no somos chilotes somos mapuches

Entrevista a werken Alex Caicheo, Buta Huapi Chilhue *

Pedro Cayuqueo

En diferentes puntos del Wallmapu, comunidades se organizan para redescubrir su negada identidad y reivindicar aquellos derechos que una historia plagada de abusos y atropellos han intentado inútilmente silenciar a través del tiempo. La isla de Chiloe –hoy amenazada por el avance de las empresas pesqueras nacionales y extranjeras, y el supuesto ecologismo profundo de magnates llegados del “primer mundo”- es uno de estos puntos donde el renacer mapuche se expresa con renovada fuerza. He aquí la voz de uno de sus jóvenes exponentes: Alex Caicheo, werken del Buta Huapi Chilhue.
-¿Qué trabajos desarrollan ustedes, como organización, en dicha zona del Wallmapu?.

Nosotros como mapuche-hulliche somos parte del Consejo General de Caciques del Buta Huapi Chilhue. En estos momentos nos encontramos en un proceso de fortalecimiento de nuestra organización y de cada una de las comunidades que la componen, ya que son comunidades nuevas, la más antigua tiene sólo 10 años. Se trata de comunidades nuevas y por ello nuestra principal labor hoy en día dice relación con el
fortalecimiento de la identidad. Nosotros creemos en la isla que una de las maneras de mantenerse en pie e ir generando conciencia en nuestra gente es primero aceptándose a si mismo como mapuche, reconociendo nuestra identidad, nuestra cultura e ir aprendiendo, para después involucrarnos en proyectos más grandes y relacionados con temas políticos, como sucede hoy en otras zonas del territorio.

-Dificulta el trabajo que ustedes realizan esta especie de doble identificación que existe en Chiloe. Es decir, el hecho de que mucha de nuestra gente se sienta mapuche y chilote a la vez.

Es difícil, porque generalmente todo el mundo tiende a identificar a quienes viven en la isla como chilotes. Y la posición que nosotros tenemos como organización es que no somos chilotes, sino mapuche-huilliche. Creemos que dentro de la isla si existen dos culturas claramente definidas, que son los chilotes y nosotros los huilliche, que estamos organizados tradicionalmente, con una historia antigua, con comunidades de muchos años que nos han transmitido y nos siguen transmitiendo la identidad que nos define como diferentes ante el winka. Lo chilote para nosotros es una cultura muy reciente, que esta en constante cambio, que surgió producto de la colonización española y chilena de la isla y que si bien tiene presencia y es muy rica en algunos aspectos, nos interesa que se entienda que no es la única identidad que allí existe. En este sentido, nosotros estamos dando una lucha muy fuerte porque se nos reconozca en la isla como identidad mapuche-huilliche, ya que por lo demás somos los originales habitantes de este territorio.

Pero además de esto, existen otros factores que dificultan nuestro trabajo. Por ejemplo, el alto grado de industrialización en la isla ha resultado en un fuerte sometimiento de la juventud huilliche a través del dinero. Muchos de nuestros hermanos han abandonado sus labores en el mar, sus propias comunidades, para trabajar hoy como empleados en las propias salmoneras. Ellos no han dejado la comunidad para estudiar y lograr ser profesionales, sino para acceder a puestos de trabajo sin calificación en las empresas, donde son simples obreros y empleados.
Esta situación de sometimiento a que nos vemos enfrentados por la falta de trabajo existente también dificulta nuestro trabajo, pero tenemos la esperanza de lograr avanzar en nuestro trabajo de concientización. Con el paso de los años hemos logrado agrupar a cada vez más comunidades y eso nos hace albergar la esperanza que de aquí a un par de años más tendremos un nivel de organización mucho más fuerte como mapuche-huilliche.

-Peñi, en términos concretos, ¿Cuántas comunidades integran hoy el movimiento huilliche en la isla?.

En este momento el Consejo de Caciques agrupa alrededor de 28 comunidades. En el año 1993 el Consejo de Caciques tenía agrupadas a sólo 15 comunidades, hoy día somos 28 que estamos a lo largo de la isla. Generalmente esas originales 15 comunidades se encontraban al sur de la isla, hoy estamos organizados en todo el territorio de Chiloe. También existe otra organización paralela que se formó hace poco y que se denomina Federación de Comunidades Huilliche, quienes tienen su línea política vinculada principalmente a organismos del Estado. Nosotros hemos optado por un trabajo distinto, por reforzar el aspecto identitario y plantearnos una posición más crítica con el gobierno y sus políticas, debido a que gran parte de los problemas que aquejan a las comunidades mapuche en otras zonas, como Arauko o Temuko, se repiten en la isla. Nosotros acá también tenemos que luchar por el territorio, ya que gran parte de la isla se encuentra en manos de gente no mapuche e incluso inversionistas extranjeros.

Hoy uno de los extranjeros que ha comprado cerca del 20% del territorio huilliche de la isla es Jeremiah Jenderson, un norteamericano que está instalado en la zona y que creemos necesario dar una lucha por el borde costero, el territorio marino, ya que una cantidad impresionante de salmoneras ocupando espacios que históricamente son mapuche, espacios que nuestros mayores ocuparon en el pasado como áreas de trabajo o espacios para desarrollar su religiosidad. Todas esas áreas están siendo ocupadas hoy por empresarios vinculados a la política chilena, tanto de gobierno como de la oposición, por tanto creemos que existe una responsabilidad del Estado en toda esta situación de atropello.

* Periódico Mapuche Azkintuwe – Mayo de 2004