Archie Fire lame Deer (heroes de la tradicion)

Tahca Ushte

En algún lugar, hace ya algún tiempo, escuché a un abuelo explicarle a su nieto que los padres están para impartir la disciplina y los abuelos para dar cariño y enseñar los caminos de la tradición… Pues bien, basandome en esta descripción, yo Micky Gallardo quisiera hablaros de mi abuelo, Archie Fire lame Deer (Tahca Ushte).

Fue jefe de los Sioux Sicangu o Quemados y Mineconjou o más correctamente Mnikayelawoju , hijo y nieto de hombres medicina.

Nacido en la reserva de Rosebud (Dakota del Sur), trabajó en películas de Hollywood, y participó en la guerra de Corea como paracaidista de los EE.UU.

El abuelo Archie se dedicó a ayudar a los indios alcohólicos o encarcelados como Leonard Peltier. Fue la persona que introdujo la Ceremonia Inipi en las prisiones estadounidenses, además de las ceremonias con la “Chanunpa” (Pipa Sagrada).

Finalmente después de que su padre, el viejo Hombre Medicina John Fire lame Deer, le transmitiese su poder y su sabiduría, así como sus objetos rituales, Archie se convirtió en un líder espiritual, difundiendo la sabiduría Lakota y dirigiendo las ceremonias tradicionales tanto en América como en gran parte de Europa, estableciendo contactos personales con otros liberes espirituales, como el Dalai Lama o el Papa Juan Pablo II.

Yo tuve el gran honor de compartir sus enseñanzas y desde entonces mi vida a cambiado enormemente, gracias a mi abuelo hoy puedo ofrecerte todo el contenido de esta pagina, gracias a él hemos enviado material a las reservas indias, gracias a él hemos podido compartir el tambor junto al fuego, gracias a él yo soy una persona diferente a la que era…

Gracias abuelo…

“Soy Hombre Médico, porque un sueño me lo ha dicho, porque es una vocación, porque los viejos magos, Pecho, Halcón del trueno, Lascas, Buena lanza, me han ayudado a convertirme en ello… Nos volvemos Pejuta wicasa, Hombre Médico y curandero, porque un sueño nos lo dice. No es algo que se recibe en herencia.

Se trabaja, se ayuna para llegar a ello, nos esforzamos por dar realidad al sueño, pero eso no siempre funciona, es verdad que ciertas familias dan generaciones de buenos Hombres Médico, y que tener en la familia a un mago que nos enseñe y trate de transmitirnos su poder resulta de ayuda, eso funciona a veces, pero no siempre los Hombres Médico son como los caballos. No se les viste… Cuando me ven con mi camisa pasada y remendada, y mis botas de vaquero sobre los talones, no encarno la idea que el hombre blanco se hace de un mago. Pero yo ascendí a la colina, el espíritu me aguardaba y me dio su poder. El resto son sólo detalles. El espíritu nunca me abandona…”