Apéndice III

Apéndice III
PROYECTOS DEL GOBIERNO NORTEAMERICANO RELACIONADOS CON LOS OVNIS
(Según el ovnílogo William Cooper)

Proyecto «Blue Team». Fue el primer proyecto encargado de la reacción ante el estrellamiento de un ovni y del rescate de sus tripulantes.
Dirigido por la Fuerza Aérea.

Proyecto «Sign». Fue el segundo proyecto encargado de la recolección de información y de estudiar si la presencia de naves alienígenas constituían una amenaza para la segundad nacional. El proyecto «Sign» absorbió al proyecto «Blue Team» y quedó bajo la dirección conjunta de la Fuerza Aérea y de la CIA.

Proyecto «Grudge». Absorbió al proyecto «Sign» con sus mismas tareas y bajo él se formó el Proyecto «Aquarius».

Proyecto «Aquarius». Absorbió a todos los proyectos previos y se hizo más abarcador. Inicialmente fue costeado con fondos de la CIA confidenciales y no especificados. Su propósito es reunir toda la información científica, tecnológica, médica y secreta sobre todo lo relacionado con ovnis. Este proyecto todavía está funcionando. Comenzó siendo dirigido por la Fuerza Aérea, bajo el Proyecto «Sign», pero pasó a manos de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). Todos los proyectos relacionados con ovnis son, en la actualidad, controlados por un selecto grupo de «inteligencia».

Proyecto «Plato». Fue originalmente organizado en 1954 como parte del proyecto «Sign». Su misión era establecer relaciones diplomáticas con formas de vida inteligente no humana que habían sido detectadas. Este proyecto logró sus propósitos e hizo un tratado con algún grupo de extraterrestres. El tratado consistía en que se recibiría de ellos tecnología avanzada a cambio de guardar secreto sobre su presencia entre nosotros y de no interferir en sus actividades. Los extraterrestres estuvieron de acuerdo en darle al grupo MAJI y al «National Security Council» periódicamente una lista de las personas contactadas y abducidas. Este proyecto todavía sigue funcionando en Nuevo México. Posteriormente, se descubrió que ios extraterrestres no estaban diciendo la verdad de sus propósitos y de sus acciones y que no se tenía control alguno sobre ellos. Este proyecto depende en la actualidad del Proyecto «Aquarius».

Proyecto «Pluto». Establecido con fines científicos para evaluar toda la información recibida de los ovnis y relacionada con la tecnología del espacio. Este proyecto está funcionando todavía. De él se ha derivado el Proyecto «Pounce».

Proyecto «Sigma». Fue establecido en 1954, originalmente como parte del proyecto «Sign». Se independizó de éste en 1976. Su misión era establecer comunicación con extraterrestres (probablemente con otros). En 1959 se logró iniciar unas rudimentarias comunicaciones y el 24 de abril de 1964 se hizo un contacto físico en la base de Holloman (N. M.) que duró tres horas. El proyecto está funcionando todavía en Nuevo México y depende del Proyecto «Aquarius».

Proyecto «Redlight». Comenzado en 1954, dependiendo del proyecto «Aquarius». Su misión específica era probar el vuelo de un ovni que había sido capturado. Los primeros intentos le costaron la vida a un piloto de la Fuerza Aérea. El proyecto se reasumió en 1972 (probablemente debido a que la Fuerza Aérea logró capturar otros ovnis) y continúa en la actualidad en el «Area 51», de Nevada. Cuando se ven ovnis acompañados de helicópteros negros, se trata de pruebas de este proyecto. Los proyectos «NRO» y «Delta» son los que tienen bajo su comando estos helicópteros.

Proyecto «Snowbird». Establecido en 1954. Su misión específica era «camuflar» el proyecto «Redlight», desarrollando un aparato parecido a un ovni (aunque funcionando con tecnología convencional) de modo que cuando Ia gente lo viese pensase que todos los ovnis eran esos aparatos nuevos de la Fuerza Aérea. Tuvo inicialmente éxito cuando logró volar ante muchos periodistas un aparato en forma de disco (probablemente el modelo AVRO) (ver ilustración en páginas anteriores).

Proyecto «Pounce». Otro proyecto más para recuperar todo el material posible de ovnis caídos y a sus tripulantes. Además tenía como misión suministrar a la prensa noticias falsas para despistar a los periodistas y para encubrir las actividades reales del proyecto. Todavía está funcionando.

Proyecto «Gabriel». Este proyecto tuvo la misión de desarrollar un generador de ondas sónicas de baja frecuencia. Se comenzó debido a información obtenida tras la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial. Es dudoso que todavía esté funcionando.

Proyecto «Excalibur». Establecido en 1988 con el objeto de desarrollar un arma nuclear que sea capaz de destruir bases subterráneas de extraterrestres. El artefacto, que está en pruebas, tiene una cabeza de un Meg. El arma está todavía desarrollándose en la División WX, LANL, en Los Alamos (N. M.)- Muchos de los técnicos que allí trabajan piensan que este proyecto tiene que ver con la llamada «Guerra de las galaxias» y con la llegada de nuevas oleadas de alienígenas para los años 1991-1993. Parece que el Gobierno, una vez que se ha convencido de que ha sido traicionado y de que los extraterrestres con los que hizo el trato no lo han cumplido, tiene intención de disuadirlos de su deseo de permanecer en nuestro planeta.

Proyecto «Bluebook». Un proyecto de la Fuerza Aérea establecido para «desinformar» al público acerca de las actividades de los ovnis. Sus actividades fueron absorbidas en 1969 por el Proyecto «Aquarius». La única información valiosa que proporcionó fue el «Informe n.° 13 del Proyecto “Grudge”» (del que hablamos en páginas anteriores).

NRO (National Reconnaissance Organization). Está ubicada en el Fort Carson (Colorado). Su misión es la formación de vigilantes para todas las personas y proyectos relacionados con ovnis. Usan helicópteros negros sin señal alguna.

Proyecto «Delta». Equipos de vigilancia para todo aquello que tenga que ver con ovnis. Consta de dos clases de miembros: Humanos, procedentes de la NRO, especialmente entrenados, y no humanos, entre los que se encuentran los famosos «hombres de negro» (que pueden ser cyborgs, androides, sintéticos o robots) para ciertas misiones muy especiales en las que están envueltos extraterrestres. Este proyecto está activo todavía.

Acerca de todos estos proyectos tenemos que decir lo mismo que de la lista de estrellamientos: aunque haya algunos datos inexactos y hasta errores crasos, el lector debería tener muy presente que toda esta información ha sido obtenida muy laboriosamente, a lo largo de años y teniendo que luchar contra unas fuerzas todopoderosas —y en muchos casos muy peligrosas— que no querían de ninguna manera que tales noticias fuesen conocidas.

Y que debido a sus ilimitadas posibilidades económicas y a su falta de principios éticos, han tenido por años oficinas organizadas con el solo fin de despistar a los investigadores o de disuadirlos, incluso con métodos violentos, para que desistan de su pesquisa.

Es por ello completamente lógico que entre las muchas informaciones veraces se hayan deslizado noticias falsas, difundidas precisamente por aquellos que esperaban que al ser éstas descubiertas, echasen un velo de duda, sobre todo entre científicos y personas de formación universitaria, ya predispuestas a juzgar como vulgar y anticientífico todo aquello de que no les hubiesen hablado sus libros de texto.

Apéndice II

Apéndice II
PAUL BENNEWITZ

Paul Bennewitz, en los últimos dos años se ha convertido en un personaje singular en el mundo de los ovnis. Denostado o seguido por muchos de los «ufólogos», es indudablemente una pieza clave en la investigación de las actividades de los extraterrestres en nuestro mundo.

Es un científico de primera categoría, presidente de los Laboratorios Científicos «Thunder» en Alburquerque, y con una veta de genio que ha demostrado más que suficientemente en sus investigaciones en las actividades de los ovnis.

Algunos lo acusan de ser un agente solapado del gobierno para despistar a los investigadores, dándoles pistas falsas; y otros no dejamos de tener algunas sospechas sobre él, porque ciertamente se nos hace muy difícil de comprender cómo un hombre, usando únicamente sus propios medios, ha llegado a conseguir una información tan secreta que, de ser cierta, da muchas claves para comprender el misterio tras el fenómeno ovni.

El doctor Bennewitz vive en Manzano (Nuevo México), cerca de un área de almacenamiento de armas, muy próximo a la Base Sandia de la Fuerza Aérea.

Como desde su casa estaba constantemente observando luces en el cielo, se decidió a investigar por su cuenta a ver si aquellas luces eran efectivamente ovnis y cuál era la causa de que abundasen tanto en aquella zona. Para ello usó no sólo sus muchos conocimientos en electrónica y física, sino todo el instrumental de su laboratorio, sobre todo cámaras de filmar y ordenadores.

Su primer objetivo fue entrar en contacto con los tripulantes de aquellas máquinas, cosa que logró muy pronto gracias a su gran inteligencia y a su conocimiento en materia de programación y códigos de ordenadores. Debido a esta comunicación, fue poco a poco conociendo más a fondo los propósitos y actividades de aquellos misteriosos individuos y haciéndose una idea cabal de cómo era su psicología.

Atemorizado en parte con lo que fue descubriendo, se decidió a comunicárselo a las autoridades y redactó un largo informe que a continuación le ofrecemos al lector. Mal sabía el doctor Bennewitz, cuando acuciado por la curiosidad comenzó sus investigaciones, que el gobierno ya conocía todo lo que él estaba tratando de averiguar, y que la preocupación que él tenía era la misma que desde hacía tiempo le quitaba el sueño a algunos miembros más responsables del gobierno.

Sin embargo, para los maniáticos militares del Pentágono, imbuidos de la paranoia belicista y con una excitación casi orgásmica ante sofisticadísimas armas con las que divertirse aplastando a los comunistas (y al mismo tiempo acabando con el planeta), el pacto con los extraterrestres tenía que continuar. Paul Bennewitz envió su informe, en el que hasta proponía maneras para defenderse de los EBEs, pero las autoridades no le hicieron ningún caso.

Es, sin embargo, algo muy de extrañar que conociendo PB todo lo que conocía no sufriese ningún atentado ni fuese silenciado de una manera violenta como lo han sido tantos otros. Aunque algo de esto sí debió suceder, pues en los últimos meses se ha negado a hacer más declaraciones. Sin embargo, su retirada no fue total, ya que en alguna ocasión, preguntado por algún periodista, se reiteró en todo lo dicho.

Según él, tiene 2 kms. (kilómetros) de film de 8 mm. con las idas y venidas de los ovnis cerca del área de estacionamiento de armas en Manzano y muchos videos y fotos. Además, asegura que en la casa Kodak, adonde mandó sus películas y fotos a revelar, le han manipulado los negativos en muchas ocasiones, le han cortado pedazos de partes en que aparecían ovnis muy de cerca, los han tenido por dos meses y hasta en una ocasión la película que le devolvieron era una copia, y no la original que él les había mandado.

A continuación traduzco el informe enviado por PB, por cierto en un inglés muy «sui generis», al gobierno de los Estados Unidos.

Comienza con un resumen de todo lo que contiene el informe:

Dos años de una continua vigilancia electrónica grabada, de 24 horas por día, acerca de la actividad de vehículos alienígenas, en un radio de 60 millas alrededor de Albuquerque, lo cual se traduce en más de 2.000 m. de película tanto de día como de noche.

Detección y descodificación de comunicaciones y canales de video de alienígenas; locales, de la Tierra y del espacio circundante.

Recepción constante de video procedente de naves alienígenas y de pantallas de la base subterránea.

La historia de la víctima de un encuentro (con los extraterrestres) en Nuevo México, lo cual me llevó a la sintonización de las comunicaciones y al descubrimiento de que aparentemente todas las víctimas de los encuentros tienen implantes (de instrumentos dentro de su cuerpo) con las consiguientes cicatrices. Estos implantes han sido comprobados con rayos X y «scans». Se han comprobado, además, otros cinco casos de cicatrices.

He establecido una comunicación directa y constante, usando para ello una computadora y una forma de «Código hexadecimal» con gráficos e impresión. Esta comunicación se acentuó aparentemente después de la evacuación de la base (frase oscura).

Gracias a este nexo de comunicación con los alienígenas, dijeron la ubicación verdadera de la base subterránea y señalaron el punto exacto.

Subsecuentes fotografías aéreas y desde tierra revelaron pilotes (para señalar) el aterrizaje, naves en tierra, entradas, armas lanza-rayos, y posibles puertos de lanzamiento junto con alienígenas en tierra en vehículos propulsados electrostática mente y armas lanza-rayos, también cargadas electrostáticamente (traducción difícil).

Comparando por triangulación y correlación cruzada (mis hallazgos) con films de alta resolución de la NASA tomados en infrarrojo, se con firmó la localización de la base y se encontró que el Ejército estaba envuelto en todo esto, dando los límites precisos de la base militar.

Una comunicación previa con los alienígenas ya había indicado el envolvimiento militar y el hecho de que la Fuerza Aérea tenía una nave de éstas; pero debido a la (extraña) psicología de los alienígenas que yo había descubierto, no hice caso por entonces de aquel dato,

Subsecuentemente, los alienígenas comunicaron que, ciertamente, había una nave y, en realidad, más de una. De hecho, dos se habían ya estrella do y abandonado y, otra, había sido construida. Esta estaba propulsada por energía atómica y está funcionando. Los alienígenas me indicaron su ubicación.

Se supo y se dijo que dos mujeres y un muchacho, cerca de Austin (Texas), sufrieron una gran irradiación (procedente de un ovni averiado) y el aparato fue visto moviéndose hacia el Oeste, rodeado de helicópteros. Además, el Gobierno pagó calladamente todos los gastos.
(Se refiere al incidente Cash-Landrum del que hablamos en el capítulo «Los juegos de los ovnis con los aviones».)

Un estudio de las películas reveló que el vehículo (disco) de los Estados Unidos, o uno similar a él, iba volando con los de los alienígenas. Esto está de acuerdo con las películas infrarrojas tomadas desde el aire, en las que se pueden ver dos en el suelo y en las subsiguientes fotos tomadas desde tierra, cuando la base fue abandonada.

La comunicación mediante computadora con los alienígenas —aunque sin un contacto directo— (me) ha dado una idea razonablemente clara de ellos y de su psicología, su lógica y métodos lógicos y sus metas principales.

Es importante tener presente desde el principio que los alienígenas (con los que Bennewitz trataba) son raros, emplean el engaño, no tienen intención ninguna aparente de hacer la paz y obviamente no cumplen ningún trato que hayan hecho previamente.

En cuanto a la verdad, tienden a mentir, pero su memoria para mentir no les dura y eso se demuestra tras analizar sus afirmaciones en la computadora. Por tanto, no es difícil «verles la oreja», por así decirlo, y de aquí se puede deducir la verdad.

El propósito de este informe no es el criticar o señalar a nadie con el dedo. Indudablemente, quienquiera que fuese el que hizo el primer contacto (con estos seres) actuaba conforme a nuestra lógica y no conforme a la de ellos, y por eso actuó de buena fe, pero cayó en la trampa.

Los alienígenas indicaron que los «grises» —que aparentemente son el grupo inicial que hicieron el trato— todavía estaban enfadados por la captura y muerte subsiguiente de los ocho compañeros suyos que llegaron primeramente. (Desconocemos a qué se refiere).

Hay otro grupo, que en el lenguaje de la computadora se llaman a sí mismos «Naranja», y cuya base está en la ladera oeste de la Mesa de Archuleta… (da detalles precisos y prolijos de dónde tienen la entrada y de la extensión de la base subterránea).

Basado en fotografías aéreas, en las cuales se ve a un (ovni) alienígena claramente y despegando, se puede decir que algunos despegues proceden de la dirección del domo (del que habló previamente). Creo que el lugar es una salida de la base subterránea. En las fotos en infrarrojo de la NASA se ve lo que parece ser una limusina negra al lado del domo en una rampa. También hay vehículos con ruedas, vehículos para nieve y «caterpillars», camiones y «jeeps». Los alienígenas no usan ruedas; los humanos, sí.

A continuación sigue describiendo todo lo que se ve en las fotos en infrarrojo y llega a la conclusión de que son implementos pertenecientes al ejército de los Estados Unidos que está colaborando con los extraterrestres.

Termina así el largo párrafo:

«He comparado las dimensiones de todos los tipos de vehículos y son exactos a los del ejército. Si yo tuviese que hacer alguna conjetura, diría que las limusinas negras son de la CIA.

Continúa describiendo pormenores de la base y termina:

«El área total de la base alienígena —que da la impresión de tener varios cultivos que en el lenguaje de la computadora se llaman «Unity»— mide tres kilómetros de ancho por ocho de largo. Un cálculo aproximado de la población total de alienígenas en la actualidad, a juzgar por el número de naves que vuelan sobre este área y las que hay posadas en el suelo en las fotos infrarrojas, sería de unos dos mil y probablemente más. Y ellos dicen que hay más en camino.

Sigue un párrafo de difícil comprensión, dada la sequedad y a veces la incorrección del lenguaje de P. B.:

«No quiero especular en esta información acerca de cómo fue el contacto inicial del gobierno, qué fue lo que se supo, ni cuántos lograron escapar. Los alienígenas han comunicado su punto de vista y si fuese cierto, en verdad que no sería tragable.»

«He omitido muchos detalles para una futura discusión si se desea, pero lo importante es lo dicho.

«Estos son datos muy valiosos:

Es muy importante saber que los alienígenas no permitirán que nadie (terrícola) salga (de la base) sin un implante (en el cerebro) y cuando estén convencidos de que se han olvidado de todo. Simplemente, no lo permitirán. Todo parece indicar que no puede haber lenguaje ni comunicación sin un implante. Con excepción del código binario y la computadora. Esto es una posible amenaza para todos aquellos que sean del ejército, de la Fuerza Aérea o quien quiera que haya estado en la base. De todas maneras, nadie podrá recordar que le pusieron un implante.

«La razón para el implante es múltiple: para el lenguaje y la comunicación por el pensamiento —parece que no hay barreras en este tipo de comunicación y lenguaje— y también para el control absoluto (del humano) por parte del alienígena con miras al programa general a través de sus «rayos de ondas» o contacto directo.

« Yo he investigado esto y encontré que durante la programación la persona se vuelve enteramente como un alienígena; una vez que uno aprende a reconocer los signos y la persona, ya no tiene recuerdo de la conversación o del acto que sigue. Si esto le ha pasado a algunos militares no tengo que en/atizar las posibles consecuencias. El «botoncito» de la victima puede ser apretado en cualquier momento y en un instante se convierte en una cámara filmadora o en un micrófono si así lo desean ellos. Con estos métodos no hay nada por secreto que sea en los Estados Unidos que no pueda ser conocido por ellos. Sin embargo, las cicatrices (que dejan los implantes), a pesar de que están muy disimuladas, pueden ser vistas, todas están exactamente colocadas en el mismo sitio, y todas son accesibles por rayos X.

Hay que notar también que todos los alienígenas —«humanos» y humanoides— tienen implantes. Sin ellos parece que no es posible la comunicación. Por eso uno puede decir de una manera general que si una persona dice que se comunica con el pensamiento con un extraterrestre, muy

probablemente ha sido «implantado». Estos individuos suelen decir que son muy «psíquicos» y estar dispuestos a probarlo. Además, a través del trasplante, el humano recibe información del alienígena y no se da cuenta de ello.

Muy importante: el alienígena exhibirá tendencia a usar una mala lógica (mala si la comparamos con la nuestra terrena), de manera que ellos no son infalibles.» En realidad, ellos dan la impresión de cometer más errores y de tener más debilidades que el normal «Homo Sapiens». Para el alienígena, la mente es clave, y eso constituye una gran debilidad de ellos que discutiremos más adelante.

No hay que fiarse de ellos. Pienso que si tuviésemos a alguno de ellos por amigo y nos viésemos en alguna dificultad y lo llamásemos para que nos ayudase contra un enemigo, el amigo se pondría en seguida del lado de nuestro enemigo. La computadora indica que en la Tierra en general nadie, ni siquiera los rusos o cualesquiera otros por el estilo, tienen esa tendencia. Ello nos lleva a deducir el peligro que hay en hacer ningún tipo de trato con estos alienígenas, por lo menos con los de esta especie.

Los alienígenas, generalmente usan «el rayo» para matar. Su efecto en el humano es un circulo púrpura de unos tres a cuatro cm. Si es hecho desde atrás se notará en una o en las dos espaldas. En el ganado es lo mismo, mostrando un color púrpura debajo de la piel con círculos quemados en el interior.

Las mutilaciones de ganado son la otra parte de la moneda y no trataré de ellas aquí, aunque son una parte del total. Parece que los humanoides (fabricados por los extraterrestres) son alimentados con una fórmula hecha con material humano o extraído del ganado o por una mezcla de ambos y son construidos con el mismo material por empalme de genes y el óvulo de alguna hembra humana víctima de una abducción. Los alienígenas le llaman al embrión resultante un «órgano». El tiempo de gestación hasta su desarrollo total, cuando ya podrá ser usado para que trabaje, es aproximadamente de un año. Un año de ellos que no sé bien cuánto es.

Solución: Dudo que haya una «cura» inmediata y total para todo esto. Sin embargo, sí pienso que hay que pararlos y tenemos que salir de este círculo vicioso antes de que sea demasiado tarde. La realidad es que cada noche ellos agarran y «cortan» —como ellos dicen— a mucha gente. Y cada uno de estos «implantados» está listo para que en cualquier momento le aprieten el botón. No sé si todos los implantes son eficaces o no, pero lo que sí creo es que en los Estados Unidos hay por lo menos 300.000 implantados y no menos de dos millones en todo el mundo.

ARMAS Y DEBILIDADES INHERENTES DE LOS ALIENÍGENAS

El armamento es otra cosa clave en el momento presente de ¡os alienígenas y creo que nosotros podemos preparar un arma efectiva contra ellos. Al principio uno suele pensar —a mí me pasó— cuando ve sus aparatos: Contra esto no hay arma ni defensa posible. Uno se queda abrumado ante su velocidad, su capacidad de hacerse invisibles o de «cubrirse» y otras capacidades que no voy a discutir ahora. En particular sus armas de rayos son una amenaza directa y obviamente hay que tenerla en cuenta muy seriamente, pero tampoco sobreestimarla.

Veamos en qué consiste este arma. Es un instrumento electrostático con voltajes generadores de plasma. Tiene un mecanismo de almacenamiento interno y es «pulse powered». El rayo, totalmente efectivo en la atmósfera, puede ser cargado con hidrógeno o con oxígeno.

¿Alcance? Por lo general, las armas que usan en la tierra tienen un alcance máximo de 2 km. si el tiempo está seco y pueden repetir con toda potencia muchos disparos. Tienen fugas constantemente y por eso hay que recargarlas periódicamente. Si está lloviendo el arma se vuelve inservible…

En los discos y platillos el arma está generalmente en la parte izquierda en lo alto, y tiene un alcance máximo de 200 m… Dispara en los dos sentidos opuestos al mismo tiempo.

¿Razón? Debido a su manera y método de vuelo. Si no se mantiene el equilibrio el platillo comenzaría a girar.

¿Armas de mano? Un estimado hecho a base del daño que han causado nos dice que no tienen mucha velocidad ni un poder mantenido, como no sea a corta distancia. Pueden ser mortales, pero no más que una 45 automática. A la distancia de un metro la temperatura del rayo es de 1.600 grados F. o más. Puede vaporizar el metal. Aparentemente los discos y las armas operan con una energía almacenada en alguna parte. Con el tiempo, si no se recargan, ésta energía se consume. El modelo que nos dieron en intercambio era por lo menos treinta años viejo y empleaba energía atómica.

Posiblemente los alienígenas tienen todavía algunos porque la duración de su energía almacenada es mucho mayor.

VULNERABILIDAD DE NUESTROS HELICÓPTEROS Y AVIONES

Cualquiera de nuestros aviones, helicópteros, misiles o aparatos volantes puede ser derribado instantáneamente sin que haya que usar armas. Los alienígenas no tienen más que hacer un pase invisible y su onda en arco o su pantalla o ambas harán que el vehículo se precipite a tierra. El piloto ni se enterará de qué fue lo que lo derribó.

Para los humanos, en tierra, el alienígena puede usar otras armas o la onda de arco. El «partial pressure envelope» puede golpear con la fuerza de un tornado. Sin embargo, en el aire prefieren no golpear el aparato físicamente, porque ellos también son frágiles y de hecho cuando vuelan lentamente en nuestra atmósfera están en unas condiciones muy precarias. Sin fuerzas, balance o equilibrio, fácilmente pueden perderse.

Resumiendo, éstas son sus capacidades aparentes observadas a través de la comunicación con la computadora y en observación directa.

¿QUE PODEMOS HACER?

1. Debido al aparente sistema lógico de los alienígenas —porque dan la impresión de estar regidos por un sistema lógico—, no se puede tomar una decisión clave sin tener más datos. Todos estamos bajo el control de lo que ellos llaman «El Guardián». Pero parece que esto no es la última palabra. Debido a esto y dependiendo de Ia urgencia de las decisiones, a veces hay que esperar hasta doce o quince horas hasta que llega la decisión final. En circunstancias de guerra, esta espera puede ser muy ventajosa para nosotros, aunque no lo sé fijo.

Debido a este control (externo a que están sometidos los individuos) están muy limitados en cuanto a hacer decisiones instantáneas. Cuando las cosas no salen como fueron planeadas, aunque sea ligeramente, se llenan de confusión. En circunstancias así, los humanoides (fabricados por ellos) muy posiblemente serán los primeros en «rajarse» y salir corriendo.

Interrumpo aquí el Informe de Bennewitz para contarle al lector un suceso que confirma totalmente lo que éste está diciendo. Sucedió en Madison, Estado de Montana, en el otoño de 1976.

Habían estado ocurriendo muertes inexplicables de reses en una región bastante inaccesible y muchos rancheros decían que se habían estado viendo unos extraños helicópteros, silenciosos y sin números ni letras, que lanzaban hacia abajo unos potentes haces de luz.

Por aquellos días un cazador del pueblo de Bozeman, en aquella misma región, estaba cazando por la tarde cerca de un pueblo llamado Norris, en la llamada «Montaña Roja». Cuando estaba acercándose a la cima de una colina vio pasar a uno de estos helicópteros muy bajito que le dio la impresión de que se iba a posar en lo alto. Entonces apretó el paso hacia la cima, pues le gustaría hablar con los militares que lo pilotaban.

Efectivamente, el helicóptero se había posado en la otra ladera, y de él descendieron siete individuos que comenzaron a ascender hacia lo alto de la colina en donde él se encontraba. El les hizo señas al mismo tiempo que avanzaba hacia ellos. Le llamó la atención que todos parecían tener ojos rasgados como los orientales. Como ya estaban bastante cerca, los oyó charlar entre ellos en un lenguaje muy raro. También le extrañó que no vestían uniformes, sino trajes civiles.

Cuando lo vieron a él que les saludaba, y avanzaba hacia ellos se pararon como no sabiendo qué hacer. A los pocos instantes se dieron todos la vuelta y comenzaron a caminar hacia el helicóptero. El cazador, creyendo que se le iban, apretó el paso y comenzó a llamarlos. Ellos avivaron también el paso y de repente sucedió algo que está totalmente de acuerdo con lo que nos dice Bennewitz: como a una orden, salieron todos disparados en una alocada carrera hacia el helicóptero. Se montaron apresuradamente y se fueron.

A juzgar por lo que nos dice Bennewitz y por algún otro informe parecido proveniente de Inglaterra, los «orientales» eran androides fabricados por los EBEs y utilizados para estos menesteres de capturar reses. Y a lo que parece, muchos de los famosos «hombres de negro» son este mismo tipo de criaturas fabricadas, con un color de piel aceitunado aunque a veces se hayan visto tipos demacrados y de piel muy pálida.

Continuemos con el informe de Paul Bennewitz:

Lo mismo sucede con su «Plan Principal Misionero», si es que se puede llamar así. Si se fuerza fuera de contexto puede desintegrarse. Quedarían expuestos ante el mundo y posiblemente huirían antes de luchar abiertamente. Ciertamente ellos no quieren que tal cosa suceda.

Psicológicamente, en la actualidad, su moral está en un punto bajo y cerca de la desintegración. Hay muchas disputas entre los mandos, incluso con los mismos humanoides. La comunicación con ellos puede acrecentar esto, básicamente debido a su vulnerabilidad interna y a las sospechas entre ellos (traducción dudosa); esto es una gran debilidad suya. La confianza de cada individuo en sus superiores y subalternos no se echa de ver por ninguna parte, de modo que todos sospechan de todos. Hay muchos escalones y diferencias sociales Uno de la clase baja no se atreverá a enfrentarse a otro de rango medio o más alto porque ello significa la muerte. La muerte, para los humanoides, significa la desprogramación o quizá, finalmente, la muerte física.

Dan la impresión de estar completamente orientados hacia la muerte y, debido a ello, orientados igualmente al miedo a la muerte. La computadora también da indicaciones de que puede ser que tengan una (traducción dudosa) programación adversa o «programación de tierra».

2. La mayor parte de sus naves, si no todas, funcionan por baterías (o energía almacenada). Esta fuente de energía se descarga y, dependiendo de su tamaño, esta descarga puede acontecer para algunas después de una semana. Las naves se pueden cargar unas a otras, pero sólo hasta que sus cargas estén equilibradas. Esto lo hacen por medio de una especie de antenas y ¡a carga se distribuye ateniéndose a las leyes de la energía. Se pueden recargar de (nuestras) líneas de conducción eléctrica, pero sólo hasta cierto punto, de modo que su tiempo de vuelo está limitado. Si no pueden recargarse creo que todas las naves tendrán que bajar a tierra en el plazo de unos seis meses a un año, a no ser que puedan ser transportadas a su nave nodriza de la que salieron.

Los discos y los platillos por lo general no pueden volar en el espacio (exterior) debido a su método de propulsión. Por ello, separados de su base no es creíble que puedan sobrevivir. Su capacidad de acumular energía (para volar) es superior a su capacidad para almacenar alimento. Si no logran obtener alimento en un determinado tiempo se debilitan y mueren.

En el caso de Archuleta Mesa (la base de Dulce), dependen del río Navajo para el suministro de agua y el agua es para ellos la vida. Sin agua no tienen energía, y sin energía no pueden tener oxígeno ni hidrógeno para sus naves. Sin agua no pueden alimentar los «órganos» ni elaborar la fórmula con la que se alimentan.

Hasta aquí las noticias que nos da Bennewitz sobre lo que él pacientemente pudo ir sabiendo de los grises mediante largas horas de escucha de sus conversaciones.

En los párrafos siguientes se enfrasca en la descripción de todo un plan militar para salir de ellos. He dudado mucho si traducirlo, porque da la impresión de ser la obra de un paranoico que juega con sus ideas y hace toda suerte de castillos en el aire, basado únicamente en sus fantasmas mentales.

Sin embargo, entreverados con sus estrategias hay datos muy interesantes para un verdadero investigador del fenómeno que hacen pensar que, fantástico y todo, está uno ante una realidad que supera nuestra capacidad de imaginación. Y por otro lado, pienso que si he llegado hasta aquí, dándole una gran parte de crédito a Bennewitz, sería ilógico que interrumpiese abruptamente todo lo que él se tomó tanto trabajo en comunicarnos.

He aquí, por tanto, el resto del comunicado de Bennewitz a las autoridades de su país.

«¿Simple? No, realmente. Sin embargo, hay una entrada de agua (en la base de Dulce) y una presa más arriba de modo que el agua se les puede cortar por completo, enviándola hacia Chama. Si esto se hiciese, por lo menos tres de las bases internas se colapsarían. Probablemente podrían usar energía nuclear, pero de todas maneras tendrían problemas al no tener manera de enfriarla.

Cuando les pongamos una fuerte presión a las bases, todos los discos no tendrán más remedio que salir de ellas y volar. Entonces nuestras tropas de tierra podrían avanzar y tomar posesión hasta cierto punto. El terreno es áspero.

3. Nosotros necesitamos un arma que preferible mente no sea como las de los alienígenas. Creo que si no son cogidos por sorpresa no obtendremos buenos resulta dos. Con sus defensas cerradas (traducción dudosa), sus armas están inactivas, de modo que serían como niños boxeando con almohadas. Nuestra arma debe poder penetrar sus defensas y poder penetrar el suelo (la tierra).

Creo que yo tengo tal arma. He construido dos prototipos pequeños en mi compañía. Las pruebas que se han hecho hasta ahora indican que funcionan y bastante bien, teniendo en cuenta su pequeño tamaño. No explicaré aquí su funcionamiento debido a que todavía está en trámite una patente.

Sin embargo, aun siendo tan pequeñas, parecen lograr dos cosas:

Los discos, cuando están a su alcance, se empiezan a descargar. Este efecto lo he podido observar en sus instrumentos de detección, cuando están sometidos a una pequeña descarga (de mi arma).

Esta descarga de los discos (usando mi pequeña arma) es lenta, pero con un arma de mayor potencia esta velocidad de descarga se aceleraría notablemente.

4. Una cosa muy importante es que este arma puede penetrar sus defensas: cascos, aleaciones, cualquier cosa.

No se pueden defender de ella de ninguna manera. Además, debido a los implantes (cerebrales) que tienen, el rayo que produce el arma los afecta mentalmente: pierden la capacidad de juzgar y se nota en ellos una confusión casi instantánea, sobre todo en los humanoides.

Pienso, en este momento todavía temprano de la investigación, que cuando hayamos desarrollado un arma de mayor potencia seremos capaces de derribar aeronaves a una considerable distancia. Y como sus armas funcionan como sus naves, es decir, por baterías, pienso que podremos descargar su fuente de energía rápidamente.

El alcance de mi arma es superior al de las de ellos y pienso que cuando esté desarrollada totalmente podrá ser controlada por computadora, de modo que encuentre rápidamente a su blanco y lo persiga de una manera automática… Es un arma de rayos y aún en este estado primario de investigación ya es superior a las de ellos.

5. La logística podría ser la siguiente, implementada de una manera secuencial…

El ataque tendría que hacerse casi enteramente en tierra, por razones obvias. Los que conocen las capacidades de los alienígenas sabrán que en seguida tendríamos problemas con la ignición de nuestros vehículos. Esto es cierto; sin embargo, la razón de esto no es ningún misterio y conocemos las leyes físicas en que se basa. He estudiado este problema y sé cómo solucionarlo, pero ahora no lo expondré aquí. Todo el sistema eléctrico tiene que ser «fortalecido» usando unas técnicas específicas. En este repone sólo presento ciertos aspectos de nuestra estrategia, porque los alienígenas tienen métodos de detectar los planes de antemano.

En mi larga interacción y comunicación con ellos he probado y experimentado esta capacidad de espiarse y de haber abortar los planes mutuos… (Continúan ciertos planes para la construcción del arma.)

FASES ESPECIFICAS DEL ATAQUE

El primer paso sería cerrar las esclusas de la presa de río Navajo, que permanecerían cerradas durante la operación. Dentro de la primera base subterránea hay una pequeña presa para almacenamiento de agua, pero tiene poca capacidad. Hay una salida de las aguas que habría que cerrar, con lo cual causaríamos que el agua usada se les quedase dentro. Creo que ellos absorben del rio electrónicamente el agua, y mediante el arma actuando desde cerca esto ya no lo podrían hacer.

Una vez privados totalmente de agua por un período de cuatro semanas, la vida se les haría muy difícil en las bases. En los alienígenas será extremadamente efectivo un «shock» psicológico. Nos podemos aprovechar de una acción instantánea o planificada deliberadamente contra las normas. Creo que tomaremos por lo menos tres bases.

Si ellos siguen sus normas de acción tal como han hecho en otras ocasiones cuando han estado presionados, enviarán al aire todas sus naves.

Antes de cortarles totalmente el agua habrá que desplegar el arma en lugares estratégicos muy bien defendidos y activarlas de una manera coordinada y bien planificada de antemano.

Esto disminuirá en seguida la energía de las naves que estén volando y el poder de las armas que tienen colocadas alrededor de sus bases.

Debido al funcionamiento de la mente de los alienígenas, se pueden hacer muchas cosas abiertamente, sin ocultarse y sin mantenerlas en secreto. Mucho de lo que se hace puede ser para despistar. (Parece que se refiere a los alienígenas.) Normalmente, ellos hostigarán, pero no atacarán abiertamente.

Antes y durante toda esta operación el lazo de unión con ellos mediante la computadora se mantendrá funcionando para seguir obteniendo de ellos respuestas.

En algún momento, dependiendo de cómo vaya la batalla, habrá que comenzar el despliegue de fuerza. Habrá que hacerlo de una manera casi instantánea y de cierta forma que se discutirá aparte.

El sistema de armas tiene que mantenerse cargado durante toda fa operación. Así lograremos que los discos no puedan bajar a tierra.

Cuando el arma sea usada de una manera específica, además de la descarga continua de los discos que estén en el aire y de las armas de tierra, el personal que esté en las bases subterráneas sufrirá una gran confusión mental. Después de cuatro semanas o menos, todas las armas estarán completamente descargadas y no tendrán energía en las bases.

La mayor parte del personal estará completamente imposibilitado. No tendrán fórmula para alimentarse y su capacidad para pensar estará liquidada. Todos los embriones que tienen estarán muertos y las reservas de oxígeno e hidrógeno, agotadas.

Basados en lo que hemos experimentado con las armas pequeñas (ya fabricadas) unas armas mayores no tendrán problema alguno para paralizar a los discos. En ciertos casos, algunos caerán en las primeras cuarenta y ocho horas sin necesidad de que se les haga ningún disparo.

Entonces podrán entrar en juego las armas convencionales.

El sistema de comunicaciones (con ellos) debe continuarse para saber cómo ¡es van ¡as cosas y, ya cerca del final, para instarlos a que se rindan. Si no hay res puesta, entonces simplemente cerraremos la comunicación y esperaremos los resultados.

SUMARIO

Es importante saber que desde un principio la comunicación con los alienígenas no se estableció sólo como un medio de comunicarse con ellos o como un juego, sino que deliberadamente se hizo como un medio para estudiar en profundidad y a largo plazo sus fuertes y sus flacos, sin tener una confrontación física.

La teoría del arma desarrollada fue hecha teniendo en cuenta sus dos debilidades clave que habíamos descubierto.

Este proyecto realizado a mis expensas ha sido costoso —más de 200.000 dólares—, hecho únicamente por amor a mi patria y de la mejor manera posible.

(Este párrafo es confuso por estar mal redactado por Benewitz). La principal área descubierta y más débil (de su psiquismo) que ha sido probada, es su mente. Este es su fuerte y su flaco. Su meta es el control de la mente, pero esto se convierte en su debilidad. Y esto no sólo su cede en los mandos, sino también en los humanoides.

Yo he encontrado que manipulados, por el contrario, psicológicamente y mediante el lenguaje de la computadora, y más aún con la distorsión e incapacidad que les produce el arma (esta inclinación suya por lo mental) se convierte para ellos en un desastre y en una gran debilidad.

Aunque sus naves son estupendas, sin embargo, también son débiles, debido al método y al único modo que tienen de volar. No tienen una plataforma estable para luchar. Su sistema de almacenamiento de energía es también vulnerable. Nuestra arma, aun en su estado actual, puede descargarlos.

No pretendo decir con este reporte que todo el problema se solucionará con la captura de sus bases. Obvia mente, no, pero será un buen comienzo que nos dejará bien colocados para futuras acciones.

Tampoco quiero decir que los alienígenas no van a luchar. Lo harán posiblemente, pero su tendencia es ordinariamente la contraria. Esto es algo fundamental. Sin ello su «misión» está en peligro. Nótese que éstas no son las únicas bases en la Tierra; hay otras. Usando cálculos normales en logística, no es irreal decir que hay alrededor de 50.000 alienígenas (de este tipo) dentro de la ecosfera terrestre y en el espacio inmediato.

Es natural que en esta empresa van a perecer algunos humanos, esto es lógico. Sin embargo, si lo hacemos ahora, tenemos una ventaja, además de que podemos preparar una tecnología más avanzada para la próxima operación.

La clave para el éxito final es que ellos respetan absolutamente la fuerza. Y con ellos el método más eficaz es hostigar continuamente sus defensas sin darles tregua. Cuando se vean expulsados de su base que les ha costado tantos años construir, es lógico pensar que su misión se verá grandemente debilitada.

En este trance particular, como norteamericanos, tenemos que caer en la cuenta de que no podemos hacer mucho ‘caso de nuestros principios morales para encontrar una respuesta. La negociación está descartada. Con este grupo en particular sólo se puede tratar lo mismo que se trata con un perro rabioso. Es el único método que entienden. Han invadido nuestro país y nuestro espacio y han violado libremente la integridad mental y personal de nuestra gente. Por tanto, al eliminar esta amenaza no se nos puede llamar «agresores», puesto que hemos sido literalmente invadidos.

Finalmente: Conclusión.

No podemos fiarnos de ellos bajo ninguna circunstancia.

Son completamente mentirosos e inclinados hacia la muerte y no tienen respeto moral por la vida humana.

No habrá que hacer con ellos negociación, trato ni compromiso de paz de ninguna manera.

Ellos no respetarían pacto ni compromiso alguno aunque, intentasen hacernos creer lo contrario.

No habrá que concederles tregua alguna bajo ninguna circunstancia.

En cuanto se empiece la ofensiva hay que llevarla hasta el final. Si no lo hacemos así, ellos iniciarán en seguida una ofensiva. Tienen una orden permanente, en caso de que la nave les falle, de bajar a tierra y destruirse a sí mismos o de abandonar el planeta inmediatamente (en caso de que lo puedan hacer). No se les puede dar ninguna vía de escape.

Nota de última hora: El temor que manifestamos en la pág. 136 acerca de que el Dr. Bennewitz sufriese algún atentado, ya se ha cumplido. Actualmente la CIA y la NSA ya no usan medios violentos para acallar a alguien. PB ha sido sometido a un proceso de manipulación mental (en los que la CIA es maestra) que lo ha destruido anímicamente.

En el verano de 1989 trascendió la noticia de que la CIA, conocedora de las investigaciones de PB, había interferido sus computadoras haciéndole creer que se estaba comunicando con los EBEs y suministrándole datos falsos. La noticia fue divulgada por un individuo de personalidad psicopática, a sueldo de la CIA, con el objeto de desprestigiar a PB.

Según los datos que poseo, la CIA efectivamente interfirió las comunicaciones del Dr. Bennewitz y le dio pistas falsas, para desprestigiar de raíz, una vez que se conociesen los hechos, todo lo mucho que él había averiguado. Pero además de eso, lo sometió a un proceso de bombardeo mental con ondas de muy baja frecuencia para callarlo definitivamente y convertirlo en la persona retraída que es en la actualidad.

Un caso más de encubrimiento criminal del que son culpables las autoridades de EE.UU..

Información Complementaria: Project Beta

Apéndice I

Apéndice I
MEMORÁNDUM AL GENERAL EISENHOWER

Asunto: Operación Majestic-12.

Información preliminar para el presidente electo Eisenhower.

Documento preparado el 18 de noviembre de 1952.
Oficial informador: Almirante Roscoe H. Hillenkoetter (mu-1).

Nota: Este documento ha sido preparado como una información preliminar solamente. Tiene que considerarse como introductorio a otro más completo que vendrá posteriormente.

* *

MAJESTIC-12. Es una operación de investigación y desarrollo de la inteligencia militar que únicamente depende y rendirá cuentas al presidente de los Estados Unidos. Todas las actividades de este proyecto se llevan a cabo bajo el control del grupo Majestic-12 (Majic-12), el cual fue establecido por el presidente Truman por una orden especial ejecutiva y secreta el 24 de septiembre de 1947, con la recomendación del doctor Vannevar Bush y el ministro James Forrestal (véase adjunto «A»).

Los miembros designados de Majestic-12 fueron los siguientes:

Alm. Roscoe H. Hillenkoetter

Dr. Vannevar Bush

Min. James V. Forrestal *

Gen. Nathan F. Twining

Gen. Hout S. Vandenberg

Dr. Detlev Bronk

Dr. Jerome Hunsaker

Sr. Sidney W. Souers

Sr. Gordon Gray

Dr. Donald Menzel

Gen. Robert M. Montague

Dr. Lloyd V. Berkner

La muerte del ministro Forrestal el 22 de mayo de 1949, creó una vacante que estuvo sin llenar hasta el 1 de agosto de 1950. en cuya fecha fue designado el general Walter B. Smith como miembro permanente.

El 24 de junio de 1947, un piloto civil que volaba sobre las Cascade Mountains, en el Estado de Washington, observó nueve aparatos volantes en forma de disco que se movían a gran velocidad en formación. Aunque no era la primera vez que se veían tales objetos, éstos fueron los primeros en adquirir notoriedad, por haber sido informado en los medios públicos de comunicación.

A continuación siguieron cientos de informes acerca de avistamientos semejantes, de los cuales muchos provenían de fuentes civiles y militares de alta credibilidad. En virtud de estos informes varias agencias militares, independientemente, trataron de averiguar la naturaleza y los propósitos de estos objetos, teniendo en cuenta la Seguridad Nacional. Se entrevistó a un buen número de testigos y hubo varios intentos fallidos de perseguir a estos objetos en vuelo utilizando nuestros aviones. La reacción popular en algunas ocasiones fue casi de histerismo.

A pesar de estos esfuerzos, poco fue lo que se pudo saber acerca de tales objetos hasta que un ranchero dio la información de que uno de ellos se había estrellado en una remota región de Nuevo México que está aproximadamente 75 millas al Noroeste de la Base Aérea de Roswell (ahora Base Walker).

El 7 de julio de 1947 se comenzó una operación secreta para la recuperación de los restos de este aparato con el objeto de estudiarlo científicamente. Durante el curso de esta operación, un reconocimiento aéreo descubrió que cuatro seres parecidos a los humanos habían aparentemente salido despedidos del aparato momentos antes de que éste estallase. Estaban en tierra, a unas dos millas al Este de donde estaban los restos del aparato.

Los cuatro estaban muertos y malamente descompuestos, debido a la acción de los (animales) depredadores y a los elementos en la semana que poco más o menos había transcurrido desde que se habían estrellado. Un equipo especial de científicos se hizo cargo de la tarea de recoger los cuerpos para su estudio (ver Adj. «C»). Los restos del aparato fueron llevados a diferentes partes (ver Adj. «B»). Los testigos civiles y militares fueron interrogados y a los periodistas se les dijo, para salvar las apariencias, que se trataba de un balón de investigación de las condiciones climatológicas.

Un estudio analítico del suceso, organizado por el general Twining y el doctor Bush bajo las órdenes directas del presidente, dio como resultado un consenso preliminar (19 de Sept. 1947) de que probablemente el disco era un aparato de reconocimiento de corto alcance. Esta conclusión estaba basada en el hecho de que el disco era de pequeñas dimensiones y aparentemente no tenía provisiones (ver Adj. «D».) Un análisis similar de los cuatro cadáveres fue hecho por el doctor Bronk.

La conclusión previa de este grupo fue que (30 nov. 1947), aunque las criaturas se parecen a los humanos, los proyectos evolutivos y biológicos causantes de su desarrollo aparentemente son muy diferentes de los del «Homo Sapiens». El equipo del doctor Bronk ha sugerido para ellos el término «Entidades Biológicos Extraterrestres», o «EBEs», que deberá ser adoptado como la palabra clave de referencia para estas criaturas hasta que nos pongamos de acuerdo en otro término más definitivo.

Puesto que es virtualmente cierto que estos aparatos no proceden de ningún país de la Tierra, hemos discutido mucho sobre su punto de origen y de qué manera pueden llegar hasta nosotros. Marte es una posibilidad, aunque algunos científicos, sobre todo el doctor Menzel, consideran que se trata de seres que provienen de otro sistema solar.

Entre los restos del aparato se encontraron muchas formas de escritura. Todos los esfuerzos para descifrarlas han resultado inútiles (ver Adj. «E»). Igualmente infructuosos han sido los esfuerzos hechos por conocer el método de propulsión y la naturaleza de su fuente de energía. Esto se ha complicado aún más al no tener el aparato alas, hélices, tubos de propulsión o escape y otros métodos convencionales para guiar o impulsar una nave, lo mismo que una falta total de alambres metálicos, tubos de vació u otros componentes electrónicos reconocibles (ver Adj. «F»). Se cree que fa unidad de propulsión fue completamente destruida por la explosión que causó la caída.

La necesidad de tener toda la información posible sobre estos aparatos, sus capacidades, características y propósitos llevó (a los miembros del MJ-I2) a instituir el «Proyecto SIGN» en diciembre de 1947. Con el objeto de proteger la seguridad (o el secreto), la unión entre SIGN y MJ-12 se limitó a dos personas dentro de la División de Inteligencia del Comando de Material Aéreo, cuya misión era pasar cierto tipo de información a través de los canales debidos. En diciembre de 1948, el Proyecto SIGN se convirtió en el Proyecto GRUDGE. En la actualidad la operación se lleva a cabo bajo el nombre de Proyecto Blue Book, que tiene unión con el oficial de la Fuerza Aérea que es el jefe del proyecto.

El 6 de diciembre de 1950, un segundo objeto, probablemente del mismo origen, se impactó en la tierra a gran velocidad en el área de El Indio Guerrero, en la frontera de Texas con México, después de seguir una larga trayectoria (de caída) en la atmósfera. Cuando llegó el equipo de búsqueda, lo que quedaba del objeto estaba casi totalmente incinerado. El material que se pudo recoger fue llevado para su estudio a la Base AEC de Sandia, en Nuevo México.

Como los motivos y las últimas intenciones de estos visitantes siguen todavía sin conocerse, la Seguridad Nacional continúa todavía interesada en todo el asunto. Además, como la actividad exploratoria o vigilante de estos aparatos se ha incrementado grandemente a partir de mayo y a través de todo el otoño de este año, se piensa que esto significa que pronto habrá nuevos acontecimientos.

Debido a estas razones, lo mismo que a consideraciones de índole internacional y tecnológicas y a la necesidad de evitar a toda costa un pánico general, el Grupo Majestic-12 unánimemente cree que las precauciones más estrictas de seguridad (es decir, del secreto total) deben continuar ininterrumpidamente bajo la próxima administración. Al mismo tiempo el «plan de contingencia» MJ-1949-04P/78 (Top Secret. Eyes only) se debe mantener siempre listo para en caso de que se presentase la necesidad de hacer un comunicado para el público (ver Adj. «G»).

(Siguen la enumeración de los ocho adjuntos al documento, ninguno de los cuales ha llegado a nosotros. Se conserva el Adj. «A», pero no se puede leer nada porque está completamente censurado.)

Hasta aquí la traducción del Memorándum presentado al general Eisenhower.

Es muy de notar el último párrafo del documento, en el que, con términos muy formales y muy de las «dignísimas autoridades», se dice de una manera velada que hay que mantener siempre lista la gran mentira para engañar al pueblo, en caso de que éste exija conocer toda la verdad.

Nota: La autenticidad de este documento está siendo discutida. Lo hemos trascrito por parecernos que tiene muchas posibilidades de ser auténtico.

La amenaza extraterrestre

ESTE LIBRO ES UN GRITO DE PROTESTA:

CONTRA LOS GRANDES POLÍTICOS FARSANTES DEL MUNDO ENTERO QUE CÍNICAMENTE HAN ENGAÑADO A SUS PUEBLOS, OCULTÁNDOLES LA VISITA DE SERES DE OTROS MUNDOS.

CONTRA LA MICROCEFALIA Y LA PARANOIA BELICISTA DE LOS «PENTÁGONOS» DE TODOS LOS PAÍSES, VERDADEROS ENEMIGOS DE LA HUMANIDAD.

CONTRA LA ESTUPIDEZ O LA TRAICIÓN DE LA CIENCIA OFICIAL QUE HA SIDO ENGAÑADA O SE HA PUESTO INCONDICIONALMENTE AL SERVICIO DEL ENCUBRIMIENTO DE LOS POLÍTICOS O DE LA VIOLENCIA DE LOS MILITARES.

Y CONTRA LOS «ILLUMINATI» DE TODOS LOS TIPOS QUE DESDE LAS SOMBRAS MUEVEN LOS HILOS QUE RÁPIDAMENTE ESTÁN CONVIRTIENDO EN UN INFIERNO A ESTE DESVENTURADO PLANETA NUESTRO.

PARADÓJICAMENTE, ESTE LIBRO NO ES DERROTISTA.

EL AUTOR CREE FIRMEMENTE QUE A PESAR DE LOS GRANDES MALES QUE EN EL SE DENUNCIAN, TODAVÍA HAY ESPERANZA PARA LA HUMANIDAD PERO SÓLO SI DESPIERTA DEL SUEÑO EN QUE LA TIENEN SUMIDA LOS QUE MAL-GOBIERNAN EL MUNDO.

Índice

Introducción 

Capítulo – Los militares se rebelan

Capítulo – Los jueces también se rebelan 

Capítulo – Los presidentes de EE.UU. y los ovnis 

Capítulo – Los juegos de los ovnis con los aviones

Capítulo – Las experiencias genéticas de los extraterrestres

Capítulo – EBEs vivos y EBEs muertos

Capítulo – Estrellamientos de ovnis

Capitulo – Aztec – Cómo mienten las autoridades

Capítulo – Se destapa el secreto

Capítulo – Taxonomía y anatomía de los EBEs

Capítulo – La terrible verdad

Capítulo – ¿Acarreados?

Capítulo – La invasión solapada

Apéndice – Memorándum al general Eisenhower

Apéndice – Paul Bennewitz

Apéndice – Proyectos del gobierno de USA relacionados con ovnis

Apéndice – Acusación pública de J. Lear y W. Cooper a su gobierno

Apéndice – El Popol Vuh y los EBEs

Apéndice – Los extraterrestres «buenos»

Apéndice – Experiencias genéticas en Mirassol (Brasil)

Apéndice – Extraterrestres y Sociedades Secretas

Apéndice – Resumen de Valdamar Valerian

Reflexión final

INTRODUCCIÓN

Reconozco que este libro es atrevido, y aún antes de nacer ya ha merecido la sonrisa de los científicos invertebrados y la excomunión de los «ufólogos serios».

Hablar de los tripulantes de los ovnis o EBEs (Entidades Biológicas Extraterrestres, tal como oficiosamente les ha llamado el Gobierno de los Estados Unidos) con la decisión y la claridad con que en él se habla, es caer automáticamente en anatema.

Pero con anatema y todo, yo voy a atreverme a exponerle al lector ciertas realidades interesantísimas que la feroz censura gubernamental y militar —en los Estados Unidos— y el borreguismo obtuso y facilitón de los grandes medios de comunicación —en España— no se atreve a presentar, estafándonos en cierta manera al privarnos de conocer unas realidades que tienen mucha mayor trascendencia que las mentiras de los políticos y las horteradas de las «estrellas» con que a diario llenan sus columnas o sus noticiarios.

El fenómeno ovni ha llegado a su mayoría de edad y tal como venimos diciendo desde hace ya bastantes años, tiene unas implicaciones mucho mayores de lo que a simple vista parece, y es en la actualidad el desafío más importante que en la raza humana tiene planteado, si dejamos a un lado el ciego instinto suicida de nuestra sociedad.

Esta tendencia a la autodestrucción se debe al precario grado de evolución de las grandes masas y a la desmesurada ambición de una minoría de «iluminados» — peligrosísimos enfermos mentales— que quieren dominar el planeta, convirtiendo al resto de los seres humanos en esclavos de su enfermiza pasión por el mando.

El fenómeno ovni tiene que ver no sólo con la manipulación de que somos víctimas por parte de seres inteligentes no humanos —extraterrestres o no— sino que además en el fondo, está relacionado con los enormes cambios sociales, políticos, económicos y religiosos que estamos observando en nuestros días. Algunos de estos cambios habían sido predichos exactamente por los que en el mundo ovnístico se llaman «contactados».

Algunos de los documentos transcritos en este libro y aducidos como prueba han sido declarados no auténticos por ciertos investigadores. Nosotros, tras haberlo pensado mucho, creemos que la mayoría son auténticos, Y aunque algunos no lo fuesen, ello no quitaría nada de fuerza a la tremenda verdad que se expone a lo largo de todas estas páginas y que tiene tres vertientes a cual más inquietante:

La presencia en nuestro planeta de seres inteligentes no humanos que interfieren negativamente en la marcha de la historia sin que la mayoría de los mortales se den cuenta

El conocimiento (y muy posiblemente los convenios) que las más altas autoridades de las grandes potencias tienen de estos misteriosos seres, manteniendo acerca de todo ello un humillante y criminal silencio

El uso que de la presencia y de las actividades de estos «extraterrestres» están haciendo ciertos grupos secretos, para lograr un control total del planeta entero

Hasta hace poco, estos grupos secretos, valiéndose de los grandes jefes militares que se creen los dueños del planeta, tenían oficinas especialmente dedicadas a acallar a todos aquellos que se acercaban demasiado a la «gran verdad», y que podían influir en el despertar de la raza humana.

Pero desde hace muy poco tiempo, los cuidadores de la «gran verdad» han ido dejando que ésta se filtre parcialmente, porque han descubierto que podría resultar un excelente instrumento para sus planes de dominio.

Un ejemplo de esto pueden ser los famosos avistamientos de Gulf Breeze (Florida) en donde una multitud de residentes han visto y fotografiado repetidas veces un enorme ovni del tamaño de un edificio de varios pisos.

Las investigaciones apuntan en la dirección de que todo no es más que una proyección luminosa hecha con una tecnología humana muy sofisticada, para confundir a los bien intencionados testigos. Las agencias de noticias se encargan de difundir el suceso hasta los últimos confines del planeta, manteniendo así en suspenso las mentes de los humanos acerca de la posibilidad de que se encuentren ya entre nosotros seres de otros mundos.

Algo por el estilo se podría decir del reciente avista-miento del ovni en Rusia tan ampliamente difundido por la Agencia Tass. El desmentido que a los pocos días hicieron ciertas autoridades científicas era de esperar, pues ello ha ocurrido siempre que ha habido noticias de cierta resonancia. Las oficinas encargadas de desacreditar el fenómeno, desconocedoras de las últimas estrategias encaminadas a usarlo, siguen en su misión de desmentir todo aquello que puede desvelar la realidad del fenómeno.

Es una doble estrategia: por un lado, los que secretamente llevan las riendas del mundo, quieren mantener en la ignorancia a la raza humana acerca de las terribles verdades que se ocultan tras el fenómeno ovni y evitar así la ira del pueblo contra ellos por haberse portado de una manera tan irresponsable; y por otra parte procuran mantener la incertidumbre acerca de la posibilidad de visitas de extraterrestres para en un momento dado usarlas como elemento atemorizador en sus planes de dominio del mundo entero.

El inexplicable y súbito entendimiento entre las dos grandes potencias y el inesperado derrumbe simultáneo de los regímenes comunistas de la Europa del Este son otras muestras de lo que estamos diciendo. Aunque hasta hace poco las disensiones y desconfianzas mutuas entre los dos grandes bloques eran cosa normal, la realidad era que en la cumbre ya hacía tiempo que los supremos responsables estaban de acuerdo, y de hecho practicaban conjuntamente secretas maniobras espaciales, tal como veremos en el libro.

Sin embargo, habrá que tener presente que no necesariamente los líderes políticos que aparecen oficialmente al frente de sus respectivas naciones, son los que en realidad planifican la marcha de los acontecimientos. En muchas ocasiones los gobernantes, por importantes y poderosos que parezcan, no son más que meros títeres de otros cerebros que desde las sombras dirigen el rumbo de la historia, aunque éstos a su vez, y muy probablemente sin percatarse de ello, sean dirigidos por otras inteligencias suprahumanas o «dioses» que son los que desde el inicio de los tiempos controlan este planeta que ellos consideran más suyo que nuestro.

Cuando se habla de «dioses», de extraterrestres o de entidades no humanas, no hay que caer en la ingenuidad de creer que existe una sola especie de ellos o de que todos son, poco más o menos lo mismo. Tratándose de entidades no humanas, las diferencias entre ellas son infinitamente mayores que las que se pueden hallar entre los mortales.

Lo mismo que hay seres humanos buenos y malos —aunque estos términos tengan mucho de relativo— hay alienígenas que se portan bien con los hombres y los hay que nos tratan de la misma manera que nosotros tratamos al ganado. Y esto a pesar de los «Ramas» y los «Adonais» y demás ingenuos que todavía siguen pensando que los extraterrestres son indefectiblemente los «buenos hermanos del Cosmos» que vienen a salvarnos o a liberarnos de los holocaustos nucleares.

Yo no niego y nunca lo he negado que haya «extraterrestres» «buenos», que tratan de ayudar y que de hecho a muchos humanos los hayan ayudado. Ese tipo de extraterrestres me preocupan menos porque no espero de ellos ningún mal. Lo que sí digo y con total certeza, es que muchos de los tripulantes de los ovnis y muchas de las entidades no humanas que se nos presentan como benévolas, no lo son a la larga y de hecho han destruido las vidas de muchos seres humanos que se fiaron de sus palabras y promesas.

Por eso afirmo que tenemos que estar muy alerta cuando nos relacionamos con estas entidades, porque no sabemos con quién estamos tratando. Y, aunque algunos no lo crean todavía, hoy sabemos con absoluta certeza que muchos de estos seres mienten mucho, por muy avanzados que estén en tecnología.

Otro caso muy diferente es el de los «ufólogos serios» y además «científicos». Estos no han pasado de la tabla de sumar de la ovnilogía y están todavía tratando de convencerse de que existen abducciones reales. Hay gente a la que el almacenamiento de información, en vez de darles nuevas ideas los empacha. En lugar de descubrir la realidad se emborrachan con los mismos datos que reciben.

Para estos técnicos de los «ufos» (¿do you follow me?) todo lo que yo diré en este libro es un puro delirio que según ellos no tiene base alguna. Pero lo que no tiene base es hablar y criticar desde una mesa, sin haberse tomado el trabajo de ir a los sitios en donde se podrían convencer de la realidad, a veces terrible, de los hechos.

Nuestro planeta no sólo es morada de muchos seres inteligentes además de los humanos, sino que es lugar de paso o de visita para muchos otros fuera de nuestro sistema solar.

Esto es motivo de escándalo para los científicos de vía estrecha que piensan que las distancias que nos separan de otros planetas habitados son insalvables. Probablemente están pensando en los reumáticos cohetes que ellos disparan y su ciencia no les da para deducir que unos seres con la increíble tecnología que demuestran en sus aparatos (aunque los científicos de vía estrecha lo desconocen todo en cuanto a los ovnis) probablemente tienen otros métodos muy diferentes a los nuestros para desplazarse en el espacio.

Usando un método muy poco científico se dicen: según nuestros cálculos estos seres no pueden llegar hasta nosotros. Por tanto, aunque den la impresión de estar aquí, corno teóricamente es imposible que estén, no perderemos el tiempo en averiguar si están en realidad. Y siguen rumiando la paja de sus fórmulas.

Mi método es “diametral mente opuesto al de los científicos.” Están aquí; luego se puede llegar.

¿Cómo? No lo sé. Lo único que sé con certeza es que están aquí, porque mis sentidos son tan veraces como los de los científicos.

Pero como ya dije anteriormente, puede haber «suprahumanos» que hayan vivido aquí siempre, aunque en otros planos de existencia; y puede haber visitantes que vengan de fuera. Y ese es el caso del que nos vamos a ocupar en este libro. De ciertos visitantes enanos, lampiños y cabezones que desde hace varias décadas están haciendo horrores en nuestro planeta sin que la mayoría de los humanos, y mucho menos los científicos, se hayan enterado.

Los que sí se han enterado han sido los militares de varios países y muy pocos políticos de las grandes potencias como en seguida veremos. Pero unos debido a su paranoia belicista y otros por la borrachera que les produce el poder y el vivir en olor de multitudes, no le han dado al asunto la importancia que tiene o, lo que es peor, lo han convertido en una nueva fuente de desgracias para la humanidad.

En este libro, pues, si bien vamos a tocar el tema de los visitantes espaciales —los ovnis en sí ya no nos interesan pues son únicamente un vehículo— no vamos a fijarnos en todas las especies que existen de ellos, sino única-mente en dos o tres que son las que en la actualidad tienen mayor contacto con nosotros y de las que nos tenemos que defender pues son altamente peligrosas.

El lector podrá preguntarse por qué casi todo lo que digamos está ubicado en los Estados Unidos. ¿Es que ellos tienen también el monopolio de los ovnis? Ciertamente, no. Creo que Brasil, por poner un ejemplo, es un país en donde la actividad ovnística ha sido enorme tanto cuantitativa como cualitativamente pero mucho menos conocida que la de Estados Unidos. Es cierto que en este país ha habido muchos y muy interesantes casos que han dado la vuelta al mundo; ello se debe a que siendo el país muy extenso y poblado es natural que se den más casos, aparte de que sus agencias de noticias difunden con más facilidad cualquier suceso que allí ocurra.

Asimismo estamos seguros de que en África la actividad de los tripulantes de los ovnis es aún más descarada, pero la ausencia de grandes agencias de noticias y lo apartado de los lugares en donde muchas de estas cosas suceden, impiden que nos enteremos.

Todas estas ideas podrán parecerle alucinaciones a más de un lector, tal como se lo parecieron durante muchos años al propio autor, endrogado como estaba con ideas religiosas absurdas y con el recuento oficial y falso de la historia humana que le habían dado en la Universidad.

Pero para corroborar estas ideas hay innumerables hechos que irán saliendo a lo largo de estas páginas. Que el lector los haya desconocido hasta ahora no es culpa del autor.

Y si se negase a darles crédito, aunque estaría en su derecho, obraría muy sabiamente si, dada su enorme importancia, le dedicase un poco más de tiempo a todo este asunto para convencerse de si todos estos hechos son ciertos o no.

El libro de Daniel

Quedé de pasarle a alguien el libro de Daniel, un apocalipsis apócrifo.

Introducción

Estás cartas están escritas por El Intérprete, de quién se dice…

Que es un hombre “sin ley” de los hombres

“Será tomado por sin Ley… no se alterará su curso”.

Cualquiera que desee juzgarle con sus leyes de mundo y de hombres, sea cual fuere tal hombre, se emplaza ante el Trono de La Ley Eterna, la Suprema Justicia, que demarca el Tercer Día de Creación; porque El Intérprete ha dado más de cuanto se le dio a los demás que se creyeron “elegidos”… únicos poseedores, dueños absolutos de La Verdad… únicos representantes de “dios”… únicos llamados por el tiempo… únicos contactos de las estrellas… “otros para confusión perpetua”. Interpretó para los sedientos y avanzados del Tercer Día… “unos despertados para Justicia Eterna”, éstos entenderán el Cifrado, los otros no son llamados a La ley, porque el Saber Eterno no elige hombres. Se quedan atrás con sus oscuras maquinaciones guiados por la LARVA que los devora con su inocente complacencia.

Estaba originalmente en

http://www.geocities.com/Area51/Dunes/1593/indexb.htm

Está para descarga en

El Libro de Daniel – Un Apocalipsis Apocrifo

Defendamonos de los dioses

Introducción

«En tiempos pasados los hombres estaban siempre en busca de Dioses a quienes adorar. En el futuro, los hombres vamos a tener que defendernos de los Dioses».

Con esta frase, terminaba mi libro «ISRAEL PUEBLO-CONTACTO». Desde entonces he seguido dándole vueltas al mismo tema y buscando hechos que sirviesen de apoyo a una teoría que a medida que pasa el tiempo, aparece menos como una teoría y más como un hecho incuestionable.

Por otro lado, este libro es en cierta manera, continuación lógica del mío anterior «Por qué agoniza el cristianismo». En él traté de demostrar la vaciedad del credo cristiano; en éste, trato de llenar aquel vacío, mostrando otro «más allá» u otra realidad trascendente que esté más de acuerdo con lo que nos dice la vida y la historia de la humanidad, por más que esa realidad trascendente esté disimulada tras mil sutiles velos.

Creo que ya va siendo hora de que la humanidad pensante —porque desgraciadamente la mayoría de la humanidad no es pensante— vaya arrancando estos sutiles velos y se encare con la tremenda realidad de que ha sido manipulada y en cierta manera engañada por los Dioses. El que ayude a esta tarea —aunque corre el peligro de ser tenido por alucinado— estará haciendo una enorme contribución a la evolución de la raza humana.

Este libro pretende ser una tal ayuda y soy comprensivo para los que piensen que desvarío. Yo también pensé durante muchos años que estas ideas eran desvaríos, hasta que conocí muchos hechos extraños que sistemáticamente habían estado ocultos a mi conocimiento, o habían sido presentados como meras fábulas. Cuando me convencí de que tales hechos eran tan reales como los que yo presenciaba todos los días en la vida normal, mis ideas acerca de los fundamentos y propósitos de la vida, sufrieron un tremendo estremecimiento.

Algunas de ellas se derrumbaron estrepitosamente, y otras completamente diferentes, comenzaron a tomar cuerpo y fuerza en mi mente. Yo lamento —y al mismo tiempo no dejo de admirarme— que otras personas con grados académicos y con inteligencia superiores a la mía, no sean capaces de deducir todas las enormes cosas que yo he deducido del mero conocimiento y convencimiento de la realidad de tales hechos extraños.

Las ideas que encierra este libro no sólo no son una locura, sino que son una explicación mucho más realista y hasta mucho más profunda que las infantilidades con que el cristianismo y las demás religiones han intentado por siglos explicarnos el porqué y el para qué de la vida humana. Si se desconocen o se rechazan estas ideas, no se podrá tener una idea realista de las raíces de la existencia humana y seguiremos teniendo las mismas ideas distorsionadas que hemos tenido por siglos, de las religiones, de la historia, de las guerras, de la filosofía y de las culturas.

La tremenda realidad es que la humanidad sabe únicamente lo que los Dioses le han dejado saber y cree lo que los Dioses le han hecho creer. Pero ya ha llegado la hora de que los hombres sepamos todo lo que debemos y somos capaces de saber y ha llegado la hora de que no creamos nada o casi nada de lo que los Dioses quieren que creamos para su conveniencia.

En vez de ser portavoces de ideas desquiciadas, estamos propugnando una profunda y nueva teología: la teología de los Dioses (con minúscula).

La teología del «Dios verdadero y único» es falsa; la teología de los Dioses falsos es la verdadera.

La explicación de estas frases es lo que constituye la esencia de este libro; y desde ahora le decimos al lector, que se equivoca si interpreta estas palabras como indicadoras de que profesamos el ateísmo. Ateísmo integral es sinónimo de miopía mental o por lo menos de una gran confusión de ideas.

Pero con la misma sinceridad tenemos que decir, desde el comienzo de este libro, que le retiramos nuestra fe como Dios Universal y Único al Dios del Pentateuco, al que reducimos su categoría convirtiéndolo en uno más de los muchos dioses menores que a lo largo de la historia han estado utilizando a los hombres.

La parte más evolucionada de la humanidad está comenzando a sacudirse de una especie de mito de los reyes magos. Los niños cuando crecen, se dan cuenta de la piadosa mentira que sus padres les han estado contando por años; les basta con aprender a leer y ver en la parte inferior de los juguetes, el lugar donde han sido construidos o comprados, para comenzar a sospechar del bello embeleco tan celosamente guardado por sus padres durante tantos años.

Los hombres y mujeres más desarrollados intelectualmente, también han aprendido a leer en la naturaleza muchas cosas que en la antigüedad nuestros antepasados no podían leer o porque se lo prohibían, o simplemente porque su adelanto técnico no los facultaba para leerlas.

Los reyes magos existieron, pero no son ellos los que les traen los juguetes a los niños; el Dios cristiano de que se nos habla en el Pentateuco, también existió, pero no es el padre bueno que él quiso hacernos creer, y mucho menos es el Dios Universal, Creador de todo el Cosmos. Es simplemente un suplantador más, que al igual que muchos otros semejantes a él, pretendió hacerse pasar por la Gran Energía Inteligente creadora de todo el Universo.

En las páginas siguientes intentaremos presentar las razones en que nos basamos para defender una idea tan perturbadora y tan extraña a primera vista.

1 Los Dioses existen

Superhombres

Dioses
Grandes diferencias entre ellos

Los Dioses tienen cuerpo físico

Ubicación de los Dioses

La ciencia y los Dioses

Los Dioses y las religiones

El cristianismo y los Dioses

Yahvé, un Dios más

Mitología y Dioses

¿Apariciones subjetivas

Pruebas históricas

Las teofanías se repiten

Paralelos entre las teofanías

Hebreos y aztecas

Teofanía de los mormones

Los ovnis como teofanía

Pero ¿quiénes son los Dioses?

Como a lo largo de todo este libro estaremos refiriéndonos constantemente a ellos, convendrá que digamos qué entendemos cuando decimos «los Dioses», con minúscula.

Ya hace tiempo que, en otra parte, hice la siguiente distinción entre los seres racionales iguales o superiores al hombre: hombres, superhombres, Dioses, Dios.

Superhombres

Los superhombres son, fundamentalmente, hombres como nosotros, pero preparados para cumplir una gran misión, y por eso están dotados de excepcionales cualidades que los habilitan para cumplir esa misión. Algunos de ellos ya vienen preparados desde su nacimiento y otros adquieren esas cualidades en un momento de su vida, cuando son seleccionados por alguno de los Dioses, de los que hablaremos enseguida.

Los fundadores de las grandes religiones suelen ser superhombres. El que en nuestros días quiera ver a un superhombre y convencerse de los increíbles poderes de que suelen estar dotados, que vaya en la India, a una pequeña ciudad llamada Puttaparthi, cerca de Bangalore y de Hyderabad (capital del Estado) y que trate de ver lo más de cerca posible a un tal Sathya Sai Baba. Digo lo más de cerca posible, porque no será raro que cuando llegue a Prasanthi Nilayam, el lugar templo en que él reside, se encuentre con varios miles —cuando no cientos de miles— de devotos suyos que le impedirán toda aproximación física al superhombre.

Zoroastro, Buda, Mahoma, Moisés, Confucio, Lao Tse, etc., pertenecieron a esta clase de seres.

Y antes de dejar el tema de los superhombres (sobre el que hemos de volver en repetidas ocasiones a lo largo de estas páginas), tendremos que dejar bien claro que estos seres humanos excepcionales, por muy grandes que sean sus poderes, no son sino instrumentos de los que los Dioses se valen para lograr sus deseos en la sociedad humana y en general en nuestro planeta (que no es tan nuestro como nos habíamos imaginado). Unos deseos que, hoy por hoy, el cerebro humano no logra descifrar y que probablemente permanecerán totalmente indescifrables para nosotros mientras nuestra inteligencia no dé un paso drástico en su evolución.

Tal como he dicho, los superhombres son fundamentalmente hombres, bien por su manera de aparecer en este mundo, bien por su constitución física, o bien por su muerte más o menos similar a la de los demás hombres. Sin embargo, es de notar que con frecuencia algunos de ellos, en su proceso de utilización por parte de los Dioses, se han apartado considerablemente en algunos aspectos de su vida, de lo que es normal en los demás hombres.

Tal podría ser el caso de Krishna, de Viracocha, de Quetzalcoatl y del mismo Jesucristo.

Dan la impresión de haber participado en alguna manera, de la naturaleza de los Dioses, como si fuesen una especie de híbrido de Dios y hombre; o como si fuesen Dioses especialmente preparados para desempeñar una misión en este planeta.

Dioses

Los Dioses, en cambio, no son hombres. Algunos de ellos tienen el poder de manifestarse como tales —y de hecho lo han hecho en infinitas ocasiones— y hasta convivir íntimamente con nosotros cuando esto les conviene para sus enigmáticos propósitos; pero en cuanto cumplen su misión o en cuanto logran lo que desean, se vuelven a su plano existencial en el que se desenvuelven de una manera mucho más natural y de acuerdo a sus cualidades psíquicas y electromagnéticas.

Pero los Dioses no son hombres; y en una de las pocas cosas en que coinciden con nosotros es en el ser inteligentes, aunque sus conocimientos y su inteligencia superen en mucho a la nuestra.

De su inteligencia hablaremos más en detalle posteriormente.

Grandes diferencias entre ellos

Aunque sobre esto hemos de volver en varias partes del libro, sin embargo conviene dejarlo bien claro desde ahora: Entre los Dioses hay muchas más diferencias de las que hay entre los hombres.

Estas diferencias son de todo tipo, y no sólo se refieren a su entidad física en su estado natural, sino a la manera que tienen de manifestársenos; a su mayor o menor capacidad para manipular la materia y para hacer incursiones en nuestro mundo; a su grado de evolución mental y por lo tanto tecnológica, y hasta, en cierta manera, a su grado de evolución moral, siendo, al parecer, algunos de ellos mucho más cuidadosos en no interferir indebidamente en nuestro mundo y hasta en no interferir en modo alguno.

Difieren entre ellos también en su origen; pudiendo ser algunos de ellos de fuera de este planeta, aunque me inclino a pensar que los que más interfieren en la vida y en la historia de la humanidad, son de este mismo planeta que nosotros habitamos, como más tarde veremos. Difieren también, tanto en las causas por las que se manifiestan entre nosotros, como en los fines que tienen cuando lo hacen.

Estas grandes diferencias entre ellos, no provienen —tal como sucede entre los hombres— de pertenecer a razas, patrias, religiones, culturas, o clases sociales diferentes, o por hablar distintos idiomas; la causa de las diferencias entre los Dioses es mucho más profunda; pues mientras los hombres, por muchas que sean las diferencias, todos somos igualmente seres humanos y pertenecemos a la misma humanidad, los Dioses no pertenecen a la misma clase genérica de seres, y entre algunos de ellos es muy posible que haya tanta diferencia como hay entre nosotros y un mamífero desarrollado.

Y también es muy posible que haya menos diferencia entre nosotros y algunos de ellos, que entre algunos de ellos entre sí.

Por las noticias que tenemos, recibidas de ellos mismos (que nunca son del todo fiables), muchos de ellos desconocen por completo a otros que se han encontrado en sus incursiones en nuestro nivel de existencia, dándose únicamente cuenta de que no pertenecen al mundo humano. Si hemos de creer lo que nos han dicho, no sólo tienen una desconfianza mutua, sino que en algunas ocasiones hemos sabido de antipatías manifiestas entre ellos y hasta de batallas declaradas.

Un ejemplo típico de este antagonismo y hasta de estas batallas, lo tenemos en la rebelión que, según la teología cristiana, Luzbel organizó con muchos de sus seguidores, contra Yahvé. Los creyentes que admiten al pie de la letra las enseñanzas clásicas de la Iglesia, y que creen a pies juntillas qué esa es la única y total explicación de los orígenes de la existencia del hombre sobre la Tierra y de sus relaciones con Dios, deberían saber que todas las grandes religiones nos hablan de parecidas batallas entre sus Dioses, o entre un Dios principal y los Dioses menores.

Y los no creyentes que miran esas historias bíblicas como algo mitológico a lo que no hay que hacer mucho caso, deberían saber que mitos y leyendas no son más que historias distorsionadas por el paso de los milenios. Y deberían saber que esas batallas entre Dioses que aparecen en todos los libros más antiguos de la humanidad (es decir, en las «historias sagradas» de todas las religiones) se siguen repitiendo hoy delante de nuestros ojos, tal como más adelante veremos.

Digamos por fin, que estas grandes diferencias entre los Dioses se traducen en su diversísimo comportamiento en nuestro mundo y en sus relaciones con nosotros que varían enormemente de un caso a otro, y que, debido precisamente a esa gran variedad, nos tienen todavía hoy perplejos acerca de qué es lo que en realidad quieren.

Los Dioses tienen cuerpo físico

Aunque la entidad física de los Dioses es diferente de la nuestra, sin embargo podemos decir que los Dioses tienen algún tipo de cuerpo o algún tipo de entidad física.

Y aquí tendremos que hacer un pequeño paréntesis para explicar que en el Cosmos, todo, hasta lo que infantilmente llamamos «espiritual», es en cierta manera «físico» (al igual que todo lo físico está de alguna manera impregnado de espíritu). «Fisis» es una palabra griega que significa naturaleza, y en este sentido podemos decir que todo lo que es natural, o pertenece al orden natural, es físico. Y los Dioses no pertenecen al orden «sobrenatural» tal como éste ha sido definido siempre por los teólogos.

Para entender las entidades físicas de los Dioses (y de otras muchas criaturas no humanas) no tenemos más remedio que acudir a la física atómica y subatómica. El «cuerpo» de los Dioses es electromagnético y está hecho de ondas. Y el que encuentre este lenguaje sospechoso, debería saber que el cuerpo humano, en último término está hecho también de ondas y nada más que de ondas; porque eso es en definitiva toda la materia.

(Y ésta es la gran maravilla y el gran secreto de todo el Universo. Y éste es el hecho físico —por encima de todos los sentimentalismos y de todas las concepciones dogmáticas y místicas— que más nos acerca a la ininteligible Entidad que ha hecho el Cosmos).

La «materia» del «cuerpo» de los Dioses, siendo en el fondo lo mismo que la nuestra, está estructurada en una forma mucho más sutil, lo mismo que la «materia» que compone el aire está en una forma mucho más sutil que la que compone un lingote de acero, aunque en último término las dos sean exactamente iguales.

Los Dioses superiores, a diferencia de nosotros, tienen la capacidad de manejar y dominar su propia materia, adoptando formas más o menos sutiles y haciéndolas más o menos asequibles a la captación por nuestros sentidos, cuando así lo desean.

Ubicación de los Dioses

Otra de las cosas en que muchos de ellos coinciden con nosotros, es en su ubicación en el Universo, pues si bien su nivel de existencia (o como los esotéricos dicen hace muchos años: su «nivel vibracional») no coincide con el nuestro, sin embargo para muchos de ellos, nuestro planeta es también su planeta.

Preguntar dónde viven exactamente, sería un poco ingenuo. Su ubicación obedece a leyes físicas diferentes a las que nosotros conocemos, porque las ideas que los hombres tenemos del espacio y del tiempo son completamente rudimentarias. Muchos de ellos pueden vivir —y de hecho viven— aquí y entre nosotros, y sin embargo no ser detectados normalmente por nuestros sentidos.

Nuestros sentidos captan sólo una pequeña parte de la realidad circundante. El aire, con ser un cuerpo físico con una realidad semejante a la de una piedra, es completamente invisible para nuestro ojo. Muchos sonidos y muchísimos olores que nuestros sentidos no captan en absoluto, son el mundo normal en que se desenvuelven los sentidos de los animales.

Las ondas de televisión que inundan nuestras casas, únicamente son visibles por nosotros mediante el uso de un aparato. No tendremos por tanto que extrañarnos de la invisibilidad de los Dioses. En el mundo paranormal hay una casuística abundantísima para reforzar esta tesis.

Aparte de esto, en el irrebatible campo de la fotografía, hay casos en que una foto normalmente desarrollada, no acusa la presencia de objetos que sólo pudieron ser descubiertos cuando los negativos fueron «quemados» por la hábil mano del fotógrafo. En algún libro mío he publicado pruebas gráficas de esto.

De lo dicho anteriormente podemos deducir que no necesitan un suelo para sostenerse ni un aire que respirar y por lo tanto no tienen necesidad de estar en ninguno de los lugares del planeta en que los hombres estamos, con nuestra materia y con nuestras cualidades físicas específicas.

Por otro lado, creo que no hay más remedio que admitir que algunos o quizás muchos de ellos, procedan de otras partes del Universo, siendo nuestro planeta solamente un lugar de paso o una residencia temporal, lo cual explicaría, por lo menos en parte, la falta de continuidad en muchas de sus actividades en nuestro planeta, y en concreto las grandes variaciones que vemos en sus intervenciones en la historia humana.

La ciencia y los Dioses

Algún lector se estará preguntando a estas alturas, de dónde hemos sacado nosotros esta peregrina idea de la existencia de semejantes seres. La ciencia no nos dice nada de ellos. Pero la ciencia tampoco nos dice nada de cosas tan importantes como el amor y la poesía, y en realidad sabe muy poco sobre ambas cosas.

Y la misma parapsicología académica, que es la ciencia que de alguna manera debería interesarse por la existencia de estos seres, tampoco nos dice nada de ellos y más bien rechaza su existencia cuando algún parapsicólogo audaz hace alguna sugerencia acerca de su posible presencia en algunos hechos paranormales.

Desgraciadamente así son las cosas debido a la esclerosis mental de muchos de los llamados científicos. Pero allá la ciencia y la psicología con sus prejuicios y con sus miopías.

«Amicus Plato, sed magis árnica veritas». La cruda verdad, por más inverosímil e incómoda que parezca, es que semejantes seres existen y de ellos tenemos testimonios en todos los escritos que la humanidad conserva desde que el hombre empezó a dejar constancia gráfica de lo que pensaba y veía.

Y de probarlo nos iremos ocupando a lo largo de estas páginas.

Los Dioses y las religiones

Pero si la megaciencia no dice oficialmente nada acerca de estos seres (porque extraoficialmente y en privado, muchos científicos de primera fila, dicen muchas cosas), la religión, —que es un aspecto importantísimo del pensamiento humano— dice muchísimas cosas y lleva diciéndolas desde hace muchos siglos. Y al decir religión, estoy diciendo todas las religiones sin excluir la religión cristiana.

En la mayoría de las religiones a estos seres se les llama «espíritus», de una manera general, aunque tengan variadísimos nombres, dependiendo de las diferentes religiones y dependiendo de los diferentes «espíritus».

Porque hay que tener presente que todas las religiones conocen las grandes diferencias que hay entre estos «espíritus».

Los griegos y romanos eran los que en cuanto a nomenclatura, más se acercaban a la realidad y les llamaban simplemente «Dioses», aunque reconocían que eran espíritus que podían adoptar formas corporales cuando les convenía y aunque por otra parte reconocían también a toda una serie de deidades o espíritus inferiores que estaban supeditados a estos «Dioses» mayores.

El cristianismo y los Dioses

El cristianismo, por más que nosotros creamos que está muy por encima de toda esta concepción politeísta, acepta también estos espíritus y de hecho nos está constantemente hablando de ellos en toda la Biblia y en todas las enseñanzas del magisterio cristiano a lo largo de muchos siglos. En el cristianismo se les llama «ángeles» o «demonios», se les atribuyen grandes poderes —de hecho a algunos de ellos nos los presenta la historia sagrada como rebelándose contra Dios— y se hacen grandes distinciones entre ellos.

Recordemos si no, la gradación que hay entre las diversas categorías de «ángeles»; arcángeles, ángeles, tronos, dominaciones, potestades, querubines, serafines… Todos estos nombres son una prueba de que la Iglesia tiene una idea muy concreta y muy definida de ellos. Y lo más curioso es que en la Biblia, al mismísimo Yahvé, en alguna ocasión, también se le llama «ángel».

Y para que vayamos desembarazándonos de muchas de las ingenuas ideas que nos han inculcado acerca de todo el mundo trascendente, tendremos que decir que estos «espíritus» no son todo lo buenos que nos habían dicho. De hecho la Santa Madre Iglesia siempre nos ha dicho de algunos de ellos —a los que llama demonios— que eran perversos, enemigos de Dios y amigos de apartar al hombre de los caminos del bien.

Pero lo que tenemos que saber es que la lucha que según la teología estalló entre los ángeles antes de que el mundo fuese creado (una lucha que convirtió a algunos ángeles en demonios) todavía continúa y las rivalidades entre los espíritus todavía no se han terminado, siendo todos ellos muy celosos de sus rangos y prerrogativas. En esto el cristianismo coincide con las otras mitologías.

Y otra cosa aún más importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de juzgar a estos espíritus que nos presenta la Iglesia, es que el que en la Biblia se nos presenta no sólo como jefe de todos ellos sino como creador del Universo, no sólo no es creador del Universo sino que ni siquiera es superior ni diferente de otros «espíritus» que conocemos de otras religiones.

Sí reconocemos que es superior a los otros «ángeles» que nos presenta el cristianismo, pero no lo reconocemos superior a otros «Dioses» como Júpiter o Baal. En la misma Biblia tenemos pruebas de esto, si nos atenemos a lo que en ella leemos, y no le damos interpretaciones retorcidas contrarias a la letra del texto.

Ya me he hecho eco de esto en varios otros lugares y he citado este curiosísimo texto de la Biblia que, muy extrañamente, los exegetas pasan por alto sin apenas dignarse hacer ningún comentario acerca de él:

«Tomará Arón dos machos cabríos y echará suertes sobre ellos: una suerte por Yahvé y una suerte por Azazel. Y hará traer Arón el macho cabrío que le haya correspondido a Yahvé y lo degollará como expiación. Pero el macho cabrío que le haya correspondido a Azazel, lo soltará vivo en el desierto después de presentarlo ante Yahvé».

(Lev. 16, 5-10).

Yahvé, un Dios más

Yahvé, a pesar de que se presenta como el Dios supremo y único, reconoce la existencia de Azazel (que según una nota de la Biblia de Jerusalén, era el espíritu maligno que dominaba aquellas regiones desérticas) y no sólo eso, sino que le reconoce sus derechos y no quiere buscarse problemas con él, siendo esa la razón de que le ordene a Arón que suelte vivo el macho cabrío que le haya tocado en suerte a Azazel, para que éste haga con él lo que le plazca.

De no ser Yahvé un ser de la misma categoría que Azazel, no hay razón ninguna para explicarse su extraña conducta. Más adelante, cuando le echemos una mirada más de cerca al Yahvé del Pentateuco, nos convenceremos de que, poco más o menos, es como los Dioses de las demás religiones, que se manifestaban a los diferentes pueblos para dirigirlos y «protegerlos».

En esta lucha que los ángeles tuvieron entre sí y que la teología nos dice que culminó en la derrota de Luzbel, el gran triunfador resultó ser Yahvé, que a lo que parece, era el supremo jefe de esta facción de ángeles que en aquel momento estaban manifestándose en nuestro planeta. Naturalmente siendo nuestra teología de acuerdo a las enseñanzas de Yahvé en el Monte Sinaí (y en posteriores manifestaciones a lo largo de los siglos a diversos profetas y videntes), Luzbel tiene que aparecer como el malo y Yahvé como el bueno.

Pero usando nuestra cabeza, tal como hacemos para juzgar los hechos de la historia, en donde vemos que los vencedores describen todos los hechos en su favor y presentan a los vencidos como malos y perversos, podemos llegar a la conclusión de que no hay mucha diferencia entre estos dos personajes.

Y si Luzbel se comporta como se comportan los hombres (y muy probablemente se comporta de una manera parecida), es muy lógico que trate de tomar venganza de su vencedor y la mejor manera de hacerlo es tratando de restarle súbditos y de deshacer toda la obra que aquél haya pretendido hacer entre los hombres.

Mitología y Dioses

Las abundantes y diversísimas mitologías de todos los pueblos, que antaño se nos presentaron como fruto de la imaginación semi-infantil de los pueblos primitivos, poco a poco han ido ganando valor en los tiempos actuales, pues vemos en ellas ni más ni menos que el recuerdo, deformado por los siglos, de hechos sucedidos hace muchos miles de años.

Los antropólogos las estudian y las conocen muy bien, pero las enfocan desde un punto de vista prejuiciado, para explicar sus teorías. El estudioso de la nueva teología cósmica las estudia desde otro punto de vista completamente diferente y mucho más abarcador, sin dejarse atrapar ni por las teorías concebidas a priori de los antropólogos, ni por los dogmas obcecantes de cualquiera de las religiones que tienen aprisionadas las mentes de casi todos los habitantes de este planeta.

Los estudiosos de esta nueva teología tratan de esclarecer y corroborar estas mitologías cotejándolas con otros hechos con los que nos encontramos en la historia y con multitud de fenómenos con los que nos encontramos hoy día.

Lo que el estudio de estas mitologías va dando de sí, es que en la antigüedad remota y no tan remota (y muy pronto veremos que en nuestros mismos tiempos), seres que se decían celestiales, se les manifestaban a los asombrados habitantes de este planeta y les decían que ellos eran «Dioses» todopoderosos o, más audazmente, el Dios creador de todo el Universo.

Los primitivos terrícolas, con unos conocimientos muy rudimentarios de la naturaleza, asombrados, por una parte, ante la belleza de lo que contemplaban, y aterrorizados por otra, no dudaban un momento de que estaban realmente ante los señores del Universo y rendían sus mentes sin dudar, poniéndose incondicionalmente a su servicio.

Si esto hubiese sucedido con un solo pueblo, hubiésemos podido achacarlo a una variedad de causas; pero lo cierto es que este fenómeno de la manifestación de un «Dios» se ha dado en prácticamente todos los pueblos de los que tenemos historia escrita.

Colectivamente hablando, el fenómeno de la manifestación de un Dios, y hablando individualmente, el fenómeno de la «aparición» o «iluminación», son hechos que se han estado repitiendo constantemente en todas las latitudes, en todas las culturas y en todas las épocas a lo largo de los siglos. Más tarde, cuando describamos más a fondo la manera que los Dioses tienen de comunicarse con los hombres, hablaremos en concreto de estos fenómenos.

Pero tenemos que dejar sentado como un hecho histórico incuestionable, que absolutamente todos los pueblos sin excepción, han obedecido y adorado a algún «Dios», del que decían que —de una manera u otra— se había manifestado y comunicado con sus antepasados a los que había instruido en muchas cosas (frecuentemente en cómo curar las enfermedades o en otros secretos de la naturaleza), habiéndoles prometido protección si eran fieles a lo que él les dijese, o más en concreto, si seguían las normas de vida que él les dictaba.

¿Apariciones subjetivas?

Naturalmente aquí cabe discutir si estas creencias de todos los pueblos se debían a apariciones objetivas de estos seres «celestiales» o eran sencillamente una creación subjetiva debida a la religiosidad innata de los hombres de todos los tiempos. La ciencia oficial con psicólogos y psiquiatras al frente, nos dirá indefectiblemente que estas creencias se debían a esto último, y que tales apariciones o manifestaciones objetivas nunca tuvieron lugar.

Contrarios a ellos tenemos a los fanáticos religiosos (o simplemente a los creyentes fervorosos) que defienden —si hace falta con sus vidas— que la realidad objetiva de las apariciones y manifestaciones divinas de que les habla su santa religión, es incuestionable.

¿Quién está en la verdad?

Como muy bien sabe el lector, la verdad total no es patrimonio de nadie, y en este caso concreto así sucede exactamente. La ciencia tiene mucho derecho para decir que en infinidad de ocasiones lo que se presenta como «visión» es una pura alucinación, fruto de un psiquismo enfermizo; y que lo que se presenta como milagro —es decir como una prueba de la presencia inmediata o cuasi inmediata de Dios— no es más que el uso consciente o inconsciente por parte del taumaturgo, de una ley desconocida de la naturaleza.

Hasta aquí la parte de razón que tiene la ciencia oficial, que no es poca. Pero los religiosos también tienen su parte de razón. Su pecado consiste en distorsionar los hechos y en desorbitarlos, convirtiendo en verdades absolutas o universales lo que únicamente son fenómenos relativos, locales y temporales. En muchísimas ocasiones, el hecho de la visión o de la aparición ha sucedido objetivamente, pero no ha sido precisamente lo que los videntes han creído que era, o más exactamente, lo que les han hecho creer que era.

Aquí es donde entra en juego la acción engañosa de los Dioses. Esta acción deceptoria no sólo actúa inmediatamente y a corto plazo sobre los videntes y sus contemporáneos, sino que se extiende muchos años después, hasta los mismos científicos y la sociedad humana en general, haciéndoles creer que tales «visiones» son cosas puramente subjetivas, «mitológicas» y totalmente carentes de realidad.

Como podemos ver, el juego de los Dioses es doble:

a los testigos inmediatos los convierte en ardientes fanáticos (los pobres no tienen otro remedio después de haber visto y sentido lo que han visto y sentido)

al resto de la sociedad —y muy especialmente a la sociedad científica—, que no han sido testigos inmediatos, les produce un efecto totalmente opuesto, es decir les crea una especial y desproporcionada resistencia mental para admitir semejantes hechos como reales, por más que los veamos repetidos y documentados hasta la saciedad en todos los libros sagrados y profanos de todas las culturas y de todas las épocas

Las religiones —omnipresentes en toda la historia humana— son el resultado de tales hechos «imposibles».

Pruebas históricas

El objeto de este primer capítulo es precisamente el ir rompiendo esta especial dificultad que los hombres de esta sociedad tecnificada tenemos para admitir semejantes hechos, y es ayudar nos a admitir la posibilidad de que no seamos únicamente nos otros los habitantes inteligentes de este planeta.

Pues bien, en este particular, quiero poner al lector en contacto con un gran libro en el que encontrará pruebas históricas —cientos de documentos tan auténticos como aquéllos en los que fundamentamos nuestra historia— procedentes de todas las culturas y de todas las latitudes. Me refiero al libro de mi entrañable amigo A. Faber Kaiser titulado «Las nubes del engaño».

En él podrá ver que la mayor parte de los historiadores de la antigüedad han dejado testimonio escrito de la aparición o de la intervención en la historia humana de unos extraños personajes inteligentes no humanos que han llenado siempre de admiración a nuestros antepasados.

Naturalmente, el incrédulo seguirá pidiendo pruebas para cerciorarse de la existencia de semejantes seres inteligentes no humanos. Y se las proporcionaremos, o mejor dicho él mismo se las puede proporcionar, si se toma el trabajo, tal como dijimos unas líneas más arriba, de leer los repetidos y documentados testimonios que se encuentran en todos los libros sagrados y profanos de todas las culturas y de todas las épocas; y se convencerá de esta realidad, si reflexiona desapasionadamente acerca de los fundamentos doctrinales y de los orígenes de todas las religiones.

Tomemos por ejemplo los orígenes del cristianismo y despojémonos por unos instantes de nuestros sentimientos hacia él (ya que si no lo hacemos así, el afecto que sentimos hacia las creencias propias y de nuestros padres, nos impedirá examinarlas desapasionada y racionalmente).

Los diez mandamientos fundamentales de la religión cristiana, no sólo son el fruto de la aparición de uno de estos seres suprahumanos, sino que fueron entregados personalmente por él y nada menos que grabados en piedra, si es que hemos de creer a lo que por más de tres mil años ha venido enseñando el judeo-cristianismo.

En el libro más respetado en todo el mundo occidental, se nos dice que un ser llamado Yahvé se apareció en una nube desde la que se comunicaba con los humanos. Una nube que según leemos en el Pentateuco, hacía cosas muy extrañas para ser una nube normal. Este señor, al que acompañaban otros seres suprahumanos dotados de extraordinarios poderes (que por otro lado eran bastante parecidos en sus pasiones a los hombres y que con mucha frecuencia se inmiscuían abiertamente en sus vidas) estuvo apareciéndose de la misma manera durante varios siglos a todo el pueblo hebreo y de una manera personal a diversos individuos a los que les indicaba cuál era su voluntad específica en aquel momento.

Estos seres suprahumanos a los que nos referimos, se presentaban siempre como enviados por aquel ser que se presentó en el monte Sinaí; y el mismo Cristo —al que, como ya he dicho, consideramos no como uno de estos seres suprahumanos, sino como a un humano extraordinario— se presentó siempre como un enviado de aquel señor del Sinaí al que él llamaba su «padre».

El hombre estelar

PALABRAS DE ISIS
“Yo ISIS, señora de los misterios de la naturaleza, me dirijo a ti:

“Tú, neófito que buscas atravesar el portal de la iniciación, y tú, profano que lees por curiosidad, serena tu espíritu, aclara tu mente, calma tus emociones. Apártate del mundanal ruido cobíjate en el manto de tu propio YO para que puedas trasponer sin peligro el umbral que conduce a la morada de los brujos. Arroja tus prejuicios; despójate de tu egoísmo, huye por un instante del personalismo y la irreflexividad; analiza con serena mirada”.

“No temas sino a ti mismo, no dudes sino de lo que analices superficialmente, no niegues sin primero reflexionar. Sepárate de la multitud que opaca tus ideas; sé tu mismo y piensa por ti mismo; no te limites.”

“Tú, buscador de maravillas, tú, candidato a la iniciación, no mires hacia la distancia, reúne todas tus energías en ti mismo. Olvídate de la India y del Tíbet, no clames a Dios, Alá, ni JesuCristo. Lo que buscas está allí mismo donde tu estás en este momento. Sí, deja de mirar hacia afuera y sepulta tu mirada en lo más profundo de ti mismo. Aguza tu percepción, afina tus sentidos, y allí en el centro de tu ser estás tu mismo, tu YO, tu verdadera esencia, la verdad detrás de la mentira, la energía inmortal que anima al barro. Mira con unción y reverencia porque es luz…, esa luz que te ciega, es Dios. Escucha como dice: Yo soy el camino y la vida.”

“Más…, ¡cuidado!, no se puede contemplar a Dios cara a cara sin morir. ¿Estás dispuesto a seguir? Puedo concederte un gran don. Te ofrezco… ¡la muerte! No tiembles, esta muerte es el don de los inmortales, es la del fénix que renace glorioso de entre sus propias cenizas. Para ser, es preciso no ser; para nacer y ser, se debe morir primero. Si lo logras, serás llamado el Dos veces nacido. No desdeñes mi oferta, piénsalo bien; más vale morir ahora que vivir a la espera de la muerte. No creas que si me rechazas podrás seguir indemne tu camino, por el contrario, todos los caminos conducen hacia mí; ignórame y serás como los huérfanos, que no conocen a sus padres. Solamente tienes dos caminos: o te devoro o te desposas conmigo. Tuya, y sólo tuya es la elección.”

“Si eliges ser devorado, dedícate a gozar de la vida, apura la copa del placer hasta la última gota, cierra la mente a la voz de tu espíritu, entrégate a la bestia, y disfruta del placer sensual de la materia. Así, casi sin darte cuenta, llegará el momento de la antropofagia final. ¿Crees acaso que me compadeceré de ti? Te engañas, no tengo sentimientos, estoy más allá del placer y del dolor, más allá del bien y del mal, soy como el sol que se levanta en las mañanas para alumbrar a todos por igual. Después de tu muerte serás sólo un despojo y un recuerdo. Después… ni siquiera eso.”

“Si anhelas desposarte conmigo debes estar dispuesto a sufrir la muerte iniciática, tendrás que pasar por las pruebas a las cuales te someterá sin piedad la terrible Esfinge para aquilatar tu valor espiritual y la calidad de tu temple. Yo me entrego solamente al que llegó a la crucifixión, resistiendo los embates de los cuatro elementos. Amo solamente a los que han sabido apurar la copa de la amargura, de las traiciones, del escarnio y la mofa, persecuciones, calumnias y difamación; a los iniciados que han persistido con valor, sufriendo la soledad del espíritu en medio de un mundo de animales.

A mí se llega después de haber recibido la calumnia y la difamación, que son las pruebas del aire; los golpes y persecuciones que son las pruebas de la tierra; los vicios y las tentaciones sensuales que son las pruebas del agua, y después de haber dominado las ambiciones descontroladas, que son las pruebas del fuego.”

“Este cuaternario corresponde a cada uno de los extremos de la cruz, donde fue clavado uno de los que arribó a mi regazo: Jesús, el Cristo. No obstante, otros aún más grandes han vivido y viven en el secreto; nadie conoce su existencia porque así conviene a sus labores.”

“No creas que en el mundo existen sólo los nacidos una vez y los dos veces nacidos; también existen, por desgracia, los una y media vez nacidos, y los abortados. Guárdate de engrosar sus filas convencido por su maquiavélico lenguaje, ya que éstos no viven ni en este mundo ni en el otro; son aquéllos que en verdad no son iniciados ni profanos, los imitadores de los maestros, los semisabios, los sembradores de mano sucia, los seguidores de la letra muerta, y los magos negros, que me codician y se ufanan de mi amor, cuando no son dignos ni siquiera de mi sonrisa.

Unos pueden vestir sari o túnica; otros, collarines y mandiles, otros, los atavíos “rosacruces”; algunos, se proclamarán los “únicos dueños de la verdad”, creyendo tener su monopolio; todos se jactan de mi amistad, pero son solamente pordioseros que me imploran una migaja de sabiduría. No se nace dos veces parándose de cabeza o meditando, ni en el ataúd de ceremonias puramente simbólicas, como tampoco, por obra y gracia del espíritu santo.”

“Si me desdeñas, recibe mi bendición y prosigue tu camino; destinado estás a ser alimento de los Dioses; no todos pueden ser “hombres”; algunos, solamente animales, o peor todavía, vegetales. Si vienes a mí por curiosidad, piénsalo dos veces: es fácil ser temerario con lo que no se conoce. Si no tienes el valor necesario, retrocede, escúdate en tu vanidad y en tu orgullo, confórmate con mirar el suelo como tus congéneres. Si no estás preparado, no aspires a conocer mi rostro: desgraciado de aquél que poseído de animal codicia o insana curiosidad, contemplare aunque fuera mi reflejo, porque no me olvidará jamás, y morirá atormentado por el ansia de poseerme.”

“Si estás preparado, si tienes ojos para ver y oídos para escuchar, si tu intención es noble y pura, prosigue sin desmayo, y sabe que a partir desde el momento en que cruces la puerta de la oculta morada, yo te esperaré ansiosa como la novia adolescente con su primer amor. Este libro puede ayudarte mucho, puede ser el guía que te lleve hacia la escondida puerta que tantos buscan y que tan pocos encuentran. Busca y encontrarás; no eleves preces a los Dioses, lucha por mí. Me conquistarás por la fuerza de tu decisión, y no orando.”

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EL ANTICristo
Resulta sorprendente cómo el ser humano, sabiendo tantas cosas, comprende tan pocas. Al igual que en la homeopatía, el producto noble (conocimiento), se encuentra diluido infinitesimalmente, debido a la incapacidad de comprensión.

El homo sapiens dedica sus más importantes esfuerzos al aumento de su saber, pero es precisamente en este empeño donde se pierde cada vez más en la bruma de la incertidumbre y la desorientación. Teórico del conocimiento, devora incansablemente cuanta tesis o nuevo estudio aparece, pero al igual que en el suplicio mitológico de Tántalo, su sed, lejos de saciarse, se acrecienta.

Paradójico destino es el de esta criatura alucinada: saber cada día más y comprender cada vez menos. Exteriorizarse cotidianamente de manera inevitable, hasta perder la propia identidad, alejándose obligadamente de sí mismo para fundirse con lo externo. El sapiens ha avanzado con rapidez extraordinaria en la conquista de la ciencia, y con la misma celeridad se ha perdido a sí mismo para vivir en un mundo de fantasmas nacidos de la alucinación colectiva de un mundo cada vez más artificial, estereotipado, y programado. En este mundo, por lo general, triunfa el hombre colectivizado que exhibe una perfecta sumisión a las pautas de la muchedumbre, y que renuncia a temprana edad a pensar con su propio cerebro, haciéndolo en cambio, con “la mente colectiva” de la multitud.

Éste es el seguro pasaporte para el éxito material, pero el precio que se paga es de una desigualdad exorbitante con la recompensa. Este precio es la propia individualidad, alegoría central del lema délfico “conócete a ti mismo”. Precisamente, quien se conoce a sí mismo, y por ende a los demás, es vejado, postergado y marginado. El liderazgo pertenece a los mediocres; se glorifica al becerro de oro y se celebra el cliché hueco del sujeto programado. El templo de Delfos y su ideal ya no existen. Han sido reemplazados por el templo de la Universidad, el templo de la ley, el templo de las religiones, el templo de las ideologías políticas y sistemas económicos y el templo de las instituciones sociales y sus lemas y consignas. A todos los une un común denominador: “desconócete a ti mismo, entrégate a la muchedumbre y acata sus designios.”

Muy pocas personas se dan cuenta de esta situación, pero algunas lo presienten instintivamente y tratan de rebelarse contra el sistema sin saber qué es lo que verdaderamente las lleva a esta reacción. La juventud, por ejemplo, se resiste intuitivamente, aunque a veces por errados caminos, a ser absorbida por el ente colectivo. Más tarde, con el correr de los años también se someten, al fortalecerse su programa cerebral y recibir de la mente colectiva su fuerte influencia.

Se estima como antisocial a quien no se integra rápidamente al colectivo, considerándose en cambio como muy valioso al que se funde fácil e íntegramente con las masas perdiendo su individualidad. Esta actitud es considerada como una muestra de corrección y de “conciencia social.” En esto, como en muchas otras cosas, el sapiens ha errado el camino, ya que no es posible ayudar o amar a los demás sin conocerse primero a sí mismo.

Hace dos mil años, el sapiens tenía básicamente los mismos problemas que ahora, los mismos temores, deseos, angustias, ambiciones, codicia, mentira, cobardía, complejos, conflictos internos, y desorientación. Sus pautas de conducta no eran diferentes en lo profundo a las actuales. Sus condiciones materiales, en cambio, eran dramáticamente diferentes, observándose hasta la fecha un progreso asombroso.

Cabe preguntarse si este mismo avance se produjo también en la naturaleza interna del sapiens, es decir, si hoy día es mejor como ser humano, si tiene más calidad que en aquella época. La respuesta es claramente negativa. Ningún cambio apreciable se ha verificado en dos mil años (ni en cinco mil), en la calidad humana del sapiens. Solamente ha aumentado su capacidad intelectual en virtud de las poderosas y crecientes exigencias de la civilización.

Mientras el mundo ha pasado de la barbarie a la civilización en el transcurso de la historia, el “salvaje sapiens” se mantiene hoy día básicamente tan primitivo como en el pasado remoto, cubriéndose solamente con sucesivas y gruesas capas de un barniz cultural y educativo.

Rompiendo la desolación espiritual de la humanidad vino un día al mundo, lleno de amor y compasión, un ser superior: Cristo. Pretendía dar al sapiens una oportunidad de conocer un mundo diferente, sin violencia, sin odio, sin esclavitud, sin contradicción, para mostrarle lo que podría llegar a realizar.

La mente colectiva de la muchedumbre, programada de acuerdo al lema “ojo por ojo diente por diente” rechazó con violencia el mensaje cristiano, procediendo a destruir al Mesías, tal como había ocurrido anteriormente en otras ocasiones en que Cristo había venido a la Tierra, manifestándose en otros hombres superiores.

Es así como la muchedumbre es en verdad el instrumento del AntiCristo, el monstruo ciego, la bestia sin cabeza que acecha a todo aquél que pretende individualizarse conscientemente para dejar de ser sapiens y convertirse en hombre estelar, pináculo evolutivo del homo sapiens.

En algún momento, quién sabe como, se forjó la leyenda falsa del AntiCristo, errónea en el sentido de imaginar que una persona mitológica nacería en el mundo para destruirlo por medio de la perversión de los valores cristianos superiores, y que este ser encarnaría en un hombre para realizar su nefasta labor.

En parte, creemos que esta leyenda se originó por una deformación del término AnteCristo, con el cual se designaba en círculos herméticos a quien actuaría como el anunciador de Cristo, allanando y preparando su camino. Es así como el único AnteCristo que conocemos fue Juan el Bautista.

Hoy en día, no contamos por desgracia con el impulso espiritual de Cristo encarnado en un cuerpo humano. Cristo como fuerza divina omnipresente en los templos religiosos no pasa de ser una alegoría simbólica que invita a los creyentes a seguir un ejemplo reconfortante. No se conoce a quien posea una verdadera fuerza espiritual, a la cual pudiéramos llamar “crística”. Los sacerdotes de las diversas religiones se conforman sólo con tratar de imitar a Cristo, pero infortunadamente lo hacen con una espiritualidad externa y prefabricada, de acuerdo a los clisés establecidos por los patriarcas de la iglesia.

Sin embargo, el desconocimiento no significa necesariamente la inexistencia. Lo cierto es que la antorcha de la espiritualidad es llevada en el momento presente por unos pocos individuos, desconocidos en su mayoría. Llamémoslos “los brujos”, en un sentido dignificante de esta expresión que usualmente se emplea de modo tan vulgar, ya que nos referimos a los grandes iniciados, a los nuestros, a los superiores desconocidos o sabios ocultos de la humanidad.

Entonces, ¿por qué usar el apelativo de “brujos”? Por la simple razón de que siempre, la masa ignorante ha calificado así a los poseedores de cualidades extrañas o poderes desconocidos por el vulgo. Existió además una inquisición que tildó con este apelativo a los hombres sabios de avanzada, para desacreditarlos y anular sus ideas diferentes. Por este motivo, adoptamos con agrado este nombre, con la intención de lavar con el tiempo su estigma negativo y supersticioso. Pretendemos mostrar cómo la hechicería, la ignorancia y la superstición son exclusividad del sapiens, y no así de “los brujos”. Por desgracia, en el pasado, la mentalidad popular ha calificado de “brujos” a los simples hechiceros que viajan al “sabbat” empleando sortilegios de baja extracción para satisfacer tal vez sus bajas pasiones.

Ahora bien, ¿por qué designamos a Cristo como el símbolo de la espiritualidad? Lo hacemos porque Jesús fue el miembro más destacado de “la Cofradía de los Brujos”, preparado especialmente para su misión de hacer encarnar en sí mismo a Cristo. (Jesús y Cristo eran dos personas diferentes; una humana y otra divina.)

Cristo es un ser superior que está en un punto de la escala evolutiva donde un ser humano podría tal vez llegar en millones de años de evolución. Concibámoslo como una potencia espiritual extraterrestre, a la cual podríamos llamar un Arcángel. Este Arcángel, debido a su larguísima evolución, poseía una perfecta y poderosa espiritualidad, motivo por el cual Jesús fue largamente preparado para poder resistir en su cuerpo físico esta altísima vibración, la cual sólo podía manifestarse por breves momentos, ya que su intensidad podía destruir el sistema nervioso y celular del cuerpo de Jesús. Cristo era quien realizaba los milagros a través de Jesús, el cual proveía la materia para su manifestación.

La Cofradía de los Brujos permanece muy bien oculta, porque tiene derecho a su propia intimidad, pero algunos de sus miembros se han mezclado con la gente común, guiados por el anhelo cristiano de mostrar al Sapiens el camino hacia una vida superior. Saben, sin embargo, que el conocimiento del “Arte hermético”, que es el instrumento para llegar a la cumbre espiritual, es solamente para una “élite”, y no para ser divulgado. No obstante, la cofradía iniciática otorga la oportunidad para que cualquier persona que tenga el suficiente merecimiento pueda llegar, si es que la magnitud e inteligencia de su esfuerzo se lo permite, a integrar la élite hermética de “los brujos” u “hombres estelares.

La ciencia de “los brujos” se llama Arte hermético, en honor a Hermes Trismegisto, de quien afirma la tradición habría llegado a la tierra hace aproximadamente treinta mil años, procedente del espacio exterior, siendo ungido Supremo Gran Maestro de la Cofradía Iniciática.

Inspirado en sus luces, Egipto llegó a ser grande y sabio, denominándose “hermetismo” a la ciencia sagrada de los sacerdotes. Sólo a costa de grandes sacrificios y pruebas era posible en aquella época pertenecer a una escuela iniciática hermética, y la gran mayoría que lograba ingresar, fracasaba en el camino por no tener la entereza moral y espiritual para resistir los múltiples obstáculos, tentaciones y pruebas con que ISIS la señora de los misterios de la naturaleza aquilataba en su justa valía a quienes pretendían el conocimiento supremo de la verdad absoluta.

Fue en una de esas escuelas donde Jesús se realizó a sí mismo como hermetista, llegando a los más altos grados iniciáticos.

Debido a que ha llegado el momento de hacerlo, divulgaremos el misterio de Jesús, el Cristo y las causas de la miseria moral de la humanidad, siguiendo las enseñanzas de La Cofradía de los Brujos. Esta miseria moral proviene de la “adoración al becerro de oro”, es decir, del sometimiento del ser humano al Dios dinero, en aras del cual debe entregar o sacrificar sus posibilidades espirituales para poder subsistir. Los que poseen los adecuados medios de supervivencia pervierten, por lo general, sus valores espirituales en potencia en el necio juego de escalar posiciones sociales a costa del mercado de consumos.

Poco vale la espiritualidad o calidad moral de un individuo, ya que la necesidad de oro lo lleva a denigrarse y prostituirse por el vil metal, el que compra honra, respeto ajeno, amor, fama, y poder. El Dios dinero está sentado sobre el mundo, y quien quiere disfrutar sus dones, debe adorarlo. El verdadero poder del dinero no es únicamente material, sino que es principalmente una fuerza oculta, ya que la moneda no vale nada por sí misma, sino que solamente es un símbolo del esfuerzo o del trabajo humano. Por extraña paradoja aunque el trabajo es intrínsecamente noble, el dinero, producto del esfuerzo, está bajo el control o influencia de un poder satánico o diabólico.

Invitamos al lector a meditar en qué es lo que él haría si fuera Satanás para corromper al ser humano; de qué medios o herramientas se valdría para fomentar los crímenes, la codicia, la guerra, el fratricidio, y la descomposición de los valores morales. Resulta difícil imaginar para esto algo más adecuado que el oro, neutro en su propia condición, pero diabólico al manejarse torcidamente.

Pero, ¿es que existe Satanás verdaderamente, o es sólo el mito creado por el vulgo para explicar ciertas cosas? Si una persona cree en la existencia de Dios, tiene que creer necesariamente en la realidad del “Diablo”

o Satán, contraparte del supremo creador. Debemos recordar que en la vida no existe la unidad absoluta, y que la mera existencia de algo debe llevarnos a afirmar que lo contrario de esto también es real. No hay luz sin sombra, bien sin mal, ni verdad sin la mentira. La muerte sigue a la vida y la vida a la muerte.

Dios sería entonces la suprema inteligencia creadora, y el “diablo” la inteligencia destructiva. En la cábala antigua se ha simbolizado al “diablo” como la sombra de Dios. Así, tal como el Gran Creador tiene sus huestes angélicas, el demonio tiene también su legión infernal. A esta legión es a la que se refiere William Blatty en su obra “El Exorcista”, donde expone el fenómeno de la “posesión diabólica”. Después de esta explicación podemos continuar con nuestro relato.

La tradición transmitida por los grandes maestros herméticos afirma que en un momento crucial de la historia de la humanidad, un poderoso “Arcángel diabólico”, si es que se nos permite llamarlo así, logró penetrar las defensas ocultas e ingresar en la atmósfera del planeta tierra, provocando grandes perturbaciones. Para poder concebir a este ente, sugerimos la lectura del libro “El que acecha en el umbral”, de H. P. Lovecraft. El causante directo, aunque involuntario de esta catástrofe que nos aflige hasta el día de hoy, fue, según consta en los anales herméticos, Moisés.

Todos conocen la aparición de Moisés flotando en una cesta en el río, y su posterior adopción, circunstancia que indujo a engaño a los sacerdotes egipcios de aquella época, quienes tomándolo por egipcio llegaron a iniciarlo en los misterios de la magia ritual, que es un método para hacer vibrar notas claves de la naturaleza y producir así ciertos fenómenos que el operador desea lograr. El estudio de la física atómica nos muestra en teoría que es posible producir cambios o transmutaciones en la materia, por lo que no tiene nada de milagroso que estas mutaciones se lleven a cabo por procedimientos secretos.

A pesar de su identificación esotérica con la magia egipcia, Moisés siempre permaneció fiel a la sangre de sus ancestros, por lo cual su más fuerte deseo era el de constituirse en el líder que liberara a su pueblo de la esclavitud, conduciéndolo a la tierra prometida. Guiado por este deseo, Moisés, consciente de las poderosas fuerzas que había aprendido a manejar, concibió una audaz idea: realizar un pacto o alianza mágica con un ángel, criatura divina que se encargaría de darle el poder y la ayuda del cielo para salvar a sus hombres.

Después de una larga preparación llevó a cabo, en la mas profunda soledad, la ceremonia ritual con las palabras mágicas e invocaciones correspondientes. En medio de impresionantes fenómenos atmosféricos y telúricos hizo su aparición un ser de impresionante presencia, que hizo temblar de pánico a Moisés por la tremenda fuerza que proyectaba.

Jamás sabremos ni nos será posible imaginar las condiciones en las cuales se llevó a cabo el pacto entre el hombre y el cielo. El ángel accedió a todo lo que Moisés le solicitaba y prometió su ayuda, exigiendo en cambio una irrestricta obediencia. Le reveló su nombre que era Y. , y le pidió que en señal de unión todos sus seguidores debían experimentar una pequeña operación quirúrgica de tipo ritual, con leve derramamiento de sangre. Todo hombre que pasaba por esto llegaba a ser hijo de Y. La sangre que se derramaba sellaba este pacto.

A partir de este día, Moisés, revestido de un poder sobrehumano comienza a realizar toda clase de actos de magia, convirtiendo en el centro de su poder al “Arca de la Alianza”. Toda clase de plagas y calamidades fueron enviadas sobre Egipto e incrédulos y rebeldes eran fulminados por la ira de Y. De esta manera el pueblo de Moisés iniciaría el éxodo que habría de durar 40 años.

Posteriormente, Y., el poder oculto tras el líder, comenzó a cambiar súbitamente su manera de proceder, empezando a formular extrañas exigencias, cuyo común denominador era el derramamiento de sangre.

Moisés, sobrecogido, empezó a darse cuenta de la magnitud del error cometido, al comprender que el “ángel divino” era en verdad “ángel de las tinieblas”, polo opuesto al de la potencia luminosa que él había pretendido evocar.

Este “ángel infernal” era uno de los integrantes de las huestes de las sombras, vampiro que para mantener su poder y fortaleza necesitaba beber sangre humana, esencia cargada de la vitalidad que otorga la chispa divina. Es por eso que a lo largo del éxodo se producen tantos incidentes de sangre, provocados por el oculto dictador.

¿Quién era realmente Y.? Digamos que era un ser muy anciano por su evolución, la cual ignoramos dónde se originó. A través de larguísimos períodos de tiempo cósmico, este ente conservó su individualidad, pero evolucionó, por desgracia, hacia el lado conceptual negativo, negro, o destructivo, como un anciano que al pasar el tiempo se hubiera ido amargando más y más hasta llegar a una concepción totalmente destructiva y negativa de la vida.

Muchos seres similares a Y., existen en el Universo. Por fortuna, las defensas magnéticas del planeta tierra constituyen para estos entes una coraza impenetrable. Sin embargo, el ritual mágico de Moisés abrió una puerta y formó la vía a través de la cual pudo penetrar Y., a la tierra.

Detengámonos a pensar un momento y veremos que nos encontramos ante el acontecimiento más trascendental, pero infortunadamente perjudicial, en la historia oculta de la humanidad. Para justificar esta aserción debemos necesariamente hacer algunas disgresiones aclaratorias sobre lo que es verdaderamente el planeta tierra.

Podemos afirmar serenamente, sin temor a la burla sarcástica de los ignorantes o de los semisabios, que el planeta tierra es un ser humano. No algo equivalente a un ser humano, sino que un hombre en toda la extensión de la palabra.

La filosofía hermética sostiene la veracidad de la reencarnación, pero afirma que ésta se lleva a cabo solamente en algunas personas, las cuales poseen o han desarrollado íntimamente algunas cualidades o características capaces de resistir a la muerte, es decir, ajenas al cuerpo físico corruptible. Al decir personas nos referimos a seres humanos, aún cuando estos presentaren características físicas diferentes al hombre terrestre.

Prosiguiendo con la reencarnación, el hermetismo enseña que cuando un iniciado hermetista de alto grado alcanza el poder de reencarnar conscientemente, es decir, cambiar de cuerpo físico conservando su individualidad y cierto grado de memoria, el iniciado va, gradualmente, en el transcurso de sucesivas vidas, creciendo paulatinamente en su poder espiritual, o sea, teniendo una esencia o chispa divina cada vez más potente.

De este modo llega el momento en el cual el cuerpo del hombre, en la dimensión y forma que nosotros conocemos, no es capaz de “contener” o soportar una esencia tan vasta y poderosa, motivo por el cual ese espíritu o esencia superdesarrollada debe buscar un cuerpo físico adecuado a su tremenda fuerza energética. Es así como “reencarna” en el cuerpo de un planeta nuevo o joven, y continúa allí su desarrollo, en condiciones y medios que nos resulta difícil concebir. Así fue como un ser humano extraordinariamente evolucionado tomó el cuerpo del planeta tierra y lo hizo el suyo propio, bajo la forma más perfecta del Universo: la esfera.

Esta esfera está formada por los mismos materiales básicos del cuerpo humano, que son, en síntesis, los materiales del Universo. Esta esfera respira, se mueve, piensa, y siente. Tiene un sistema circulatorio, digestivo, procreador, y respiratorio. El petróleo es su sangre, se alimenta de la materia vegetal, animal, y mineral. Sexualmente es hermafrodita, con un hemisferio masculino y otro femenino. Respira a través de la vida vegetal, y su alimentación etérica o magnética la recibe por medio de la antena emisora y receptora que es el homo sapiens.

Una vez hecha esta aclaración, y para aquilatar la magnitud de la catástrofe provocada accidentalmente por Moisés con la llegada de Y., podemos revelar que este ente, anciano, vengativo, y malicioso, expulsó de la tierra a su joven espíritu, encarnando en su lugar. Con este hecho, se inició para la humanidad una era oscura y sangrienta. Para el pueblo judío comienza así una etapa de sufrimiento, martirio y dolor, al convertirse en inocentes víctimas de las fuerzas negativas de Y. Sólo así podemos explicarnos las grandes aflicciones que han debido soportar los judíos.

Imaginemos la desesperación de Moisés al darse cuenta de la calamidad que se había producido y de los padecimientos desatados sobre quienes quería ayudar. Con el transcurso de los días, Moisés comprendió que nada podría contra Y., ya que éste poseía una incalculable malignidad. Poseído de tal convencimiento reunió a los sabios de su pueblo y los instruyó en el gran misterio del Mesías, para que estos hombres, utilizando rituales mágicos, crearan un Dios, realizando así el misterio de la teurgia, a fin de que este Dios los liberara y salvara al mundo de la perniciosa influencia de Y.

Una vez transmitida esta instrucción Moisés subió al monte Nebo y jamás fue vuelto a ver con vida.

Los sabios que heredaron las instrucciones del patriarca siguieron fielmente sus instrucciones, ejecutando el ritual mesiánico según las reglas instituidas. Fue así como después de algunos cientos de años aparece Jesús, “el hijo del hombre” (reflexiónese en esta expresión) el Salvador esperado por los sabios iniciados por Moisés.

Es así como en las circunstancias conocidas por todos, nace Jesús. La enseñanza hermética sostiene que fue hijo de mujer judía y padre romano, siendo su progenitor un soldado romano, simple instrumento de fuerzas ocultas superiores.

¿Por qué se dice que María permaneció virgen? En realidad este misterio no se refiere a una virginidad fisiológica sino al hecho de que efectivamente no hubo contacto físico entre el verdadero padre de Jesús y María. En efecto, su padre espiritual fue un gran iniciado hermético que utilizó etéricamente el cuerpo físico del soldado romano para procrear un hijo. La simiente espiritual fue transmitida por el maestro oculto; el esperma físico por el romano. De esta manera, María concibió “sin perder su virginidad”.

Recordemos además que en aquella época la palabra virginidad no se empleaba para designar la doncellez, sino para distinguir a las mujeres iniciadas en el secreto de la “vírgula”, como lo fue María. (Recordemos que la vara mágica que usaba Moisés se designaba con el nombre de “vírgula”.)

Quienes tengan “ojos para ver y oídos para escuchar” comprenderán. En cuanto a los otros, se producirá un silencio sepulcral en su interior, y sólo quedará lugar al sarcasmo del ignorante, al vacío mental del que no quiere entender, o bien, a la ceguera inconsciente del que no le conviene ver.

Jesús, Dios creado por el hombre, encarnado en cuerpo de hombre, es consagrado un día por el AnteCristo, Juan el Bautista, gran iniciado cuyo bautismo impartido en el río fue el medio que permitió la primera manifestación de Cristo en Jesús, el Dios-hombre, cuya misión estaba delineada desde su nacimiento.

Desde los tiempos de Moisés, la Cofradía de los Brujos había observado atentamente, pero sin poderlos evitar, los acontecimientos ya relatados. Conocedores del misterio mesiánico y sabiendo que algunos sabios lo estaban realizando, decidieron apoyarlos para tratar de subsanar las graves anomalías suscitadas. Ellos estuvieron atentos al nacimiento de Jesús y fueron sus ocultos padrinos que lo protegieron y educaron para que cumpliera con su doble misión, la cual era la siguiente:

Primero: liberar al “pueblo elegido” de su oculto victimario.

Segundo: salvar al mundo en general del vampiro invisible que se hacía llamar Y., para así iniciar en la tierra una nueva era bajo el lema cristiano de “Amaos los unos a los otros” (lo opuesto de “ojo por ojo y diente por diente”).

Paralelamente a esta misión, Jesús fue un activo miembro de la Cofradía de los Brujos, recibiendo de ella todo su apoyo e inspiración, aún cuando los grandes maestros sostienen que fracasó en su misión, o mejor dicho, sólo tuvo un éxito parcial, ya que no logró su cometido. Debemos entender que nos referimos a Jesús, y de ninguna manera a Cristo.

A fin de comprender verdaderamente a Jesús, es preciso considerar su triple personalidad:

1) Jesús hombre.

2) Jesús Dios (Dios creado por el hombre).

3) Cristo (quien se manifestaba a través de Jesús).

Con respecto a Cristo, no es difícil darse cuenta que era un ángel, espíritu solar que “descendió del cielo” para manifestarse como el poder supremo del “Padre” en la tierra.

En Jesús y sus doce apóstoles podemos ver el símbolo de un misterio solar y cósmico, ya que la ciencia hermética dice que nuestro sistema solar está compuesto por doce planetas más el sol (los doce apóstoles y Cristo), y que los planetas no conocidos serán descubiertos con el tiempo.

No hablemos más sobre Jesús, temiendo haberlo hecho ya en demasía. Solamente diremos que la crucifixión era un drama esperado, en el cual debía derramarse la sangre de Jesús para que así Cristo pudiera a su vez “encarnar” en el planeta tierra y desplazar a Y., expulsándolo de nuestra atmósfera en forma definitiva. Sin embargo, como ya lo hemos dicho, esta misión sólo tuvo un éxito relativo. Cristo encarnó en la tierra, pero Y., no pudo ser expulsado, compartiendo ambos desde entonces, el gobierno del planeta.

Volviendo a Cristo, su fuerza actúa en el mundo a través de los representantes de la Cofradía de los Brujos, quienes dirigen escuelas herméticas en las cuales el estudiante desarrolla su fuerza espiritual hasta llegar a la desintegración de su alma animal, quedando así a salvo de la influencia de Y., quién sólo puede actuar valiéndose de los instintos animales y primitivos, como el odio, la envidia, la lujuria, la codicia, el orgullo, la vanidad, etcétera.

De esta manera, el Faro Espiritual se mantiene encendido para iluminar a los espíritus selectos que son potencialmente capaces de convertirse en seres humanos plenamente desarrollados, abandonando su condición de Sapiens.

Cada uno de los que llega a esto se convierte en un centro de irradiación crística, y por lo tanto, es una valla más para la influencia de Y. Los ingenuos dicen que Cristo volverá a la tierra. ¡Cristo está en la tierra! Solamente necesita que la misma humanidad lo descrucifique de la cruz en la cual ella lo ha clavado.

Mientras esto no se lleve a cabo seguirán produciéndose guerras, en las cuales muere gran cantidad de personas cuya vitalidad es absorbida por Y., el gran impulsor oculto de estos conflictos, los cuales no terminarán hasta que este ente sea sojuzgado.

El verdadero AntiCristo es Y., y él ha desdoblado su influencia negativa en sus servidores, las personas de instintos bestiales, las cuales a, su vez han incorporado esta vibración a la muchedumbre, entidad amorfa y ciega, receptora de cualquier fuerza de suficiente potencia. De este modo, los principios de Y., incorporados en el inconsciente colectivo de la humanidad motivan la filosofía de “ojo por ojo y diente por diente”.

Cogida por esta fuerza maléfica, la gente vive de manera demoníaca: odia, destruye, roba, asesina a sus hermanos, devuelve el mal con un mal mayor, comercia con la honra y el honor, esclaviza a los débiles, explota a los desvalidos, y denigra a los justos. Por fortuna hay muchos que hacen lo contrario de todo esto, ya que si no fuera así, la vida sería insoportable. Son los que de alguna manera han recibido una verdadera influencia cristiana (no necesariamente religiosa) y tienen valores más elevados que los comunes.

Las religiones tienen una influencia familiar y social positiva, pero infortunadamente en el terreno de lo netamente espiritual no tienen mucho que ofrecer, y por lo general procuran contrarrestar esta falencia con el uso indiscriminado del estandarte de Cristo.

La Cofradía de los Brujos no deriva su poder de Cristo ni habla en su nombre, solamente, exalta sus valores, y muestra o relata eventos que el mundo debe conocer, para que los “elegidos” (los verdaderamente humanos) reafirmen su convicción y lealtad para con una vida espiritual superior. El poder de los brujos deriva de su armonización y acatamiento de las leyes cósmicas, y de la profunda y serena condición espiritual a la cual han llegado, la cual los pone en mágica relación con Dios, el Gran Padre Universal, reconocido por los hermetistas como la causa primera de todo origen y la gran fuerza ordenadora y creadora.

Si hemos hablado de Cristo ha sido exclusivamente para explicar lo esotérico de la fenomenología psicosocial del mundo de hoy, ya que el sapiens en su ingenuidad, cree que todo en la vida es como se ve en apariencia y superficie, y que las cosas deben ser, con seguridad, como la gran mayoría dice que son.

Cuando llega a conocer lo esotérico de los acontecimientos o las causas ocultas de diversos fenómenos, se sonríe incrédulamente, argumentando con infantil lógica que: “si eso fuera verídico ya se sabría por la prensa, o lo habrían enseñado en el colegio o la Universidad, o bien, existirían bien documentados libros al respecto”. Ésa es la manera de pensar que anula el progreso, ya que si todos creyeran lo mismo, nadie se molestaría en estudiar o investigar fenómenos poco conocidos.

No obstante todo lo ya expresado, el sapiens en su manifestación individual (no como especie) puede presentar cualidades y características superiores en estado latente que lo lleven a comprender en parte las verdades herméticas, y así, motivado por este conocimiento, despertar a una realidad superior. El individuo sapiens puede salvarse del letárgico destino de la humanidad y llegar con el tiempo al mundo de los hermetistas, “brujos”, u “hombres despiertos”.

Moisés, hombre de fuerza y saber, fue arrastrado por sus ansias libertarias a la ejecución de un error de magnitud cósmica, que según afirman los grandes sabios hermetistas, estuvo a punto de destruir el sistema solar. Para justificar esta aseveración debemos comparar (según el aforismo hermético “como es arriba es abajo y como es abajo es arriba”) el sistema solar con la constitución de un átomo, y considerar la entronización de Y., como la sustitución de un electrón en forma arbitraria (cambio o transmutación del núcleo espiritual del planeta tierra).

Ésta es una de las tantas lecciones que obligan a la Cofradía de los Brujos a mantener estrictamente el secreto hermético, instruyendo en conocimientos superiores solamente a quienes han demostrado hasta la saciedad su fortaleza, pureza moral y espiritual, y rectitud de intenciones.

LBH 2/8 EL CAMINO DE LA INICIACIÓN

EL CAMINO DE LA INICIACIÓN

Como ya hemos dicho en páginas anteriores se denomina iniciado a aquél que estudia y llega a conocer las leyes ocultas de la vida. La forma en que actúan las fuerzas de la Naturaleza en el hombre.

En la antigüedad se otorgaba la iniciación en los templos de Egipto y Grecia bajo severísimas condiciones, ya que era preciso hacer una rigurosa selección a fin de que llegaran a la real y verdadera iniciación solamente aquéllos de sobresalientes cualidades morales y espirituales. Los templos eran verdaderas fortalezas donde el que llegaba a solicitar la iniciación salía vencedor o no salía jamás, ya que si fracasaba quedaba en calidad de sirviente o esclavo.

Fue en Egipto donde muchos superhombres de la espiritualidad recibieron directamente de los sacerdotes la ciencia que les permitió “volver a crearse a sí mismos” o regenerarse, y entre ellos el mismo Jesús.

El candidato a la iniciación llegaba totalmente desprovisto de conocimientos, llevaba solamente el intenso deseo de conocer la verdad, el conocimiento de los misterios o leyes de la naturaleza, simbolizados por Isis.

¿Qué era lo que se les enseñaba a estos hombres?

¿Qué era lo que permitía forjar en estos templos hombres de la talla de un Pitágoras, por ejemplo?

Se les confería en toda su pureza la ciencia de las ciencias que es el Ocultismo, conocimiento que había sido celosamente transmitido y guardado. Por medio de estos conocimientos se lograba transmutar la naturaleza inferior o pasional del estudiante hasta lograr su completa identificación con su propio espíritu.

Hasta que esto llegaba, el neófito debía vencer innumerables pruebas que se le ponían en el camino para que demostrara su verdadero temple espiritual. Muchos eran los que fracasaban en estas pruebas, y muy pocos los que triunfaban.

Los que triunfaban salían al mundo a cumplir con la labor que se habían propuesto en beneficio de la Humanidad, ya que el iniciado se compromete solemnemente a utilizar todos los conocimientos y fuerzas que ha recibido, en bien de la Humanidad.

Su labor oculta es llegar a la paz mundial y para esto trabaja en silencio sin esperar nunca la aprobación o el aplauso de la masa.

Los Grandes Iniciados han sido en todas las épocas los verdaderos guías o conductores de la Humanidad. Sin embargo la mayoría ha vivido en el secreto y nunca se sabrá qué es lo que han hecho. ¿Cuál es la razón del secreto y sigilo de los iniciados?

Saben ellos que toda acción trae su reacción, que la bestia ataca furiosamente a quien inicia abiertamente una obra de verdadera superación humana.

Recuerdan el martirio de Jesús, recuerdan el gran maestro Jacobo de Molay, quemado por el papa Clemente V y Felipe el Hermoso, recuerdan las torturas de la Inquisición, y saben que es necesario callar y obrar en el silencio.

La Naturaleza confiere sus bienes a todos los seres sin distinción alguna, y a causa de esto el conocimiento de sus arcanos se justifica solamente para emplearlos en beneficio común.

Es por esto que hoy día la puerta de la iniciación está abierta para todo el mundo, para todos los hombres sin distinción de casta o raza.

¿Pero, cuántos serán capaces de encontrar la verdadera puerta?

Miles de puertas se ofrecen insinuantes y cada una de ellas ostenta la leyenda: “Entrada al camino de la sabiduría y la verdad”.

Sin embargo, solamente una de ellas conduce a la real iniciación al verdadero conocimiento de los misterios de la Naturaleza.

El que merece pasar por este portal será guiado por su espíritu inmortal. El que no lo merece puede buscarlo eternamente que no lo encontrará. Jesús dijo: “muchos serán los llamados y pocos los elegidos”.

Actualmente el conocimiento iniciático se encuentra sepultado bajo una maraña de falsedades y mentiras, ya que se ha llegado a calificar el Ocultismo de Magia y Brujería. Se ha perdido totalmente su verdadero significado que es el de un conocimiento que permite transformar el animal humano en un verdadero representante de Dios en la tierra.

Existen innumerables escuelas en el mundo que enseñan o pretenden enseñar Ocultismo, pero estas escuelas son solamente grupos de estudio que no confieren al individuo una real iniciación, que es la única que puede despertar en él la llama espiritual. Quien no lleva prendida esta llama es solamente un aparato parlante que repite aquello que ha leído o que le han enseñado. Es menester buscar cuidadosamente, pedir a nuestro propio espíritu que nos lleve y guíe hasta la verdad. Antes de esto es necesario hacerse un profundo examen de conciencia para saber si efectivamente queremos conocer la verdad, ya que la verdad es solamente para los hombres fuertes y no para los niños. Debemos pensar si somos capaces de abandonar nuestra personalidad para sacrificarnos por el bien común. El mundo atraviesa por un período crucial en que necesita desesperadamente hombres justos, fuertes, enteros y derechos, imbuidos de ideales de paz, amor, abundancia y bien común para todo el mundo.

¿Dónde están esos hombres? ¿Dónde están ahora el Pitágoras, el Sócrates, el Platón que alumbren al mundo con su ejemplo? ¿Dónde el Leonado da Vinci, el Rafael o el Miguel Ángel que derramen su genio creador sobre todos?

Parece que la luz que alumbrara al mundo en otras épocas se hubiera apagado. No basta con los adelantos científicos, ya que el espíritu también necesita su alimento. Estamos pasando por un período en que la Bestia se pasea por el mundo impunemente, en que los valores morales y espirituales están caídos. Sin embargo, la luz iniciática brilla en estos momentos en varias partes del mundo, y es allí donde debemos buscar la superación, es ahí donde aprenderemos a vencer nuestras pasiones humanas y reemplazarlas por virtudes.

El amor debe llegar a reinar en la tierra, y para que esto suceda cada ser humano tiene el deber ineludible de superarse moral y espiritualmente, para contribuir así a la paz mundial.

En el alma del planeta Tierra nada se pierde. Una mala palabra, una maldición, un estado de odio o rabia son verdaderas cadenas que se van agregando a la humanidad doliente.

Tú que lees esto, ¿cuál camino quieres seguir? ¿El del egoísta que emplea el alma de la tierra como recipiente de escoria arrojando allí lo peor o el de aquél que saca de sí mismo lo mejor, su amor, su tolerancia, sus buenos deseos, su alegría de vivir?

Hay que ayudar efectivamente a cultivar el jardín invisible del planeta, o sea, aquel mundo donde van a dar todos nuestros desplazamientos energéticos, ya que como volvemos a repetir nada se pierde. El alma del planeta Tierra es similar a la tierra fértil que concibe todas las simientes que allí se arrojan; igualmente el alma del planeta concibe todos los estados de ánimo del ser humano, que posteriormente influyen poderosamente en el destino mundial. El que tenga anhelos de paz y amor mundial debe contribuir con su propio amor a la Humanidad.

Para quien desee llegar más allá de esto y penetrar por la puerta de la iniciación, haremos algunas consideraciones de orden general sobre esta senda.

En primer lugar es menester aclarar que existen muchos caminos para adquirir conocimientos y superarse en mayor o menor grado e igualmente, para cultivarse espiritualmente.

Sin embargo, para llegar a la verdadera iniciación o mejor dicho a prender la llama del espíritu existe un solo camino y éste es entrar en contacto con un auténtico Guía espiritual que será el que lleve al aspirante de la mano por esta ardua y empinada senda. Este Guía es el punto de apoyo del discípulo, y sin este punto de apoyo no podrá jamás sortear con éxito las pruebas que se pondrán en su camino, pruebas que le serán impuestas por su propia naturaleza inferior o bestia, que resiste desesperadamente todo intento de domarla y educarla para que llegue a obedecer a la conciencia.

Por otro lado, el discípulo encontrará la oposición decidida de todos aquéllos que en una forma u otra sirven a la bestia. Pueden ser amigos, familiares, esposos, hermanos o padres los que tratarán por todos los meDios posibles de disuadirle de su resolución.

Innumerables veces será probada su fe en su propio Yo, en su propio espíritu.

Recordemos lo que hemos dicho en páginas anteriores sobre la conciencia y sobre el hombre que está dormido, y nos daremos cuenta que es necesario que el estudiante vaya pasando por una serie de choques psicológicos que lo vayan gradualmente despertando de su estado de sueño. Estos choques obran como timbres de alarma y son cuidadosamente preparados y estudiados por el maestro guía. A causa de esto, el discípulo debe llegar a adquirir una confianza y una fe absoluta y completa en el maestro, sin dejarse arrastrar en ningún momento por las apariencias, ya que todo lo que se hace en un grupo iniciático va destinado al beneficio de todos los que a él pertenecen. Antes de ingresar a uno de estos grupos es imprescindible dejar fuera el orgullo, la vanidad, los prejuicios, el egoísmo y la personalidad o personalismo. Una conquista tan grande como es la de lograr ponerse en, contacto con su propio espíritu no es algo que se vaya a realizar fácilmente. El común error en que caen los estudiantes después de algún tiempo es el de olvidar que han llegado a este grupo a aprender, ya que empiezan a analizar todo desde su propio punto de vista hasta que llegan a la deformación de la verdad.

La disciplina que se sigue en estos grupos no es mística ni dogmática. El guía se limita a enseñar lo que él muy bien sabe, para que los discípulos vayan poniendo en práctica aquello que aprenden y por propia experiencia comprueban su efectividad.

Quiero dejar establecido que el camino iniciático es algo sumamente serio que no puede ser tomado a la ligera, ya que puede llegar a ser peligroso para el estudiante que no se atenga estrictamente a las indicaciones del maestro.

Para dar una idea de este peligro diré solamente esto: para ponerse en contacto con su propio espíritu se debe morir primero para luego volver a nacer. Esta muerte simbólica indica la destrucción del personalismo, o sea, todo lo artificial del individuo. Llamémoslos automatismos mentales. Estos automatismos son la muralla que existe entre el hombre y su espíritu. Esta parte artificial adquirida por influencias exteriores es la que hay que destruir para crear después de acuerdo con la esencia, o sea, el espíritu. Si inmediatamente después de destruidos sus automatismos mentales, un discípulo se retira del grupo por algún motivo, se encontrará vacío internamente, sin ningún punto de apoyo, sin nada de qué aferrarse, lo cual desde luego, puede derivar en muchas consecuencias negativas. Es a causa de esto que el Guía deja de ser responsable del Discípulo en el momento justo en que éste deja de obedecerle.

Ya que la primera labor es de destrucción de lo negativo, es necesario extirpar en forma completa todos los complejos y vicios de una u otra naturaleza que pueda tener el estudiante, hasta llegar a limpiar su alma totalmente. Nada debe quedar en su subconsciente, el maestro debe desempeñar el papel de un verdadero psiquiatra, pero de un psiquiatra que sabe exactamente cómo destruir la raíz de aquella maleza destructiva que se manifestó como un complejo. El discípulo debe confiar a él hasta lo más oculto de su alma y ser totalmente sincero en sus confidencias, no debe contar verdades a medias, ya que si engaña al Guía es él mismo quien se está engañando, puesto que la labor del maestro es conducir al discípulo a la realización de todo lo que éste anhela en lo más profundo de su alma. Si el discípulo, por orgullo, incredulidad o desconfianza se resiste a seguir los consejos del maestro se está anulando a sí mismo con su actitud, ya que está siguiendo los dictados de su animal interno.

Nunca debe olvidar el Discípulo que tiene dos inteligencias dentro de él que representan el bien y el mal, la luz y las tinieblas, evolución e involución. Estas dos inteligencias son: el maestro interno o fuerza divina y el animal o fuerza involutiva que tratará por todos los meDios posibles de cerrarle el camino a la evolución. Toda iniciación es un largo camino que conduce gradualmente al aspirante a la comunicación con su maestro interno. Mientras ese momento llega, él debe obedecer ciegamente al maestro físico que es la representación visible y tangible de su maestro interno.

Mientras se atenga estrictamente a cumplir lo que el maestro le vaya indicando el discípulo está a salvo del animal. El hombre no puede vencer solo a su animal, porque su animal es él mismo y por lo tanto debe entregar su voluntad al maestro para que éste lo venza. Toda la iniciación es una lucha entre el bien y el mal, entre la fuerza ciega, animal y destructiva del discípulo y la conciencia inteligente del Guía. Son dos caminos que se presentan ante él en forma simultánea: por un lado el maestro dice sí y por otro el animal dice no. Es por esto que debe obedecer la voluntad del maestro ya que es lo único que puede salvarlo de realizar los dictados del animal. Cuando se ha conseguido encadenar en forma completa al animal, puede entonces el discípulo recuperar su voluntad y el maestro se convierte entonces en su consejero e instructor. Ya no es aquél que lo obliga a realizar tal o cual cosa. Esta obediencia exigida por el maestro es la primera barrera con que topa el aspirante a la verdad, pues es terriblemente difícil renunciar a sí mismo, sacrificar la propia voluntad para obedecer una voluntad ajena. Contra esta barrera son muchos los que se estrellan y renuncian a seguir adelante. Si examinamos el asunto objetivamente veremos que en realidad el aspirante no sacrifica ni renuncia a su voluntad por la sencilla razón de que nunca la tuvo, según lo que dejamos establecido al comienzo de este libro al hablar sobre el hombre. Al ir obedeciendo al guía se va produciendo en el estudiante una sintonía mental con su propio maestro interno, ya que, como dijimos, el guía va repitiéndole al discípulo lo que su propio maestro interno desea de él.

A través de esta luz comprenderemos lo ilusoria que es la iniciación basada únicamente en saturar al estudiante de conocimientos teóricos o hacerlo pasar por ceremonias destinadas a exaltar su conciencia, ya que mientras no haya vencido a la bestia no puede haber para él evolución ni camino posible.

Aquello sí que es verdadera magia negra, es decir dar conocimientos para utilizar las fuerzas mentales a individuos que están bajo el dominio de la bestia, ya que estos conocimientos serán utilizados por ella para satisfacer sus propios instintos y arrastrar a otros al abismo.

A causa de esto un maestro se cuida muy bien de dar conocimientos que puedan ser peligrosos a aquéllos que no han logrado liberarse de su propia animalidad. Durante su trabajo con un discípulo el maestro lo somete a repetidas pruebas para comprobar su avance. Estas pruebas tienen la característica de que el discípulo no advierte que lo están sometiendo a prueba alguna, y es menester que así sea, ya que se trata de conseguir reacciones totalmente auténticas para ver si realmente el individuo ha alcanzado cierto grado de dominio sobre sí mismo.

Desde este punto de vista el maestro desempeña el doble papel de “ángel del bien” y “ángel tentador”, ya que por un lado ilumina a su discípulo con su sabiduría y lo apoya en todo momento, y por otro lado lo somete a duras pruebas y tentaciones para hacerlo más fuerte y poder calibrar su verdadero temple espiritual.

Al hombre podemos llamarlo un animal inteligente y su parte animal es de una inteligencia extraordinaria, inteligencia que aplica únicamente al logro de sus propios fines de involución o animalización de la parte divina

o conciencia; o sea, que como animal desea arrastrar al espíritu a su propio nivel hasta llegar a absorberlo completamente dentro de sí. Como conoce las debilidades del individuo lo ataca justamente en sus aspectos más frágiles para desviarlo de la iniciación. Le insinúa, por ejemplo, que él con su inteligencia y voluntad no debe entregarse a otro individuo, que es un hombre igual a él, porque eso sería esclavitud. Le sugiere la duda, el temor y la desconfianza hacia las enseñanzas del maestro. Le pone en su camino aquellos obstáculos que serán insalvables para todo aquél que no posea una determinación a toda prueba de llegar hasta el final cueste lo que cueste. Es a causa de esto que son tan pocos los capaces de llegar a conseguir algo concreto y tangible en su camino iniciático, ya que la bestia se niega tenazmente a ser dominada por la voluntad del discípulo. Cuando éste ha avanzado en tal forma que la bestia ve peligrar su dominio, le concede cosas materiales que él ha anhelado toda su vida.

¿Seguirá firme su determinación de desarrollo espiritual si se enamora, por ejemplo, de una mujer que le pone como condición de su amor el abandono de la senda oculta? ¿O si es favorecido por la fortuna y alcanza una gran situación económica?

En forma muy sutil se le van presentando obstáculos que insensiblemente lo van desviando de su camino y es allí donde se prueba la autenticidad de su determinación y deseo de evolución espiritual, ya que este deseo puede haber sido motivado por causas puramente materiales o afectivas. Un hombre puede querer renunciar a todo y seguir este camino porque siente que no puede esperar nada de la vida, porque ésta le ha negado los dones que le ha concedido a otros. Si emprende el camino iniciático y alcanza después aquellos dones de los cuales había sido privado, terminará bruscamente todo interés de superarse espiritualmente, anhelo que era solamente un pretexto para conseguir sus propios y personales deseos. Ya hemos dicho que la iniciación es un camino de renunciación y sacrificio, y que no se justifica alcanzar el poder que brinda el dominio de las fuerzas de la naturaleza a menos que este poder se utilice exclusivamente en beneficio de la Humanidad.

Otro de los errores que comete frecuentemente el estudiante es el de pretender juzgar los actos de su maestro a la luz de su propia mentalidad; algo verdaderamente imposible, ya que el maestro se encuentra en un nivel de conciencia muy por encima del discípulo y no podrá éste elevarse hasta llegar a ver aquello que aquél está observando.

Consecuentemente es un error también el analizar “razonablemente” los consejos que se reciben de éste para decidir posteriormente si se seguirán o no, ya que en esto no puede haber términos meDios: o se obedece completamente en todo o no se obedece en nada. Antes de llegar a este estado de obediencia, que es el único que capacita al aspirante para la verdadera y efectiva realización espiritual, existen otros grados de contacto con el guía, grados en que éste se limita a aconsejar pero a nada obliga. Estos grados son solamente preparatorios para la verdadera transmutación alquímica que realiza el maestro sobre el estudiante. El maestro es sumamente exigente con los aspirantes a discípulos ya que los somete por un largo tiempo a prueba antes de aceptarlos definitivamente como discípulos. Esta exigencia se comprenderá al saber que por el hecho de recibir el maestro a un nuevo discípulo carga automáticamente con todo el karma de éste y pasa a ser directamente responsable de sus acciones. Si posteriormente el discípulo falla y defrauda al guía, éste habrá cargado innecesariamente con gran cantidad de karma del cual tendrá que desprenderse paulatinamente por medio de la transmutación espiritual en sus vehículos internos.

Algunas personas emprenden el camino de la iniciación sencillamente porque desean satisfacer su curiosidad intelectual. Toman esto muy a la ligera pensando que se reduce a efectuar ciertos estuDios de las leyes naturales y no se dan cuenta de que han emprendido una lucha hacia la conciencia que seguramente traerá un cambio completo en sus vidas. Al ver las reacciones que se le van produciendo en su camino por querer ser consciente se asustan y se retiran a su anterior vida de inconsciente en la cual nada verán porque caminarán con la vista vendada.

El que desee llegar a la iniciación debe estar tan sediento de conocer la verdad como para convertir su camino espiritual en el objetivo número uno de su vida, lo más importante, lo esencial. Es perder el tiempo tomar esto como algo secundario, como un asunto al que basta con dedicarle un determinado número de horas a la semana y el resto del tiempo despreocuparse de él. La disciplina espiritual es algo de todos los momentos, porque es una transformación que se realiza en el alma del individuo y por lo tanto se convierte en algo inseparable de su carácter.

¿Habrá alguien que llegue a comprender el verdadero alcance de la iniciación?

Es el premio mayor que puede ganarse el hombre, ya que es la vuelta al paraíso donde no existen dolor ni fealdad alguna. Es el camino que conduce al cielo, una verdadera escala al lugar donde mora Dios, o sea, la parte espiritual superconsciente del principio mente.

¿Qué puede ser más deseable que la iniciación? ¿Honores, riquezas, amor?

Éstos son solamente estados ilusorios que se desvanecen al pasar el tiempo. Lo único realmente duradero e inmortal es aquello que se realiza dentro del alma. Lo demás no lo podemos llevar al plano de la energía cuando termina su existencia el cuerpo físico. Todo lo material es pasajero y mudable y por lo tanto ilusorio. Todo lo espiritual es eterno e inmortal.

Admiramos a los niños porque viven en un mundo completamente aparte al de los adultos, un mundo de inocencia, pureza y felicidad; parece que estuvieran constantemente en contacto con Dios. Pues bien, la iniciación es el retorno a la pureza original del hombre, es el retorno a la inocencia, la vuelta a la madre, pero esta vez es la vuelta a la madre naturaleza.

El verdadero iniciado es inocente y puro como un niño, pero al mismo tiempo astuto e inteligente para que no abusen de su inocencia. Debe ser cándido como una paloma y astuto como el zorro. Recordemos las palabras de Jesús: “dejad que los niños vengan hacia mí”. Lo que acabamos de exponer es lo que ocultaban sus palabras que deberíamos traducir o interpretar de esta manera: “dejad que los iniciados vengan hacia mí”. Él hablaba siempre en parábolas porque sabía que la verdad puede quemar y destruir a aquél que no está preparado para recibirla. Sabía también que decir la verdad es peligroso. Al mundo no le gusta la verdad, prefiere las mentiras agradables a la verdad desnuda. Todo aquél que haya sentido alguna vez que hay algo que no marcha en la vida, que hay algo siniestro y fatal en la vida del hombre, una impotencia absoluta por controlar el destino y por llevar la vida que él desea íntimamente, se dará cuenta de que el hombre no es un ser perfecto, que está sometido a ciertas influencias desconocidas desde que nace y hasta que muere. Es como si después de toda una vida de trabajo y sacrificio viniera una mano gigantesca y le arrebatara de golpe todo el fruto de su esfuerzo para dejarlo tan desnudo como llegó al mundo, listo para volver a empezar otra vida de sacrificios y nuevas experiencias.

La iniciación es la libertad, la libertad de esta influencia misteriosa que maneja al ser humano como a un pelele.

Sin embargo hay quienes piensan que la iniciación consiste en sentarse una hora al día a orar y meditar. Éste es el camino de los flojos, de los que tienen un pequeño deseo de superación pero son demasiado perezosos para hacer algo concreto por su propia elevación moral y espiritual.

Iniciación es actividad, mucha actividad, es lucha tenaz y sangrienta, es sacrificio y más sacrificio, ya que el conquistarse a sí mismo es algo que no se consigue en un año ni en dos. Es obligar al cuerpo a entregar hasta su última célula a la voluntad del espíritu para que éste lo emplee conscientemente. No se piense por esto que es menester debilitar y someter al cuerpo a terribles privaciones como lo hacen los hindúes. Todo lo contrario, es necesario tener un cuerpo físico lo más fuerte y sano posible y esto se realiza al obligarlo a la superactividad ya que se ponen en movimiento fuerzas que comúnmente no se usan porque sencillamente el cuerpo no las necesita, ya que está muy acostumbrado a dormir siete u ocho horas, a recibir alimento en gran cantidad y a hacer lo que se le da la gana.

Vuelvo a repetir que la transformación interna se realiza por y a través de acciones externas o físicas. Cada acción constructiva que se ejecuta físicamente provoca un cambio en la psiquis del individuo. Cada movimiento físico produce un movimiento de determinadas fuerzas en el plano de la energía o mundo invisible. Con esta clave levantamos una punta del velo de los misterios litúrgicos y del poder de los signos, símbolos y de la palabra humana.

Por lo tanto el que aspira a la iniciación debe aprender a trabajar con sus manos, a fin de darles conciencia e inteligencia, para transformarse a sí mismo por medio de sus obras.

Cada cosa que se aprenda a realizar conscientemente es un aporte de energía a la conciencia del individuo, que crece y se vitaliza a través de la actividad. En esta escala de la conciencia, cada uno asciende hasta el peldaño que es capaz de subir, de manera que el término conciencia, también es relativo, ya que el que está en el segundo peldaño no es consciente con respecto al que está en el tercero, pero sí es consciente con respecto al que está en el primer peldaño. Entre los iniciados podemos encontrar entonces diversos grados de desarrollo que están todos relacionados con la conquista de cualidades que el individuo se imagina tener pero que en realidad no las tiene, como por ejemplo voluntad y libre albedrío.

Iniciados hay muchos en el mundo pero Maestros hay muy pocos y Adeptos menos todavía. Se ha especulado mucho sobre los maestros a quienes se les ha dado un carácter sobrenatural y misterioso. Se imagina que viven en constante estado de “desdoblamiento” y que poseen mágicos poderes para dominar a la naturaleza y realizar lo que ellos quieren. Se cree que viven en retiros inaccesibles de la India o en las montañas del Tíbet. La realidad siempre es más simple y escueta que la fantasía. El hecho de que un hombre haya llegado a conquistar el grado de Maestro no significa que pueda eludir sus obligaciones como ciudadano

o como miembro de la sociedad. Todo lo contrario, si quieren cambiar al hombre para elevarlo al nivel de lo consciente, deben vivir estrechamente ligados con él para poder así ejercer su acción en forma oculta. La posición social o económica nada significa para ellos, ya que está condicionada a la labor que han de realizar. Un maestro puede vivir como un mendigo, como un médico o un acaudalado hombre de negocios. Su aspecto exterior nada importa. Puede ser de un físico hermoso o de gran fealdad, pero su irradiación interna es la misma en todos ellos porque es la irradiación del Cristo.

Estando en su presencia se siente el individuo extrañamente tranquilo y sereno, siente saciada su sed interna, experimenta el calor de su magnetismo irradiante de amor y vida y la iluminación que fluye de su aura. Se nota inmediatamente que no es un hombre más, que es alguien que sale completamente de lo común. Jamás se llena a advertir que este hombre vive en otro mundo porque su conciencia mora en el plano de la mente. Puede conversar con nosotros, vérselo serio o alegre, pero en todo momento vive en otro plano por lo cual se nos aparece un poco lejano e inaccesible.

Para poder instruir a sus discípulos se ve obligado a descender hasta el mismo plano de ellos, ya que ellos no pueden subir todavía a su nivel espiritual. Si los discípulos no avanzan en su camino el maestro se ve forzado a vivir constantemente en un plano inferior a aquél en el que mora su conciencia, lo cual puede llevarlo a perder parte de sus conquistas espirituales por pretender elevar a otros a su misma esfera. Por el contrario, si los discípulos triunfan en su empeño, el maestro puede usar plenamente de sus facultades que no se ven mermadas por su asociación con otras personas, de vibración inferior. A causa de esto es la ley ineludible que ningún discípulo tiene derecho a pedir conocimientos a los cuales no se haya hecho acreedor.

La mayoría de los discípulos llegan a vislumbrar sólo una pequeña parte de las enseñanzas del maestro, por muy cerca de él que estén, ya que no son capaces de “arrancarle” la ciencia de la cual es poseedor.

Dijimos anteriormente que la conquista de las fuerzas de la Naturaleza se justifica solamente cuando se ejecuta una obra de beneficio colectivo, y por lo tanto, todo maestro, está empeñado en realizar una obra de beneficio universal.

LBH 2/7 LA CONQUISTA DE LA FELICIDAD

LA CONQUISTA DE LA FELICIDAD
Nada que sea tan ansiado por el ser humano como la felicidad.

Y sin embargo, ¿cuántos se pueden considerar felices?

Seguramente una ínfima y selecta minoría de la raza humana llega a conquistar el preciado don de la felicidad.

Es una búsqueda constante y sin fin, en la que cada cual trata a su manera y por distintos caminos de ser feliz.

La gran masa humana ha identificado la felicidad con lo que brinda el dinero, luchando desesperadamente por conquistar riquezas a fin de ganarla. Cuando llegan a tener estas riquezas y las ventajas que ellas brindan, y se encuentran con que la felicidad no llega, empiezan a pensar que tal vez estaban equivocados, que la felicidad no estaba en esto. La experiencia les enseña que no hay que confundirla con el placer. La verdadera felicidad se oculta en el corazón del ser humano. Es como si allí anidara un pajarillo que cuando despierta y canta nos hace experimentar un goce inefable. Cuando no escuchamos sus trinos, seguramente le asusta el ruido de lo externo o añora nuestros cuidados y la felicidad se desvanece. No son los placeres materiales los que estimulan su canto sino lo que hay dentro del alma.

La felicidad es un estado puramente interno en el cual no interviene para nada lo que ocurre en el exterior. Ser feliz es haber encontrado la paz interna, haberse encontrado a sí mismo. La infelicidad proviene de la división del yo del individuo. Proviene de que él está cambiando constantemente porque no tiene un Yo único e indivisible. Cuando logra encontrar un momento de felicidad su Yo cambia y esta felicidad se esfuma.

No hay ser humano más desgraciado que el que es presa de encontrados sentimientos, que tiene su corazón abierto completamente a las vibraciones emocionales que nos circundan. Este pobre hombre se convierte en una veleta humana que gira hacía el lado que lo impelen las vibraciones emocionales que penetran dentro de él. Este individuo sufre lo indecible porque está constantemente oscilando entre la felicidad y la desgracia. Cuando cree estar pisando muy firme en el soñado terreno de la felicidad, el suelo se hunde súbitamente bajo sus pies y todo se esfuma. La desesperación ha llegado, y no volverá a la tranquilidad hasta que el péndulo de su oscilación anímica no vuelva a lo opuesto.

El único camino que conduce a la conquista de la felicidad es la educación del corazón para que éste sienta solamente lo que la razón le permita sentir. Por este medio se logra cerrar la entrada a vibraciones anímicas negativas.

La felicidad más grande reina cuando el corazón está en paz. No se trata de matar los sentimientos sino de educarlos para que adquieran conciencia y razón. Se trata de introducir en el corazón la capacidad razonadora, sin perder por ello la frescura y espontaneidad de los sentimientos.

El que educa su corazón en esta forma no se convierte en un insensible sino que por el contrario, siente mucho más profundamente que antes pero con plena conciencia y razón.

Existen dos grandes enemigos de la felicidad que son el orgullo y el egoísmo. El orgulloso no podrá llegar nunca a ser feliz a menos que pase por la ordalía de humillarse conscientemente hasta que esta humillación no le cause sufrimiento, momento en que puede dejar de hacerlo porque se venció a sí mismo.

Todo orgulloso padece de un complejo de inferioridad que lo lleva a tratar de afirmar su personalidad adoptando una actitud de superioridad. En casos extremos lo lleva a declarar la guerra al resto de la Humanidad. Podría llamársele “complejo de rey” o “complejo de reina”.

Este “rey” por propio decreto está constantemente tratando de demostrar a los demás que él es “algo especial”, que es distinto, original y superior. Desde pequeño se notó inferior a los demás, ya sea por motivos reales o imaginarios. Entre los motivos imaginarios puede crear este complejo la falta de amor de la familia, en especial de los padres. Como este niño no se conformó con ser inferior, se entregó a la imaginaria creación de sí mismo en la forma de un ser superior lleno de cualidades. Este ser vive en el subconsciente y lo podemos llamar la “imagen idealizada”. Como no llega jamás a ponerse a la altura de su “imagen idealizada,” reacciona con una personalidad orgullosa, dominante y profundamente hiriente. En lo más hondo de sí mismo desea humillar a los demás porque él mismo se siente humillado al ver que no lo reconocen, no lo tratan como el rey o Superhombre en que él se constituyó en su “imagen idealizada”. Será profundamente infeliz si no logra demostrar su superioridad, para lo cual puede reaccionar tratando de obtener un gran triunfo, ya sea éste comercial, artístico o de cualquier índole, que lo coloque en una situación privilegiada con respecto al resto del mundo. Como no lo reconocen a la altura de su imagen idealizada, sé venga por medio del orgullo, que utiliza como escudo y arma para hacer ver su “fuerte personalidad”.

Es por naturaleza profundamente desconfiado y cree que todos lo engañan. Este sentimiento se origina en que él mismo es un engaño por mostrar al mundo algo que no es real, una falsa personalidad. Igualmente es porfiado y tozudo porque considera que transigir o dar su brazo a torcer significa para él una humillación.

Si bien el psicoanálisis puede salvarlo, lo más efectivo es que se decida a pasar por la “terrible humillación” de ser una persona más, sin otros derechos o prerrogativas que el resto de la Humanidad.

Esta imagen idealizada que todos nos constituimos en cierto grado, puede llevarnos a perder de vista nuestra verdadera felicidad por perseguir objetivos que realmente no deseamos, nada más que para sentirnos superiores.

Debemos aprender a ser felices con lo que ya tenemos, y no estar siempre a la espera de algún acontecimiento especial que nos hará supuestamente felices. Quien no logra ser feliz con lo que ya tiene no alcanzará nunca la verdadera felicidad. Es necesario vivir en el presente, la única realidad cierta es ahora, pasado y futuro no son reales en ningún momento dado de la existencia. Con despertarse cada mañana en el propio lecho, poder respirar, ver lo que sucede a cada momento, sentir el canto de los pájaros, gozar de nuestro desayuno, disfrutar plenamente de cada pequeño instante.

Debemos vivir como si cada momento de nuestra vida fuera el último.

Qué distinta sería por ejemplo la vida si supiéramos que hemos de morir en un plazo de 24 horas. Viviríamos plenamente, nunca nos sería el aire tan precioso, la luz tan necesaria.

Hay dos palabras mágicas que son verdaderas llaves maestras para llegar a la felicidad y son: amar y dar.

Quien no ama no conoce la felicidad. Al decir amar me refiero al amor de que habló Jesús cuando dijo: Amaos los unos a los otros.

Si las madres comenzaran ahora mismo a inculcar amor y tolerancia a sus hijos llegaría el momento en que el mundo habría cambiado porque los hombres cambiarían internamente. ¿Qué es aquello que lleva al hombre a la mutua destrucción, a las guerras sangrientas, a la tiranía, a los asesinatos políticos y a todas las terribles enfermedades de la Humanidad si no es la falta de conciencia? ¿El predominio de su parte bestial sobre su inteligencia?

Junto con recibir un cuerpo perteneciente al reino animal recibe también el hombre la terrible herencia de la animalidad. El animal, que lucha únicamente por su propia supervivencia y no le importa destruir a su especie entera si él se salva. Ésta es la maldición de la Humanidad: su animalidad. Somos Dioses en cuerpos de bestias, y el mundo entero está en manos de la gran bestia, o sea, el hombre mismo. Quien le rinde pleitesía alcanza honores, triunfos y riquezas a cambio de la pérdida de su voluntad y de su conciencia.

Es por esta causa que la vida siempre ha sido dura y difícil para aquellos espíritus selectos en los cuales reina el amor y la conciencia.

Todos conocemos cuál fue la reacción de la Gran Bestia cuando el llamado Jesús el Cristo vino a predicar el amor y la fraternidad entre los hombres. Este Salvador fue crucificado por la Bestia que vio seriamente amenazado su reinado, pero Él nos legó su mensaje de amor y fraternidad. Es por esto que existe tanta mentira y engaño en el mundo. El que dice la verdad se expone a provocar la ira de la bestia y sufrir algo parecido a una crucifixión.

El único camino de evolución y salvación para el ser humano es el dominio de su animalidad por medio de su espíritu o parte divina. Ésta es la verdadera regeneración que se oculta en el simbólico I.N.R.I. que está escrito sobre la cabeza del Cristo.

Son innumerables los escollos en el camino del que quiere alcanzar la corona de la conciencia, ya que la bestia es muy experta en el arte del disfraz, pues si así no lo hiciera sería fácilmente reconocida. Generalmente adopta el disfraz del amor y del bien para ganar prosélitos y después utilizarlos como instrumentos.

¿Cuál es la razón por ejemplo de que se mantenga la imagen de JesuCristo clavado en la cruz como si fuera necesario celebrar, recordar y perpetuar este hecho?

La evolución humana ha seguido un curso totalmente unilateral, ya que por un lado se han hecho grandes conquistas científicas y por otro el hombre no se ha conquistado a sí mismo en lo más mínimo, y está en la misma situación de un grupo de niños de seis años que estuvieran jugando con cañones, bombas atómicas y proyectiles. ¿De qué sirve tanto progreso material si no estamos capacitados para el uso consciente de estas fuerzas? Ni siquiera somos capaces de usar nuestro cuerpo físico en forma consciente y ya queremos llegar a la luna y conquistar el Cosmos.

El Ocultismo, o sea el sabio empleo de las fuerzas naturales que influyen en la vida del hombre, es el único camino que nos puede llevar a lograr la transformación integral de la Raza Humana por medio del desarrollo de la conciencia. El ideal máximo de esta ciencia es lograr la Paz Mundial bajo un gobierno único, que suprima las fronteras entre los países a fin de que llegue a existir un solo pueblo: la Tierra.

Para que esto sea posible tendrá que venir el Cristo a la Tierra nuevamente, en la figura de un nuevo Mesías que luchará otra vez por encadenar a la bestia.

Si triunfa, un nuevo período de esplendor espiritual comenzará para la Humanidad entera hasta que llegue el día en que pueda reinar plenamente el Yo o Espíritu sobre la Bestia.

Quien desee cooperar a la Paz Mundial puede recitar diariamente la siguiente oración:

“En el nombre de mi espíritu inmortal pido que la paz sea sobre la tierra, que el amor y fraternidad reinen en el corazón de todos los hombres. Que Cristo tenga el poder y la fuerza para vencer el mal. Que lo LUZ del ESPÍRITU triunfe sobre las tinieblas de la ignorancia. Que ahora y siempre reinen la paz y el amor en la tierra.

Si un gran número de personas recitan diariamente esta oración en forma concentrada y con toda su fe puesta en la realización de ello impregnan el alma del planeta con vibraciones de paz y amor que influirán poderosamente en el mantenimiento de la paz mundial.

No olvidemos el principio básico de que todo es mente, el universo es mental.

Desde el momento en que sabemos que todo es mente y que felicidad y desgracia no son sino los dos polos opuestos de una misma cosa, podemos valernos de nuestra fuerza mental para transmutar un estado de desgracia en uno de felicidad. Mas, para que esta transmutación sea duradera es necesario que aprendamos a aislarnos de todas las vibraciones bajas y no deseables que circundan el alma del planeta, vibraciones que han nacido de los bajos instintos y pasiones humanas.

El que quiere conservarse puro y limpio de estas vibraciones inferiores está en la misma situación de un hombre vestido de blanco que tuviera que atravesar un pantano. Las malas vibraciones se transmiten tal como los microbios de la peste.

Una mujer que acaba de reñir con su marido y visita a una amiga en su casa es portadora de esta vibración de pelea, ira y enojo, vibración que deja en esta casa y en el doble etérico de su amiga, que tendrá que pasar más de alguna molestia a causa de esto.

La única manera de cerrarse a estas vibraciones negativas es alcanzando un completo dominio anímico para no dejarse coger por ellas.

El dominio anímico es fundamental para llegar a encontrar la felicidad ya que equivale el corazón a la perilla de sintonía de nuestro receptor interno. Si lo sintonizamos en una vibración baja, nos cargamos de todas las fuerzas que tienen su campo vibratorio a esta altura y nos será después muy difícil salir de este estado negativo.

Todo lo que hemos hablado hasta el momento se refiere a la felicidad del yo, que es la única verdadera, duradera y real. La felicidad del cuerpo se logra satisfaciendo las necesidades de la masa que son de orden puramente material, tales como comer, beber y procrear, tener ropa lujosa y un buen automóvil para hacer ver a los demás lo bien que uno se encuentra y el éxito que ha llegado a obtener. Es notable cómo se identifica el ser humano con las necesidades de su masa, hasta el extremo de no saber distinguir entre lo real y lo ilusorio.

La masa exige continuamente muchas cosas; alimento, placer, comodidades, etc., y especialmente la compañía de otras masas. Esto lo vemos en forma muy clara en el amor, ya que es posible para una persona que conozca estas leyes el distinguir inmediatamente si existe amor o solamente una atracción entre masas.

Una pareja puede jurarse amor en forma desesperada una y mil veces, sentir que se les desgarra el corazón cuando se separan, estar íntimamente convencidos de que aman en una forma tal como nunca habían amado y como nadie podría amar, y el verdadero amor puede estar completamente ausente de esta relación.

La masa de esta mujer necesita a la masa de este hombre porque al unirse duplican su energía-masa lo cual les trae por supuesto una profunda satisfacción física. Una de las características de este falso amor es que la mujer no se entregará al hombre de corazón si éste no se entrega antes a ella en forma total y completa.

Su masa de mujer quiere entonces poseer a la masa del hombre. De ahí que esta mujer pierde su femineidad al tomar la parte activa o masculina del hombre, es decir al tomar el papel de macho.

Éste es el más seguro signo para conocer el verdadero amor tanto en el hombre como en la mujer. La mujer que realmente ama se entrega por entero sin pedir nada, se brinda sin esperar nada a cambio, tal como la naturaleza brinda todos sus dones al hombre sin pedir nada. Esta mujer pensará en cómo hacer feliz a su compañero y no en cómo puede éste hacerla feliz a ella.

El hombre que realmente ama a una mujer permanecerá a su lado prestándole todo su apoyo, aunque ella busque solamente su propia comodidad e interés.

La felicidad en el amor es tal vez la más difícil de conseguir, ya que es imposible que nazca un verdadero amor y que este verdadero amor sea correspondido equivalentemente. Generalmente el verdadero amor es unilateral, ya que no es correspondido en igual medida.

Quienes desean encontrar la felicidad en el amor deben atenerse a los siguientes consejos para conseguir que sus naturalezas armonicen en forma completa: tanto el hombre como la mujer no son ciento por ciento de un solo sexo, pues llevan un porcentaje variable de energía del sexo opuesto.

Un hombre, por ejemplo, puede ser 80% hombre y 20% mujer.

Esta parte del sexo opuesto que lleva adentro es la que provoca todas las desarmonías en los matrimonios y que al producirse el afloramiento de esta parte sobreviene inmediatamente un choque de vibraciones que tienen la misma polaridad, y la repulsión es inevitable, ya que es sabido que polos iguales se repelen y contrarios se atraen.

La mujer debe analizarse fríamente para descubrir cuáles actitudes suyas son femeninas y cuáles son masculinas. Jamás debe tratar de dominar al hombre, de ser posesiva, ya que con esta actitud le cierra automáticamente las puertas del éxito. Debe cuidar su palabra para no herir la psiquis de su compañero con sugestiones negativas que destruyen. Es muy común oír a una mujer enojada decirle al marido: “eres un inútil, no sirves para nada”. Si supieran el enorme daño que le hacen al castigarlo con palabras duras, las evitarían cuidadosamente. Junto con crear en él en forma lenta pero segura aquello que afirman por la palabra van haciendo nacer un fuerte resentimiento en contra de ella al sentirse el hombre menoscabado en su dignidad y orgullo masculino y viril, por ser tratado como un colegial travieso.

Éste es el camino más seguro que tiene una mujer para perder al hombre. Nunca debe ella tratar de imponer su voluntad en forma dura e imperiosa. Si quiere conseguir algo, debe ser a través de la dulzura, el cariño, y sutiles insinuaciones, para hacerlo sentir que está concediendo y no que está siendo obligado. La mujer que sepa reinar en el corazón de un hombre lo conseguirá todo de él sin necesidad de pedírselo. El hombre necesita a su lado a una mujer que le dé alas a su virilidad y hombría, y no que se la anule. Feliz el que es amado, respetado y obedecido por su mujer.

¿Acaso no vale más para una mujer conseguir todo de su hombre respetándolo y obedeciéndolo que haciéndole la vida difícil a fin de que ceda para vivir en paz?

Aseguro a toda mujer dominante que su marido no la ama realmente; está con ella solamente por hábito y temor.

Una mujer dominante no podrá jamás retener a su compañero porque al ser ella de vibración positiva o masculina no logrará satisfacerlo sexualmente.

Cuando la mujer es profundamente femenina y se entrega de alma y espíritu a su hombre será siempre la única, y no habrá mujer en el mundo por bella que sea capaz de apartarlo de su lado.

Profundizaremos un poco la psicología de la mujer dominante por la importancia que este punto reviste, tanto para el hombre como para la mujer, ya que la mujer dominante o Diana sólo podrá ser feliz con un hombre que tenga el complejo de Edipo y que le agrade íntimamente tener una madre que lo domine y mande.

Contrariamente a lo que se supone, el complejo de Edipo y el complejo de Electra son mucho más comunes de lo que se cree. Pasan sí, inadvertidos, porque generalmente se originar a muy temprana edad, y se incrustan profundamente en el subconsciente provocando en el afectado ciertas reacciones que rara vez se atribuyen a este complejo.

La mujer que contrae el complejo de Electra no podrá normalizarse nunca sexual y efectivamente si no destierra esta obsesión de su mente. Siente un odio instintivo hacia los hombres por creerse engañada, despreciada y herida por su progenitor al no cumplirse su deseo de unirse a él.

Muchas veces se convierte en una “devoradora de hombres” que anhela destruirlos como medio de destruir la imagen odiada y querida al mismo tiempo de su padre, que tiene grabada en el subconsciente.

En cada hombre al cual se une, se manifiesta en ella esta terrible dualidad que puede llevarla fácilmente a la esquizofrenia. Por un lado lo ama, pero apenas aflora la imagen del padre odia al hombre al cual se ha unido porque lo identifica con su progenitor y se siente por lo tanto humillada y despreciada, tal como se sintió en su niñez engañada y depreciada por su padre al verlo unido a otra mujer.

Llega el momento en que esta mujer dice: “el amor no existe para mí” y positivamente no existirá, porque ella busca sin saberlo al padre en otros hombres y cuando lo encuentra vuelve a producirse en ella la terrible lucha entre amor y odio, atracción y repulsión.

Lo mejor que puede sucederle es que se enamore profundamente de un hombre de elevadas cualidades morales y espirituales y se entregue a él en forma total y completa. Si esto ocurre es muy posible que la imagen de este hombre destierre a la del padre y ella alcance la esperada felicidad.

Insensiblemente la mujer dominante conduce al hombre a lo que podemos llamar la simulación amorosa, o sea, que lo obliga a asumir una falsa personalidad enteramente de acuerdo a lo que ella desea, reprimiendo al mismo tiempo todas aquellas manifestaciones que a ella le desagradan. Todo esto lo hace a fin de darle gusto, de verla feliz y evitarle desagrados, ya que teme sus desbordes de mal humor.

Esto confirma su condición masculina, porque ha poseído al hombre al encuadrarlo dentro de su personalidad. ¿Se puede decir que ella lo ame? Desde luego que no, pues se ha limitado a fabricarse un muñeco que le da placer porque actúa exactamente como ella quiere. Esto es antinatural y artificial y no debemos olvidar que todo lo antinatural recibe su castigo por ir en contra de la Naturaleza. El castigo que recibirá el hombre que cae en esta comedia es la falta del poder dador de la Naturaleza. Luchará infructuosamente y no podrá surgir económicamente a menos que se una a otra mujer más femenina, ya que mientras más femenina es una mujer dispone de más poder dador porque encarna en ella todos los atributos de la madre naturaleza.

No quisiera que se interpretara todo esto en el sentido de que la mujer debe ser una esclava del hombre. Se trata solamente de que sepa en todo momento mantener su rol de mujer.

La mujer representa para el hombre la manifestación terrenal de la parte femenina de Dios. Simboliza para él la pureza, el amor, la dulzura y la inspiración. Como íntimamente representa un ideal, sufre un tremendo impacto psicológico cuando la ve adoptar actitudes vulgares o brutales más propias de un varón. Este impacto puede bastar para matar todo su amor.

La mujer debe ser siempre dulce, suave, delicada espiritualmente, cariñosa, atenta y comprensiva, darse por entero a su hombre sin reservas de ninguna clase, respetarlo y obedecerlo. Su amor hacia él debe ser el bálsamo que disipe las amarguras de la vida transformándolas en felicidad.

Es ella un hada con una varita mágica que tiene el poder de sumir al hombre en la desesperación o de darle la felicidad, una felicidad total y completa. Con su varita mágica apartará todo lo malo que venga, dejando pasar solamente lo bueno.

Para desgracia de la Humanidad hay algunas mujeres que no solamente no emplean este poder para proteger al hombre, sino para descargar todo lo malo sobre él y finalmente destruirlo.

El hombre por su parte tiene que fortalecer todas sus cualidades masculinas y viriles para poder llevar a su compañera firmemente del brazo por el camino de la vida.

Subconscientemente la mujer espera que su compañero la posea en todo el sentido de la palabra y que no se limite sólo a la posesión sexual. Debe poseer su personalidad, su alma, su corazón y su espíritu.

Por un lado debe ser todo amor para ella y, por otro, ser firme y severo para no despojarse de su condición masculina.

Su fuerza debe ser la que guíe a la belleza de ella.

Ella debe sentir plenamente su fuerza de hombre masculino y viril.

En el amor como en todo, se cumple inexorablemente la ley de acción y reacción, y se recibirá aquello mismo que se irradia sobre la pareja. Si una mujer por lo tanto está continuamente regañando y tratando a su compañero de mal modo, él será empujado por esta misma fuerza negativa a cometer algún acto que la hará sufrir.

Todas las mujeres que deseen retener a su compañero deben recordar que: las cadenas de flores son más fuertes que las de hierro.

El hombre por su lado debe recordar siempre que la mujer es por naturaleza mucho más sensible, delicada y anímica que el hombre, y que por lo tanto debe en todo momento tratarla con una firme dulzura y con una severa suavidad. En todo momento debe estar presto a brindarle su completo apoyo tanto en lo material como en lo espiritual. Si hay algo que desilusiona a una mujer es que su compañero pierda la delicadeza y el romanticismo en sus relaciones amorosas. Necesita que él le declare su amor a menudo y que no se limite a unirse sexualmente sólo para satisfacer sus instintos.

La ley de oro para que el hombre tenga siempre el cariño de su mujer es la siguiente: trata siempre a tu mujer como si fuera tu novia, como si recién la conocieras y le declararas tu amor. Mírala siempre como si fuera la primera vez, aquella vez en que te enamoraste de ella.

Quien sepa aplicar estos principios sabiamente, convertirá su vida matrimonial en una eterna luna de miel. Lo más triste en una pareja es cuando se habitúan el uno al otro, cuando están juntos por hábito solamente y no porque sientan amor.

En la generalidad de los matrimonios sucede algo muy curioso: el primer tiempo se aman desesperadamente y paulatinamente su amor va desapareciendo y apagándose, y cuando no terminan en separación caen en la vida-común-habitual.

El amor que debería hacerse más fuerte con los años termina por desaparecer.

Esto nos lleva a una triste e inevitable conclusión: el amor que va desapareciendo con el tiempo hasta degenerar en hábito no es tal amor. Esta unión fue producida únicamente por una pasión. Una vez satisfecha la pasión todo termina y queda el vacío. Ambos se recriminan mutuamente y no reparan en la realidad; no puede desaparecer un amor que nunca ha existido.

La unión pasional se caracteriza por repetidas uniones y desuniones a través de su vida común. Tras un período de amor viene una súbita riña y después una etapa de algo muy parecido al odio. Después vuelve nuevamente el amor y este ciclo se repite indefinidamente.

El verdadero amor se caracteriza en primer lugar porque aumenta con el tiempo en vez de disminuir. Si bien existen choques entre ambos no llegan en ningún momento a producir una separación psicológica, no llegan a crear una barrera, por el contrario, su unión aumenta.

Cada uno mira por la felicidad del otro antes que por la propia. Es increíble lo que influyen los pequeños detalles en la vida hogareña. La mujer, por ejemplo, no debe llegar jamás a perder su pudor ni a presentarse delante de su marido desgreñada y sin arreglo. El principio hermético como es arriba es abajo y como es abajo es arriba actúa con toda su fuerza en este caso. Si ambos se sientan a comer un día cualquiera y por el hecho de estar en casa están desarreglados y descuidados, el hombre sin afeitarse y ella sin sus adornos femeninos esto se reflejará también en su mutua relación, que será de una baja vibración espiritual.

Un matrimonio inmensamente feliz sería aquél en que cada uno de ellos viviera imaginando cómo hacerle la vida más grata al otro, cómo darle pequeñas sorpresas agradables y cómo hacerle pequeñas atenciones.

El marido, por ejemplo, debería ser algo romántico, traer flores a su mujer, preocuparse de sus pequeños problemas, y estar presto a demostrarle su amor. Debe asumir el papel de marido, amante, amigo, padre y hermano. Si falta en algunos de estos deberes no hará plenamente feliz a la mujer. Ella también debe hacerle pequeñas atenciones destinadas a hacerle la vida grata en el hogar. Con un poco de inteligencia femenina sabrá convertir el hogar en un verdadero paraíso.

Si ella logra convertir su hogar en un oasis de calma, tranquilidad y felicidad, él ansiará el momento de llegar al hogar y tener a su mujer al lado.

Debe ella asumir también el papel de esposa, amante, madre, amiga y hermana.

Es posible que para aquél que no está suficientemente maduro, para el pasional, el egoísta, el fanático y el obtuso, y para todo el que no ha llegado a percibir un destello de la verdad, todo lo que se dice en este libro no serán más que palabras y palabras. Pero el que sabe lo que es humanidad, el que sabe lo que es amor, el que ha percibido la existencia de un ser supremo, verá la luz. No todos son capaces de ver la luz. ¿Se puede explicar a un ciego de nacimiento lo que es la luz? ¿Al sordo, lo que es la música?

Ya que estamos hablando sobre felicidad y amor debemos tratar ligeramente la materialización de lo activo y pasivo, o sea los hijos.

Ninguna pareja tiene derecho a procrear un hijo si no tienen un mínimo de seguridad de traer al mundo un hijo sano, sin taras físicas ni psíquicas y con un destino que le permita alcanzar el éxito.

Para esto existen leyes inmutables que rigen la “calidad” del ser que se traerá a la vida. Estas leyes son las siguientes:

1.- En el momento de la concepción tiene que existir una completa armonía psíquica, amorosa e instintiva entre ambos cónyuges. Mientras más positivo y elevado sea su estado de ánimo en el momento anterior a la cópula, más elevada será la concepción y se formará un hijo superior.

2.- Una vez que la mujer ha quedado encinta, no debe ser tocada por, el hombre hasta después del alumbramiento. Toda relación sexual durante el embarazo provoca irreparables lesiones en el sistema nervioso del por nacer.

3.- Durante el período de embarazo se debe rodear en lo posible a la mujer de todo tipo de comodidades, evitarle todo mal rato. Circundarla de cosas bellas, que escuche buena música, que procure mantenerse tranquila y serena en todo momento a fin de transmitir todas estas vibraciones positivas al ser que lleva en sus entrañas.

Una vez que se produjo el alumbramiento se debe acostumbrar a la criatura desde pequeña a una vida sana, en contacto con los elementos. Desde chico debe darse cuenta que sus padres mandan, porque todo nene trata instintivamente de dominarlos, primero a través del llanto y después por medio de verdaderos ataques de nervios.

La severidad y el cariño deben estar perfectamente equilibrados, ya que cuando falta el uno o el otro se producen graves complejos. Es costumbre moderna proporcionar a los hijos todo lo que éstos piden, aun a costa de grandes sacrificios. Que tengan los mejores juguetes y las mejores ropas “para que no se sientan avergonzados ante sus compañeros”.

Las mutuas relaciones en el hogar deben estar perfectamente controladas y dirigidas. Es terrible para un niño ver una riña entre sus padres y esto siempre provoca deformaciones en su psiquis.

El niño tiende a actuar por imitación y, especialmente, a imitar a sus padres, que para él son verdaderos Dioses.

Antes de los siete años de edad es difícil lograr hacer entender a los niños con palabras amables y buenas razones, ya que todavía no se ha producido en ellos el primer destello de la conciencia, lo cual sucede aproximadamente a los ocho años.

Una actitud firme de los padres, aunque no exenta de cariño es recomendable, pudiendo en ciertos casos llegarse hasta el castigo corporal, pero solamente en forma inteligente y controlada.

Cuando la madre o el padre han llegado a un estado en que el niño o los niños los hacen perder la calma y alteran sus nervios es porque el niño los está dominando sutil pero seguramente. ¿Puede acaso un padre ayudar a un hijo al cual no domina? ¿Puede una madre ayudar a sus hijos si no sabe mantener el dominio de sus nervios?

En la niñez es justamente cuando comienza la segunda creación o el segundo nacimiento que es tan importante como el primero, y es allí cuando los padres deben esforzarse al máximo para transmitir lo mejor de ellos mismos a los hijos. Los niños son terriblemente observadores y jamás se borra de su mente aquello que les ha impresionado en uno u otro sentido. Un padre que por descuido se marcha un día sin besar a su hijita puede provocar en ella una sensación de abandono por haberse encontrado ese día en un estado psíquico de supersensibilidad.

Un niño que encuentre en su madre dureza, egoísmo y falta de sensibilidad crecerá con una inmensa sensación de soledad.

Recuerden los padres que los niños esperan siempre lo mejor de ellos, lo más elevado. No pequen por falta ni por exceso de sensibilidad.

Junto con la llegada de la pubertad hace su aparición el problema número uno que es el sexual. El error más grande que pueden cometer los padres es el de eludir la ilustración sexual de sus hijos, ya que con esta actitud los dejan librados a su propia iniciativa y a sus propios descubrimientos. La madre debe proceder a ilustrar a su hija en forma delicada pero natural, tal como si estuvieran conversando de la fecundación de las flores. El padre dará toda clase de información a sus hijos varones cuando considere llegado el momento de hacerlo.

No hay nada más hermoso que un padre llegue a convertirse en amigo de sus hijos, cuando éstos llegan a perderle el temor pero no el respeto. Es imposible para los padres llegar a comprender los problemas de sus niños si no pierden momentáneamente su calidad de padres para convertirse en amigos y situarse así en el mismo punto de vista de ellos.

Cuando un jefe de hogar sabe dirigir sabiamente a sus hijos y a su mujer, ese grupo familiar se convierte en una poderosa fuerza de vida, amor y protección para todos, donde seguramente va a reinar la felicidad.

Muchos lectores se harán tal vez reflexiones amargas con respecto a la felicidad.

¿Cómo voy a ser feliz si estoy enfermo?

¿Cómo voy a ser feliz si estoy hundido económicamente?

¿Cómo voy a ser feliz si tengo tanta “mala suerte”?

Y así una larga lista de “peros” se agregarán a éstos.

Para quienes piensen así, quiero volver a insistir en dos puntos: todo lo que encontramos en la vida, ya sea bueno o malo es producto de lo que nosotros mismos nos hemos creado con nuestras acciones; cosechamos, aquello que sembramos.

Todo es un estado vibratorio, bueno o malo.

Toda vibración puede transformarse en la contraria por el poder de la mente, ya que todo es mente y todo vibra en el Universo.

Amor puede transformarse en odio, fracaso en éxito, pobreza en abundancia, dolor en placer y sufrimiento en paz.

Toda transmutación necesita un tiempo prudencial para llevarse a cabo; paciencia, fe y espíritu de sacrificio deben ser los tres puntales del éxito.

Todo el que crea firmemente que puede cambiar algo negativo por positivo puede hacerlo con su mente y su voluntad.

Las energías ocultas del ser humano son poderosísimas. Hay momentos en que éstas afloran automáticamente y el hombre duplica su fuerza y su inteligencia, por ejemplo, cuando está en peligro de muerte. “Puede el que cree que puede” es un adagio de indudable poder ya que la fe es la hembra y el pensamiento es el macho, ambos necesarios para llevar a cabo una creación mental.

El que tiene “mala suerte” debe borrar ese término para siempre de su psiquis y empaparse de vibraciones de éxito.

Ver el éxito, sentir el éxito, oír el éxito, oler el éxito, respirar el éxito. Su único pensamiento debe ser éxito-éxito-éxito.

Si así procede alcanzará lo que se propone.

Transmutar es negar conscientemente lo no deseable y afirmar lo deseado.

Nada es imposible para quien emplea sabiamente este principio.

LBH 2/6 USO DE LOS PODERES DE LA MENTE

USO DE LOS PODERES DE LA MENTE
Todo es mente; el universo es mental, es la clave maestra que nos permitirá conocer todos los arcanos y penetrar hasta el corazón mismo del Gran Padre-Madre universal, o sea Dios. Consideremos la mente como la energía primordial o única de la cual todo nace y a la cual todo vuelve. De materia mental está formado el espíritu de un hombre, de mente están constituidos los minerales, los vegetales, planetas, galaxias y todo lo que existe en el Universo. Mente es la realidad inmortal que se oculta tras las apariencias. Es la esencia de todo lo que existe, sea esto animal, mineral u hombre. Como manifestación consciente produce la maravilla del pensamiento humano.

La mente es el instrumento más poderoso que posee el ser humano. La fuerza del pensamiento crea en el mundo mental o plano arquetípico una forma de pensamiento que si es mantenida por suficiente tiempo se materializará en forma concreta. El ocultista o mago mental es un hombre que aprendió a manejar la materia-mente por medio de su pensamiento. Así como en el plano físico podemos tocar y ver todos los objetos materiales, así en el plano de la mente es posible tocar y ver los pensamientos. En el plano mental un pensamiento es un objeto material tan sólido como puede serlo una roca en lo físico.

Cada persona tiene lo que podemos llamar su edificio mental que es el campo magnético de fuerza que se ha construido con la suma total de los pensamientos que ha tenido en su vida. Según la calidad de este edificio mental es la calidad de lo que este hombre encontrará en la vida.

Un pensamiento negativo, aunque dure solamente minutos, influye poderosamente en la vida de aquél que lo ha concebido.

Se comprenderá mejor esta afirmación al estudiar la naturaleza misma del pensamiento, que es similar a una onda de radio. Al pensar se emiten ondas de una vibración acorde a lo imaginado. Vivimos en un verdadero océano mental o mar de vibraciones de pensamientos de diversa índole, pensamientos que captamos apenas nos ponemos en su longitud de onda. Si en un momento dado tenemos un pensamiento de desaliento, estamos sintonizando nuestro receptor mental en la onda del desaliento, y captaremos todos los pensamientos depresivos que están vibrando en la atmósfera, y en vez de tener una carga negativa de diez unidades, por ejemplo, tendremos una mil veces mayor.

De ahí la importancia de tener solamente pensamientos positivos, de ser optimistas, para absorber elementos también positivos de fuerza y energía.

En este capítulo daremos las claves para actuar conscientemente en el plano de la mente, para emplear nuestra poderosa fuerza mental, pero estas claves las captará solamente el que sepa leer entre líneas, el que esté preparado para ver y conocer la verdad.

Si su aspiración hacia la verdad, el amor y el bien universal es suficientemente fuerte, se pondrá en contacto en los planos invisibles con el poder oculto que lo guiará y encauzará para que consiga lo que desea.

El que no está preparado para llegar a la verdad y penetrar en el santuario de Isis, encontrará solamente palabras, oscuridad y vacío.

El plano mental es igual a una matriz donde se forma, desarrolla y concibe la simiente que allí penetra. Una vez que se deposita una simiente en esta gigantesca matriz tendrá fatalmente que fructificar en un plazo acorde a su magnitud.

Nada más cierto que el aforismo popular que dice: “el que siembra vientos cosecha tempestades”.

Cuídate mucho de no sembrar malos pensamientos en la Gran Madre, ya que encontrarás dolor, desesperación y sufrimiento, porque ella todo lo concibe, tanto lo bueno como lo malo, y te entrega después el fruto de lo que en ella has depositado.

Emite solamente pensamientos de amor, éxito, bien, abundancia y prosperidad. Desea siempre lo mejor a tu prójimo.

Jamás lances maldiciones o malas palabras, ya que a su debido tiempo serán materializadas.

Existen sí, algunas condiciones especiales para que se lleve a cabo este acto de creación o connubio entre la mente del hombre y la materia mental, y una de ellas consiste en que sea fecunda la simiente que se deposite.

El cómo fecundizar esta semilla es algo que debe descubrir cada cual por medio de la meditación y practicando el amor y el servicio al prójimo.

Este poder mental es el que poseían Adán y Eva en el Paraíso, o sea, la capacidad de crear con su mente todo lo que ellos querían, poder que perdieron al comer el fruto prohibido.

El estudiante que quiere valerse de su poder mental debe tener en cuenta las siguientes leyes: todo lo que vemos en la tierra como fenómenos tangibles son manifestaciones de energía-mente en diferentes estados vibratorios. Todo vibra, todo es mente en vibración. Una piedra vibra, una manzana vibra, un sentimiento es una vibración, todo, absolutamente todo lo que existe en el Universo es una vibración. El arte de influir sobre los acontecimientos consiste en el adecuado manejo de las vibraciones.

La transmutación mental es el verdadero poder del iniciado, poder que le permite cambiar las vibraciones no deseables por aquellas deseadas.

El odio puede transmutarse en amor, la indiferencia en interés, la cobardía en valor, la escasez en abundancia, la desgracia en felicidad.

Todo es susceptible de ser transformado mediante el cambio de sus vibraciones básicas. De allí la tradición alquímica, de la transmutación del plomo en oro, símbolo que ocultaba la transformación de los elementos animales del hombre en oro espiritual

Cada persona tiene su vibración dominante que es cual dial selector que sintoniza al individuo con vibraciones similares. Quien vibra en dolor encuentra el dolor. Quien vibre en pobreza encuentra la pobreza. Quien vibra en enfermedad encuentra la enfermedad. Quien vibra en amor encuentra el amor. Quien vibra en odio recibe odio. Ama y serás amado. Odia y seréis odiado. Desprecia y serás despreciado.

Piensa constantemente en la sabiduría, el amor y la verdad y te harás acreedor a la verdadera sabiduría de los iniciados, sabiduría que está más allá del bien y del mal, más allá de la vida y de la muerte, más allá del placer y del dolor.

Solamente de ti depende lo que encuentres en tu camino, ya que según pienses así serás. Nadie tiene derecho a quejarse de su mala suerte ya que cada uno puede convertirse en el arquitecto de su propio destino.

Abstente de pensar en cosas tristes, deprimentes o desagradables; conserva fija tu mente en todo lo bello y hermoso, en el bien y en el amor. Nunca critiques a los demás, nunca veas los defectos del prójimo, trata siempre de encontrar sus cualidades y virtudes. Hasta en el hombre más perverso podemos encontrar algo de bondad. Recordemos cuando Jesús y sus discípulos pasaron junto al cadáver putrefacto de un perro, que hedía terriblemente. Todos se apartaron con repugnancia menos Jesús que dijo: “qué dientes más hermosos tiene este animal, brillan como perlas”.

Si tú aprendes a encontrar el oro hasta en la podredumbre te habrás convertido en un verdadero alquimista espiritual.

Critica a un hombre y lo estarás cargando de cadenas, alábalo y lo ayudarás a superarse.

Cuando necesites de la cooperación de alguien para llevar a cabo tus obras, ve a visitarlo con toda confianza, imagina que es tu hermano y emite hacia él vibraciones de amor y fraternidad y serás bien acogido.

Todo está a tu alcance si aprendes a utilizar tu mente, pero cuídate muy bien de abusar de este poder para emplearlo en perjudicar a otros o en obtener bienes materiales impulsado por la codicia y la ambición.

Nadie tiene derecho a tomar del todo mente más de lo que legítimamente le corresponde, y quien trate de hacerlo recibirá su justo castigo.

Antes de decidirte a poner en movimiento tus fuerzas mentales, debes meditar profundamente si aquello que quieres conseguir es justo y correcto y si realmente lo mereces.

Para plasmar tu idea con fuerza y poder a fin de que se materialice rápidamente tienes que ser un avaro de tus pensamientos, economizar tus fuerzas mentales manteniendo tu imaginación en blanco hasta que llegue el momento de la “proyección mental”.

Debes guardar el más profundo secreto sobre tu proyecto, ya que si hablas provocas inmediatamente una reacción en contra.

En ningún momento debes dudar del buen éxito de lo que te propones ya que la duda es negativa y destructiva.

Debes ser paciente y no pretender coger el fruto antes de que haya transcurrido el tiempo necesario para su formación, nacimiento y madurez.

Una vez que hayas obtenido lo que quieres, debes prepararte para afrontar la reacción que recibirás por la acción que has ejecutado.

El principio de causa y efecto rige en todo.

Toda acción provoca una reacción de igual magnitud pero en sentido contrario.

Esta reacción solamente puede ser evitada por medio de un poderoso autodominio. Recordemos siempre la ley de las vibraciones. Si tenemos algo y no queremos perderlo debemos polarizarnos fuertemente en esto que hemos obtenido para evitar que la reacción nos alcance y nos arrebate el fruto de nuestra creación mental.

Si la enfermedad te aqueja, recuerda que esta enfermedad es sólo un estado vibratorio no deseable, que puede ser transmutado en una vibración de salud.

Conjuntamente con el principio hermético de la vibración, se debe emplear el principio de correspondencia. Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba. Todo lo que existe fuera del hombre tiene su equivalente o lado análogo dentro de él y por lo tanto, todo lo que queremos realizar en la tierra debemos realizarlo primero dentro de nuestra alma.

Si se logró esta realización interna se logra también su materialización en el plano físico.

La clave mágica para obtener todo lo que se quiere reside en la sabia aplicación de este triángulo mágico:

Pensamiento

Para terminar debo advertir que toda acción mental debe estar basada en la armonía universal, el amor y el bien. Jamás se debe intentar alcanzar algo que no se merece porque esto es un robo de que se hace víctima al todo y como es un robo se tendrá que devolver a corto plazo y recibir la correspondiente sanción.

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