en busca de un maestro

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 18/01/2005 7:15

Algunos discípulos pasan la vida preguntándome dónde está la verdad -dijo un maestro-. Así que un día decidí señalar en una dirección cualquiera, intentando demostrar que lo importante es recorrer un camino, y no quedarse pensando en él.

Pero en lugar de mirar en la dirección que le señalaba, el hombre que me había hecho la pregunta comenzó a examinarme el dedo, tratando de descubrir dónde estaba escondida la verdad.

Cuando la gente busca un maestro, debería estar buscando experiencias que puedan ayudarle a evitar ciertos obstáculos. Desgraciadamente, la realidad es otra: recurren a la ley del mínimo esfuerzo, intentando encontrar respuestas para todo. El que desea aprovecharse del esfuerzo del maestro para así no gastar sus energías nunca llegará a ninguna parte, y acabará por sentirse decepcionado.

Quien estudie un poco la historia de Buda, se dará cuenta de que, después de alcanzar la iluminación, se dedicó a hacer que sus discípulos desarrollasen las cualidades necesarias para llegar a la tan anhelada paz de espíritu.

Quien lea los evangelios, reparará en que casi todas las enseñanzas de Jesús tienen lugar en dos circunstancias: bien cuando viajaba, bien alrededor de una mesa.

Nada de templos. Nada de lugares escogidos. Nada de prácticas sofisticadas y difíciles: los apóstoles prestaban atención a lo que decía cuando andaba y cuando comía, cosas que hacemos todos los días de nuestras vidas. Precisamente porque las hacemos todos los días, no damos ningún valor a las enseñanzas que están escondidas en nuestros quehaceres diarios. Pensamos que las cosas sagradas son accesibles sólo para los gigantes de la fe y la voluntad, y pensamos que aquello que hacen las personas es demasiado pobre para ser aceptado con alegría por Dios.

En busca de nuestros sueños e ideales, muchas veces colocamos en lugares inaccesibles todo lo que está al alcance de la mano. Cuando descubrimos el error, en lugar de alegrarnos por haber comprendido nuestros fallos, nos dejamos llevar por la culpa de haber dado pasos errados, de haber malgastado nuestras fuerzas en una búsqueda inútil, de haber disgustado a quien deseaba nuestra felicidad. Y es entonces cuando corremos el peligro de acercarnos a los ‘maestros’ o ‘gurús’ que nos ayudarán a recuperar el tiempo perdido.

Pero no es así: aunque el tesoro esté enterrado en tu casa, sólo lo descubrirás cuando te hayas alejado.

Si Pedro no hubiese experimentado el dolor de la negación, no hubiera sido escogido jefe de la Iglesia.

Si el hijo pródigo no hubiese abandonado todo, jamás habría sido recibido con júbilo por su padre.

Si Buda no hubiese decidido vivir una vida de sacrificio durante muchos años, jamás hubiera entendido el placer de la alegría.

Algunas cosas en nuestras vidas tienen un sello que dice: «Sólo comprenderás mi valor cuando me pierdas y me recuperes». De nada sirve querer acortar este caminó.

Existe un viejo dictado mágico que dice: cuando el discípulo está listo, aparece el maestro.

Pensando en esto, muchas personas se pasan la vida entera preparándose para este encuentro. Cuando se cruzan con el maestro, se entregan por completo, días, meses o años. Pero terminan descubriendo que el maestro no es el ser perfecto que habían imaginado, sino una persona igual a las demás, cuya única función es compartir aquello que ha aprendido. Al verse frente a una persona normal, el discípulo se siente herido. Siente desesperación y el deseo de abandonar la búsqueda, cuando, en realidad, es así como debe ser, es esto lo que nos hace libres para labrarnos nuestro propio camino.

Paulo Cohelo

TRO 

Las otras formas de amor

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 18/01/2005 7:23

Las otras formas de amor: Eros, Philos y Ágape
    En 1986, en la ciudad de Logroño, nos encontrábamos celebrando una boda cuando mi guía, Petrus, empezó a hablar de las tres palabras que utilizan los griegos para referirse al amor: Eros, Philos y Ágape. Según él, esto ya lo dijo Martin Luther King, pero valía la pena recordar que el sentimiento más importante del ser humano se puede dividir. Empezó por explicar qué es Eros, la atracción sana y necesaria que un ser humano siente por otro. A continuación, señalando a una pareja de ancianos, dijo:
      -Mira a esos dos. No se dejarán contagiar por la hipocresía, como tantos otros. Por su aspecto, deben de ser una pareja de labradores. El hambre y la necesidad los han obligado a superar juntos muchas dificultades. Descubrieron la fuerza del amor a través del trabajo, que es donde Eros muestra su rostro más bello, también conocido como Philos.
    –¿Y qué es Philos?
    –Philos es el Amor en forma de amistad. Es aquello que yo siento por ti y por los demás. Cuando la llama de Eros no puede brillar más, es Philos quien mantiene juntas a las parejas.
    –¿Y Ágape?
    –Ágape es el amor total, el amor que devora a quien lo experimenta. Quien conoce y experimenta a Ágape, se da cuenta de que, en este mundo, nada sino amar tiene importancia. Este fue el amor que sintió Jesús por la humanidad, y fue tan grande que sacudió las estrellas y cambió el curso de la historia del hombre.
    “A lo largo de los milenios de la historia de la Civilización, muchas personas se han sentido invadidas por este Amor Que Devora. Tenían tanto que dar (y el mundo les exigía tan poco) que se vieron obligadas a buscar los desiertos y los lugares más apartados, porque el Amor era tan grande que las transfiguraba. Se convirtieron en los santos ermitaños que hoy conocemos.
    “Para mí y para ti, que experimentamos otra forma de Ágape, esta vida puede parecer dura, terrible. Sin embargo, el Amor que Devora hace que todo lo demás pierda importancia: estas personas sólo viven para ser consumidas por su Amor.”
    Hizo una pausa.
    –Ágape es el Amor que Devora –repitió una vez más, como si ésta fuese la frase que mejor definiese aquella extraña forma de amor-. Luther King dijo en una ocasión que, cuando Cristo hablaba de amar a los enemigos, se refería a Ágape. Porque, según él, era “imposible querer a nuestros enemigos, a aquellos que nos hacen mal, y que intentan hacer aún más miserable nuestro sufrido día a día.”
    “Pero Ágape es mucho más que querer. Es un sentimiento que invade todo, que se cuela por todas las rendijas, y que hace que todo intento de agresión se convierta en polvo.
    “Existen dos formas de Ágape. Una es el aislamiento, la vida dedicada sólo a la contemplación. La otra es exactamente lo contrario: el contacto con los seres humanos, y el entusiasmo, el sentido sagrado del trabajo. Entusiasmo significa trance, arrebato, vínculo con Dios. Entusiasmo es Ágape dirigido a alguna idea, a alguna cosa.
    “Cuando amamos y creemos en algo desde el fondo de nuestra alma, nos sentimos más fuertes que el mundo, y nos invade una serenidad que viene de la certeza de que nada podrá vencer a nuestra fe. Esta fuerza extraña hace que tomemos siempre las decisiones correctas, en el momento preciso, y nos sorprendamos de nuestra propia capacidad cuando alcanzamos nuestro objetivo.
    “El Entusiasmo se manifiesta normalmente con todo su poder en los primeros años de nuestra vida. Todavía tenemos un fuerte lazo con la divinidad, y nos lanzamos con tanto arrebato a nuestros juegos, que las muñecas cobran vida y los soldaditos de plomo se ponen a desfilar. Cuando Jesús dijo que de los niños era el Reino de los Cielos, se refería a Ágape en forma de Entusiasmo. Los niños llegaron a Él sin preocuparse por sus milagros, su sabiduría, los fariseos o los apóstoles. Fueron a Él alegres, movidos por el Entusiasmo.
    “Que en ningún momento, en lo que queda de este año, durante el resto de tu vida, pierdas el entusiasmo: es una fuerza mayor, dirigida hacia la victoria final. No podemos dejar que se nos escape sólo porque, mes tras mes, tengamos que hacer frente a pequeñas y necesarias derrotas”.

carta a bush

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 18/01/2005 7:34

Discurso de Paulo Coelho en el acto de su incorporación

a la Academia Brasileña de Letras

28 de octubre de 2002

Sic transit gloria mundi. De esta manera San Pablo define la condición humana en una de sus epístolas: la gloria del mundo es transitoria. Y, a pesar de saber esto, el hombre siempre parte en busca del reconocimiento  por su trabajo.

¿Por qué? Uno de los mayores poetas brasileños, Vinícius de Moraes, dice en una de sus  canciones:

“E no entanto é preciso cantar

mais que nunca é preciso cantar”

(Y, no obstante, es preciso cantar

más que nunca es preciso cantar)

Vinícius de Moraes está brillante en esas frases. Recordando a Gertrude Stein en su poema “Una rosa es una rosa, es una rosa”, se limita a decir que es preciso cantar. No da explicaciones, no justifica, no usa metáforas. Cuando presenté mi candidatura a este Sillón, al cumplir el ritual de entrar en contacto con los miembros de la casa de Machado de Assis, escuché del académico Josué Montello algo semejante. Me dijo: “Todo hombre tiene el deber de seguir el camino que pasa por su aldea”. ¿Por qué? ¿Qué es lo que hay en ese camino? ¿Qué fuerza es esa que nos empuja hacia delante, alejándonos del confortable ambiente que nos es familiar y nos lleva a enfrentar desafíos, aun sabiendo que la gloria del mundo es transitoria?

Creo que ese impulso se llama “la búsqueda del sentido de la vida”. Durante muchos años busqué en los libros, en el arte, en la ciencia, en los  caminos – peligrosos o cómodos – que recorrí, una respuesta definitiva para esa pregunta. Encontré muchas: algunas que me convencieron durante algunos años, otras que no resistieron un solo día de análisis. Sin embargo, ninguna de ellas fue lo suficientemente fuerte como para poder decir ahora: el sentido de la vida es éste. Hoy estoy convencido de que tal respuesta jamás nos será confiada en esta existencia aun cuando al final, en el momento en que volvamos a estar ante el Creador, comprenderemos cada oportunidad que nos fue ofrecida y entonces aceptada o rechazada.

En un sermón de 1890, el pastor Henry Drummond habla de ese encuentro, y de la pregunta que posiblemente nos será hecha. Dice él:

“En ese momento, la gran pregunta del ser humano no será “¿Cómo viví?”

Será, esto sí,  “¿Cómo amé?”

La prueba final de toda búsqueda es la dimensión de nuestro Amor. No será tomado en cuenta lo que hicimos, en qué creímos, o lo que conseguimos.

Nada de eso nos será reprochado,  pero sí nuestra manera de amar al prójimo. Los errores que cometimos ni siquiera serán recordados. No seremos juzgados por el mal que hicimos, sino por el bien que dejamos de hacer. Pues mantener el Amor encerrado dentro de sí es  ir en contra del espíritu de Dios, es prueba de que nunca lo  conocimos, de que Él nos amó en vano.”

Al leer la vida y la obra de aquellos que antes que yo ocuparon el Sillón nº 21, independientemente de que creyeran o no en aquel encuentro con el Creador, veo que éste, el amor, es el elemento más presente. Todos buscaron un sentido para sus vidas, pero mientras lo procuraban, supieron transformar sus pasos en manifestaciones de amor al prójimo. Y ahí el amor es entendido como algo más amplio que el simple acto de gustar.

Martin Luther King recordaba que los griegos poseen tres palabras para designar ese sentimiento: la primera es “Eros”, el amor saludable y necesario entre dos seres humanos, que se buscan, se encuentran o se desencuentran. La segunda palabra es “Philos”, la pasión que nos empuja al encuentro de la sabiduría, de los amigos, de la filosofía, de los legados que nos dejaron las generaciones anteriores. Finalmente existe la palabra “Ágape”, el amor mayor, aquel al que – como bien recuerda Martin Luther King –  Jesús se refería cuando dijo: “Amad a vuestros enemigos”. Un amor que está más allá del acto de gustar, porque no nos puede gustar quien nos agrede, nos ofende, es injusto en sus comentarios, liviano en sus acusaciones y prejuicioso en sus opiniones. No nos puede gustar pero podemos amarlo y, a través del amor, entender que  detrás de cada actitud mezquina y destructiva existe un inmenso deseo de ser comprendido, aceptado, apreciado.

Entonces, la esencia del “Ágape” está  no solamente en los que aquí me precedieron en este Sillón nº 21, sino en todos, en todos los sillones de esta Casa, de este auditorio, en todos los sillones del mundo. Basta apenas con reunir el valor suficiente para luchar por los propios sueños, y – nuevamente me apoyo en una expresión acuñada por el apóstol San Pablo –  “librar el buen combate, es mantener la fe”.

En 1986, cuando hacía el Camino de Santiago en busca de una espada, la misma espada que dentro de poco me será nuevamente entregada, simbólicamente, por el académico Josué Montello, comprendí por primera vez el sentido de esa expresión.

El Buen Combate es aquel trabado porque nuestro corazón lo pide. En las épocas heroicas, en el tiempo de los caballeros andantes, esto era fácil: había mucha tierra para conquistar y mucho por hacer. Hoy, sin embargo, el mundo ha cambiado y el Buen Combate se ha trasladado desde los campos de batalla hasta  nuestro propio interior.

El Buen Combate es aquel que se libra en nombre de nuestros sueños. Cuando éstos estallan dentro nuestro en todo su vigor – en la juventud –  tenemos mucho valor, pero aún no hemos aprendido a luchar. Después de mucho esfuerzo, terminamos aprendiendo, pero entonces ya no tenemos el mismo coraje. Por eso, nos volvemos contra nosotros mismos, y nos transformamos en nuestro peor enemigo. Decimos que nuestros sueños eran infantiles, difíciles de realizar, o fruto de nuestra ignorancia de las realidades de la vida. Matamos nuestros sueños porque tenemos miedo de  librar  el Buen Combate.

El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas más ocupadas que conocí en mi vida siempre tienen tiempo para todo y para todos. Las que no hacen nada están siempre cansadas, no terminan el poco trabajo que han de realizar y se quejan constantemente de que el día es demasiado corto. En realidad,  ellas tienen miedo de saber a dónde conduce el misterioso camino que pasa por su aldea.

El segundo síntoma de la muerte de nuestros sueños son nuestras certezas. Porque no queremos aceptar la vida como una gran aventura a ser vivida, pasamos a creernos sabios, justos y correctos. Miramos más allá de las murallas de nuestro mundo organizado, donde la ciencia y la filosofía ya tienen todas las respuestas, donde todas las dudas ya fueron resueltas por las ideologías, juicios y prejuicios. Miramos y vemos las grandes caídas y las miradas sedientas de conquista de los guerreros, oímos el ruido de las lanzas que se quiebran, sentimos el olor de sudor y pólvora. Entonces decimos, desde lo alto de nuestras torres de marfil: “Ellos no saben lo que yo sé”.

Con esa actitud arrogante jamás percibimos la alegría, la inmensa alegría  que existe en el corazón de quienes están luchando, porque para ellos no  importa ni la victoria ni la derrota, sino solamente mirar al mundo como si fuese una pregunta – no una respuesta – y a través de esa pregunta  intentan dignificar sus vidas.

KITAB AL-HIKAM El libro de la sabiduria

KITAB AL-HIKAM
(El Libro de la Sabiduría)
Ahmad Ibn Ata’Illah
Capítulo 1
1. Señal de que contamos con la acción
es que merme la esperanza cuando hay caída.
2. Desear la pobreza
cuando Allah te impone que uses las riquezas
es búsqueda de ti mismo, disfrazada.
Pero careces de altas ambiciones
si deseas usar las riquezas
cuando Allah te impone la pobreza.
3. La muralla de las decisiones divinas:
no la atraviesa ninguna fuerza síquica.
4. Tira el lastre de gobernarte a ti mismo:
lo que otro hace por ti no tienes que hacerlo tú.
5. Tus afanes por alcanzar lo que tienes garantizado
y tus descuidos al realizar lo que se pide de ti:
pruebas de que las tinieblas te velan el ojo del corazón.
6. Cuida de no desesperarte si,
pese a tus apremiantes súplicas,
tarda Allah en otorgarte Su favor.
Cierto es que te lo ha prometido, pero el que El elija para
ti
y no el que tu elijas para ti mismo.
Y en el tiempo que El prefiera, no en el que te hubiera
gustado a ti.
 De Su promesa no dudes si lo prometido no llega
ni aunque tuviera señalado plazo fijo:
dañarías al ojo de tu corazón y empañarías el brillo de tu
conciencia.
8. Si Allah te abre una senda al conocimiento
¿qué importa que tus obras sean mínimas?
La senda, sólo la ha abierto para darse a conocer por ti.
¿Acaso ignoras que el conocimiento es Su don
y las obras tu ofrenda?
¿Qué medida común puede existir entre lo que El te da
y las ofrendas que tú Le haces?
9. Muchas y diferentes son las obras,
como variado es en sus formas el advenimiento
de los estados de Unión.
10. Las obras son formas fijadas:
en ellas penetra la vida por el secreto de la intención
pura.
Capítulo 2
11. Envuélvete en una vida oscura: el grano que germina
antes de sembrarlo no llega a madurar.
12. Nada mejor para el corazón que una soledad que le dé
paso al reino de la meditación.
13.  ¿Cómo recibe iluminación el corazón
en cuyo espejo se refleja la imagen de las criaturas?
¿O cómo vuela hacia Allah encadenado a las pasiones?
¿Puede acaso querer entrar en presencia de Allah
quien primero no se ha purificado de sus vicios?
¿O anhelar la íntima comprensión de los misterios
quien no se ha arrepentido de sus menores caídas?
14. Tiniebla es el mundo entero, que sólo lo ilumina
la manifestación de Allah.
Quien, al contemplar el mundo, no vea a Allah en él
o cerca de él o antes o después de él, aún carece de luz.
Para él los astros del conocimiento están cubiertos
por las nubes de lo creado.
15. Esta es la prueba de Su omnipotencia: de ti se oculta
tras de lo que carece de ser junto a El.
¿Es, si no, concebible que una cosa pudiera velar
a Quien desvela todas las cosas
y Se desvela por todas las cosas y en todas las cosas?.
A quien Se desvela para todas las cosas
¿como podría velarle una cosa?
¿Y por qué crees que sería velado?
¡Si está más manifiesto que cualquier cosa!
El es el Unico y nada existe con El:
¿qué podría velarlo?
De ti está más cerca que cualquier cosa:
¿cual de ellas crees que Le podría velar?
¡Ninguna existe sin El!
¡O misterio de que el Ser aparezca en la nada
y lo temporal subsista con Aquél que tiene por atributo
la eternidad!
Capítulo 3
16. Agota toda ignorancia quien pretende que en el
instante actual suceda cosa distinta de la que Allah
manifiesta.
17. Aplazar tus obras para cuando seas libre es hacer
sacrificios a las inclinaciones del alma.
18. No pidas a Allah que te saque de un estado para
utilizarte en otro. Si quisiera te utilizaría sin cambiarte
de estado.
19. Jamás buscador alguno detuvo su ambición en lo que
ya le había sido revelado sin oír al momento las voces
de la verdad: ¡El que tú buscas está aún más allá! Y
aunque la apariencia de las criaturas te deslumbre con
la magia de sus lentejuelas, su realidad profunda te
grita al instante: “Somos una tentación, no seas
perjuro” (Qur’an, 2, 102).
20. Pedirle algo es pensar mal de El. Buscarle es estar en
Su ausencia. Buscar a otro es carecer de pudor para
con El. Y pedir a otro ¡ya es estar muy lejos de El!
21. No exhalas un soplo sin que en ti se cumpla uno de Sus
decretos.
 No estés esperando a que cesen (en ti) las alteraciones,
pues entonces, en el estado en que El te pone, no
estarías atento a El sólo.
23. ¡Nada de lo que pretendes obtener por tu Señor es
imposible! ¡Nada de lo que quieres obtener por ti
mismo es fácil!
24. Mientras permanezcas en este bajo mundo, que no te
extrañen las tribulaciones: sencillamente revelan qué
atributos se merece y cómo se le debe calificar.
25. Este es signo del éxito final: regresar al Allah en los
principios. Aquél cuyos principios sean iluminados,
iluminado también será su final.
26 Lo que ha sido depositado invisible en las conciencias,
se transparenta en el testimonio de las apariencias.
Capítulo 4
27. ¡Qué distancia entre el que prueba por El
y el que pretende probarle!
El primero reconoce la verdad donde la ve
y lo afirma todo
por la existencia de su principio.
El segundo, al dar pruebas de Allah,
demuestra cuan lejos se halla de El.
Si no, ¿desde cuando está El ausente
para que haya que probarle?
¿O desde cuando está lejos
para las criaturas que vienen a El? .
28. “Que el que viva en la abundancia,
gaste según su abundancia” (Qur’an, 65, 7):
éstos son los que han llegado a El;
“y el que haya recibido con medida” (Ibíd.)
son los que todavía caminan hacia El.
A éstos últimos les guían
las luces de la orientación,
mientras que los primeros poseen
las luces del cara a cara.
Aquéllos van por las luces.
A éstos las luces les vienen,
pues pertenecen a Allah y nada más:
“Di: Allah, y deja que se entretengan
con sus discusiones” (Qur’an, 6, 91)
Capítulo 5
29. Más te vale buscarte defectos escondidos
que intentar descubrir
las cosas invisibles que te están veladas.
30. Allah no está velado:
en tus ojos está el velo,
pues para velar a Allah habría que cubrirle
y cubrirle es contenerle y abarcarle:
“Pero Allah domina
por encima de Sus servidores” (Qur’an, 6, 18).
31. Para mantenerte siempre atento
a la llamada de Allah
y cerca de Su presencia,
suprime de tu humanidad todo atributo
contrario a tu condición de servidor.
32. Estar satisfecho de sí mismo:
tal es la raíz de toda desobediencia,
de todo descuido y de toda pasión.
Pero no estar nunca contento de ti
es la fuente de toda obediencia,
de toda vigilancia y de toda pureza.
Toma por compañero a un ignorante,
descontento de sí:
¡verás cómo para ti vale más
que un sabio satisfecho de sí!
Además, ¿de qué vale la ciencia
de un sabio contento de sí?
Y ¿sigue siendo ignorante
el que no está satisfecho de sí mismo?
33. El rayo de tu mirada interior
te permite ver Su cercanía;
la realidad de tu mirada interior
te hace ver que no eres nada ante Su ser;
la verdad de tu mirada interior
te permite ver Su ser
sin tu nada y sin tu ser.
34. Allah era, y nada era con El:
¡Y ahora es como era entonces!
Capítulo 6
35. Que tu ambición no elija por blanco
a otro que no sea El:
¡nunca el Generoso se ha quedado más corto
que las esperanzas!
36. No expongas a ningún otro
necesidades impuestas por El:
¿Quien podría levantar
lo que El mismo ha puesto?
En verdad, quien no es capaz
de socorrerse a sí mismo
¿cómo podría socorrer a los demás?
37. Si a causa de Sus atributos no logras
hacerte de un juicio favorable,
háztelo a causa de la forma en que te trata:
¿a qué te ha acostumbrado sino a Su bondad
y de qué te ha nutrido sino de Sus favores?
38. Lo verdaderamente asombroso es querer huir
de lo que nadie escapa nunca
y aferrarse a lo que necesariamente se irá:
“No son los ojos los que se ciegan,
sino los corazones del pecho
los que se ciegan” (Qur’an, 22, 46).
39. Como el asno que da vueltas a la muela,
que su punto de llegada
siempre es el de partida:
lo mismo serás tú si vas
de una criatura a otra.
Mejor es que vayas de las criaturas
a su Creador,
pues “todo al fin vuelve a tu Señor”
(Qur’an, 53, 42).
Y considera el dicho del Profeta:
“el que emigra hacia Allah y Su Profeta,
ciertamente hacia ellos emigra;
mas el que emigra
en pos de una cosa de este mundo
o de una mujer para casarse,
sólo emigra para eso.”
Comprende la frase: “sólo emigra para eso.”
Y medítala, si estás dotado de inteligencia
Capítulo 7
40. Aquél cuyo ejemplo no te induzca al bien
y cuyas palabras no te orienten hacia Allah:
¡no vayas con él!
41. Si vas con uno peor que tú, corres el peligro
de creerte mejor de lo que eres.
42. No hay obra mínima
si proviene de un corazón desapegado
ni obra importante
si proviene de un corazón lleno de deseos.
43. Las buenas obras son consecuencia
de buenos estados
y éstos son frutos de haber echado raíces
en las moradas donde se permanece.
44. No abandones el Recuerdo
porque en él no te halles
en presencia de Allah.
Pues es peor descuidar el Recuerdo
que tener un descuido en el Recuerdo.
Puede que Allah te eleve
de un Recuerdo hecho con descuido
a otro efectuado atentamente,
y de éste
a un Recuerdo en que llegues
a estar presente ante El,
y aun de éste
a otro en que llegues a estar ausente
a todo lo que no sea el objeto del Recuerdo:
“Y esto para Allah no es nada difícil”
(Qur’an, 14, 20).
45. Por muy grande que sea tu pecado,
mantén un prejuicio favorable a Allah.
El que conoce a su Señor sabe
que nada es su pecado ante Su generosidad.
 Signo de muerte del corazón:
no entristecerte por los actos de obediencia
que has dejado de cumplir
y no lamentar las faltas
que has cometido realmente.
47. Ninguna falta es mínima
si El te opone Su justicia. Ninguno es grande
si El te acoge en Su misericordia.
48. La obra más provechosa para el corazón
es aquélla en la que ni te fijas,
que incluso la juzgas indigna de existir.
49.
50.
51.
52.
53.
Si te envía un soplo divino
es para que por él llegues a El.
Te lo envía para sustraerte
de las manos de los otros
y liberarte
de la esclavitud de las criaturas,
para arrancarte de la cárcel de tu ser
y arrojarte
al aire libre de la contemplación.
Las luces son corceles
para corazones y conciencias.
La luz es el ejército del corazón,
así como la tiniebla es el del alma:
cuando Allah asume la defensa de Su servidor,
le asiste con el ejército de luces
y aleja de él las fuerzas tenebrosas
de todo lo que no es El.
Corresponde a la luz levantar el velo
ante el ojo interior, juzgar,
y al corazón
dar un paso al frente o retroceder.
Que tu observancia no te complazca
por venir de ti
sino por venir de Allah
a través de ti.
“Di: por la gracia de Allah
y por Su misericordia,
que de todo ello se complazcan, pues mejor es
que lo que atesoran” (Qur’an, 10, 58).
54. A los que caminan hacia El
y a los que han llegado
Allah no les deja ver sus propios actos
ni contemplar sus propios estados de Unión:
a los primeros
porque en tales actos y estados
aún no han realizado
la sinceridad con El,
a los segundos
porque al contemplarle a El
han perdido todo interés
en sus estados y sus actos
Capítulo 8
55. La bajeza de alma siempre sale
de la semilla de la avidez.
56. ¡Lo que más te conduce
es la ilusión!
57. Eres libre de una cosa
cuando renuncias a ella,
esclavo
cuando la codicias.
58. Quien no vaya a Allah
por las caricias de Sus favores,
ante El será llevado
por las cadenas de la prueba.
59. El que no acoge los favores divinos
con acciones de gracias
corre peligro de perderlos,
el que muestra su reconocimiento
los retiene encadenados.
60. Ten cuidado: si te envía Sus favores
aunque te sigas comportando mal
te está llevando insensiblemente
a tu perdición:
“Les llevaremos paso a paso a la perdición
por donde no se imaginan” (Qur’an, 7, 182).
 Si tarda en llegarle el castigo
pese a comportarse mal con Allah,
el principiante se dice en su ignorancia:
si mi comportamiento fuera represensible
Allah me habría dejado de socorrer,
apartándome de Su lado.
En verdad que ya no te socorre
y tú lo ignoras,
aunque sólo sea privándote
de más aumentos de Sus gracias.
Y ya te ha arrojado de Su lado
sin que te apercibas,
aunque sólo sea abandonándote
a tus caprichos.
62. Si ves a un creyente al que Allah obliga
a practicar devociones externas
y le mantiene durante largo tiempo
en este menester,
aún después de haberle favorecido
muchas veces con Sus gracias,
no desprecies lo que su Señor le otorga
porque no veas en él
ni la marca de los sabios
ni el gozo de los amantes:
no existirían prácticas externas
si tampoco hubiera estados de Unidad.
63. A algunos Allah les reserva para Su servicio,
a otros les honra con Su amor:
“A unos y a otros,
a todos les concederemos en abundancia
de los dones de tu Señor.
Los dones de tu Señor no se niegan a nadie.
Capítulo 9
64. Es raro que las visitas divinas
no sean súbitas.
Así nadie presume
de haberlas merecido.
65. Si ves a uno que contesta todas las preguntas
y exterioriza cuanto contempla
y da noticia de todo cuanto aprende,
sabe que es un ignorante
66. En el otro mundo El ha situado
el lugar donde recompensa
a Sus servidores creyentes
porque el mundo de aquí no puede contener
lo que El les quiere dar.
Además, le aprecia demasiado
para recompensarlos en un mundo pasajero.
67. Encontrar en este mundo
el fruto de tu acción:
prueba de que ha sido aceptada en el otro.
68. ¿Quieres saber lo que vales para El?
Fíjate en qué te emplea.
69. Cuando Allah te hace obediente y,
por tu obediencia, desprendido para con El,
sabe que te está colmando con Sus gracias,
externas e internas
Capítulo 10
70. Lo mejor que puedes pedirle:
¡lo que El pide de ti!
71. Entristecerse por haber desobedecido
y no luchar por enmendarse
es signo de ilusión.
72. Sabio no es el que
en el lenguaje figurado
descubre que Allah le es más íntimo
que su propia alusión,
sino el que ya ni lenguaje figurado tiene,
extinguido en el ser de Allah
y concentrado en Su contemplación
73. La esperanza va acompañada por la acción;
si no, es una veleidad.
74. Esto piden los gnósticos a Allah:
servirle con sinceridad
y salvaguardar los derechos del Señorío.
75. El te pone en el consuelo
para no dejarte en el desconsuelo
y te pone en el desconsuelo
para no dejarte en el consuelo.
Luego te arranca de uno y de otro
para que a nada pertenezcas sino a El.
 Mucho más que al desconsuelo
el sabio teme al consuelo:
pocos durante el consuelo permanecen
dentro de los límites de la cortesía
pues en el consuelo el alma encuentra gusto,
mas ninguno encuentra en el desconsuelo.
77. Puede que al colmarte Allah te prive
y que privándote te colme.
Pues si privarte
te abre la puerta de la inteligencia,
la privación es un regalo.
78. El exterior de las criaturas es un cebo
y su interior una advertencia.
El alma se contenta con el engañoso exterior
pero el corazón
penetra en la intimidad de la advertencia.
79. ¿Aspiras a un poder que no perece?
No te apoyes en ningún poder
condenado a su extinción.
80.
La verdadera travesía milagrosa es
cuando rechazas de ti el espacio del mundo
y ves al Más Allá
más cerca de ti que tú mismo.
81. Los dones que provienen de las criaturas
son privaciones.
Las privaciones que vienen de Allah
son favores.
Capítulo 11
82. Allah es demasiado grande
para recompensar al término del plazo
al servidor que Le sirve al contado.
83. De recompensa a tu obediencia
basta con que te haya juzgado digno de ella.
84. A los que obran por El
les basta, de recompensa,
con lo que El les revela al corazón
cuando le obedecen,
y con lo que El les gratifica
al darles acceso a Su intimidad.
85. Quien le adore por algo que de El espere
o para obedeciéndole evitar Su castigo,
no hace en verdad justicia a Sus atributos.
86. Dándote manifiesta Su bondad,
privándote manifiesta Su poder:
en ambos casos se te da a conocer
y a ti viene en Su solicitud.
87. La privación te duele
al no ver en ella la intención de Allah.
 Puede que El te abra
la puerta de la obediencia
sin abrirte la de Su complacencia,
puede también que El decrete
para ti el error
y que, gracias a éste, llegues por fin a El.
89. Desobediencia
seguida de humildad e indigencia
vale más que obediencia seguida de orgullo y vanidad.
90. Dos gracias que toda criatura necesita
y de las que no escapa ningún ser:
recibir la existencia y luego el socorro.
Primero te hace el regalo de existir,
luego te sigue ayudando.
91. Tu indigencia te es esencial:
las causas que la mantienen
recuerdan sólo
lo que aún te queda oculto de ella,
y a una indigencia esencial
los accidentes no pueden suprimirla.
92.
93.
94.
95.
96 .
Tu mejor momento:
cuando te ves en la indigencia
y reducido a un estado de insignificancia.
Cuando te aísla de Sus criaturas,
es que quiere abrirte
la puerta de Su intimidad.
Cuando El te pone una súplica en la lengua
es que te la quiere conceder.
El sabio siempre se siente necesitado
y nunca encuentra satisfacción
en otro distinto que Allah.
Ha iluminado El las cosas visibles
con las luces de Sus criaturas,
y las conciencias
con las luces de Sus atributos.
Esta es la razón de que se eclipsen
las luces de las cosas
y nunca se apaguen
las de corazones y conciencias.
Por eso se ha dicho:
el sol del día se pone de noche
pero el de los corazones no desaparece jamás
Capítulo 12
97. Que se te aligere el peso de la prueba
al saber que es El quien te está probando,
pues Aquél cuyos decretos te asaltan
es El mismo que para ti
siempre ha elegido el bien.
98. Imaginar que Su benevolencia
está divorciada de Sus decretos
delata una gran cortedad de vista.
99. Tratándose de ti
lo que hay que temer
no es que tus caminos se confundan,
sino que te arrebate la pasión:
eso es lo que preocupa de ti.
100. ¡La alabanza a Aquél que ha velado
el secreto de la Elección para la santidad
bajo un exterior humano
y Se ha manifestado
en la majestad del Señorío,
provocando servidumbre!
101. No acuses a tu Señor
de que tarda en acogerte,
más bien acúsate a ti mismo
de retrasarte en el comportamiento correcto.
102. Cuando te permite cumplir
en lo externo Sus mandatos,
mientras interiormente te abandonas a El,
te está concediendo un gran favor.
 Quien con certeza ha sido objeto de Elección
no necesariamente ha alcanzado
la liberación perfecta.
Capítulo 13
104. No desprecies las prácticas externas
como el ignorante.
El soplo Divino existe en el otro mundo
pero las prácticas externas
desaparecen con éste.
Es más urgente ocuparse primero
de lo que no persiste.
Además, la práctica externa
es lo que El exige de ti
mientras que el soplo Divino
es lo que tú solicitas de El.
¿Qué medida puede existir, común
a lo que El exige y tú solicitas?
105. Los auxilios afluyen
según las predisposiciones
y las luces brillan
según la pureza de las conciencias.
106. El ignorante se pregunta al levantarse:
¿qué voy a hacer hoy?
Y el sabio:
¿qué va a hacer hoy Allah de mí?
107. Devotos y ascetas se asustan de todo
porque todo les aparta de Allah.
Si Le vieran en todo
no se asustarían de nada.
108. En este mundo te ordena Allah que mires
a Sus criaturas,
que ya desplegará ante ti en el otro
la perfección de Su esencia.
109. Como te sabe impaciente por llegar a El
te ha hecho ver lo que de El proviene.
 Cuando Allah te supo propenso a aburrirte
modificó para ti lo prescrito,
mas sabiéndote propenso también
a precipitarte
te señaló las horas de su cumplimiento.
Así, tu cuidado será orar,
y no cumplir con la observancia de un ritual:
pues no todo el que cumple con la oración
está orando.
111. La oración purifica los corazones
y abre la puerta de lo incognoscible.
112. La oración es lugar del coloquio
y fuente de la fidelidad.
En ella se ensancha el campo de la conciencia
y brilla el esplendor de las luces.
Conocedor de tu debilidad,
ha disminuido el número de oraciones.
Pero sabiendo también
cuánto necesitas de Sus favores,
las ha multiplicado en frutos.
113. ¿Reclamas algo a cambio de tu acto?
Pues así te será reclamado
que lo hagas con sinceridad:
el que no tiene confianza
basta con que le ofrezcan seguridad.
114.
115.
116.
117.
118.
No pidas nada a cambio de una acción
de la que no eres autor.
Suficiente recompensa por tu obra es
que El se digne aceptarla.
Como cortesía para contigo
te atribuye lo que El mismo crea.
Ilimitada es la censura que mereces
si El te entrega a ti mismo,
pero inagotable es
tu merecimiento de alabanzas
si El manifiesta en ti Su generosidad.
¡A los atributos de Su señorío quedes atado,
realizando en ti
los atributos de tu servidumbre!
Si te ha prohibido apropiarte
de lo que no es tuyo
sino de otras criaturas,
119.
120.
121.
122.
¿cómo te iba a dejar que te apropiases
lo que constituye la calidad
de Quien es “Señor de los mundos”
(Qur’an, 1, 2)
¿Cómo quieres que se interrumpa para ti
el curso habitual de las cosas
si tú no interrumpes en tu alma
los malos hábitos?
Lo importante no es la petición que hicieras
sino que seas gratificado
con una buena conducta.
La mejor oración para pedir
es una extrema indigencia;
miseria y pobreza:
éstas atraen muy pronto a ti los dones.
Si para llegar a El
primero tuvieras que acabar con tus vicios
y aniquilar tus pretensiones,
jamás llegarías a El.
Pero cuando El quiere
hacerte llegar a Sí mismo
cubre tus cualidades con Sus cualidades
y tus atributos con Sus atributos
y luego te hace llegar a El,
no por lo que va de ti a El
sino por lo que va de El a ti.
Capítulo 14
123. Si el velo de Su bondad
no cubriese tus acciones,
ninguna merecería ser admitida.
124. Más necesitas Su clemencia
cuando Le obedeces
que cuando Le desobedeces.
125. De la desobediencia hay una doble manera
de librarse durante la acción,
por miedo a quedar desacreditados
ante los demás.
Pero los Privilegiados
quieren librarse antes aún,
por temor a resultar despreciables
a ojos del Rey Verídico.
126. El que te honra,
honra en verdad el velo de Su bondad.
Es a El a quien tienes que dar las gracias
y no al que te honra o te enaltece.
127. El verdadero compañero es el que sabe tus defectos y,
sin embargo, sigue contigo.
Pero esto sólo es cierto
de tu Señor el Generoso,
pues tu mejor amigo
es el que te busca por ti mismo
y no por lo que vaya a obtener de ti.
128. Si brillase la luz de la certidumbre,
verías al otro mundo demasiado cerca de ti
para emprender éxodo hacia él
y verías ya el eclipse de la aniquilación
cubriendo las bellezas de este mundo.
 No es que coexiste con Allah
un ser que le oculta de ti:
¡nada coexiste con El!
Tuya es la ilusión
de que algo coexiste con El
y ella es la que Le oculta.
130. Si no hubiera Su transparencia
en las cosas creadas,
ninguna sería visible.
Pero si aparecieran Sus atributos,
Sus criaturas desaparecerían.
131. Porque está escondido
hace El aparecer todas las cosas,
pero El, que es el Evidente,
recubre el ser de todas las cosas.
132. Te ha permitido considerar
lo que hay en las cosas creadas
pero no que te apegues ellas:
“Di: considerad lo que hay en los cielos”
te ha abierto la puerta del entendimiento.
Pero no dice “considerad los cielos”
para no orientarte hacia la existencia
de los astros.
133. Los universos se afirman
porque El les da firmeza
y se desvanecen
ante la unicidad de Su esencia
Capítulo 15
134. Las gentes te alaban
por lo que se figuran de ti
pero tú censura a tu alma
por lo que sabes de ella.
135. ¿Alabado?
El creyente se avergüenza ante Allah,
pues teme que le alaben por una cualidad
que él no ve en sí mismo.
136. No hay mayor ignorante
que el que trueca certidumbres,
que son suyas,
por opiniones, que son de otros.
137. ¿Hace que te alaben y tú no te ves digno?
¿Alábale tú a El si le ves digno!
138. ¿Que se alaba al asceta?
Lo que se le provoca es tristeza
pues ve que las alabanzas
provienen de lo creado.
Pero a los sabios
se les ensancha el corazón
pues ven que esta alabanza
proviene del Rey Verídico.
139. Si tu corazón se ensancha
cuando recibes un favor,
y se encoge cuando no te es concedido,
sabe que aún te encuentras
en la fase infantil
y que no eres sincero en tu devoción
Capítulo 16
140. ¿Has cometido una falta?
No desesperes, por ello, de alcanzar
la rectitud con tu Señor.
¡Acaso haya sido la última falta
que estaba decretada para ti!
141. ¿Quieres que la puerta de la esperanza
se abra para ti?
Considera lo que viene de El a ti.
Pero si buscas la puerta del temor,
considera lo que va de ti hacia El.
142. Concede El más, a veces,
en la noche del desconsuelo
que lo que puedas adquirir
en la iluminación del día del consuelo:
“no sabéis cual de ellos os es más allegado
en utilidad” (Qur’an, 4, 11).
143. El lugar donde amanecen las luces
está en los corazones
y en la intimidad de las conciencias.
144. En el fondo de los corazones
hay colocada una luz
que está mantenida
por la luz que proviene
de los tesoros del Más Allá.
145. Existe una luz mediante la cual
te revela Sus criaturas
y otra mediante la cual
te descubre Sus atributos.
 A veces las luces
son obstáculos para el corazón,
como para el alma
el velo espeso de las cosas.
147. Tras el espesor de las apariencias
ha escondido las luces
de lo íntimo de las conciencias:
demasiado altas están
para que la exteriorización las envilezca
o la vanidad las exhiba.
Capítulo 17
148. Gloria a Aquél que no permite descubrir
quienes son Sus amigos
sino mediante signos
en los que El Mismo se deja descubrir,
que sólo los da a conocer
al que quiere conducir hacia Sí mismo.
149. A veces te revelará
lo incognoscible de Su reino
e impedirá que se levante para ti el velo
que oculta los secretos de Sus servidores.
150. El que descubra los secretos del creyente
y no imite la misericordia divina,
su descubrimiento será una prueba para él
y causa de desgracia.
151. Evidente y clara es la búsqueda de sí mismo
en la desobediencia,
pero escondida y disimulada en la obediencia:
¡y qué difícil es remediar lo escondido!
152. Hay ocasiones en que la hipocresía
se introduce en ti
aun cuando nadie te ve.
153. Tu deseo de que las gentes conozcan
tu Elección:
señal de que no eres sincero en tu práctica.
Haz que desaparezca la mirada de las gentes
sobre ti en la mirada de Allah sobre ti,
y que la visión de Sus visitas
te vuelva ausente a las visitas de aquéllas.
 Quien conoce a Allah
Le ve en todas las cosas,
quien se ha aniquilado en El
se vuelve ausente a todas las cosas
y quien Le ama
no puede preferir nada antes que a El.
155. Lo que te vela a Allah
es el exceso mismo de Su proximidad.
Se vela El mismo
con Su excesiva manifestación,
y Se oculta a los ojos
con la intensidad de Su luz.
Capítulo 18
156. No reces para obtener alguna cosa de El,
pues demostrarías cuan poco Le conoces.
Reza para manifestar tu condición de siervo
y rendir tributo a Su señorío.
157. ¿Cómo la petición, que es posterior,
podría ser causa del don Suyo
que la ha precedido?
¡El juicio anterior al tiempo
es demasiado trascendente
para guardar relación con causa alguna!
158. Su providencia para contigo
y sin nada por tu parte:
¿Dónde estabas cuando dirigió hacia ti
Su providencia
y volvió hacia ti Su solicitud?
Ciertamente que en Su preeternidad no había
ni acciones sinceras ni estados místicos.
¡Sólo había pura gratuidad por Su parte,
y don magnifico!
159. Como no ignora que el creyente aspira
a conocer el secreto de la Providencia,
El ha dicho:
“Para su misericordia escoge a quien quiere”
(Qur’an, 3, 74).
Mas como tampoco ignora que si le dejara así
abandonaría toda acción para fiarse de lo que ha sido
decretado
antes del tiempo,
ha añadido:
“la misericordia de Allah está cerca
de los bienhechores” (Qur’an, 7, 56).
160. En la voluntad divina
se fundan todas las cosas
pero ella no se funda en cosa alguna
Capítulo 19
161. A veces la cortesía les inspira
abandonar toda petición
y fiarse de Su reparto,
pues Su conmemoración les distrae de pedir.
Además, sólo el que puede distraerse
necesita aviso
y sólo se apremia al olvidadizo.
162. La llegada de aflicciones
es festividad para los principiantes.
163. A veces las aflicciones te darán más
que el ayuno o la oración.
Las aflicciones son un desfile de regalos.
164. ¿Quieres ser colmado de regalos?
Haz que pobreza e indigencia
sean verdad en ti:
“pues para los pobres son las limosnas”
(Qur’an, 9, 60).
165. Realiza en ti tus atributos
El te ayudará con los Suyos
Realiza en ti la humildad
El te ayudará con Su grandeza
Realiza la incapacidad
El te asistirá con Su omnipotencia
Realiza la debilidad
El te sostendrá con Su fuerza y Su poder.
166. En ocasiones es favorecido con dones
quien aún no posee la rectitud perfecta.
 Señal de que es el propio Allah
quien te pone en un estado,
es que te mantiene en él mucho tiempo
con buenos resultados.
168. El que habla basándose en las buenas acciones
que realiza
se verá reducido al silencio por sus faltas.
El que habla basándose en los favores
que recibe de Allah
no se callará aunque yerre.
169. Las luces de los sabios
preceden a sus palabras.
Así, donde ha habido iluminación
penetra la inspiración.
170. Toda palabra viene al exterior
con la marca del corazón que la profiere.
171.
172.
173.
174.
175.
176.
177.
¿Que a uno se le autoriza a expresarse?
Su expresión será comprensible
para los oídos del mundo
y su lenguaje, claro para todos.
Puede que las verdades aparezcan
con su luz ensombrecida
si no te han permitido que las reveles.
Cuando se expresa un sufí es porque se le desborda el
éxtasis
o para instruir a un principiante.
El primer caso es el de los buscadores;
el segundo, el de los maestros confirmados
en las realidades de la experiencia.
Las palabras son alimento
para oyentes menesterosos:
sólo te dan lo que tomas de ellas.
A veces habla de una estación de Unidad
quien apenas la ha entrevisto
y otras, quien está instalado en ella:
esto resulta ambiguo
excepto para el que posee mirada interior.
Al buscador le está vedado expresarse
sobre lo que acontece en su corazón:
le disminuiría el efecto
y le impediría ser sincero con su Señor.
177.
178.
No tiendas la mano
para recibir de las criaturas
a menos de ver en ellas
que el donador es tu Señor.
Si es así,
toma lo que la ciencia del Din te autoriza.
Si a veces el sabio siente pudor
incluso de presentar una simple petición
a su Señor, pues preferiría contentarse con Su decisión
¿cómo no le daría vergüenza pedir
a una criatura?
Capítulo 20
179. ¿Dudas entre dos cosas equivalentes?
Considera cual le es más penosa al alma
y síguela:
¡sólo la verdadera pesa!
180. Señal de que está uno siguiendo a la pasión:
afanarse en obras gratuitas
y descuidar el cumplimiento
de las obligatorias.
181. Ha vinculado las prácticas obligatorias
a tiempos determinados
para que la tentación de aplazarlas
no te aparte de ellas,
pero ha fijado el momento con holgura
para dejar sitio a tu libre elección.
182. Sabiendo el poco entusiasmo
que ponen Sus fieles al servirle,
les ha impuesto el cumplimiento
de Sus prescripciones,
llevándoles así hacia El
con las cadenas de la obligación:
“tu Señor se asombra de gentes
que hay que llevarlas al Paraíso
con cadenas.”
183. ¿Te obliga a servirle?
¡No, sólo te obliga a entrar en Su Paraíso!
184. El que se asombra de que Allah
pueda librarle de sus pasiones
y sacarle del abandono en que se encuentra,
juzga impotente la Omnipotencia divina:
“Mas sobre todas las cosas Allah tiene poder”
(Qur’an, 18, 45).
 Para enseñarte a apreciar Sus favores
te hunde a veces en las tinieblas:
el que no aprecie los regalos recibidos
¡Ya los echará de menos
cuando se les retiren!
186.
187.
188.
Ante la afluencia de dones divinos,
el asombro no te debe distraer
del deber de dar las gracias.
¡Si no, tu rango quedaría rebajado!
Enfermedad intratable:
cuando la dulzura de la pasión
manda en tu corazón.
Sólo una amenaza temible
o un deseo angustioso
echan del corazón a la pasión.
Igual que no Le gusta una acción compartida,
tampoco quiere compartir el corazón:
la acción compartida, la rechaza;
el corazón compartido, no lo visita
Capítulo 21
189. Hay luces a las que se ha permitido llegar
(al corazón)
y otras a las que se ha permitido entrar
(en el corazón).
A veces las luces afluyen sobre ti, pero
al encontrar tu corazón
rebosando imágenes de lo creado,
se vuelven, por donde habían venido,
a su punto de origen.
Vacía tu corazón de lo creado.
El te lo llenará de conocimiento
y de secretos.
190. ¿Te parece que tarda El mucho
en dar por terminada tu aflicción?
¡Mira pues con cuánta lentitud
te vuelves tú hacia El!
191. Lo que está prescrito para cada tiempo
se puede cumplir
pero, con las exigencias de cada tiempo
¿cómo corresponder?
Pues cada nuevo tiempo que viene
renueva también lo que Allah te exige
y refuerza Su mandato.
¿Cómo podrías cumplir
deberes de tiempos pasados
cuando hay que ocuparse de los del presente?
192. Lo que has perdido de tu vida
es insustituible
pero inestimable es
lo que has ganado de ella.
193. ¿Deseas una cosa?
¡De ella eres su esclavo!
Y de nadie sino de El
quiere Allah que lo seas.
194. Ni tu obediencia Le favorece
ni tu desobediencia Le perjudica.
Si te impone aquélla y te prohíbe ésta,
es por lo que una u otra te van a dar a ti.
 Darse a El no añade nada a Su poder,
alejarse de El no lo disminuye en nada
Capítulo 22
196. Alcanzar a Allah
no es sino alcanzar el conocimiento de Allah.
El es demasiado trascendente
para unirse a una cosa
o para que una cosa se una a El.
197. Acercarte a El es sólo
ser testigo de Su proximidad.
Si no ¿qué relación entre tú
y la realidad de Su proximidad?
198. Durante la manifestación divina
las verdades afluyen en bloque,
pero su esclarecimiento se efectúa
luego de haber retornado a la conciencia:
“Mientras lo leemos
estáte atento a su lectura.
Luego Nosotros te lo explicaremos”
(Qur’an, 75, 1819).
199. Cuando las visitas divinas afluyen a ti,
trastocan tus costumbres:
“Cuando los reyes entran en una ciudad,
la despojan” (Qur’an, 27, 34).
Estas visitas son mensajeras
del Conquistador:
no encuentran obstáculo que no pulvericen:
“Y arrojamos la verdad contra la mentira
y la pulveriza: no existe” (Qur’an, 21, 18).
200. ¿Allah velado
cuando es en El donde el velo
aparece, existe y está?
201. No desesperes de ver aceptada una acción
en la que no te has encontrado presente:
pues actos se aceptan a veces
cuyos frutos no se revelan al momento.
 No juzgues favorablemente
una manifestación interior
antes de conocer sus frutos:
La nube no es deseada por la lluvia
sino por los frutos que nacen de ésta.
203. No intentes prolongar
las manifestaciones divinas
cuando ya han manifestado sus luces
y entregado sus secretos:
¡en Allah posees una riqueza
que te dispensa de todas las demás
pero de la que nada te puede dispensar!
204. Tu deseo de retener las cosas:
¡señal de que no Le has encontrado aún!
El desconsuelo que deja en ti el perderlas:
¡prueba de que no estás a El unido!
Capítulo 23
205. Cualesquiera que sean sus muchas formas,
la felicidad proviene de Su visión
y Su proximidad;
y el tormento, de que no Le sientes
junto a ti.
La causa, pues, del tormento
es el velo que Le oculta,
mientras que la felicidad perfecta
es contemplar el Rostro de Allah,
el Magnífico.
206. Los corazones sufren dolores y tristezas
sólo porque están privados de Visión.
207. Termina Su favor para contigo
al darte lo que te basta
y quitarte lo que te habría descarriado.
208. Que sean menos tus motivos de gozo
y menos serán también los de tristeza.
209. Si no quieres ser destituido
rechaza una soberanía
que para ti es efímera.
210. Los principios son tentadores (en este mundo)
pero el final te echa para atrás.
El exterior (de las cosas)
te resulta atractivo
pero su interior te invita a rechazarlas.
 Allah ha hecho (de este mundo)
lugar de lo que no es El
y hogar de todo desacuerdo
para que renuncies a ello.
212. Sabiendo que no aceptas el mero consejo,
El te ha puesto a prueba en este mundo
para que te sea más fácil su renuncia.
213. Ciencia útil:
la que inunda el pecho con sus rayos
y descorre el velo del corazón.
214. La mejor ciencia es
la que va acompañada de temor.
Si la ciencia se alía al temor,
va a tu favor.
Si no, va contra ti.
215.
216.
217.
218.
Cuando sufres por el abandono de las gentes
o por su mala lengua,
refúgiate en el conocimiento
que Allah tiene de ti:
si tal conocimiento no te bastare
sabe que ésta es aún mayor desdicha
que estar expuesto a la maldad humana.
Hace que los demás te hagan sufrir
para que no descanses en ellos.
Quiere volverte insatisfecho de todo
para que nada te distraiga de El.
Ya sabes que el Shaetan te acecha sin cesar:
por lo tanto, no pierdas de vista tampoco
a Aquél que te lleva sujeto
“por el mechón de la frente” (Qur’an, 11, 56).
Ha hecho de Shaetan tu enemigo
para que huyas hacia El,
y excita al alma contra ti
para que no dejes de acercarte a El
Capítulo 24
219. El que se proclama humilde
es el verdadero orgulloso, pues sólo se puede ser
humilde
en relación a una grandeza.
Atribuirse a sí mismo esta grandeza
es ser verdaderamente orgulloso.
220. Humilde no es aquél
que en su acto de humildad
se considera superior a lo que hace,
sino el que rebajándose
se considera inferior a lo que hace.
221. La verdadera humildad es la que nace
de la contemplación de Su grandeza
y de la manifestación de Su atributo.
Sólo la contemplación de lo que Le califica
puede liberarte de lo que te califica.
222. La alabanza a Allah distrae al creyente
de darse gracias a sí mismo
y los derechos de Allah le impiden recordar
sus propios intereses.
223. No es amante el que espera
que el amado le pague en la misma moneda
ni el que le reclama algún objeto.
Amante es el que se gasta por ti,
no aquél por quien tú te gastas.
224. Si no fuera por los espacios del alma
no habría caminar para los buscadores,
pues entre El y tú no hay distancia
que pueda salvar tu búsqueda
ni tampoco separación
que deshaga tu unión con El.
 Te ha situado en un mundo intermedio
entre Su reinado y Su reino
para que veas la elevación de tu rango
entre Sus criaturas:
¡eres una perla escondida
en la concha de Su universo!
Este sólo contiene tu corporeidad
pero no puede englobarte
pues es real tu espiritualidad.
226. Si no le son abiertos
los espacios del Más Allá,
el hombre en el universo
es prisionero de su entorno
y está emparedado
en la figura de su propio yo.
227. Vas con las criaturas
mientras no hayas visto al Creador.
¡Pero ellas irán contigo
cuando Le hayas visto!
228. De la elección
para una situación de privilegio
no se sigue necesariamente
que ya no le afecten a uno
los atributos de humanidad:
Tal como las luces del día
que nacen en el horizonte
pero no emanan de él,
así es esta elección:
ya el sol de Sus atributos luce
en la noche de tu existencia,
ya lo retira de ti
devolviéndote a la condición
que te es propia.
El día, pues, no se eleva en ti de ti
sino que adviene en ti (del exterior).
229.
Por la existencia de Sus nombres
y por éstos mismos afirma El Sus atributos
y por Sus atributos prueba El la existencia
de Su esencia: pues no es posible que un atributo
subsista en sí mismo.
Así, a los que están en éxtasis les revela
la perfección de Su esencia
y luego les lleva a la contemplación
de Sus atributos
y de éstos al apego a Sus nombres
230.
231 .
232.
233 .
234 .
235 .
236
y de Sus nombres a la contemplación de Sus efectos.
Pero los ascetas siguen el camino inverso.
Así, lo que es meta para los ascetas
es punto de partida para los extáticos
y lo que es partida para los extáticos
y lo que es punto de partida para los ascetas
lo es de llegada para los extáticos:
pero en un sentido diferente.
También sucede que se encuentren en camino:
unos subiendo, otros bajando.
Como las luces del cielo que sólo aparecen
en el Reinado visible (de este mundo),
así el valor de las luces de los corazones
y las conciencias sólo será conocido
en el Reino invisible (del Más Allá).
Probar en este mundo el fruto de las buenas obras
anuncia a los justos
que existe recompensa en el Más Allá.
¿Cómo puedes exigir recompensa
por una obra que El mismo te ha dado de limosna
o por un acto de sinceridad
con que El mismo te ha obsequiado?
Para unos la iluminación precede a las oraciones,
para otros las oraciones preceden a la iluminación:
el uno invoca a Allah
para que le ilumine el corazón,
el otro porque su corazón ya está iluminado.
Nunca huba oraciones exteriores
sino porque existen contemplación
y meditación interiores.
Te ha hecho testigo
antes de pedir tu testimonio.
Y al tiempo que las apariencias
proclamaban Su divinidad
los corazones y las conciencias realizaban en sí
la verdad de Su unicidad.
Allah te honra con una triple gracia:
de tí hace Su conmemorador
y sin Su gracia jamás serías digno
236 .
237.
238 .
239 .
240 .
de evocar Su recuerdo;
hace que seas conmemorado en El,
confirmando Su relación contigo;
y por último, que seas conmemorado cerca de El,
poniendo así remate a Su gran favor.
Hay vidas largas en duración
pero poco ricas en auxilios divinos
y otras cortas en duración
pero ricas en auxilios divinos.
Aquél cuya vida es bendita atesora en poco tiempo
favores divinos tales
que desbordan del dominio de la expresión
y rebasan toda posible alusión.
El fracaso supremo es que,
una vez liberado de toda preocupación,
no te orientes hacia El
ni emprendas la partida hacia El
cuando los obstáculos han disminuído.
Meditar es que el corazón peregrine
por los espacios de las criaturas.
Es la luminaria del corazón:
sin meditación no hay luz en él.
La meditación es doble:
asentimiento y fé,
contemplación y visión.
Lo primero corresponde a los expertos en reflexión,
lo segundo a los maestros en contemplación
y discernimiento.
Fragmentos de cartas
I.
Sabe, pues, que el modo en que se empieza denota ya cómo se
acabará:
el que empieza en Allah
terminará también en El.
Lo que te da preocupaciones es lo que deseas y persigues, lo que
descuidas es aquello a lo cual prefieres otra cosa.
Quien posee la certeza de que Allah le busca, buscará a Allah con
sinceridad.
Quien sabe que todo está en manos de Allah se concentrará en
abandonarse a El.
Sabe también que las bases de este mundo se tienen que derrumbar
y que será despojado de sus esplendores. Sabio es, pues, quien se
complace más en lo que persiste que en lo que se encamina hacia la
nada:
¡Su luz ya resplandece con signos premonitorios!
En efecto, ya se ha apartado de este mundo sin dolor y lo ha
rehuido, negándose a hacer de él su patria o a adoptarlo como lugar
de reposo.
En el mundo, ha tomado impulso hacia Allah el Altísimo y ha
cruzado el mundo apoyado en Allah para llegar a Allah.
Transportado por la fuerza de su alma como en montura que no se
detuviese jamás y siguiera adelante sin descanso hasta depositarle
en la presencia sagrada sobre la alfombra de la intimidad, lugar de
las confidencias y el cara a cara, del encuentro y la conversación, de
la contemplación y el descubrimiento. La presencia sagrada se
vuelve entonces nido donde el corazón se refugia, tomándolo por
morada.
Si entonces desciende otra vez hacia el cielo de sus derechos o la
tierra de sus intereses, lo hace autorizado y confirmado, arraigado
ya en la certidumbre. Así, pues, no son la falta de cortesía ni el
descuido los que le llevan de retorno a sus derechos, ni pasión ni
afán de goce a sus intereses:
retorna a ellos en Allah,
para Allah, de parte de Allah
y a la vista de Allah.
“Y di: Señor, hazme entrar por la entrada de la sinceridad y salir
por la salida de la sinceridad.”
(Qur’an, 17, 80) Que mi mirada esté fija en Tu fuerza y Tu poder
cuando me hagas entrar y yo sometido y entregado a Ti cuando me
hagas salir.
“Y dame de Tu parte un poder victorioso.”
(Qur’an, 17, 80)
Que me haga vencedor, que haga vencedor por mí y que no haga a
nadie vencedor de mí, un poder que me haga vencedor de la visión
de mí mismo y aniquilo en mí el dominio de mis sentidos.
II.
Aunque el ojo del corazón vea que sólo Allah es responsable de un
favor, la ley prescribe que hay que dar las gracias a Su criatura.
Pero a este respecto los hombres se dividen en tres categorías:
1. El inconsciente sumido en su inconsciencia: en él predominan los
sentidos y para él se ha desvanecido la presencia sagrada.
Por tanto, considera que la acción proviene de las criaturas y no ve
que pertenece al Señor de los mundos. Cae en asociacionismo
manifiesto si lo plantea como dogma, o en asociacionismo implícito,
si es relativo.
2. El hombre que ha tenido experiencia de la realidad, que se ha
vuelto ausente a las criaturas tras la visión del Rey Verídico y en el
cual la conciencia de las causas ha quedado anegada por la visita de
la Causa de las causas.
Es, pues, éste un creyente deslumbrado por la Realidad, cuyos
fulgores resplandecen ante él.
Ha recorrido la vía y la posee en todo su extensión, conciencia de las
criaturas:
su ebriedad predomina sobre su lucidez,
su unión sobre su desunión,
su extinción sobre su existencia
y su ausencia sobre su presencia.
3. Más perfecto que él es el que también ha bebido pero cuya
lucidez ha aumentado, que está ausente pero cuya presencia se ha
acentuado; su unión no le vela su desunión, su desunión no le oculta
su unión; su extinción no le aparta de su sobreexistencia ni su
sobreexistencia de su extinción: a cada cosa le da su parte justa y
queda en paz con lo que le debía.
Por eso, cuando sobre la lengua del Profeta bajo del cielo la disculpa
de la calumnia
(Qur’an, 24, 1115).
Abu Bakr dijo a A’isha:
“¡Oh, A’isha, da gracias al Profeta!” Y ella le contesto: “¡Por
Allah! ¡Sólo daré gracias a Allah!”
Abu Bakr le indicaba la estación más perfecta: la sobreexistencia,
que implica afirmación de las criaturas, puesto que Allah dijo:
“Sé agradecido Conmigo y con tus padres”
(Qur’an, 31, 14). Igual que el Profeta dijo:
“No es agradecido para con Allah quien no lo es con los hombres.”
Pero A’isha estaba en aquél momento conmocionada en sus
sentidos, ausente para las criaturas.
Por eso no vio más que al Unico, al Poderoso.
III.
Acerca del dicho del Profeta:
“Se ha hecho de la oración refresco para mi vista”
Ibn ‘Atá’llah dijo, contestando a quien le preguntó si aquello le era
propio o si también otros beben de esta fuente y toman parte de ella:
El refresco de la vista en la contemplación es proporcional al
conocimiento del objeto contemplado. Comoquiera que en el Profeta
este conocimiento fuera insuperable, ninguna vista posee el frescor
de la suya.
Ahora bien, si decimos que el frescor de su vista en la oración viene
de la contemplación de la majestad del objeto contemplado, es
porque él mismo alude a ello diciendo “en la oración” y no “por la
oración.” Pues el Profeta sólo puede hallar el frescor de la vista
mediante su Señor.
No podía ser de otro modo tratándose de quien había predicado esta
estación y la recomendaba a los demás con estas palabras:
“Sirve a Allah como si le vieras.”
Pero es imposible verle y contemplar otra cosa con El.
Sin embargo, alguien ha objetado:
Puede que el Profeta halle el frescor de su vista “por” la oración,
pues ésta es un don de Allah y proviene de Su favor.
Es imposible que no disfrutara de ella ni en ella encontrara refresco
para su vista, pues el Señor ha dicho:
“Di: por la gracia de Allah y por su misericordia, que de todo esto
disfruten” (Qur’an, 10, 58).
Sabe que, para quien discierne el secreto de la Palabra, la respuesta
viene sugerida en la misma aleya. Pues dice: “que te todo esto
disfruten” y no “disfrute”.
¡Oh, Muhammad, diles que disfruten del don y del favor, pero a ti,
que tu gozo sea en el Favorecedor, como reza otra aleya:
“Di: ¡Allah! Y deja que se entretengan con sus discusiones”
(Qur’an, 6, 91)
IV.
Con respecto a los dones que descienden sobre ellos, los hombres se
comportan de tres modos:
1. Está el que se complace en los dones, pero no por Quien los ha
donado ni por cual ha sido Su origen, sino por el gusto que
encuentra en ellos. Es un inconsciente y en él se cumplen estas
palabras del Altísimo:
“Cuando por fin exultaban de gozo por lo que les había sido dado,
les arrebatamos súbitamente”
(Qur’an, 6, 44).
2. Está el que se complace en los dones por serlo de Quien los envía
y gracia de Quien los concede.
En él se cumplen estas palabras de Allah: “Di: por la gracia de
Allah y por Su misericordia, que de todo ello se complazcan, pues
mejor es que lo que ellos atesoran”
(Qur’an, 10, 58).
3. Y por último está el que se complace en Allah y no queda
prendido de los dones ni por placer manifiesto ni por
agradecimiento interior.
La contemplación de Allah le distrae de todo lo demás y de tal modo
se concentra en El que no ve más que a El solo.
En él se cumplen las palabras del Altísimo:
“Di: ¡Allah! Y deja que se entretengan con sus discusiones”
(Qur’an, 6, 91).
¿Acaso Allah no reveló a David:
“Oh, David, di a los justos que en Mí se complazcan y que en Mi
recuerdo encuentren la felicidad?” Quiera Allah que en El y en Su
contento encontremos nuestro gozo tú y yo, y ojalá no nos ponga
entre los descuidados, sino que, por Su gracia y generosidad, nos
haga recorrer el camino de los justos.

Manual del hombre nuevo

MANUAL DEL HOMBRE NUEVO

(Anónimo)

Este libro fue pasado a formato Word para facilitar la difusión, y con el propósito de que así como usted lo recibió lo pueda hacer llegar a alguien más.      HERNÁN

Para descargar de Internet: Biblioteca Nueva Era
Rosario – Argentina
Adherida al Directorio Promineo
FWD:  www.promineo.gq.nu

Todos, con mayor o menor dificultad pueden entender,
pero no todos lo desean.
Por tanto, vayan estas palabras
Para los que quieren entender.

INTRODUCCIÓN

Estas páginas no tienen autor, ya que pertenecen a todos aquellos que consiguieron por su constancia lograr una unidad con el PENSAMIENTO. Su esencia ha sido extraída del ámbito mental de la nueva humanidad, de aquella energía que se irá canalizando en cada uno: en el hombre nuevo.

Estas palabras fueron escritas en momentos de iluminación que llegaron en todos los casos, simultáneamente con estados de laxitud y atención (serena vigilancia). Conveniente es que sean leídas párrafo por párrafo, y nunca más de un número por vez. Al acostarse o al levantarse, o en ambas ocasiones. Debe recordarse que las palabras no son importantes en sí mismas. Por eso “los que desean entender” pasarán por entre ellas, y así descubrirán la luz que ellas ocultan en su afán por descubrirla, ya que no es lo mismo hablar del sol que ver el sol.

Resulta más importante llevar a la acción un solo párrafo o número, que leer cien veces el texto.
Es esencial pensar que el libro nos habla a nosotros mismos y que cada cosa que nos dice está relacionada con los acontecimientos de este mismo día, por más importantes o triviales que los pudiéramos considerar.

Los comentarios entre dos o más personas, podrían ayudar a comprender y dilucidar dudas, pero la puesta en práctica del manual es una tarea y una responsabilidad personal e individual, en este mismo lugar y en cada momento.

1—– Ser, estar y hacer

Aprender lo que es el ocio silencioso. Saber qué es lo que realmente te agrada. No desear ser héroe. Simplificar las ideas, aproximarte a la luz.
Estar sereno para comprender y aceptar a los demás como son.
Ser totalmente libre. Fuerte para estar atento. Sobrio para ser fuerte.
Incansable en el tranquilo intento de ver. Valiente para aceptar el ineludible dolor de la existencia. Implacable en destruir el deseo de dejarte engañar.
Existe para ti un trozo de cielo en la tierra: Aquí y ahora .

2—–Decir
Te pueden haber hablado con intención sincera, pero todo lo que te han enseñado es absolutamente mentira. Mentiras que sobrevinieron por repetición de boca oreja entre los humanos a lo largo de milenios.
Salta por sobre todo eso, sin tocarlo y sin mencionarlo. Vuela por sobre eso con los ojos puestos a tu alrededor y dentro de ti, sin mirar hacia abajo.
Hazlo tú. Dilo tú. Piénsalo tú. No creas a los que te digan que no eres capaz o que es una locura. Sigue sin dudas a tu corazón y el te dirá donde está tu verdad. Empieza de nuevo. No consientas con la pausa más pequeña en este sendero hacia el Caminar.

3—–Fortaleza y esperanza.
La fortaleza del hombre es su energía psicofísica que le permite la atención de cada instante (que no es análisis) a la vida interior y exterior.
La debilidad del hombre es la persecución de distracciones, excitaciones y estímulos cada vez más numerosos. Es una pausa, y un atraso indeseable en su Andar.
La esperanza del hombre nuevo está en liberarse de las adquisiciones, el consumismo, la experiencia del hombre viejo, y de las guerras del hombre viejo (sean conflictos mundiales, nacionales, familiares, o los propios íntimos de cada día).
La única opción auténtica para el hombre nuevo radica en recomenzar todo, y Atreverse, aún sin esperanzas

4—–Palabras.
Basta de argumentos. Basta de discusiones intelectuales. Basta de conversaciones estereotipadas y banales. Es necesario estar muy atento para no llegar ni a mencionar siquiera lo viejo, para no enredarse en lo viejo ni siquiera con la palabra.
Palabra pausada, con ritmo humano, no con el ritmo frenético de las máquinas que te rodean. Palabra amable, sin agredir a nadie porque aceptas a todos tal cual son, que es la mejor manera de permitirles que cambien, ya que nada más puedes hacer por ellos. Y tampoco nada menos.
Aceptarlos.
El cambio es personal y asunto de cada uno. El cambio no te separa de nadie. Te une a todos.
Si aceptas a tu amigo, esposa, marido o hijo tal cual es, le permites ser sincero. Ser él mismo (o ella). Y nadie puede transformarse si no sabe primero quién y cómo es. El esfuerzo de verdadero valor social, no radica en hacerse escuchar, sino en saber permanecer a pesar de uno mismo dentro del silencio creador.

5—–Energía.
Poco alimento. Alimento menos elaborado y más natural. Mucha serenidad. Toda la alegría que te surja sin buscarla. No pienses sino en aquello que te ocurre en este momento; qué haces en este momento; qué te dicen en este momento. Ejercítate incansablemente en el muy difícil arte del silencio amable. Así reunirás la energía inmensa que necesitas para darte cuenta completamente de lo que ocurre. A cada instante vive aquí y ahora.

6—–La transmutación.
En la crisis total, regida por la completa confusión, cada verdad ha sido transmutada para servir a los astutos. Ese astuto es el hombre viejo . El que sabe gratificar sus deseos, cualesquiera que sean éstos.
El hombre nuevo es inteligente. El hombre nuevo comprende. El mundo nuevo es el de la comprensión y en él no hay lugar para la vieja astucia que decae y muere, porque la astucia es tangencial a la realidad. En el mundo nuevo, no se transmutan las realidades. La realidad se enfrenta y se comprende, por encima del dolor y del placer. Por encima de los deseos individuales o colectivos, pequeños o grandes.
El hombre nuevo comprende cada verdad, porque sólo la inteligencia sincera penetra la médula de la verdad. Menosprecia con alegre tranquilidad las interrupciones de su camino. El hombre nuevo necesita aprender a estar sólo y triste en el centro de la realidad. El hombre nuevo necesita aprender a estar solo y alegre en el silencio sin pausa de la realidad. Y desde esa soledad, que no es tal, se intuye la comunión consigo mismo, con los otros hombres y con todo

7—–Trabajo y recreación.
Cuando hayas hecho de la Religión, la Política, el trabajo, la Técnica, la Ciencia, la Sicología, la Economía, la Recreación y la Amistad, una sola y misma cosa, habrás dado el paso más decisivo para terminar con la confusión y el conflicto creciente en nuestro planeta.
Mirar realmente la gloria diurna o nocturna del cielo, o la belleza de una cara, o hacer simplemente cualquier cosa, muriendo en ese instante a toda otra cosa que seas o hayas sido, que haces o hayas hecho, es dar crepitante lumbre a cada instante de tu vida.
El trabajo realizado con gozo, como una constante recreación, será un trabajo ineludiblemente bien realizado y esa es la más pura y honesta política, la mejor higiene mental, porque pertenece a cada momento y a la eternidad misma. Mirar, trabajar, escuchar, caminar, vivir de esa manera a cada momento y no consentir bajo ningún punto de vista en vivir de otra manera, es la mejor contribución a la economía del planeta, a la salud mental y física, a la armonía del mundo que es reflejo último de nuestra propia armonía. Sé inflexible contigo mismo para no impedirte vivir de esa manera flexible, floja, abierta y vivaz.
Porqué esperas salir del trabajo para recrearte o actuar en política, cuando ambas, recreación y política están en el mismo instante en el que se trabaja plenamente. Si tu trabajo no puede ser así, recreativo y total, significa que debes cambiarlo.
Si tus relaciones no son místicas, recreativas (lo que no significa divertidas), saludables, armónicas, amistosas, es fundamental poner tu esencia frente al espejo, porque te falta misticismo, recreación, salud, amor y armonía ,porque estás confuso y conflictuado.
Diversión, no es más que un intento de escapar transitoriamente de una realidad que de alguna manera no nos gusta del todo.
Recreación, es enfrentar la realidad a cada momento de una manera total y coherente, es crear continuamente, y por ende, el gusto y el disgusto, no tienen cabida. Lo que haces o eres no puede gustarte o disgustarte ya que se está quemando a cada momento en el fuego de una vida única y completa. Una vida recreativa.

8—–Ayuda.
Cuando te sientas impulsado a ayudar, detente. Es muy probable que tu intento surja de un oscuro sentimiento de superioridad: Tú, superior, eres el que da; el otro, sutilmente menospreciado, recibe.
En esa ayuda deliberada, existe un espacio inmenso entre tú y aquel a quien ayudas, pero cuando te sientes en comunión con todos, y hay amor, surge una ayuda que no has buscado, que no tiene objeto, y a la que ni se te ocurrirá poner el nombre de “ayuda”. Cuando ese espacio inmenso desaparece, como ocurre entre verdaderos amigos, surge la ayuda sin nombre, que no se busca, no se pide, ni se otorga, la ayuda sin espacio y sin pausa y que no tiene ni siquiera el retorno de una satisfacción momentánea.

9—–Para los temas.
Los astros, los seres humanos, los alimentos, las radiaciones, las ideas, el reloj, el dinero, mil cosas te influyen; es decir te alegran o te entristecen, te exaltan o te deprimen, te dan vida y salud o enfermedad y muerte.
Pero hay un estado del ser en que eres libre de todo eso: cuando te independizas del pasado y del futuro, cuando aunque existan no te afectan los planes y los recuerdos. Un estado en que el tiempo no existe: Cuando pegamos llenos de vida, el salto súbito y atemporal a la eternidad.
Entonces te haces libre del cosmos, de los hombres, de las mujeres, de las ideas y de las cosas. Entonces eres Uno con todo eso, y ese vacío se llena sin pausa, del gozo de una profunda y vibrante independencia total.

10—-Activarse.
Únete sin perder tu propio ser. Acepta a los demás totalmente, sin buscar causas. Sorprende a los que te rodean con ternuras imprevistas.
Mira el reloj, pero con la mente liberada del tiempo. Entra en tu casa sin preocuparte porque sea tuya. Sonríe.
No seas un gran estómago, centro de todo y dispuesto siempre a recibir elogios, fama, ganancias, alegría e incluso amor, pasivamente. Actívate.
Tú puedes hacerlo solo. Eres absolutamente capaz. Eres fuerte, no aplastes tu potencia latente con el abandono engolosinado de esta civilización que nos destruye sutilmente y nos distrae groseramente, con el diario, la TV, la radio, el trabajo febril y displacentero, las modas (lo último y más nuevo) los alimentos de gran variedad y cantidad, pero escasa calidad igual que la literatura.
Tu puedes prescindir de estas falsas necesidades, eres capaz.
No permitas que aplasten esa luz, que no elige, no analiza, no interpreta y no acumula, que está dentro de ti, continuamente, sin pausas.

11—-Tinieblas y distracción.
Las tinieblas que laten dentro de ti, son viejas y profundas.
Te acompañan desde siempre y crecen contigo desde tu nacimiento.
Las tinieblas que te rodean, aunque muchas veces te parezcan ser la luz, junto con las que persisten en tu interior, están en continua expansión para invadir y ocultar la luz que arde en la esencia de tu ser. Es por eso que un minuto de desatención equivale a mucho tiempo de oscuridad. No te distraigas.
Vigila continuamente, a cada instante. Observa tranquilamente cada voz, cada sonido, cada silencio. Todo aquello que te rodea a cada momento. Verás tu mismo y únicamente tú, como todo pasa a formar parte de tu luz interna, esencial y permanente.

12—-Bienestar y maestros.
Lo más importante es que te sientas bien en lo íntimo de tu ser.
Necesitas atención floja y espontánea, tranquila y continua vigilancia para identificar las cosas que verdaderamente se oponen a tu real y profundo bienestar, que es una de las bases más firmes del bienestar de todos los que te rodean. Si no abandonas esa contemplación continuada, no podrás equivocarte. No necesitas quien te lo haga ver. No precisas de maestros ni consejeros. No esperes que tu fuerza llegue desde el exterior, tu puedes hacerlo; Eres absolutamente capaz, no creas a quien te diga que eres débil o loco.
No dudes. Las dudas producen atraso.
Pega el salto ya mismo.
Deshace tu corazón, tus manos y tu cerebro para poder reconstruirlos a tu propia manera. No argumentes, comienza a vivir de una vez por todas tu propia vida. Los gatos, los millonarios, el trabajo agradable, el ocio silencioso, el viento, los mendigos, tus amigos, la luna, las sonrisas, entre otras muchas cosas serán tus maestros. Tú mismo lo verás.
Si abres tus ojos, tu mente y tu corazón, no necesitarás interrumpir tu despertar.

13—-Interpretación intelectual.
Estas palabras, como cualquier cosa que exista, pueden tener un inmenso significado para quien realmente ha abierto los ojos, y está bien despierto en su mente y en su corazón. Estas mismas palabras, elegidas, memorizadas, o interpretadas meramente con el intelecto, carecen de todo valor. No analices estos párrafos. Intenta comprender súbitamente su esencia última. Aún el que no lee estas palabras, pero ha abierto el torrente inacabable y profundo de su vigilancia laxa, es capaz de comprender.
Pero, si estas palabras te sirven para que se desvista tu luz, bienvenidas sean.
Serenamente, con una suave sonrisa interior contempla todo; verás cuál es el lugar que ocupas dentro de ese gran conjunto, y surgirá tu acción esencial, verdadera, que no podrá ser una actitud vulgar, fugaz y superficial.

14—-Ya mismo.
Deseas comenzar de nuevo toda tu vida. Pues no esperes más. Eres tan capaz como cualquier otro ser humano.
Disminuye tu ración de alimentos a la mitad. Es suficiente. Que tu alimento sea natural. Camina el doble. Haz algo con tus manos. Destruye todo lo que tu cerebro está produciendo, y reconstrúyelo totalmente nuevo.
Habla lo menos posible, sobre todo de ti mismo y de la vida privada de las demás personas. No te entrometas en la vida de los que te rodean. Vive tu propia vida y deja que cada cual vida la suya propia. No eres dueño de nadie, y nadie es tu dueño.
El amor no nos da derechos ni deberes.
Escucha a todos, pero no sólo con los oídos, sino también con tus sentimientos, si no has permitido que esta torpe civilización te los haya destruido por completo(tanto los oídos como los sentimientos).
A solas mira frecuentemente al horizonte, así no olvidarás que aún, el cielo se puede unir con la tierra. No pretendas ver nada, mira atenta y espontáneamente todo aquello que vaya surgiendo en cada uno de tus momentos. No busques escuchar nada, solo escucha con tranquilidad, sin formar parte de la confusión, el chisme, el ruido, y la trivial frivolidad que te rodea. El silencio también puede curarte.
Piensa si todo lo que posees es realmente necesario para tu supervivencia.
Piensa porqué no eres capaz de gozar con la simple satisfacción de tus necesidades. Piensa alguna vez, muy seriamente, si algo de lo que haces, (o la manera en que lo haces) está destruyendo tu serenidad y tu alegría.
Recuerda que tu tranquilidad y tu capacidad de gozar son muy importantes para el bienestar de los que te rodean.
Acepta a todos tal cual son, no pretendas cambiar a nadie, pero no temas ser diferente a ellos. No busques causas para alegrarte de estar vivo.
Todo se puede comenzar de nuevo.
¿Adónde?
¿Y dónde sino dentro de ti mismo?.
Adelante. Puedes hacerlo. ¡Puedes hacerlo! No argumentes. Dentro del próximo minuto puedes llegar a convertirte en Ser Humano.
Vamos ¡ salta ! …..
¡Salta ya mismo!

15—-Confusión y consejos.
Escuchaste, seguramente, muchas veces consejos iguales o parecidos a este: “Fíjate como los monstruos se aplastan mutuamente la cabeza.
¡Cómo se devoran unos a otros! Nunca seas como los monstruos, y cuando veas uno de ellos, aplástale la cabeza y devóralo”.
La confusión es polimorfa. Puede tomar el aspecto de cualquier cosa.
Solamente tu luz interior, desenmascarada sólo por ti mismo en un momento de coraje, puede identificar la sutileza de la confusión y sus múltiples apariencias.
Ya demasiado se ha dicho para enriquecer la confusión. Sólo queda recurrir implacablemente al silencio.
Sólo es capaz de amar un hombre independiente. Por eso para amar a tu familia independízate de ella. Y para amar a tu cónyuge, también debes darte tu independencia.
Sólo un hombre libre es capaz de Saber. Pero para saber tienes que librarte de cualquier cerco, doctrina o institución. Los confusos llaman de “fanatismo”, “locura”, y de muchas otras formas a la acción (o inacción) esencial, y al pensamiento (o la falta de intelectualización) que es la esencia de la vida sana, alegre y verdadera.

16—-Por ninguna causa.
La vida es algo así como un milagro. Cada segundo de tu vida es una maravilla casi increíble, y ese mismo segundo está alimentado por esa luz tuya, sea que la veas o no, y no otro segundo: este mismo instante.
Vívelo, no lo mates con sonidos ni palabras. No lo oscurezcas ni siquiera con luz. No dejes por ninguna causa la oportunidad de vivir este instante plenamente.
Ilumínate.
Renace.
Eres absolutamente capaz de hacerlo. Aquí mismo. ¡Ya! No dejes ni un solo segundo vacío tu camino hacia la Luz.

17—-Semejanzas.
El hombre viejo tiene las mismas capacidades que tú. La misma energía potencial, casi la misma arquitectura básica, pero él aplastó todo eso en cada segundo de su vida, con las distracciones de la realidad, con la falta de atención, aceptando sin dudas las reglas y la moral imperantes, perpetuando un pasado absurdo, limitando el espacio, limitando el tiempo, limitándose.
No sofoques eso que está dentro de ti. Permite que crezca. Muere ya mismo, en vida, y vuelve a nacer en el próximo instante. Y en cada segundo de tu nueva vida, dale vida a toda tu potencia. Ilumínate.
Expande tu esencia

18—-Culpas y complicidad.
No te sientas culpable. Empieza todo de nuevo, como en un nacimiento.
Escucha con atención al hombre viejo. Comprende lo que te dice. Con la nueva mente tuya, despierta y serena, podrás morir del todo a lo que te diga y no ser cómplice de lo que él haga.
No busques excusas y causas para justificarte.
No te detengas con intelectuales conversaciones y astutos argumentos, mientras tus acciones siguen siendo viejas. Quien ya tiene conciencia de su conciencia como tú, no tiene otro remedio que dar el pequeño gran salto y convertirse en el Ser Total.
Ya mismo, completamente nuevo. Por encima del dolor, y sin respetar tu dolor, que con dolor se muere y con dolor se nace.

19—-Hombre viejo.
El hombre viejo tiene cualquier sexo y edad. Ha encajonado el tiempo y ha dividido la tierra y el mundo. Tiene reglas fijas, moral aceptada aunque solo en apariencia la respete, pertenece a alguna iglesia, o a algo que la sustituya, aunque ignore lo que es la religión y la religiosidad. Tiene partido político definido, seguro de vida, un trabajo que lo aburre, opiniones, bienes, cuenta bancaria y cartón de crédito, y deseando asegurar su vida, vive semimuerto; aprende a matar y a morir, tiene los enemigos que alguien le señala, y va a la guerra cuando se lo indican, pero no sabe lo que es la vida, pues rara vez le han hablado seriamente de ella.
Prefiere medallas de honor y honras póstumas de hijos héroes, y no hijos vivos en cualquier condición que sea. Huye del silencio o la quietud, porque en ellos se puede encontrar con su verdadero rostro y verse tal cual es, lo que lo asusta.
Pero le teme más a la posibilidad de cambiar totalmente de un momento para otro.
Da solamente si recibe algo en trueque.
Sonríe si con eso se asegura alguna cosa futura. Sólo se ama a sí mismo, y finge amar cuando lo aman. Se entretiene consumiendo: nuevos vestidos, la televisión masificada, los diarios, las conversaciones sin sentido, la hoy llamada “acción política”, el cine, la opinión de los vecinos y el
psicoanálisis cuando puede pagarlo.
Va postergando.
Cree estar cómodo aunque esté insatisfecho secretamente y sea terriblemente desdichado.

20—-Tú mismo.
Sal a caminar, contempla los ojos de todos aquellos que comparten tu mismo destino de vivir y de morir.
Si no cejas en tu atención laxa sin prisa y sin pausa, podrás identificar hasta en una bella jovencita al hombre viejo en descomposición.
Acéptalos y sigue tu camino. No eres héroe, ni deseas serlo, basta de ellos y no pretendes cambiar a nadie ni entrometerte. Pero en ti y a partir de ti se gesta la regeneración de la especie humana.
Es suficiente aceptar el salto.
Súbitamente dejar de ser, y nuevamente ser el mismo, con el mismo nombre, pero ser nuevo: Tu Mismo.

21—-Despertar.
Despierta. Estás adormecido por las distracciones cotidianas o semanales.
Por las palabras vanas.
Por el ruido.
Con tu cerebro iluminado comprenderás en un solo momento hacia dónde marcha el hombre viejo.
Con esa misma luz verás la urgente necesidad de dar un vuelco a tus palabras y tus acciones de cada instante. Sin duda hallarás también la fuerza serena, sin espantarte, para que tu transformación sea estable.
No dejarás dentro tuyo ningún eslabón de la cadena del pasado, ni tu patria, ni tu nombre si es necesario, para terminar con los cercos y las bombas y la persuasión para la muerte.
Forjarás a tu alrededor, poco a poco, al mundo nuevo, el que se construye a cada momento y que quizás no se vea nunca, lleno de Vida; al lado del hombre viejo, y aún sin su ayuda, porque tu nueva luz te ha hecho tan Fuerte que nunca más podrás creer que naciste débil y que no podrías hacer el cielo en la tierra.
No esperes a que comience tu hermano, tu esposa, tu compañero, tu hijo, tu maestro o tu vecino.
Piénsalo tú.
Háblalo tú.
Hazlo tú mismo. Es urgente que renazcan en ti mismo a cada instante los hombres nuevos de toda la historia.
Es urgente que mates oportunamente todos los hombres viejos que surgen sorpresivamente desde lo íntimo de tu propio ser.

22—-El comienzo y el final.
Difunde estas palabras dictadas por la Luz interior. Multiplícalas por sus mismos sones. Comienza a hacerlo. Dilas de nuevo con su mismo sentido en tu propio lenguaje. Aún en silencio.
Termina con las frases dichas sólo para llenar minutos. Termina con las frases pensadas sólo para llenar tus pensamientos.
En el silencio de tu mente, hablará la Luz.
Termina con los actos estereotipados o automáticos.
Estas palabras no son consejos ni dictan reglas. Te dejan totalmente libre para que con tu propia atención descubras toda la verdad que te rodea y que desprecias sin saberlo.
Comprende simplemente que estás semidormido, y ese será el comienzo y el final del despertar. Date cuenta de lo que haces, aunque lo consideres pequeñeces.
Date cuenta laxamente. A cada momento.
Ya mismo.

23—-Basta con eso.
Necesitas la fortaleza, la firmeza y la flexibilidad, pero no para soportar mejor esta situación de comodidad golosa, de ajetreo absurdo, de ruido, de conversaciones insignificantes, de competitividad aplastante.
La fortaleza utilizada para tu adaptación, ya cumplió su cometido: ha producido al hombre viejo.
Míralo con los ojos iluminados por la atención serena. Basta con eso.
Escúchalo atentamente: basta con eso para develar el nuevo sentido que tiene tu firmeza.
Despojarte.
Abandonarte.
Saltar.
Zambullirte en el silencio sin tenerte piedad. Dar un gran vuelco a tu pensamiento y actividades comunes de cada momento.
Empezar de nuevo.
Salir de los escombros del pasado hacia la luz menospreciada del presente es flexibilidad.
Basta con eso.

24—-El umbral.
Te dicen para qué sirves, para qué estás en el mundo, qué debes hacer, y cómo debes gozar.
Pero eso debe ser pensado y decidido sólo por ti mismo.
Puedes hacerlo. No temas. Rompe con los carteles, los afiches, los consejos, la radio, los diarios, la televisión, y con cualquier cosa que te diga lo que hacen las demás personas, (chismes y noticias) y lo que debes hacer o como comportarte en diversas situaciones (consejos, propagandas, etc.).
Rompe con el ruido. Destruye los límites del espacio y del tiempo. Del tiempo mental más que el del reloj. No te entrometas en la vida ajena, que es toda la vida que late fuera de tu piel.
Impide laxamente que se entrometan en tu propia vida.
Eres libre. Vive tu libertad lo más plenamente que puedas. La comunión es del hombre nuevo, el entrometimiento es del hombre viejo.
Deja vivir la libertad ajena. No aceptes argumentos viejos ni conceptos repetidos que pretenden suavizar esta verdad indiscutible y grande que sólo es el umbral del portal de la Luz.

25—-El cuerpo.
Has abandonado las cosas que interfieren en la actividad de tu cuerpo y de tu mente. Alcohol, tabaco y otras drogas, exceso de alimentos, charlas vanas, exceso de sonidos, y aquello que tú mismo descubriste. Pero esa es una parte muy pequeña del proceso de cambio. No te detengas en los esfuerzos que te exigen las pequeñas renuncias.
Que no haya esfuerzo, aflójate.
No te detengas en el primer pequeño paso, el de liberar tu cuerpo.
Hay un océano de luz que te espera.
Salta de tu oscuridad. Lánzate al vacío.

26—-Ejemplos.
No pidas ejemplos de hombres nuevos, porque todo ejemplo limita la verdad o la deforma. Podrás reconocer a los hombres nuevos que te rodean y aún a los que han muerto, cuando tú mismo lo seas.
Hoy.
Comprende en forma global. Abre tu mente, serena y valientemente a la luz. No aprecies tu pena. No la respetes. No vivas la vida de los otros. No vivas de segunda mano. Muere para los chismes.
Vive tu propia vida. Los ejemplos, no pueden ser más que viejos. El hombre nuevo de ayer, hoy es viejo, y su camino no es el tuyo. No puede existir un ejemplo que no sea del pasado, aún si surgió sólo de tu pensamiento.
Ignora los ejemplos.
No pidas nada, entrégate con tranquilidad. Piénsalo tu mismo. Hazlo tú mismo. Decide tú mismo.
Ahora.
Entenderás sin palabras.

27—-El baño:
El agua baña el cuerpo.
El silencio baña también. Tómate semanalmente ( si es posible diariamente) un baño de algunas horas de silencio. Totalmente solo y despojado. Sin libros, sin palabras, sin amigos, sin dinero, sin enemigos, sin trabajo, sin ocio, sin máquinas ni aparatos de especie alguna. Sin ruido interno, y de ser posible sin ruido externo.
Totalmente libre. Inúndate de silencio, los domingos desde el amanecer, o los miércoles al atardecer, o cuando quieras, tanto da.
Pero decídelo.
Toma ese baño que es tanto o más importante que el baño de agua.
Inúndate de silencio y luz.
Comprenderás tú mismo.

28—-No.
El hombre nuevo, no desea el cambio. Va más profundamente, lo realiza.
Dice que no sencilla y amablemente a todo aquello que lo rodea y que destruyó al hombre viejo. Sin reglas, sin buscar ejemplos, y sin darlos, realiza el cambio en sí mismo.
Súbitamente, como un destello, serenamente, hay una explosión silenciosa en la mente del hombre nuevo. Hay una flexible firmeza, y una paz y una alegría que han llegado sin haber sido buscadas entre las múltiples y torpes maneras que utiliza el hombre viejo.

29—-Acción.
No importa lo que hagas. Pero que te agrade.
En la misma rutina puede estar lo nuevo, si has dado la necesaria voltereta interior, el esencial salto mental.
Vive cada segundo intensamente, es decir con atención. Sin esfuerzo. Serenamente. No te aísles. Aproxímate a todos y acéptalos como son, pero tú permanece viviendo de la nueva manera hasta entre ellos. No temas ser diferente, no temas no ser igual.
No temas. Adelante. ¡ Salta!.

30—-Apego.
Te han herido. ¿Por qué te sientes herido?
No te han agradecido. ¿Por qué esperas agradecimiento?
Has fracasado. ¿ Por qué esperas siempre algún resultado por lo que haces? ¿Quizás porque no te agrada lo que haces en el momento mismo de realizarlo?.
No te apegues al trabajo. Acéptalo y goza con él, como un niño y su juguete.
No te aferres a las personas. Acéptalas y goza con ellas.
No te apegues a las ideas, no las aceptes. No las niegues.
Vuela muy alto por encima de ellas.

31—-La importancia de las cosas.
Todas las cosas tienen importancia, en función de volvernos concientes y despiertos. Y las cosas se viven solamente en el despertar. Si no despiertas totalmente, no podrás recordar siquiera tus sueños del dormir.
Todo aquello que te adormezca o distraiga de lo que acontece aquí y ahora ( y no sólo de lo que hagas acontecer) destruye lo más noble y sutil, lo más esencial del ser humano.
Todo problema que no sea abordado con laxitud y atención, trae consigo oscuridad, es decir la perpetuación del problema. No consientas con las discusiones, las conversaciones banales, los chismes, las burlas, las reuniones intelectuales.
La comprensión global hará que te des cuenta de realidades que al principio no podrás soportar, porque el corazón es más lento que el cerebro, porque has sido construido con mentiras y consejos, con información y opiniones, con chismes y noticias, con excitación y ruidos y porque no has crecido con cada verdad. Pero no cierres los ojos, espera laxamente que la Luz invada también el corazón.

32—-Confusión ,ignorancia, estupidez.
El hombre más confuso es capaz de tomar una actitud esclarecida : La Inacción.
El hombre más ignorante es capaz de manifestar las más sabias palabras y que mejor conoce: “No Sé”.
El hombre más estúpido deja de serlo cuando comprende las consecuencias de una Tontería.

33—-Después del comienzo.
Esta nueva acción total no va contigo, con esa parte tuya construida con información y opiniones. Buscas entonces alguna actividad fragmentaria para recomenzar el círculo del absurdo, de la nada oscura que te llama con inquietud y nostalgia desde tu propio ser.
Pero estás solemnemente despierto y ves la imposibilidad de retornar desde el todo a la parte.
Te hallas en un infierno de paz.
Ocultar una pena, sepultar un dolor con el sexo, con la acción social, con la bebida, con la llamada “religión”, con la llamada “política”, con cualquiera de las innumerables palas que usamos, es semejante a enterrar una semilla que inevitablemente estallará en cientos de raíces ocultas de nuevos dolores, de nuevas penas. Enfrenta el dolor, no lo respetes, que muera ahora cuando surge, porque con la primer palada de distracción o consuelo, no haces sino enriquecer su fertilidad. Destroza las semillas del dolor abordando la pena ahora mismo, con las armas más difíciles de forjar: la quietud y el silencio.
Tienes que enfrentar la esencia de tu problema. Aprender a arder con tu propia tranquilidad, a quemarte a cada segundo en el sagrado arte y la difícil ciencia de tu propio silencio, y aprender la inagotable lección de tu silencio.

34—-La herencia.
El hombre viejo no está satisfecho con el nuevo mundo.
El hombre nuevo sufre frente al hombre viejo. Pero ya no se trata de estar satisfecho ni de no sufrir. Tampoco se trata de estar satisfecho y/ o feliz. La cuestión trasciende todo límite.
Se trata de la muerte o de la vida del hombre. Se trata de continuar el camino del hombre viejo hacia la automatización, la rigidez y la prohibición, la mineralización, la inconciencia, el autoritarismo, las guerras periódicas, la enfermedad sicosomática y la muerte. O de regenerar la especie humana en uno mismo para que siga el sendero nuevo hacia la amistad, la flexibilidad y la comprensión, la conciencia, la cooperación voluntaria, la paz duradera, la salud total y la vida, Se trata de que mueran en ti todos los elementos del hombre viejo que has heredado en mente y en cuerpo. Identificar esos elementos viejos que se manifiestan a cada momento en tu ser, en actos, pensamientos y sobre todo en las palabras es la tarea más urgente que conviene emprender, percatándote además de la incongruencia del hombre viejo que favorece y justifica todas sus actitudes (autoritarismo, guerra, etc) en nombre de la “Nueva Humanidad”.
Cada palabra y hecho tuyos será un testamento, trata que no sea el mismo que nos legó el hombre viejo . Da el afecto, da el amor sin miedo y sin causa, con palabras (pocas), con hechos y con silencio. Da el amor sobre todo si no lo has recibido. Da el cariño, la amistad, el amor, la amabilidad, porque son el remedio principal, y sobre todo porque has heredado muy poco de ello. Lega el cariño y la amistad, porque no hay otros caminos ni métodos para llegar al camino luminoso del amor. El llega cuando uno mismo decide abrir lo ojos y caminar.
Destruye tu herencia de prohibiciones, y deje por herencia la libertad.
Sé libre: da libertad.
Así crecerá tu capacidad de identificar y escuchar a todos los hombres nuevos de todas las épocas, y de que todas sus verdades se hagan en ti una sola verdad,
Hoy y Aquí.

35—-El ser humano nuevo.
Puede ser hombre o mujer. Puede tener reloj. Puede no tenerlo, pero su mente se ha liberado del tiempo. Puede tener o no tener, pero se ha liberado de ambas cosas.
Puede vivir en cualquier país, pero no pertenece ni siquiera al mundo.
No prepara revoluciones grupales armadas. Realiza su única revolución en sí mismo, lo que es más valiente y mucho menos cómodo; es la única revolución directa, es una revolución de cada momento, en la calle, en la casa, en el trabajo y hasta en el mismo lecho de muerte, si lamentablemente no la ha comenzado antes.
No pide reglas, ni ejemplos, ni consejos.
Tampoco los da.
No busca la alegría, la vive sin esperarla.
No busca la serenidad, la vive sin esperarla.
No busca emociones, encuentra la maravilla de la vida a cada momento, en todo lugar. Su templo está dentro de su piel, y dentro del templo está aquello que ni él mismo por más que se esfuerce desmedidamente podrá expresar.
Es un gran político, construyendo sin descanso la nueva humanidad, la humanidad unida.
Su política es el gesto amigable sin hipocresía, su actitud de respeto y la profunda mirada, cada palabra, cada acción, a cada instante, en todo lugar. No comparte ningún tipo de discriminación entre los humanos. No busca seguridad, porque sin quererlo, en este momento la posee, y buscándola no la hallará.
Se aleja del ruido. Sabe que lo destruye, incluso “materialmente”u orgánicamente. Conoce su ritmo psicobiológico. Lo respeta, impide con tranquilidad que se altere, sabe que lo alteran fácilmente las conversaciones agitadas o insulsas, la televisión masificada, o la radio comercial-publicitaria, la competitividad, el consumismo, el análisis, la acumulación, la opinión, la interpretación y la condena.
Se acepta tal cual es. No desea cambiar, porque sabe que estando vivo y despierto, será distinto a cada instante.
No adquiere ni consume continuamente porque conoce sus necesidades físicas. Le basta con satisfacerlas, natural, tranquila y gozosamente.
Simplemente protege su vida. Incondicionalmente protege la vida.
Puede tener esposo o esposa. Puede no tener. En todos los casos es libre.
Y acepta la libertad del otro.
No tiene derechos ni deberes. Toda su acción surge espontáneamente de la total aceptación de la vida, es decir del amor. Sus relaciones son estables porque son sanas y sus relaciones en el amor, surgen de la total aceptación no deliberada.
No puede concebir que las relaciones del amor tengan un final, porque conoce el amor, ni que existan relaciones que persistan solamente por el deber y el derecho, la culpa o la responsabilidad.
Jamás espera que sea otro quien salte antes. Salta él sin desear ser el primero que lo hace.
No interrumpe su despertar ni siquiera cuando duerme.
El Ser Humano Nuevo, está solo y lo sabe.
Solo aún en la multitud.
Solo en la vida y en la muerte, y sabe también que su destino es el destino de todos. Por eso comprende que con su propia libertad real y con su propia regeneración, recién ha comenzado a regenerarse y liberarse la humanidad entera.

Quien tenga ojos para ver, que vea.
Quien tenga oídos para oír que escuche.

Si crees en esta posibilidad, transmite este mensaje a otros.
Puede haber alguien que vislumbra pero no llega a ver, y esto ayuda.

FIN

*    *    *

Este libro fue digitalizado para distribución libre y gratuita a través de la red
Revisión y re edición Electrónica de Hernán.
Rosario – Argentina
12 de Diciembre 2002 – 11:17

Sé impecable con tus palabras

Sé impecable con tus palabras

Las palabras son la herramienta más poderosa que tiene como ser humano,
el
instrumento de la magia. Pero son como una espada de doble filo: Pueden
crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea.

Uno de los filos es el uso erróneo de las palabras, que crean un
infierno en
vida.

El otro es la impecabilidad de las palabras, qué sólo engendrará
belleza,
amor…

Según cómo las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán
aún más
de lo que te imaginas. Toda la magia que posees se basa en tus
palabras. Son
pura magia y si las utilizas mal, se convierten en magia negra.

Esta magia es tan poderosa, que una sola palabra puede cambiar una vida
o
destruir millones de personas. Hace años, en Alemania, mediante el uso
de
las palabras, un hombre manipuló a un país entero de gente muy
inteligente.
Los llevo a una guerra mundial sólo con el poder de sus palabras.

Convenció a otros para que cometieran los más atroces actos de
violencia.

Activó el miedo de la gente y, de pronto, como una gran explosión,
empezaron
las matanzas y el mundo estalló en guerra.

Tú plantas una semilla, un pensamiento, y éste crece. Las palabras son
como
semillas ¡y la mente humana es muy fértil!

Fíjate en el ejemplo de Hitler: Sembró todas aquellas semillas de
miedo, que
crecieron muy fuertes y consiguieron una extraordinaria destrucción
masiva.

Debemos comprender cuál es el poder que emana de nuestra boca.

Una palabra es como un hechizo, y los humanos utilizamos las palabras
como
magos de magia negra, hechizándonos los unos a los otros
imprudentemente.

Todo ser humano es un mago y, por medio de las palabras, puede hechizar
a
alguien o liberarlo de un hechizo.
Continuamente estamos lanzando hechizos con nuestras opiniones. Por
ejemplo, me encuentro con un amigo y le doy una opinión que se me acaba
de
ocurrir.

Le digo: “!Mmmm! Veo en tu cara el color de los que acaban teniendo
cáncer”.
Si escucha estas palabras y está de acuerdo, desarrollará un cáncer en
menos
de un año. Ese es el poder de las palabras.

Las palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y
cambian,
para bien o para mal, nuestras creencias.

SER IMPECABLE CON TUS PALABRAS ES NO UTILIZARLAS CONTRA TI MISMO. Si te
veo
en la calle y te llamo estúpido, puede parecer que utilizo esa palabra
contra ti, pero en realidad la utilizo contra mí mismo, porque tú me
odiarás
por ello y tu odio no será bueno para mí.

Si te amo tú me amarás, si te doy odio tú me odiarás. Acción y
reacción. Si
siento gratitud por ti, tú la sentirás por mí. Si soy egoísta contigo
tú lo
serás conmigo.

Ser impecable con tus palabras significa utilizar tu energía
correctamente,
en la dirección de la verdad y el amor por ti mismo.
Si llegas a un acuerdo contigo para ser impecable con tus palabras, eso
bastará para que la verdad se manifieste a través de ti y limpie todo
el
veneno emocional que hay en tu interior.

Pero llegar a este acuerdo es difícil porque hemos aprendido a hacer
precisamente todo lo contrario.

Hemos aprendido a hacer de la mentira un hábito al comunicarnos con los
demás y, aún más importante, al hablar con nosotros mismos. No somos
impecables con nuestras palabras.

MUCHAS VECES USAMOS LAS PALABRAS PARA MALDECIR, PARA CULPAR, PARA
REPROCHAR,
PARA DESTRUIR. EN GENERAL, UTILIZAMOS LAS PALABRAS PARA PROPAGAR
NUESTRO
VENENO PERSONAL: PARA EXPRESAR RABIA, CELOS, ENVIDIA Y ODIO.

Con el uso erróneo de las palabras, nos perjudicamos los unos a los
otros y
nos mantenemos mutuamente en estado de miedo y duda.

Los chismes son magia negra de la peor clase, porque son puro veneno.

Aprendimos a contar chismes por acuerdo.

Contar chismes se ha convertido en la principal forma de comunicación
en la
sociedad humana.

El chismorreo es comparable a un virus informático. Pero con
unaintención
dañina. Uno ni se percata de ello pero es mucho el daño que hace.

Si eres impecables con tus palabras verás cuantos cambios ocurren en tu
vida. En primer lugar, cambios en tu manera de tratarte y en tu forma
de
tratar a otras personas, especialmente a aquellas a las que más
quieres.

La impecabilidad en tus palabras también te proporcionara inmunidad
frente a
cualquier persona que te lance un hechizo.

Solamente recibirás una idea negativa si tu mente es un campo fértil
para
ella.

TÚ DECIDES SI LLEGAS O NO A ESTABLECER UN ACUERDO CONTIGO MISMO: SOY
IMPECABLE CON MIS PALABRAS.

ESTE ES EL PRIMER ACUERDO AL QUE DEBES LLEGAR SI
QUIERES SER LIBRE, SER FELIZ Y TRASCENDER EL NIVEL DE EXISTENCIA DEL
INFIERNO.

Del libro: Los Cuatro Acuerdos Toltecas de Miguel Ruiz

(Que no me guste leer a Miguel Ruiz por ser el nagual de cabecera de los yetis no significa que escriba luego cosas interesantes).
Lo de ser inpecable con las palabras suele ser uno de los elementos de fuerza dentro del chamanismo cuando se desea llamar a los abuelos y a los ancestros.

Cuentan que…-1132

Cuentan que Buda se negaba resueltemente a hablar de Dios.
Probablemente sabia de los peligros de hacer mapas para expertos en potencia.

Que una creencia religiosa es como un poste indicador que señala el camino hacia la verdad.Perolas personas que se obstinan en adherirse al indicador se ven impedidas de avanzar hacia la Verdad, porque tienen la falsa sensación de que ya la poseen.

Cuando la realidad choca contra una creencia rigidamente afirmada, la que sale perdiendo es la realidad.

No hay nada para lo cual el creyente inflexible encuentre explicacion.

teorias cientificas y escritos para el conocimiento del suelo

Teorías Físicas

Eduardo Casar

1

La piedra es dura por lo que dura, no por lo más apretado o más flojo de sus tejidos moleculares. Por otra parte, es frágil, ya que puede romper una cabeza y lo que puede romper, por corresponsabilidad, puede ser roto, porque causa y efecto se confunden y el amo no sobrevive sin esclavo.

El mar es más piedra que la piedra, porque dura más.

2

Hablando del mar, a éste lo que lo ablanda y lo retuerce no es la atracción lunar (que ni se sabe) sino la sal, que sí sabe y sabe precisamente salada. Cual infinito tlaconete azul, al mar lo encrespa su propia sal, que lo hace, como dice el prefijo, querer salirse de sí mismo. Como los perros grises que se frotan las orejas contra los sillones cafés o como los bebés a los que les molestan las encías cuando les están saliendo los dientes, el mar, cuando se está saliendo de sí mismo, también se frota los bordes contra las playas. Y a esa cosa espiral y espumosa se le llama el oleaje

3

El fuego quema porque es una prisa anaranjada, contenida y de superficie muy pero muy pareja, sin porosidades, aunque tiende a manifestarse en picos. Hay fuegos, o partes de fuegos de otros colores, pero son menos calientes, lo cual es difícil de probar porque si pocos se atreven a poner la mano en el fuego por un amigo, cuántos menos lo harán por comprobar teorías. Hacen bien

El fuego quema más las cosas separadas que las juntas, más una canasta que un bloque de mármol. Para quemar un bloque de mármol se necesita paciencia y, siendo el fuego una prisa anaranjada, no tiene paciencia y mejor se va y no lo quema

4

Las piedras no son otra cosa, algo distinto de nosotros; no son de otro reino, como dirían los nobles. Son como nosotros, sólo que han aprendido a meditar. Meditar es concentrarse en distraerse. Su mente está completamente en blanco. Y es por eso que duran más. Son más sabias

Nosotros pasaremos. Y pasarán los hijos de nuestras hijas y las piedras permanecerán, tal vez, acaso, un poco más pulidas por afuera. Si a una piedra, de pronto, se le cuela un pensamiento, algo se desmorona en su compacto interior oscuro. Una milésima de sílice se le vuelve carbono. Algo que parecía imposible -quebrar un punto- le sucede. Un gesto microscópico, un insólito mohín de flexibilidad: la perdición. Porque ha entrado el tiempo desde el durísimo interior del cráneo

5

Originalmente los focos eran planos, como son ahora los espejos. Lo que pasa es que de tanto estar colgados de los techos, por su propio peso se van como quien dice liquidando, por lo que adquieren forma de gota. Claro que los de las lámparas de pie o los de algunas de escritorio tampoco se han quedado planos, pero en este caso no es el peso sino la presión de la electricidad que viene de los cables la que les da esa forma, parecida a la de las últimas burbujas que salen de la boca o la nariz de los muertos que quedan bocarriba

Y ya que lo hemos mencionado al principio, hay que aclarar que los espejos originales eran cóncavos: la gente entraba en ellos para verse y en realidad se veía, pero era porque, por ser tan estrecha la forma semicircular del espejo, la gente se topaba de frente consigo misma, no con su reflejo. Obviamente que el desgaste producido por tanta gente metiéndose fue erosionando la forma de los espejos hasta hacerlos planos y, como la misma erosión les iba puliendo la superficie, la gente se seguía viendo pero ahora sí era un reflejo lo que veía. Esto último lo demuestra el hecho de que uno se rasura y en el espejo queda lisito, pero si se toca la propia cara pica más que si se la toca a su reflejo

Escritos para el

conocimiento del suelo

Manoel de Barros

        DECLARACION

        Los INSECTOS NECESITAN más de 100 años para convertirse en hoja.
        En 1.000 años de escoria una lata cría pelos y hasta reza.
        La corriente de los ríos necesita casi 100 años para volverse murmullo.
        En 130 años un hombre se hace árbol. (Algunos, serpiente).
        En guijarral de color seco, casi sin ropa se posan las estrellas.
        Las mariposas que se posan en hueso de cerdo prefieren colores errados.
        En menos de 6 meses los mosquitos completan su eternidad.
        Un árbol enfermo en menos de 30 años pierde el contorno de las hojas.

        La araña con ojo de estambre en el lodo se despiedra.
        Cuando llueve en los brazos de la hormiga disminuye el horizonte.
        Los cardos que viven en los pedregales tienen la misma sintaxis que los
        escorpiones de arena.
        La rana, cuando llueve, tiñe de azul su croar.
        Los lagartos dan piernas a las rocas de preferencia en invierno.
        El vuelo del yabirú tiene más cuerpo que el vuelo de las horas.
        El escarabajo sólo recurre a bebedizos si encuentra a su hembra vagando
        entre escorias
        A 15 metros del arco iris el sol es oloroso.
        Los caracoles no gastan saliva en vidrios; pero en los pantanos se incrustan
        hasta el latido.
        En las brisas viene siempre un silencio de garzas.
        De cada 20 iguanas debilitadas por estrellas, 15 pierden el rumbo de las
        grutas.
        Todas estas informaciones tienen un soberbio desinterés científico: como
        andar de espaldas.

        TORDO CON TINIEBLAS

        Errante en mi pantano, doy con un tacuaral de pájaros
        Un hombre que estudiaba hormigas y tendía a piedras, me dijo en el
        ULTIMO DOMICILIO CONOCIDO:
        Sólo me preocupo de las cosas inútiles
        Su lengua era un depósito de sombras retorcidas, con versos cubiertos de
        hiedra y acequias que abrían alas sobre nosotros
        El hombre estaba parado mil años en ese lugar sin orejas
        La mariposa muere verde en su ojo sucio de piedra.
        El sapo es muy equilibrado por los árboles.
        Duerme ante pólenes y florece en los detritos.
        Palpa bulbos con sus dorados ojos.
        Come huevo de relente. Sabe que la luna
        Tiene gusto a luciérnaga para las margaritas.
        Precisa muy a menudo
        pasear en el suelo. Aprende antro y estrellas.
        (¡Tiene días el sapo de andar estrellamente!)
        Las moscas son muy dominadas por él.
        En su cuero la mañana es sanguínea.
        Espera a las falenas sostenido en tallos de piedra.
        Escombroso es su atardecer.
        Tiene celos verdeantes en su estancamiento.
        En el pico la memoria de un pez.
        De barro cría raíces y traga hebras de sol.
        Depende la criatura para su grandeza de una infínita deserción.
        ¡La gente es cría de frases!
        Escribir está lleno de corteza y de perla.
        Ay desde gema soy heces.
        ¡La alegría es recoger caracoles en las paredes plagadas!
        Algo que no tiene nombre que lo explique
        Como la luz que vegeta en la ropa del pájaro.
        En el suelo, entre raíces de insecto, pondera y escarba el tordo.
        Es un tordo de descampado.
        Hasta junto a una casa, en la podredumbre de las vigas, va
        a recoger grillos gordos.
        Al remover las sobras adquiere experiencia de residuo.
        ¡Tiene una dimensión fuera de pájaro!
        Tal vez un desvío de poeta en la voz.
        Influye en la dulzura de su canto el gusto que saca de ser
        una pequeña cosa infinita del suelo.
        En las rendijas de lo insignificante busca granos de sol.
        A esa vida en larvas que late bajo los árboles el tordo se entrega.
        ¡Aquí se abren corolas de ranas!
        Aquí se pudren los vuelos.
        Su pequeña voz se humedece de ínfimos adornos.
        ¡Su canto es el propio sol tocado en la flauta!
        Sirve de abrigo a los regueros.
        Del barranco una rana le atarda los ojos.
        Ese ser construye el entusiasmo.
        Es intenso y gárrulo: como quien viese la orla verde de las horas.
        Intransitable y ardiente es lo que el tordo no dice.
        Y tiene espesura de amor.
        El suelo engendra
        desde el mar
        el suelo engendra para el mar
        el suelo
        engendra con el mar
        El suelo pare al árbol
        pare al pájaro
        pare a
        la rana —el suelo
        pare con la rana
        desde ranas pare
        y desde pájaros
        pare el suelo
        desde el mar.
        El suelo cunde en el hombre
        en el ojo
        del pájaro cunde
        en las piernas
        del lagarto (1)
        y en la piedra.
        En la piedra
        el hombre nace
        cimbreante.
        Cimbrear
        sale de lagarto
        y no llega a pájaro.
        Cimbrear
        conviene a rana
        y caracol (2)
        Cimbrear
        se niega en mariposa
        y se estira
        hasta el árbol.
        Cimbrear
        se estira
        hasta el hombre.
        El hombre se arrastra
        como árbol.
        El hombre se desliza
        como caracol
        por los vergeles
        de la pared.
        El hombre se arrastra
        como ostra
        por las paredes
        del mar.
        El hombre (3)
        es recogido entre des
        trozos de ostras
        trazos de pájaros
        sordos
        comidos de mar.
        El hombre
        se incrusta como árbol
        en la piedra
        del mar.

        1 EL LAGARTO: El lagarto / puede ser encontrado en lugares anegadizos /
        en las planicies resecas / en las sociedades en comandita / en los concheros:
        al lado de las playas sin dueño estudiando / conchas muertas; / en las
        marchas a favor de la familia y de la patria / y / según narra la historia /
        uno de esos animales fue palpado por el siervo Job / sobre un montón de
        piedras / cuando éste raspaba con un trozo de tejas / la podredumbre que
        Dios le diera. / El lagarto / es muy común también / en las regiones
        descaecidas / arrastrándose por sobre paredes del mar como la ostra / y su
        fruta mojada / Parece que la lagarta grávida se inviste con las funciones de
        una piedra seca / pasando septiembre / y / sintiendo precisión de sombras
        para su desmusgo / se recuesta en una peña húmeda / y allí desova / quién
        sabe qué. / Puede aun el lagarto / ser visto tomando sol / en las playas /
        con sus ojillos fijos / masticando una flor…

        2 EL CARACOL: ¿Qué es un caracol? Un caracol es: / que uno pondere / con los
        bolsillos llenos de bramante cadenas de latón / picaportes gramófonos / etc.
        / Un caracol es que uno sea: / amando lo escurridizo / y durmiendo en las
        piedras. Es: / que uno conozca el suelo por haber visto una babosa / en la
        pared / y por seguirla una día entero arrastrando / en la piedra / su colita
        húmeda / y meada. / Otra de caracol: / es dentro de casa consumir libros
        cuadernos y / quedarse quieto ante una cosa / hasta serla. / Sería: / un
        hombre después de atravesado por vientos y ríos turbios / reposa en la arena
        para llorar su vacío. / Sería también: / comprender el andar liso de las
        lombrices bajo tierra / y escuchar como los grillos / por las piernas. /
        ¡Las personas que conocen el suelo con la boca, una forma de buscarse, se
        mueven como caracoles! / El caracol por fin: /tiene madre de agua / abuela
        de fuego / y el pájaro en él se ensuciará. / ¡Arrastrará una fiera hasta su
        cuarto / usará sombreros de tacón alto / y ha de ser estiércol a sus
        expensas!

        3 NUESTRO HOMBRE: …Como Akaki Akakievitche, que sólo amaba a su capote,
        ¡Él, piedra, talla su continencia! Conoce el canto del mar grueso de
        pájaros, la fiebre que arde en la boca de la ostra y la marca del lagarto
        en la arena. Ese hombre es materia de caramujo.

        CAMINATA

        Yo venía aquella tarde por la tierra fría de sapos…
        El azul de las piedras tenía cauda y canto.
        Desde un sarandí espiaba un pájaro el verano.
        Los caracoles al sol paseaban de chaqueta rosa.
        Crespas crecían las manos hacia el agua de la isla.
        De mí fueron brotando rosales salvajes.
        Con las crines en fuga rondaban los caballos
        embistiendo relentes aún en carne viva.
        De mi rostro fluían arroyos…
        Limpiando de limo la casa de los vientos mi voz en el aire pisaba…

        Traducción de Mario Merlino

        ***

        AGROCAUCE

        …donde pululan rudimentos de animales y plantas subyace un erotismo creador
        genésico.

        M. Cavalcanti Proença

        A veces, en las proximidades de los pantanos resecos, se encuentran rayas
        enterradas. Cuando las aguas se reducen en los pantanos, la raya escoge una
        tierra propicia, se posa en ella como un disco, abre con sus aletas una
        cama, hace almo suelo por debajo, y se entierra. Allí va a pasar el período
        de la sequía. Parece una rueda de carreta entornada. Al poco, bajo sus alas,
        late un agrocauce de gusanos,escribanos del agua y muchas especies de
        insectos y parásitos, que abordan el terreno como un vientre.

        Allí, por debajo de la raya, se instaura una química de pantano. Un útero
        vegetal, insectal, natural. El trueque de linfas, de reuma, de rumia que
        allí se instaura, es como un gran tumor que late.

        Se hace debajo de la raya la miniatura de un pantano. La vida que germinaba
        en el pantano se traslada al gran vientre preparado por la matrona raya. ¡Es
        el propio cuajarón de los escarabajos!

        Pienso en el trueque de favores que se entabla; en el mutualismo; en el
        amparo que se dan las especies. En las descargas de ayudas; en el equilibrio
        que allí se completa entre los rasguños de vida de los seres minúsculos.
        Entre los cuerpos truncados. Las telas aún sin araña. Los ojos sin luz
        todavía. Las plumas sin movimiento. Los remiendos de vermes. Los bulbos de
        serpientes. Arquetipos de carcomas.

        Pienso en los embriones de los actos. Una boca disforme de escarabajuelo que
        comienza a querer pegarse a las cosas. Rudimentos romos de un gajo de árbol.
        Los indicios de ínfimas sociedades. Los ligamentos primordiales entre
        paredes y babosas. También los gérmenes de las primeras ideas de convivencia
        entre piedras y lagartos. El embrión de una anguila sin estambres, que
        reniega de sus aletas. Antepasados de anturios (4) y mariposas que buscan
        una franja de sol.

        Pienso en un comercio de rizos y de aletas, de jugos de semen y de polen, de
        mudas de escamas, de pus y de semillas. Un comercio de celos y cantos
        virtuales; de muermos y de liendres; de olor de anuros y de ríos cortados.
        Comercio de pequeñas ranas y sus cricas redondas. Inacabados orificios de
        tenias implumes. Un comercio cheposo de milpiés y de polillas; de hojas
        recogidas por hormigas; de hongos oreja-de-palo aún en larva. Comercio de
        hermafroditas de instintos adhesivos. Las venas rasgadas de un oscuro
        escarabajo. El sapo que repudia su cola infame. Un comercio de anillos de
        escorpiones y simientes de pez.

        Y al cabo de tres meses de trueques e infusiones, la lluvia comienza a
        bajar. Y la raya va a levantarse. Su cuerpo ha dado sangre y ha bebido. En
        la carne sigue incrustado el hedor de una garrapata. De nuevo camina hacia
        los pantanos repletos. Girinos negros con rabitos y ojos de feto huyeron del
        gran útero, y ya hierven ahora en las aguas de las lluvias.
        Es la pura inauguración de otro universo. Que va a corromper, irrumpir,
        irrigar, restaurar la naturaleza.
        ¡Una fiesta de insectos y aves en el pantano!

        4 Del griego: anthos: flor y orrá: cola. Nombre de una familia de plantas
        ornamentales. (N. del T.)

muerte y vida

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301 (Mensaje original) Enviado: 01/05/2005 12:29
No puedes ser asustado po lo desconocido porque no sabes que es ello al grado que no hay nada en lo desconocido para ser asustado. La muerte es una palabra, y es la palabra, la imagen, que crea miedo. ¿Puedes mirar a la muerte sin la imagen de la muerte? Mientras la imagen existe también existen pensamientos, y es del pensamiento de donde se crea siempre el miedo. Después uno racionaliza su miedo de la muerte y construye una resistencia contra lo inevitable o se inventa una creencia innumerable para proteger contra el miedo de la muerte. Por lo tanto hay un boquete entre uno mismo y la cosa de quien estas asustado. En este intervalo del tiempo-espacio debe haber el conflicto que es el miedo, la ansiedad y uno mismo y su autocompasion. El pensamiento, que crea el miedo de la muerte, dice: “vamos posponerlo, vamos evitarlo, lo vamos a guardar ausente y tan lejano como sea posible, no pensemos en él” – pero uno está pensando en él.
Cuando uno dice, ‘ no pensaré en él ‘, se ha pensado y en el como evitarlo. Le asusta la muerte porque la has pospuesto.
Hemos separado la vida de morir, y el intervalo entre la vida y morir es miedo. Ese intervalo, es a su vez, creado por el miedo. El vivir es nuestra tortura diaria, insulto diario, dolor y confusión, con la abertura ocasional de los mares encantados de la ventana como un excedente. Eso es lo que llamamos la vida, y estamos asustados de morir, que es un extremo de esta miseria. Nos aferraríamos algo en contra de lo que sabemos que es lo desconocido – sabemos sobre nuestra casa, nuestros muebles, nuestra familia, nuestro carácter, nuestro trabajo, nuestro conocimiento, nuestra fama, nuestra soledad, nuestros dioses que poca cosa se mueve todo ello a nuestro alrededor, el cual es incesantemente dentro de sí mismo con su propio patrón limitado de existencia.

Pensamos que el vivir está siempre en el presente y que el morir es algo que nos aguarda en un rato distante. Pero nunca hemos preguntado si esta batalla de la vida diaria está viviendo en todos. Deseamos saber la verdad sobre la reencarnación, deseamos la prueba de la supervivencia del alma, escuchamos la palabra de los clarividentes y las conclusiones de la investigación psicologica, pero nunca pedimos, nunca , cómo vivir – vivir con placer, con el encantamiento, con belleza cada día. Hemos aceptado la vida como está con toda su agonía y desesperación y que ponemos en ella, y pensamos en la muerte como algo que debe ser ser evitado cuidadosamente. Pero la muerte es extraordinaria como la vida que sabemos vivir. No puedes vivir sin morir. No puedes vivir si no mueres psicologicamente cada minuto. Esto no es una paradoja intelectual. Para vivir totalmente, enteramente, cada día como si fuera un dia nuevo, allí debes morir a todo lo de ayer, si no vives lo que haces es vivir mecánicamente, y una mente mecánica puede nunca saber cuáles es el amor o es qué libertad.

Asustan a la mayoría de nosotros el morir porque no sabemos lo que significa vivir. No sabemos vivir, por lo tanto no sabemos morir. Nos asustan en la viday nos asustarán tambien en la muerte. No asustan al hombre que no se asusta de la vida, y este ser totalmente inseguro para entiende que todo es interno, no hay psicologicamente seguridad. Cuando no hay seguridad hay un movimiento sin fin y entonces la vida y la muerte son igual. No se asusta el hombre que vive sin el conflicto, que vive con belleza y amor, y con la muerte porque al amor está al morir.

Alquimistas

Todos los hombres, sean de la condición, raza, ó status que sean, llegan a preguntarse tarde o temprano ¿porqué? ¿qué  hago yo aquí? ¿el porqué de vivir?. Antes de hacerse estas preguntas, ha vivido según lo que le han ido marcando, siguiendo los impulsos de su naturaleza y acomodándose más o menos en lo posible al entorno que le rodea.

Pero hay un momento que esto no le basta, su intelecto o inteligencia no comprende toda la fenomenología que le rodea, y por otro lado ese intelecto, se niega a reconocer algo que esta por encima de el, y claro está, entre que no es capaz de descifrar y resolver los problemas que le aquejan y el no ir más allá de lo que cree estar convencido, se debate en un maremagnum de pensamientos, y lo único que consigue es vivir en una realidad ilusoria que lejos de resolver sus inquietudes, lo mantienen en un mar de dudas e incertidumbres.

  Pero tarde o temprano es seguro que algo dentro de el le obliga, le empuja a buscar respuestas a esas incógnitas que le aquejan. Unos se refugian en la religión, otros en cualquiera de los quehaceres de este mundo, dándole a su vida el sentido de los ideales aceptados. Pero hay algunos que no se conforman con esto, y como ven que lo que tienen fuera y a su alrededor no les convence, terminan por buscar las respuestas del mismo sitio de donde surgen las preguntas, esto es, dentro de si mismo.

  Cuando esto lo hace de forma consciente, deja de ser hombre para convertirse en mago, en alquimista de su propia esencia. El mago o alquimista vulgar, busca el transformar su entorno para su propio beneficio, y claro la piedra filosofal no le aparece por ningún lado, y sin dicha piedra de toque no puede convertir el plomo en oro, normalmente esta abocado al fracaso.

El verdadero Mago o Alquimista, lo que necesita para sus fines, lo busca dentro de el mismo, y al no ser ambicioso en sus pretensiones con poca cosa empieza a trabajar, consiguiendo sin embargo óptimos resultados.

  Empieza por conocerte a si mismo, y conociéndote sabras lo que quieres cambiar dentro de ti y como cambiarlo.

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