medicina solar de Jakob Lorber

Medicina Solar

»En los tiempos más antiguos, en los que el hombre ya habitaba esta tierra, éste utilizaba el sol cuando se sentía mal físicamente; es decir: su luz y su calor como único medio de curación para la recuperación de su salud. Colocaban a sus enfermos al sol, destapando aquellas partes del cuerpo en las cuales el enfermo sentía algún tipo de debilidad, malestar o dolor y en poco tiempo el enfermo notaba mejora.«

Jesús

¿Qué es la luz?

La luz es mitad material y espiritual. Al golpear una barra de hierro con una piedra obtendremos una chispa.
Porque el hierro tiene el bolsitas de aire entre sus átomos. El aire al ser presionado se enciende y esa vibración produce la luminosidad de la chispa. Los átomos del aire contienen en su interior seres que vamos a llamar aquí espíritus. Lo espiritual representa al polo positivo, lo material representa al polo negativo. Los polos no son como parte frontal y parte posterior, sino más bien lo interior y lo exterior.

El espíritu encarcelado en el átomos es la parte positiva, que siempre tiende a un estado de completa libertad.El espíritu está sólo tranquilo encarcelado en la materia o polo negativo, siempre y cuando no reciba ninguna presión. Pero si recibe alguna presión el espíritu despierta y notamos su presencia el brillo o chispa que este genera.

¿Qué es el brillo?

Ejemplo del hombre soberbio: Si un hombre soberbio recibe un fuerte golpe de alguien. Él comenzará a entrar en furia, comenzará a estremecerse y temblar de ira con todo su cuerpo, sus ojos arderán de cólera, como si tuvieran brasas detrás, sus cabellos se erizarán. Y si hay personas a su alrededor, estas también entrarán en un contagio de la ira de acuerdo al grado de amistad que exista. Muchos conocen el efecto de las arengas militares, donde el general lleno de ira contagia a sus soldados, para que vayan a la batalla sangrienta.

Lo mismo le pasa al espíritu (polo positivo) que es golpeado dentro de su envoltura material (polo negativo). Al despertar toman conciencia de su encarcelamiento.El espíritu intenta liberarse de la envoltura material pero la envoltura es indestructible. Al no poder liberarse vuelve a su estado anterior, para descansar y hacer un segundo intento. Los espíritus lo pueden repetir este proceso por varios millones en un segundo.

Los átomos vecinos perciben la vibración del átomo en movimiento y comienzan a vibrar igualmente. Esta vibración se transporta con gran facilidad, debido a que los átomos del aire y del éter están muy juntos unos con otros. Este vibrar lo perciben los ojos de los animales y especialmente lo de los hombre. Ya que los ojos también son mitad espiritual y mitad material, tienen la capacidad de filtrar la frecuencia que armonizan con las vibraciones de la luz y por resonancia captan polaridad positiva-negativa de la luz.

Por eso el Maestro Jesús dijo (Lucas 11) que los ojos son la lámpara del cuerpo. Si los ojos son claros habrá luz en el alma. La luz es entonces el contagio continuo de los átomos vecinos , cuyo transporte depende del grado de intensidad de vibración. Cuando mayor sea esta, mayor será la distancia del contagio y transporte.

Ahora que pasa cuando la luz alcanza un objeto y no puede continuar con su transporte, entonces el objeto refleja el luz y devuelve a los átomos contiguos su vibración, después de haber asimilado la parte que vibra con la superficie del objeto.

La Luz Solar

La luz del sol es la misma que la luz de la chispa del hierro. La diferencia sólo está en que la luz solar es luz blanca y proviene del la vibración del amor, mientras que la luz del fuego rojo proviene de la vibración de la ira.
Éter y la luz solar

Cuando más profundo el punto en la tierra, más denso es la materia. Cuando más próximo estén la líneas que se unen en un punto más cerca están entre ellas. Cuanto más se alejan las líneas que salen de un punto común, mas se separan estando más holgados entre sí. El aire, así como toda materia, es un conflicto material – espiritual y espiritual – material. Por eso cuando más profundo o más cercano al centro de la tierra está la materia más mala o nociva es. Pero cuando más elevada está, entonces es más amorosa, pacifica y estable. Como ejemplo tenemos la alta toxicidad de los metales pesados. Y la gran vitalidad que dan los átomos del aire.
Éter

Pero, ¿qué hay en el espacio entre los planetas y el sol? Existe el éter. El éter es tan fino que no puede ser observado con el microscopio. El éter empieza en nuestra tierra a partir de 15,000 kilómetros. El éter un una substancia espiritual que se comporta positivamente con respecto a los planeta, pero negativamente con respecto al sol. El éter lo componen espíritus muy sutiles que no ofrecen resistencia alguna a la materia.

Si no fuera así entonces habría mucha fricción en el recorrer de los planetas alrededor del sol. Sobre todo porque los planetas se mueven a grande velocidades. Como ejemplo tenemos la velocidad de la tierra que es de 108,000 kilómetros por hora. El sol es el emisor de la luz.
¿Qué es el sol?

Es un planeta en un estado de perfección. Los otros planetas son solo satélites del primero. La luz del sol se origina por la vibración de alegría espiritual de los espíritus que rodean este planeta. En el sol habitan seres espirituales de siete clases. Los menos evolucionados son expulsados hacia el exterior para su evolución, y cuando vuelvan ya evolucionados pasan a pertenecer al cuerpo del sol.
Los Fotones

Esos seres que son expulsados para su evolución. Pueden ser llamados animalitos atómicos. La ciencia actual le llama fotones. Es decir los fotones transportan la luz que emite el sol. Esta luz es la vibración de los espíritus evolucionados entregan a los fotones durante su viaje de evolución para su fortalecimiento. Pero. ¿qué es o que expulsa a los fotones a ir de viaje? La voluntad y el orden de Dios. Los fotones son por lo tanto negativos, pero llevan un carga positiva. (la vibración amorosa de los espíritus evolucionados).

Ya que dos polos positivos se repelen, los fotones se alejan del sol que es positivo. Y viajan por el espacio hasta llegar a algún planeta. Cuando llegan al planeta entregan su carga positiva a la materia receptora y entonces los fotones regresan al sol, debido que ellos son negativos y por lo tanto son atraídos por el polo positivo que es el sol.

Esta carga positiva no es más que la vibración de alegría amorosa de los espíritus evolucionados del sol. El reflejo de la luz solar no es más que el regreso de los fotones hacia al sol. Los fotones permanecen en el sol mientras sigan siendo negativos. Pero si ellos se alimentan demasiado de la luz positiva, entonces serán repelidos del sol hacia el exterior. La velocidad con que se mueven es realmente muy enorme. La ciencia nos habla de 300,000 kilómetros por segundo.

En el sol hay siete clases de espíritus, cada clase le entrega al fotón la vibración que le corresponde a ella. La luz blanca puede ser descompuesta en siete colores. Cada color tiene su propia vibración. Cuando un fotón choca con algún objeto material, entonces el objeto acepta y se alimenta de la vibración que armonizan con ella y devuelve al medio ambiente las vibraciones amorosas restantes.

Es por eso que el ojo percibe la vibración restante de la luz reflejada en el objeto. Por ejemplo si el objeto se ve de color verde, es por que su superficie ha asimilado todos los colores menos el verde que es expulsado de la superficie del objeto

Una dosis de medicina solar
Una medicina proveniente de Europa puede ser la alternativa para muchos males que aquejan a la civilización moderna. Medio siglo antes de que dos médicos, el británico Dr. Edward Bach (el de las flores de Bach) y el suizo Dr. Theodor Kocher, descubrieran la luz como fuerza curativa, el alemán Jakob Lorber (1800-1864) desarrolló la técnica del uso de la medicina solar.

por Luis Martínez Costa

Un joven ingeniero en su viaje de retorno a Europa experimenta las 9 horas más terribles de su vida. Un miedo inexplicable se apodera de su ser durante el vuelo. Siente una angustia mortal por no poder detener el vuelo y bajar. El ritmo de su corazón se acelera a valores extremadamente peligrosos. La azafata le pregunta si es claustrofobia lo que sufre, pero el pasajero no tiene cómo explicar su sufrimiento. Cuando llega a su destino decide no volver nunca más a volar. Los médicos, después de haber hecho todos los exámenes posibles, no encuentran ningún padecimiento corporal.

Su dolencia es conocida sólo por pocos especialistas, que la denominan “síndrome de ataques de pánico”. No hay médico que pueda ayudarlo. El miedo se presenta también en los viajes en automóvil. En su trabajo, le advierten sobre un posible despido. Como ingeniero de ventas, los viajes son imprescindibles para la empresa. Esto hace que se incremente su rara enfermedad. Después de varios meses de búsqueda, un amigo le menciona una medicina basada en la luz solar y decide aplicarla. En el lapso de un año, todos sus males desaparecen y vuelve a volar en avión como si nunca hubiese tenido miedo. Y como efecto secundario experimentó una reducción de los altos valores del degrado hepatocelulares a niveles normales, la alta presión desapareció y manifestó un rejuvenecimiento en su aspecto exterior.

Una alternativa

Esta medicina, también llamada “heliopatía”, no está aún muy difundida en el mundo, pero está siendo aplicada cada vez más por los europeos. Su preparación a gran escala está concentrada actualmente en España y Chipre.

La mayor virtud de la medicina solar radica en que los elementos necesarios para su elaboración son de fácil adquisición, su preparación es sencilla y económica y puede ser elaborada en algún lugar de la casa donde se tenga acceso a la luz solar.

El principio puede ser explicado de la siguiente manera: la luz de nuestro astro rey es la que mantiene y preserva la vida en nuestro planeta. Sin su acción la vida en la Tierra acabaría en un corto tiempo. Todos los elementos, que componen los tres reinos de la naturaleza, mineral, vegetal y animal, provienen del Sol.

No es casualidad que muchos médicos prescriban a sus pacientes baños de sol moderados.

La medicina solar busca capturar la energía curativa de los rayos solares en un medio. Estas pueden ser preparadas en base a la lactosa (azúcar de la leche), como los conocidos “glóbulos” en la homeopatía, o a cristales de sacarosa, por ejemplo la proveniente de la caña de azúcar. Acompañado de un importante régimen alimenticio y de vida, este remedio se vuelve un potente aliado para la recuperación de la salud. Incluso para las personas sanas sirve como un tonificador y rejuvenecedor.

¿Cómo funciona?

En principio, todas las enfermedades (salvo las causadas por traumatismo o defectos estructurales) pueden ser curadas mediante la heliopatía. La explicación sostiene que la esencia interna del hombre, que se conoce como “alma”, tiende a perder elementos vitales dependiendo de la actitud frente a las vicisitudes de la vida. Por ejemplo, cuando una persona se acostumbra a mentir o no cumplir sus promesas, se dice muchas veces que está “perdiendo” su credibilidad o dignidad.

El alma intenta compensar estos elementos faltantes extrayéndolos del sistema nervioso. Este a su vez, que actúa como una batería en descarga, intenta recuperar su fuerza accediendo a las sustancias vitales de la sangre. Al final, por el organismo circula una sangre desequilibrada, lo que tarde o temprano generará una enfermedad ya más visible para el paciente.

Si el origen de las enfermedades es siempre interno, el restablecimiento también tendrá que realizarse desde adentro hacia afuera. Cuando ingerimos las pastillas solares, nuestra alma toma de ellas solamente los elementos faltantes y recupera su equilibrio. El sistema nervioso a su vez ya no estará bajo de energía y el proceso patológico en la sangre se revierte.

El mismo principio se aplica en la homeopatía. La diferencia con esta radica en que los elementos faltantes tienen que ser determinados por un médico homeópata de mucha experiencia. Cada medicina en la homeopatía tiene un alcance limitado. Muchas veces el médico tiene que probar varias medicinas hasta dar con la adecuada. Esto no sucede en la medicina solar puesto que esta contiene todos los elementos necesarios en un solo medio.

Es conocido que la luz solar contiene una gama infinita de colores, que comúnmente se agrupan en siete rangos espectrales. Los siete colores del arco iris nos muestran mejor este hecho. En la fitoterapia vemos que cada planta tiene su correspondiente acción curativa. Y esto se debe a que las flores, hojas o tallos no tienen la capacidad de retener todos los colores. Una rosa roja absorbe todos los colores y expulsa el rojo. Una hoja verde, expulsa el color verde. Es conocido en la física que todo objeto refleja el color característico del mismo pero absorbe todos los demás.

En el curso medicina solar se entrega la técnica de retener los rayos curativos en recipientes de color violeta. El científico alemán Joachim Herbst escribe: “en sustancias pequeñas de azúcar lácteo cargada con la luz solar se observan millones de moléculas en estados energetizados. Estos estados son modificaciones geométricas que pueden ser modeladas como varitas y articulaciones de las combinaciones de átomos, incluyendo los grupos de átomos de oxígeno. Es decir que en diferentes partes de las moléculas se encuentra cargas de energía”.

Por ejemplo, en Inglaterra una compañía de bebidas introdujo en el mercado agua mineral envasada en botella de color violeta. En poco tiempo esta agua fue declarada como una de las mejores en el mundo, y su consumo sólo está al alcance de personas pudientes.

El efecto de la medicina solar representa el almacenaje de su acción curativa en moléculas modificadas en geometría atómica en sus diferentes puntos. Estas modificaciones son de larga duración (4 a 5 años). Según la teoría cuántica un átomo absorbe una determinada cantidad de energía luminosa llamada “quantum”. Los átomos de las moléculas del azúcar lácteo lo almacenan en forma de variación de los ángulos de la disposición geométrica de la sacarosa.

El color violeta

El físico de la Universidad de Oldenburg, Alemania, J. Herbst escribe: “Los otros rangos del espectro de la luz se convierten en color violeta a través de la fluorescencia y fosforescencia del violeta mismo. A través de la reflexión interna del recipiente, la luz es atrapada adicionalmente y su intensidad aumenta en general y equilibra la intensidad del color violeta del espectro solar. Esto se debe a que el color violeta, por ser de ondas más cortas, es la parte de la luz solar más débil. Con esto la luz violeta tiene la misma probabilidad de actuar en el medio”.

Desde la Antigüedad, en la fabricación del vidrio (3.500 a. C.) no se usaron recipientes de color marrón, verde o blanco para la conservación de las cremas, aceites, esencias y medicinas, sino exclusivamente receptáculos de oro o de color violeta. En 1992, después de 14 años de investigación práctica, se consiguió develar este misterio: “Ningún rango fuera del violeta permite conservar mejor la vida (energía)”.

Como fue predicho a través de J. Lorber, los medicamentos en estos recipiente pueden no solamente ser vivificados, sino también ennoblecidos adicionalmente. Esto ha sido confirmado en experimentos de los últimos años: por ejemplo, se ha podido conservar el agua potable en forma fresca almacenándola en botellas de color violeta oscuro durante 3 años, sin la necesidad de usar conservantes o técnicas auxiliares. Las medicinas heliopáticas, que fueron preparadas en 1933, no han perdido hasta ahora su fuerza curativa. *