Poemas nahuas y otomies

canto triste de los Hñañhü (Otomies) denominado tlaocolcuicaotomitl:

Danthe togui togui
hin hambi tegue
Ndahi togui togui
hin hambi tegue
Nbui togui…
hin hambi pengui.

El río pasa, pasa,
nunca cesa.
El viento pasa, pasa,
nunca cesa.
La vida pasa…
nunca regresa.

Poema nahua
Emergen, emergen las flores

Emergen, emergen las flores:
floreciendo están las flores en presencia del sol.
A tu canto corresponde el ave del dios.
Tú la buscas: todas ellas son tu canto y son tu dicha:
tú deleitas a los hombres con movedizas flores.
Donde quiera ando, por doquiera canto, yo cantor:
las flores olientes a maíz tostado se remecen
entre las mariposas en el patio florido.

Todas vienen donde el Árbol está enhiesto:

flores que al hombre trastornan,
que pervierten corazones, vienen a derramar,
vienen a dejar caer carga de flores, fragancia de flores.

De flores es la alfombra: muchas hay en tu casa
y entre el musgo acuático canta y trina Xayacamachan:
embriaga su corazón la flor de cacao.
Hermoso canto repercute allí;
alza su canto Tlapaltecutzin, muy perfumadas son sus flores:
se estremece la flor: es la flor del cacao…
la madre de los dioses.

Y uno de Netzahualcoyotl

“No por siempre en la tierra,
sólo breve tiempo aquí.
Aunque sea oro se rompe,
aunque sea jade se quiebra,
aunque sea pluma de quetzal se desgarra…
¡No por siempre en la tierra,
sólo breve tiempo aquí!”

…”Y todo esto pasó con nosotros. Nosotros lo vimos, nosotros lo admiramos: con esta lamentosa y triste suerte nos vimos angustiados.

En los caminos yacen dardos rotos,
los cabellos están esparcidos.
Destechadas estan las casas,
enrojecidos tienen sus muros.
Gusanos pululan por calles y plazas,
y en las paredes están los sesos.
Rojas están las aguas, están como teñidas,
y cuando las bebimos,
es como si bebiéramos agua de salitre.

Golpeábamos, en tanto, los muros de adobe,
y eran nuestra herencia una red de agujeros.
Con los escudos fue su resguardo,
pero ni con escudos puede ser sostenida su soledad.
Hemos comido palos de colorín (eritrina),
hemos masticado grama salitrosa,
piedras de adobe, lagartijas, ratones,
tierra en polvo, gusanos…

(La visión de los vencidos. Miguel LeonPortilla)