LA HERMANDAD DE LA CAMPANA

LA HERMANDAD DE LA CAMPANA

(EL ORIGEN DE LAS ARTES NEGRAS Y LA CIENCIA NEGRA)

por William Dean Ross

La mayoría de las personas no tiene ningún conocimiento del significado e implicación de los términos Operaciones Negras y Ciencias Negras.

Las Operaciones Negras fueron desarrolladas luego de la Primera Guerra Mundial, pero no tuvieron su florecimiento sino hasta finales de la Segunda Guerra Mundial durante el período de la Guerra Fría. El Congreso destinó enormes partidas presupuestarias para el Pentágono, la CIA, y otros sectores del Departamento de Defensa con la finalidad de conseguir que el aparato militar de los Estados Unidos se convirtiera en una fuerza de hegemonía global, pero ciertos proyectos adquirieron mayor carácter de secreto que otros. Aquellos que fueron considerados como ultra-secretos fueron inicialmente financiados por el sector civil, como es el caso de algunos contratistas del área de defensa que ya eran parte de un círculo con intereses comunes.

Conforme pasó el tiempo, aquellos miembros de confianza de este grupo pasaron a formar parte de una camarilla compuesta no solamente por corporaciones especialmente seleccionadas sino también por individuos identificados como particularmente aptos por medio de varios programas federales para caza de talentos. Así nació una sub-cultura, con una personalidad y un sistema de creencias claramente definidos, y evidentemente separada de las corrientes por las que transcurre la vida de los norteamericanos comunes.

La tecnología de vanguardia que produjo la aeronave “Stealth”, el aerodeslizador invisible, los procesos de control mental y modificación climática a través de frecuencias de onda extremadamente bajas, la clonación genética, pasó a ser parte medular de las llamadas ciencias secretas. Este nuevo conocimiento no estaba, ni lo está tampoco hoy día a disposición de los cuerpos militares regulares, el congreso o las universidades. Los secretos tecnológicos más celosamente guardados estaban en las manos de una minoría sedienta de poder que estaba ligada al Banco Mundial para todo financiamiento futuro de sus proyectos. Ellos mismos desarrollaron los llamados “laboratorios de ideas” (think tanks), tales como Stanford y Travistock, encargados de diseñar estrategias para mantener a las masas en total oscuridad e ignorancia.

La magnitud del engaño creció como un cáncer que se propagó dentro de cada una de las áreas que forman la moderna sociedad industrializada. Incursionaron en todos los territorios, desde la Mafia hasta la Universidad de Harvard y el Sistema Bancario Internacional. Aprendieron la manera de controlar los medios de comunicación, y eventualmente consiguieron el control de la televisión, la industria del cine de Hollywood, los periódicos, las instituciones educativas y, de alguna manera y hasta cierto punto, el control de las mentes de los individuos.

Ya en 1977 el Congreso de los Estados Unidos investigó acusaciones de abusos y actos inhumanos en contra de la CIA y el FBI. Estos emplearon siempre la excusa de la “seguridad nacional” para justificar todos los crímenes que cometieron. Gracias a la licencia de la “seguridad nacional”, no ha habido ninguna investigación de sus actividades ilegales desde 1977. La realidad de las cosas es que tanto el Congreso de los Estados Unidos como el mismo presidente y la Corte Suprema sienten un miedo paralizante ante el poder de esta camarilla. Montañas de evidencia apuntan al hecho de que han asesinado a miles de personas, incluyendo altos ejecutivos corporativos y políticos influyentes, como por ejemplo J. F. Kennedy. Ellos son considerados el auténtico “Gobierno Invisible”.

A esta altura del artículo, es bueno que demos un nombre a este “Gobierno Invisible”, así que le llamaremos “La Hermandad de la Campana”, en referencia a la película de 1960. Por cierto, la Corporación Bell hizo el primer platillo volador de fabricación humana, llamado “Bell” (“campana” en Inglés -N. del T.) por su forma de campana. Así entonces conoceremos a la “Hermandad de la Campana” simplemente por sus siglas como la HDC.

La HDC se convirtió en la organización internacionalmente manejada y financiada que desarrolló las tácticas totalitarias para la dominación económica, política y militar mundial. La HDC creó e implantó la idea de que en algún momento histórico la mitad del planeta correspondía al sector religioso/capitalista defendido por la CIA, mientras que la otra mitad correspondía al sector ateo/comunista defendido por la KGB. La realidad de las cosas es que la cofradía Internacional de Banqueros, en coalición con las más antiguas sociedades secretas esotéricas y los tentáculos de las agencias de inteligencia, controlaban la totalidad del planeta, inclusive durante el transcurso de la Primera y Segunda Guerras Mundiales. Cuando quiera asomaba la amenaza de que algún grupo independiente de poder decidía dejar de jugar según las reglas de la hermandad y trataba de liberarse del sistema de monopolio establecido, la respuesta era una declaratoria de guerra. Y así es como funcionan las cosas hoy en día, con un mensaje inequívoco de “no se metan con la cofradía de los super-banqueros.

La Guerra Fría tocó a su fin ante el coro mundial de “¡Paz!”, de alguna manera dificultando en lo sucesivo el antiguo juego de los banqueros e industriales de fabricar guerras para beneficio del complejo militar-industrial. Así que los “laboratorios de ideas” se dieron a la tarea de diseñar una estrategia para subyugar a la ideología de la “Nueva Izquierda”. El paso del tiempo, además, había modificado los alcances de la tecnología, haciendo que los banqueros e industriales ya no requirieran de grandes fuerzas laborales para realizar las labores de producción agrícola, de operación de las fábricas, o inclusive ser parte de la maquinaria de guerra de sus juegos bélicos. Los avances en la computación, la ciencia robótica, la inteligencia artificial bio-electrónica y la clonación, eliminaron finalmente la dependencia que tenían de hordas de molestos consumidores de alimentos. Se convino la realización de reuniones altamente secretas, y para 1960 se había ya diseñado una estrategia como solución, tal y como puede verse plasmada en el “Reporte de la Montaña de Hierro”.

La “Nueva Izquierda” con todos sus conceptos altruistas y humanitarios funcionaría como un “Caballo de Troya” a través del cual se tendería la mayor “sombra de la muerte” que jamás hubiera caído sobre la Tierra en el curso de la historia escrita de la humanidad. A través de la literatura de corte “Globalista”, de los reportes de las Naciones Unidas, de las estatuas y el arte desplegado en los nuevos aeropuertos masónicos, y de los santuarios tales como las “Piedras de Georgia”, la hermandad llama a la reducción masiva de la población de la Tierra. También se llama a la erradicación de los últimos vestigios de la democracia y la cultura en favor de la implantación de una nueva religión y un nuevo gobierno mundial diseñados expresamente por los “laboratorios de ideas”.

Por otro lado, algunas organizaciones racistas de la Nueva Derecha han sido convenientemente manipuladas por agentes provocadores al servicio de las Operaciones Negras para aparecer como hostiles a las masas en general a través de los medios de comunicación propagandistas. La verdad es que estos grupos están bastante familiarizados con algunos de los conceptos del “Nuevo Orden Mundial”, pero no alcanzan a ver cómo están siendo utilizados como “chivo expiatorio” y “tonto útil” al servicio de las operaciones de sabotaje negras. El gobierno invisible es adepto en el uso de situaciones de caos fabricadas con la finalidad de generar presión pública en favor del cambio social -tal el caso, por ejemplo, del clamor en favor del control de las armas de fuego. Sus juegos de instigación y embuste obedecen a la vieja directiva masónica de “Ordo Ab Chaos”. De manera secreta crean el problema para que luego sus figuras políticas salgan a la luz pública a ofrecer la solución: “el Orden surge del Caos”.

La vieja coartada de la “seguridad nacional” esgrimida por la Hermandad para justificar actos de crueldad en contra de la humanidad, ahora se ha diversificado para incluir consignas como “Por el futuro de los niños”, o “Para salvar a la naturaleza”, pero la verdad es que la Hermandad de la Campana está destruyendo más áreas naturales con sus proyectos secretos relacionados con armamentos nucleares, guerras química y bacteriológica, y tecnologías como la del Programa de Investigación Activa de Altas Frecuencias Aurora (H.A.A.R.P. por sus siglas en inglés) de lo que las “hordas de molestos consumidores de alimentos” podrían imaginar.

Con la caída del Muro de Berlín, fue posible fusionar las llamadas Operaciones Negras del bloque oriental con las del occidente. Los “laboratorios de ideas” incluyen ahora a soviéticos y chinos comunistas por igual. Han fusionado sus ideas en pro del “Nuevo Orden Mundial” y han fusionado sus Fuerzas Militares Especiales dentro de un solo esquema orientado hacia la ejecución de los proyectos de “limpieza” y la operación de los nuevos “campos de exterminio”.

Lo que estos gestores del “Mundo Feliz” de Huxley no saben es que una vez más están siendo utilizados para satisfacer el desmesurado apetito de la super-élite del poder. Pero en el círculo más secreto de la camarilla es bien sabido que en última instancia los controladores de sus mentes y almas son en realidad una sociedad interdimensional, una civilización etérica aún más invisible que ellos mismos. La Hermandad honra a sus Maestros Ascendidos, Guías Espirituales y Semidioses, con sangre y sacrificios, de la misma manera que lo han hecho a través de toda la historia de la Nobleza de la Oscuridad y de las sociedades practicantes de las Artes Ocultas. Siempre han enaltecido a Lucifer como el Señor de esta Tierra y se han preocupado en complacerle y aplacarle.

El “Presupuesto Negro” fue entonces destinado al financiamiento de las Artes Negras que comenzaron a ser llamadas “Ciencias Negras”. Los primeros proyectos de hecho dieron inicio antes de la Primera Guerra Mundial mientras que los más conocidos datan de la Segunda Guerra Mundial. El Ejército de los Estados Unicos tuvo a su cargo la tarea de fabricar la bomba atómica en el llamado “Proyecto Manhattan” y la Marina de los Estados Unidos se abocó a la creación del equipo “stealth” y de la tecnología para la invisibilidad a través del “Experimento Filadelfia”.

Luego de que terminara la guerra, se reunió a los científicos que tomaron parte en ambos proyectos junto con algunos de los principales científicos Nazi de Alemania y los de la NASA para la formación de la Agencia Nacional de Seguridad. Experimentos anteriores tales como el “Trabajo Babilonia” y el “Proyecto Montauk” ya habían utilizado a ocultistas y científicos Nazi con la finalidad de comunicarse con y materializar seres interdimensionales. También habían estado trabajando en la tecnología relativa a los viajes interdimensionales en el tiempo, así como en el campo de la eugenesia y la clonación. De esta manera habían nacido las “Ciencias Negras”.

Las Ciencias Negras son la rama más secreta de todas las operaciones secretas y cuentan con la protección militar que les suministra el cuerpo especialmente seleccionado de soldados que conforman lo que se llama las Operaciones Negras. Su meta es la de fusionar el mundo visible con el mundo invisible. A través de sus actividades intentan asegurarse de que el conglomerado humano alcance un estado de “mentalidad de colmena” y un estado espiritual que esté en perfecta resonancia con la frecuencia vibratoria apropiada para cristalizar esta meta. Los Maestros Ascendidos les han conminado a eliminar el paradigma del “Viejo Mundo” junto con todas sus ideas y gentes anticuadas. El primer punto en su agenda del día es la creación de una nueva generación de seres simpatizantes hacia su visión del Nuevo Mundo.

Esa es la razón por la cual hay una buena cantidad de conservadores, cristianos, judíos, musulmanes, budistas y otros, en sus listas negras. Es también la razón por la cual cada vez más leyes anti-constitucionales se convierten en la “Nueva Ley”, y por la que aquellos individuos que han descubierto su secreto, independientemente de sus afiliaciones políticas o religiosas, manifiestan cada vez más enfáticamente sus preocupaciones.

Copyright, William Dean Ross, 2000