Padre Cocha – Comunidades indígenas-38

Bendecir el agua y la sal. (Fuente: Libro: Autodefensa Psiquica de Dion Fortune)

Pueden usarse las siguientes oraciones para la bendición de la sal y el agua:
“(Apuntando a la sal con los dedos primero y segundo). Yo te exorcizo, criatura de la tierra, por el Dios viviente (+), por el Dios santo (+) por el Dios omnipotente (+), para que puedas ser purificada de todas las influencias malignas en el Nombre de Adonai, Que es Señor de Angeles y de hombres.
“(Extendiendo la mano sobre la sal). Criatura de la tierra, adora a tu Creador. En el Nombre de Dios el Padre Todopoderoso, hacedor del cielo y de la tierra, y de Jesús Cristo Su Hijo, nuestro Salvador, yo te consagro (+) al servicio de Dios, en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
“(Apuntando con los dedos primero y segundo al agua). Yo te exorcizo, criatura del agua, adora a tu Creador. En el Nombre de Dios el Padre Todopoderoso. Que decretó un firmamento en el medio de las aguas, y de Jesús Cristo Su Hijo nuestro Salvador, yo te consagro (+) al servicio de Dios, en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
“(Arrojando la sal en el agua). Te rogamos, Oh Dios, Señor del Cielo y de la Tierra, y de todo lo que existe en ellos, tanto visible como invisible, que extiendas la mano derecha de Tu poder sobre estas criaturas de los elementos y las santifiques en Tu Santo Nombre. Concede que esta sal pueda hacer la salud del cuerpo y este agua la salud del alma, y que puedan ser barridos del lugar donde se usen todo poder de adversidad y toda ilusión y artificio del mal, por Jesús Cristo nuestro Salvador. Amén”.
El agua así consagrada puede usarse como un baño, o para hacer el Signo de la Cruz sobre la frente, o para asperjarla alrededor del lugar. Al usarla así, puede emplearse la siguiente oración:
“En el Nombre que está por encima de todo otro nombre, y en el poder del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, yo exorcizo todas las influencias y semillas del mal; yo hago caer sobre ellas el conjuro de la Santa Iglesia de Cristo, de que puedan ser atadas fuertemente como con cadenas y arrojadas a las tinieblas externas, de modo que no atribulen a los sirvientes de Dios”.
Al apuntar o hacer el Signo de la Cruz (+), los dedos primero y segundo se extienden y el tercero y el cuarto se doblan hacia la palma de la mano y el pulgar se apoya sobre sus uñas. Cuando se extiende la mano al bendecir sobre la sal y el agua, se mantiene plana, dedos juntos y paralelos, el pulgar extendido en ángulo recto al índice.