Literatura Náhuatl.

Literatura Náhuatl.

La literatura siempre será una forma de conocer las más íntimas formas de una cultura. Nos da la llave para encontrar las respuestas que nuestra existencia nos plantea y nos ubica en el mundo del cual provenimos.

Se entiende por literatura náhuatl la producción literaria de los pueblos que ocuparon el valle de México y sus alrededores y que hablaron esta lengua. El náhuatl o mexicano antiguo se habló desde la época de Teotihuacan y Tula. Era la lengua de Atzcapotzalco, Chalco, Tlaxcala, Cholula y otras regiones.

En cuanto a su origen es importante mencionar que no se puede dar una fecha exacta para su inicio, ya que sus obras tuvieron transmisión oral durante muchos años.

La influencia de culturas como la teotihuacana y tolteca fueron el inicio de estas manifestaciones, a las que se le unieron la originalidad y el profundo sentido religioso de los aztecas.

Se consideraban el pueblo del sol, es decir, el pueblo elegido para ayudar con su sangre a la existencia de los dioses, por los cuales se produce la guerra florida, cuya finalidad era obtener víctimas para el sacrificio.

Las primeras manifestaciones de la literatura náhuatl se encuentran en los códices, libros que pintaban los tlacuilos (escribanos o pintores) en hojas de piel de venado raspada o corteza de amate preparada con una capa de carbonato de calcio. El arte de fabricar estos códices se resumía en la expresión: “poseer la tinta negra y roja” símbolo de la sabiduría que posee el hombre culto. La escritura de códices era una costumbre no sólo de los habitantes del valle, sino también de la región maya, mixteca y zapoteca. Los códices se guardaban en bibliotecas llamadas amoxcalli (la de Texcoco fue famosa antes de ser destruida por los conquistadores).

Estos códices podían contener todo tipo de información: historia, tácticas de guerra, registros de pueblos tributarios y sus tributos, relación de costumbres, calendarios religiosos, tipo de sacrificios para cada divinidad, etc.

De ellos se conservan sólo tres códices de la cultura maya:

El Dresde, el Tro-Cortesiano y el Peresiano. De la región mixteca se conservan algunos tan hermosos como el Nuttla, nombre con el cual se conoce también todo el grupo de códices de la zona que comprenden nueve en total. El resto pertenece a la regi6n central y sobresalen el Borbónico y el Borgia.

Al darse cuenta de la valiosa información que habían perdido al quemar las bibliotecas y códices antiguos, los españoles alentaron la elaboración de códices con la técnica prehispánica. A este tipo de códices pertenecen el Mendocino, Maglibecchi, Azcatitlán, Mexicanus, el Cruz, Xólotl y varios más.

Características.

El náhuatl gozaba de fama como lengua culta, dulce y armoniosa. Por ello no es coincidencia que la propia palabra náhuatl significa: claro, limpio y sonoro.

En cuanto a la lengua literaria se caracteriza por el uso de recursos muy específicos que le dan un carácter original e inconfundible, como los siguientes:

1. Paralelismos: Es un recurso frecuente en muchas literaturas, sobre todo primitivas y consiste en la repetición de un mismo concepto, palabra o pensamiento completo, por medio de dos o más frases semejantes, incluso sinónimas, que se complementan, por ejemplo:

“El llanto se difunde, las lágrimas gotean.”

2. Difrasismo: Este recurso surge de la literatura seguramente como reflejo del uso de ideogramas, que representan conceptos por medio de objetos relacionados con ellos. Como recurso estilístico surge de yuxtaponer dos palabras que nos dan, por asociación el nombre de otra. Ejemplo: in xóchitl in cuicatl (flor y canto), significa poema.

3. Metáfora: En realidad toda poesía se expresa por medio de lenguaje metafórico y en este sentido, la poesía náhuatl no es una excepción.

Lo que es original y aparece casi como exclusivo es que en el proceso creador de metáforas los elementos de comparación son: aves, piedras preciosas y flores. Ejemplo: “nuestro hermoso canto: un dorado pájaro cascabel.”

4. Forma negativa e imperativa de los enunciados: Esta es una forma de construcción característica de la prosa, se expresa mediante la negación al comienzo de la frase. Ejemplo: No seas cual culebra, no te hagas el resabido.”

Los géneros literarios cultivados

1. Poesía épica.

La épica antigua surgió de la fusión del mito y de la realidad, por ello muchas veces los documentos históricos son más bien literarios, porqué ofrecen una imagen subjetiva y humana del acontecer histórico.

Los fragmentos épicos de este período pueden clasificarse según su tema en:

a) Los que tratan de personajes famosos. Por ejemplo: Quetzacóatl.

b) Los que relatan la fundación de ciudades.

c) Los que hablan de peregrinaciones de tribus.

2. Poesía lírica.

Se caracteriza por retratar la subjetividad del ser humano, al revés de la poesía épica que se encarga de mostrar las ideas de una cultura. Exhibe la concepción que, sobre el mundo tiene un individuo. En ella se destacan dos aspectos: Forma y contenido.

Dentro de la forma lo que se puede destacar de la poesía náhuatl es, su rítmica y métrica, ya que casi siempre fue ajustada a la música y la danza. Aunque esto es muy difícil de observar en las traducciones, los que sí podemos considerar como características que se conservan aún en ellas son:

1. El uso del paralelismo y el disfrasismo.

2. La composición de metáforas basadas sobre todo en la comparación con flores, aves y piedras preciosas.

3. Que se trata de poemas cortos, estructurados, generalmente de la siguiente manera: un pensamiento desarrollado en dos estrofas, la segunda es complemento de la primera, y entre ambas hay un estribillo que las une. Este último puede repetirse o incluso iniciar el poema. Ejemplo:

“El ave roja de xochiquetzal (primer pensamiento)

se deleita, se deleita sobre las flores. (estribillo)

Bebe la miel en diversas flores: (segundo pensamiento)

se deleita, se deleita sobre las flores” (estribillo)

Por su contenido podemos dividir la poesía náhuatl en:

a) Religiosa: Teniendo en cuenta que toda la literatura náhuatl tiene un trasfondo religioso, su expresión máxima la encontramos en este género literario, ya que pareciera que el alma indígena no es capaz de concebir el mundo y al hombre de una manera independiente de la voluntad de los dioses. Hay una enorme cantidad de poemas dedicados a las distintas divinidades de la mitología y a su invocación ceremonial. Estaba destinada exclusivamente al conocimiento de los sacerdotes.

b) Guerrera: La figura del guerrero, ya fuera caballero águila o tigre, sus hazañas, la guerra misma como forma y justificación de la vida, es el tema principal de una vasta producción poética de esta cultura.

c) Filosófica: La brevedad de la vida, la incertidumbre sobre lo que hay después de la muerte, la crueldad o indiferencia de los dioses, su naturaleza, la amistad, el valor de la poesía y la belleza, la tristeza y melancolía del individuo sometido a los designios de los dioses terribles, son los temas de este grupo.

3. Poesía dramática.

Entre los indígenas el teatro poseía un carácter especial de representación en vivo en honor de los dioses, en el cual participaba todo el pueblo. Se mezclaban varios elementos, como la música, el canto y el baile, coincidiendo con esto con el concepto dramático de otros pueblos. Su estructura es completamente diferente a la occidental formada por introducción, nudo y desenlace. No existía como tal la caracterización psicológica de los personajes.

Por los testimonios que se conservan de los cronistas, sabemos que los indígenas conocían y se manifestaban en todas las partes de la representación actual: maquillaje, escenografía, vestuario, utilería, etc.

Existían cómicos parecidos a los juglares medievales y también titiriteros.

Como ejemplos de este tipo de representaciones podemos citar la fiesta del dios Tezcatlipoca, la cual se realizaba con la participación del pueblo. En este festejo se sacrificaba al guerrero-actor, quien moría para asegurar la continuación de la vida, la cual se festejaba con cantos y bailes.

4. Prosa.

En la prosa encontramos algunos recursos típicos de la lírica, como el paralelismo y el lenguaje metafórico. Por su contenido la prosa náhuatl se puede dividir en dos grandes grupos: la histórica y la didáctica.

Prosa histórica: encontramos un gran caudal de referencias sobre genealogías, acontecimientos como eclipses, terremotos, sequías, inundaciones y hechos históricos. Las obras de este tipo que se escribieron durante la conquista son particularmente interesantes, porque no plantean la perspectiva de los indígenas. Ejemplo de ello es la obra: Anales históricos de la nación mexicana escrita en 1528.

Prosa didáctica: destacan los Huehuetlatolli o discursos de los viejos y Los proverbios. Los primeros fueron recogidos por Fray Andrés de Olmos, después de la conquista y son consejos de los mayores a los jóvenes para guiarlos en la vida, encierran todas las ideas sobre la educación de los mexicanos: Normas de conducta, conceptos morales, respeto a las tradiciones, a los dioses, etc. Estos consejos se transmitían de padres a hijos, de sabios a gobernantes o de los reyes a sus descendientes.

En cuanto a los proverbios, sabemos que son la condensación mínima de las ideas; son frases cortas que encierran toda una sabiduría de la vida. Por ejemplo: “si en verdad eres estrella no te alumbres con tea”, “¿Quién será útil a otro, cuando no lo es a sí mismo?”

Nezahualcóyotl (autor representativo).

Acomiztli Nezahualcóyotl (nombre que significa brazo o fuerza de león y coyote hambriento o ayunado) nació en Texcoco el 28 de abril de 1402. Su vida fue muy azarosa, siempre estuvo ligada a la política. En 1431 fue proclamado señor de Texcoco, donde impuso una organización política y administrativa que logró la expansión de su imperio.

Obra representativa.

“Estoy embriagado, lloro, me aflijo,

pienso, digo,

en mi interior los encuentro:

si nunca me muriera,

si nunca desapareciera.

Allá donde no hay muerte,

allá donde ella es conquistada,

que allá vaya yo.

Si yo nunca muriera,

si yo nunca desapareciera.

(Traducción de León Portilla)

Autor: Nezahualcóyotl.

Conclusión.

La literatura náhuatl forma parte de nuestra herencia cultural, a pesar de que gran parte de dicha herencia nos fue robada, también es cierto que la cultura sincrética que se dio con la combinación de la cultura española y la indígena es quizá una de las más ricas de la Tierra.

Entender la visión del mundo de los aztecas nos da la posibilidad de entendernos a nosotros mismos y a nuestra realidad actual.

Es importante valorar las características de esta literatura tan rica y profunda: su valor metafórico, su dulzura, su estrecha relación con la naturaleza y el retrato de la visión de la vida de una manera tan espiritual y compleja.

La literatura maya.

La cultura maya es otra civilización que se dio en el continente americano. Abarcó la región que comprende los estados de Yucatán, Campeche, Tabasco, parte de Chiapas y Quintana Roo (dentro de la República Mexicana) y países como Guatemala, Honduras y Belice, en Centroamérica.

Los mayas tuvieron un sistema complejo de escritura jeroglífica que desgraciadamente sólo ha sido parcialmente descifrado.

A diferencia del náhuatl existen muy pocos textos (sólo existen tres códices), además de que una palabra tiene múltiples significados. Por ejemplo: la palabra Po es el nombre de la diosa lunar y de la diosa patrona de las tejedoras, pero también es el nombre de un mes y puede significar rana.

La destrucción de los códices mayas fue sistemática, debido a dos razones fundamentales, los propios indígenas los destruyeron para no dejarle información al enemigo y después los españoles se encargaron de destruir lo que los indígenas no hicieron, organizando quemas como la de Fray Diego de Landa en la ciudad de Maní en 1562.

Extrañamente los tres códices mayas que sobrevivieron a estas destrucciones se encuentran en ciudades europeas, y nadie es capaz de dar las razones para que esto sucediese. El contenido de los tres es el tema fundamental del pensamiento maya al paso del tiempo aunque no puede descartarse que se trate en alguno de ellos otro tema.

El más importante y considerado el más bello es el Códice Dresde, cuyas treinta y nueve hojas contienen, entre otras cosas, profecías, ceremonias del año nuevo y tablas sobre el movimiento del planeta Venus. Se supone que fue pintado hacia el siglo XI y es el más estudiado de los tres. Escapó a la destrucción total durante los bombardeos aliados a la ciudad de Dresde, ya que al apagar los incendios el agua llegó a los sótanos donde el códice se encontraba. Fue rescatado de la humedad y devuelto a las vitrinas de la biblioteca

La historia del Códice de París, no puede menos que sorprendernos: fue encontrado en la basura de la biblioteca Nacional de París. Este documento contiene 11 páginas de profecías y un calendario adivinatorio. En una de sus esquinas aparece el nombre de Pérez, por eso es conocido también como peresiano.

El tercer códice maya es el Tro-cortesiano o de Madrid encontrado en dos partes que pertenecían al Sr. Tro-Hortelano y a un pariente de Cortés. Consta de 112 páginas, pertenece al siglo XV y su contenido es adivinatorio y de las ceremonias rituales del año nuevo.

Los mayas conservaron a través de la tradición oral sus hechos históricos. Aprendían a memorizar extensas obras literarias e incluso científicas, muy probablemente los códices sólo servían de guía o para fines didácticos. Los sacerdotes y los sabios eran los que tenían el real acceso a ellos. A los jóvenes mayas se les enseñaba de forma oral. Después de la conquista y ante el peligro de que todo su acervo se perdiera, fueron los primeros en usar el alfabeto latino para transcribir en su propia lengua las obras que hoy conocemos como literatura maya. La más importante de ellas es el Popol-vuh, aunque existen otros textos como los libros del Chilam Balam, el Memorial de Sololá o Anales de los cakchiqueles y el Rabinal Achí.

Conclusión.

Hablar de la literatura maya nos acerca a una de las civilizaciones más importantes de nuestro continente, nos muestra una sensibilidad inigualable, además de una visión del mundo completamente diferente a la azteca. Los mayas dejaron atrás la violencia de los aztecas y a pesar de ser un pueblo guerrero su respeto y fascinación por las artes y las ciencias los hacen una cultura fina y muy desarrollada.

La conquista nos dejó sin la mayor parte de los tesoros del pensamiento de este pueblo, pero nos gustaría terminar este capitulo con una reflexión del poeta Pablo Neruda al respecto:

La palabra.

“…Todo lo que usted quiera, si señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras… Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema como pedacitos de madera bruñida, como carbón como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció… Tienen sombra, transparencia, peso, plumas. Pelos, tiene de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar la patria, de tanto ser raíces… Son antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada… Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando, patas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaba, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra … Pero los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras.”