¿Y TÚ SIEMBRAS?

De: MINERO16  (Mensaje original)
Enviado: 28/12/2003 9:57

En un pueblo rodeado de montañas habitaba un hombre de apariencias muy raras, la gente del pueblo le llamaba así: “EL LOCO”, ¿y porqué le llamaban así ?. Porque hacia cosas disparatadas, cosas raras, cosas diferentes a las que hacen la mayoría de las personas, al menos en el modo de entender de la gente de ese pueblo.

La gente al verlo pasar se reía y se burlaba de él, humildemente vestido, sin posesiones, sin una casa que se dijera de su propiedad, sin una esposa ni hijos; “un desdichado, un infeliz” pensaba la gente, alguien que no beneficiaba a la sociedad, “un inútil, un retrasado” comentaban otros.

Más he aquí que este viejo ocupaba su vida sembrando árboles en todas partes donde pudiera, sembraba semillas de las cuales nunca vería ni las flores ni el fruto de dichos árboles, y nadie le pagaba por ello y nadie se lo agradecía, nadie lo alentaba, por el contrario, era objeto de burla ante los demás.

Y así pasaba su vida, poniendo semillas, plantando arbolitos ante la burla irónica de los demás. Y he aquí que ese hombre era un gran Ser de Luz, que poniendo la muestra de como se deben hacer las cosas, sembrando, siempre sembrando sin esperar a ver el fruto, sin esperar a saborearlo.

Y sucedió que un día cabalgaba por esos rumbos el Sultán de aquellos lugares, rodeado de su escolta . Para observar a través de sus propios ojos lo que sucedía verdaderamente en su reino, para no escucharlo a través de la boca de sus ministros y así no ser manipulado.

Al pasar por este lugar y al encontrarse a este enigmático personaje “al Loco” le preguntó :

¿Qué haces, buen hombre ?

Y el viejo le respondió :

Sembrando Señor, sembrando .

Nuevamente inquirió el Sultán :

Pero, ¿cómo es que siembras?. Estás viejo y cansado, y seguramente no verás siquiera el árbol cuando crezca. ¿Para qué siembras entonces?

A lo que el viejo contesto:

– Señor, otros sembraron y he comido, es tiempo de que yo siembre para que otros coman.

El Sultán quedo admirado de la sabiduría de aquel hombre al que llamaban LOCO, y nuevamente le preguntó:

-Pero no verás los frutos, y aun sabiendo eso continuas sembrando… por ello te regalaré unas monedas de oro, por esa gran lección que me has dado.

El Sultán llamo a uno de sus escoltas para que trajese una pequeña bolsa con monedas de oro y las entregó al sembrador.

El sembrador respondió:

-Ves, Señor, como ya mi semilla ha dado fruto, aún no la acabo de sembrar y ya me está dando frutos, y aun más, si alguna persona se volviera loca como yo y se dedicara solamente a sembrar sin esperar los frutos sería el más maravilloso de todos los frutos que yo hubiera obtenido, porque siempre esperamos algo a cambio de lo que hacemos, porque siempre queremos que se nos devuelva igual que lo que hacemos. Esto, desde luego, sólo cuando consideramos que hacemos bien, y olvidándonos de lo malo que hacemos.

El Sultán le miró asombrado y le dijo:

-¡Cuánta sabiduría y cuánto amor hay en ti! Ojalá hubiera más como tú en este mundo, con unos cuantos que hubiese, el mundo sería otro; más nuestros ojos tapados con unos velos propios de nuestro Ego, de nuestros condicionamientos, propios de la humanidad, nos impiden ver la grandeza de seres como tu…

– Ahora me retiraré porque, si sigo conversando contigo, terminaré por darte todos mis tesoros, aunque sé que los emplearas bien, tal vez mejor que yo.

– ¡Qué Alá te Bendiga !

Y terminado esto, partió el sultán junto con su séquito, y el Loco siguió sembrando y no se supo de su fin, no se supo si termino muerto y olvidado por ahí en algún cerro, pero él había cumplido su labor, realizó la misión, la misión de un Loco.

Este cuento puede servir para ilustrarnos lo que es la “humildad en el dar sin esperar nada a cambio, solo sembrar, sembrar Luz y Amor. Pero con silencio, sin esperar recompensa, ni querer llegar a ningún sitio en especial y he aquí que se requieren muchos locos en este mundo, seres que repartan la Luz, que irradien la luz interna, que sean guías en este mundo tan material y a la vez tan hambrientos y sedientos de la enseñanza espiritual para poder llenar este vacío interno.

LA COSECHA

De: MINERO16  (Mensaje original)
Enviado: 28/12/2003 9:58

Para una buena cosecha se requiere buena semilla, buen abono y riego regular y constante.

Muchos son los que tratan de encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados sin entender que el triunfo  es simplemente el resultado de nuestro crecimiento interno y que este requiere tiempo Si sabes acerca de la siembra, sabrás que tu no pones la semilla, riegas el agua y luego te sientas a esperar para recoger el fruto. Todo en un mismo día. Aquel que cultiva la tierra, tampoco se para frente a la semilla y grita con toda su fuerza: VAMOS CRECE!!! VAMOS  CRECE¡¡¡ CRECE!!!

Para aquellos que no tienen ninguna idea acerca del cultivo de la tierra déjeme decirles algo: el gritarle a la semilla ya es una poco eficaz  manera de cultivar la tierra.

Hay que ABONAR la tierra, sembrar BUENA semilla, REGAR LA TIERRA
REGULARMENTE, aunque muchas veces parezca que nada esta sucediendo. No
podemos renunciar. Es triste ver cuantas personas renuncian cuando ya estaban a punto de conquistar la meta. Sin embargo, el éxito solo llega a aquellos que perseveran y saben esperar . Cuantos de nosotros, a veces impacientemente nos encontramos diciendo ¡¡¡ CRECE, VAMOS !!!  CRECE !!! en nuestros propias vidas. Muchas veces sin tan siquiera haber puesto la semilla en la tierra o haber abonado la tierra o haberla regado. Es necesario comprender que absolutamente NADA que valga la pena sucede de la noche a la mañana.

SI… EL ÉXITO REQUIERE TIEMPO

HAY … algo…  curioso que sucede con el bambú japonés. Cuando tu pones la semilla, la abonas y la riegas constantemente ves que en los primeros meses no sucede nada apreciable. Es mas durante el primer año no sucede nada. Durante el segundo año o el tercero. Es más, durante los primeros 7 años no pasa absolutamente nada con esa semilla. Sin embargo durante el SÉPTIMO AÑO EN UN PERIODO DE 6 SEMANAS esta planta de bambú crece mas de 30 metros. 

Ahora la pregunta es ¿tomó esta planta solo 6 semanas para crecer? ¿o tomo 7
años y 6 semanas? ¿Ustedes que creen? Bueno la verdad es que tomó 7 años para crecer y en que esos primeros 7 años de aparentemente inactividad  este bambú estaba desarrollando un sistema complejo de raíces que pudiera sostener el
crecimiento MASIVO que iba a experimentar.

De igual manera es necesario entender que muchas veces estaremos en situaciones donde creemos QUE NADA ESTA SUCEDIENDO Y ESTO puede ser frustrante. Sin embargo es necesario entender que durante esos momentos algo esta sucediendo y ese algo es que estas creciendo internamente que  estas  madurando, que estas creando los hábitos y el temple que te permitirá  sostener el éxito cuando ESTE finalmente se materialice.

El triunfo no es mas que el resultado de un proceso,  un proceso que toma tiempo y dedicación,  un proceso que exige aprender nuevos hábitos y la  destrucción de otros,  un proceso que exige cambios .

EL LOCO-1679

De: MINERO16  (Mensaje original) Enviado: 28/12/2003 9:59
Fue en el jardín de un manicomio que conocí a un joven de rostro pálido y hermoso y lleno de encanto. Sentándome a su lado sobre el banco le pregunté: “¿ Por qué estás aquí ?”

Me miró asombrado y respondió: “ Es una pregunta inadecuada, sin embargo, contestaré: Mi padre quiso hacer de mí una reproducción de sí mismo; también  mi tío. Mi madre deseaba que fuera la imagen de su ilustre padre. Mi hermana mostraba a su esposo navegante como el ejemplo perfecto a seguir. Mi hermano pensaba que debía ser como él, un excelente atleta. Mis profesores, como el doctor de filosofía, 
el de música y el de lógica, ellos también fueron terminantes, y cada uno quiso que fuera el reflejo de sus propios rostros en un espejo.

Por eso vine a este lugar. Lo encontré más sano. Al menos puedo ser yo mismo”.

Enseguida se volvió hacia mí y dijo: 

“Pero dime, ¿ te condujeron a este lugar la educación y el buen consejo ?”

Yo respondí: “No, soy un visitante”.

Y el añadió: “ Oh, tú eres uno de los que vive en el manicomio del otro lado de la pared”.

AUTOCONOCIMIENTO

De: MINERO16  (Mensaje original)
Enviado: 28/12/2003 10:00

Y un hombre dijo: Háblanos de Autoconocimiento.

Y él respondió, diciendo:

Vuestros corazones conocen en silencio los secretos de los días y las noches.

Mas vuestros oídos ansían oír lo que vuestro corazón sabe.

Deseáis tocar con los dedos el cuerpo desnudo de vuestros sueños.

Y es bueno que así lo deseéis.

La fuente secreta de vuestra alma debe brotar y correr, murmurando, hacia el mar.

Y el tesoro de vuestras profundidades infinitas necesita revelarse a vuestros ojos.

Pero no uséis balanzas para pesar vuestros tesoros desconocidos.

Y no queráis explorar las profundidades de vuestro conocimiento con varas ni con sondas.

Porque vuestro yo es un mar sin límites y sin medidas.

No digáis: Encontré la verdad. Decid mejor: Encontré una verdad.

No digáis: Encontré el camino del alma. Decid mas bien: Hallé el alma andando por mi camino.

Porque el alma anda por todos los caminos.

El alma no marcha en linea recta, ni crece como una caña.

El alma se despliega, como un loto de innumerables pétalos.

EL ASTRÓNOMO

De: MINERO16  (Mensaje original)
Enviado: 28/12/2003 10:01

A la sombra del templo, mi amigo y yo vimos a un ciego sentado allí, solitario.

-Mira, dijo mi amigo, ése es el hombre más sabio de nuestra tierra.

Me separé de mi amigo y me acerqué al ciego. Lo saludé y empezamos a conversar.

-Perdona mi pregunta, le dije, desde cuándo eres ciego? 

-Desde que nací, fue su respuesta. 

-¿Y qué sendero de sabiduría sigues? -le pregunté entonces. 

-Soy astrónomo, me respondió el ciego. Luego, se llevó la mano al pecho y dijo:
Sí, no te asombres, observo todos estos soles, estas lunas y estas estrellas.

LA MONTAÑA Y EL ABISMO

De: MINERO16  (Mensaje original)
Enviado: 28/12/2003 10:02

Le dijo una vez la montaña al abismo: 

¡Yo, desde mis majestuosas cumbres, tengo el mundo a mis pies! 

Contemplo los mas bellos amaneceres, crepúsculos, la luz de la luna acaricia mi cuerpo y me siento parte de las estrellas porque casi puedo tocarlas. 

Es tan grande mi presencia que casi puedo sentir que toco a Dios. ¿Y tu, insignificante abismo, qué haces allá abajo? 

El abismo contestó: Te sostengo

ESCUCHA

De: MINERO16  (Mensaje original)
Enviado: 28/12/2003 10:04

Cuando te pido que me escuches
y vos empezáis a darme consejos,
es que no escuchaste mi pedido.

Cuando te pido que me escuches
y vos empezás a decirme por qué
yo no debería sentir de esta forma
estás metiéndote con mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches
y vos sentís que tenés que hacer algo
para solucionar mi problema,
estás errado, aunque parezca extraño que así sea.

¡Escúchame! Lo que yo te he pedido
es sólo que me escuches;
no tenés que hablar ni hacer nada.
Sólo escúchame.

Cuando vos hacés algo por mí que yo puedo
y necesito hacer por mí mismo, sólo estás contribuyendo
a mi sensación de miedo e inadecuación.

Pero, cuando vos podés aceptar el simple hecho de mis sentimientos,
no importa cuan irracionales sean,
entonces yo puedo parar mis intentos de convencerte
y usar mi energía para explorar lo que hay detrás de mis emociones.
Y cuando esto está claro, las respuestas son obvias
y yo no necesito consejo.

Los sentimientos irracionales tienen sentido cuando
entendemos lo que hay detrás de ellos.
A lo mejor es por eso que las oraciones a Dios funcionan,
pues Dios es mudo,
y no trata de dar consejos o arreglar las situaciones.
Dios escucha y te deja hacer tu trabajo.

Por lo tanto, ¿podrías escuchar simplemente?
Cuando vos necesites hablar,
yo te prometo estar aquí,
procurando sólo escucharte.

SILENCIO

De: MINERO16  (Mensaje original)
Enviado: 28/12/2003 10:08

Tres formas hay de silencio: el primero es de palabras, el segundo de deseos y el tercero de pensamientos. El primero es perfecto, más perfecto es el segundo y perfectísimo el tercero. En el primero, de palabras, se alcanza la virtud; en el segundo, de deseos, se consigue la quietud; en el tercero, de pensamientos, el interior recogimiento. No hablando, no deseando, ni pensando, se llega al verdadero y perfecto silencio místico, en el cual habla Dios con el alma, se comunica y le enseña en su más íntimo fondo la más perfecta soledad y alta sabiduría. 

CONSTRUIR O PLANTAR

De: MINERO16  (Mensaje original)
Enviado: 28/12/2003 10:09

Cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes:

Construir o plantar.

Los constructores pueden demorar años en sus tareas, pero un día terminan aquello que estaban haciendo. Entonces se paran, quedan limitados por sus propias paredes.
La vida pierde el sentido cuando la construcción acaba.

Pero existen los que plantan.

Éstos a veces sufren con las tempestades, las estaciones y raramente descansan.

Pero al contrario que un edificio, el jardín, jamás para de crecer.

Y al mismo tiempo que exige la atención del jardinero, también permite que, para él, la vida sea una gran aventura.

Los jardineros se reconocen entre si, porque saben que en la historia de cada planta está el crecimiento de toda la tierra.

EL PERDÓN-1672

De: MINERO16  (Mensaje original)
Enviado: 28/12/2003 10:10

El tema del día era resentimiento y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico. 

Ya en clase elegimos una papa por cada persona que guardábamos resentimiento. Escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas.

El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a 
todos lados esa bolsa de papas.

Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo. El 
fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso 
espiritual que cargaba a diario y cómo, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado desatendía cosas que eran más importantes para mi. 

Todos tenemos papas pudriéndose en nuestra “mochila” sentimental. 

Este ejercicio fue una gran metáfora del precio que pagaba a diario por mantener el resentimiento por algo que ya había pasado y no podía cambiarse. 

Me di cuenta que cuando hacía importantes los temas incompletos o las promesas no cumplidas me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba. 

Perdonar y dejarlas ir me llenó de paz y calma, alimentando mi espíritu. La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando.

Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos. 

El perdón es una expresión de amor . 

El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el 
cuerpo.

No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo. 

El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.

La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento. Te tiene encadenado. 
La falta de perdón es el veneno mas destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes. 

El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario. Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas. 

“La declaración del Perdón es la clave para liberarte”. ¿Con qué personas estás resentido? 

¿A quiénes no puedes perdonar? 

¿Tu eres infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos? 

“Perdona para que puedas ser perdonado” 

“Recuerda que con la vara que mides, serás medido…” 

1 92 93 94 95 96 104