Maestro curandero de la tradición amazónica peruana

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 01/09/2005 1:23

Maestro curandero de la tradición amazónica peruana
Don Alejandro Salas

El maestro Alejandro Salas Tuanama es un médico curandero de la tradición amazónica peruana. Nació hace 47 años dentro del grupo cultural Lamista ubicado en Tarapoto en la selva central del Perú. Su abuelo y su padre fueron curanderos y desde muy niño aprendió con ellos las primeras nociones de su arte y sus primeros conocimientos de las plantas.

En nuestro país las poblaciones nativas amazónicas, quechuas y aymaras domestican las plantas desde hace 6000 años. Durante este tiempo todas ellas han desarrollado una aguda observación del ambiente que las rodea, han experimentado sus usos rituales, medicinales y alimenticios y sobreviven hasta la fecha con este conocimiento. Esto les permite ser poseedoras y guardianas de una importante sabiduría vivencial en el uso de ellas.

La formación del maestro Alejandro en el arte de la curación se inicia en su casa con su abuelo y su padre. Sin embargo emprende su labor de médico curandero luego de una enfermedad grave por la que pasa de la que el mismo se tiene que curar. Inicia entonces su periodo de estudio intensivo de la medicina tradicional. En este periodo de aprendizaje dieta durante tres años en los que cada día toma plantas. Durante esta época los espíritus de las plantas conversan con el y le enseñan sus propiedades, los cantos y distintos métodos de curación. También recibe estas enseñanzas a través de sueños. Esta dieta incluye ingestión de plantas diariamente, ayuno de medio día y alimento sin sal, azúcar, no chancho ni bebidas alcohólicas ni contacto con pareja.

De las plantas amazónicas, Don Alejandro considera al Ayahuasca como la madre de todas. El considera al Ayahuasca como la madre de todas. El Ayahuasca es una liana que se desarrolla en forma natural en los bosque amazónicos y su preparación se realiza bajo la vigilancia de un maestro o maestra curandera, según ellos para otorgarle su fuerza para la curación. Una vez ingerida, según la dosificación del maestro, produce una expansión de nuestra conciencia interior que se manifiesta en una especie de mareación. En este estado el paciente no pierde nunca la conciencia y es guiado por el canto y las artes del maestro para producir la curación, así como las r espuestas a sus preguntas. El proceso de comunicación del paciente con el Ayahuasca varia con cada persona, en unos es inmediata y en otros tarda varias sesiones, esto no indica que no esté curándose progresivamente. Como paciente y testigo en numerosas tomas de Ayahuasca, he apreciado lo invalorable que es esta experiencia para la curación en un sentido que involucra no sólo el cuerpo sino la mente, las emociones y la reconexión con el espíritu.

Don Alejandro viene curando desde hace 30 años, en su ciudad natal y en Pucallpa su lugar de residencia actual. Cura distinto tipo de males físicos, ayuda en la solución de problemas emocionales, afectivos y preocupaciones diversas por las que atraviesan los distintos tipos de pacientes que se acercan a él.

Para curar el maestro ha desarrollado su propio método de curación. Examina al paciente concentrándose en su nombre, apellido y lugar de residencia. Con la información así obtenida da inicio a la cura con la toma de plantas, esto permite al curandero y paciente visionar con claridad la enfermedad o el problema por el que atraviesa así como el tipo de tratamiento o cura a implementar.

Un concepto esencial expresado por él para entender el estado de salud o enfermedad en el cuerpo de todo paciente es el del frío y el calor. El frío tiene que ver con la desarmonía, con el mal. El mal puede ser un mal físico, de carácter emocional o una construcción mental que se localiza en el cuerpo y que el maestro extrae de él. El calor tiene que ver con la salud, con una buena circulación de la sangre, con el restablecimiento de la energía potencial del ser humano, con la armonía corporal, emocional y mental.

Para el tratamiento del paciente y el restablecimiento de su salud el maestro usa distintas técnicas tales como:

1) Los masajes corporales: Estos buscan, mediante el toque del maestro, activar la energía del cuerpo produciendo el desbloqueo de las zonas donde esta obstruida; asimismo extraen el dolor superficial o profundo localizado en el cuerpo ya sea este de golpes físicos o de tensiones emocionales y nerviosas. El masaje también extrae el frío del cuerpo y restablece el calor. El masaje lo realiza usando preparados en base a aceites y plantas naturales.

2) Los baños y ligadas: Son baños calientes con distinta intensidad en la frotación del cuerpo preparados en base a plantas. En su elaboración usa pedazos de cortezas, raíces, hojas o flores, según sea el caso. Ellos brindan al paciente activación de la circulación de la sangre y extraen el dolor y el frío del cuerpo. Si el paciente no puede dormir bien, después de su aplicación restablece normalmente el sueño.

3) Toma de plantas: El maestro trata a sus pacientes principalmente con toma de Ayahuasca, para su preparación maestro hierve la planta por largas horas en las que el cuidado del maestro es esencial para la fuerza que después tiene el “vegetal” en la curación –como dice Don Alejandro- y luego la da a sus pacientes en sus sesiones curativas. En relación a los problemas físicos trata problemas bronquiales, del estómago, de los intestinos, de los riñones, del aparato reproductor, enfermedades a los huesos, reumatismo entre otras. Asimismo limpia el cuerpo de problemas que atañen a la relación de pareja, a dificultades, al stress. A tensiones por el trabajo, al estudio, etc. Del mismo modo elabora distintos tipos de preparados con una gran variedad de plantas de acuerdo a las enfermedades de los pacientes. Estos preparados los hace al agua o al alcohol. En el primer caso mediante el hervido de las plantas y en el segundo caso mediante la maceración de las plantas en bebidas alcohólicas que luego son tomadas por los pacientes durante periodos –determinados por el maestro- para completar la curación.

4) Uso de resinas: Aplica resinas extraídas de distintos tipos de árboles las mismas que son usadas como emplastos mediante una tela. Estos se adhieren al cuerpo con la fuerza de una ventosa y se quedan allí durante aproximadamente siete días después de los cuales se salen. Su función es extraer del cuerpo el mal, el dolor así como soldar los huesos.

5) Uso de perfumes: En base a los perfumes usados por los pacientes el maestro los prepara para que al ser aplicados aporten una fuerza especial propiciatoria que atrae la salud, el bienestar, la claridad mental, la buena suerte en las personas que se están curando.

Después del tratamiento cuya duración mínima es de un mes. Don Alejandro aplica al paciente una dieta por un mes más. La dieta incluye la toma de algunos preparados de plantas que le ayuden a terminar con éxito su curación. La dieta para los pacientes es en base a comida baja en azúcar, no ingestión de alimentos helados, no carne de chancho y no relación marital. En el caso de las mujeres no se hace curación durante la regla sino hasta que ella pasa.

Una planta esencial en el trabajo de Don Alejandro además del Ayahuasca, es el tabaco. El tabaco es la planta propiciatoria de la curación. Es la que produce el vínculo entre el maestro, el paciente y los espíritus de las plantas que intervienen en la curación. Sin el no sería posible la curación. Sirve en el decir de Don Alejandro “para ponerle fuerza al cuerpo del médico para curar como para acelerar la purga o extracción del mal del estómago del paciente”.

En la vida cotidiana el maestro tiene un sistema de vida disciplinado que va desde los alimentos que ingiere. Estos no deben cargar su estómago ni ser ingeridos en exceso para estar siempre listo para curar. Incluye también dietas en el bosque una vez al año mediante las que restablece las fuerzas para curar. Asimismo ejercicio físico diario preferiblemente cercano a un lugar natural que le permite activar el cuerpo y dejarlo listo para las sesiones de curación como para los desvelos nocturnos producto de “los sueños” en los que recibe de los espíritus de la naturaleza indicaciones para la cura.

La mesa de medicina:

Todo maestro curandero tiene un espacio ritual en donde se propicia la cura de todo paciente. Allí el médico se concentra solo en la sanación de sus pacientes.

En el caso de Don Alejandro esta mesa esta compuesta por: encantos, diversas variedades de pipas para fumar el tabaco, frascos con perfumes y otros con preparados de vegetales.

Los encantos son imágenes, piedras, pequeñas esculturas de metal –artes que todo curandero va reuniendo sea porque los encuentra o se los dan- y constituyen las artes de la curación. Estos encantos según dice el maestro funcionan como guardaespaldas en la mesa de curación y dan fuerza y valor al médico.

Icaros y oraciones:

El médico curandero usa para sus sesiones de sanación cantos o icaros y oraciones mediante las cuales cura los dolores, las enfermedades y da fuerza a los pacientes para su sanación.

Los cantos o icaros son enseñados al maestro por los espíritus de las plantas. Recibe de ellos cientos de cantos que usa para distintos tipos de curaciones, para limpiar la visión y para abrir la mente y el espíritu. Sin embargo el médico tiene su canto principal, el más fuerte, el más importante, con el que cura a sus pacientes.

En el Perú más del 50% de la población urbana y rural se cura con plantas y para ello recurre a distintas prácticas de medicina tradicional. Conocimientos del uso de las variadas familias de plantas como los del maestro Alejandro hacen posible la cura integral de numerosos pacientes.

Debemos agradecer a Don Alejandro y a todos los médicos indígenas que como el han conservado en la práctica los métodos y terapias, experimentados por miles de años por sus ancestros que nos hacen visionar la integración total que tienen con la naturaleza ya que ellos no se sienten separados de ella, sino que son uno con ella. Desde su punto de vista todo tiene espíritu. De allí que toda cura que propician es integral: del cuerpo, de la mente y la reconexión con el espíritu.