LA MEDICINA TRADICIONAL, PARTE DE LA IDENTIDAD CULTURAL DE MÉXICO

Fundamental el uso y cuidado del ecosistema
LA MEDICINA TRADICIONAL, PARTE DE LA IDENTIDAD CULTURAL DE MÉXICO

Susana Camacho

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 13 de abril.- En Chiapas, cuya población es mayoritariamente indígena, las prácticas curativas populares constituyen con frecuencia la única opción de atención a la salud. Los médicos tradicionales han logrado conformar organizaciones propias que generan nuevas formas de relación con la práctica médica alópata, de igual manera este recurso tradicional milenario sirve como alternativa y apoyo a la atención primaria extendiendo la cobertura del sistema estatal de salud. Rescatar, revalorizar y promover la conservación de sus costumbres y tradiciones en el aspecto de salud a través de la medicina tradicional son acciones fundamentales que darán la pauta para determinar proyectos para el uso y cuidado del ecosistema en lo futuro.

En la región económica Fronteriza de la entidad, en la localidad de Tziscao —municipio de La Trinitaria— se formó hace 8 años el grupo Médicos Tradicionales Indígenas de Chiapas, el cual se encuentra integrado por 20 personas entre las que se encuentran curanderos, parteras, hierberos y hueseros. Tziscao está ubicado dentro de la reserva ecológica de los Lagos de Montebello por lo que en este ecosistema se puede apreciar una gran variedad de plantas y árboles los cuales son utilizados para la medicina tradicional.

En 1999, el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) benefició a estos médicos tradicionales con el proyecto Conservación de la Medicina Natural. En entrevista, Serapio Rivera Hernández, hierbero y responsable del proyecto, señaló que “hace unos años los médicos tradicionales nos dimos cuenta que era muy importante reunirnos periódicamente con la finalidad de fortalecer nuestros conocimientos, ya que en estas reuniones cada médico, con su especialidad, participaba con el objeto de intercambiar experiencias. Como consecuencia de estas reuniones surgió la idea de unirnos para formar un grupo y de invitar a otras personas que tienen conocimientos ancestrales de la medicina.

“Por tal razón ahora trabajamos unidos y contamos con un huerto de 40 x 50 mts con 300 diferentes plantas medicinales, todas de la región, no estamos legalmente constituidos ya que no contamos con recursos económicos para realizar los trámites correspondientes, pero nuestra comunidad tiene conocimiento de ello y nos han donado el terreno para la creación del huerto.

“Los conocimientos de estos médicos tradicionales son herencia de ancianos y sabios de la propia comunidad. Para poder curar a un enfermo el médico tiene que encomendarse a Dios para que su trabajo salga bien sin importar la fe del enfermo; de cualquier manera la medicina es buena y tiene que curar. Además de atender a las personas de la región también brinda sus servicios a extranjeros provenientes del país vecino, Guatemala”, explicó Rivera Hernández.

Estos médicos están seguros de curar el cáncer con la planta que en lengua indígena chuj y kanjobal se le conoce como “ocht ‘e” o “hierba del cáncer”, y el ataque epiléptico con la infusión de 32 hojas de piña tomadas durante un mes.

Con los apoyos proporcionados por el PACMyC el grupo pretende incrementar el número de plantas con las que cuenta actualmente el huerto (algunas de ellas serán recolectadas en Guatemala), impartir cursos de capacitación con el propósito de conservar esta antigua sabiduría y elevar el nivel de vida de la comunidad, así como transformar las plantas en jabón, crema, jarabe y pomada ya que de esta manera tendrá mejor aceptación en el mercado.

En la ciudad de San Cristóbal de las Casas —perteneciente a la región económica Altos— se formó en 1985 la Organización de Médicos Indígenas del Estado de Chiapas (OMIECH), la cual se fundamenta en la decisión de los médicos indígenas de tener una organización que pugne por la conservación, desarrollo y reconocimiento de su medicina y su cultura en general. Más que un programa de medicina tradicional, la OMIECH pretende ser un espacio creado y dirigido por los indígenas en donde se puedan discutir y buscar soluciones a los problemas que actualmente vive la medicina tradicional y, en general, la salud de los pobladores de la región. Esta asociación civil está compuesta por médicos indígenas provenientes de tres grupos étnicos: tzotzil, tzeltal y tojolabal, y cubre tres regiones del estado: Altos, Norte y Selva. Dentro del trabajo cultural que han desarrollado encontramos: talleres y capacitación en herbolaria, preparados medicinales, cuidados del recién nacido y mujeres embarazadas, la creación de un Museo de la Medicina Maya, un herbario fotográfico ambulante, así como la publicación de libros, trípticos, folletos y videos sobre los aspectos fundamentales de la medicina tradicional maya.

El Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) brindó apoyos a esta organización a través del proyecto presentado en 1999 denominado Intercambio y Rescate en Medicina Tradicional, el cual tiene como objetivo fundamental intercambiar conocimientos sobre herbolaria médica entre médicos indígenas de la OMIECH y lacandones de la comunidad de Najá. Como responsable del proyecto, Antonio Pérez Méndez explicó que “debido a que los médicos tradicionales socios de la OMIECh que habitan en zonas de tierra caliente son nativos de tierra fría y poseen conocimientos de plantas medicinales de esta zona, su dependencia hacia la vegetación medicinal de tierra fría los ha limitado en su atención a pacientes de su zona al emplear nuevas plantas medicinales propias de la selva; entonces viendo que los lacandones poseen un extenso conocimiento de herbolaria medicinal del bosque tropical (selva) y están dispuestos a compartirlo con organizaciones como la nuestra, decidimos elaborar este proyecto”.

Finalmente la región económica Selva no es la excepción en cuanto al trabajo de medicina tradicional, ahí un grupo de médicos tzeltales del paraje Iwiltic —municipio de San Juan Cancuc— reconoció que esta medicina forma parte de su identidad cultural por lo que decidió unirse hace seis años; está integrado por 18 personas que tienen diversas especialidades como: hierberos, rezanderos, pulsadores, hueseros y parteros, los cuales participan directamente para velar la salud no sólo de los habitantes de la comunidad sino que también los visitan enfermos de otros municipios como Pantelhó y Chilón.

La finalidad principal de la propuesta presentada al PACMyC en 1999, a través del proyecto Establecimiento de Huerto para Plantas Medicinales, es la creación de un huerto con plantas medicinales en la comunidad Iwiltic, ya que cada vez que los médicos atienden a los pacientes tienen que desplazarse largas distancias para buscar las plantas que utilizan, y muchas veces no es fácil encontrarlas, lo cual tiene como consecuencia que no se atienda a tiempo a los pacientes.

Con los apoyos del PACMyC se planea contar con un huerto de 400 metros en donde se encontraran 120 variedades de plantas como: panayet wamal (paludismo y fiebre), chij wamal (picaduras de víboras), may (dolor de estómago, cabeza y muela), ch’ oliw nich wamal (heridas, granos).

Finalmente, Mariano Guzmán Hernández, responsable del proyecto, dijo que “esta propuesta obedece a una necesidad de la comunidad y otros municipios circunvecinos ya que no existe un centro médico cercano y cuando la gente se enferma se tiene que desplazar hasta San Cristóbal de las Casas lo que genera gastos que no podemos sufragar. Nuestra medicina tradicional paulatinamente se deja de practicar por las influencias culturales ajenas a nuestra realidad; ante esta situación, consideramos importante mejorar nuestras prácticas curativas ya que juegan un papel muy importante para el bienestar de los habitantes de la comunidad”.