LAS DOS LÍNEAS DE LA VIDA

LAS DOS LÍNEAS DE LA VIDA

Nos hallamos pues, de instante en instante, ante dos Caminos: el Horizontal y el Vertical”…

“Es ostensible que el Horizontal es muy «cursi», por él andan «Vicente y toda la gente», «Villegas y todo el que llega», «Don Raimundo y todo el mundo»”…

“Es evidente que el Vertical es diferente; es el camino de los rebeldes inteligentes, el de los Revolucionarios”…

“Cuando uno se acuerda de sí mismo, cuando trabaja sobre sí mismo, cuando no se identifica con todos los problemas y penas de la vida, de hecho va por la Senda Vertical”…

Samael Aun Weor: “Psicología Revolucionaria”

¿Cuál es el objeto real de nuestra existencia? ¿Para qué estamos aquí? ¿Por qué? Esto es algo que debemos dilucidar con claridad meridiana, ésto es algo que debemos sopesar, analizar, enjuiciar serenamente…

Vivimos en el mundo, ¿con qué objeto? Sufrimos lo indecible, ¿para qué? Luchamos por conseguir eso que se llama «pan, abrigo y refugio», y después de todo ¿qué? ¿En qué quedan todos nuestros esfuerzos? Vivir por vivir, trabajar para vivir y luego morir, ¿es algo maravilloso? En verdad amigos que se hace necesario comprender el sentido de nuestra existencia, el sentido del vivir.

Hay dos líneas en la vida; la una podríamos llamarla HORIZONTAL, la otra VERTICAL; y forman cruz dentro de nosotros mismos, aquí y ahora, ni un segundo más adelante, ni un segundo más atrás. Necesitamos objetivizar un poco estas dos líneas.

La HORIZONTAL comienza con el nacimiento y termina con la muerte; ante cada cuna existe la perspectiva de un sepulcro; todo lo que nace debe morir… En la Horizontal están todos los procesos del nacer, crecer, reproducirse, envejecer y luego morir; en la Horizontal están todos los vanos placeres de la vida, licores, fornicaciones, adulterios, etc.; en la Horizontal está la lucha por el pan de cada día, la lucha por no morir, por existir bajo la luz del Sol; en la Horizontal están todos esos sufrimientos íntimos de la vida práctica, del hogar, de la calle, de la oficina, etc.; nada maravilloso puede ofrecernos la línea Horizontal…

Mas existe otra línea diferente; nos referimos a la VERTICAL. En esta Vertical extraordinaria, en esta escalera maravillosa, están los distintos NIVELES DEL SER, están los poderes trascendentales y trascendentes del INTIMO; en la Vertical están los poderes esotéricos, los poderes que divinizan, la Revolución de la Conciencia, etc.

Con las fuerzas de la Vertical podemos nosotros influir decididamente sobre los aspectos horizontales de la vida práctica, podemos cambiar totalmente nuestro propio destino, hacer de nuestra vida algo diferente, algo distinto, pasar a ser algo totalmente distinto a lo que hemos sido, a lo que somos, a lo que hemos conocido en esta amarga existencia.

Es pues, la Vertical, maravillosa, revolucionaria por naturaleza; pero se necesita tener un poquito de inquietudes

Ante todo nos preguntamos, y preguntamos con ello a nuestro caro lector: ¿estamos acaso contentos con lo que somos? ¿Quién se siente feliz, en el sentido más completo de la palabra? ¿Quién se siente realmente dichoso?

Debemos ser sinceros: ninguno de nosotros puede decir que se halla en un oasis de bienaventuranza; tenemos inquietudes terribles, sinsabores, ansiedades, amarguras, sufrimos mucho y nuestro corazón palpita con intensidad tremenda…

Necesitamos salir de este fango en que nos encontramos. Necesitamos, de verdad, cambiar radicalmente, y ésto solamente sería posible si nosotros apelamos a los poderes trascendentales de la Vertical.

Cuando uno, que marcha por la Horizontal, se acuerda de sí mismo, de su propio SER (su realidad íntima); cuando uno se pregunta: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Para dónde voy? ¿Cuál es el objeto de la existencia?… Indubitablemente entra por la senda Vertical, la senda de la Revolución de la Conciencia, la senda que conduce al Super-Hombre.

Ha llegado la hora del Super-Hombre; el «animal intelectual», realmente, no es más que un puente tendido entre el animal inferior y el Super-Hombre. Nosotros necesitamos convertirnos en verdaderos reyes de la creación, en amos de sí mismos, en señores de todo lo que es, de todo lo que ha sido, de todo lo que será…

Urge un cambio, una transformación total; urge salir cuanto antes de este breñal, de este caos en que nos encontramos, en que nos debatimos miserablemente.

Las leyes de la Tierra jamás podrían brindarnos a nosotros la paz, las leyes de la tierra nunca podrían brindarnos la auténtica felicidad que transforma radicalmente, las leyes de la Tierra no podrían brindarnos nunca la libertad.

Así, pues, es urgente meternos por el CAMINO VERTICAL que llevamos dentro de nosotros mismos, aquí y ahora; ha llegado la hora de la GRAN REVOLUCION, de la REVOLUCION PSICOLOGICA, de la Revolución en marcha, de la Revolución que ha de conducirnos hacia el Super-Hombre…

Amigos, reflexionemos sobre el Super-Hombre… Es extraordinario entrar por la SENDA VERTICAL revolucionaria que ha de conducirnos inevitablemente a la liberación final.

¿Quién es feliz por estos tiempos? No lo somos, y no lo seremos nunca, si no nos dedicamos a recorrer con firmeza la SENDA VERTICAL; no seremos felices mientras no lleguemos a la altura del Super-Hombre, no seremos felices en tanto no liberemos la Conciencia del fango doloroso de este mundo; no seremos felices en tanto no experimentemos ESO que es lo REAL, ESO que no es del tiempo, ESO que es la VERDAD…

En la SENDA VERTICAL está la Revolución de la Conciencia; cuando uno admite que tiene una psicología propia, indubitablemente comienza a trabajar sobre sí mismo, entonces es obvio que entra por la SENDA VERTICAL. Somos un verdadero enigma para nosotros mismos, un enigma que hay que descifrar, un enigma que hay que resolver, un enigma que hay que quebrantar. No nos conocemos, lamentablemente, aunque creemos que sí nos conocemos.

Necesitamos ser sinceros consigo mismos, necesitamos hacerle la disección al «Mí mismo», al «Sí mismo», al «Yo mismo», es decir, a todo ese conjunto de elementos indeseables que cargamos en nuestro interior: Ira, Codicia, Lujuria, Envidia, Orgullo, Pereza, Gula, etc., etc., etc…

Fácilmente se admite que tenemos un cuerpo físico, provisto de órganos, mas pocos comprenden de verdad que tenemos una psicología particular. Cuando uno entiende que tiene una psicología, comienza a trabajar sobre sí mismo, aquí y ahora; cuando uno comprende que tiene una psicología, empieza con el proceso de la auto-observación psicológica.

Quien empieza a observarse a sí mismo, se convierte de hecho en un individuo diferente, distinto a todos, completamente distinto. Mas las gentes tienen tendencia a admitir solamente la cuestión física, lo tridimensional, el cuerpo denso, porque lo pueden ver, oír, tocar y palpar; pocos en verdad son aquellos que sinceramente aceptan tener una psicología de tipo bien particular. Cuando alguien lo acepta, de hecho comienza a observarse y ésto lo vuelve algo diferente ante el prójimo. Observarse para conocerse es trascendental, definitivo..

Cuando uno se conoce a sí mismo profundamente, conoce los secretos del Universo entero; en la SENDA VERTICAL nos proponemos ante todo conocernos a sí mismos, porque sólo conociéndonos a sí mismos conoceremos los misterios del Universo que nos rodea.

En la SENDA VERTICAL, querido lector, tenemos que hacer un inventario psicológico de sí mismos para saber cuánto tenemos y cuánto nos falta. Hay mucho en nosotros que debemos eliminar: muchos errores, muchos vicios, muchos defectos; y también hay mucho que debemos conquistar: muchas facultades, muchas virtudes. Es ostensible y cualquiera lo puede comprender, que las dos líneas, HORIZONTAL y VERTICAL, se encuentran de momento en momento en nuestro interior psicológico y forman cruz… Dentro de nosotros mismos existe un punto matemático… No se encuentra en el pasado, tampoco en el futuro..

Quien quiera descubrir ese punto misterioso, debe buscarlo aquí y ahora, dentro de sí mismo, exactamente en este instante, ni un segundo adelante, ni un segundo atrás… Los dos palos VERTICAL y HORIZONTAL de la santa Cruz, se encuentran en ese punto…

Cada instante el ser humano se debate entre dos Caminos: el HORIZONTAL y el VERTICAL. Es evidente que el HORIZONTAL no es difícil de vivir; igual que un madero sin esfuerzo es arrastrado por la aguas de un río, así el hombre de la Horizontal es arrastrado por la vida. El VERTICAL, sin embargo, implica grandes esfuerzos, hay que nadar contra la corriente; en el Vertical encontramos al hombre que piensa, siente y actúa rectamente, y nadie podría negar que esto no resulta nada fácil. Nos encontramos en este mismo momento ante dos alternativas. Si observamos atentamente cualquier instante de nuestra vida captaremos siempre algo que desea vivir por vivir, sin ningún sentido trascendente; opuestamente, seguro que también encontramos alguna inquietud, un hermoso anhelo, una chispa de ilusión por llevar una vida más profunda, más seria, definitiva para despertar a la Gran Realidad que todo lo sustenta. Amable lector, nos encontramos, pues, en una gran encrucijada… Filosóficamente lo diríamos así: SER o NO SER, he ahí el dilema…