CONTRAINFORMACIÓN: ¿SUBVERSIÓN O MÁS DE LO MISMO?

CONTRAINFORMACIÓN: ¿SUBVERSIÓN O MÁS DE LO MISMO?

Este artículo se puede considerar una autocrítica-reflexión sobre nuestro programa contrainformativo de radio, aunque tenemos la ligera impresión que se podrá extrapolar a otros con características similares. El programa básicamente consiste en un informativo musical (se intercalan informaciones con canciones) y pretende mostrar a la audiencia la infamia y mentira de los medios de masas que ejercen de altavoces del poder. Podemos resumir diciendo que es un espacio de contrapoder. Para hacerlo hemos tenido una serie de consideraciones que creemos fundamentales y que os mostramos a continuación.

1. LAS INFORMACIONES

A la hora de hablar y reflexionar sobre las informaciones que sacamos a la luz tenemos varios aspectos en los cuales centrarnos, por ejemplo: las fuentes de donde las sacamos, la antigüedad, la temática que sacamos por antena o la objetividad con la cual tratamos todo esto.

a) Las fuentes de donde tomamos las noticias.

Hartu hitzaPersonalmente, cuando tenemos que buscar noticias, tratamos de informarnos por medio de fuentes alternativas; y por fuentes alternativas entendemos todas las que están hechas por colectivos de base o individualidades que trabajan la contrainformación, que no están al servicio del capital o algún grupo de poder y que como colectivo funcionan asambleariamente y por autogestión. Aunque en muchas ocasiones, por falta de tiempo y por falta de noticias vía fuente alternativa optamos por sacar noticias de Egin-Euskadi Información-Gara, que dentro de lo que cabe suele incluir las noticias de los movimientos sociales. De todas formas ya no son las noticias que nosotrosy nosotras elijimos sino que son las que ese periódico selecciona, además de no obtenerlas “vírgenes” sino que ya vienen redactadas. Lo ideal, sería buscar las noticias de forma personal o que la noticia nos buscase (lo llevamos claro). Ejemplos claros de “pérdida” de horizontalidad son cuando algún movimiento social saca a la opinión pública un comunicado, si sacamos ese comunicado del periódico, en él ya viene redactado y consecuentemente retocado. En cambio si ese comunicado llega a la emisora, lo emitimos íntegramente. La diferencia es notable, ya que mientras de la primera forma sacas lo que otras personas han considerado importante, de la segunda sacas todo y das opción a que las oyentes tengan toda la información.

Si hablamos de otros medios, normalmente ni tan siquiera los ojeamos (o pirateamos sonido), ya que alguna vez que algo de lo que hemos visto o hemos vivido ha sido noticia, se nos han revuelto las tripas al ver o leer el enfoque que le daban estos medios. ¿Cómo vas a contrainformar si los datos y situaciones de las que partes han sido manipulados o maquillados por “especia-listos” de la pluma, la pantalla o la radio?. Es un contrasentido ¿no?.

Por tanto, pensamos que lo ideal a la hora de buscar noticias, es informar a partir de fuentes alternativas: boletines, revistas, órganos de expresión…

Suponemos que un problema común a casi todos los programas a la hora de tener noticias directas es que los movimientos populares no confían en nosotras y nosotros para difundir sus mensajes, ya sea porque no tienen capacidad para ello, por la escasa audiencia potencial y real de los medios alternativos; ya sea por el poco interés y/o la apatía a la hora de ponernos en contacto con ellos o falta de medios (sobre todo económicos) que poseemos los mismos programas o emisoras en general. Es evidente que obtener las informaciones directamente del colectivo es la forma más eficaz de contrainformar, porque el mensaje se transmite de forma directa y sin intermediarias, además de ser la que menos curro te lleva, ya que no tienes que tener un conocimiento exhaustivo del tema que se trate, sino que con sacar por antena todo el mensaje que te ofrecen o hacer preguntas interesantes en el caso de una entrevista, ya vale. Como contrapartida a la facilidad que esto supone viene la parte en la que tienes que convencer a los colectivos de la zona para que confíen en ti y te manden informaciones, suban a la radio (cosa realmente difícil en algunos casos) o utilizar el teléfono (desaconsejada por el FMI para el caso de nuestra emisora sino queremos la ruina técnica).

De todas las formas en esta cuestión hay una cosa que tenemos clara, lo más eficaz es que colectivos con cierta dinámica y relevancia social o colectivos con ganas de darse a conocer tengan su propio espacio radiofónico y así puedan difundir todas sus iniciativas de la manera que más les convenga y sin tener que depender de nada ni de nadie.

b) Antigüedad de las noticias.

Este es uno de los “problemas” (cada vez menor) con los que topamos a la hora de realizar el programa, la falta de informaciones recientes. En parte es culpa nuestra ya que vamos a fuentes equivocadas: las revistas, boletines, dossieres… que son formatos más acordes para la reflexión pausada que para la información propiamente dicha. Aún así, procuramos que las noticias sean de la semana. De todas las maneras la rapidez de las noticias tampoco es un tema indispensable a nuestro modo de ver, ya que preferimos contextualizar éstas y que las personas que escuchan tengan suficientes datos para hacerse una buena idea y en su caso poder reflexionar sobre lo expuesto. Opinamos que la rapidez es positiva hasta cierto punto, pero llega un momento (que dada la actual situación de nuestra radio) ésta no puede aumentar y al ser un programa semanal la actualidad de las noticias tampoco es lo más importante, sino que pasan a ser los temas escogidos.

c) Temas escogidos.

En el caso de CERO A LA IZKIERDA solemos tratar los siguientes temas (sin ninguna preferencia): Antifascismo, Okupación, Antimilitarismo, Anarquismo, Autonomía, Antisexismo, Represión, Presas/Cárcel y por otro lado Ecología, que sólo solemos informar del TAV, el pantano de Itoiz, la Incineradora o en general temas muy importantes; Conflictos Laborales, que también nos centramos en los más importantes en cuestión de incidencia social; y alguna información que por las fechas o por la importancia que le damos las comentamos esporádicamente, también hay ocasiones como el pasado día 24 de diciembre cuando hicimos un especial Anti-Clerical.¿Por qué estos temas y no otros?. En principio porque así lo decidimos en su día a la hora de definir nuestro programa como ANTIAUTORITARIO. Lo decidimos así ya que creemos que estas (fascismo, especulación, sexismo…) son las manifestaciones más autoritarias de nuestra sociedad actual y deben ser desenmascaradas desde el programa y combatidas fuera de él.

d) Objetividad-subjetividad.

Es un tema que tratamos de cuidar al máximo y uno de los más peliagudos, ya que informar es tomar cierta posición haciéndose muy difícil ser “objetivo”. A la hora de dar la información, tratamos de que ésta sea lo más ilustrativa posible, poniendo en antecedentes a la audiencia si es un conflicto abierto desde hace tiempo y tratando de ser escuetos y concisos en caso de que sea algo puntual. En todo caso procuramos no dar mi opiniónes personales, muchas veces espontáneas y no suficientemente reflexionadas, ya que preferimos que sean las mismas personas que nos escuchan las que saquen sus propias conclusiones. La razón es que al igual que a nosotros y nosotras no nos gusta que nos digan lo que debemos pensar sobre ciertos temas sino que preferimos ser nosotros los que nos hagamos nuestra propia opinión, a las demás personas suponemos que les pasa lo mismo. Pensamos que nuestro objetivo es dar a conocer las manifestaciones autoritarias de nuestra sociedad y que cada persona sea la que las combata desde sus reflexiones personales. Si damos nuestra opinión continuamente sobre los temas que tratamos, podemos llegar a caer en el dogmatismo y lo que es peor, contagiarle, además corremos el riego de hacer el programa menos plural de lo que ya es de por sí (por los temas tratados). Aún así, alguna que otra vez, se escapan comentarios sobre noticias que nos calientan la sangre (el día que nos enteramos de que a Rita le habían violado en comisaría y habían absuelto a los maderos implicados hubo insultos para dar y tomar, por otro lado totalmente merecidos).

2. MÚSICA

El criterio a la hora de seleccionar música es nuestro gusto personal (canciones reivindicativas, sobre todo punk).

Esta poca variedad musical trae como consecuencia que te escuche sólo un determinado tipo de gente. Es decir, se da cierto “sectarismo”, y eso es negativo; ya que se supone que nuestro objetivo es llegar a cuanta más gente mejor para contrarrestar las informaciones manipuladas e interesadas con las que somos bombardeadas desde los medios de comunicación de masas.

Por otro lado tenemos cierta audiencia que le interesa el tipo de música que ponemos y “tolera” la información que “incluimos entre canciones”. Este tipo de personas probablemente no escucharían el programa si no les gustase la música. Esto se puede corroborar por el hecho de que las personas que se animan a llamar al programa, lo hacen casi en exclusividad, para pedir un determinado grupo o para conocer el nombre del conjunto que toca esa canción tan bonita que acabas de poner. (Evidentemente esto no condiciona nuestra forma de realizar el programa, aunque lo tenemos bastante presente por ser una realidad demostrada.) Aun así creemos que poner música de todo tipo o cuando menos no “sectaria” no contribuiría en exceso a aumentar la audiencia (no sólo en número sino también, y más importante, en participación) ya que dada la especialidad de los temas tratados (presas, anarquismo-autonomía, antifascismo, okupación, antimilitarismo, antisexismo…) hay personas que no te sintonizarían ni aunque les pusieses su estilo de música favorito.

Para nosotros, la forma de conjuntar las informaciones y la música que se pincha, es que todo el programa tenga un ritmo o estilo concreto, atendiendo a la personalidad de la persona o personas que lo realizan, para que ese ritmo o estilo salga de forma natural y el programa resulte atractivo, fácil de escuchar e interesante aunque no entusiasme la música ni las informaciones.

Lo que quiero decir con todo esto, es que la música que ponemos en los programas influye en el tipo de audiencia que vamos a tener y si esta es demasiado especializada (crust-filandés con toques agridulces de la cocina de Subijana) puede que el programa “tire pa trás“ a las personas que no les gusta la música, pero contrariamente una variedad excesiva en los estilos puede ser contraproducente ya que se pierde el ritmo y forma del programa, a parte de que mezclar muchos estilos agobia a cualquiera.

En el caso de nuestro programa casi todos los días de emisión solemos hacer un repaso a las novedades que nos llegan, centrándonos en la distribución realmente alternativa y potenciando en la medida que podemos el auge de ésta y por supuesto denunciando el intrusismo que existe con esta distribución alternativa por parte de gente con afán de ganar dinero.

En resumen, creemos que la música que pinchamos en nuestros programas es un campo que debemos cuidar, sin llegar al extremo de obsesionarnos y perder nuestra naturalidad por la bonita causa de ganar audiencia.

3. PROGRAMAS ESPECIALES O DE DOCUMENTACIÓN

Estos son los que más nos interesan personalmente, porque son los que verdaderamente pueden hacer ver a las personas que te están sintonizando la manipulación a la que están siendo sometidas, sobre todo tratando nuestros temas. Requiere un esfuerzo de documentación y de preparación del tema bastante grande, buscar diferentes fuentes informativas (sobre todo alternativas), seleccionar los datos o cuestiones más importantes relacionadas con el tema a tratar para contarlo todo; ajustar el contenido al horario de un programa sin que llegue a agobiar, escoger música acorde con el tema… Pero aunque todo esto requiere un esfuerzo y un tiempo grande, el resultado es brutal porque realmente contrainformas, aportas datos y base para que las personas que te escuchan puedan analizar la realidad que les rodea desde una visión crítica y personal.

4. CONCLUSIÓN.

Esto es la teoría basada en la realidad, pero la práctica cotidiana es más dura y realista. En ocasiones y por diversos motivos (no haber preparado bien el programa, no tener ganas de hacerlo, falta de concentración…) la realización del programa deja mucho que desear, ya que está totalmente falto de ritmo, tenemos excesivas canciones por falta de noticias para llenar las dos horas, se nota mucho que estás leyendo la noticia…

En fin que no somos profesionales ni pretendemos serlo, pero nos gustaría hacer más audible y accesible nuestras dos horas “pa cagarnos en la autoridad” (que diría el Gontzal) y por eso hemos realizado esta reflexión-autocrítica.