Busquedas

Hay momentos en los que de pronto la busqueda se torna ambigua, inutil e infructuosa. Parece que no hemos avanzado nada. Estamos totalmente en el extremo opuesto al que buscamos llegar.
Lo que hay que recordar es el porque entramos a ojos abiertos. Solo puedo hablar por mi.
En realidad entre a este lugar por ego. Buscando desarrollar algun poder y aprender nahuatl. El poder que buscaba desarrollar era proyectar energia con las manos, hacer un hadoken pues.
Posteriormente fue que Alfonso fuera mi maestro.
Desgraciadamente me he dado cuenta que este conocimiento no se puede dar de la forma mecanizada que conozco, llego, me siento, paso lista, escucho hablar a Alfonso, me deja tarea, ejercicios, estudio, memorizo un monton de cosas, y listo, a realizar el hadoken.
No no se trata de eso, se trata de dejar de ser del monton, dejar de estar en el rebaño, entender que nuestro sentimiento de libertad, no es mas que una ilusion, que hay que trascender mas alla.
¿Cómo lo vamos a lograr?, obviamente mediante una forma no onvencional, pero a la vez tradicional.
Asi de sencillo, y al mismo tiempo complicado.
Ahora bien, tengo que abrir mi tercer ojo, desdoblar mi cuerpo astral, o teletransportarme?, no lo se.
Lo mas seguro es que no, ya que si teniendo las habilidades normales, percibimos el mundo de manera erronea, ahora con habilidades un poco mas restringidas como va a ser nuestra percepcion?
Si no tengo las habilidades soy inferior?, si asi me gusta sentirme, adelante, me lastrare. Pero no hay que olvidar que una cosa se compensa con la otra.
Un ciego tiene un superoido, una persona falta de accion tiene clarividencia, y asi.
Asi que no desesperar, y seguir andando, finalmente las cosas que nos pasan es porque las buscamos y hasta fervientemente las deseamos.

El camino del conocimiento tiene que ser clandestino???

Publicado originalmente en Ojos Abiertos por Ariel:

Para aquellos que tratan de mantener los ojos abiertos –
http://www.angelfire.com/id/diogia/
>Una duda que tengo hace tiempo es la siguiente:
>Es correcto que un guerrero reconozca su actitud ante la gente o debe
permanecer oculto?
> .·.

Hace rato recibí un correo donde me dicen lo siguiente:

Con respecto a la diferencia entre Chamanismo y Nagualismo
pienso que te refieres a la zona de influencia de Mexico donde se dan
ciertas particularidades ,en la que el Chamanismo debido a la fuerza brutal
de la Evangelización Católica de los Españoles “pinches tirano” recibe un
choque adicional que le obliga a cambiar de octaba al Chamanismo ” que en
cierta medida era la religión del Imperio Inca” convirtiendose en Nagualismo
” que es obligado a entrar en la clandestinidad”, pasando de brujo “en
cierta medida un sacerdote”a Hombre de Conocimiento “un buscador de la
Verdad, o la Mentira”. Me gustaria saber que opinas de esto y la pregunta
seria :
¿El camino del conocimiento tiene que ser clandestino.?

Deseandote lo mejor y esperando que me conteste cuando tengas
tiempo me despido. luis genaro

La pregunta sería, ¿El camino del conocimiento tiene que ser clandestino?

Castaneda menciona repetidamente que un guerrero no se pone al frente de
nada, esto se refiere a que un guerrero solo se pone al frente cuando esta
en una batalla. La clandestinidad es necesaria hasta cierto punto, porque
hay labores que se hacen mejor en secreto, porque un guerrero trata de
HACER, y eso despierta tres cosas en las personas que no son guerreros:
Rencor, miedo, o codicia.

La clandestinidad, permanecer atrás es necesaria para poder ejercer presión
y como un símbolo. He hablado de los arquetipos, y el mejor que se me ocurre
para describir esto son los héroes de revistas y su identidad secreta.
Supermán necesita a Clark Kent. Si las personas supieran quien es, le
pedirian que hiciera cosas que los beneficien, podrían poner en peligro a
sus familiares, o demás. Por otra parte, contrataría alguien a Superman como
reportero, sabiendo que de repente va a salir volando? La clandestinidad es
necesaria por lo mismo para simplificar ciertos procesos, la interacción con
otras personas debe siempre regirse por lo que es correcto, porque de no ser
así no se pueden establecer los lazos correctos, sino solo los que genere la
codicia, el rencor, o el miedo. Al respecto sugiero leer una pagina que se
llama “hablar o no hablar”, y que se encuentra en
www.angelfire.com/id/diogia/hablar.html

Salto y precio

Salto y precio

El creer que la vida vale la pena de vivirse es algo de actitud y no de entrenamiento, digamos que los verdaderos guerreros son personas que por algún mecanismo interno, activan algo cuando se trata de arrojar la toalla.
Que existen dos mundos si, el mundo mágico y el mundo de todos los días, pero uno alimenta al otro. Uno de los atractivos de algunos libros de Castaneda era precisamente ese sentido de maravilla, pero como el mismo don Juan le dice en una de tantas, de que te sirve ver unas alas de mariposa alrededor de un capullo luminoso?
Hay algo aterrador que esta peor que cualquier película de terror, otros mundos. Pero no puedes caminar por ellos sin pagar un precio. En Castaneda tienen que ir a Rescatarlo del mundo de Arena, y en el mundo de los exploradores, conocer los secretos de ese mundo exige un precio.
Hay técnicas para conocer esos mundos, … pero… si la mayoría de las personas no están dispuestas a conocer este mundo, y buscan un refugio en el mundo mágico, serán destruidas en ambos. Solo puedes desconectar el primer anillo de poder sin peligro, cuando has conseguido la impecabilidad.
Sobre el caso especifico de las transformaciones, no hay marcha atrás. Creo que incluso algo se menciona en el primer libro, las enseñanzas de Don Juan.
Digo que no hay marcha atrás porque hay un momento en que tratar de actuar de modo diferente te mataría, y pasar cierto limite de gasto de energía te impide regresar. Por otra parte, cuando haces un cambio de “mundo” (no confundir con el movimiento del punto de encaje) gastas una cantidad de energía tremenda… y puede ser que ese otro mundo para ti sea mejor, o mas hermoso, pero el compromiso es el que determina lo que debes hacer, no tu preferencia.
Un ejemplo que se oye muy brusco, es que para evitar que la fuerza rodante te destruya, tienes que ponerte tu solo ciertos limites. Y cuando los pasas no hay regreso. Para bien y para mal, porque hacernos responsables de nuestras decisiones es estar dispuesto a morir por ellas.
En 1995 en defensa propia me vi obligado a matar en defensa propia a una persona, usando todas mis reservas de energía porque en ese momento estaba desangrándome; en ese estado intermedio entre hombre y bestia, hubiera sido mucho mas cómodo hacerlo con otras personas mas que estaban ahí, y habían contribuido a mis heridas y a las de una amiga, pero hacerlo por gusto, no por defensa propia, hubiera sido cruzar un limite.
Sobre saltar al precipicio, entras en un tema interesante. El precipicio es un símbolo de no poder dar marcha atrás. En el segundo anillo de poder, doña Soledad comenta que no siempre es tan simple como saltar el precipicio.
En el sitio comento que en el Nagualismo hay un cambio Brutal, que sucede un momento determinado. Y ese es el equivalente de saltar al precipicio; pero la persona siempre se da cuenta.
Ahora bien, para algunos brujos el salto al precipicio es un simbolo de renuncia al mundo, pero en lo que yo se, en el nucleo del entrenamiento, no se puede. Los que se retiran de este mundo, literal o figuradamente hablando, ya no tienen que ver con este mundo, y no puedes hacer eso si tienes un compromiso, un propósito.
Sin embargo, muchas personas vieron en Castaneda solo el pretexto para drogarse o verse “prendidos”, otros vieron la opcion a un mundo mejor, y otros ven el Nagualismo como una varita Magica que le va a dar sentido a sus vidas, pero no es nada de eso.
Creo que tratar de explicarte esto con palabras, de ese salto al precipicio, sería una perdida de tiempo, porque el “iniciado” o brujo que ya salto al precipicio o su equivalente, tiene un pie en cada mundo.
Ese miedo, esa serena confianza, ese saber que hay algo mas alla de toda lógica, que es , la locura, y sin embargo es la razón.
Mi salto personal al precipicio fue en 1988, en tres dias de diciembre, que me cambiaron completamente.
Sobe enseñanzas que se reactivan, si. Las enseñanzas del lado izquierdo se entienden cuando tienes la energia necesaria para entenderlas, para percibirlas, o para recordarlas. Modestia aparte, varios de la lista te pueden comentar de cosas que les dije hace años, y que entendieron apenas hace unos dias.
El entrenamiento que yo recibí se basa en la rama de los caballeros coyote; una orden de caballería por decirlo asi, pero no religiosa. Se basa en tecnicas para centrar la atención, y permitir el cambio de un mundo o forma de atencion a otra, en cuestión de segundos.
Aunque no es mi intención hacerlo, a veces me descuido y pego sustos tremendos, puedo comentarte del susto que le pegué a varios que estan aqui, simplemente por enlazarme por unos segundos a ese otro mundo, estando en este al mismo tiempo, porque se cruzan.
Desgraciadamente, ciertas cosas debes experimentarlas. Hablar de ellas no sirve.
Los aliados son algo real. El doble es algo real. Pero tienes que verlo, o que sentirlo. Aqui hay personas que han estado en AVP, o en ClearGreen. Y sin ejercicios estrafalarios ni sacarte dinero, puedes sentir algo mas, solo… con estar con los ojos abiertos. Las posibilidades imposibles son solo para aquellos que no quieren pagar el precio, que nunca es en dinero; Don Juan dice que aquel que no puede cambiar las circunstancias es solo un hombre vacio. El guerrero respalda las palabras con la conducta, en los dos mundos.
Hay cosas que deben pasar antes de poder pagar un precio.

1. Hay personas que te piden algo que es imposible pagar, porque ellos no lo han pagado. Los primeros requisitos en una escuela de conocimiento, suelen ser, la obediencia, porque a menos que el estudiante siga reglas determinadas, no hay disciplina, por lo mismo, debe haber disciplina.
2. Debe haber coherencia. Las acciones de un guerrero son simples, claras y fuertes. SI pasas por un lugar donde hacen curaciones, y de fondo la musica del titanic, no es coherente, al igual que en un lugar donde hagan limpias que hayan bebes de la familia de quien atiende. Este es un ejemplo muy tonto
Pagar el precio debe hacerse de manera que hagas algo constructivo. Quien te pida otra cosa, no es guerrero.

Debes buscar cuando te das cuenta que tu lugar no es ahi, debes pagar el precio cuando sabes que ahi es. Porque ese lugar es coherente, construye, y sigue las tecnicas nobles.
Asi de simple.

A los lectores

En días recientes algunas personas me solicitaron les enseñara a desarrollar sus poderes ocultos; así como mencioné que pasé por entrenamientos y ejercicios, algunas personas olvidan de manera completa lo mas obvio. El entrenamiento físico no sirve de nada cuando no se tiene una mente silenciosa.

Una persona a la que estimo a cada rato me decía ¿En qué piensas? Muchas veces no se debe pensar, para no entorpecer el ciclo natural de las cosas. El pensar continuamente nos hace olvidar otras cosas muy importantes, lo que nos dicen nuestros sentidos. Cada persona tiene por lo menos los cinco sentidos que conocemos, y otros naturales que no aceptamos. El famoso sexto sentido es real, y muy fácil de desarrollar, pero los otros sentidos que desconocemos son tan naturales que los damos por hechos, por ejemplo, el sentido del equilibrio.

Antes que podamos pasar a otra cosa, debemos aclarar un punto. No existe ningún sentido místico en el Nagualismo, debido a mi entrenamiento y conocimientos anteriores, a través de las técnicas del Nagualismo y sus conocimientos trato de mantenerme despierto y de no estar durmiendo mientras creo que vivo.

Por otra parte, es tiempo de explicar algo: Así como todos vamos en un momento u otro a tomar algún estudio, la capacitación en el uso de nuestros sentidos debe ser con disciplina y no a lo idiota. Antes de entrar en el estudio de las técnicas del Nagualismo, o de técnicas PSI, que no son lo mismo, es necesario recordar esto muy bien. Cualquier entrenamiento verdadero es doloroso y no es placentero, por lo menos al principio.

Las plantas de poder, hongos, yerbas, etc. , son solo medios. En momentos de mi vida tuve contacto con el peyote y un hongo que no describiré, pero realmente aunque el conocimiento que estos me mostraron fue importante, no es para nada lo básico del entrenamiento; por decirlo de algún modo, usados de manera adecuada los hongos pueden permitirnos simular por un corto período de tiempo los efectos de un tiempo continuado de austeridad; creo que el hecho de ser el Nagual en una época de corrupción y drogas, hacen que rechace quizá mas de lo necesario el uso de estos instrumentos de poder; aunque como he dicho ese conocimiento era importante, resultaba mas costoso el poder integrarme nuevamente a la realidad, lo que me llevó a rechazar de manera activa la introducción de todo tipo de sustancias ajenas al organismo.

Sin embargo los ejercicios que se realizan en el entrenamiento que recibí no son desordenados, hay una secuencia progresiva que algunos ya han experimentado en las primeras etapas. A grandes rasgos los primeros ejercicios son de concentración y dispersión, los siguientes tienen que ver con el autocontrol y disciplina, y después muchos otros que no señalaré aquí. También en un momento determinado, se realizan ejercicios para desarrollar los sentidos, hay ejercicios para el tacto, la vista, el oído, el equilibrio, el olfato, y otros que no podría describir.

A lo largo de los años he recibido muchas preguntas , y espero que este sitio esté respondiendo a sus inquietudes. Quiero responder por anticipado lo que constituye el tema central de la mayoría de las consultas SERIAS que se me hacen, esto es, la posibilidad de que envíe lecciones por correspondencia para poder profundizar en el estudio del Nagualismo o iniciarse en él, bajo el estudio de una dirección responsable. Al respecto debo aclarar que no existe la “iniciación por correspondencia”; aunque es posible aprender cosas de gran importancia, es un camino “fácil”, sin embargo existe la posibilidad de que los estudiantes por correspondencia pasen a la etapa del “camino difícil”, mediante un contacto personal conmigo o con otro de los Naguales que conozco.

Esto no significa, de ninguna manera, que un individuo no pueda, si es que es aceptado debidamente, ingresar directamente al “camino difícil”, o bien trabajar de inmediato en forma personal en la escuela , con lo que obtendrá por cierto un avance mas rápido y decisivo.

En nombre del corazón del lobo y de ustedes mismos, invito a todos aquellos cuya inquietud sea de una necesidad imperiosa, a trasladarse a México para unirse a esta disciplina. Sin embargo, para esto es necesario reunir algunas condiciones primordiales de tipo emocional, mental y material, lo “espiritual” no puede asentarse sobre lo “espiritual”, sino que debe, obligadamente, tener una base material. Es preciso antes que nada, efectuar un contacto por EMAIL o ICQ, haciendo la consulta pertinente a su posible entrenamiento, dando toda clase de datos sobre sí mismo. El postulante debe ser mayor de edad y poseedor de una buena cultura general ( el grado de estudios es completamente secundario ), no tener defectos físicos graves ni enfermedades incurables degenerativas ( cáncer, SIDA, etc ) Debe gozar de buena salud y equilibrio mental, y poseer los medios adecuados para su subsistencia económica, y hacerse completamente responsable de los trámites burocráticos que se requieran si se viene de otro país. Debe estar dispuesto a renunciar a todo aquello que pueda constituirse en una barrera para su evolución, y a abrazar el Nagualismo y su entrenamiento como un modo de vida; el camino del Nagualismo no puede dejarse a medias, pero aquellos que se lo ganen, serán expulsados/excluidos de todo contacto directo por los buscadores serios.

Resulta indispensable señalar que este no es un camino para los desesperados ( as ) de ninguna clase, salvo para aquellos que padecen de la angustia de la incomprensión y de la sed del espíritu. El postulante no debe tener problemas con la sociedad y su relación con la vida debe ser buena. Quien mantiene una mala relación con el mundo no puede destinar su tiempo o una parte de él a labores del espíritu.

Es mi deber advertir que muchos postulantes son rechazados por no reunir los requisitos necesarios, de manera que la simple solicitud de ingreso no indica de manera alguna la aceptación por nuestra parte.

Ruego a los interesados considerar que no se ofrecen cursos o seminarios, sino la introducción a un modo de vida diferente, y esto no es algo que se logre en una o dos semanas. En dos semanas pueden hacerse varias cosas, como tomar unas vacaciones en México, conocer algo del entrenamiento, pero solo son detalles.No Hay Cursos express.

Envío a todos los lectores mis mejores deseos de superación y evolución personal.

Alfonso Orozco – El Nagual.
Alfonso Orozco – Julio 1999
ICQ 41907900

Trampas en el camino: el miedo y la claridad

“Cuando me disponía a partir, decidí preguntarle una vez más por los enemigos de un hombre de conocimiento. Aduje que no podría regresar en algún tiempo y sería buena idea escribir lo que él dijese y meditar en ello mientras estaba fuera.
Titubeó un rato, pero luego comenzó a hablar.
-Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es deficiente; su intención es vaga. Espera recompensas que nunca llegarán, pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender.
‘Pero uno aprende así, poquito a poquito al comienzo, luego más y más. Y sus pensamientos se dan de topetazos y se hunden en la nada. Lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así se comienza a tener miedo. El conocimiento no es nunca lo que uno se espera. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimenta empieza a crecer sin misericordia, sin ceder. Su propósito se convierte en un campo de batalla.
Y así ha tropezado con el primero de sus enemigos naturales: ¡el miedo! Un enemigo terrible: traicionero y enredado como los cardos. Se queda oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre, aterrado en su presencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda.’
-¿Qué le pasa al hombre si corre por miedo?
-Nada le pasa, sólo que jamás aprenderá. Nunca llegará a ser hombre de conocimiento. Llegará a ser un maleante, o un cobarde cualquiera, un hombre inofensivo, asustado; de cualquier modo, será un hombre vencido. Su primer enemigo habrá puesto fin a sus ansias.
-¿Y qué puede hacer para superar el miedo?
-La respuesta es muy sencilla. No debe correr. Debe desafiar a su miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. ¡Esa es la regla! Y llega un momento en que su primer enemigo se retira. El hombre empieza a sentirse seguro de si. Su propósito se fortalece. Aprender no es ya una tarea aterradora.
‘Cuando llega ese momento gozoso, el hombre puede decir sin duda que ha vencido a su primer enemigo natural.’
-¿Ocurre de golpe, don Juan, o poco a poco?
-Ocurre poco a poco, y sin embargo el miedo se conquista rápido y de repente.
-¿Pero no volverá el hombre a tener miedo si algo nuevo le pasa?
-No. Una vez que un hombre ha conquistado el miedo, está libre de él por el resto de su vida, porque a cambio del miedo ha adquirido la claridad: una claridad de mente que borra el miedo. Para entonces, un hombre conoce sus deseos; sabe cómo satisfacer esos deseos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo. El hombre siente que nada está oculto,
‘Y así ha encontrado a su segundo enemigo: ¡la claridad! Esa claridad de mente, tan difícil de obtener, dispersa el miedo, pero también ciega.
‘Fuerza al hombre a no dudar nunca de sí. Le da la seguridad de que puede hacer cuanto se le antoje, porque todo lo que ve lo ve con claridad. Y tiene valor porque tiene claridad, y no se detiene en nada porque tiene claridad. Pero todo eso es un error; es como si viera algo claro pero incompleto. Si el hombre se rinde a esa ilusión. de poder, ha sucumbido a su segundo enemigo y será torpe para aprender. Se apurará cuando debía ser paciente, o será paciente cuando debería apurarse. Y tonteará con el aprendizaje, hasta que termine incapaz de aprender nada más.
-¿Qué pasa con un hombre derrotado en esa forma, don Juan? ¿Muere en consecuencia?
-No, no muere. Su segundo enemigo nomás ha parado en seco sus intentos de hacerse hombre de conocimiento; en vez de eso, el hombre puede volverse un guerrero impetuoso, o un payaso. Pero la claridad que tan caro ha pagado no volverá a transformarse en oscuridad y miedo. Será claro mientras viva, pero ya no aprenderá ni ansiará nada.
-Pero ¿qué tiene que hacer para evitar la derrota?
-Debe hacer lo que hizo con el miedo: debe desafiar su claridad y usarla sólo para ver, y esperar con paciencia y medir con tiento antes de dar otros pasos; debe pensar, sobre todo, que su claridad es casi un error. Y vendrá un momento en que comprenda que su claridad era sólo un punto delante de sus ojos. Y así habrá vencido a su segundo enemigo…..’ ”

(Las Enseñanzas de don Juan, C. Castaneda)

El camino del corazon

Para mí sólo recorrer los caminos que tienen corazón, cualquier camino que tenga corazón. Por ahí yo recorro, y la única prueba que vale es atravesar todo su largo. Y por ahí yo recorro mirando, mirando, sin aliento.
(Las Enseñanzas de don Juan, C. Castaneda)

Nudos en la cuerda

Viernes, 23 de junio, 1961
-¿Me va usted a enseñar, don Juan?
-¿Por qué quieres emprender un aprendizaje así?
-Quiero, de veras que me enseñe usted lo que se hace con el peyote. ¿No es buena razón nada más que querer saber?
-¡No! Debes buscar en tu corazón y descubrir por qué un joven como tú quiere emprender tamaña tarea de aprendizaje.
-¿Por qué aprendió usted, don Juan?
-¿Por qué preguntas eso?
-Quizá los dos tenemos las mismas razones,
-Lo dudo. Yo soy indio. No andamos por los mismos caminos.
-Mi única razón es que quiero aprender, sólo por saber. Pero le aseguro, don Juan, que mis intenciones no son malas.
-Te creo. Te he fumado.
-¿Cómo dice?
-No importa ya. Conozco tus intenciones.
-¿Quiere usted decir que vio a través de mí?
-Puedes decirlo así.
-¿Entonces me enseñará?
-¡No!
-¿Porque no soy indio?
-No. Porque no conoces tu corazón. Lo importante es que sepas exactamente por qué quieres comprometerte.
(Las Enseñanzas de don Juan, C. Castaneda)

Encontrar tu sitio

Don Juan dijo que aprender por medio de la conversación era no sólo un desperdicio sino uno estupidez, porque el aprender era la tarea más difícil que un hombre podía echarse encima. Me pidió recordar la vez que traté de hallar mi sitio, y cómo quería yo encontrarlo sin trabajo porque esperaba que él me diese toda la información. Si lo hubiera hecho, dijo, yo jamás habría aprendido. Pero el saber cuán difícil era hallar mi sitio, y sobre todo el saber que existía, me darían un peculiar sentido de confianza. Dijo que mientras yo permaneciese enclavado en mi “sitio bueno” nada podría causarme daño corporal, porque yo tenía la seguridad de que en ese sitio específico me hallaba lo mejor posible. Tenía el poder de rechazar cuanto pudiera serme dañino. Pero si él me hubiese dicho dónde estaba el sitio, yo jamás habría tenido la confianza necesaria para considerar esto como verdadero saber. Así, saber era ciertamente poder.
Don Juan dijo entonces que, siempre que un hombre se propone aprender, debe laborar tan arduamente como yo lo hice para encontrar aquel sitio, y los límites de su aprendizaje están determinados por su propia naturaleza. Así, no veía objeto en hablar del conocimiento.
(Las Enseñanzas.., Castaneda)

Pensar en uno mismo

-¿A poco crees que conoces el mundo que te rodea? -preguntó don Juan.
-Conozco de todo -dije.
-Quiero decir, ¿sientes el mundo que te rodea?
-Siento el mundo que me rodea tanto como puedo.
-Eso no basta. Debes sentirlo todo; de otra manera el mundo pierde su sentido.
Formulé el clásico argumento de que no era necesario probar la sopa para conocer la receta, ni recibir un choque eléctrico para saber de la electricidad.
-Ya transformaste todo en una estupidez -dijo-. Ya veo que quieres agarrarte de tus razones a pesar de que no te dan nada; quieres seguir siendo el mismo aún a costa de tu bienestar.
-No sé de qué habla usted.
-Hablo del hecho de que no estás completo. No tienes paz.
La aserción me molestó. Me sentí ofendido. Pensé que don Juan no estaba calificado en modo alguno para juzgar mis actos ni mi personalidad.
-Estás lleno de problemas -dijo-. ¿Por qué?
-Sólo soy un hombre, don Juan -repuse malhumorado.
Hice la afirmación en la misma vena en que mi padre solía hacerla. Cada vez que decía ser sólo un hombre, implicaba que era débil e indefenso y su frase, como la mía, rebosaba un esencial sentido de desesperanza.
Don Juan me escudriñó como el día en que nos conocimos.
-Piensas demasiado en ti mismo -dijo sonriendo-. Y eso te da una fatiga extraña que te hace cerrarte al mundo que te rodea y agarrarte a tus razones. Por eso tienes solamente problemas. Yo también soy sólo un hombre, pero no lo digo como tu lo dices.
-¿Cómo lo dice usted?
-Yo me he salido de todos mis problemas. Qué lástima que mi vida sea tan corta y no me permita aferrarme de todas las cosas que quisiera. Pero eso no es un problema, ni punto de discusión; es sólo una lástima.
(Una realidad aparte, C. Castaneda)

Los niños mendigo

Durante el tiempo que permanecí en el hotel, descubrí que había un acuerdo entre los niños y el administrador del restaurante; a los muchachos se les permitía rondar el local para ganar algún dinero con los clientes, y asimismo comer las sobras, siempre y cuando no molestaran a nadie ni rompieran nada. Había once niños en total, y sus edades iban de cinco a doce años; sin embargo, al mayor se le mantenía a distancia del resto del grupo. Lo discriminaban deliberadamente, mofándose de él con una cantinela de que ya tenía vello púbico y era demasiado viejo para andar entre ellos.
Después de tres días de verlos lanzarse como buitres sobre las más escasas sobras, me deprimí verdaderamente, y salí de aquella ciudad sintiendo que no había esperanza para aquellos niños cuyo mundo ya estaba moldeado por su diaria pugna por migajas.
-¿Les tienes lástima? -exclamó don Juan en tono interrogante.
-Claro que sí -dije.
-¿Por qué?
-Porque me preocupa el bienestar de mis semejantes. Esos son niños y su mundo es feo y vulgar.
-¡Espera! ¡Espera! ¿Cómo puedes decir que su mundo es feo y vulgar? -dijo don Juan, remedándome con burla-. A lo mejor crees tú que estás mejor, ¿no?
Dije que eso creía, y me preguntó por qué, y le dije que, en comparación con el mundo de aquellos niños, el mío era infinitamente más variado, más rico en experiencias y en oportunidades para la satisfacción y el desarrollo personal. La risa de don Juan fue amistosa y sincera. Dijo que yo no me fijaba en lo que decía, que no tenía manera alguna de saber qué riqueza ni qué oportunidades había en el mundo de esos niños.
Pensé que don Juan se estaba poniendo terco. Creía realmente que sólo me contradecía por molestarme. Me parecía sinceramente que aquellos niños no tenían la menor oportunidad de ningún desarrollo intelectual.
Discutí mi punto de vista un rato más, y luego don Juan me preguntó abruptamente:
-¿No me dijiste una vez que, en tu opinión, lo más grande que alguien podía lograr era llegar a ser hombre de conocimiento?
Lo había dicho, y repetí de nuevo que, en mi opinión, convertirse en hombre de conocimiento era uno de los mayores triunfos intelectuales.
-¿Crees que tu riquísimo mundo podría ayudarte a llegar a ser un hombre de conocimiento? -preguntó don Juan con leve sarcasmo.
No respondí, y él entonces formuló la misma pregunta en otras palabras, algo que yo siempre le hago cuando creo que no entiende.
-En otras palabras -dijo, sonriendo con franqueza, obviamente al tanto de que yo tenía conciencia de su ardid-, ¿pueden tu libertad y tus oportunidades ayudarte a ser hombre de conocimiento?
-¡No! -dije enfáticamente.
-¿Entonces cómo pudiste tener lástima de esos niños? -dijo con seriedad-. Cualquiera de ellos podría llegar a ser un hombre de conocimiento. Todos los hombres de conocimiento que yo conozco fueron muchachos como ésos que tu viste comiendo sobras y lamiendo mesas.
El argumento de don Juan me produjo una sensación incómoda. Yo no había tenido lástima de aquellos niños subprivilegiados porque no tuvieran suficiente de comer, sino porque en mis términos su mundo ya los había condenado a la insuficiencia intelectual. Y sin embargo, en los términos de don Juan, cualquiera de ellos podía lograr lo que yo consideraba el pináculo de la hazaña intelectual humana: la meta de convertirse en hombre de conocimiento. Mi razón para compadecerlos era incongruente. Don Juan me había atrapado en forma impecable.
-Quizá tenga usted razón -dije-. ¿Pero cómo evitar el deseo de ayudar a nuestros semejantes?
-¿Cómo crees que podamos ayudarlos?
-Aliviando su carga. Lo menos que uno puede hacer por sus semejantes es tratar de cambiarlos. Usted mismo se ocupa de eso. ¿O no?
-No. No sé qué cosa quieres cambiar ni por qué cambiar cualquier cosa en mis semejantes.
-¿Y yo, don Juan? ¿No me estaba usted enseñando para que pudiera cambiar?
-No, no estoy tratando de cambiarte. Puede suceder que un día llegues a ser un hombre de conocimiento, no hay manera de saberlo, pero no te cambiará. Tal vez algún día puedas ver a los hombres de otro modo, y entonces te darás cuenta de que no hay manera de cambiarles nada.
(Una realidad aparte, C. Castaneda)

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