Irrascible

Un estudiante del Zen acudió a Bankéi y le planteó su problema: -Maestro, tengo una irascibilidad ingobernable. ¿Cómo puedo curármela?

            Tienes una cosa muy extraña -respondió Bankéi-. Quisiera verla.

            -Ahora mismo no puedo mostrársela- repuso el otro.

            -¿Y cuándo me la puedes mostrar? -preguntó Bankéi.

            -Me viene de improviso- explicó el estudiante.

            -Entonces -concluyó Bankéi- no ha de ser de tu propia y verdadera naturaleza. si lo fuera, podrías mostrármela en cualquier momento. Cuando naciste, no la tenías; y tus padres no te la dieron. Piénsalo bien.

Amor y miedo

“¿Que es el amor?”

            “La ausencia total de miedo”, dijo el maestro.

            “¿Y qué es a lo que tenemos miedo?”

            “Al amor”, respondió el maestro.

Pensamientos-299

Lo desconocido es el campo de todas las posibilidades, siempre
fresco, siempre nuevo,  siempre abierto a la creación de nuevas manifestaciones.

Sin la incertidumbre y sin lo desconocido, la vida es sólo una vil
repetición de recuerdos  gastados.

Nos convertimos en víctimas del pasado,
y nuestro torturador de hoy es el yo que ha quedado de ayer.

Renunciemos a nuestro apego a lo conocido y adentrémonos en lo desconocido, así entraremos en el campo de todas las posibilidades.

La sabiduría de la incertidumbre jugará un importante
papel en nuestro deseo de entrar en lo desconocido.

Esto significa que en cada momento de nuestra vida habrá emoción, aventura, misterio; que experimentaremos la alegría de vivir:
la magia, la celebración, el júbilo
y el regocijo de nuestro propio espíritu.

Pensamiento-298

“Quizás los dragones que amenazan nuestra vida no sean sino princesas anhelantes…

que solo aguardan un indicio de nuestra apostura y valentía.

Quizás en lo más hondo, lo que más terrible nos parece, sólo ansía nuestro amor”

Inbecilidad

Cuando se le preguntaba por su Iluminación, el Maestro siempre se mostraba reservado, aunque los discípulos intentaban por todos los medios hacerle hablar.
Todo lo que sabían al respecto era lo que en cierta ocasión dijo el Maestro a su hijo más joven, el cual quería saber cómo se había sentido su padre cuando obtuvo la Iluminación. La respuesta fue: “Como un imbécil”.
Cuando el muchacho quiso saber por qué, el Maestro le respondió: “Bueno, verás…, fue algo así como hacer grandes esfuerzos por penetrar en una casa escalando un muro y rompiendo una ventana… y darse cuenta después de que estaba abierta la puerta”.

las cuatro vasijas del buda

LAS CUATRO VASIJAS DEL BUDA

Nos aferramos a nuestro punto de vista del mundo. Nos aferramos al punto de vista de cómo vamos a ser felices. Tal vez nos aferramos a la opinión de quién creó este universo. Sea lo que sea a lo que nos aferremos, hasta cómo el gobierno debería manejar el país, todo eso hace extremadamente difícil ver las cosas como realmente son. Ser abiertos. Y es solamente una mente abierta la que puede tomar nuevas ideas y entendimiento.

El Buda comparó a los oyentes con cuatro clases diferentes de vasijas de barro. La primera vasija de barro es una que tiene hoyos en el fondo. Si tu viertes agua dentro de ella, se vacía de inmediato. En otras palabras, cualquier cosa que le enseñes a esa persona, es inútil. La segunda vasija de barro, él la comparó con una que tiene grietas en ella. Si tu viertes agua dentro de ella, el agua se filtra. Estas personas no pueden recordar. No pueden colocar dos más dos juntos. Grietas en el entendimiento. El tercer oyente, él lo comparó con una vasija que estaba completamente llena. No se puede verter agua en ella porque está llena hasta el tope. Una persona así, ¡está tan llena de opiniones que no puede aprender nada nuevo! Pero afortunadamente, nosotros somos la cuarta clase. Las vasijas vacías, sin ningún hoyo o grietas – completamente vacías.

Estar vacíos así, de puntos de vista y opiniones, significa una carencia de apegos. Aun la falta de adherencia a lo que creemos que es la realidad. Cualquier cosa que nosotros pensamos que es la realidad, ciertamente no lo es, porque si lo fuera, nosotros no estaríamos infelices ni por un sólo momento. Nunca sentiríamos una carencia de nada. Nunca sentiríamos una falta de compañía, de posesión. Nunca nos sentiríamos frustrados, aburridos. Si alguna vez lo hacemos, aquello que pensamos que es real, no lo es. Lo que es verdaderamente real es completamente satisfactorio. Si no estamos completamente satisfechos, no estamos viendo completamente la realidad.

(Fragmento de “Meditating on Non-Self”, de Ayya Khema-Buddhist Publication Society, P.O. Box 61, 54, Sangharaja Mawatha, Kandy Sri Lanka / Traductor: Rutty Bessoudo

Transitoriedad

El Maestro sentía alergia hacía aquellas personas que prolongaban excesivamente su estancia en el monasterio. Más tarde o más temprano, todos los discípulos oían de sus labios las temidas palabras: “Ha llegado el momento de que te vayas. Si no lo haces, el Espíritu no vendrá a ti”
Un discípulo reacio a marchar quiso saber qué era ese “Espíritu”.
Y el Maestro le dijo: “El agua solo se mantiene viva y libre si fluye. Tú sólo permanecerás vivo y libre si te marchas. Si no huyes de mi, te estancarás y morirás…. contaminado”.

1 26 27 28 29 30 33