ¡Tus malas artes me habrían postrado a cuatro patas como las bestias!
    GRÍMA: ¡No me alejéis de vos!
    ARAGORN: ¡No, mi señor! Dejadle ir. Ya lleva suficiente sangre en su cuenta.
    GRÍMA: ¡Apartad de mi camino!
    HÁMA: ¡Salve, rey Théoden!
    THÉODEN: ¿Dónde está Théodred? ¿Dónde está mi hijo?
   
ÉOWYN: Bealocwealm hafað fréone frecan forth onsended
    giedd sculon singan gléomenn sorgiende on Meduselde…
   
THÉODEN: Simbelmyne. Siempre ha crecido en las tumbas de mis antepasados. Ahora adornará la tumba de mi hijo. Tiempos aciagos me ha tocado vivir. Los jóvenes perecen, los ancianos se agostan. Lástima vivir para contemplar los últimos días de mi casa.
    GANDALF: La muerte de Théodred no ha sido obra tuya.
    THÉODEN: Ningún padre debería enterrar a sus hijos.
    GANDALF: Era fuerte en vida, su espíritu encontrará el camino a la casa de vuestros padres. Vuestro hogar.
    Westu hál. Ferðu, Théodred, Ferðu.

Guion: Las dos torres

LAS DOS TORRES

FRODO: ¡Gandalf!
    GANDALF: ¡¡No puedes pasar!!
    FRODO: ¡Gandalf!
    GANDALF: Soy siervo del fuego secreto, administrador de la llama de Anor. ¡Atrás!
    Regresa a la sombra.
    Tu fuego oscuro es en vano, ¡¡Llama de Udûn!!
    GANDALF: ¡No puedes pasar!
    BOROMIR: ¡¡No, No!!
    FRODO: ¡Gandaaalf!
    GANDALF: Corred, insensatos.
    FRODO: ¡Noooo!

    FRODO: ¡Gandalf!
    SAM: ¿Qué pasa, señor Frodo?
    FRODO: Nada. Solo un sueño.

    SAM: Mordor, el único lugar de la Tierra Media que no queremos ni ver, el mismo al que intentamos ir, y al que no podemos llegar. Aceptémoslo señor Frodo, estamos perdidos. No creo que Gandalf quisiera pasar por aquí.
    FRODO: No quiso muchas cosas de las que han pasado Sam, pero ha sido así.
    SAM: ¿Señor Frodo? Es el Anillo, ¿no?
    FRODO: Cada vez pesa más.
    ¿Qué comida nos queda?
    SAM: Déjeme ver, ¡oh sí!, ¡qué rico! Tenemos lembas… y aquí, más pan del camino.
    No es que aprecie la comida forastera, pero este pan élfico no esta mal.
    FRODO: Nada ensombrece tu ánimo, ¿cierto Sam?
    SAM: Quizá esas nubes negras.

    SAM: Esto me resulta extrañamente familiar.
    FRODO: Porque ya hemos pasado por aquí, ¡estamos dando vueltas!
    SAM: Arg, que peste insoportable, juraría que hay un cenagal por aquí, ¿no lo huele?
    FRODO: Sí, lo huelo. No estamos solos.
   

    GOLLUM: Los ladrones, los ladrones, sucios medianos ladrones, ¿donde está? ¿Donde está? Nos lo robaron, mi tesssoro, malditos ellos, los odiamos, es nuestro, sí, y lo queremos.
    FRODO: Ésta es Dardo, ya la has visto antes, me equivoco ¿Gollum? Suéltale o te corto el cuello.
   

    GOLLUM:¡Quema! ¡Nos quema! Nos da frío. ¡Me ahogo! Soga de inmundos elfos. ¡Quitádnosla!
    SAM: ¡Cállate! No hay manera. ¡Hasta el ultimo orco de Mordor oirá este escándalo! Lo dejaremos amarrado aquí.
    GOLLUM: No, ellos nos matarán. Nos darán muerte.
    SAM: No te mereces otra cosa.
    FRODO: Es posible que merezca morir, pero ahora que le veo me inspira lástima.
    GOLLUM: Seremos buenos con ellos si ellos buenos con nosotros. Soltadnos, dejadnos. Juramos cumplir su voluntad, juramos… sí.
    FRODO: No hay promesa tuya en la que pueda confiar.
    GOLLUM: Juramos servir al amo del tessoro, juraremos sobre el tessoro. ¡Gollum! ¡Gollum!
    FRODO: El Anillo es traicionero, te tomaremos la palabra.
    GOLLUM: Sí, sobre el tesoro, sobre el tesoro.
    SAM: ¡Yo no te creo! ¡Abajo! ¡Al suelo!
    FRODO: ¡Sam! ¡Sam!
    SAM: ¡Intenta engañarnos! Suelto nos estrangulará mientras dormimos.
    FRODO:¿Conoces el camino a Mordor?
    GOLLUM: Sí.
    FRODO: Has estado allí, ¿verdad?
    GOLLUM: Sí.
    FRODO: Nos llevarás hasta la Puerta Negra.

    PIPPIN: Merry, Merry
    MAUHÚR: ¿Qué es?, ¿qué hueles?
    UGLÚK: Carne humana.
    PIPPIN: ¡Aragorn!
    MAUHÚR: Nos siguen el rastro, ¡paso ligero!

    ARAGORN: Aprietan el paso. Habrán captado nuestro olor. ¡Aprisa!
    LEGOLAS: ¡Ánimo Gimli!
    GIMLI: Tres días persiguiéndolos, sin comida, sin descanso, y ni rastro de la presa salvo vagas huellas en roca viva.
    ARAGORN: Las hojas de Lórien no caen sin razón.
    LEGOLAS: Podrían seguir con vida.
    ARAGORN: A menos de un día de nosotros, ¡vamos!
    LEGOLAS: Vamos Gimli, estamos ganando terreno.
    GIMLI: Soy un negado a campo traviesa, los enanos somos veloces en el llano, muy peligrosos en las distancias cortas.
    ARAGORN: Rohan, hogar de los caballeros jinetes. Algo muy extraño hay en esto. Algo malvado espolea a estas criaturas y juega en nuestra contra.
    Legolas, ¿qué ven tus ojos de elfo?
    LEGOLAS: El rastro vira rumbo noreste. ¡Llevan a los hobbits a Isengard!
    ARAGORN: Saruman.

    SARUMAN: El mundo cambia. ¿Quién tendrá ahora la fuerza de hacer frente a los ejércitos de Isengard y Mordor? ¿De rebelarse al poder de Sauron y Saruman y la unión entre las dos torres? Unidos, mi señor Sauron, seremos reyes de la Tierra Media.
    El viejo mundo se consumirá en los fuegos de la industria. Los bosques morirán. Un nuevo orden surgirá, seremos adalides de una máquina de guerra a espada, lanza y puño de hierro de orco. Tan sólo hay que aniquilar a aquéllos que se nos oponen.
    ¡Los jinetes os arrebataron las tierras! Han confinado a vuestro pueblo a unas colinas, para malvivir de la roca desnuda.
    SALVAJES: ¡Ladrones!
    SARUMAN: Recuperad las tierras que os robaron. ¡Incendiad sus aldeas!
    SALVAJES: ¡A ellos!
    SARUMAN: Comenzad por Rohan. Demasiado tiempo se os han opuesto sus aldeanos, pero nunca más.

    MUJER: ¡Éothain! ¡Éothain! Lleva a tu hermana. Iréis más rápidos los dos solos.
    FREDA: Padre dice que Éothain no debe montar a Garold: es muy grande para él.
    MUJER: Escúchame, debes llegar a Edoras y dar la alarma, ¿me has comprendido?
    ÉOTHAIN: Sí, madre.
    FREDA: Yo no quiero ir. No quiero, mamá.
    MUJER: Freda, después nos veremos allí.
    ¡Rápido! Corred, hijos.
    SARUMAN: Rohan, mi señor, está lista para capitular.

    ÉOWYN: Théodred.
    ÉOWYN: Théoden. Vuestro hijo esta malherido, mi señor.
    ÉOMER: Fue emboscado, por unos orcos. Si no defendemos nuestra tierra, Saruman la tomará por la fuerza.
    GRÍMA: Eso es mentira. Saruman el Blanco ha sido siempre nuestro amigo y aliado.
    THEODEN: Gríma, mi hijo, Gríma.
    ÉOMER: Los orcos campan a voluntad por nuestras tierras, impunes, sin oposición, matando a placer, con el emblema de la mano blanca de Saruman.
    GRÍMA: ¿Porque cargas tus tormentos a una mente ya atormentada? ¿No te das cuenta? Tu tío esta hastiado de tu malcontento, de tu belicismo.
    ÉOMER: ¿De mi belicismo? ¿Cuánto hace que Saruman te compró? ¿Cuál fue el precio convenido, Grima? Cuando no queden hombres, ¿tendrás tu parte del tesoro?
    Basta de observar a mi hermana. ¡Ya basta de vigilar sus pasos!
    GRÍMA: Tú ves mucho Éomer, hijo de Éomund. Demasiado. Desde ahora quedas desterrado del reino de Rohan, bajo pena de muerte.

    GIMLI: Respirar: esa es la clave, respirar.
    LEGOLAS: Corren como si escaparan de los latigazos de su amo.

    ORCO: No daremos un paso más si no tenemos un respiro.
    UGLÚK: ¡Enciende una hoguera!
    PIPPIN: ¡Merry! ¡Merry!
    MERRY: Creo que cometimos un error saliendo de La Comarca, Pippin.
    PIPPIN: ¿De dónde viene ese ruido?
    MERRY: Son los árboles.
    PIPPIN: ¿Qué?
    MERRY: ¿Te acuerdas del Bosque Viejo, donde acaban los Gamos? Cuenta la tradición que algo en el agua los empujaba a crecer altos, y a cobrar vida
    PIPPIN: ¿Vida?
    MERRY: Árboles que susurran, hablan entre ellos y pueden moverse.
    URUK: Estoy hambriento, hace días que me alimento de pan lleno de asquerosos gusanos
    ORCO: Eso, ¿por qué no comemos carne? Su carne es tan tierna…
    UGLÚK: No están aquí para saciarte.
    GRISHNAK: ¿Sus piernas, quizás? No las necesitan… Oh, parecen tan tiernas.
    UGLÚK: ¡Apártate, escoria!
    GRISHNAK: Solo un bocado.
    UGLÚK: ¡Vuelve a haber carne en el menú, muchachos!
    MERRY: ¡Pippin, huyamos!
    OROCO: Adelante, pedid auxilio. Gritad, no hay nadie que os salve ahora.
    MERRY: ¡Pippin!

    LEGOLAS: El sol se alza rojo, se ha vertido sangre esta noche.
    ARAGORN: ¡Jinetes de Rohan! ¡¿Que nuevas tenéis de la Marca?!
    ÉOMER: ¿Que asuntos traen a un elfo, un hombre y un enano a La Marca? ¡Explicáos!
    GIMLI: Dadme vuestro nombre, caballero, y os daré el mío.
    ÉOMER: Enano, te rebanaría la cabeza si se alzara un poco más del suelo.
    LEGOLAS: ¡Estarías muerto antes de tocarle!
    ARAGORN: Soy Aragorn, hijo de Arathorn; él es Gimli, hijo de Gloin y él Legolas, del reino de los bosques. Somos amigos de Rohan y de Théoden, tu rey.
    ÉOMER: Théoden no distingue ya amigo de enemigo, ni siquiera a los de su sangre. Saruman ha envenenado la mente del rey y reclama la soberanía de estas tierras. Mi compañía son los leales a Rohan y por eso sufrimos destierro. El mago blanco es ladino, vaga aquí y allá según cuentan, como un anciano encapuchado, y por doquier sus espías escapan a nuestras redes.
    ARAGORN: No somos espías. Seguimos a una partida de uruk-hai por el llano rumbo este.
    Tienen cautivos a dos amigos nuestros.
    ÉOMER: Los uruks ya no existen, los abatimos durante la noche.
    GIMLI: ¡Pero había dos hobbits! ¿No encontrásteis a dos hobbits con ellos?
    ARAGORN: Son muy pequeños, como niños a nuestros ojos.
    ÉOMER: No quedó alma con vida. Apilamos los cadáveres y los quemamos.
    GIMLI: Muertos.
    ÉOMER: Lo lamento. ¡Hasufel, Arod! Que estos caballos os traigan mejor fortuna que a sus antiguos amos. ¡Adiós! Buscad a vuestros amigos, pero renunciad a toda esperanza. Ésta ha abandonado estas tierras. ¡Rumbo al norte!
    GIMLI: Es uno de sus pequeños cintos.
    LEGOLAS: Hiro hyn hîdh ab’wanath – encuentra la paz después de la muerte –
    GIMLI: Les hemos fallado.
    ARAGORN: Un hobbit yació aquí y otro aquí. Gatearon. Estaban maniatados. Cortaron sus ataduras. Corrieron por aquí. Aquí los persiguieron.
    MERRY: ¡El cinto! ¡Corre!
    ARAGORN: Las huellas se alejan de la batalla. Hacia el bosque de Fangorn.
    GIMLI: Fangorn… ¿Qué locura los ha llevado a entrar ahí?

    PIPPIN: ¿Le hemos despistado?
    MERRY: Creo que sí.
    GRISHNAKH: Voy a sacaros vuestras inmundas entrañas. ¡Venid aquí!
    MERRY: ¡Árboles, a los árboles!
    MERRY: Se ha ido.
    PIPPIN: ¡¡¡Merry!!!
    GRISHNAKH: ¡Voy a hacerte pasto de los gusanos, basura!
    PIPPIN: ¡Corre, Merry!
    BARBOL: Orcos enanos, rurarum.
    PIPPIN: Esta hablando, Merry. ¡Este árbol habla!
    BARBOL: ¿Árbol? No soy árbol, soy un Ent.
    MERRY: Un pastor de árboles, un pastor del bosque.
    PIPPIN: No hables con él, Merry. No le animes.
    BARBOL: Bárbol me llaman algunos.
    PIPPIN: ¿Y de qué lado estás?
    BARBOL: ¿Lado? No estoy del lado de nadie, porque nadie esta de mi lado, pequeño orco. A nadie preocupan ya los bosques.
    MERRY: No somos orcos, somos hobbits.
    BARBOL: ¿Hobbits? No sabía de la existencia de hobbits. A malvado orco me suena más bien. Vienen con fuego, vienen con hachas, talan, queman, arrancan, cortan, calcinan… Destructores, usurpadores… Mal rayo les parta.
    MERRY: No lo entiendes, somos hobbits, medianos. De La Comarca.
    BARBOL: Tal vez sí y tal vez no. El mago blanco sabrá.
    PIPPIN: ¡El mago blanco!
    MERRY: ¡Saruman!

    GOLLUM: ¿Ve? ¿ve? Los hemos sacado. Prisa, hobbits, prisa. Suerte que les encontramos. Buen hobbit.
    SAM: ¡Oh! Es una ciénaga. ¡Nos ha metido en un cenagal!
    GOLLUM: Cenagal, sí, sí. Venga amo, os llevaremos por sendas seguras a través de la niebla. Vengan, hobbits, vengan. Iremos deprisa. Yo lo encontré, sí. El paso de la ciénaga. Orcos no conocen, orcos no conocen. Darán rodeos, millas y millas. Vamos, deprisa. Livianos, ligeros como la niebla debemos ser.
    SAM: Hay muertos, ¡caras de muertos en el agua!
    GOLLUM: Todos muertos. Todos putrefactos, elfos hombres y orcos. Hace mucho, gran batalla en la ciénaga de los muertos, sí. Sí, ese es su nombre. Por aquí. No seguir luces. Cuidado ahora, o los hobbits se hundirán para unirse a los muertos y se convertirán en diminutos cirios.
    SAM: ¡Frodo!
    FRODO: ¿Gollum?
    GOLLUM: No seguir las luces.
    FRODO: ¡Gollum!
    SAM: Señor Frodo, ¿está bien?
    GOLLUM: Tan brillante, tan precioso… ¡Oh, tesoro!
    FRODO: ¿Qué has dicho?
    GOLLUM: Amo debería descansar Amo necesita recuperar fuerzas.
    FRODO: ¿Quién eres tú?
    GOLLUM: No nos pregunten, no le importa. ¡Gollum! ¡Gollum!
    FRODO: Gandalf me dijo que eras un habitante del río.
    GOLLUM: Frías las manos y el corazón del viajero alejado de su región.
    FRODO: Dijo que tu vida es una triste historia.
    GOLLUM: No pueden seguir la vereda con el sol escondido y la luna muerta.
    FRODO: No fuiste muy distinto a un hobbit un día, ¿verdad… Smeagol?
    GOLLUM: ¿Como me ha llamado?
    FRODO: Mi nombre, mi nombre. Sss… Sss… ¡Smeagol!
    SAM: ¡Jinetes negros!
    GOLLUM: ¡Esconder! ¡Esconder! ¡Esconder!
    SAM: ¡Vamos, Frodo!
    GOLLUM: Rápido. ¡Les van a ver! ¡Los verán!
    SAM: ¿No estaban muertos?
    GOLLUM: Muertos no, matarlos no puedes, no.
    Espectros, espectros alados. Lo están buscando, el tesoro, lo están buscando.
    SAM: Señor Frodo, estoy a su lado, estoy aquí.
    GOLLUM: Rápido, hobbits. La Puerta Negra está muy cerca.

    GIMLI: Sangre de orco.
    ARAGORN: Qué extrañas huellas.
    GIMLI: El aire esta tan cargado aquí.
    LEGOLAS: Este bosque es viejo, muy viejo, colmado de recuerdos… y de cólera. Los árboles hablan unos con otros.
    ARAGORN: Gimli, baja el hacha.
    LEGOLAS: Aragorn, nad no nenas – Algo se mueve ahí –
    ARAGORN: Man cenich? – ¿Qué ves? –
    LEGOLAS: El mago blanco no anda muy lejos.
    ARAGORN: No le dejéis hablar o nos embrujará. Debemos ser rápidos.
    GANDALF: Estáis siguiendo el rastro de dos pequeños hobbits.
    ARAGORN: ¿Donde están?
    GANDALF: Pasaron por aquí, antes de ayer. Se encontraron con alguien que no esperaban. ¿Eso te reconforta?
    ARAGORN: ¿Quién eres? ¡Muéstrate! No puede ser. Tu caíste.
    GANDALF: Entre fuego y agua. Desde la abismal mazmorra hasta la más alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth. Hasta que al final abatí a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña. La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo. La estrellas sentía en el firmamento y cada día era largo como una edad en la tierra. Pero no fue el fin. Sentí vida de nuevo en mí. Se me ha devuelto aquí para completar la tarea.
    ARAGORN: Gandalf.
    GANDALF: ¿Gandalf? Sí… así solían llamarme, Gandalf el gris, ese era mi nombre.
    GIMLI: Gandalf.
    GANDALF: Soy Gandalf el Blanco. Y en los albores de la tempestad vuelvo a vosotros.
    Una etapa de vuestro camino ha terminado, otra comienza. La guerra ha llegado a Rohan, debemos cabalgar a Edoras a galope tendido.
    LEGOLAS: Es uno de los mearas, si mis ojos no me engañan por algún hechizo.
    GANDALF: Sombragrís, el señor de todos los caballos, que se ha enfrentado conmigo a múltiples peligros.

    BARBOL: Mi hogar se esconde en lo profundo del bosque, junto a las raíces de la montaña. Le prometí a Gandalf que os mantendría a salvo y a salvo estaréis donde os llevo. Los árboles se han vuelto salvajes y peligrosos, la ira ocupa sus corazones, os harán daño si pueden. Pocos muy pocos somos ahora, pocos ents quedamos para controlarlos.

    GOLLUM: La Puerta Negra de Mordor.
    SAM: Válgame el cielo. Mi viejo tío nos diría algunas cosillas si llegara a vernos.
    GOLLUM: Amo pide que le muestre el camino a Mordor y el buen Smeagol así hace, amo lo dijo.
    FRODO: Eso hice
    ORIENTALES: ¡Za dashu snaku Zigur, Durbgu nazgshu, Durbgu dashshu! – ¡Salve Sauron, Señor del Anillo, Señor de la Tierra!-.
    SAM: ¿Y ahora qué? No podemos cruzarla. Atento, la puerta, se está abriendo. Hay un camino de bajada.
    FRODO: ¡Sam!
    GOLLUM: ¡Amo!
    FRODO: No tienes que venir conmigo Sam.
    SAM: Lo sé, señor Frodo. Dudo que estas capas élficas nos oculten ahí dentro.
    FRODO: ¡Ahora!
    GOLLUM: ¡No, amo! ¡No! Le cogerán, le cogerán. No se lo lleve a Él. Él busca mi tessoro, siempre lo esta buscando. El tessoro quiere volver a su sombra, pero hay que impedir que él lo posea.
    ¡No! Hay otro camino, más secreto, más oscuro.
    SAM: ¿Y por qué no nos lo habías dicho?
    GOLLUM: ¡Porque el amo no preguntó!
    SAM: Éste trama algo.
    FRODO: ¿Hay otra manera de entrar en Mordor?
    GOLLUM: Sí, hay un sendero y muchas escaleras y después un túnel.
    FRODO: Nos ha traído hasta aquí Sam
    SAM: Señor Frodo, no.
    FRODO: Ha cumplido su palabra.
    SAM: No.
    FRODO: Guíanos, Smeagol.
    GOLLUM: Buen Smeagol, ayuda siempre.

    GANDALF: Edoras y el casillo dorado de Meduseld, hogar de Théoden rey de Rohan, cuya mente ahora se halla perturbada. El lazo con el que Saruman ata a Théoden es muy poderoso.
    ÉOWYN: Mi señor. Vuestro hijo ha muerto, mi señor… Tío. ¿No iréis a verle? ¿No haréis nada?
    GANDALF: Cuidad lo que decís, no esperéis ser bienvenidos.

    GRÍMA: Oh, debe de haber muerto durante la noche. Qué tragedia para un rey perder a su único hijo y heredero. Entiendo que su marcha sea dura de aceptar, más aún ahora que tu hermano os ha abandonado.
    ÉOWYN: ¡Déjame sola, serpiente!
    GRÍMA: Pero si ya estás sola. ¿Quién sabe que habrás hablado con la oscuridad, en las amargas guardias nocturnas, cuando toda tu vida parece menguar, con los muros de tu aposento estrechando tu espacio, cercado animalillo en su madriguera? Tan bella, tan fría, como una pálida mañana de primavera cerrada al hielo invernal.
    ÉOWYN: Tu voz es un veneno.

    GIMLI: Hay más alegría en un cementerio.
    HÁMA: No puedo llevaros ante el rey Théoden armados, Gandalf el gris. Órdenes de Gríma, Lengua de Serpiente.
    GANDALF: Ya…
    HÁMA: La vara.
    GANDALF: No querrás privar de su apoyo a un anciano.
    GRÍMA: Mi señor, Gandalf el gris se presenta. Heraldo de infortunios.
    GANDALF: La cortesía de este castillo ha disminuido últimamente, rey Théoden.
    GRÍMA: No es bienvenido.
    THÉODEN: ¿Por qué habría de darte la bienvenida, Gandalf, Cuervo de la Tempestad?
    GRÍMA: Una justa cuestión, mi rey.
    Tardía, es la hora, en que decide aparecer el conjurador, Lathspell te nombro, malas nuevas de un indeseado.
    GANDALF: ¡Silencio! Mantén tu lengua bífida tras tus colmillos. No he vencido al fuego y a la muerte para intercambiar falacias con un gusano sarnoso.
    GRÍMA: ¡La vara! ¡Os dije que le quitárais la vara!
    GANDALF: Théoden, hijo de Thengel, mucho has vivido en las sombras.
    GIMLI: Yo en tu lugar no me movería.
    GANDALF: ¡Escúchame! Del hechizo yo te libero.
    THÉODEN: ¡Ja, ja, ja! No tienes poder aquí Gandalf el Gris.
    GANDALF: Te sacaré, Saruman, como se saca al veneno de la mordedura.
    THÉODEN-SARUMAN: Si salgo, Théoden caerá.
    GANDALF: No me mataste, ni le matarás a él.
    THÉODEN-SARUMAN: Rohan es mío.
    GANDALF: Sal de él.
    THÉODEN: Reconozco tu rostro, Éowyn. Éowyn. ¿Gandalf?
    GANDALF: Vuelve a respirar aire libre, amigo.
    THÉODEN: Fríos han sido mis últimos sueños.
    GANDALF: Vuestros dedos recordarían mejor su fuerza si empuñaran una espada.

    GRÍMA: ¡Ah! Siempre he estado a vuestro servicio, mi señor.
    THÉODEN: ¡Tus malas artes me habrían postrado a cuatro patas como las bestias!
    GRÍMA: No me alejéis de vos.
    ARAGORN: No, mi señor. Dejadle ir. Ya lleva suficiente sangre en su cuenta.
    GRÍMA: ¡Apartad de mi camino!
    HÁMA: Salve, rey Théoden.
    THÉODEN: ¿Dónde está Théodred? ¿Dónde está mi hijo?

    THÉODEN: Simbelmyne. Siempre ha crecido en las tumbas de mis antepasados. Ahora adornará la tumba de mi hijo. Tiempos aciagos me ha tocado vivir: los jóvenes perecen, los ancianos se agostan. Lástima vivir para contemplar los últimos días de mi casa.
    GANDALF: La muerte de Théodred no ha sido obra tuya.
    THÉODEN: Ningún padre debería enterrar a sus hijos.
    GANDALF: Era fuerte en vida, su espíritu encontrara el camino a la casa de vuestros padres. Vuestro hogar.
    Westu hál. Ferðu, Théodred, Ferðu.

    ÉOWYN: Nadie los advirtió, estaban desarmados. Los hombres salvajes avanzan por el Folde Oeste quemando lo que encuentran, pastos, chozas y árboles.
    FREDA: ¿Dónde está mamá?
    ÉOWYN: Sssh.
    GANDALF: Es sólo una muestra del terror que Saruman desatará, mucho más poderoso ahora, impulsado por el temor a Sauron. Cabalgad y hacedle frente. Apartadle de vuestras mujeres y niños. Debéis luchar.
    ARAGORN: Contáis con dos mil buenos hombres en el norte mientras hablamos. Éomer os es leal. Sus hombres regresarán y lucharán por el rey
    THÉODEN: Estarán a 300 leguas de aquí ahora mismo. Éomer no puede ayudarnos. Sé lo que quieres de mí, pero no llevaré más muerte a mi pueblo. No me arriesgaré a una guerra abierta.
    ARAGORN: Ya os ha sido declarada, arriesguéis o no.
    THÉODEN: Si mal no recuerdo, Théoden, y no Aragorn, es el rey de Rohan.
    GANDALF: ¿Cuál es la decisión del rey?
    HÁMA: ¡Por orden del rey la ciudad debe ser evacuada! Buscaremos refugio en Abismo de Helm. No carguéis con objetos valiosos, sólo las provisiones necesarias.
    GIMLI: El Abismo de Helm. Huyen a las montañas cuando deberían plantar cara. ¿Quién los ha de defender, si no es su rey?
    ARAGORN: Sólo obra pensando en el bien de su pueblo. El Abismo de Helm les salvó en el pasado.
    GIMLI: Es una ratonera sin salida. Théoden los lleva a una trampa en la creencia de que allí estarán a salvo. Solo conseguirán una masacre.
    GANDALF: Théoden es de recio carácter, pero temo por él. Temo por la supervivencia de Rohan. Te necesitará llegado el momento, Aragorn. El pueblo de Rohan te necesitará. Sus defensas deben resistir.
    ARAGORN: Resistirán.
    GANDALF: El Peregrino Gris, así solían llamarme. Tres mil vidas de hombres he hollado esta tierra, y ahora me falta tiempo. Con suerte, mi búsqueda no será en vano. Espera mi llegada con la primera luz del quinto día.Al alba mira al este.
    ARAGORN: Adiós.

    ARAGORN: Sois hábil con la espada.
    ÉOWYN: Las mujeres de esta tierra aprendieron hace tiempo. Las que no las empuñan mueren a su merced. No temo al dolor ni a la muerte.
    ARAGORN: ¿A que teme entonces mi señora?
    ÉOWYN: A una jaula. A empuñar sus barrotes hasta que la edad y la costumbre los acepte y toda opción al valor ceda al recuerdo y al deseo.
    ARAGORN: Sois hija de reyes, escudera de Rohan, no creo que ese sea vuestro destino.

    GRÍMA: Théoden no se quedará en Edoras. Es vulnerable y lo sabe. No esperará un ataque sobre la ciudad. Huirán al Abismo de Helm, la gran fortaleza de Rohan. Es un peligroso sendero a través de las montañas. Su paso será lento. Llevarán a sus mujeres y a sus niños con ellos.
    SARUMAN: Envía a tus jinetes de Huargos.

    SAM: ¡Eh, apestoso! No te adelantes tanto.
    FRODO: ¿Por qué haces eso?
    SAM: ¿Qué?
    FRODO: Insultarle, humillarle constantemente.
    SAM: Porque eso es lo que es, señor Frodo. No es más que un hatajo de mentiras y engaños. Sólo quiere el Anillo. Es lo único que pretende.
    FRODO: No tienes idea de lo que le hizo, de lo que aún le está haciendo. Quiero ayudarle Sam.
    SAM: ¿Por qué?
    FRODO: Porque debo creer que se recuperará.
    SAM: No puede salvarle, señor Frodo.
    FRODO: ¿Y tú qué sabes? ¡Nada!
    Lo siento Sam, no sé por qué te he hablado así.
    SAM: Yo sí: es el Anillo. No le quita ojo de encima. Le he observado. No come, apenas sí duerme. Le esta poseyendo, señor Frodo. ¡Tiene que evitarlo!
    FRODO: ¡Sé lo que debo hacer, Sam! El Anillo me ha sido confiado. Es mi objetivo, ¡mío! ¡Sólo mío!
    SAM: ¿No se oye? ¿Acaso no ve cómo se expresa?
    GOLLUM: Lo queremos, lo necesitamos. Debemos conseguir el tesoro. Ellos nos lo han robado, sucios rastreros hobbits. Malos. Traidores. Falsos.
    No, no, amo.
    Siii. El tessssoro. Falsos.Te engañan. Te sacuden. Mienten.
    El amo es mi amigo.
    Tú no tienes amigos. Nadie te quiere.
    No oigo nada. No puedo oírte.
    Eres un mentiroso y asesino.
    No.
    Mentiroso.
    Vete.
    ¿Que me vaya? ¡Ja, ja, ja!
    Te odio, te odio.
    ¿Dónde estarías sin mí? ¡Gollum! ¡Gollum! Yo nos salvé. ¡Nos salvé! ¡Sobrevivimos por mí!
    Ya nunca más.
    ¿Qué has dicho?
    El amo nos cuida ahora, ya no eres necesario.
    ¿Qué?
    Vete ahora y nunca vuelvas.
    No.
    Vete ahora y nunca vuelvas.
    Grrrrrrr.
    ¡Vete ahora y nunca vuelvas!
    Le dijimos que se fuera, ¡y él se va! ¡Oh, tesoro! ¡Ido, ido, ido! ¡Smeagol es libreee!

    GOLLUM: Mire, ¿ve lo que Smeagol encuentra? Je, je, je. Oooh. Son jóvenes. Son tiernos. Son ricos, sabrosos. Sí, ¡comedlos! ¡Comedlos!
    SAM: Le harás vomitar si sigues comportándote así. Sólo hay una manera de cocinar unos conejos.
    GOLLUM: ¿Qué esta haciendo? Esstúpido hobbit seboso. ¡Lo desperdicia!
    SAM: ¿Desperdiciar qué? Si no tienen ni pizca de carne. Unas buenas papas es lo que necesitan.
    GOLLUM: ¿Qué es papas tesoro? ¿Qué es papas?
    SAM: Pa-ta-tas. En puré, cocidas o en un buen guiso, fritas, grandes y doradas, con una buena porción de pescado.
    GOLLUM: prrrrfffff.
    SAM: Ni tú le dirías no a eso.
    GOLLUM: Oh, sí lo diríamos. Es desperdiciar pescado. Dádnoslo vivo y coleando. Quédate con tus repugnantes papas.
    SAM: No tienes remedio.
    ¿Señor Frodo?
    ¿Quiénes son?
    GOLUM: Hombre malos siervos de Sauron. Acuden a Mordor. El Señor Oscuro convoca a sus ejércitos. A no mucho tardar estará preparado.
    SAM: ¿Preparado para qué?
    GOLLUM: Para hacer su guerra. La guerra final que cubrirá el mundo de sombra.
    FRODO: Hay que apresurarse, vamos Sam.
    SAM: ¡Señor Frodo, mire! Son olifantes. En la aldea no se lo va a creer nadie.
    FRODO: ¿Smeagol?
    Debimos irnos hace rato. ¡Vamos Sam!
    FARAMIR: ¡Amarradlos!

    GIMLI: Es cierto, no se ven muchas mujeres enanas. En realidad se nos parecen tanto en la voz y en apariencia que suelen tomarlas por enanos varones.
    ARAGORN: Es por la barba.
    GIMLI: De ahí surgió la creencia establecida de que no hay mujeres enanas y de que los enanos brotan de agujeros en el suelo. Lo que resulta ridículo.
    Tranquilos, tranquilos, que no cunda el pánico. Ha sido deliberado. Deliberado.

    ARWEN: La luz de estrella de la tarde ni aumenta ni mengua. Dárselo a quien quiero es mi privilegio. Como mi corazón.
    Ve a dormir.
    ARAGORN: Estoy dormido. Esto es un sueño.
    ARWEN: Entonces es un gran sueño. Duerme.
    ARAGORN: Minlû pedich nin i aur hen telitha -Me dijiste una vez que este día llegaría. –
    ARWEN: U i vethed, na i onnad. – Esto no es el final sino el principio.- bóe bedich go Frodo, han bâd lîn. -Debes ir con Frodo. Es tu camino.-
    ARAGORN: Dolen i vâd o nin. – Mi camino se esconde de mí.-
    ARWEN: Si peliannen i vâd na dail lîn. -Lo tienes a tus pies.- Si boe ú-dhannathach -No puedes fallar ahora.-
    ARAGORN: Arwen.
    ARWEN: Ae u-esteliuách nad, estelio han, estelio ammen. – Si has perdido la fe en todo, ten fe en esto. Tten fe en nosotros-.

    ÉOWYN: ¿Donde está? La mujer que os regalo esa joya…

    ELROND: Nuestro tiempo aquí expira. El tiempo de Arwen se agota. Dejadla marchar. Dejad que embarque al oeste. Que se lleve su amor por ti donde nunca se extinga, a las Tierras Imperecederas.
    ARAGORN: Pero no será más que un recuerdo.
    ELROND: No permitiré que mi hija muera aquí.
    ARAGORN: Se queda porque aún tiene esperanza.
    ELROND: Se queda por ti. Ella pertenece a su pueblo.

    ARAGORN: Edra le men, men na guil edwen, haer o auth a nîr a naeth.- tienes la opción de otra vida, lejos de la guerra el dolor y la muerte-
    ARWEN: ¿Por qué dices eso?
    ARAGORN: Soy mortal, tú eres elfa. Ha sido un sueño, Arwen. Nada más. Esto te pertenece.
    ARWEN: Eso fue un regalo. Consérvalo.

    ÉOWYN: ¿Mi señor?
    ARAGORN: Cruza las aguas hacia el occidente, con el resto de su linaje.
    GAMELIN: ¿Qué ocurre? ¿Háma?
    HÁMA: No estoy seguro.
    LEGOLAS: ¡Un rastreador!
    THÉODEN: ¿Qué es? ¿Qué has visto?
    ARAGORN: ¡Huargos! ¡Nos atacan!
    THÉODEN: Los jinetes al frente de la columna.
    GIMLI: Eso va por mí. ¡Súbeme, soy jinete! Arranca.
    THÉODEN: Conduce a la gente al Abismo de Helm. ¡Parte ya!
    ÉOWYN: ¡Sé luchar!
    THÉODEN: ¡No! Debes hacerlo, por mí.
    ¡Seguidme!
    GIMLI: Adelante, al frente. Cargad de frente. Por el otro lado. Eso es, seguid.
    ÉOWYN: ¡Por la vaguada!
    GIMLI: Por el otro lado, eso es. Seguid.
    ÉOWYN: ¡Todos juntos!
    GIMLI: Deja que te arregle esa carita con mi hacha.
    ¡Ese cuenta como mío.
    Fétida criatura.
    LEGOLAS: ¡Aragorn!
    GIMLI: ¡Aragorn!
    GIMLI: Dime qué ha pasado y te ahorraré sufrimiento.
    URUK: Ha… muerto. Dio un ligero traspiés junto al acantilado.
    LEGOLAS: Mientes.
    THÉODEN: Los heridos a caballo. Los lobos de Isengard volverán. Dejad a los caídos. Vamos.

    MUJER: El Abismo de Helm.
    Estamos salvados señora, gracias.
    FREDA: ¡Mamá!
    ÉOTHAIN: ¡Madre!
    MUJER: ¡Hijos!
    SOLDADO: ¡Dejad paso al rey!
    ÉOWYN: Sois pocos, muy pocos habéis regresado.
    THÉODEN: Nuestro pueblo esta a salvo. Lo hemos pagado con muchas vidas.
    GIMLI: Mi señora…
    ÉOWYN: El caballero Aragorn, ¿dónde está?
    GIMLI: Cayó.
    THÉODEN: Replegad las fuerzas detrás del muro, trancad el portón y poned vigías alrededor.
    HOMBRE: ¿Y los que no pueden luchar mi señor? Las mujeres y los niños…
    THÉODEN: Escondedlos en las cavernas. Largo ha crecido el brazo de Saruman si cree que puede vencernos aquí.

    GRÍMA: El Abismo de Helm tiene un punto débil. Su muro exterior es de sólida roca, pero tiene una abertura en su base poco más grande que un desagüe.
    ¿Cómo? ¿Cómo puede el fuego derretir la roca? ¿Qué clase de artefacto derribaría el muro?
    SARUMAN: Si logramos abrir brecha, el Abismo de Helm caerá.
    GRÍMA: Aún abriendo brecha haría falta una innumerable multitud, miles, para asaltar el palacio.
    SARUMAN: Decenas de miles.
    GRÍMA: Mi señor, no existe tal ejército.
    SARUMAN: ¡Un nuevo poder resurge! ¡Su victoria esta cerca! Esta noche la tierra será mancillada con la sangre de Rohan. ¡Marchad al Abismo de Helm! ¡No dejéis rastro de vida! ¡¡¡Guerra!!!
    No habrá amanecer para los hombres.

    PIPPIN: Mirad, sube humo del sur.
    BARBOL: No ha cesado de elevarse desde Isengard en estos días.
    MERRY: ¿Isengard?
    BARBOL: Hubo un tiempo en que Saruman paseaba por mis bosques, ahora tiene mente de metal y ruedas, ya no cuida las cosas que crecen.
    PIPPIN: ¿Qué es eso?
    MERRY: Son las tropas de Saruman. Ha estallado la guerra.

    ARWEN: Que la gracia de los Valar te proteja.
    ARAGORN: Brego, mellon nin.-amigo mio-.

    ELROND: Arwen Tollen i lû. I chair gwannar na Valannor. Si bado, no círar. – Arwen, llegó la hora. Los barcos zarpan hacia Valinor. Vete antes de que sea tarde -.
    ARWEN: He tomado mi decisión.
    ELROND: Él no volverá. ¿Por qué demorarse cuando no queda esperanza?
    ARWEN: Aún hay esperanza.
    ELROND: Aunque Aragorn sobreviviera a la guerra seguiríais separados. Incluso con Sauron derrotado y Aragorn nombrado rey, y aunque todas tus esperanzas se hicieran realidad, te quedaría el amargor de la mortalidad. Bien a espada o por el lento desgaste del tiempo, Aragorn morirá, y no habrá consuelo para ti. Nada reconfortará el dolor de su marcha. Él encontrara la muerte, una imagen de esplendor para los reyes de los hombres, la gloria intacta a pesar de desmoronarse en el mundo. Pero tú, mi hija, tú te consumirás en la oscuridad y en la duda, como un anochecer de invierno que llega sin estrellas. Aquí morarás, sumida en tu pesar, bajo los mortecinos árboles, hasta que el mundo cambie y saldes la cuenta de tus largos años de vida. Arwen, nada queda aquí para ti. Sólo muerte.
    A im, ú-‘erin veleth lîn? – ¿Me queda aún tu cariño?-.
    ARWEN: Gerich meleth nîn, ada – Tienes mi cariño, padre-.

    GALADRIEL: I amar prestar aen. han mathon ne nen. han mathon ne chae. a han noston ned ‘wilith.
    El poder del enemigo crece. Sauron usará a su títere, Saruman, para destruir el pueblo de Rohan. Isengard ha soltado sus riendas. El ojo de Sauron está fijo ahora en Gondor. El último reino entre los hombres. Su asalto sobre esta tierra llega inexorable. Siente que el Anillo está cerca. La fuerza del Portador se desvanece. En su corazón, Frodo empieza a entender que la misión reclamara su vida. Tú lo sabes, lo has augurado. Es el riesgo que todos asumimos. En la creciente oscuridad, el poder del Anillo se hace fuerte. Busca con avidez volver a las manos de los hombres que tan fácilmente se dejan seducir por su poder. El joven capitán de Gondor sólo tiene que extender su mano, aceptar el Anillo para sí, y el mundo caerá. Está cerca, muy cerca de conseguir su objetivo. Así Sauron tendrá dominio sobre toda vida en esta tierra, hasta el mismísimo fin del mundo. El tiempo de los elfos se ha consumido ¿Abandonaremos la Tierra Media a su fatal destino? ¿Los abandonaremos a su suerte?

Guion VERSIÓN EXTENDIDA DE LA COMUNIDAD DEL ANILLO

VERSIÓN EXTENDIDA DE LA COMUNIDAD DEL ANILLO

GALADRIEL:
I amar prestar aen (El mundo ha cambiado)
han mathon ne nen (lo siento en el agua)
han mathon ne chae (lo siento en la tierra)
a han noston ned gwilith.(lo huelo en el aire)
Mucho se perdió entonces y pocos viven ahora para recordarlo.

    EL SEÑOR DE LOS ANILLOS

    Todo comenzó con la forja de los Grandes Anillos. Tres fueron entregados a los Elfos, inmortales, los más sabios y bellos de todos los seres.
    Siete a los señores Enanos. Grandes mineros y artesanos de las cavidades montañosas.
    Y Nueve… Nueve fueron entregados a la raza de los hombres… que ansían por encima de todo el Poder.
    En aquellos anillos residía el poder y la voluntad para gobernar a cada raza. Pero todos ellos fueron engañados… pues otro Anillo más fue forjado… En la tierra de Mordor, en los fuegos del Monte del Destino, el Señor Oscuro Sauron forjó en secreto el Anillo Regente para controlar a todos los demás. En ese Anillo descargó toda su crueldad, su malicia y su voluntad de dominar todo tipo de vida… Un Anillo para gobernarlos a todos. Una a una, las comarcas libres de la Tierra Media fueron sometidas por el poder del Anillo.
    Pero hubo algunos que resistieron. Una Última Alianza de Hombres y Elfos lucharon contra el ejército de Mordor. Y en las lomas del Monte del Destino libraron su batalla por la libertad de la Tierra Media.
    ELROND: Tangado haid! Leithio i philinn! (¡Mantened la posición! ¡Disparad!)
    La victoria estaba próxima… Pero nada puede acabar con el Poder del Anillo… Y fue en aquel preciso momento, desvanecida ya toda esperanza, cuando Isildur, Hijo del Rey recurrió a la espada de su padre…
    Sauron, el enemigo de los pueblos libres de la Tierra Media fue derrotado.
    El Anillo llegó a manos de Isildur, que tuvo la oportunidad de destruir su mal para siempre. Pero el corazón de los hombres se corrompe con facilidad, y el Anillo de Poder goza de voluntad propia. Traicionó a Isildur hasta llevarle a la muerte.
    Y aquellos hechos que nunca debieron caer en el olvido, se perdieron en el tiempo. La Historia se convirtió en Leyenda, la Leyenda en Mito, y durante 2.500 años el Anillo pasó desapercibido. Hasta que cuando se presentó la ocasión embaucó a un nuevo dueño…
    GOLLUM: Mi Tessoro….
    El Anillo acabó en manos de la criatura Gollum que lo ocultó en las profundidades de las Montañas Nubladas. Y allí, le consumió.
    GOLLUM: Él vino a mi… todo mío… mi vida… todo mío… ¡Mi tessoro! ¡Gollum!
    GALADRIEL: El Anillo proporcionó a Gollum longevidad antinatural. Durante 500 años envenenó su mente; y en la lúgubre caverna de Gollum esperó. La oscuridad negó los bosques del mundo. Llegó el rumor de que una sombra crecía en el Este. El murmullo de un temor sin nombre. El Anillo de Poder lo percibió. Su hora había llegado. Abandonó a Gollum, pero algo ocurrió al margen de la voluntad del anillo… fue recogido por la criatura que menos cabía imaginar…
    BILBO: ¿Qué es esto?
    Por un Hobbit, Bilbo Bolsón, habitante de la Comarca.
    BILBO: Un anillo.
    GOLLUM: ¡Mi vida! ¡¡Perdido!! ¡MI TESSOORO! ¡PERDIDO!
    GALADRIEL: Pero pronto llegaría el momento en que lo Hobbits tendrían en sus manos el destino de todos…

    BILBO: Ehem, vigésimo segundo día de Septiembre del año 1400, según cómputo de la Comarca. Bolsón cerrado, Bolsón de Tirada, Hobbiton, Cuaderna del Oeste, la Comarca, la Tierra Media. Tercera Edad de este mundo.

    La Comunidad del Anillo

    BILBO: Partida y regreso. Historia de un hobbit, por Bilbo Bolsón.
    A ver… por dónde empezamos…. ah sí…
    Acerca de los Hobbits. Los Hobbits han habitado y cultivado las cuatro cuadernas de la Comarca durante cientos y cientos de años, muy satisfechos de ignorar y ser ignorados por el mundo de la gente grande. Dado el gran número de extrañas criaturas que pueblan la Tierra Media, más allá de lo imaginable, los Hobbits deben de parecer de poca importancia, pues no gozan de fama de buenos guerreros, ni se cuentan entre los más sabios. Jejeje
    ¡Frodo! ¡Alguien llama a la puerta!
    De hecho hay quienes consideran que la única pasión de los Hobbits es la comida. Una observación harto injusta, pues también hemos desarrollado un agudo interés por la elaboración de cerveza y en cultivo de hierba para fumar en pipa… Pero lo que nuestros corazones realmente se inclinan es a la paz, la tranquilidad y el diligente cultivo de la tierra. Los Hobbits comparten el amor por las cosas que crecen, y en efecto no cabe duda que para otros, nuestras costumbres resultan peculiares. Pero hoy más que nunca lo veo con absoluta claridad. No hay nada mejor que gozar de los pequeños placeres de una vida sencilla.
    ¡Frodo, la puerta!
    Será posible… ¿dónde estará ese chico? ¡Frodo!

    GANDALF: El camino sigue sin cesar… pero sin demora he de continuaar…
    FRODO: Llegas tarde.
    GANDALF: Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón. Ni pronto, llega exactamente cuando se lo propone.
    FRODO: ¡Cuánto me alegro de verte Gandalf!
    GANDALF: No me iba a perder el cumpleaños de tu tío Bilbo.
    ¿Cómo está mi viejo amigo? He oído que va a dar una fiesta de especial importancia.
    FRODO: Ya conoces a Bilbo, tiene a todo el pueblo alborotado.
    GANDALF: Bueno, eso siempre le ha entusiasmado.
    FRODO: Ha invitado a media Comarca, y el resto se han invitado ellos mismos.
    BILBO: La vida en la Comarca transcurre de modo muy similar a como fuera en la pasada Edad, con su típico ir y venir, perezosa para los cambios, si es que cambia algún día, pues parece que todo estuviera pensado para perdurar en la Comarca, transmitiéndose de generación en generación. Siempre ha habido un Bolsón viviendo bajo la colina en Bolsón Cerrado. Siempre lo habrá.

    FRODO: A decir verdad, Bilbo ha estado un poco raro estos días; bueno, más de lo habitual. Le ha dado por encerrarse solo en su estudio. Se pasa las horas escudriñando viejos mapas cuando cree que no le veo.

    BILBO: ¿Dónde estará? … Aah

    FRODO: Está tramando algo.
    Está bien, guardad vuestros secretos, porque sé que tú estás metido en esto.
    GANDALF: Pobre de mí…
    FRODO: Antes de tu llegada, los Bolsón gozábamos de buena fama.
    GANDALF: Sin duda.
    FRODO: Ni teníamos aventuras ni hacíamos nada inesperado.
    GANDALF: Si te refieres al incidente con el dragón, yo no tuve nada que ver. Únicamente le di un empujoncito para que saliera.
    FRODO: A pesar de todo te han puesto la etiqueta de perturbador de la paz.
    GANDALF: Vaya, vaya…
    NIÑOS HOBBITS: ¡¡Gandalf!! ¡Espera! ¡Gandalf!
    GANDALF: Jojojo
    FRODO: Gandalf, me alegro de tu regreso…
    GANDALF: Yo también amigo. Yo también…

    Prohibido entrar excepto por asuntos de la Fiesta

    BILBO: ¡No, gracias! No más visitas, ni admiradores, ni parientes lejanos.
    GANDALF: ¿Ni tampoco viejos amigos?
    BILBO: ¿Gandalf?
    GANDALF: Bilbo Bolsón…
    BILBO: ¡Mi querido Gandalf! Qué alegría volver a verte.
    GANDALF: Cumples ciento once años, quién lo iba a decir. No te afectan los años.
    BILBO: ¡Pasa, pasa! ¡Bienvenido! ¡Bienvenido! Qué te puedo ofrecer ¿Té? ¿O tal vez algo más fuerte? Me quedan unas botellas de la vieja viña de 1296, muy buena añada, casi tan vieja como yo, embotellada por mi padre. ¿Te parece que abramos una?
    GANDALF: Sólo té, gracias. ¡Ouh!
    BILBO: Te esperaba la semana pasada. No es que me importe mucho. Vienes y vas a placer, siempre lo has hecho y siempre lo harás. Me pillas desprevenido, solo tengo pollo frío y escaleche; queda algo de queso por aquí… no, no, un pelín arriesgado; mermelada de frambuesa y tarta de manzana y vainilla, por algún lado… acabo de encontrar un poco de bizcocho de huevo. Sí, espero que sea suficiente.

    La Montaña Solitaria

    Puedo hacerte unos huevos si quier…
    GANDALF: Solo té, gracias.
    BILBO: Como quieras. No te importa que coma yo, ¿verdad?
    GANDALF: No no, claro que no.
    SACOVILLA: ¡¡Bilbo!! ¡Bilbo Bolsón!
    BILBO: ¡No estoy para nadie! Son esos Sacovilla-Bolsón. Quieren quedarse con la casa. Nunca me perdonarán el haberme ido tanto tiempo. Tengo que alejarme de estos condenados parientes. ¡No me dejan ni un momento en paz! Quiero volver a ver montañas, montañas Gandalf, y encontrar un lugar tranquilo donde terminar mi libro. ¡Oh! ¡Té!
    GANDALF: Te refieres a cumplir tu plan, ¿eh?
    BILBO: ¡Sí!, ¡Sí! Con todo detalle. Está todo previsto. Oh, gracias.
    GANDALF: Frodo sospecha algo.
    BILBO: Claro que sí, es un Bolsón. No un zopenco Ciñatiesa de Casadura.
    GANDALF: ¿Se lo dirás verdad?
    BILBO: Sí, sí.
    GANDALF: Él te aprecia mucho.
    BILBO: Lo sé. Hasta vendría conmigo si se lo pidiera. Creo que en el fondo, Frodo sigue enamorado de la Comarca, de sus bosques y praderas, de sus arroyos. Estoy mayor, Gandalf. Sé que no lo aparento, pero ya lo siento en mi corazón. Me siento frágil, disperso como mantequilla untada sobre demasiado pan. Necesito vacaciones. Unas buenas vacaciones, y no espero volver. La verdad, no pienso hacerlo.

    BILBO: Del viejo Tobby, ¡La mejor hierba de la Cuaderna del Sur!
    Gandalf viejo amigo, esto va a ser una noche memorable…

    HOBBIT: ¿Un trozo de tarta?
    BILBO: ¡Hola! ¡Hola! Gordo Bolger, me alegro de verte ¡Bienvenido!
    FRODO: Anda Sam, saca a Rosie a bailar.
    SAM: Creo que tomaré otra cerveza.
    FRODO: ¡Ah no! Otra no. ¡Anda!
    BILBO: Y allí estaba yo, a merced de tres monstruosos Trolls; y los tres discutiendo entre ellos sobre como nos iban a cocinar, si a la brasa, ensartados, o engullidos crudos, uno por uno sin cocinarnos ni nada. Tanto tiempo pasaron debatiendo los pros y los contras, que el primer rayo de sol apareció entre los árboles ¡Pluf! ¡Convirtiéndolos en rocas!
    MERRY: Deprisa… ¡No, no! ¡El más grande! …. ¡Corre!

    BILBO: Señora Ciñatiesa, encantado de verla. ¿Todos estos niños son suyos? Caramba, una mujer prolífica.

    SACOVILLA: Aquí vienen 2 jarras.
    BILBO: Sacovilla-Bolsón, ¡rápido a cubierto!
    Gracias hijo mío. Eres un buen chico Frodo, y yo un egoísta ¿sabes? Sí, lo soy, muy egoísta. No sé porqué te acogí cuando murieron tus padres, pero no fue por caridad. Creo que fue mas bien porque de entre todos mis parientes tú eras el único Bolsón que manifestó autenticidad.
    FRODO: Bilbo, ¿has pasado por la taberna?
    BILBO: No, bueno sí, pero no, eso no es lo que importa, la cuestión es, Frodo, que …. tú estarás bien…

    PIPPIN: ¡Corre!
    MERRY: ¡Hay que clavarlo en el suelo!
    PIPPIN: ¡Ya está en el suelo!
    MERRY: ¡Sí, pero fuera!
    PIPPIN: ¡Ha sido idea tuya!

    FRODO: ¡Bilbo, Bilbo, cuidado con el Dragón!
    BILBO: ¿Dragón? Tonterías, hace mil años que no hay dragones por aquí.

    MERRY: ¡Qué bueno! Hay que ir a por otro.
    GANDALF: Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk. Debí imaginarlo.
    HOBBITS: ¡Bilbo Bolsón, unas palabras!
    FRODO: ¡Que hable!
    BILBO: ¡Muchas gracias! Mis queridos Bolsón, y Boffin… Tuk y Brandigamo… ¡Cavada! ¡Redondo! ¡Corneta! ¡Bolger! ¡Ciñatiesa! ¡Y Ganapiés!
    GANAPIÉ: ¡¡Ganapié!!
    BILBO: ¡Hoy es mi centésimo-décimo-primer cumpleaños!
    HOBBITS: ¡Feliz cumpleaños!
    BILBO: Pero aay, ciento once años no son nada para vivir rodeado de tan excelentes y admirables Hobbits. No conozco a la mitad de vosotros la mitad de lo que desearía, y lo que deseo es menos de la mitad de los que la mitad merecéis.
    HOBBITS: ¿Qué ha dicho?
    BILBO: Yo… tengo asuntos que atender. Los he pospuesto ya demasiado. Lamento anunciar que ha llegado el final. Ahora me iré. Os dedico mi más sentida despedida. Adiós.

    GANDALF: Te habrá parecido muy inteligente por tu parte.
    BILBO: Vamos Gandalf… ¿Te fijaste en sus caras?
    GANDALF: Hay muchos Anillos Mágicos en este mundo, Bilbo Bolsón, y ninguno debería usarse a la ligera.
    BILBO: ¡Era una pequeña broma! Oh, supongo que tendrás razón, como siempre.
    Le echaras un ojo a Frodo, ¿verdad?
    GANDALF: Dos ojos, tan a menudo como disponga de ellos.
    BILBO: Le voy a dejar todo.
    GANDALF: ¿Qué me dices de ese Anillo tuyo, también lo incluyes?
    BILBO: Sí, sí. Está en un sobre que hay sobre la repisa. No… espera está… aquí, en mi bolsillo… Es cur… Qué curioso, ¿eh? Sí claro, porqué no. ¿Porqué no iba a quedármelo?
    GANDALF: Creo que deberías olvidarte del Anillo.. Bilbo ¿Tan duro te resulta?
    BILBO: Pues, no… y sí… Llegó el momento.. no deseo partir sin él ¡Es mío! ¡Yo lo encontré! ¡Él vino a mí!
    GANDALF: No hay porqué enojarse.
    BILBO: ¡Si me enojo es por tu culpa! ¡Es mííoo! ¡Mío todo él! ¡Mi Tessoro!
    GANDALF: ¿Tesoro? Ya lo han llamado así, pero no tú.
    BILBO: ¡Pero a ti que te importa lo que yo haga con mis cosas!
    GANDALF: Creo que has tenido ese Anillo demasiado tiempo.
    BILBO: ¡Lo quieres para ti!
    GANDALF: ¡Bilbo Bolsón!, no me tomes por un hechicero del tres al cuarto! ¡No tengo intención de robarte! … Sólo intento ayudarte. Todos tus largos años hemos sido amigos. Confía en mí, como antaño hiciste. Renuncia a él.
    BILBO: Tienes razón Gandalf. El Anillo debe estar con Frodo. Es tarde y largo el camino. Sí, llegó el momento.
    GANDALF: Bilbo… El Anillo sigue en tu bolsillo…

    BILBO: He pensado un final para mi libro. “Y vivió feliz para siempre… hasta el fin de sus días.”
    GANDALF: Y estoy seguro de ello, querido amigo.
    BILBO: Adiós, Gandalf.
    GANDALF: Adiós, querido Bilbo.
    BILBO: El camino sigue y sigue…
    GANDALF: Hasta nuestro próximo encuentro.
    BILBO (VOZ EN OFF): Es mío, sólo mío, mi Tesoro…
    GANDALF: Acertijos en la Oscuridad.
    FRODO: ¡Bilbo! ¡Bilbo! Se ha ido, ¿verdad? Llevaba tiempo advirtiéndolo, pero nunca pensé que lo haría. ¿Gandalf?
    GANDALF: El Anillo de Bilbo. Se ha ido a vivir con los Elfos. Te ha dejado Bolsón Cerrado junto con todas sus pertenencias. Ahora el anillo es tuyo. Guárdalo en lugar seguro.
    FRODO: ¿Dónde vas?
    GANDALF: Hay asuntos que me requieren.
    FRODO: ¿Qué asuntos?
    GANDALF: Preguntas. Que necesitan respuesta.
    FRODO: ¡Pero si acabas de llegar! No lo entiendo.
    GANDALF: Tampoco yo. Guárdalo en secreto, en lugar seguro.

    GOLLUM: ¡¡La Comarca!! ¡¡Bolsón!!

    GANDALF: Año 3434 de la Segunda Edad, he aquí el relato de Isildur, Rey de Gondor y del hallazgo del Anillo de Poder.
    “Ha llegado a mí, el Anillo Único será el legado de mi Reino; todo descendiente de mi linaje quedará atado a su destino, pues no arriesgaré daño alguno para el Anillo. Me es muy preciado, aunque fue ganado con gran dolor. El grabado de su banda comienza a extinguirse. La escritura antes clara como roja llama ya prácticamente se ha desvanecido. Un secreto que ahora sólo el fuego puede desvelar.”

    NAZGÛL: ¡Comarca! ¡Bolsón!
    MAGGOT: No hay Bolsones por aquí. Están todos en Hobbiton. ¡Por ahí!

    FRODO, MERRY Y PIPPIN: “…que alegra el corazón y las penas ahoga. Puede llover o ventear pero ¡hay muchas piiiintas para brindar! Dulce es el canto del chaparrón que el arroyo al llano fue a llegar, mejor que el agua, la tempestad….
    PIPPIN: ¡….es la buena cerveza de este Tuk!
    HOBBIT: Gente muy extraña atraviesa la Comarca estos días. Enanos y otros de no menos deleznable naturaleza.
    TÍO: Hay una guerra en ciernes. Las montañas están infestadas de Trasgos.
    HOBBIT2: Cuentos de hadas, historias de niños, eso es lo que son. Te estás pareciendo al viejo Bilbo Bolsón, el descerebrado.
    TÍO: Je, mire, el señor Frodo. Él sí que pierde el juicio.
    FRODO: Y a mucha honra. Salud, Tío.
    TÍO: Salud.
    HOBBIT2: No es de nuestra incumbencia lo que ocurra atrás de nuestras fronteras. Apártate de los problemas y los problemas se apartaran de ti.
    ROSITA: Buenas noches.
    SAM: Buenas noches.
    HOBBIT2: Buenas noches, dulce dama de la dorada cerveza.
    SAM: Eh tú, cuidadito con lo que decimos…
    FRODO: No te apures Sam, Rosie reconoce un idiota a la legua.
    SAM: ¿Ah sí?

    FRODO: Buenas noches Sam.
    SAM: Buenas noches Frodo.

    GANDALF: ¿Está a buen recaudo? ¿Está seguro?
    FRODO: ¿Qué estás haciendo?
    GANDALF: Extiende la mano Frodo, está frío… ¿Qué ves? ¿Puedes ver algo?
    FRODO: Nada, no hay nada. Espera…hay unas marcas.. Algo que parece élfico, no sé leerlo.
    GANDALF: Muy pocos pueden. Es la lengua de Mordor, que no emplearé aquí.
    FRODO: ¡Mordor!
    GANDALF: En la lengua común dice: “Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las… Tinieblas.
    Éste es el Anillo Único, forjado por el Señor Oscuro Sauron, en los fuegos del Monte del Destino; arrebatado por Isildur, de las mismas manos de Sauron.
    FRODO: Bilbo lo encontró… en la caverna de Gollum…
    GANDALF: Así es. Durante 60 años el anillo permaneció en silencio, en poder de Bilbo, prolongando su vida, postergando su vejez. Pero ya no, Frodo. El mal se revuelve en Mordor. El Anillo ha despertado. Ha oído la llamada de su dueño.
    FRODO: ¡Pero le derrotaron! ¡Sauron fue aniquilado!
    GANDALF: No, Frodo. El espíritu de Sauron perduró. Su fuerza vital está ligada al Anillo y el Anillo sobrevivió. Sauron ha vuelto, sus orcos se han multiplicado, su fortaleza de Barad-dûr vuelve a erguirse en la tierra de Mordor. A Sauron le basta este Anillo para cubrir las tierras de una segunda oscuridad. Lo está buscando, lo busca, su única intención es encontrarlo, pues el Anillo anhela por encima de todo regresar a las manos de su dueño. Son un todo, el Anillo y el Señor Oscuro. Frodo, nunca debe encontrarlo.
    FRODO: De acuerdo. Lo guardaremos, lo ocultaremos y no se hable más de él. Nadie sabe que esta aquí, ¿verdad? ¿Verdad, Gandalf?
    GANDALF: Hay otro que sabe que Bilbo tenía el Anillo. Busqué por todas partes a la criatura Gollum, pero el enemigo lo encontró antes.
    No sé cuanto tiempo lo torturaron… pero entre interminables gritos y confuso balbuceo, distinguieron dos palabras…

    GOLLUM: ¡¡Comarca!! ¡¡Bolsón!!

    FRODO: ¿Comarca? ¿Bolsón? ¡Eso los conducirá aquí!

    HOBBIT: ¡Quién anda ahí!

    FRODO: Cógelo Gandalf ¡Llévatelo!
    GANDALF: No Frodo…
    FRODO: ¡Debes quedártelo!
    GANDALF: No puedes ofrecerme este Anillo.
    FRODO: ¡Pues te lo estoy dando!
    GANDALF: ¡¡No me tientes Frodo!! No quiero ni tocarlo… Ni siquiera para esconderlo. Entiéndelo Frodo, utilizaría este Anillo con ánimo de hacer el bien, pero conmigo adquiriría un poder desatado y terrible de imaginar.
    FRODO: No puede quedarse en la Comarca.
    GANDALF: ¡No! No debe.
    FRODO: ¿Qué debo hacer?
    GANDALF: Partir, y cuanto antes.
    FRODO: ¿A dónde? ¿A dónde voy?
    GANDALF: Sal de la Comarca. Ve a la aldea de Bree.
    FRODO: Bree. ¿Y que harás tú?
    GANDALF: Te estaré esperando, en la Posada del Poney Pisador.
    FRODO:¿El Anillo estará seguro allí?
    GANDALF: No lo sé Frodo, no tengo respuesta. Debo ver al decano de mi orden, es sabio y poderoso. Confía en mi Frodo, él sabrá que hacer. Debes renunciar al apellido Bolsón, pues ese nombre no es seguro fuera de la Comarca. Viaja sólo de día, y evita los caminos.
    FRODO: Puedo atravesar los campos fácilmente.
    GANDALF: Mi querido Frodo… Los Hobbits son criaturas sorprendentes, puedes aprender todas sus costumbres en un mes, y después de cien años, aún te sorprenden.
    ¡Agáchate!
    ¡Rayos y centellas! ¡Samsagaz Gamyi! ¿Has estado fisgoneando?
    SAM: ¡No estaba fisgoneando señor, no! Sólo cortaba el césped bajo la ventana, si usted me entiende.
    GANDALF:Un poco tarde para cortar césped, ¿no crees?
    SAM: Oí unas voces.
    GANDALF: ¡Qué oíste! ¡Habla!

    SAM: ¡Nada importante! Algo acerca de un Anillo y un Señor Oscuro y algo sobre el fin del mundo, pero por favor señor Gandalf no me haga daño. No me convierta en un monstruo.
    GANDALF:No… más bien no… he pensado en darte mejor uso…
    Vamos Samsagaz, ¡date prisa!
    Tened cuidado los dos. El enemigo tiene muchos espías a su servicio, aves, bestias…
    ¿Está seguro? Nunca te lo pongas, pues los siervos del Señor Oscuro serán atraídos por su Poder. Recuerda siempre Frodo, que el Anillo intenta volver a su dueño. Desea ser encontrado.

    SAM: Se acabó.
    FRODO: ¿Se acabó qué?
    SAM: Si doy un paso más, será lo mas lejos que he estado de mi hogar en mi vida.
    FRODO: Vamos Sam. Recuerda lo que Bilbo solía decir …
    BILBO (VOZ EN OFF): “Es peligroso, Frodo, cruzar tu puerta, pones tu pie en el camino y si no cuidas tus pasos, nunca sabes a donde te pueden llevar…”

    FRODO: ¡Sam! Elfos de los bosques. Se dirigen a la costa, más allá de las Torres Blancas. A los Puertos Grises.
    SAM: Abandonan la Tierra Media.
    FRODO: Para nunca volver.
    SAM: No sé porqué… pero me entristece.

    SAM: Da igual dónde me tumbe, ¡siempre hay una dichosa raíz que sobresale!
    FRODO: Cierra los ojos e imagínate tumbado en tu cama, sobre un mullido colchón, y una almohada de plumas.
    SAM: No funciona señor Frodo. No podré pegar ojo a la intemperie.
    FRODO: Ni yo, Sam.

    SARUMAN: El Humo se eleva de nuevo en el Monte del Destino. La hora se acerca, y Gandalf el Gris cabalga hacia Isengard en busca de mi consejo. Pues para eso has venido ¿no es así, viejo amigo?
    GANDALF: Saruman.

    SARUMAN: ¿Estás seguro de eso?
    GANDALF: Sin duda alguna.
    SARUMAN: El Anillo de Poder ha sido hallado.
    GANDALF: Todos estos largos años ha estado en la Comarca, delante de mis narices…
    SARUMAN: Y no tuviste ojos para verlo. Tu pasión por la hierba de los Medianos sin duda ha enturbiado tu mente.
    GANDALF: Pero aun hay tiempo el suficiente para combatir a Sauron, si actuamos con presteza.
    SARUMAN: ¿Tiempo? ¿Cuánto tiempo crees que tenemos?
    Sauron ha recuperado mucha de su fuerza perdida; aún no puede hacerse corpóreo, pero su espíritu no ha perdido su poder. Confinado en su fortaleza, el señor de Mordor lo ve todo. Su mirada atraviesa nubes, sombras, tierra y …carne. ¿Sabes de lo que hablo, Gandalf? Un gran Ojo, sin párpado, rodeado de llamas…
    GANDALF: Sí, Sauron.
    SARUMAN: Está atrayendo todo el mal hacia él. Muy pronto habrá reclutado un ejército suficiente para atacar la Tierra Media.
    GANDALF: Y tú lo sabes… ¿Cómo?
    SARUMAN: Lo he visto…
    GANDALF: Un Palantir es arma peligrosa, Saruman.
    SARUMAN: ¿Por qué? ¿Por qué hemos de temer usarlo?
    GANDALF: No todas las piedras videntes corrieron la misma suerte; no sabemos quien más podría estar mirando.
    SARUMAN: La hora está más avanzada de lo que piensas. Las tropas de Sauron han emprendido ya la marcha. Los Nueve ha partido de Minas Morgul.
    GANDALF: ¿Los Nueve?
    SARUMAN: Cruzaron el rió Isen en la Pascua de Verano, vestidos de Jinetes Negros.
    GANDALF: ¿Están en la Comarca?
    SARUMAN: Encontraran el Anillo y destruirán a su portador.
    GANDALF: ¡Frodo!
    SARUMAN: ¿No creerás en serio que un hobbit puede torcer la voluntad de Sauron? Nadie puede hacerlo. Contra el poder de Mordor no hay victoria posible. Debemos unirnos a él, Gandalf. Debemos unirnos a Sauron. Sería lo más sabio, amigo mío.
    GANDALF: Dime, amigo, ¿cuándo abandonó Saruman el Sabio, la razón por la locura?

    SARUMAN: Te he dado la oportunidad de ayudarme libremente, pero tú has elegido ¡la senda del dolor!

    SAM: ¡Señor Frodo! ¡Frodo! ¡Frodo! Creí que le había perdido.
    FRODO: ¿De qué hablas?
    SAM: Es por algo que dijo Gandalf.
    FRODO: ¿Qué dijo?
    SAM: No le pierdas de vista Sam Gamyi. Y no pienso hacerlo.
    FRODO: Sam, seguimos en la Comarca, ¿qué podría ocurrir?
    PIPPIN: ¡Eh, Frodo! Merry es Frodo Bolsón.
    MERRY: ¡Hola Frodo!
    SAM:¡Apártate! Levántese señor Frodo.
    FRODO: ¿A qué viene esto?
    MERRY: Sujeta.
    SAM: ¡Habéis entrado en el huerto de Maggot!
    MAGGOT: ¡Eh os conozco! ¡Fuera de mi huerto! ¡Salid de ahí golfos! ¡Os he dicho que fuera de mis tierras!
    MERRY: No sé porqué se enfada tanto, por dos zanahorias…
    PIPPIN: Y unos repollos… y los tres sacos de patatas de la semana pasada… ¡y los champiñones de la semana anterior!
    MERRY: Sí Pippin, en mi opinión, ¡está exagerando claramente! ¡Corred!

    PIPPIN: ¡Uff! ¡Por los pelos!
    MERRY: Creo que se me ha roto algo…
    SAM: Fíate de un Brandigamo y un Tuk.
    MERRY: ¿Qué? ¡Ha sido un desvío! ¡Un atajo!
    SAM: ¿Un atajo a dónde?
    PIPPIN: Mirad, ¡setas! Cuántas setas. Qué buenas. Qué bien huelen…
    FRODO: Deberíamos salir del camino.
    ¡Salid del camino! ¡Rápido!
    SAM: Silencio.
    Frodo.

    MERRY: ¿Qué era eso?
    SAM: ¿Ve algo?
    FRODO: Nada.
    PIPPIN: ¿Qué ocurre?
    MERRY: Ese Jinete Negro buscaba algo… o a alguien, ¿Frodo?
    PIPPIN: ¡Agacháos!
    FRODO: Debo dejar la Comarca. Sam y yo vamos a Bree.
    MERRY: Ya sé. La balsadera de Gamoburgo, ¡seguidme!
    ¡Corred! ¡Por aquí! ¡Seguidme! ¡Frodo aprisa! ¡Corre!
    ¡Desata la soga, Sam!
    SAM, MERRY Y PIPPIN: ¡Corre Frodo! ¡Vamos, date prisa! ¡Corre! ¡Salta Frodo! ¡Salta!
    FRODO: ¿Cuánto hay hasta el próximo paso?
    MERRY: El puente del Brandivino, veinte millas.

    FRODO: Vamos.
    GUARDIA: ¿Qué quieren?
    FRODO: Vamos al Poney Pisador.
    GUARDIA: ¡Hobbits! Cuatro Hobbits. Y peor aún, fuera de la Comarca, por el acento. ¿Qué asuntos les traen a Bree?
    FRODO: Venimos a la posada. Nuestros asuntos son cosa nuestra.
    GUARDIA: Tranquilo jovencito, no era mi intención ofenderle. Debo preguntar después de anochecer; se habla de extraños forasteros. Toda precaución es poca.
    HOMBRE: Quitaos de en medio. Largo de aquí.

Guion: La comunidad del anillo version normal

  LA COMUNIDAD DEL ANILLO

GALADRIEL:
I amar prestar aen (El Mundo ha cambiado)
han mathon ne nen (Lo siento en el agua)
han mathon ne chae (Lo siento en la tierra)
a han noston ned gwilith.(Lo huelo en el aire)
Mucho se perdió entonces y pocos viven ahora para recordarlo.

    EL SEÑOR DE LOS ANILLOS

    Todo comenzó con la forja de los Grandes Anillos.
    Tres fueron entregados a los Elfos inmortales, los más sabios y bellos de todos los seres.
    Siete a los señores Enanos. Grandes mineros y artesanos de las cavidades montañosas.
    Y Nueve… Nueve fueron entregados a la raza de los hombres… Que ansían por encima de todo el Poder.
    En aquellos anillos residía el poder y la voluntad para gobernar a cada raza. Pero todos ellos fueron engañados… Pues otro Anillo más fue forjado… En la tierra de Mordor, en los fuegos del Monte del destino, el Señor Oscuro Sauron forjó en secreto el Anillo Regente para controlar a todos los demás. En ese Anillo descargó toda su crueldad, su malicia y su voluntad de dominar todo tipo de vida…
    Un Anillo para gobernarlos a todos. Uno a uno, los pueblos libres de la Tierra Media fueron sometidos por el poder del Anillo.
    Pero hubo algunos que resistieron. Una Última Alianza de Hombres y Elfos lucharon contra el ejército de Mordor. Y en las lomas del Monte del Destino libraron su batalla por la libertad de la Tierra Media. La victoria estaba próxima… Pero nada puede acabar con el Poder del Anillo… Y fué en aquel preciso momento, desvanecida ya toda esperanza, cuando Isildur, Hijo del Rey recurrió a la espada de su padre…
    Sauron, el enemigo de los pueblos libres de la Tierra Media fue derrotado.
    El Anillo llegó a manos de Isildur, que tuvo la oportunidad de destruir su mal para siempre. Pero el corazón de los hombres se corrompe con facilidad, y el Anillo de Poder goza de voluntad propia. Traicionó a Isildur hasta llevarle a la muerte.
    Y aquellos hechos que nunca debieron caer en el olvido, se perdieron en el tiempo. La Historia se convirtió en Leyenda. La Leyenda se convirtió en Mito, y durante 2.500 años el Anillo pasó desapercibido. Hasta que cuando se presentó la ocasión encontró a un nuevo dueño… ¡Mi Tessoro! El Anillo acabó en manos de la criatura Gollum que lo ocultó en las profundidades de las Montañas Nubladas. Y allí, le consumió.
    GOLLUM: ¡Él vino a mi! ¡Todo mío! ¡Mi vida! ¡Todo mío! ¡Mi tessoro!
    GALADRIEL: El Anillo proporcionó a Gollum longevidad antinatural. Durante 500 años envenenó su mente; y en la lúgubre caverna de Gollum esperó. La oscuridad negó los bosques del mundo. Llegó el rumor de que una sombra crecía en el Este. El murmullo de un temor sin nombre. El Anillo de Poder lo percibió. Su hora había llegado. Abandonó a Gollum, pero algo ocurrió al margen de la voluntad del anillo… fue recogido por la criatura que menos cabía imaginar… Por un Hobbit, Bilbo Bolsón, de la Comarca.
    GOLLUM: ¡¡Perdido!! ¡MI TESSOORO! ¡PERDIDO!
    GALADRIEL: Pero pronto llegaría el momento en que lo Hobbits tendrían en sus manos el futuro de todos…

    La Comunidad del Anillo

    La Comarca… 60 años después

    GANDALF: El camino sigue sin cesar… pero he de continuaar…
    FRODO: Llegas tarde.
    GANDALF: Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón. Ni pronto, llega exactamente cuando se lo propone.
    FRODO: ¡Cuánto me alegro de verte Gandalf!
    GANDALF: No me iba a perder el cumpleaños de tu tío Bilbo.
    FRODO: ¿Traes noticias del mundo exterior? ¡Cuéntamelo todo!
    GANDALF: ¿Todo? Eres demasiado curioso para ser un Hobbit, de lo más antinatural. ¿Qué podría decirte? La vida del ancho mundo transcurre como en la pasada edad, ocupada en sus ajetreos, casi al margen de la existencia de los Hobbits… De lo que estoy muy agradecido. La largamente esperada Fiesta.
    Feliz Cumpleaños Bilbo Bolsón
    BILBO: ¿Cómo está mi viejo amigo? He oído que va a dar una fiesta de especial importancia.
    FRODO: Ya conoces a Bilbo, tiene a todo el pueblo alborotado.
    GANDALF: Bueno, eso siempre le ha entusiasmado.
    FRODO: Ha invitado a media Comarca.
    GANDALF: ¡No me digas!
    FRODO: Algo trama.
    GANDALF: ¿Tú crees?
    FRODO: Está bien guardad vuestros secretos. Antes de tu llegada, los Bolsón gozábamos de buena fama.
    GANDALF: Sin duda.
    FRODO: Nunca teníamos aventuras ni hacíamos nada inesperado.
    GANDALF: Si te refieres al incidente con el dragón, yo no tuve nada que ver. Únicamente le di un empujocito para que saliera.
    FRODO: A pesar de todo te han puesto la etiqueta de perturbador de la paz.
    GANDALF: Vaya vaya…
    NIÑOS HOBBITS: ¡Gandalf! ¡Por favor! Fuegos artificiales, Gandalf…
    FRODO: Gandalf… Me alegro de tu regreso.
    GANDALF: Yo también, amigo. Yo también…
    Prohibido entrar excepto por asuntos de la Fiesta
    BILBO: ¡No, Gracias! No más visitas, ni admiradores, ni parientes lejanos.
    GANDALF: ¿Ni tampoco viejos amigos?
    BILBO: ¿Gandalf?
    GANDALF: Bilbo Bolsón…
    BILBO: ¡Mi querido Gandalf! Qué alegría volver a verte.
    GANDALF: Cumples ciento once años, ¿quien lo iba a decir? No te afectan los años.
    BILBO: ¡Pasa, pasa! ¡Bienvenido!, ¡Bienvenido! Qué te puedo ofrecer ¿Té?, o tal vez algo mas fuerte? Me quedan unas botellas de la vieja viña de 1296, muy buena añada, casi tan vieja como yo, embotellada por mi padre. ¿Te parece que abramos una?
    GANDALF: Sólo té, gracias.
    BILBO: Te esperaba la semana pasada. No es que me importe mucho. Vienes y vas a placer, siempre lo has hecho y siempre lo harás. Me pillas desprevenido, solo tengo pollo frio y escaleche; queda algo de queso por aquí… nada, es muy poco; mermelada de frambuesa y tarta de manzana y vainilla, por algun lado… acabo de encontrar un poco de bizcocho de huevo.
    La Montaña Solitaria
    BILBO: Puedo hacerte unos huevos si quieres.
    GANDALF: Solo té, gracias.
    BILBO: ¡Como quieras! No te importa que coma yo, ¿verdad?
    GANDALF: No no, claro que no.
    SACOVILLA: ¡¡Bilbo!! ¡Bilbo Bolsón!
    BILBO: ¡No estoy en casa! Tengo que alejarme de estos condenados parientes. ¡No me dejan ni un momento en paz! Quiero volver a ver montañas, montañas Gandalf, y encontrar un lugar tranquilo donde terminar mi libro. ¡Ah! ¡Té!
    GANDALF: Te refieres a cumplir tu plan, ¿eh?
    BILBO: ¡Sí!, ¡Sí! Con todo detalle. Está todo previsto. Gracias.
    GANDALF: Frodo sospecha algo.
    BILBO: ¡Claro que sí, es un Bolsón! ¡No un zopenco Ciñatiesa de Cazadura!
    GANDALF: ¿Se lo dirás verdad?
    BILBO: ¡Sí!, ¡Sí!
    GANDALF: Él te aprecia mucho.
    BILBO: Lo sé. Hasta vendría conmigo si se lo pidiera. Creo que en el fondo, Frodo sigue enamorado de la Comarca, de sus bosques y praderas, de sus arroyos ¡Estoy mayor Gandalf! Sé que no lo aparento, pero ya lo siento en mi corazón. Me siento fragil, disperso como mantequilla huntada sobre demasiado pan. Necesito vacaciones. Unas buenas vacaciones, y no espero volver. La verdad, no pienso hacerlo.

    BILBO: Del viejo Tobby, ¡La mejor hierba de la Cuaderna del Sur!
    Gandalf viejo amigo, ¡Esto va a ser una noche memorable!

    BILBO: Gordo Bolger, me alegro de verte ¡Bienvenido!
    FRODO: Anda Sam, saca a Rosi a bailar.
    SAM: Creo que tomaré otra cerveza.
    FRODO: ¡Ah no! Otra no. ¡Anda!
    BILBO: Y ahí estaba yo, a merced de tres monstruosos Trolls; y los tres discutiendo entre ellos sobre como nos iban a cocinar, si a la brasa, ensartados, o engullidos crudos, uno por uno sin cocinarnos ni nada. Se pasaron tanto tiempo discutiendo el cómo y el porqué, que el primer rayo de luz de sol apareció entre los árboles ¡Pluf! ¡Convirtiéndolos en rocas!
    MERRY: Deprisa… ¡No, no! ¡El más grande! …. ¡Corre!
    PIPPIN: ¡Hay que clavarlo en el suelo!
    MERRY: ¡Ya está clavado!
    PIPPIN: ¡Sí pero fuera!
    MERRY: Ha sido idea tuya.
    FRODO: ¡Cuidado con el Dragón!
    BILBO: ¿Dragón?, tonterías! ¡Hace mil años que no hay dragones por aquí!
    MERRY: ¡Qué bueno! Hay que ir a por otro.
    GANDALF: Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk. Debí imaginarlo.
    HOBBITS: Bilbo Bolsón, unas palabras.
    FRODO: ¡Que hable!
    BILBO: Mis queridos Bolsón, y Boffin… Tuk y Brandigamo… ¡Cabada! ¡Redondo! ¡Corneta! ¡Bolger! ¡Ciñatiesa y Ganapies! ¡¡Ganapie!!
    ¡Hoy es mi centesimo decimo primer cumpleaños!
    HOBBITS: ¡Feliz cumpleaños!
    BILBO: ¡Ay! ¡Pero ciento once años no son nada para vivir rodeado de tan excelentes y admirables Hobbits!
    ¡No conozco a la mitad de vosotros la mitad de lo que desearía, y lo que deseo es menos de la mitad de los que la mitad mereceis!
    Yo… tengo asuntos que atender. Los he pospuesto ya demasiado. ¡Lamento anunciar que ha llegado el Final! Ahora me iré. Os dedico mi más sentida despedida. Adiós.
    GANDALF: Te habrá parecido muy inteligente por tu parte.
    BILBO: ¡Vamos Gandalf! ¿Te fijaste en sus caras?
    GANDALF: Hay muchos Anillos Mágicos en este mundo, y ninguno debería usarse a la ligera.
    BILBO: ¡Era una pequeña broma! Supongo tendrás razón, como siempre… Le echaras un ojo a Frodo, ¿Verdad?
    GANDALF: Dos ojos, tan a menudo como disponga de ellos.
    BILBO: Le voy a dejar todo.
    GANDALF: ¿Qué me dices de ese Anillo tuyo? ¿También lo incluyes?
    BILBO: ¡Sí!, ¡Sí! Está en un sobre que hay sobre la repisa. No… espera está… aquí, en mi bolsillo… Qué curioso, ¿eh? ¡Sí! claro, ¡porqué no! ¿Porqué no iba a quedármelo?
    GANDALF: Creo que deberías olvidarte del Anillo.. Bilbo ¿Tan duro te resulta?
    BILBO: Pues, no… y sí! Llegó el momento.. no deseo partir sin él ¡Es mío! ¡Yo lo encontré! ¡Él vino a mí!
    GANDALF: No hay porqué enojarse.
    BILBO: ¡Si me enojo es por tu culpa! ¡Es mííoo! ¡Mío todo él! ¡Mi Tessoro!
    GANDALF: ¿Tesoro? Ya lo han llamado así, pero no tú.
    BILBO: ¡Pero a ti que te importa lo que yo haga con mis cosas!
    GANDALF: Ya has tenido ese Anillo demasiado tiempo
    BILBO: ¡Lo quieres para tí!
    GANDALF: ¡Bilbo Bolsón!, no me tomes por un hechicero del tres al cuarto! ¡No tengo intención de robarte! … Sólo intento ayudarte. Todos estos largos años hemos sido amigos. Confía en mí, como antaño hiciste. Renuncia a él.
    BILBO: Tienes razón Gandalf. El Anillo debe estar con Frodo. Es tarde y largo el camino. Sí, llegó el momento.
    GANDALF: Bilbo… El Anillo sigue en tu bolsillo…
    BILBO: He pensado un final para mi libro… Y vivió feliz para siempre… hasta el final de sus días.
    GANDALF: Y estoy seguro de ello, querido amigo.
    BILBO: Adiós Gandalf.
    GANDALF: Adiós querido Bilbo.
    BILBO: El camino sigue y sigue…
    GANDALF: Hasta nuestro próximo encuentro.

    BILBO(VOZ EN OFF): Es mío, Sólo mío. Mi Tesoro…
    GANDALF: Acertijos en la Oscuridad.
    FRODO: ¡Bilbo!
    FRODO: ¿Se ha ido verdad? Llevaba tiempo advirtiéndolo, pero nunca pensé que lo haría. ¿Gandalf?
    GANDALF: El Anillo de Bilbo. Se ha ido a vivir con los Elfos… Te ha dejado Bolsón Cerrado junto con todas sus pertenencias. Ahora el anillo… es tuyo. Guárdalo en lugar seguro.
    FRODO: ¿Adónde vas?
    GANDALF: ¡Hay asuntos que me requieren!
    FRODO: ¿Que asuntos?
    GANDALF: ¡Preguntas! Que necesitan respuesta.
    FRODO: ¡Pero si acabas de llegar! No lo entiendo.
    GANDALF: Tampoco yo. Guárdalo en secreto, en lugar seguro.

    GOLLUM: ¡¡La Comarca!! ¡¡Bolsón!!

    GANDALF: Año 3434 de la Segunda Edad, he aquí el relato de Isildur, Rey de Gondor y del hallazgo del Anillo de Poder. Ha llegado a mí, el Anillo Único será el legado de mi Reino; todo descendiente de mi linaje quedará atado a su destino, pues no arriesgaré daño alguno para el Anillo. Me es muy preciado, aunque fue ganado con gran dolor. El grabado de su banda comienza a extinguirse. La inscripción antes clara como roja llama prácticamente se ha desvanecido. Un secreto que ahora sólo el fuego puede desvelar.

    NAZGÛL: ¡Comarca! ¡Bolsón!
    MAGGOT: No hay Bolsones por aquí. Están todos en Hobbiton. ¡Por ahí!

    FRODO: Buenas noches Sam.
    SAM: Buenas noches Frodo.
    GANDALF: ¿Está a buen recaudo? ¿Está seguro?
   
    FRODO: ¿Qué estás haciendo?
    GANDALF: Extiende la mano Frodo, está frío… ¿Que ves? ¿Puedes ver algo?
    FRODO:Nada. No hay nada. Espera Hay unas marcas.. Algo que parece élfico, no sé leerlo.
    GANDALF: Muy pocos pueden. Es la lengua de Mordor, que no emplearé aquí. En la lengua común dice: “Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las… Tinieblas! Éste es el Anillo Único, forjado por el Señor Oscuro Sauron, en los fuegos del Monte del Destino; arrebatado por Isildur, de las mismas manos de Sauron.
    FRODO: Bilbo lo encontró… en la caverna de Gollum…
    GANDALF: Durante 60 años el anillo permaneció en silencio, en poder de Bilbo, prolongando su vida, postergando su vejez… Pero ya no Frodo. El mal se revuelve en Mordor. El Anillo ha despertado, ha oído la llamada de su dueño.
    FRODO: ¡Pero le derrotaron! ¡Sauron fue aniquilado!
    GANDALF: No, Frodo. El espíritu de Sauron perduró. Su fuerza vital está ligada al Anillo y el Anillo sobrevivió. Sauron ha vuelto, sus orcos se han multiplicado, su fortaleza de Barad-dûr vuelve a erguirse en la tierra de Mordor. A Sauron le basta este Anillo para cubrir las tierras de una segunda oscuridad. Lo está buscando, lo busca, todo su pensamiento está puesto en él, pues añora por encima de todo volver a las manos de su dueño. Son un todo, El Anillo y el Señor Oscuro Frodo, nunca debe encontrarlo.
    FRODO: De acuerdo. Lo guardaremos, lo ocultaremos y no se hable más de él. Nadie sabe que esta aquí, ¿verdad? ¿Verdad, Gandalf?
    GANDALF: Hay otro que sabe que Bilbo tenía el Anillo. Busqué por todas partes a la criatura Gollum, pero el enemigo lo encontró antes. No sé cuanto tiempo lo torturaron… pero entre interminables gritos y confuso balbuceo, distinguieron dos palabras…
    GOLLUM: ¡¡Comarca!! ¡¡Bolsón!!
    FRODO: ¿Comarca? ¿Bolsón? ¡Eso los conducirá aquí!
    HOBBIT: ¡Quién anda ahí!
    FRODO: Cógelo Gandalf ¡Llévatelo!
    GANDALF: No, Frodo…
    FRODO: ¡Debes quedártelo!
    GANDALF: No puedes ofrecerme este Anillo.
    FRODO: ¡Pues te lo estoy dando!
    GANDALF: ¡No… me tientes Frodo! No quiero ni tocarlo… Ni siquiera para esconderlo. Entiéndelo Frodo, utilizaría este Anillo con ánimo de hacer el bien, pero conmigo adquiriría un poder desatado y terrible de imaginar.
    FRODO: ¡No puede quedarse en la Comarca!
    GANDALF: ¡No! No debe.
    FRODO: ¿Qué debo hacer?
    GANDALF: Partir, ¡y cuanto antes!
    FRODO: ¿A dónde? ¿A dónde voy?
    GANDALF: Sal de la Comarca. Ve a la aldea de Bree.
    FRODO: ¿Y que harás tú?
    GANDALF: Te estaré esperando, en la Posada del Poney Pisador.
    FRODO: ¿El Anillo estará seguro allí?
    GANDALF: No lo sé Frodo, no tengo respuesta. Debo ver al decano de mi orden, es sabio y poderoso. Confía en mi Frodo, él sabrá que hacer. Debes renunciar al apellido Bolsón, pues ese nombre no es seguro fuera de la Comarca. Viaja sólo de día, y evita los caminos.
    FRODO: Puedo atravesar los campos fácilmente.
    GANDALF: Mi querido Frodo… Los Hobbits son criaturas sorprendentes, puedes aprender todas sus costumbres en un mes, y después de cien años, aún te sorprenden.
    ¡Agáchate!
    ¡Rayos y centellas! ¡Samsagaz Gamyi! ¿Has estado fisgoneando?
    SAM: ¡No estaba fisgoneando señor, no! Sólo cortaba el césped bajo la ventana, si usted me entiende.
    GANDALF: Un poco tarde para cortar césped, ¿no crees?
    SAM: Oí unas voces.
    GANDALF: ¡Qué oíste! ¡Habla!
    SAM: ¡Nada importante! Algo acerca de un Anillo y un Señor Oscuro y algo sobre el fin del mundo, pero por favor señor Gandalf no me haga daño. ¡No me convierta en un monstruo!
    GANDALF: No… más bien no… he pensado en darte mejor uso…
    Vamos Samsagaz ¡date prisa!
    Tened cuidado los dos. El enemigo tiene muchos espías a su servicio, aves, bestias…
    ¿Está seguro? Nunca te lo pongas, pues los siervos del Señor Oscuro serán atraídos por su Poder. Recuerda siempre Frodo, que el Anillo intenta volver a su dueño. Desea ser encontrado.

    SAM: ¡Se acabó!
    FRODO: ¿Se acabó que?
    SAM: Si doy un paso más, será lo mas lejos que he estado de mi hogar en mi vida.
    FRODO: Vamos Sam. Recuerda lo que Bilbo solía decir …
    BILBO (VOZ EN OFF): es peligroso, Frodo, cruzar tu puerta, pones tu pié en el camino y si no cuidas tus pasos, nunca sabes a donde te pueden llevar…

    SARUMAN: El Humo se eleva de nuevo en el Monte del Destino. La hora se acerca, y Gandalf el Gris cabalga hacia Isengard en busca de mi consejo. Pues para eso has venido ¿no es así? viejo amigo…
    GANDALF: Saruman.

    SARUMAN: ¿Estás seguro de eso?
    GANDALF: Sin duda alguna.
    SARUMAN: El Anillo de Poder ha sido hallado.
    GANDALF: Todos estos largos años ha estado en la Comarca, delante de mis narices…
    SARUMAN: Y no tuviste ojos para verlo. Tu pasión por la hierba de los Medianos sin duda ha enturbiado tu mente.
    GANDALF: Pero aun hay tiempo el suficiente para combatir a Sauron, si actuamos con presteza.
    SARUMAN: ¿Tiempo? ¿Cuánto tiempo crees que tenemos? Sauron ha recuperado mucha de su fuerza perdida; aún no puede hacerse corpóreo, pero su espíritu no ha perdido su poder. Confinado en su fortaleza, el señor de Mordor lo ve todo. Su mirada atraviesa nubes, sombras, tierra y carne. ¿Sabes de lo que hablo, Gandalf? Un gran Ojo sin párpado, rodeado de llamas…
    GANDALF: Sí, Sauron.
    SARUMAN: Está atrayendo todo el mal hacia él. Muy pronto habrá reclutado un ejercito suficiente para atacar la Tierra Media.
    GANDALF: Y tú lo sabes… ¿Cómo?
    SARUMAN: Lo he visto.
    GANDALF: Un Palantir es arma peligrosa, Saruman.
    SARUMAN: ¿Por qué? ¿Por qué hemos de temer usarlo?
    GANDALF: No todas las piedras videntes corrieron la misma suerte; no sabemos quien más podría estar mirando.
    SARUMAN: La hora está más avanzada de lo que piensas. Las tropas de Sauron han emprendido ya la marcha. Los Nueve ha partido de Minas Morgul.
    GANDALF: ¿Los Nueve?
    SARUMAN: Cruzaron el rió Isen en la pascua de Verano, vestidos de Jinetes Negros.
    GANDALF: ¿Estan en la Comarca?
    SARUMAN: Encontraran el Anillo y destruirán a su portador.
    GANDALF: ¡Frodo!
    SARUMAN: ¿No creerás en serio que un hobbit puede torcer la voluntad de Sauron? Nadie puede hacerlo. Contra el poder de Mordor no hay victoria posible. Debemos unirnos a él, Gandalf. ¡Debemos unirnos a Sauron! Sería lo más sabio, amigo mío…
    GANDALF: Dime, amigo… ¿Cuándo abandonó Saruman el Sabio, la razón por la locura?
    SARUMAN: Te he dado la oportunidad de ayudarme libremente, pero tú has elegido la senda del dolor…

    SAM: ¡Sr. Frodo! ¡Creí que le había perdido!
    FRODO: ¿De que hablas?
    SAM: Es por algo que dijo Gandalf.
    FRODO: ¿Qué dijo?
    SAM: No le pierdas de vista Sam Gamyi. Y no pienso hacerlo.
    FRODO: Sam, seguimos en la Comarca, ¿qué podría ocurrir?
    PIPPIN: ¡Frodo! Merry, es Frodo Bolsón.
    MERRY: ¡Hola, Frodo!
    SAM: ¡Apártate! Levántese Sr. Frodo.
    FRODO: ¿A qué viene esto?
    MERRY: Sujeta.
    SAM: ¡Habéis entrado en el huerto de Maggot!
    MAGGOT: ¡Eh os conozco! ¡Fuera de mi huerto! ¡Salid de ahí Golfos!
    MERRY: No sé porqué se enfada tanto, por dos zanahorias…
    PIPPIN: Y unos repollos… y los tres sacos de patatas de la semana pasada… y los champiñones de la semana anterior!
    MERRY: Sí Pippin, en mi opinión, ¡está exagerando claramente! ¡Corred!

    PIPPIN: ¡Huh! ¡Por los pelos!
    MERRY: Creo que se me ha roto algo…
    SAM: Fíate de un Brandigamo y un Tuk.
    MERRY: ¿Qué? ¡Ha sido un desvío! ¡Un atajo!
   
    SAM: ¿Un atajo a dónde?
    PIPPIN: Mirad, ¡setas! Cuántas setas. Qué buenas. Qué bien huelen…
    FRODO: Deberíamos salir del camino.
    ¡Salid del camino! ¡Rápido!
    SAM: Silencio.
    MERRY: ¿Qué era eso?

    MERRY: ¿Ves algo?
    FRODO: ¡Nada!
    PIPPIN: ¿Qué ocurre?
    MERRY: Ese Jinete Negro buscaba algo… o alguien, ¿Frodo?
    PIPPIN: ¡Agacháos!
    FRODO: Debo dejar la Comarca. Sam y yo vamos a Bree.
    MERRY: Ya sé. La balsadera de Gamoburgo, ¡seguidme!
    ¡Corred! ¡Por aquí! ¡Seguidme! ¡Frodo, aprisa!
    ¡Desata la soga Sam!
    HOBBITS: ¡Corre Frodo! ¡Date prisa! ¡Corre! ¡Salta Frodo! ¡Salta!
    FRODO: ¿Cuánto hay hasta el próximo paso?
    MERRY: El puente del Brandivino, 20 Millas.

Aragorn

Aragorn II fue el último Capitán dúnadan de Arnor, descendiente de los míticos hombres de Osternesse, los Númenóreanos conocidos en la Tierra Media como los Montaraces. Por ser señor dúnadan, fue bendecido con una esperanza de vida tres veces mayor que la de los demás humanos. Los Dunedain, en la época de la Guerra del Anillo, eran conocidos como “montaraces”, personas errantes que exploraban los caminos y guardaban las tierras del Norte de todo tipo de peligros. Aunque alto, hermoso y noble de espíritu, su aspecto es el de una persona curtida por el paso del tiempo y los viajes. Pocos saben de su alto linaje ya que él y su gente deambulan por el Norte de Eriador con una secreta tarea: proteger a los pueblos de la región (entre ellos, a los hobbits). Y aunque los Montaraces no lo quieran, su aspecto rudo infunde temor a los lugareños. Así es que Aragorn suele ocultar su condición de Rey de Arnor y Gondor bajo la apariencia de un montaraz llamado Trancos. Nacido en 2931 de la Tercera Edad, Aragorn fue educado como un guerrero sabio y como rey por Elrond Medio elfo en Rivendel. Cuando Aragorn cumplió los veinte años, conoció a la hija de Elrond, Arwen. Ambos se enamoraron al instante, pero ella era un Elfo inmortal y él un Humano mortal y Elrond no permitiría ese matrimonio hasta que Aragorn recuperara la corona de Gondor y se convirtiera en el legítimo rey de Arnor (Reino del Norte) y Gondor (Reino del Sur). Herido en lo más profundo de su corazón, Aragorn empezó entonces sus largos viajes por la Tierra Media.consagrandose durante casi treinta años a la causa contra Sauron.En su camino se tropezó con Gandalf el Mago y se convirtieron en grandes amigos y aliados hizo con el numerosos viajes peligrosos, pero con el paso de los años partía solo. Cuando contaba 26 años de edad, bajo el sobrenombre de Thorongil sirvió a las ordenes del rey Thengel de Rohan, y de Ecthelion II Senescal de Gondor: Durante el tiempo que sirvió al Senescal de Gondor, consiguió permiso para reunir una flota, con el fin de dirigirse a Umbar en donde incendió los barcos de los corsarios, venciendo el mismo Aragorn, al capitan del puerto en batalla sobre los muelles, retirando luego su flota con muy excasas perdidas, pero a su regreso a Pelangir, no regreso a Minas Tirith, en donde lo esperaban grandes honores, solo se limito a enviarle al Senescal de Gondor un mensaje de despedida, que más o menos rezaba así:” Otras tareas me llaman ahora, señor, y mucho tiempo y muchos peligros han de pasar antes de que vuelva a Gondor, si ese es mi destino.” los de Gondor solo supieron que tomó un bote y cruzo el Anduin, despidiendose de los demás, y partio hacia las montañas de la sombra. Las empresas que acometía eran largas y duras, por lo que adquirio su aspecto hosco y severo, pero aun asi era considerado por los hombres como digno de honores como un rey en el exilio, cuando no ocultaba su verdadero semblante, durante estos años de grandes peligros exploro los corazones de los hombres, tanto buenos como malos, consiguiendo desenmascarar las confabulaciones y estratagemas de los siervos de Sauron. Así se convirtió en el más intrepido de los hombres vivientes, habil en las artes y versado en las tradiciones de ellos, y más que todos ellos; por que poseía una sabiduria élfica, y en los ojos llevaba una luz que cuando se enciendia pocos eran capaces de soportar, a pesar del destino que pesaba sobre él, conservaba viva una esperanza en el fondo de su corazón. En 3018 fue a Bree, donde se encontró con el hobbit Frodo, el Portador del Anillo y después, en Rivendel, se convirtió en uno de los miembros de la Comunidad del Anillo, que seria el final de sus aventuras, pues tras un largo viaje repleto de aventuras y peligros, su destino como rey de Gondor estaria sellado.

Arwen

Arwen era una princesa élfica, hija de Elrond Medio elfo y de la Reina Celebrían. Los elfos la llamaban Estrella de la Tarde y los Hombres, Undómiel o Doncella del Crepúsculo. Nace en el año 241 de la Tercera Edad del Sol. Su madre, en un viaje hacia Lothlórien, recibió una herida envenenada en 2509. Un año más tarde y perdidas las ganas de seguir viviendo, la Reina Celebrían abandonó la Tierra Media y zarpó rumbo a las Tierras Imperecederas… La inconmensurable belleza de Arwen recordaba a la de la mítica Luthien, una princesa élfica que nació durante las Edades de las Estrellas y que fue considerada la doncella más hermosa de todas las razas. Arwen tenía los cabellos oscuros, los brazos blancos y su rostro claro era terso y sin defecto alguno. Su hermosa mirada revelaba conocimiento y sabiduría. Durante tres mil años vivió en perfecta armonía. Solía residir en Lothlórien, aunque esporádicamente visitaba a su padre Elrond Medio elfo en Rivendel. En 2951, en una de sus visitas a su padre, conoció a Aragorn, cuando éste tan sólo tenía 20 años. La bella Arwen quedó absolutamente enamorada del heredero de los reinos dúnedain. Y lo mismo le sucedió a Aragorn. Pasó el tiempo y treinta años después de su primer encuentro, volvieron a verse en Lothlórien. Fue entonces cuando se prometieron, pero Arwen era una Elfa inmortal y él un Humano mortal, ella deberia decidir entre la vida mortal al lado de Aragorn, lo que significaria no volver a ver a sus padre, o partir con su padre a los puertos grises cuando este abandonara la Tierra Media, una decision que sería la más importante de su vida.

Legolas

Príncipe elfo. Legolas, cuyo nombre significa “hoja verde”, fue un elfo silvano hijo de Thranduil, el rey de los elfos del Bosque Negro en el norte de la Tierra Media. Considerados los Primeros Nacidos en la Tierra Media, los elfos no morían por causas naturales y eran extraordinariamente bellos. Legolas disfrutaba de esos y más atributos: alto, hermoso y de ojos brillantes, su vista era más aguda que la de la mayoría de los elfos que ya de por sí tenían una vista excelente, y para la lucha siempre iba acompañado de un arco y una daga, armas mortíferas para los orcos y para el resto de sus enemigos. Vestía las ropas de su pueblo, ropas élficas de colores verde y marrón. En el 3019 de la Tercera Edad del Sol, enviado por su padre al Concilio de Elrond en Rivendel, Legolas se convirtió en miembro de la Comunidad del Anillo en representación del pueblo de los elfos, y enseguida se hizo amigo de Gimli el enano.Sus agudos ojos élficos, sus habilidades de conocedor del bosque y su mortífero arco demostraron ser de gran valor en sus muchas aventuras…

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